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Escuela Telesecundaria: “José Calazán León”

Clave: 30DTV0128V

Presentación de parodias de cuentos clásicos

Primer año “B”

Otniel Juárez Córdoba

Profra. Alba Sthefany Salinas Mora


Caperucita roja

Mamá de Caperucita Roja]


Ay, por fin apareces. ¿Crees que éstas son horas de llegar?
[Caperucita Roja]
Hace rato que no tienes derecho a preguntarme eso.
[Mamá de Caperucita Roja]
Ah, ¿no? ¿Es que ya he dejado de ser tu madre?
[Caperucita Roja]
Mamá, no tengo ganas de soportar este tipo de escenas.
[Mamá de Caperucita Roja]
Claro, tal vez prefieres otra clase de escenas.
[Caperucita Roja]
¿De qué hablas? Di lo que tengas que decir.
[Mamá de Caperucita Roja]
No hace falta. Todos en el pueblo lo dicen por mí.
[Caperucita Roja]
Madre, soy dueña de mi vida.
[Mamá de Caperucita Roja]
Si, eres dueña de tu vida, y también eres una... una cualquiera.
[Caperucita Roja]
¿Si? Pues esta cualquiera es la que trae el dinero a casa.
[Mamá de Caperucita Roja]
Está bien. No sigamos con esto. ¿Sabes lo de la abuela?
[Caperucita Roja]
¿Que sucede? ¿Ha muerto por fin?
[Mamá de Caperucita Roja]
¡No seas cruel! Está enferma. Es necesario llevarle medicamentos y
comida. Bien sabes que yo no puedo ir hasta su casa.
[Caperucita Roja]
Oh, no madre, no iré. Esa zona es espantosa. Ese bosque es
siniestro.
[Mamá de Caperucita Roja]
Debes ir hija mía.
[Caperucita Roja]
Está bien, iré. Pero será la última vez.
[Mamá de Caperucita Roja]
Aquí está la canasta.
[Caperucita Roja]
¿Y qué contiene?
[Mamá de Caperucita Roja]
Bueno, la canasta contiene...
Dos paquetes de café "La Remerita", en fin, como su imagen.
[Mamá de Caperucita Roja]
Y además…

El patito guapo

El pato miraba impaciente los huevos, a punto de romperse,


moviéndose hacia los lados. Por fin uno se abrió. Apareció un patito
gris, con unas plumas horrendas. El siguiente que eclosionó dio lugar
a otro patito, igual que el anterior. El pato padre no daba crédito a lo
que veía, y mucho menos cuando observó horrorizado cómo los tres
huevos siguientes daban patitos tan feos. Sólo quedaba uno, el más
pequeño. Impaciente, llamó a su mujer, la madre de esos patitos, que
estaba de juerga a la puerta del corral:
-Mujer, los patitos ya han nacido... Bueno, todos menos uno.
-¡Ah, qué bien! ¡Estoy impaciente por verlos! -respondió eufórica la
pata madre.
-Bueno, verás... tienen un color un tanto... bueno, las plumas están...
en realidad, son...
-¡Sí, sí, dilo ya, hombre! -urgió la pata.
-¡Bueno, que son todos muy feos! -explotó por fin el pato.
En estas estaban cuando oyeron el leve chasquido inconfundible de
los huevos al eclosionar. Los dos se miraron a un tiempo y se
apresuraron al lugar.
Todos los patitos grises y feos empezaban a andar y a ponerse de pie.
Pero la mamá-pata les hizo caso omiso. Tenía los ojos clavados en su
nuevo y último patito: el más maravilloso y lustroso que había visto
jamás.
El patito terminó de salir del huevo y posó sus ojos, ya abiertos, en los
de su madre, mientras decía:
-¡"Cuac, cuac"!

Los padres patos estaban realmente anonadados. Todos los otros tan
feos y él, tan blanco, limpio y... precioso.
Fue de lo único que se habló durante semanas. Y cuando murieron los
papás patos, también se comentaba la extraña hermandad. Todo el
mundo en ese pueblo conocía la historia del patito guapo, el más
bonito que nunca vieron los que cuidaban el corral, cuya belleza
superaba incluso a la de los cisnes. Era, es y será el patito guapo
El señor de los bolillos

Tres bolillos para el Rey Elvis en el cielo.

Siete, para los Enanos Malditos en casas de adobe.

Nueve, para los Hombres Mortales que mueren o fallecen en


las garras de la muerte mientras perecen condenados a morir.

Uno, para el Señor Oscuro, Sobre el Trono Oscuro, en una


Oscura Montaña de una oscura Tierra en una oscura noche
bajo un oscuro cielo cargado de oscuras nubes azotadas por
oscuros vientos provenientes de oscuros mares (realmente
oscuro)

Un boliyo para atontarlos a todos. Un Ladrillo para


encontrarlos, un Ladrillo para atraerlos a todos y atarlos en
las tinieblas en la oscura tierra del oscuro señor del oscuro
trono en la oscura noche de la oscura bla bla bla bla...
Blanca nieves la fea

En un país muy lejano nació Blanca nieves una niña muy fea. En su
país se veneraban a las feas y castigaban a las guapas matándolas al
nacer.
Un día su madrastra Leonor, que era más guapa que Blanca nieves,
pero fea igualmente, compró un espejo mágico y le preguntó quién era
la más fea el reino, el espejo le dijo:- "Mi Reina, Vos sois la más
horrorosa y fea del Reino."

Pasados los años le volvió a preguntar, y éste le dijo: -"Lo siento mi


Reina pero el record de fealdad y horrorosidad lo tiene Blanca nieves."

- " Oh, no, no puede ser, dijo la malvada madrastra, y ordenó a su


cazador que la llevara a un bosque y que la matará. Pero el cazador
sintió pena y la dejó escapar. Blanca nieves se sintió sola, caminó y
caminó y una casa encontró, la de los siete gigantitos. -"Oh! que bien",
dijo, " Me echaré a descansar".
Al proco rato oyó un grito."¿Quién eres horroroso y repugnante ser?",
le preguntaron.
-"Soy Blanca nieves y gracias por el cumplido".
-"No te lo decíamos como cumplido pero bueno".
Blanca nieves les contó su historia, y los gigantitos sintiendo lástima
por ella, la dejaron vivir con ellos.

Muy lejos de allí, Leonor le preguntó de nuevo al espejo, pero éste le


dijo:
-"Sigue siendo Blanca nieves, puesto que no está muerta sino que
está en la casa de los 7 gigantitos".

La madrastra llena de ira, mató al cazador y usó sus tripas para hacer
un pastel envenenado.
La madrastra disfrazada llegó a la casa de los gigantitos y le dio a
probar a Blanca nieves el delicado bocado. Ella se cayó al suelo
fulminada.
-"Ja, jajá". Se rió la madrastra. Y se fue.

Cuando los gigantitos llegaron, la vieron tirada, decidieron colocarla en


una urna de cristal. Los gigantitos estaban muy dolidos.
De repente vino un diablo y le dio un beso a Blanca nieves. Ella se
despertó y se enamoró. Los dos se fueron a vivir al infierno y tuvieron
hijos, unos hijos jorobados, decrépitos, verrugosos y lo que es más
importante: FEOS

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