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UNIVERSIDAD DE O’HIGGINS.

La educación como
agente de cambio dentro
de la cultura sexista.
Ruth Torres.
04/06/2018
~1~

- Introducción :

A raíz del levantamiento de diversos movimientos (entre ellos el feminista), en


nuestro país, exigiendo una educación no sexista, se hace urgente la necesidad
de poner este tema en la palestra de la educación. Nos podríamos preguntar
¿Cómo se relaciona el movimiento feminista con la educación?, ¿Qué es la
educación sexista?, o para abordar más el ámbito educacional de nuestro
contexto ¿Por qué la educación chilena no debe ser sexista?, a lo largo del
presente ensayo se busca responder de forma cualitativa a las interrogantes
planteadas anteriormente, para establecer la importancia de una educación que no
fomente la construcción de comportamientos e ideales sociales de supremacía del
hombre por sobre la mujer.

I- El movimiento feminista y la petición de un cambio en el paradigma de


la educación chilena.

El movimiento feminista ha tomado fuerza a lo largo del mundo, un claro ejemplo de


esto ha sido las diferentes movilizaciones y tomas universitarias en nuestro país,
bajo la insignia del feminismo. Durante el mes de mayo el diario La Tercera público
un artículo donde las estudiantes participes del movimiento feminista especifican
que “entre sus demandas están la implementación de una educación no sexista
(Velásquez Fredi, 2018)”1 , lo cual conllevaría a un cambio en el paradigma de la
educación chilena y a un replanteamiento del rol de la educación, la cual hasta
ahora ha promovido la categorización de roles de género, la desigualdad social y el
sexismo, factores claves para el desarrollo de una sociedad y cultura enfatizada en
la jerarquía, las desigualdades y diferencias.

Al pedir que la educación no sea sexista, se pueden asumir dos cosas


fundamentales, primero que la educación chilena es sexista y segundo la
importancia y el rol que cumple la educación en los cambios socio-histórico-
culturales, como lo es la lucha y revolución en contra del poder patriarcal.

La educación hoy en día es un agente que influye directamente en el desarrollo


social, cultural e individual de cada individuo, además de entregar los contenidos y
enseñanzas claves para desenvolverse en la sociedad. Lo aprendido durante el
proceso educativo va repercutir fuertemente en nuestro actuar como ciudadanas/o
en diferentes aspectos. Es por esto mismo que la educación no puede quedarse
en el tradicionalismo y en la reproducción de contenidos que provienen de la
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Velásquez Fredi . (2018) “Viaje al centro de las tomas feministas” (pp 18), Diario La Tercera.
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cultura patriarcal, como lo es el sexismo, sino muy por el contrario debe adaptarse
y mejorar con los cambios de su contexto, según Thomas Khun (1962) existen
periodos <<revolucionarios>> en los que se interrumpe la continuidad con el
pasado y se inicia una nueva construcción, por ejemplo en el ámbito de la
educación de las ciencias, hay contenidos y constructos que se han enseñado por
años, como lo es el sexo femenino-masculino, pero con la evolución de las
ciencias sociales, el estudio de la psiquis y los cambios en la sociedad hoy
también podemos reconocer la identidades de género.

II- El sexismo en la Educación.

El término “sexismo” según Subirats (1994) se utiliza en las ciencias sociales para
designar aquellas actitudes que introducen la desigualdad y la jerarquización en el
trato que reciben los individuos sobre la base de la diferenciación de sexo.
El sexismo en la educación afecta tanto a hombres como mujeres, ya que la
ordenación educativa sexista interviene en la construcción de la personalidad de los
individuos y determinan una internalización de normas de género diferenciadas, que
incluyen distintas expectativas y posibilidades, fuerza de trabajo y jerarquización de
los individuos (Subirats y Brullet, 1999) 2, es decir el sexismo ordena y separa por
roles específicos a las mujeres de los hombres, esto se puede evidenciar en la
creación de colegios y liceos emblemáticos destinados sólo a los hombres, donde
se buscaba crear ciudadanos defensores de la patria, profesionales, incluso
presidentes, todos cargos de poder. Mientras que al mismo tiempo se crearon liceos
destinados a las mujeres, donde se buscaba enseñar conforme a las necesidades
del hogar, cursos como tejido y solo la implementación de la alfabetización
rudimentaria, marcan notoriamente las relaciones de poder y la subordinación de
las mujeres ante el hombre. Es más desde el inicio del estado docente “en Chile los
hombres estuvieron más escolarizados y alfabetizados que las mujeres 3 (Serrano,
Ponce y Rengifo, 2010)”. Lo más significativo de todo esto es la gran desigualdad
en los tratos a la hora de educar que se ha ido reproduciendo a lo largo de la
historicidad educacional, por un lado se cree ciegamente en que es el hombre
quien debe ocupar los cargos importante y que ejerzan un grado de poder, mientras
que se cree que las mujeres al ser supuestamente seres inferiores ligados a la
sensibilidad deben asumir roles secundarios. Quizás hoy en día los contenidos y
asignaturas son diferentes a los mencionados anteriormente, pero se sigue

2
Subirats, Marina y Brullet, Cristina.(1999) Rosa y azul. La trasmisión de los géneros en la escuela mixta. En
Marisa Belauste y Araceli Mingo (Eds.) Géneros Prófugos. Feminismo y educación (pp.189-223). México:
Editorial Paidós Mexicana, S.A
3
Serrano, Ponce y Rengif.(2011) “Historia de la educación en Chile (1810-2010)” (pp.351).
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manteniendo el mismo ideal segregador y esto queda evidenciado en el Currículum


oculto de género (Cog), el cual se define como el conjunto interiorizado y no visible,
oculto para el nivel consciente, de construcciones de pensamiento, valoraciones,
significados y creencias que estructuran, construyen y determinan las
relaciones y las prácticas sociales de y entre hombres y mujeres. ( Dorr y Sierra,
1998)4. También es necesario saber que el Cog se conforma de tres fundamentos
que se relacionan entre sí y todos fomentadores del sexismo. El primero de ellos es
el androcentrismo, el cual hace énfasis en posicionar al hombre en el centro del
conocimiento, tomando un rol protagonista a lo largo de la historia y la cultura,
además de comprender y ver el mundo desde una perspectiva netamente
masculina, un ejemplo de esto se da en las clases de historia de la enseñanza
básica en nuestro país, se enseñan sobre los héroes y padres de la patria, esto
también se puede visibilizar en las clases de filosofía donde la mayoría de los
contenidos son basados en filósofos como Platón, Descartes o Sartre, mientras que
a las filosofas como Simone de Beauvoir o Cecilia Sánchez, se les considera más
bien escritoras. El segundo fundamento es el esencialismo biológico, el cual postula
que la esencia de los individuos reside en su biología, determinando esta última las
funciones que debe cumplir en un futuro, es decir se determina que la función
principal de la mujer es la reproducción o en palabras más sutiles la maternidad,
obligando a la mujer a una heterosexualidad, dejando fuera cualquier otro tipo de
identidad sexual. Y por último y menos importante es la polarización de género la
cual se da en todo lo mencionado anteriormente y se puede ejemplificar en cosas
tan simple como los juegos infantiles, a los niños les corresponde juegos de
destreza física o mental, mientras que a las niñas se les otorgan juguetes de cocina
o el cuidar de una muñeca, tal como lo haría una madre.

Podemos entonces concluir que el sexismo en la educación no es más que el


discurso normalizador de las estructuras del poder patriarcal, es el encargado de
mantener esta ideología inserta en nuestra sociedad y cultura, es por esto mismo
que es necesario erradicarlo de nuestras aulas.

4
Ann lovering Dorr y Gabriela Sierra. (1998) “El Currículum oculto de género”.
~4~

Finalmente es importante definir y cuestionarse si deseamos una educación


reproductora de desigualdades o una educación liberadora, que no nos implante
estereotipos de roles con respecto a nuestro sexo, sino muy por el contrario que
nos enseñe a comprender las diferencias, en vez de discriminar y segregar.
Debemos también reflexionar en la relación existente entre Cultura y Educación, la
primera en mencionar incluye un sistema de normas, “decimos que la cultura es
normativa, lo que es otra forma de decir que define reglas de conductas (Horton, P
& Hunt 1980)”.5 Y la segunda cumple el rol de promover y reforzar como
institución esas normas y conductas. Es por esto mismo que la educación chilena
debe dejar de promover normativas de carácter sexistas, porque esto solo seguirá
normalizando los actos de violencia (no solo física) hacía las mujeres y no solo
hacía a ellas, sino hacia todo individuo que vaya en contra de los postulados del
sistema patriarcal, cuando se pide que la educación chilena deje de ser sexista
también se considera que esta es clave para el cambio, ya que al dejar de
promover estos comportamientos y contenidos, las y los futuros ciudadanos
podrán optar a un futuro sin limitaciones de género, comprendiendo que tanto
chicas como chicos, poseen las mismas capacidades para aprender y
desenvolverse en los distintos ámbitos.

A cargo de la educación se encuentran la mayor parte del tiempo las y los futuros
cuidadanos de Chile, por esto se debe tomar conciencia de que si deseamos
terminar con una cultura opresora, debemos educar para libertar, para
desencasillarnos de las normativas que se establecieron como una verdad
absoluta.

5
Horton, P & Hunt, c (1980) Sociología. Ed. McGraw-Hill. México

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