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Estructuras aditivas

Alicia Bruno
Universidad de La Laguna

En esta conferencia reflexionaremos sobre la enseñanza de las estructuras


aditivas. En primer lugar, centraré los objetivos de la exposición debido a que en el
campo de la investigación educativa, este tópico integra aspectos muy diferentes del
aprendizaje matemático, como son los algoritmos de la suma y la resta, los problemas
aditivos, o bien, las representaciones de los mismos.
El aprendizaje de la suma y la resta comienza en la etapa infantil de una manera
informal, a través de situaciones cotidianas y está presente, con diferentes grados de
abstracción, a lo largo de la escolaridad obligatoria, a medida que se introducen los
sistemas numéricos. Nos centraremos en cómo las estructuras aditivas modelan
situaciones cotidianas e implican la resolución de problemas aditivos, tanto con
números positivos como negativos (también conocidos como problemas aditivos de
enunciado verbal, PAEV). Dos son los sistemas numéricos en los que los problemas
aditivos juegan un fundamental en la enseñanza y en la investigación, los números
enteros no negativos (en los primeros años de la educación primaria) y los números
enteros (en los inicios de la educación secundaria).
Es imposible en dos horas exponer resultados de un tópico sobre el que se han
publicado muchos libros e innumerables artículos. Pretendo que este sea un espacio para
debatir y reflexionar sobre determinados aspectos de las estructuras aditivas, pero
siendo consciente de que sólo será una visión parcial del tema y que me dejo por detrás
muchas citas de trabajos interesantes.
Se mostrarán resultados obtenidos por diferentes investigaciones internacionales
sobre problemas aditivos con números positivos y negativos. Entre estas últimas, me
apoyaré, por indicación de los organizadores, en algunos de los trabajos que hemos
realizado en la Universidad de La Laguna (Tenerife, España).
La conferencia la he dividido en seis partes (ver esquema 1). En primer lugar, en
la introducción se exponen algunas ideas sobre el aprendizaje numérico, ya que al
hablar de las estructuras aditivas no podemos olvidar que éstas forman parte del
aprendizaje numérico que van ha adquirir los alumnos en sus escolaridad obligatoria. En
la segunda parte se muestra la clasificación de las situaciones numéricas y de los
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problemas aditivos que utilizaré a lo largo de la exposición. En la tercera y cuarta parte,


hablaremos de la resolución de problemas con números positivos y negativos,
respectivamente. Se expondrán algunas estrategias y dificultades de los alumnos.
También en el apartado dedicado a los números negativos, he introducido algunas ideas
sobre el manejo de la recta numérica por parte de los estudiantes cuando representan
situaciones aditivas. En la quinta parte, se expondrá, brevemente, una metodología de
enseñanza de los números positivos y negativos experimentada en dos investigaciones,
que puede aportar alguna idea sobre el tratamiento en el aula de estos problemas.
Terminaremos la conferencia con las conclusiones.

Esquema 1. Organización de la conferencia

1. Introducción
2. Estructuras aditivas: una clasificación.
2.1 Situaciones numéricas
2.2 Historias aditivas y problemas aditivos
3. Problemas aditivos con números positivos
3.1 Dificultades en la resolución de problemas
aditivos con números positivos
3.2 Estrategias en la resolución de problemas
aditivos con números positivos
4. Problemas aditivos con números negativos
4.1 Dificultades en la resolución de problemas
aditivos con números negativos.
4.2 Estrategias en la resolución de problemas
aditivos con números negativos.
4.3 Representación en la recta
5. La metodología redactar
6. Conclusiones

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1. Introducción
El análisis didáctico de las estructuras aditivas no puede hacerse desconectado
del resto de la enseñanza numérica. Es por ello que, en esta primera parte de la
conferencia, situaré nuestra visión del aprendizaje numérico. Las ideas que se exponen
están tomadas de diferentes trabajos que hemos realizado en la Universidad de La
Laguna (Bruno y Martinón, 1999).
Las investigaciones didácticas sobre los números han sido muy numerosas, en
especial las relativas a la enseñanza de los números enteros no negativos y de los
racionales no negativos, y, en menor grado, las referentes a los números negativos y a
los reales, como se observa en las revisiones de investigaciones de Dickson y otros
(1984) y las que se realizan en Handbook of research on mathematics teaching and
learning (Grouws, 1992). La mayoría de las investigaciones suelen centrarse sólo en un
conjunto numérico y pocos trabajos analizan el proceso de enseñanza de los números en
su totalidad, entendiendo por esto el conocimiento sobre los números que adquieren los
alumnos a lo largo de su escolaridad, cómo se justifican las extensiones de los conjuntos
numéricos, en qué momentos del proceso escolar y bajo qué criterios se conectan unos
conjuntos numéricos con otros.
Las tendencias actuales en la enseñanza de los números (Verschaffel y De Corte,
1996; NCTM, 2003) indican que es necesario dedicar menos tiempo a los aspectos de
procedimientos, a la práctica de técnicas de algoritmos y de manipulación simbólica, en
favor de la actividad conceptual. Entre otros aspectos, destacan que en la enseñanza
numérica es necesario:

1. Enfatizar por qué y cómo se producen las extensiones numéricas.


2. Construir un cuerpo coherente de conocimiento numérico, antes que hechos
aislados y reglas para cada nueva clase de números.
3. Hacer traslaciones entre símbolos escritos y otras representaciones de los
números.
4. Desarrollar un aprendizaje con una extensa fase conceptual y un amplio rango
de situaciones.
5. Utilizar la resolución de problemas para dotar de significado a las operaciones y
para ayudar a desarrollar los conceptos y habilidades matemáticas formales.
6. Desarrollar sentido numérico.

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7. Fomentar el uso de la calculadora para realizar cálculos e investigaciones


numéricas.

Si se pregunta a alumnos preuniversitarios o universitarios el tipo de números


que manifiestan profundas confusiones Moreno y otros (2004). Robinet (1986) observó
que los alumnos, a menudo, diferencian los tipos de números que constituyen los
números reales por su escritura, y sólo por eso, dejando de lado las propiedades
numéricas.
Por lo tanto, parece que no es suficiente un buen aprendizaje de cada sistema
numérico, sino que se necesita conectar mejor unos sistemas con otros. Muchas veces el
deseo de que los alumnos se desenvuelvan correctamente en un sistema numérico hace
que se olvide que cada avance en el conocimiento numérico de los alumnos debe quedar
englobado dentro de un proyecto numérico.

Alrededor del concepto de número hay un conjunto de ideas que tienen distintas
manifestaciones: lo operativo y abstracto, las situaciones concretas y las
representaciones gráficas, entre las que existen múltiples relaciones. La noción de
campo conceptual (Vergnaud, 1990) es útil como marco para explicar estas ideas. Se
entiende como campo conceptual al conjunto formado por las situaciones que se
corresponden con una idea, así como por los conceptos y teoremas que permiten
analizar estas situaciones como tareas matemáticas. Así, Vergnaud habla de campo
conceptual aditivo o campo conceptual multiplicativo. Sin embargo, el conocimiento de
los números es más amplio, en cierta forma se sitúa en el campo conceptual numérico
(González, 1995).
Sasaki (1993) indica que muchos alumnos pueden efectuar cálculos operatorios
correctamente y aplicar fórmulas, pero no pueden usar este conocimiento para resolver
problemas. Además observa como muchos libros de texto enseñan el significado
después de trabajar el cálculo rutinario, con lo cual los alumnos aprenden los
procedimientos sin darles significado. En un deseo por dar significado al conocimiento
matemático, Sasaki reconoce cuatro piezas de conocimiento o “mundos” que se pueden
tener en cuenta en la enseñanza de las matemáticas:
1) el mundo real (conocimiento intuitivo que surge cuando el aprendiz resuelve
problemas relevantes y realistas);

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2) el mundo representativo (conocimiento concreto que implica conocer cómo


manipular objetos para encontrar respuestas a los problemas);
3) el mundo computacional (conocimiento de cálculo que significa utilizar
símbolos aplicando un conjunto de reglas procedimentales);
4) el mundo matemático (conocimiento reglado, es decir, leyes y propiedades
matemáticas).
Sasaki señala que tradicionalmente estos mundos han sido estudiados de forma
separada, y que una enseñanza correcta debe conectarlos, ya que el significado en la
enseñanza de las matemáticas se consigue cuando los alumnos establecen
correspondencias entre estos mundos y cuando saben seleccionarlos apropiadamente.
Cierta coincidencia tienen las ideas anteriores con las que expone Peled (1991)
cuando expresa que el conocimiento que manifiestan los alumnos sobre el concepto de
número negativo y de las operaciones de adición y sustracción puede ser clasificado en
dos dimensiones: una dimensión cuantitativa y una dimensión de recta numérica. El
conocimiento se manifiesta en la dimensión cuantitativa cuando se definen los números
negativos como “cosas” de una característica desfavorable, tales como “deber dinero”.
En la dimensión de recta el alumno sabe que existen unos números, llamados números
negativos, a la izquierda de cero en la recta.

Para reflexionar sobre los elementos del campo conceptual que rodean al
concepto de número, distinguimos entre tres dimensiones del conocimiento numérico
(ideas adaptadas de los trabajos de Sasaki, 1993 y Peled, 1981). (1) La dimensión
abstracta (conocimientos referidos a los sistemas numéricos como estructuras
matemáticas y a las formas de escritura de los números); (2) la dimensión de las
representaciones (representación de los números sobre gráficos, la recta u otro tipo de
diagramas); (3) la dimensión contextual (aplicaciones, situaciones concretas en las que
se usan los números). El conocimiento numérico abarca, no sólo lo relativo a cada una
de las tres dimensiones, sino también a las traducciones entre ellas.

Abstracto Representación

Contexto

Figura 1. Dimensiones del conocimiento numérico

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En nuestros trabajos previos (Bruno y Martinón, 1999) planteamos que una


visión unitaria de la enseñanza de los números contribuiría a establecer las correctas
relaciones entre los números. Esta perspectiva unitaria significa que lo que se aprende
acerca de los números a lo largo de toda la escolaridad forma parte de un único
conocimiento numérico, el cual se va adquiriendo durante el proceso de aprendizaje,
que debe tener un hilo conductor que lo unifique y lo haga homogéneo.

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2. Estructuras aditivas: una clasificación

Como ya he comentado, nos centramos en cómo las estructuras aditivas modelan


situaciones de la vida cotidiana, lo que implica la resolución de problemas aditivos de
enunciado verbal. Esto significa analizar las estructuras aditivas tomando como foco
principal la dimensión contextual, pero teniendo en cuenta que el conocimiento
numérico no sólo afecta a cada una de las dimensiones, sino que también abarca las
traducciones entre ellas. La suma 2+3=5 está expresada en la dimensión abstracta. El
enunciado “Juan tenía 2 pesos y ganó 3; ahora tiene 5 pesos” corresponde a lo
contextual y puede trasladarse a una representación en la recta de la siguiente forma:

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En una enseñanza que atienda a las tres dimensiones antes descritas y a las
traducciones entre ellas, la resolución de problemas aritméticos de enunciado verbal se
convierte en un instrumento de gran utilidad. Los problemas de este tipo se encuentran
situados en la dimensión contextual y su resolución puede proceder de un razonamiento
en cualquiera de las tres dimensiones. En ocasiones, una mezcla confusa de
razonamientos desarrollados en distintas dimensiones permite conjeturar que la
argumentación utiliza varios tipos de traducciones entre las dimensiones.
En la enseñanza de la aritmética se realizan traducciones constantemente entre
las dimensiones aunque muchas veces no se es consciente de ello y se abusa de
determinadas traducciones, como las que pasan de la dimensión contextual a la
abstracta, y se olvidan o se trabajan en menor medida otras traducciones, como las que
pasan de la representación a lo contextual o de la representación a lo abstracto.
En un problema aditivo simple, es decir, en un problema aditivo en el que están
implicados tres números, se puede distinguir diferentes aspectos que los hacen distintos
entre ellos. Así, se puede considerar su estructura, la posición de la incógnita, los tipos
de números y el contexto en que está redactado.
Las estructuras más usuales en la enseñanza de los problemas aditivos son las
tradicionalmente conocidas como Combinación, Cambio, Comparación, Igualación
(Carpenter y Moser, 1982; Ryley y otros, 1983). Sin embargo, utilizaremos en esta

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exposición otra clasificación de los problemas adaptada de la de Vergnaud (1982), y que


hemos ampliado en Bruno y Martinón (1997a) y que se expone a continuación.

2.1 Situaciones numéricas


En primer lugar, diferenciamos entre historias aditivas simples y problemas
aditivos simples de enunciado verbal, como lo hacen Rudnitsky et al. (1995). Una
historia aditiva simple es una situación numérica que se describe con una adición
a+b=c. Por ejemplo, "La temperatura por la mañana en la ciudad era de 7 grados sobre
cero y a lo largo del día bajó 10 grados. La temperatura por la noche era de 3 grados
bajo cero". Claramente, cada historia aditiva cuyo esquema es a + b = c, da lugar a tres
problemas aditivos simples, según cual de las tres anteriores cantidades se convierta en
incógnita. Diremos que los problemas son de incógnita 1, 2 ó 3 según que la incógnita
sea a, b ó c, respectivamente (I1, I2, I3).
Distinguimos entre diversas situaciones numéricas o usos de los números:

Estados: expresan la medida de una cantidad de una magnitud en un cierto


instante.
“La temperatura es 9 grados sobre cero”, "Debo 2 pesos".

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Variaciones: expresan los cambios que se producen en una función estado con
el transcurso del tiempo
“La temperatura subió 5 grados”, “Gané 9 pesos”.

Comparaciones: expresan la diferencia entre dos estados


“En Tenerife hay 4 grados menos que en México”, “Tengo 9 pesos
más que tú”.

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2.2 Historias aditivas y problemas aditivos

A partir de estas situaciones numéricas podemos encontrar cuatro diferentes


historias aditivas o estructuras aditivas:

• Combinación (Combinación de estados)


estado parcial 1 + estado parcial 2 = estado total
e1 + e2 =et
Jesús tenía 5 manzanas rojas y 3 manzanas verdes. En total tiene 8 manzanas.

e1= 3 e2=5

et = 8
Problema de combinación, incógnita 3
Jesús tenía 5 manzanas rojas y 3 manzanas verdes. ¿Cuántas manzanas tiene en
total? e1= 3 e2=5

et = 8
• Cambio (Variación de un estado)
estado inicial + variación = estado final
ei + v = ef
Elena tenía 5 libros. Compró 3 libros más. Ahora tiene 8 libros.

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Problema de cambio, incógnita 3


Elena tenía 5 libros. Compró 3 libros más ¿Cuántos libros tiene ahora?

ei=5 v= 3
ef = 8

• Comparación (Comparación de estados)


estado 1 + comparación = estado 2
e1 + c = e2

Juan tiene 5 pesos y Pedro tiene 3 pesos más que Juan. Pedro tiene Pedro 8 pesos.

Problema de comparación, incógnita 3

e1= 5 c=3
Juan tiene 5 pesos y Pedro tiene 3 pesos
más que Juan. ¿Cuántos pesos tiene Pedro?

e2= 8
• Dos cambios (combinación de variaciones sucesivas)
variación 1ª + variación 2ª = variación total
v1 +v2 = vt
Juan ganó 5 pesos por la mañana y ganó 3 pesos por la tarde. A lo largo del día
ganó Juan a 8 pesos.

Problema de dos cambios, incógnita 3


Juan ganó 5 pesos por la mañana y ganó 3 pesos
v1= 5
por la tarde. ¿Cuántos pesos ganó Juan a vt= 8

lo largo del día?

v2= 3

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A continuación, aparece un resumen de los tipos de problemas.


Notación de los problemas aditivos (estructuras e incógnitas)
Incógnita I1 I2 I3
Estructura
Cambio ¿? + v = ef ei + ¿? = ef ei + v = ¿?
Cambio1 Cambio2 Cambio 3
Combinación ¿? + e2 = et e1+ ¿? = et e1+ e2 = ¿?
Combinación1 Combinación2 Combinación3
Comparación ¿? + c = e2 e1 + ¿? = e2 e1 + c = ¿?
Comparación1 Comparación2 Comparación3
Dos cambios ¿? + v2 = vt v1 + ¿? = vt v1 + v2 = ¿?
Dos cambios1 Dos cambios2 Dos cambios3

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3. Resolución de problemas con números positivos


La resolución de problemas aditivos de enunciado verbal con números positivos
ha sido centro de interés de múltiples investigaciones, en especial entre los años 1970 y
1990. Téngase en cuenta que la resolución de estos problemas constituye una de las
principales tareas de la enseñanza de las matemáticas en los diferentes cursos de la
educación primaria. A pesar de las muchas horas que se dedican a su práctica,
constituye uno de los aspectos más complejos para los alumnos.
La preocupación por este tema se ve reflejada en publicaciones monográficas
(Carpenter and Moser, 1982) y queda patente en los libros dedicados a mostrar las
investigaciones más importantes realizadas en Didáctica de las Matemáticas de los
últimos años (Fuson, 1992; Verschaffel y De Corte, 1996). En estos textos pueden
encontrarse múltiples referencias de publicaciones internacionales sobre los problemas
aditivos con números positivos.
Las investigaciones han mostrado que los problemas no sólo difieren en el nivel
de dificultad, sino también en la clase de estrategias que usan los niños y en la
naturaleza de sus errores. Los resultados han servido para ayudar a los alumnos a
construir una comprensión más completa sobre estas operaciones, ya que se han ideado
métodos de instrucción más adecuados para la comprensión de los alumnos. Hay dos
sistemas numéricos en los que los problemas aditivos juegan un papel esencial desde el
punto de vista de la enseñanza, los números enteros no negativos y los números enteros,
ya que los profesores, los materiales curriculares y los libros de texto dedican mucho
tiempo y espacio al tratamiento de los mismos.
Expondremos a continuación el nivel de dificultad de los problemas y algunas
estrategias de los estudiantes en el proceso de resolución de problemas aditivos con
números positivos.

3.1 Dificultades en la resolución de problemas aditivos con números


positivos
La experiencia y, desde luego, los resultados de las investigaciones nos dicen
que cada estudiante tiene éxito distinto en problemas diferentes y que estudiantes
distintos tienen éxito diferente en cada problema. Obsérvese los siguientes problemas:

(1) Antes Andrés tenía 2 pesos. Después ganó 3 pesos. ¿Cuántos pesos tiene ahora?

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(2) Antes Andrés tenía 2 pesos. Ahora tiene 3 pesos más que antes. ¿Cuántos pesos
tiene ahora?

(3) Antes Andrés tenía 2 pesos. Antes tenía 3 pesos menos que ahora. ¿Cuántos
pesos tiene ahora?
Los tres problemas se corresponden con una misma situación: antes tenía 2,
aumenta lo que tiene en 3 y ahora tiene 5; se diferencian en el modo de expresar lo que
aumenta. Pues bien, esa expresión tiene gran importancia en el porcentaje de éxito ya
que en una investigación que realizamos con alumnos de los primeros cursos de
primaria (Bruno y otros, 2001) se obtuvieron diferentes porcentajes de éxitos, 94% en
(1), 93% en (2) y 37% en (3).
En los esquemas 2 y 3, se muestran los grados de dificultad de los problemas
de suma y resta en función de la estructura del problema y la posición de la incógnita,
atendiendo a investigaciones realizadas en diferentes países (ver Dickson y otros, 1984).

Orden de dificultad para la suma

Más difícil v1 + v2 = vt
DosCambios2

e1 + c = e2 ei + v = ef
Comparación3 Cambio1

Más fácil e1+ e2 = et ei + v = ef


Combinacion3 Cambio3

Esquema 2. Orden de dificultad de los problemas de suma

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Orden de dificultad para la resta


v1 + v2 = vt Dos Cambios2

Más difícil
ei + v = ef ei + v = ef
Cambio2 Cambio1
e1+ e2 = et Combinacion2

e1 + c = e2 Comparación3

Más fácil
ei + v = ef Cambio3

Esquema 3. Orden de dificultad de los problemas de resta

Este orden no puede tomarse en sentido absoluto, ya que ninguno de los estudios
incluyó todos los tipos de problemas y las edades de los alumnos eran diferentes, sin
embargo, puede servir de orientación en el diseño de actividades y materiales
curriculares. Lo más destacado es que, tanto para la suma como para la resta, los
problemas de incógnita 1 y 2 son más difíciles que los problemas de incógnita 3, y en el
lugar más alto de complejidad aparecen los problemas de estructura dos cambios con
incógnita 2.
Se conocen otros factores que influyen en la dificultad de resolución de los
problemas de sumar y restar son los siguientes sobre los que reflexionamos a
continuación.

La forma de redactar los problemas

En los primeros niveles educativos, el lenguaje y la estructura lingüística tienen


una gran importancia en la fase de comprensión del enunciado del problema. En
ocasiones los niños hacen una traducción lineal del enunciado y se apoyan en las
“palabras clave” que aparecen (más, menos, añadir, quitar…) y en función del sentido
de esas palabras, resuelven el problema con una suma o una resta.

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Ejemplo 1
Miguel tenía 3 caramelos, compró algunos más y ahora tiene 7, ¿cuántos
compró? 3 + 7 = 10
Ejemplo 2
Miguel tenía 8 caramelos, se comió algunos y ahora tiene 3, ¿cuántos se comió?
8-3=5
En el ejemplo las palabras claves “compró” y “más” pueden llevar al niño a
escribir una suma, y en este caso, a un error. Mientras que en el ejemplo 2, la palabra
“comió” induce a efectuar una resta y por consiguiente, a una respuesta correcta.
Influyen también en la dificultad de los problemas el uso de términos
desconocidos, el tiempo de los verbos, el abuso de los adverbios, la extensión del
enunciado.

Los formatos de presentación


Los formatos de presentación que lleven a una mejor explicación de las
situaciones dadas en el problema pueden facilitar el éxito en la resolución,
especialmente en las primeras etapas cuando los niños no tiene aún lo que se llama
“esquema del problema”.

Orden de las proposiciones en el enunciado


El orden en que aparecen las proposiciones en el enunciado condiciona la
dificultad del mismo. Esto afecta más a determinados problemas, por ejemplo, a los
problemas de combinación (e1 + e2 = et), con incógnita una de las partes (I1 o I2), más
que a los de cambio (I2) con incógnita la variación. En el siguiente ejemplo, a pesar de
ser el mismo problema, la primera redacción resulta más sencilla para los niños que la
segunda, debido a que en la primera la redacción se respeta la secuencia temporal de los
sucesos.
Tengo 67 pesos, me gasto 33, ¿cuántas me quedan?
Me he gastado 33 pesos de las 67 que tenía, ¿cuántas me quedan?

La posición de la incógnita
Como ya vimos en el esquema 2 y 3, el dato desconocido o incógnita condiciona
de manera determinante la dificultad de los problemas de sumar y restar. De manera
general, en la siguiente tabla cada columna implica un grado mayor de dificultad.

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Más fácil Más difícil

I3 I2 I1
a + b = ¿? a + ¿? = c ¿? + b = c
a - b = ¿? a - ¿? = c ¿? – b = c

Tipos de números
Los problemas con números pequeños, pueden llevar a procedimientos de
recordar hechos numéricos más que los problemas con números mayores. Hay triadas
de números que resultan más fáciles de recordar que otras, para cada persona. Como
curiosidad indicar que los problemas de resta con un 5, son más fáciles debido al uso de
los dedos.

3.2. Estrategias infantiles para resolver problemas de suma y resta

Indican Carpenter y Moser (1982) que es una creencia falsa el que los problemas
aditivos son difíciles para los niños de todas las edades, y que se deben practicar las
operaciones de suma y resta antes de poder resolver problemas verbales simples. En sus
estudios encontraron que los niños pueden resolver de manera eficiente problemas
aditivos antes de recibir instrucción formal sobre ellos. Esto indica que los problemas
pueden dar significado a las operaciones de suma y resta, y son una alternativa para
introducirlas. Observaron ciertas estrategias empleadas por los niños para la ejecución y
resolución de problemas de suma y resta básicas: la estrategia de modelización, la de
utilizar la secuencia numérica, y el recordar hechos numéricos ya conocidos. Las
estrategias suponen diferentes niveles de abstracción, desde utilizar objetos, a emplear
una abstracción matemática, como es el manejo abstracto de los números. A
continuación se exponen algunas estrategias de las anteriores.

Estrategias de modelización
En la estrategia de modelización, los niños utilizan objetos para modelizar la
acción o las relaciones descritas en el enunciado del problema. Esta es la estrategia
básica.

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Ejemplos:
Para la suma
Contar todo. El niño representa ambas colecciones de objetos por
separado, usando cubos o dedos, y vuelve después a contar desde el
principio la colección compuesta.

Para la resta
Separar de. El niño forma el conjunto mayor de objetos, después separa
de ellos, de una sola vez, un conjunto de objetos igual al sustraendo y
cuenta la cantidad de objetos restantes.

Añadir. El niño forma el conjunto de objetos correspondiente al


sustraendo y añade tantos objetos hasta tener el número que indica el
minuendo. Después cuentan los objetos añadidos, encontrando así la
respuesta.

Emparejamiento. El niño representa las colecciones de objetos indicadas


en el minuendo y sustraendo. Las compara estableciendo una
correspondencia uno a uno. La respuesta es el número de objetos que no
tienen pareja.

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Estructuras aditivas

Estrategias de la secuencia numérica


En esta estrategia los niños no construyen físicamente los conjuntos, sino que
utilizan su conocimiento sobre los números y sobre el recuento.
Para la suma
Contar todo. Esta estrategia es similar a contar todo con objetos, pero el
niño usa algún marcador o contador para saber cuando tiene que parar de
contar, como pueden ser los dedos (pero aquí los dedos tienen una
función diferente que en la estrategia de modelización, sirven para seguir
el ritmo o la marca de la secuencia).
Contar a partir del número mayor. Empieza a contar a partir del
sumando mayor. En 2 + 3, dice “tres” y cuenta “cuatro” y “cinco”.
Contar a partir del primer sumando. Empieza a contar a partir del primer
sumando dado. En 3+6, empieza por 3 y cuenta 4, 5, 6, 7, 8 y 9.
Para la resta
Contar hacia atrás desde. El niño cuenta a partir del minuendo hasta que
alcanza el sustraendo. La respuesta es la cantidad de números emitidos.
En 5-3, cuenta 4 y 3. Los dos dígitos emitidos indica la respuesta.
Contar partir de. El niño cuenta a partir del número menor hasta que
alcanza el número mayor. La respuesta es la cantidad de números
emitidos. En 5-3, cuenta 4 y 5. Los dos dígitos emitidos indica la
respuesta.

Estrategias de hechos numéricos


Con esta estrategia los niños utilizan hechos numéricos que recuperan de la
memoria.
Ejemplos
Para la suma y la resta

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Estructuras aditivas

Hecho memorizado: el niño memoriza sumas y restas como si fuera


tablas.
Hecho deducido: el niño hace un razonamiento del tipo:
“si 8 + 3 = 11 entonces 7 + 3 = 10”
“si 8 – 3 = 5 entonces 7 – 3 =4”

Estas estrategias se han recopilado en estudios que piden a los niños que
resuelvan los problemas de una sólo forma, así que los datos que se analizan son las
preferencias de los niños para un método de resolución y no informan sobre el abanico
de posibilidades que tienen en los procesos de resolución. Sin embargo, sabemos que
los niños pueden presentar múltiples procedimientos de resolución de los problemas en
función de diferentes factores.

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Estructuras aditivas

4. Estructuras aditivas y números negativos


La enseñanza de los números negativos con alumnos de 12 o 13 años, supone la
modificación de creencias fuertemente arraigadas construidas a lo largo de la enseñanza
primaria
Hay muchos alumnos que cometen errores al efectuar operaciones simples con
números negativos. En general, la operación más sencilla de efectuar es la suma y la
más difícil es la resta, ya que la multiplicación y división suelen resultar más fáciles que
la resta. Las respuestas erróneas son debidas a malas aplicaciones de las reglas. A veces
los alumnos inventan reglas falsas que les pueden llevar a resultados correctos o
incorrectos, según sean los signos de los números, es por ello, que les resulta
complicado modificarlas.
No debemos minimizar los errores de los alumnos, ya que son el reflejo de
ciertas dificultades que producen los cambios en la introducción de los números
negativos. Siguiendo la terminología de Socas (1997), podemos distinguir entre:

Dificultades asociadas a la complejidad de los objetos matemáticos

• Hay una nueva notación para los números positivos: +2 = 2.


• El signo menos tiene dos significados distintos, como signo del número y
como operación de resta.
• Aparece una mayor complejidad sintáctica: paréntesis y signos.
• Se dan nuevas reglas para las operaciones.

Dificultades asociadas a los procesos de pensamiento matemático


• Los números negativos tienen menos usos que los números positivos. Por
ejemplo, con los números negativos no podemos establecer el cardinal de un
conjunto.
• Se identifican las operaciones de suma y resta.
• Hay un cambio en el efecto de las operaciones: sumar (multiplicar) no
siempre es aumentar, restar (dividir) no siempre es disminuir.

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Estructuras aditivas

Dificultades asociadas a los procesos de enseñanza


• La enseñanza basada sólo en las reglas que rigen la operatoria puede causar
problema a muchos estudiantes que necesitan situaciones concretas en las que
apoyarse.
• No se conecta con el conocimiento previo de los estudiantes sobre los
números positivos.

Desde la perspectiva unificada del aprendizaje numérico, la resolución de


problemas juega un papel primordial, ya que se pueden utilizar problemas con igual
estructura que con los números positivos, por lo que los problemas se convierten en otro
elemento unificador, además los mismo tipos de problemas pueden utilizarse con
independencia de la extensión a los negativos que se realice.
El punto de partida en el análisis de los problemas aditivos con números negativos
es utilizar lo que se conoce sobre los números positivos. Los alumnos en su etapa
primaria han resuelto muchos problemas aditivos. Se trata ahora de ampliar esos
problemas a contextos con números negativos, eligiendo estructuras de problemas ya
utilizadas con anterioridad con los números positivos.
En la introducción de las operaciones con números negativos utilizando
problemas hay cuestiones invariantes con respecto al aprendizaje con números
positivos, como los tipos problemas en cuanto a su estructura y posición de la incógnita.

Combinación e1 + e2 = et
Cambio ei + v = ef
Comparación e1 + c = e2
Combinación de variaciones v1 + v2 = vt

Sin embargo, hay otros aspectos en los que se producen cambios, como los tipos
de números que se utilizan (positivos y negativos), ahora las operaciones de suma y
resta se unifican (sumar es igual a restar), cada problema admite varias operaciones
correctas para su resolución. Por ejemplo, el problema siguiente admite diferentes
respuestas correctas:

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Estructuras aditivas

Elvira estaba buceando a 3 metros bajo el nivel del mar y descendió 4 metros.
¿Cuál es su posición después del descenso?
-3 + (-4) = -7
-3 - 4 = -7
3+4=7

Con los números negativos aparecen contextos nuevos y no usuales con números
positivos como: deudas, temperaturas, nivel del mar, ascensor, cronología, carretera con
un origen central, etc.
A pesar de que se conoce mucho sobre la resolución de problemas aditivos con
números positivos, los resultados no pueden generalizarse a priori a los números
negativos y no ha habido un esfuerzo por unificar resultados de los dos campos. Lo
cierto es que el conocimiento previo sobre números positivos condiciona el aprendizaje
de los números negativos.

4.1 Dificultad de los problemas aditivos con números negativos


Las investigaciones sobre problemas aditivos comienzan con los trabajos de
Vergnaud (1976, 1982), los cuales marcaron las investigaciones posteriores sobre este
tema. Las siguientes investigaciones han usado desde diferentes perspectivas la
resolución de problemas aditivos como base para indagar en el conocimiento de los
estudiantes sobre los números negativos: Bruno y Martinón (1997b), Conne (1985),
Gallardo (2002), González, (1995), Marthe (1979), entre otros.
Al igual que ocurre con los números positivos las dificultades de los problemas
vienen determinadas por los siguientes aspectos:
– La estructura del problema
– La posición de la incógnita
– El contexto
– Los tipos de números (signos de los números)
Es importante señalar dos cuestiones, primero no encontramos un esfuerzo por
unificar la investigación realizada con números positivos y negativos en la resolución de
problemas. De hecho, Fuson (1992) manifestó, en su revisión sobre la adición con
números positivos, la necesidad de profundizar en los problemas con números
negativos. Por otro lado, los resultados de las investigaciones con números negativos y

22
Estructuras aditivas

resolución de problemas están aún muy fragmentados, por lo que, por ejemplo, no se
pueden establecer una jerarquía de dificultades de los mismos.
Parece que la principal dificultad de los problemas la determina la posición de la
incógnita. Al igual que con números positivos, los problemas de incógnita 3 son más
sencillos que los de incógnita 1 y 2.
También en otras investigaciones se ha demostrado cómo las estructuras
condicionan la dificultad, con más fuerzo que los contextos. Así Verganud encontró los
problemas de Cambio (ei +v = ef) más complejos que los de dos cambios (v1 + v2 = vt).
Por otra parte, el contexto es una variable muy importante en los problemas con
números negativos. El contexto más sencillo para los alumnos se ha mostrado el de las
deudas y en el otro extremo en el nivel de dificultad se encuentra el contexto de
cronología, como se ha visto en Bruno (1997) y Borba (1995). La familiaridad de los
alumnos con el contexto deber-tener antes de introducir los números negativos lleva a
considerarlo como un contexto apropiado para introducir los números negativos. En
contraposición, el contexto cronología necesita un trabajo específico de vocabulario, así
como de comprensión de las situaciones temporales (antes/después de Cristo, años
vividos, etc.). La poca relación real de los dos contextos citados con la representación
en la recta hace necesario el uso de otros contextos más relacionados con la recta como
carretera, nivel del mar o ascensor.
También sabemos que tipos de números influye en la dificulta de un problema,
ahora agravado por el hecho que puede haber números positivos y negativos, y eso hace
que la complejidad sintáctica de la resolución sea mayor. Por ejemplo, se ha visto que
los problemas de dos cambios (v1 + v2 = vt) cuyas variaciones parciales (v1 y v2)
tienen signos opuestos son más complejos que cuando tienen el mismo signo.
En los problemas de cambio, ei + v = ef, con incógnita el estado final, los
problemas en el que el estado inicial es el cero, son más fáciles que cuando empieza en
cualquier otro punto o cuando debe cruzar el cero.

23
Estructuras aditivas

4.2 Estrategias de resolución de problemas aditivos con números


negativos

En el caso de que se haya seguido una instrucción en la que la representación de


los problemas en la recta haya sido usual, los alumnos resuelven los problemas aditivos
con una operación (con números positivos o negativos) y/o mediante una representación
en la recta, aunque hay variaciones en la resolución dependiendo del tipo de problema.
Los procedimientos de resolución de problemas de números negativos dependen,
por un lado, del contexto y de la dificultad del problema. Para muchos los alumnos, los
contextos deber-tener y cronología inducen a un menor uso de la recta que los otros
contextos, aunque esto también depende del alumno que lo resuelva. Hay alumnos que
tienen tendencia hacia el uso de la recta como apoyo para encontrar la solución y la
operación adecuada con números negativos, mientras que otros no manifiestan esa
tendencia.
También se ha visto que los alumnos prefieren usar la recta más en los problemas
de incógnita 1 y 2 que en los de incógnita 3. Es decir, que los problemas más complejos
son los que inducen a los alumnos a utilizar la recta numérica.
Lo cierto es que los alumnos tienen más éxito cuando emplean la recta que
cuando resuelven el problema sólo con una operación, es decir, que la representación en
la recta ayuda a razonar la operación que es necesaria para resolver el problema.
Veamos a continuación algunas estrategias seguidas por los alumnos al resolver
problemas, tomadas de Bruno y Martinón (1997b). Estos procedimientos aparecen en
determinados momentos del proceso de resolución, o al pedirles algunas explicación
sobre cómo han entendido y resuelto los problemas.

a) Seguir el orden de los datos del enunciado.


b) Adaptar la operación al resultado de la recta
c) Falsear el resultado de la operación
d) Interpretar incorrectamente el resultado

24
Estructuras aditivas

a) Seguir el orden de los datos del enunciado.


Cuando los alumnos resuelven los problemas con una operación, en muchas
ocasiones escriben los números siguiendo el mismo orden en que aparecen en el
enunciado del problema y con los signos que indican las situaciones.
Por ejemplo, ante el problema
Juan tiene en su casa 10 pesetas y debe a un amigo 15 pesetas, ¿cuál es su
situación económica?,
Plantean, la operación 10-15.

Este procedimiento no causa errores en los problemas de incógnita 3, pero sí


lleva a respuestas erróneas en los problemas de incógnita 1 y 2, ya que se aleja, en estos
últimos problemas, de la operación adecuada para la resolución.
Con el siguiente ejemplo, tomado de un extracto de entrevista realizada a un
alumno de secundaria (12 años), tomada de Bruno y Martinón (1997b), podemos
observar este tipo de error, en la respuesta a un problema de estructura ei + v = ef (I2).

E. Una persona nació en el año 15 antes de Cristo y murió en el año 7 antes de


Cristo. ¿Cuántos años vivió?
A. -15 - 7 = -22
15
+ 7
22

Nació en el 15 antes de Cristo, sería negativo, y murió en el año 7 antes de


Cristo sería negativo. Como menos y menos se suman, y se pone el signo del
mayor. ¿Cuántos años vivió?.... Vivió 22 años,
E. Y los años que vivió ¿se pueden poner negativos?
A. Sí porque vivió en pasado, es -22.
E. ¿Qué significa que una persona vivió -22 años?
A. Que como ya está muerta, es -22.

Obsérvese que en este caso, además de seguir el orden y los signos del
enunciado el alumno da una interpretación errónea del resultado negativo.
Esta forma de proceder nos parece muy importante porque explica el mayor
grado de éxito en los problemas de incógnita 3 frente a los de incógnita 1 y 2

25
Estructuras aditivas

En definitiva, mientras que para los problemas de incógnita 3 los alumnos llegan
fácilmente a la operación correcta, para los de incógnita 1 y 2 les resulta más complejo.
Por el conocimiento que los alumnos tienen de los números positivos, la resta se asocia
con la idea de “quitar” y en mucho menor grado con la idea de “diferencia de dos
números”. Este concepto de resta como “quitar” se sigue utilizando en los problemas
con números negativos, de ahí que sea costoso entender las operaciones en las que la
resta indica una diferencia de dos cantidades y se tiende a ignorar el signo “-” de la
diferencia identificándolo con el signo del número. En el ejemplo anterior, aparece una
diferencia entre el estado final y el estado inicial, -7-(-15). Sin embargo, hay alumnos,
como es el caso del alumno que se expone, que escriben -15-7, asociando el signo “-” de
la resta con el del significado del 7 a.C.
Seguir este procedimiento en todos los problemas indica una ausencia de
comprensión de las diferencias entre las estructuras de los problemas.

b) Adaptar la operación al resultado de la recta


El procedimiento adaptar la operación a la recta, se puede resumir de la
siguiente forma: primero el alumno resuelve el problema en la recta, y a continuación
busca una operación cuyo resultado coincida con el obtenido previamente en la recta.
En ocasiones, realiza varios intentos antes de conseguirla operación adecuada.
Esta forma de actuar se produjo, especialmente, en aquellos problemas en los
que los alumnos no veían la operación inmediatamente y la observamos, con más
frecuencia en los problemas de incógnita 1 y 2.
Aunque los alumnos consiguiesen la operación correcta con números negativos,
en ocasiones, no implicó que relacionasen significativamente dicha operación con el
enunciado del problema. Veamos un ejemplo de un problema con estructura ei + v = ef
(I2) resuelto por un alumno.

E. Un edificio tiene 25 plantas más 5 plantas del sótano. El ascensor del edificio
antes de moverse estaba en la planta 8 y después de moverse estaba en la planta
3 del sótano. ¿Cuál fue el movimiento del ascensor?
A. -11
E. ¿Qué pensaste exactamente?
A. Estaba pensando en el ascensor de mi edificio, que estaba en la planta 8 y bajó a
la planta 3 del sótano, entonces bajó 11.

26
Estructuras aditivas

E. ¿Te lo imaginaste?
A. Sí, en la recta

-3

E. ¿Puedes plantearlo con una operación?


A. -3 - 8 = -11
E. Explícamelo.
A. -3 porque estaba en la 3 del sótano y ...., no sé, le resto 8.

Este tipo de comportamiento muestra que los alumnos tienen más seguridad en
los resultados que obtienen en la recta que el que encuentran con la operación.
Asimismo, indica la dificultad para dar sentido a las operaciones con números
negativos.
c) Falsear el resultado de la operación
En ocasiones, cuando los alumnos buscan una operación cuyo resultado coincida
con el de la recta, plantean operaciones inadecuadas, sin embargo, la seguridad de que
el resultado obtenido en la recta es el correcto les llevan a escribir un resultado falso o
erróneo en la operación, de forma que coincida con el obtenido en la recta. Se entenderá
mejor con las respuesta del alumno al problema de estructura e1 + c = e2 (I2).

E. La temperatura en Londres es de 5 grados sobre cero y en Moscú de 8 grados


bajo cero. ¿Qué debe ocurrir con la temperatura en Londres para que sea igual
a la de Moscú?
A. Tendría que bajar...,

-8 0 5

Tendría que bajar 13.


E. ¿Podrías resolverlo con una operación?
A. 15 - (-8), se suman y me da 13.
No, pero no... ese es otro problema, me tiene que dar negativo.

27
Estructuras aditivas

5 - (-8) = -13
E. Pero si pones -13, ¿está bien?
A. No, pero es que a mi el truco me va a salir. Yo le añado el menos.

El ejemplo muestra a un alumno que es consciente de que el cálculo es erróneo,


y a pesar de eso, no le importa dar una solución errónea, porque su convencimiento de
la solución correcta está por encima de un problema de notación. El error no lo produce
el no saber operar con números negativos, ya que muchas veces esto ocurre con
alumnos que han demostrado conocer correctamente las reglas que rigen la operatoria
de los números negativos, sino el deseo de obtener la misma solución en los dos
métodos de resolución.

d) Interpretar incorrectamente el resultado


En ocasiones, las explicaciones dadas por los niños ponen de manifiesto una
mala relación entre los contextual y lo numérico, mientras que en otras aparecen
justificaciones forzadas.

E. Un edificio tiene 25 plantas más 5 plantas de sótano. El ascensor del edificio


bajó 8 plantas y se paró en la planta 4 del sótano. ¿Dónde estaba el ascensor
antes de realizar este movimiento?
A. -8 - 4 = -12
Estaría en la planta 12, por encima. Menos y menos se suman y da -12, pero
como sólo tiene 5 plantas de sótano, estaría en la 12 por encima.
E. ¿Pero no te da negativo?
A. Da -12 porque me pregunta donde estaba, en pasado.

e) Tener reglas operatorias erróneas


Tener reglas operatorias erróneas lleva, a veces, a plantear operaciones
incorrectas como solución del problema. Esto ocurre cuando el alumno sabe de
antemano cual es la solución del problema, porque lo ha hecho en la recta, quiere
plantear una operación cuyo resultado coincida con el obtenido en la recta, pero como
sus reglas operatorias son incorrectas, plantea operaciones incorrectas o sin ninguna
relación con el problema. En el ejemplo que exponemos a continuación se muestra este
comportamiento de un alumno, en un problema de estructura e1 +c = e2 (I3).

28
Estructuras aditivas

E. Un coche está en el kilómetro 6 a la izquierda del cero y una moto está 11


kilómetros a la derecha del coche. ¿Cuál es la posición de la moto?
A. En el 5.
E. ¿Eso es lo que pensaste para llegar a la operación?
A. Me imaginé‚ la recta y lo que iba desde el -6 al 0, y luego lo que faltaba.

-6 0 5

E. ¿Puedes hacerlo con una operación?


A. -6 - 11 = 5
E. ¿Me lo puedes explicar?
A. -6 es donde estaba el coche y -11... para que me dé el resultado 5. Tengo que
poner el signo menos, como menos y menos es más para que me dé el resultado
positivo, que es el resultado.

Se puede ver como busca la operación para que le dé lo mismo que en la recta,
pero lo hace incorrectamente porque aplica la regla de los signos de la multiplicación
(“menos y menos es más”) en lugar de las de la resta.

Otras estrategias de resolución


En otros trabajos (Veragnaud, 1982; Conne, 1982) también se han recogido
procedimientos de resolución determinados por la estructura del problema o la posición
de la incógnita.

Problemas de cambio 2 (ei + v = ef)


Los alumnos siguen dos estrategias o procedimientos para resolver estos
problemas, en los que la incógnita es la variación:
– procedimiento de la diferencia
• si v une dos estados, su valor es la diferencia
– procedimiento del complemento
• buscar directamente lo que hay que añadir al estado inicial para
obtener el estado final.
Veamos esto con un ejemplo.

29
Estructuras aditivas

Pedro comienza una partida con 6 pesos y termina debiendo 5 pesos, ¿qué ocurrió
durante la partida?
- Procedimiento de la diferencia
-5 - (+6) = -11 Pedro perdió 11 pesos
- Procedimiento del complemento
-5 + 11 = +6 Pedro perdió 11 pesos

Problemas de cambio 1 (ei + v = ef )


Se han encontrado dos procedimientos
- Procedimiento de la diferencia
• Diferencia entre el estado final y la variación
– Procedimiento de la inversión
• Tomar la transformación inversa y sumarlo al estado final.
– Procedimiento del estado inicial hipotético
• Dar un estado inicial hipotético, aplicarle la transformación y
comprobar si es correcto
Estos procedimientos se explican ahora con un ejemplo
Luis perdió 5 pesos en una partida y acabó la partida debiendo 3 pesos. ¿Cuántos
pesos tenía al principio de la partida?
- Procedimiento de la diferencia
-3 - (-5) = 2 Luis tenía 2 pesos
- Procedimiento de la inversión
- 3 + (+5) = 2 Luis tenía 2 pesos
- Procedimiento del estado inicial hipotético
4 + (-5) = -1 No puede ser
3 + (-5) = -2 No puede ser
2 + (-5) = -3 Luis tenía 2 pesos

Problemas de dos cambios 3 (v1 + v2 = vt)


En estos problemas, a menudo los alumnos consideran la primera variación como
el estado inicial. También encontró que los alumnos tienen dificultades para interpretar
el resultado final como una variación, y muchas veces lo dan como un estado.

30
Estructuras aditivas

4.3 La representación en la recta de situaciones aditivas


Como hemos visto, la recta es una representación importante cuando se resuelven
problemas aditivos con números negativos, sobre todo debido a que los contextos
propios de los números negativos, como la temperatura, el nivel de mar, el ascensor…
inducen a pensar en una representación de la recta. En nuestra visión de la enseñaza de
los números negativos la recta juega un papel esencial, por diferentes factores:
• Es una representación común a todos los sistemas numéricos.
• Ayuda a comprender la necesidad de “adjuntar” nuevos números.
• Identificar la recta con los números reales es una idea fundamental de las
matemáticas y el orden de los números queda determinado por su
posición en la recta.
• Las operaciones admiten una traducción sobre la recta.

Sin embargo, sabemos que la recta no es un modelo obvio para los estudiantes y
necesita de una instrucción previa. Por otro lado, la representación de operaciones en la
recta de manera abstracta resulta muy compleja. Esto nos lleva a dos cuestiones
metodológicas importantes, primero que los alumnos deben estar familiarizados con la
recta en su aprendizaje con los números positivos, y segundo, que deben estar
habituados a encontrársela contextualizada en muchas ocasiones, para poder transferir el
conocimiento a las operaciones abstractas.
Hemos realizado un trabajo con alumnos de bajo rendimiento en matemáticas para
intentar caracterizar cuáles son los errores más frecuentes por parte de los estudiantes
cuando representan en la recta. También se pueden encontrar resultados de dificultades
de los alumnos al representar en la recta números negativos en Gallardo y Romero
(1999).
Los errores que cometen los alumnos se pueden clasificar en dos grupos: errores
de interpretación y errores de escritura.

• Errores de escritura: son errores de procedimiento o de hábitos de escritura


que se cometen al escribir o al leer de la recta. Dentro de estos distinguimos:

Conteo Colocación

Orientación Flecha

31
Estructuras aditivas

• Errores de interpretación: se producen cuando los alumnos no relacionan las


representaciones que leen o que realizan en la recta con el concepto, la suma,
la resta o el orden de números negativos. Son errores de tipo conceptual.
Denominamos los errores encontrados de la siguiente manera:
Representación aislada Escala
Traducción Reversibilidad

A continuación, describimos los errores más frecuentes de los anteriores


utilizando resultados de las entrevistas realizadas a alumnos de bajo rendimiento en
matemáticas de secundaria (12-13 años). Los resultados completos del trabajo se pueden
encontrar en Bruno y Cabrera (en prensa).

Errores de escritura
Los errores de escritura son errores de procedimiento y no implican que el
alumno no comprenda el significado conceptual de la representación en la recta. Hemos
observado en este trabajo cuatro errores de escritura: colocación, flecha, conteo y
orientación

Colocación
El error de colocación aparece cuando se tiene que representar una flecha (una
variación) y el valor de la misma no se coloca encima o debajo de la flecha, sino en el
extremo de la flecha. Esto puede llevar, en ocasiones, a la interpretación de la variación
como un estado.

En la siguiente actividad:
La temperatura era de –4º y subió 6º.
Representa en la recta la situación y averigua cuál fue la temperatura después de
esta subida.

un alumno responde de forma correcta y da como respuesta que la temperatura después


de la subida era 2º. Sin embargo, la representación que hace en la recta es la siguiente:

32
Estructuras aditivas

-4 0 +6

Aunque este alumno no dibuja la flecha, realiza el movimiento con la mano y coloca +6
en el lugar de +2. Como hemos dicho, eso no le impidió dar una repuesta correcta, sin
embargo, la representación es incorrecta.

Flecha
El error de flecha tiene que ver, como el caso anterior, con las representaciones
con flechas de las variaciones. Ahora el error se produce cuando se representa la
variación con una flecha en la que se señalan los dos extremos con una punta de flecha.
Con esta representación no es posible averiguar si es una variación positiva o negativa.
Con el siguiente ejemplo se ejemplifica este error. Se pidió a los estudiantes la
actividad siguiente:
Mi hermano tiene 5 euros y yo debo 1 euro.
Representa esta situación en la recta. ¿Cuántos euros tiene mi hermano más que
yo?

La respuesta de un alumno en la que se observa el error de flecha fue la


siguiente:

-1 0 5

En este caso se puede observar también que la representación en la recta no


ayudó al alumno a encontrar una respuesta correcta al problema. El alumno realizó
mentalmente la resta 5 – 1 = 4 y representó 4 en la recta, aunque la flecha tenía una
longitud de 6 unidades.

Conteo
El error de conteo se produce cuando se cuentan de forma incorrecta los espacios
entre los números en la recta.

33
Estructuras aditivas

En la actividad siguiente, ya comentada anteriormente, pudimos catalogar el


error de conteo:

Juan cogió el ascensor en el piso 3 del sótano y se bajó en el piso 5.


Representa en la recta la situación y averigua cuál fue el movimiento del ascensor.

La respuesta de un alumno fue:

+9

-3 0 5

En este caso, el alumno hace una correcta interpretación de la situación del


enunciado y representa una situación aditiva. Sin embargo, comete un error de conteo,
ya que indica que la variación es 9, siendo 8 la respuesta correcta. Este error se ha
producido por que ha contado tanto la raya del origen como del extremo de la flecha.

Errores de interpretación
Traducción
El error de traducción aparece cuando el alumno no asocia una representación
en la recta como modelo de una situación concreta (concepto, suma o resta) o por el
contrario, cuando a partir de una situación concreta no la representa en la recta.
Se encontró este error al plantearles que dieran un ejemplo de una situación real
que se correspondiese con una representación concreta, como en el siguiente ejemplo:

Dime una situación que se represente de la siguiente forma

+9

-2 7

34
Estructuras aditivas

En esta actividad, algunos alumnos entrevistados de nuestra investigación


expresaron una situación aditiva del tipo: estado inicial + variación = estado final,
todos ellos de forma correcta. Una de las respuestas dadas fue la siguiente:
“Estaba en el piso -2 y subí 9 pisos. Me bajé en el piso +7”.
Sin embargo, a otros 3 alumnos, la representación en la recta no les evocó
ninguna situación de las usuales. Así por ejemplo, hemos clasificado como error de
traducción la respuesta de un alumno al decir:
“Me quitaron dos gomas, me compré 9 y tengo 7”
Este alumno utiliza los tres números que aparecen en la recta, pero describe una
situación que no se corresponde con la representación.

Representación aislada
Este error se produce cuando a partir de una situación aditiva se representan en
la recta los tres números implicados con tres puntos aislados y sin establecer conexión
en ellos.
Por ejemplo, se pidió a los alumnos la siguiente actividad en la que debían
representar la situación concreta en la recta:

Juan cogió el ascensor en el piso 3 del sótano y se bajó en el piso 5”.


Representa en la recta la situación y averigua cuál fue el movimiento del ascensor.

La situación dada se corresponde con una del tipo:


estado final - estado inicial = variación,
la cual no fue resuelta correctamente por ningún alumno de los entrevistados, pues
todos hicieron una interpretación errónea del enunciado.
La representación que mostramos a continuación, realizada por un alumno, es un
ejemplo de lo que hemos denominado error de representación aislada.

-3 0 +2 +5

Para este alumno la situación aditiva dada no tiene una interpretación


significativa en la recta, ya que los tres valores son puntos aislados en la recta.

35
Estructuras aditivas

En general, hemos observado que las traducciones entre lo contextual y la recta


resultan menos difíciles que las traducciones entre lo abstracto y la recta.

Recta Recta

Abstracta Contextual Abstracta Contextual

Más fácil Más dificil

36
Estructuras aditivas

5. La metodología redactar
Una conclusión importante a la que llegó Bell (1986) es que resulta necesario
que los alumnos comprendan las diferencias entre las diversas estructuras para que
mejoren en la resolución de los problemas.
Rudnitsky et al. (1995) también manifiestan la importancia de que los alumnos
distingan las estructuras de los problemas con el objeto de mejorar la correcta
resolución de los mismos. En dicho trabajo presentan una investigación sobre
problemas aditivos simples de números positivos, con las estructuras Combinación,
Cambio y Comparación, en la que se siguió una metodología de enseñanza consistente
en que los alumnos redactaran los enunciados de las historias y los problemas, los
clasificaran según las estructuras y, por último, los resolvieran. La citada metodología
produjo mejoras en la resolución de los problemas aditivos de números positivos por
parte de los alumnos.
En Bruno (2000) diseñamos una investigación similar a la descrita en Rudnitsky
et al., pero en nuestro caso, sobre problemas aditivos de números negativos y añadiendo
además la estructura Dos Cambios. Es decir, realizamos una experiencia en el aula en la
que se siguió una metodología de enseñanza, que a partir de ahora la denominaremos
metodología redactar, consistente en que los alumnos redactaron historias y problemas
con números negativos, los clasificaron, y los resolvieron posteriormente.
El objetivo de pedir a los alumnos que escribieran historias y sus
correspondientes problemas fueron dobles:
- facilitar la identificación de las estructuras
- resaltar cómo cambian los problemas según la incógnita.
Esto último da la oportunidad de que los alumnos perciban los diferentes
cálculos que es preciso formular, según la posición de la incógnita.
La metodología seguida en ambas experiencias se detalla a continuación.
1. Presentación de historias de números positivos. Se presentan historias de las cuatro
estructuras con números positivos (o negativos) y se debate su clasificación.
2. Escribir historias. Los alumnos escriben historias, las clasifican, las intercambian
con los compañeros y discuten si las clasificaciones son correctas.
3. Escribir historias y sus problemas. Se presenta una historia y sus correspondientes
problemas. Los alumnos escriben los problemas que surgen a partir de una historia

37
Estructuras aditivas

creada por ellos, los clasifican, los resuelven y los intercambian con los compañeros.
Algunos de los problemas se escogen para ser discutidos con toda la clase.
4. Escribir historias y sus problemas según una estructura. Los alumnos escriben y
resuelven problemas correspondientes a una historia de una estructura concreta
indicada, intercambiándolos con los compañeros.

Para facilitar que los alumnos clasifiquen los problemas según sus estructuras se
puede utilizar la siguiente nomenclatura para los distintos problemas:
Combinación: Todo junto
Cambio: Algo ocurre
Comparación: Compara
Dos cambios: Dos cambios

Ejemplos de historias y problemas redactados por los estudiantes


La metodología consistente en que los alumnos redactaran las historias y los
problemas es ser novedosa para los alumnos. Inevitablemente pueden surgir historias
diferentes a las estructuras dadas.
En Bruno (2000) se observó que algunos alumnos empezaban a redactar las
historias o los problemas sin saber el final de los mismos y, en ocasiones, escribieron
problemas más complicados que los requeridos, e incluso incalificables.
Ejemplo 1. Coco y Pepe están pescando con sus barcas. Coco tiene 5 pescados y
Pepe 12, más tarde a Pepe se le caen 9 pescados, en total Pepe tiene -2
pescados respecto al otro pescador, en total tiene los dos 7 pescados.

En este ejemplo los alumnos redactan una historia en la que se pueden encontrar
tres estructuras de problemas: primero Cambio, luego Comparación y, por último,
Combinación (en este caso, el número correcto es 8, y no 7 cómo expresan los
alumnos).
Desde luego, esto es muy interesante, porque muestra situaciones que interesan a
los alumnos y pueden ser usadas para considerar problemas más familiares para ellos.
Además, algunas de las cuestiones que surgen en el debate con los alumnos se pueden
usar para profundizar en los problemas y sus correspondientes operaciones. Por
ejemplo, cuando expresan algún dato de más, o cuando no queda claro lo que se pide.

38
Estructuras aditivas

A veces se encuentra un problema de lenguaje en la dificultad de la


clasificación. En concreto, si en el enunciado de la historia o del problema aparece la
expresión "En total", esto lleva a los alumnos a pensar en la estructura Combinación. En
el ejemplo 2, los alumnos clasificaron la historia como Combinación, siendo del tipo
“Dos cambios”.
Ejemplo 2. Seedorf y Kluivert estaban jugando a los boliches. Seedorf perdió -
20 boliches y Kluivert -19. Cuando acabaron la partida vieron que habían
perdido en total -39 boliches.

Se exponen ahora algunos ejemplos de las dificultades y errores que


encontramos en el paso de las historias a los problemas.
Al redactar dos problemas que surgen de la misma historia, uno es correcto y el
otro incorrecto, o se escriben con estructuras diferentes, o bien se escriben dos
problemas de la misma incógnita con enunciados "ligeramente" diferentes. Esto último
lo encontramos en los ejemplos 3 y 4, correspondientes a una misma historia. El
ejemplo 3 corresponde a la estructura “Dos cambios” (aunque no redactaron la variación
total de forma correcta), mientras que el ejemplo 4 tiene la estructura “Algo ocurre” con
incógnita 3:
Ejemplo 3. En una guagua suben 10 personas en la primera parada, y en la
segunda parada bajan 13 personas ¿Cuántas personas quedan en la guagua?

Respuesta del alumno: personas suben - personas bajan = solución total;


10 - -13 = - 3 personas.

Ejemplo 4. En la primera parada de una guagua hay 13 personas, y al llegar al


final del trayecto se han bajado 3 personas. ¿Cuántas personas quedan en la
guagua?
Respuesta del alumno: Personas hay - Personas bajan = Solución total;
13 - 3 = 10 personas.

Los problemas de la estructura “Dos cambios” (v1 + v2 = vt) poseen una


dificultad bien descrita en la literatura (Bruno y Martinón, 1997b) y que en nuestra
experiencia hemos confirmado: hay alumnos que necesitan tener el soporte de un estado
inicial y otro final, de modo que en realidad escriben historias con estructura ei + v1 + v2

39
Estructuras aditivas

= ef, normalmente diciendo que el estado inicial es 0, o bien suponiéndolo


implícitamente (ejemplo 5).
Ejemplo 5. Paula está en la puerta del instituto camina hacia la derecha 10
metros y después 13 metros hacia la izquierda ¿en qué posición está?

En nuestra experiencia se puso de manifiesto que las situaciones con estructura “Dos
cambios” son, en cierta forma, irreales para muchos alumnos. Para ellos lo lógico es dar
la posición inicial, los dos cambios y la posición final. Se observó que pueden entender
la historia, pero cuando se les propone escribir otra historia similar, insisten en expresar
la situación final. Es cierto que en su vida cotidiana no son frecuentes los problemas de
esta estructura. También en la práctica escolar con números positivos no suelen usarse
con insistencia, lo cual puede remediarse, porque son problemas que evidentemente
tienen sentido tanto con números positivos como con negativos, y su uso con los
positivos mejoraría el trabajo con los negativos, que es donde usualmente aparecen.
En el ejemplo 3 esta interpretación llevó a los alumnos a una solución absurda
("quedan -3 personas en la guagua"), porque no interpretan el resultado final como una
variación, sino como un estado.
La metodología utilizada mostró que las mayores dificultades no se encuentran
en la redacción de las historias y de los problemas, sino en la resolución los mismos, ya
que fue la mayor fuente de errores.
Comentamos ahora aspectos relacionados de manera más directa con el lenguaje
que usan los alumnos o con su forma de expresarse.
A los alumnos se les comentó que estábamos interesados en trabajar problemas
de números negativos, por eso encontramos en sus redacciones el uso de contextos
usuales de los negativos, pero también otros contextos o expresiones que denotan
negatividad (morir, quemar, faltar, tirar piedras, vender).
• "Fallecieron -168 personas"
• "Se quemaron -125 hectáreas"
• "Le faltan -2000 pesetas"

El ambiente en una clase que sigue la metodología redactar es bien diferente al


que existe cuando se utilizan otros métodos más tradicionales, en las que el profesor
explica y los alumnos practican a continuación. Aquí los alumnos trabajan por parejas,
redactan problemas, los intercambian y alguno de ellos se elige para ser discutido con

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Estructuras aditivas

toda la clase, momento que el profesor utiliza para referirse a las ideas que considera
necesarias. Una metodología así implica que en la clase haya "más ruido". Esto puede
provocar dificultades con alumnos que tienden a perder la concentración con facilidad.
En uno de los grupos que participaron en la investigación, la profesora manifestó haber
tenido dificultades para controlar la clase en algún momento.
Otros aspectos que destacaron los profesores fueron los siguientes:
• Se progresa más lentamente que en la habitual, porque además de resolver
problemas hay que escribirlos y discutir las estructuras. Será útil si, finalmente, es
un tiempo ganado en comprensión.
• Los alumnos tienen diferentes ritmos cuando redactan los problemas, por lo que el
profesor debe tener preparadas algunas tareas para los alumnos que terminan
pronto.
• Los alumnos pueden manifestar cansancio al escribir las historias y los problemas.
De hecho, en ocasiones, escribieron directamente los problemas sin redactar la
historia inicial, o sólo escribieron dos de los tres problemas que surgen de una
historia.
• La evaluación del método es diaria, implica un seguimiento diario por parte del
profesor sobre cómo evolucionan los alumnos, no se puede dejar para el final.
• El papel del profesor es diferente al tradicional, ya que por un lado se rompe el
esquema habitual de clase: explicación del profesor y, luego, práctica de
ejercicios.

A través de esta metodología se puede controlar el nivel de comprensión de los


enunciados de los problemas que tienen los estudiantes.
La metodología ha sido útil para entender determinadas dificultades de algunos
alumnos con estos problemas. La forma de expresarlos nos muestra la idea que tienen
de los mismos. Por ejemplo, en los problemas de comparación de estados, o
combinación de variaciones sucesivas, la forma en la que escriben nos ha dado pistas de
cómo entienden las situaciones. La importancia de los aspectos lingüísticos en la
resolución de problemas también se observa cuando el uso de una palabra con
connotaciones negativas les lleva, en ocasiones, a escribir una resta.

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Estructuras aditivas

6. Conclusiones
A lo largo de la conferencia hemos visto dificultades y estrategias en la resolución
de problemas aditivos, tanto con números positivos como negativos. Una idea ha
quedado patente y es que tanto la enseñanza como la investigación en este tema han
sido diferentes en ambos tipos de números y es necesario un esfuerzo de conexión, ya
que la resolución de problemas aditivos es un elemento unificador del aprendizaje
numérico.
El objetivo principal es que los problemas aditivos den significado a la operatoria.
Por lo tanto, la idea metodológica principal es que es necesario comenzar desde la
educación infantil utilizando problemas para dar significado a la suma y a la resta. Las
metodologías deben propiciar, sobre todo, la comprensión del enunciado del problema.
Se debe unir las situaciones con diferentes tipos de representaciones:
a) sucesos del mundo real y dramatizaciones
b) manipulativos
c) gráficos y dibujos
d) lenguaje hablado
e) símbolos escritos
Después de este trabajo viene la escritura de las sentencias numéricas abstractas.

En los libros de texto predominan los problemas de combinación (con incógnita el


conjunto total) y los de cambio (con incógnita el estado final). Además hay páginas
enteras con una única clase de problemas. Esto lleva a usar estrategias que funcionan
bien para un conjunto restringido de problemas. Por ejemplo, el uso de “palabras clave”
o “seguir el orden de los datos” en que aparecen en el enunciado.
También observamos que, en ocasiones, hay propuestas curriculares que
utilizan estructuras de problemas para la suma que posteriormente no se usan para la
resta. Esto es especialmente llamativo en la enseñanza de los números negativos, al
menos en los libros de texto de España. Es interesante analizar si ocurre lo mismo en
México.
Pienso que lo importante es la coherencia en el tratamiento de la resolución de
problemas, lo cual se puede entender de la siguiente manera:
– Realizar traducciones frecuentes entre lo abstracto, las representaciones y
los contextos.

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Estructuras aditivas

– Usar representaciones adecuadas para los problemas


– Resolver problemas de estructuras similares para las dos operaciones.
– Utilizar una variedad de problemas con diferentes estructuras, con el fin
de que los niños desarrollen un “esquema de los problemas”.
En el caso de los números negativos, la resolución de problemas debe servir como
fuente de significado de la operatoria, no como mera aplicación de un conocimiento
numérico, de manera que el razonamiento sobre las operaciones que resuelven los
problemas haga surgir las propiedades y reglas que rigen a los números negativos.
Coincido con Bell (1986) cuando señala lo siguiente:
Lo que importa en la introducción de los números enteros es el armazón
que ayude a desarrollar los procedimientos correctos, días, semanas y
años más tarde de que se haya hecho la primera introducción, cuando el
alumno afronte cálculos con números enteros y haya olvidado los
detalles de aquel primer contacto.

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