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ENV/E/000085
producción respetuosa
LIFE SINERGIA L I F E 0 3
Gobierno Gobierno p r o y e c t o
de La Rioja de La Rioja
Turismo, Medio Ambiente y Agricultura y
eccysa LIFE SINERGIA
Política Territorial Desarrollo Económico Entidad de Control,Certificación y
Servicios Agroalimentarios LIFE03 ENV/E/0085
©Gobierno de La Rioja, 2006.
PROYECTO LIFE SINERGIA
LIFE 03 ENV/E/000085
Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño general y el de la cubierta, puede ser copiado,
reproducido, almacenado o transmitido de ninguna manera ni por ningún medio, tanto se es eléctrico,
como químico,mecánico, óptico, de grabación, de fotocopia, o por otros métodos, sin la autorización pre-
via por escrito de los titulares del copyright.
La Comunidad Autónoma de La Rioja, es una región situada en el norte de España,
ubicada en pleno valle del río Ebro. Su afán por la protección del Medio Ambiente
hace de ésta, una Comunidad pionera en el desarrollo de Proyectos de corte
medioambiental, entre los que destacan exitoso ejemplos dentro del programa LIFE,
que han sido importantes referentes en la política ambiental de esta región.
Son precisamente estas “Buenas Prácticas” las que encierran las claves técnicas, apli-
cadas inicialmente en el viñedo y posteriormente en la propia bodega, que garantiza-
rán la obtención de un vino de calidad en cuya elaboración el respeto al medio
ambiente haya sido una constante. Un amplio elenco de reconocidos profesionales
del sector han participado en la elaboración de los referidos documentos, obtenien-
do como resultado una útil herramienta cuya aplicación conducirá a resultados muy
positivos desde todos los puntos de vista.
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ORÍGENES DEL VINO
El origen de la crianza del vino coincide con la necesidad de transportarlo desde las zonas
de producción hasta los puntos de consumo. Los primeros testimonios coinciden con el
III milenio A.C. en Mesopotamia, puesto que no existían viñas el vino se importaba de
Siria y Armenia (áreas originarias de la vid), donde se elaboraba desde hacía mucho tiem-
po antes. Los caldos viajaban en ánforas de barro cocido de aproximadamente 10 litros
de capacidad. Posteriormente los mercaderes fenicios comercializaron el vino por toda la
cuenca del Mediterráneo, empleando unos recipientes más evolucionados, más maneja-
bles y de materiales resistentes a los frecuentes golpes y caídas. Los romanos marcaron
en su momento las pautas de elaboración y comercialización del vino, y por lo tanto tam-
bién de su calidad. Desde la fundación de la era romana en el año 753 A.C., comerciali-
zaron excelentes vinos producidos tanto en Grecia como en las costas mediterráneas de
la Galia e Hispania, en ánforas de barro perfectamente selladas. En los países del norte,
los depósitos de gran volumen donde se elaboraban y almacenaban, estaban construi-
dos en madera, por ser un material que frecuentemente se encontraba en el entorno, y
que además podía ser trabajado con gran facilidad; también evolucionaron hacia reci-
pientes de transporte de pequeño volumen y construidos del mismo material. Después
de la caída del Imperio Romano y transcurridos muchos años hasta que de nuevo apare-
ció el buen gusto por el vino, su transporte continuó realizándose en recipientes de
madera, utilizando sobre todo la de roble, por ser una material abundante en la zona de
producción de los vinos, muy poco permeable y además de gran dureza y resistencia. En
el siglo XVII se generalizó el uso de la botella y su cierre con corcho. Entonces ya podían
considerarse los vinos defendidos del aire. De este modo comenzaron a tomar importan-
cia los vinos atlánticos y continentales y comenzaron a perderla los del Mediterráneo.
RIOJA
Ya en el siglo XVI, La Rioja contaba con una producción de vino considerable que le per-
mitía exportar sus caldos a otras regiones. Mientras que la viticultura riojana se consoli-
da en el siglo XVII, durante los siguientes doscientos años se adaptaron las técnicas utili-
zadas tradicionalmente en La Rioja a los métodos de elaboración que se seguían en la
región de Burdeos. En el último tercio del siglo XIX, el cultivo de viñedo se expande por
La Rioja y se convierte en su principal fuente de riqueza. El primer tercio del siglo XX supu-
so un esfuerzo para la restauración de un viñedo que había sido dañado por la filoxera.
En estos años empiezan a dar sus frutos la viticultura y vinicultura moderna apoyadas con
la creación de las Estaciones Enológicas, de las que fue pionera la fundada en Haro en
1892.
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Finalmente, el Consejo Regulador quedó constituido en 1953 y comenzó así a sentar
las bases de una actuación moderna y eficaz.
NORMATIVA APLICABLE
El Estatuto del Vino de 1932, aprobado por Decreto y elevado a rango de Ley en
1.933 introdujo en el derecho español la figura de las Denominaciones de Origen. La
Ley 25/70 de 2 de diciembre del Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes
supuso la puesta al día de los procesos tecnológicos y económicos que afectan al sec-
tor y a las normas reguladoras al contenido de los convenios reguladores.
a) Vinos de mesa
- Vinos de mesa
- Vinos de mesa con derecho a la mención tradicional “vino de la tierra”
b) Vinos de calidad producidos en una región determinada (v.c.p.r.d.)
- Vinos de calidad con indicación geográfica
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- Vinos con denominación de origen
- Vinos con denominación de origen calificada
- Vinos de pagos
El principio que debe regir en todos los ámbitos de la vida incluido en el sector indus-
trial, es el desarrollo sostenible. Dicho principio se fundamenta en encontrar el
equilibrio adecuado entre la protección al medio ambiente, el progreso económico y
el desarrollo social. El uso de los recursos del medio es sostenible cuando se realiza
por debajo de su capacidad de renovación. Su objetivo principal es mejorar la calidad
de vida y al mismo tiempo proteger el medio ambiente de forma que las futuras gene-
raciones, independientemente de la zona del planeta que habiten, logren su desarro-
llo. Este concepto de sostenibilidad no implica obtener una baja producción, sino que
se basa en producir un volumen de bienes de consumo elevado teniendo presente en
las técnicas de producción en todo momento un destacado respeto hacia el medio
ambiente.
Los impactos ambientales más significativos en una bodega por su relevancia son:
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nocivos derivados de su actividad industrial. Se debe seguir trabajando, aunando
esfuerzos entre las empresas, las distintas administraciones públicas y los ciudadanos
para que entre todos podamos conseguir un entorno limpio y saludable.
Dos modelos de producción y elaboración reconocidos que cumplen todos los pará-
metros señalados de respeto ambiental y calidad de producto son:
- Producción Ecológica
- Producción Integrada
Una de las actuaciones llevadas a cabo en del Proyecto LIFE SINERGIA liderado por el
Gobierno de La Rioja, se presenta como complemento de estos sistemas de produc-
ción desarrollado en el siguiente manual: Producción Respetuosa con el medio
ambiente.
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ración de vinos espumosos, de maceración carbónica, chacolís, vinos espirituosos, etc.
incluso es extrapolable a la elaboración de otros alimentos ya que recoge una serie de
premisas ambientales a seguir en cualquier empresa de alimentación como son las indi-
cadas en agua, energía, compras, gestión de residuos o maquinaria, entre otras.
1. TRANSPORTE
La vendimia es una etapa del proceso productivo delicada. Para que su calidad no se
deprecie, es esencial que la uva llegue a la bodega en las mejores condiciones posi-
bles, con el mayor porcentaje viable de granos enteros y sin haberse iniciado proce-
sos fermentativos. Es por esto que tanto la recolección como el posterior transporte
de la cosecha a la bodega debe practicarse de forma cuidadosa.
La uva, una vez cortada, sufre procesos prefermentativos como pectolisis, proteolisis
y procesos polifenoloxidásicos, no obstante durante el transporte también puede lle-
gar a comenzar la fermentación. En función del tiempo trascurrido hasta su descarga
en bodega y de la temperatura ambiental, las pectinas y las proteínas van degradan-
do la uva sana, de modo que un transporte largo y en condiciones climatológicas
calurosas implica que el mosto escurra y fermente en mayor proporción, lo que deri-
va inevitablemente en una depreciación del producto final.
PRACTICAS OBLIGATORIAS
Para asegurar que el vino elaborado cumple plenamente con parámetros de respeto
ambiental, exclusivamente deben formar parte del proceso de elaboración uvas que
han sido producidas bajo el empleo de las técnicas detalladas en el sistema de pro-
ducción respetuoso con el medio ambiente. Para evitar errores durante la etapa de
transporte que pueda conducir al empleo de uvas producidas por técnicas tradiciona-
les, en todo momento deben diferenciarse claramente las uvas procedentes de pro-
ducción respetuosa.
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Medida 3. Cuando la uva de producción respetuosa se transporte en cajas,
compartiendo vehículo con uvas de otras procedencias, las primeras debe-
rán ir perfectamente identificadas, impidiendo en todo momento su mezcla
con las segundas
De igual modo que en las prácticas anteriores, la identificación de las uvas transpor-
tadas en cajas debe ser la correcta para evitar mezclas inoportunas y confusiones en
el producto a emplear.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Las bayas deben llegar a la bodega lo más intactas posibles ya que la rotura de las
uvas deriva en una pérdida de mosto. En estas condiciones incontroladas de luz, tem-
peratura, humedad, etc. se pueden generar fermentaciones alcohólicas en el mosto,
lo que acarreará efectos indeseables y pérdida de calidad de la vendimia transporta-
da a la bodega. En uvas blancas, la pérdida de mosto es mucho más peligrosa desde
el punto de vista de calidad, ya que este líquido puede macerar al entrar en contacto
con las partes sólidas de la baya y las enzimas oxidantes que contiene la uva pueden
estimular la oxidación del mosto provocando un pardeamiento del mismo.
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2. RECEPCIÓN
Asimismo es importante que los tiempos de espera que frecuentemente tienen que
soportar los vehículos que conducen la vendimia hasta que esta es finalmente recep-
cionada por la bodega, sean lo menos prolongados posibles. Que la uva tenga que
permanecer en los remolques durante estancias dilatadas hasta su recepción por las
tolvas o por las cintas transportadoras, solo traerá consecuencias indeseables que
derivarán en una depreciación de la calidad del producto. Para evitar estas situacio-
nes una medida muy aconsejable que se practica en determinadas bodegas y coope-
rativas es programar la entrada de uva en la bodega, para lo que se da cita a cada
agricultor con distintas fechas y horas de recogida de vendimia. Intervalos de espera
de 15 o 30 minutos tienen consecuencias insignificantes, mientas que esperas al sol
de varias horas pueden llegar a perjudicar seriamente la calidad de la cosecha.
Por lo tanto una práctica básica, es emplear como materia prima uvas en las que se
ha asegurado que su producción ha seguido en todas las etapas las medidas dictadas
bajo un modelo de producción respetuoso con el medio ambiente.
Una vez que la vendimia llega a la bodega deberá registrarse la recepción, identifican-
do perfectamente las variables más significativas, como puede ser el productor, par-
cela, variedad, peso, condiciones sanitarias, grado, etc. El objetivo es comenzar a
implantar la trazabilidad en el proceso de elaboración (Capítulo-15).
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Medida 7. Después de la descarga, recoger y depositar los residuos sólidos
que hayan quedado adheridos tanto en el vehículo como en las cajas, en un
contenedor adecuado
Una vez que la vendimia ha sido introducida en la bodega para dar comienzo al pro-
ceso de elaboración de vino se deberá proceder al lavado tanto del toldo del remol-
que como de las cajas.
Previamente a la fase de lavado lo primero que debe hacerse es retirar los residuos
sólidos de vendimia que pueda contener el remolque o cajas para evitar que alcan-
cen las redes de evacuación.
Puesto que estos sólidos son fáciles de retirar mecánicamente es mucho más aconse-
jable realizar esta labor, ya que si los sistemas de tratamiento reciben un exceso de
materia orgánica sin estar acondicionados para ello, pueden llegar a inutilizarse por
imposibilidad de tratar un volumen de residuos tan elevado. Otra opción se centraría
en sobredimensionar el sistema de tratamiento, pero sería un gasto económico y
medioambiental innecesario además de notable.
Uno de los aspectos a tener presente en las bodegas, es la importancia dada a una
higiene óptima, ya que para obtener un producto de calidad un aspecto decisivo es
mantener un grado de limpieza de instalaciones y maquinaria muy elevado al fin de
evitar contaminaciones durante las fases de elaboración del vino. Por lo tanto en el
presente manual varios puntos van encaminados a lograr esta premisa.
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de aire comprimido. En algunas ocasiones se procederá a realizar primero la limpieza
de los remolques con agua sanitaria y posteriormente con agua ligeramente sulfita-
da, evitando de este modo cualquier proliferación microbiana.
- Los remolques una vez han descargado la vendimia en las tolvas de recepción de la
bodega, se dirigirán a las zonas dispuestas para el lavado. Es importante evitar derra-
mes que puedan contaminar el suelo en el trayecto hasta la zona de lavado.
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- Lo primero que debe hacerse es retirar los residuos sólidos de vendimia que
pueda contener el remolque para evitar que alcancen las redes de evacuación. Si
hay incrustaciones, antes de proceder a la limpieza con agua a presión, se elimi-
nará toda la suciedad que sea posible de forma mecánica, empleando cepillos u
otros medios mecánicos como rascadores. Estos residuos se almacenarán en un
contenedor en condiciones adecuadas.
Las bayas, junto con los demás restos de vendimia que por sus características se des-
echen al no considerarse aptos para vinificación, nunca se deben tirar al suelo ya que
al depositarlos en el pavimento se generarán focos de contaminación y de olores inde-
seables, además se atraerá a una mayor presencia de insectos, por lo tanto es una
operación a erradicar completamente.
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Los desechos generados tras el proceso de selección de la vendimia podrán valorizar-
se, sometiéndolos a un proceso de compostaje o conduciéndolos a una alcoholera
para la extracción del alcohol que puedan contener. A través del citado proceso de
compostaje se obtiene abono artificialmente por descomposición bioquímica en
caliente de residuos orgánicos como son los raspones en su mayoría, orujos o uvas no
admitidas en el proceso de elaboración entre otros. Este abono es muy beneficioso
para su aplicación en el campo.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 10. Utilizar una mesa de selección para eliminar las partes herbáceas
o uvas en mal estado sanitario
Se retirarán las uvas que no estén en condiciones de sanidad adecuadas, ya que las
partes del racimo que han sido infectadas por alguna enfermedad pueden afectar pos-
teriormente de forma negativa en la evolución del vino durante su elaboración. Frutos
verdes o sobremaduros, restos de hojas y otras partes de la vid así como posibles insec-
tos que puedan venir en la vendimia serán igualmente retirados. Muchos riesgos incu-
rridos en el proceso de elaboración se atenúan o suprimen por clasificaciones iniciales.
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La ventaja que ofrece esta operación se muestra en la posibilidad de seleccionar la uva
que la bodega desea en base a unos parámetros fijados previamente, con el incre-
mento que supone en la calidad final de los vinos. Los inconvenientes son el aumen-
to del coste por el incremento en la mano de obra y el tiempo que debe emplear la
bodega en la recepción de la vendimia.
PRACTICAS PROHIBIDAS
Medida 11. Mezclar uvas con otras no procedentes de producción respetuo-
sa de La Rioja
El objetivo de esta práctica es asegurar que el total del vino elaborado en la bodega
bajo un sistema de producción respetuoso cumpla plenamente los parámetros de ele-
vada calidad de producto y respeto ambiental. Para tal fin queda totalmente prohibi-
do el empleo de uvas que no verifiquen estas premisas.
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
A continuación se señalan varias medidas que por ser elementales no están recogidas
en un sistema de elaboración respetuoso con el medio ambiente. No obstante, son
comentadas a continuación para que sean recordadas.
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- Vaciar por completo la carga del remolque en la tolva
En el proceso de descarga hay que asegurar que se vierte en la tolva la totalidad del
contenido de los remolques, procurando de igual forma que escurra completamente
el mosto del remolque. En las bodegas, en periodos punta de recepción de vendimia,
es habitual que coincidan en un pequeño periodo de tiempo un número elevado de
remolques que desean descargar su vendimia en las tolvas. Las horas de mayor con-
centración suelen ser las de medio día y las últimas de la tarde. En ocasiones para agi-
lizar la velocidad de recepción, no se deja que los remolques descarguen la vendimia
durante el tiempo necesario, no permitiendo un escurrido del mosto completo.
Esto origina además de una pérdida de materia prima, un incremento de la carga con-
taminante en las aguas de lavado de los remolques, aumentando innecesariamente el
volumen de agua a depurar por la bodega. Para solucionar este problema se recomien-
da programar la entrada de la uva con distintas fechas y horas de recogida de vendi-
mia para cada agricultor, evitando así las acumulaciones de remolques. Un buen dise-
ño de la instalación de recepción contribuye a la fluidez de la entrada de la vendimia.
3. DESPALILLADO
La primera operación que se realiza una vez que la vendimia ha entrado en la bode-
ga es despalillar la uva, es decir proceder a separar el raspón de la baya. Retirar el ras-
pón o escobajo supone eliminar del 3% al 7% del peso total del racimo.
El despalillado o eliminación del raspón se practicará, por lo tanto, con el fin de:
Hay que tener muy presente que el vino es un producto alimenticio y debe tratarse
como tal, cuidando siempre la higiene en su manejo, por lo que el empleo de mate-
riales sanitarios y de fácil limpieza es muy importante.
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PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Medida 12. Recoger y almacenar el raspón directamente en un contenedor
estanco para evitar el escurrido de efluentes líquidos
Una medida mucho más higiénica consiste en recoger los raspones separados de la
baya tras el proceso de despalillado y seguidamente almacenarlos en un recipiente
adecuado al volumen generado. Se debe tener en cuenta que los raspones están
impregnados de mosto por lo que su almacenamiento en un contenedor evitará su
escurrido o filtrado. Para ello se evitará el empleo de contenedores tipo jaulón, optan-
do preferiblemente por elementos con paredes lisas y uniformes y que no presentes
grietas ni aberturas por donde se puedan filtrar líquidos. Al mismo tiempo, recoger
los raspones en un contenedor adecuado facilita su manejo en las posteriores opera-
ciones de gestión.
Es importante que el/los contenedores se sitúen bajo techo para evitar contaminacio-
nes por el lavado de agua de lluvia. Si no es posible por la escasa disponibilidad de
espacio en la bodega u otros motivos, una medida útil consiste en tapar estos reci-
pientes de almacenamiento con una lona u otra estructura que impida la entrada de
agua de lluvia.
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PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 13. Efectuar una limpieza diaria de la maquinaria de evacuación del
raspón
Los raspones acumulados, al igual que sucede con todo desecho generado en una
bodega, se deben gestionar correctamente. A la hora de deshacerse del raspón, la
bodega tiene varias posibilidades:
- DESTINARLO PARA USO EN EL CAMPO. Una de las fases del proyecto Sinergia com-
prende el diseño de un prototipo capaz de realizar el despalillado de la uva en la pro-
pia finca una vez se ha vendimiado manualmente la uva. El referido prototipo está for-
mado por un tractor que remolca un conjunto formado por una pequeña tolva de
recepción – despalilladora - depósito de almacenamiento.
Una vez que los vendimiadores llenan los cestos proceden a descargarlos en la tolva
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de recepción del prototipo, que ayudado por un sinfín introduce la vendimia en una
despalilladora acoplada al mismo. Las bayas ya sin raspón son bombeadas a una cis-
terna en donde se almacenarán hasta su transporte y descarga final en la bodega.
Este sistema de despalillado en las propias viñas es muy favorable ya que se consi-
guen, entre otros, los siguientes beneficios:
ENCUBADO
• Acero inoxidable: Las ventajas son numerosas: son inalterables e inocuos, herméti-
cos, de fácil limpieza y desinfección, con gran capacidad de intercambio térmico ade-
más de no precisar mantenimiento. Como inconveniente se encuentra su alto precio.
El tiempo de encubado va a condicionar en un futuro las características de los vinos.
FERMENTACIÓN ALCOHÓLICA
El proceso de conversión del mosto de la uva en vino es de tipo biológico por ser leva-
duras las causantes del fenómeno natural de la fermentación. Durante las primeras
etapas de esta transformación se desarrollan levaduras de los géneros Kloeckera,
Cándida, Hanseniaspora y Pichia. Estas levaduras, contribuyen de forma importante a
la composición organoléptica de los vinos pero son poco resistentes al etanol, por lo
tanto, cuando la concentración de alcohol se va incrementando, aparecen levaduras
de género Saccharomyces y concretamente de la especie Saccharomyces cerevisiae,
que son las levaduras principales que finalizarán la transformación del azúcar del
mosto, en alcohol y anhídrido carbónico.
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Este aumento debe ser controlado con sistemas de refrigeración puesto que las leva-
duras necesitan para desarrollarse un rango de temperatura situado entre los 24 y 29
ºC. El aumento de temperatura se debe regular para evitar que los vinos pierdan su
carácter aromático varietal y para que no aparezcan aromas desagradables de fer-
mentación.
REMONTADOS
Una práctica obligada a realizar cuando la vendimia adopta este estado son los
remontados, proceso que consiste en extraer el mosto de la parte inferior del depósi-
to y arrojarlo sobre los hollejos situados en la parte superior. Con esta medida se
intenta romper el sombrero al objeto de tender a uniformar la masa puesto que sigue
una evolución distinta, siendo veloz en los hollejos y lenta en el mosto.
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Si esta estratificación no se rompe, se pueden originar procesos inadecuados por la
distinta velocidad fermentativa, además de por no realizarse una evacuación térmica
adecuada y por la insuficiente o indebida extracción del color del hollejo.
Esta operación facilita:
Son numerosos los sistemas empleados para realizar los remontados, encontrándose
entre otros los siguientes tipos.
DESCUBE
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Técnicas de descube:
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
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ácidos, entre otras tipologías.Las levaduras pueden estar presentes en el mosto por
varios caminos.
FERMENTACIÓN ESPONTANEA
En la uva verde apenas hay levaduras, en cambio, a partir del envero los racimos son
visitados por gran cantidad de insectos que llevan microorganismos (levaduras,
mohos y bacterias) y los dejan adheridos a la pruina, capa cerosa que protege las
bayas. Las levaduras que cargan las uvas son de bajo poder fermentativo ya que muy
pocas veces son de la especie Saccharomyces cerevisiae. Con esa carga microbiana no
es fácil completar este proceso. Por lo tanto, el inicio de la fermentación comienza
con estas levaduras pero pasado 1 o 2 días continúa con levaduras del género
Saccharomyces. Esto puede suceder gracias a que cuando la maquinaria, tuberías y
depósitos entre otras instalaciones, toman contacto con el mosto, las levaduras de la
especie Saccharomyces cerevisiae que han permanecido inactivas en esas superficies
en otras campañas, se transfieren al mosto y comienza la fermentación.
FERMENTACIÓN INOCULADA
La siembra de levaduras mediante pie de cuba es una práctica muy difundida que
consiste en inducir la fermentación de un mosto preparado con uvas seleccionadas.
Unos días antes de iniciarse la vendimiase se cortan uvas maduras y sanas ya que son
las que más población de levaduras tienen, se estrujan, prensan y se dejan fermentar
previo sulfitado. Cuando están en plena fermentación tumultuosa se utilizan para
sembrar la vendimia fresca.
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cas: elevado rendimiento al alcohol, resistencia a la temperatura elevada, etc. No obs-
tante los grandes inconvenientes de está técnica es la uniformidad aromática que dan
al vino.
Si los mismos cultivos se emplean en diferentes zonas vitivinícolas, a la larga se pro-
vocará una pérdida de identidad de las regiones vinícolas dando como resultado vinos
organolépticamente similares. La pérdida de tipicidad y complejidad de los vinos obte-
nidos y el temor de que la siembra suponga la pérdida irrecuperable de cepas autóc-
tonas son argumentos que hay que tener muy en cuenta a la hora de valorar la con-
veniencia o no de realizar esta técnica.
Establecer una norma fija sobre cuales de los anteriores aditivos son los más aconse-
jables para su empleo en vinificación es complejo, puesto que cada aditivo tiene su
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función y según las características del vino y de lo que de él se desee conseguir se
puede añadir uno u otro.
Medida 17. Trabajar con termostatos y si no es así colocar las llaves de corte
en lugares accesibles
Medida 18. Dejar un espacio adecuado en el depósito sin llenar para evitar
desbordamientos durante la fermentación
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to de volumen hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de llenar el depósito con el
mosto-pasta, ya que es imprescindible para evitar reboses no llenarlo completamen-
te, dejando un porcentaje vacío de seguridad.
No hay que olvidar que el vino es un ser vivo, es el medio en el que se desarrollan
organismos como bacterias, levaduras, etc. Muchos de estos organismos son aero-
bios, es decir, consumen oxígeno durante la generación de reacciones como puede
ser la fermentación. Por lo tanto, una vez terminado el proceso de fermentación, es
muy aconsejable introducir gases inertes en aquellos depósitos que se encuentran
almacenando vino. Al rellenar el espacio sobrante entre la cota más alta del líquido y
la parte superior del depósito con gases como puede ser el CO2 o el N, se evitará que
el vino entre en contacto directo con el oxígeno, impidiendo de esta forma que se
puedan ocasionar fermentaciones incontroladas e indeseadas o cualquier otra altera-
ción microbiana.
Medida 20. En el descube recoger el máximo posible del orujo del fondo del
depósito
Una actuación muy aconsejable se basa en vaciar los depósitos completamente reti-
rando todos los restos posibles. El fin de esta práctica es facilitar el proceso de limpie-
za posterior de los depósitos.
Si los orujos no han sido extraídos completamente se cargarán las aguas de limpieza con
materia orgánica de forma excesiva e innecesaria. Del mismo modo es necesario reali-
zar la extracción completa de los orujos para aprovechar completamente el vino que
pueda quedar retenido en ellos, vino que se extraerá posteriormente en las prensas.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Por otra parte, en los vinos actuales, se está generando un lenta pero progresiva pér-
dida de tipicidad. Esta pérdida de las cualidades y características inherentes a los cal-
dos de cada región vitícola y bodega debe hacernos reaccionar por el peligro tan
grave que derivaría, que no es otro que una uniformidad absoluta de los vinos elabo-
rados. Se debería apostar por modelos encaminados a respetar las características viní-
colas de cada región y para ello, una de las actuaciones comenzaría por emplear
materias primas, levaduras y bacterias autóctonas que confieran características impo-
sibles de reproducir en otra zona.
Medida 22. Utilizar métodos de ciclo abierto para refrigeración sin reutiliza-
ción de agua
Una de las actuaciones ambientales más nocivas imputables a las bodegas es el ele-
vado e innecesario gasto de agua que realizan de forma sistemática. Se estima que
mientras que en la mayoría de los países europeos se consume 1 litro de agua por litro
de vino elaborado, en España y por lo tanto en La Rioja, se consumen 3,5 litros de
agua por litro de vino producido, pudiendo localizarse casos en el que el consumo de
agua aumenta hasta valores de 6 litros/lt.vino. El elevado consumo de agua está moti-
vado por diversos factores y prácticas de actuación inadecuadas, entre ellas, emplear
como sistema de refrigeración duchas de agua fría.
Por lo tanto no se debe emplear para la refrigeración ciclos abiertos, siendo pre-
ferible decantarse por métodos de ciclo cerrado (equipos de frío y circuitos
cerrados de agua).
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• Sistemas acoplados a los depósitos: El más extendido es el sistema de cami-
sas de acero inoxidable en los depósitos. Estos recipientes tienen una doble pared
por la cual circula agua fría en circuito cerrado que sirve para refrigerar el conte-
nido del tanque. Un sistema informático controla la temperatura del mosto-vino.
• Sistema de placas: Este método se basa en introducir directamente en el depó-
sito placas por las que circula agua fría al fin de controlar la temperatura.
• Ducha de agua fría sobre los tanques: Los depósitos se refrigeran gracias a
un sistema de duchas acoplado en su parte superior. Pueden ser de ciclo abierto
o disponer de un sistema que permita su reutilización parcial. En el sistema de
ciclo abierto el agua que enfría el depósito únicamente se emplea una vez pues-
to que se pierde por el colector bien de aguas pluviales bien de vertidos industria-
les, sin dar opción a su reutilización. Ambas prácticas se deben erradicar totalmen-
te de las bodegas.
En las bodegas que tienen implantados sistemas de refrigeración abiertos, los niveles
de consumo de agua duplican a aquellas que optan por sistemas cerrados. Por lo
tanto, el agua de refrigeración puede suponer en ocasiones hasta el 50 % del agua
consumida durante el periodo de vendimias.
En el caso de que sea necesario el uso de ciclos abiertos, la opción más adecuada se
basa en recoger el agua procedente de las duchas y conectarla con un depósi-
to nodriza. El agua almacenada en este depósito se podrá emplear posteriormente
como agua de limpieza de instalaciones, para refrigerar nuevamente los depósitos o
para otros usos. Además de la ventaja que supone este sistema en la disminución del
consumo de agua, los costes de depuración de vertidos residuales en este caso des-
cenderán notablemente al no destinar este volumen de agua a depuración.
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Medida 23. Se prohíbe el uso de equipos de frío con gases no autorizados
Los gases CFC (clorofluorocarbonados) han sido empleados como refrigerantes en fri-
goríficos, en sistemas de refrigeración, aire acondicionado y como propulsor en los
aerosoles.
Estos gases provocan un grave perjuicio a la capa de ozono, puesto que debido a su
gran estabilidad alcanzan los niveles altos de la atmósfera reaccionando con el ozono
estratosférico, lo que deriva en que una mayor cantidad de rayos ultravioleta pene-
tren en la atmósfera. Del mismo modo, estos gases afectan algunos sistemas biológi-
cos y contribuyen en gran medida en la potenciación del efecto invernadero. Al cer-
tificar el daño que estos productos causaban al medio ambiente quedó prohibido su
uso el 01/01/2001 tanto en refrigeración como en aerosoles.
Viendo el deterioro que eran capaces de provocar se sustituyeron los CFC por HCFC
(Hidroclorofluorcarbonos). El inconveniente de estos nuevos productos es que produ-
cen un ataque mediano a la capa de Ozono contribuyendo por si mismos a incremen-
tar el efecto invernadero. De igual forma, desde la fecha 01/01/2004 queda prohibi-
do fabricar todo tipo de equipos con HCFC. Se ha dispuesto que el 01/01/2015 quede
prohibido utilizar HCFC reciclados para el mantenimiento y recarga de cualquier equi-
po de refrigeración y aire acondicionado.
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5. ADICIÓN DE SULFUROSO
Son varias las etapas del proceso de vinificación en las que se hace necesario adicio-
nar anhídrido sulfuroso (SO2).
El SO2, es un aditivo que se utiliza desde la antigüedad. Se asocia con elevadas pro-
piedades beneficiosas para la vinificación:
Los principios básicos que se debe tener en cuenta a la hora de adicionar SO2 son los
siguientes:
• Sulfitar con la mínima cantidad pero que sea suficiente para conseguir el efecto
deseado
• Realizar esta operación lo antes posible anteriormente a que se manifiesten los
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efectos negativos
• Sulfitar de forma muy homogénea el mosto o vino
Aplicación de SO2
Hay muchos sistemas disponibles para adicionar sulfuroso. Entre los más comunes se
encuentran:
- Quemar pastillas de azufre puro para que se libere gas sulfuroso. Esta práctica ha
desaparecido ya que es una forma que sulfitar sin control, quedando únicamente rele-
gado su uso para desinfectar barricas.
- Adicionar metabisulfito potásico que disuelto en agua y otros líquidos reacciona
desprendiendo anhídrido sulfuroso. Este aditivo es de manejo sencillo. No obstante,
en vinos realizados a partir de uva ecológica no se permite el uso de metabisulfito,
deben protegerse los vinos con sulfuroso en disolución o en forma de gas.
- Adicionar SO2 gas ayudados por pequeñas bombonas con aplicador. Hay sulfitóme-
tros que añaden el sulfuroso a los depósitos de fermentación. El inconveniente de
estos sistemas es que el SO2 gas no se homogeneiza bien con sólidos, el gas en un
medio formado por mosto-pasta tiende a buscar canales o vías rápidas por los que
poder ascender a la superficie, en este sentido puede darse el caso que en un depó-
sito se concentre el sulfuroso en determinadas zonas y en otras áreas no consiga
penetrar. Estos sistemas son muy útiles una vez se procede a adicionar sulfuroso en el
vino, ya que este gas se difunde perfectamente en medio líquido.
Aplicar sulfuroso gas es el sistema más respetuoso con el medio ambiente, ya que se
emplea una dosis mucho menor en gas puesto que es mucho más efectivo que en el
resto de formulaciones, se adiciona la mínima cantidad necesaria para la vendimia.
Como otras ventajas complementarias es que este sistema es mucho menos conta-
minante a la hora de producirlo que otros productos, y puesto que como todo el
proceso de inyección transcurre en circuito cerrado las ventajas para el manipulador
son notables evitando respirar ningún producto.
39
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
• Fermentación alcohólica
• Fermentación maloláctica
• Llenado de barricas
• Embotellado
Actualmente, por la presión ejercida por las legislaciones y reglamentaciones cada vez
más estrictas, por las tendencias que se están orientando progresivamente hacia pro-
ductos ecológicos o por los demostrados efectos negativos que sobre la salud tiene la
ingesta continuada de sulfuroso, se está forzando a disminuir las dosis empleadas de
este aditivo en la elaboración de vinos. El objetivo de esta práctica se basa en emple-
ar en la elaboración de vino la cantidad mínima de sulfuroso de forma que sea sufi-
ciente para realizar su función y obtener al mismo tiempo caldos de notorias cualida-
des. Hay que tener presente que el sulfuroso libre influye también sobre el sistema
redox del vino y, por lo tanto, sobre su calidad.
Una de las etapas más importantes en el proceso de elaboración del vino es la adición
de sulfuroso (SO2) en el momento que la vendimia se introduce en los depósitos de
fermentación alcohólica. Uno de los objetivos del sulfitado en esta etapa es seleccio-
nar la flora microbiana responsable de llevar a cabo los procesos fermentativos. Los
mostos se sulfitan antes de iniciar la fermentación al objeto de anular las oxidasas y
retirar las levaduras salvajes. El SO2 impide el desarrollo de las bacterias permitiendo
40
actuar a las levaduras responsables de estos procesos.
Puesto que no existen dosis fijas recomendables, cada enólogo determinará la canti-
dad en función de unos factores:
41
Tras la fermentación alcohólica y maloláctica, el sulfitado tiene como objetivo destruir
las levaduras y bacterias que han terminado su trabajo, asegurar la protección contra
la oxidación y destruir la laccasa residual. En este momento no se debe añadir el sul-
furoso de inmediato ya que existen aun importantes cantidades de acetaldehído y
cumárico que lo combinarían, siendo más aconsejable esperar unos días.
LLENADO DE BARRICAS
EMBOTELLADO
Una forma útil de reducir la dosis de sulfuroso a añadir en las fases de prefermenta-
ción y vinificación es tener presente las siguientes medidas:
VENDIMIA
VINIFICACIÓN
CRIANZA
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EMBOTELLADO Y ENVEJECIMIENTO
Otra opción que se puede contemplar por dar grandes resultados antes y después de
la fermentación, se basa en destruir las levaduras y bacterias indeseadas por transmi-
sión de calor. El gusto a cocido no se llega a producir si se realiza esta técnica en con-
diciones controladas. Es preciso que sea personal técnico con experiencia en el uso de
estos sistemas y con conocimientos precisos de los efectos tanto directos como indi-
rectos que provoca el calor en los vinos, los que intervengan en estos tratamientos
térmicos.
Las características indeseables del anhídrido sulfuroso han provocado que se traduz-
ca en una búsqueda incesante de productos que puedan sustituir su uso. Estos pro-
ductos deben presentar una serie de características para que en la práctica sea facti-
ble su reemplazo:
44
No es fácil encontrar un producto de esta naturaleza, por este motivo hoy en día nin-
gún aditivo presenta totalmente dichos requisitos.
Una opción más delicada consiste en erradicar totalmente el uso del sulfuroso en el
proceso de vinificación. Esta práctica implicará llevar a cabo otras medidas:
• Prensa horizontal: Este sistema lo forma una jaula perforada en posición hori-
zontal en cuyo interior lleva dos platos que se acercan o alejan según el sentido de
giro de la jaula. La vendimia se sitúa entre los dos platos que inducen su prensan-
do al ir diminuyendo la distancia que los separa. El mosto es conducido hacia una
bandeja inferior.
• Prensa neumática: Actúa por medio del hinchamiento de una bolsa adosada
en el interior del cilindro de acero inoxidable. El prensado se consigue por la
presión ejercida por la bolsa que oprime la vendimia contra la jaula cilíndrica, en
cuyo interior hay unas ranuras por las que circula el mosto.
46
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Medida 25. Depositar los orujos secos en contenedores cerrados que impi-
dan derrames y gestionarlos correctamente para su revalorización
Todo contenedor destinado a almacenar tanto residuos como subproductos debe ser
estanco. Sus cierres y juntan deben estar sellados correctamente de manera que se
evite el escurrido o filtrado de efluentes líquidos.
La práctica más habitual se basa en destinar los orujos para su empleo por una alco-
holera. Dichas empresas someten a estos subproductos a un proceso de destilación
con el fin de extraer el alcohol que todavía contienen para su uso en aguardientes,
orujos, coñac, jerez o alcohol bruto, para aprovechamiento industrial o como biocom-
bustible. Se estima que con un volumen de 16 kg de orujos se llega a obtener un litro
de alcohol. El contenido en alcohol de estos subproductos depende de diversos fac-
tores:
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• del grado alcohólico del vino absorbido y de su modo de conservación
• de la intensidad del prensado de la uva
• de la calidad del orujo para destilación
Los orujos tras un proceso de secado también se pueden emplear como combustible.
Alcanza un poder calorífico de 3.800 Kcal por Kg de orujo seco con un 12-13 % de
humedad.
Una práctica muy extendida por un gran número de bodegas consiste en almacenar
los orujos secos directamente en el exterior de la bodega sobre el pavimento desnu-
do a la espera de su gestión. En la mayoría de los casos no son depositados bajo un
techo u otros sistemas que posibiliten protegerlos de las condiciones climáticas nega-
tivas como la lluvia. Este almacenamiento deficiente, al igual que sucede con el alma-
cenamiento indebido de raspones, deriva en:
• contaminación del suelo y filtraciones de vino a capas inferiores si el pavimento no
está impermeabilizado
• vertidos con carga de materia orgánica a las redes de saneamiento si no se prote-
gen del agua de lluvia
• olores, acumulación de avispas o insectos, etc.
Hay que tener presente que si la lluvia moja los orujos se producirá un fenómeno de
dilución de compuestos aprovechables como es el alcohol, diminuyendo su extracción
posterior por la alcoholera. Por lo tanto los contenedores de almacenamiento de resi-
duos se situarán bajo techo y si no es posible se cubrirán o taparán con una lona u
otro elemento impermeable que impida la entrada de agua.
Un paso posterior a realizar en las propias alcoholeras, consiste en separar de los oru-
jos las pepitas que contienen. Estas semillas corresponden al 5 - 6 % en peso del raci-
mo de uva. Son de gran utilidad puesto que los aceites que contienen poseen nota-
bles salidas en el mercado.
48
Mediante un proceso de extracción se separan los aceites, buscando las propiedades
beneficiosas que se les asigna para la salud humana. Los productos extraídos de las
pepitas poseen buenas condiciones dietéticas ya que poseen un alto contenido en
ácido linoleico y un bajo contenido en ácidos saturados.
Otra utilidad de estos productos es destinarlos para su empleo por sectores no alimen-
tarios. La industria cosmética, por ejemplo, aprovecha los aceites para elaborar jabo-
nes y otros productos. Del mismo modo las pepitas se pueden usar para alimentar
palomas o gallinas. Es destacable que como actividad fertilizante no aportan ninguna
actividad significativa.
De los hollejos o pieles de las uvas se obtienen colorantes tras un proceso de separa-
ción y extracción.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Por otra parte, el transporte de los orujos desde la boca del depósito hasta la prensa
debe realizarse con sumo cuidado evitando en todo momento que caigan fuera del
recipiente. Tanto los orujos derramados como el vino que todavía contienen, aportan
una elevada carga contaminante al suelo. Es importante colocar el recipiente debajo
de la boca del depósito o lo más cerca posible de ésta para evitar derrames.
49
90 % para evitar estos reboses durante el transporte. Si se llegan a producir estos
reboses se deberán limpiar empleando agua en la operación, agua que se derivará
posteriormente a la depuradora de la bodega aumentando de este modo innecesa-
riamente la carga contaminante soportada por el sistema de depuración.
Si el transporte del orujo desde el depósito hasta la prensa se realiza empleando una
bomba de pastas similar a la bomba de vendimia y con ayuda de una tubería de gran
diámetro, se debe ajustar correctamente las mangueras a la boca del depósito y a la
prensa con el fin de evitar cualquier derrame. Estas conducciones suelen ser móviles,
flexibles y desmontables por tramos para permitir su mejor manipulación, o bien
cuentan con una parte de la instalación fija disponiendo de otra parte móvil para su
acople con la bomba.
Hay que tener cuidado con la masa que pueda quedar alojado en las mangueras o
tubería tras realizar su conducción del depósito a la prensa. Este residuo que queda
en las tuberías de conducción se debe recoger en recipientes inmediatamente des-
pués de la operación. De esta forma se impide que se llegue a secar, puesto que la
limpieza posterior de estas conducciones sería mucho más difícil.
50
Medida 29. Colocar bandejas o recipientes que recojan las fugas que puedan
darse durante el prensado
Si la prensa empleada en esta operación sufre pérdidas de vino que no se han podi-
do erradicar con un correcto mantenimiento de la máquina, se colocará un recipien-
te u otro sistema de retención con la capacidad adecuada para recoger los derrames
de vino. Esta medida además de impedir la formación de focos de contaminación de
suelo, evita destinar agua para realizar la limpieza del pavimento contaminado por el
vino. Si las pérdidas son considerables lo más recomendable es sustituir la prensa.
Las fugas recogidas por los recipientes se verterán en los contenedores de almacena-
miento de residuos de vinificación con destino a la alcoholera. Tener siempre presen-
te que nunca se debe verter este residuo por las redes de saneamiento, ya que la ele-
vada carga orgánica de este vertido obligaría tener una depuradora sobredimensio-
nada para las necesidades reales de la empresa, lo que incrementaría notablemente
los costes de implantación y gestión de los sistemas de tratamiento.
Medida 30. Vaciar el orujo seco y retirar los restos sólidos de la prensa
Se recomienda realizar esta medida como actuación previa al lavado de la prensa. Esta
práctica consiste en vaciar totalmente la prensa de los residuos de orujos y demás res-
tos sólidos. Para ello se realizará una limpieza inicial en seco al objeto de facilitar la
limpieza posterior de la prensa y minimizar por lo tanto el consumo de agua.
Medida 31. Lavar la prensa con una frecuencia mínima diaria con agua
caliente a presión
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la jornada laboral las incrustaciones que hayan podido quedar tras el prensado, ya
que esta suciedad puede transferir contaminaciones a la siguiente masa de pastas a
prensar.
Una vez retirados los residuos sólidos al contenedor correspondiente para su gestión,
se lavará la prensa con agua caliente a presión. Este lavado es mucho más eficaz, rápi-
do, sencillo y económico.
7. FERMENTACIÓN MALOLÁCTICA
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La fermentación maloláctica en determinados casos no es conveniente que se lleve a
cabo, incluso puede convertirse en un defecto o alteración. El metabolismo de las
bacterias lácticas sobre otros componentes de los vinos distintos al ácido málico,
como azúcares, ácido cítrico, ácido tartárico, etc., suponen el desarrollo de graves
alteraciones o enfermedades en los mismos, y solamente en el caso de desear una fer-
mentación maloláctica, es cuando estos microorganismos resultan beneficiosos para
el vino.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Una forma de llevar a cabo este proceso consiste en partir de una pequeña cantidad
de vino con sus lías a 20º - 23 ºC, que tras unos días en los que se ha desarrollado
espontáneamente una importante población de bacterias lácticas, se mezclará con un
vino de arranque de la fermentación maloláctica. Otra opción se basa en almacenar
a temperaturas inferiores a 5ºC un cierto volumen de vino del año anterior con la fer-
mentación maloláctica hecha y con sus lías para posteriormente restablecer las con-
diciones óptimas de temperatura y mezclarlo con nuevo vino con ácido málico.
54
Si se da preferencia al uso de acero inoxidable, el sistema más eficiente e higiénico es
disponer de depósitos de este material con sistema de doble camisa que realice las
funciones de calentamiento – enfriamiento. Estos sistemas de ciclo cerrado son
mucho más aconsejables que los sistemas abiertos ya que al recircular el agua a una
temperatura fijada previamente en circuito cerrado, se evita el consumo de elevados
volúmenes de agua, y como ventaja adicional, el nivel de higiene que se consigue en
la bodega es mucho más destacable.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
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8. TRASIEGOS
Concluida la fermentación, las levaduras muertas, los residuos sólidos y las materias
orgánicas entre otras impurezas, se van depositando en el fondo de los depósitos o
barricas. Se sedimenta en la base de los depósitos un poso de composición heterogé-
nea que no es conveniente que permanezca en contacto con el vino, ya que le puede
trasmitir sabores indeseables como consecuencia de la descomposición de microorga-
nismos, además de la posible cesión de olores de las materias orgánicas, etc.
Se hace necesario por tanto realizar trasiegos, cambios de vino de unos recipientes a otros,
al objeto de provocar la separación de los posos y evitar aromas y sabores indeseables.
• Decantación: Se separan los posos que se forman en los vinos jóvenes para evitar
gustos a podrido, a lía, a ácido sulfhídrico, etc. Se eliminan microorganismos con lo que
se disminuye los riesgos de desarrollos posteriores.
• Desgasificación: En cada trasvase se libera una parte de gas carbónico disuelto. Al
mismo tiempo existe una ligera evaporación de alcohol, más intenso en el caso de
removidos energéticos.
• Homogeneización: Cuando hay una estancia prolongada en un recipiente se crean
fuertes heterogeneidades en los contenidos en SO2, CO2, levaduras y bacterias que
suponen diferencias de degustación y de riesgos microbianos, oxidativos y reductores.
El transvase instaura homogeneidad.
• Aireación: Todo trasvase se acompaña de una disolución de oxígeno, más o menos
importante según la técnica.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Es necesario limpiar las tuberías tras su uso con agua caliente y una pequeña dosis de
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sulfuroso para desinfectar y evitar contaminaciones de vino en posteriores trasiegos. Es
mucho más aconsejable que la limpieza se efectué al finalizar la jornada laborar para
evitar por una parte, descuidos y olvidos posteriores, y por otra resecaciones e incrusta-
ciones de los residuos que hagan mucho más difícil su limpieza en los días siguientes.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 36. En los traslados de vino comprobar todas las conexiones para
evitar derrames
Antes de realizar los trasiegos es sustancial revisar y ajustar todas las mangueras y
conexiones que van a participar en estas prácticas. El objetivo tanto de las revisiones
como del mantenimiento previo es detectar puntos susceptibles de provocar derra-
mes. Las pérdidas que se pueden generar por fugas o derrames en este punto del pro-
ceso productivo pueden ser importantes, causando contaminaciones así como signi-
ficativas pérdidas económicas.
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Es aconsejable realizar un manual de mantenimiento al fin de anotar las prácticas a
realizar con anterioridad y en el momento de la realización de los trasiegos, así como
las actuaciones a seguir en el caso de detección de fugas y derrames.
Se recomienda realizar en lo posible trasiegos por gravedad sin emplear ayuda mecá-
nica. Transvasar el vino por gravedad evitando el uso de bombas es la forma menos
agresiva y más natural de transportar el vino.
Esta operación se realiza fácilmente cuando en la bodega se sitúen dos depósitos cer-
canos entre sí y uno de ellos presente un nivel de llenado superior. Por ejemplo, si hay
un depósito lleno y otro vacío, si se desea trasegar el contenido de uno en el otro, al
conectar entre sí las bocas de ambos depósitos con mangueras para que el vino caiga
del primero al segundo no hará falta el uso de sistemas de bombeo hasta que ambos
estén al mismo nivel. De igual forma, para trasegar el vino de depósito a barricas, no
hará falta el uso de bombas, siempre que el nivel del vino del depósito se sitúe por
encima de la altura a la que estén las barricas. En ambos casos, cuando se desea tra-
segar el contenido que queda en el fondo es inevitable el empleo de sistemas de bom-
beo, pero el reducir su uso mejora la calidad de los vinos puesto que el trasiego por
gravedad no es agresivo con los caldos y presenta la ventaja adicional de implicar un
ahorro energético. Este mismo principio se puede aplicar a cualquier transporte de
vino ya sea en las fases iniciales de vinificación, embotellado, etc.
Hay que tener cuidado con el vino que pueda quedar alojado en las mangueras o
tubería tras realizar las operaciones de trasiegos o remontados. El citado líquido que
queda en las tuberías de conducción se debe recoger en recipientes estancos inme-
diatamente después de la operación de trasiego almacenándolo correctamente para
su gestión posterior a una alcoholera.
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9. ALMACENAMIENTO
Durante las etapas de elaboración de vino son varios los momentos en los que los cal-
dos van a permanecer almacenados en depósitos a la espera de su próxima introduc-
ción en una nueva fase del proceso de elaboración; concluida la fermentación alco-
hólica o maloláctica, antes de su crianza en barrica o de su embotellado, etc.
Durante esta etapa, los vinos deben encontrarse en reposo, sometidos a temperatu-
ras estables preferentemente bajas (en torno a 16ºC), protegidos del oxígeno, vibra-
ciones, luz, etc., al objeto de no alterar sus condiciones antes de pasar a la siguiente
etapa del proceso de elaboración.
Las bodegas deben seguir unos estrictos protocolos y pautas de actuación para alcan-
zar y mantener en todo momento unas cotas de máxima higiene y limpieza. Por lo
tanto, una práctica obligatoria a realizar destinada a completar las encomendadas en
el apartado de limpieza, es limpiar los depósitos después de cada uso. Esta actuación
se debe realizar inmediatamente después de vaciar el depósito, puesto que si deja
pasar un espacio de tiempo prolongado, los restos que quedan se habrán podido
secar, siendo mucho más difícil su limpieza posterior.
Se destinará agua caliente y a presión levemente sultifada para conseguir una higie-
ne más adecuada.
Las lías y residuos sólidos que se acumulan depositados en el fondo de los depósitos
tras el proceso de trasiego, se deberán almacenar seguidamente junto con el resto de
subproductos de esta naturaleza y demás restos sólidos en el contenedor acondicio-
nado para su gestión posterior a la alcoholera. Todo contenedor destinado a almace-
nar tanto residuos como subproductos debe ser estanco. Sus cierres y juntas deben
estén sellados correctamente de manera que se evite el escurrido o filtrado de efluen-
tes líquidos. Si se llegaran a generar estos derrames, provocarían contaminaciones en
el suelo y llevarían implícito un gasto de agua necesaria a consumir para la higieniza-
ción del lugar.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
En todos los depósitos en los que se encuentre almacenado vino se recomienda relle-
nar el espacio sobrante con gases inertes, como por ejemplo CO2 o N2. Estos gases,
entre otras propiedades deben ser inertes, incoloros, inodoros y no tóxicos.
Hay que tener presente en todo momento que el vino es un alimento vivo, puesto que
es el hábitat de bacterias, levaduras y otros microorganismos. Una gran mayoría de
estos organismos son aerobios, es decir, se desarrollan en presencia de oxígeno, por
60
lo tanto al evitar que el vino entre en contacto directo con el oxígeno del aire, se
impedirá que actué de catalizador de reacciones como pueden ser fermentaciones
incontroladas e indeseadas o alteraciones acéticas. Al mismo tiempo, el oxígeno
puede oxidar los vinos provocando alteraciones de la acidez volátil, acidez total, color,
aromas y sabor. Esto puede evitarse sustituyendo el aire de los depósitos por un gas
inerte con lo que se podrá almacenar un vino durante un largo periodo de tiempo sin
alterar sus cualidades primarias y sin tener que adicionar sulfuroso.
Es recomendable llevar a cabo esta práctica puesto que del mismo modo que los cuer-
pos con el calor sufren dilataciones, en condiciones de temperaturas altas se produce
un aumento del volumen del alcohol.
Por el contrario, en épocas de bajas temperaturas se produce una reducción del volu-
men del vino, por lo que se procederá a rellenar los depósitos para dejar el mínimo
espacio posible en la parte superior de los mismos.
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10. CRIANZA EN BARRICA
Este capítulo engloba las siguientes operaciones: Llenado, trasiegos y lavado de barricas.
LLENADO DE BARRICA
Los vinos jóvenes son introducidos en barricas de madera de roble donde seguirán
evolucionando. El proceso de crianza de los vinos es largo y delicado, y durante el
mismo van a adquirir una serie de características particulares aportadas principalmen-
te por el material de las barricas. La crianza provoca en los vinos una serie de cam-
bios, otorga complejidad.
• Color: La acción del oxígeno que se introduce a través de los poros de la madera
de roble influye en el color de los vinos, lo que se traduce en mayor limpidez y finu-
ra como consecuencia de la oxidación de los taninos y la precipitación de la materia
colorante. Colores azulados o violetas característicos de vinos jóvenes pasan a ser
rojos, tejas o marrones, tonalidades asociadas a vinos envejecidos.
• Gusto: La sensación en boca también cambia. Los taninos se ennoblecen, pierden
el carácter vegetal, dureza, astringencia y amargor. Se aprecia equilibrio y redondez
en boca.
• Aroma: El olor del vino pasa de ser afrutado en vinos jóvenes a ser un aroma que
recuerda a madera, el clásico bouquet propio del envejecimiento en barrica.
62
La crianza y el envejecimiento de los vinos se lleva a cabo en barricas de roble ameri-
cano o francés de 225 Lts de capacidad. El roble es el material más utilizado en las
cubas y barricas para la conservación de los vinos, y esto se debe:
El roble francés es más poroso y su utilización resulta más cara que el americano ya
que para su producción se necesita más mano de obra y el aprovechamiento de la
madera es menor. De un metro cúbico de madera se obtienen dos barricas en el caso
del roble francés y cuatro en roble americano.
TRASIEGO BARRICAS
63
do puesto que tienen potencial de transferir características organolépticas deficientes,
consiguiendo con esta actuación limpiar el vino de precipitados formados durante la
crianza. Además de los posibles efectos sobre la calidad, el trasiego permite disminuir
la posibilidad de reactivaciones de microorganismos, así como eliminar del vino el
exceso de anhídrido carbónico, conseguir una mayor o menor aireación, homogeni-
zar la partida de vino en crianza, permitir la limpieza interior de las barricas y corregir
el nivel de anhídrido sulfuroso en los vinos.
LAVADO DE BARRICAS
El roble con el que se fabrican las barricas de crianza de vino es un material permea-
ble y poroso, y son estas características las causantes de favorecer la penetración de
microorganismos con capacidad de alterar el vino. Una fase fundamental es realizar
el lavado de las barricas para evitar perturbaciones de calidad.
Una práctica habitual al comprar una barrica nueva es lavarla. No obstante previa-
mente a someterla a ninguna operación, es imprescindible seguir las indicaciones del
proveedor, puesto que como algunas barricas vienen tratadas si se encuentran alma-
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cenadas correctamente estarán limpias y no será preciso el lavado antes de su llena-
do. Si por el contrario se considera inevitable su lavado, se empleará vapor para abrir
los poros de roble y conseguir que la lignina ceda polisacáridos que neutralicen los
taninos condensados del vino y suavizar así su sabor astringente. Puede que se nece-
site un lavado con agua sulfitada o con vapor de agua para desinfectarlas.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
La operación de lavado de barricas es una de las fases del proceso productivo que
actualmente implica el mayor consumo de agua en las bodegas. Si esta operación se
realiza de forma manual el volumen de agua que se puede llegar a consumir es dila-
tadamente superior al detectado durante el empleo de medios más eficientes, siendo
al mismo tiempo menos efectivo.
Puesto que es imprescindible que todo envase que almacene vino tenga unas condi-
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ciones higiénicas óptimas, una vez han sido trasegados los caldos de las barricas, se
debe proceder a su lavado ya que en sus poros se pueden alojar microorganismos
causantes de alteraciones inadecuadas. Tras el vaciado de vino, se tratará la barrica
con vapor de agua para conseguir su limpieza, se dejará escurrir y se llenará nueva-
mente de vino.
Antes de recibir el vino se quema en la barrica una pajuela de azufre para sanearla y
eliminar el oxígeno. Una vez desinfectada, se introduce lentamente el vino ayudado
por una caña que llega hasta el fondo para evitar la formación de espumas que des-
placen el anhídrido sulfuroso formado por la combustión de azufre.
La limpieza de las barricas debe ser realizada en profundidad, teniendo en cuenta las
propiedades de absorción de la madera. El interior de las barricas debe limpiarse
exclusivamente con agua, bien en forma de vapor para conseguir su desinfección,
bien con agua caliente a 60º - 90º C aplicada a una presión de 100 a 150 bar duran-
te 4 - 6 minutos. El exterior de las barricas también puede limpiarse con agua a pre-
sión antes del llenado con vino, o mediante cepillado mecánico. Una vez seca, las
barricas nuevas no se llenarán con el vino destinado a crianza ya que primero hay que
someterlas a una etapa de envinado previo para ir acostumbrando a la barrica a alo-
jar vino (una barrica nueva de 225 litros es capaz de embeber 5 litros de vino).
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
66
Medida 48. Utilizar dispositivos de detección en el llenado de las barricas
para evitar desbordamientos
La practica de los trasiegos, pese a ser tan necesaria para la correcta evolución de un
vino, es sin embargo un punto del proceso productivo donde se pueden producir
focos de contaminación. Por este motivo, durante el llenado de las barricas se debe
evitar que se produzcan desbordamientos o reboses de vino siendo muy recomenda-
ble el empleo de dispositivos de detección de volumen de llenado, así como ajustar el
detector correctamente.
Una vez llena la barrica se debe cerrar con un tapón de corcho recubierto de arpille-
ra o de silicona para que quede lo más hermética posible.
Medida 50. Rellenar periódicamente las barricas para compensar las pérdi-
das por absorción de la madera o evaporación, manteniendo lleno el 100 %
de su capacidad
Las mermas de vino durante la crianza se pueden explicar por dos fenómenos inde-
pendientes. El primero es producido por los trasiegos, principalmente por las pérdidas
del vino que está contenido en las lías o sedimentos, y el segundo es debido a las eva-
poraciones del vino que se genera a través de las paredes de las barricas. Las prime-
ras no son de una gran importancia y raramente exceden del 0,1 % anual, mientras
que las segundas pueden oscilar entre valores del 2 – 10 %, son las pérdidas más
importantes que suceden durante la crianza.
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Otra práctica muy aconsejable es llenar las barricas al 100 % de su capacidad
para evitar la presencia de oxígeno. Este proceso de relleno periódico de los espa-
cios vacíos, evitará que una superficie de vino inmóvil permanezca en contacto con el
aire, o al menos reducirá este suceso. Al mantener este producto en contacto con el
aire se corre el riesgo de que sufra oxidaciones y alteraciones acéticas. Es imprescin-
dible que el vino empleado para reponer las pérdidas presente ausencia de levaduras
y bacterias, asimismo debe ser de igual o superior calidad que el que está almacena-
do en la barrica. Destinar un vino de inferior calidad para realizar los rellenos puede
hacer decrecer las propiedades del vino en fase de crianza. Si las crianzas son largas,
es recomendable rellenar las barricas una vez al año, pudiendo suprimirse esta opera-
ción si se realiza un trasiego, pues en este caso se aprovechará para llenar las barricas
en su totalidad.
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COMPRA DE BARRICAS
Las barricas nuevas se deben revisar al ser recepcionadas en la bodega para compro-
bar que se encuentran en perfecto estado y que no hayan sufrido daños durante el
transporte.
MANTENIMIENTO DE BARRICAS
Una práctica básica se centra en revisar la maquinaria, las bombas y los depósitos de
la bodega. A estas operaciones se debe sumar como un apartado independiente la
necesidad de revisar periódicamente las barricas. Esta inspección debe ser prioritaria
antes de su llenado. El propósito es detectar golpes, fisuras, grietas o cualquier des-
perfecto que implique que se encuentren en mal estado y que derive en pérdidas de
vino durante el periodo de crianza. Para conocer si una barrica presenta fisuras o grie-
tas, se puede someter a una prueba de estanqueidad. Un sistema útil para detectar
posibles fugas consiste en llenar la barrica con aire comprimido y agua caliente tenien-
do mucha precaución de que presente unas condiciones higienico-sanitarias correc-
tas.
Antes de llenar las barricas por segunda vez hay que asegurarse que no presenten
malos gustos, se debe tener la precaución de no utilizar nunca una barrica cuyo esta-
do sanitario sea dudoso. Hay que asegurarse que sea estanca y no presente pérdidas.
Finalmente se vuelve a preparar para recibir el vino.
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Si las oscilaciones de temperatura son muy bruscas se producirán dilataciones y/o con-
tracciones en el volumen de vino que provocarán desequilibrios en el mismo y desper-
fectos en las barricas.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
A continuación se señalan varias medidas que por ser elementales no están recogidas
en un sistema de elaboración respetuoso con el medio ambiente. No obstante, son
comentadas a continuación para que sean recordadas.
- Una vez retirado el vino extraer los turbios y recogerlos para poder ges-
tionarlos
Las lías recogidas nunca deben verterse por el colector puesto que está totalmen-
te prohibido desprenderse de estos residuos vertiéndolos por el alcantarillado,
pues su elevada carga orgánica aumentará en gran medida la contaminación de
las aguas a sanear por el sistema de depuración de la empresa. Tal como se ha
comentado en medidas anteriores un exceso de carga orgánica puede comprome-
ter seriamente el correcto funcionamiento de los sistemas de tratamiento.
70
Una vez trasegado la totalidad del vino de las barricas se deben recoger los posos
en recipientes adecuados con el fin de almacenarlos hasta su posterior gestión o
traslado a una alcoholera. Estos residuos orgánicos, al igual que sucede con los oru-
jos, se conducirán a una alcoholera para que tras un proceso de destilación se
extraiga el alcohol aprovechable que se empleará en la elaboración de aguardien-
tes, orujos o jerez, entre otros productos. Los envases destinados al almacenamien-
to de estos residuos deben ser estancos para impedir que posibles escapes de vino
que se puedan producir por grietas o imperfecciones, contaminen el suelo.
Clarificar un vino es dejarlo limpio, eliminando los turbios del mismo. Esta cua-
lidad debe permanecer estable en el tiempo en cualquier condición de tempe-
ratura o iluminación, por lo tanto esta operación tiene un doble propósito,
lograr la limpidez del vino y su mantenimiento en el tiempo.
• Puedan ser retenidas por filtros: levaduras, bacterias lácticas y acéticas, fragmentos
diversos, sales tartáricas cristalizadas, etc.
• Atraviesen los filtros: polisacáridos, proteínas, polifenoles, materia colorante coloi-
dal o agregados diversos.
72
La clarificación de los mostos puede provocarse por mecanismos:
Durante este proceso las partículas sólidas se depositan en la superficie filtrante for-
mando una torta cuyo espesor va aumentando a medida que transcurre el filtrado.
Cuando este depósito alcanza un grosor elevado se debe proceder a la renovación del
medio filtrante. Una característica importante a conocer es el rendimiento del filtro,
se define como el volumen de vino que es capaz de filtrar en el curso de un ciclo de
filtración hasta su colmatado. De poco sirve un sistema que limpie mucho el vino si
se colmata pronto.
• Adsorción: Las partículas no son retenidas por el diámetro del poro del filtro, sino
que son inmovilizadas dependiendo de su carga (turbios - carga negativa, mediofil-
trante - carga positiva).
• Tamizado: El filtro retiene a las partículas en función de su tamaño, deteniendo
aquellas de mayor diámetro que el poro de la capa filtrante.
• Sistema mixto: La mayoría de las capas filtrantes trabajan a la vez por adsorción y
por tamizado.
73
Los materiales destinados para realizar este proceso pueden ser:
TIERRAS: Estos filtros se forman depositando sobre un soporte una capa de tierras
filtrantes donde quedan retenidas las impurezas del vino. Las tierras filtrantes pueden
ser entre otras:
PLACAS: Las placas filtrantes están formadas por fibras de celulosa, pueden llevar
fibra de vidrio borosilicatada, fibras de algodón y en algunos casos diatomeas o per-
litas. Cuanto más pequeñas sean las fibras, menores serán los poros de las capas fil-
trantes. Las placas comienzan a trabajar por adsorción y después por tamizado.
MEMBRANAS: Consigue eliminar mediante el paso sobre una membrana, las molé-
culas, partículas o microorganismos cuyo diámetro es superior al de los poros de la
membrana. El principal papel de una membrana es actuar como una barrera selecti-
va, permitiendo el paso de ciertos componentes de una mezcla y reteniendo otros.
74
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
A nivel nacional la legislación española que se debe cumplir en materia de aguas es:
Es obligatorio realizar una analítica tanto a la entrada del tratamiento de depuración como
a la salida, para verificar que las aguas tratadas que se desean verter a las redes de alcan-
tarillado públicas, cumplen perfectamente con los valores permitidos por la legislación.
75
Tanto la torta de filtrado o partículas sólidas retenidas, como el filtro agotado, son
residuos y como tales se deben gestionar correctamente a través de un gestor auto-
rizado por la comunidad autónoma correspondiente.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
La clarificación se basa en añadir al vino una cola cuya floculación rápida arrastre par-
tículas y coloides del vino. Se provoca un efecto clarificante (eliminación de la turbi-
dez actual) y un efecto estabilizante (eliminación de los coloides susceptibles de pro-
vocar turbidez a medio plazo).
Cada uno de los anteriores productos precipita sustancias distintas, por lo que se
empleará uno u otro según su función.
CLARIFICANTES ORGÁNICOS
1. CLARIFICANTES PROTEICOS
GELATINA: Proteínas que se obtienen por cocción de productos con colágeno, como
son los huesos, cartílagos, pieles, etc. La gelatina empleada en la clarificación de vinos
es inodora, se hincha en agua fría y da dispersiones coloidales en agua caliente.
76
senta finamente molida para su disolución, es el mejor clarificante de los vinos blan-
cos pobres en tanino, no produce sobreencolado, clarifica mucho mejor que la gela-
tina con dosis más pequeñas proporcionando más brillo y suavidad al vino tratado y
en los vinos blancos consolida los tonos amarillos. Su utilización exige la filtración pos-
terior de vino.
2. CLARIFICANTES VEGETALES
Se utilizan los alginatos alcalinos que proceden del ácido algínico obtenido de algu-
nas especies de algas marinas. Las sales de sodio y potasio son solubles en agua y se
preparan en solución acuosa al 5 %, incorporándose previa dilución y mezcla homo-
génea en una cantidad de vino que duplique el volumen de la solución.
CLARIFICANTES MINERALES
CAOLÍN: Se presenta como un polvo blanco que hay que amasar en agua hasta obte-
ner una suspensión fluida. Después de 12 horas de reposo se incorpora al vino.
Elimina las sustancias protéicas coagulables por el calor, que son susceptibles de pre-
cipitar y enturbiar el vino, pero puede comunicar olor y gusto a tierra.
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BENTONITA: Las bentonitas son arcillas de estructura laminar cuyo componente
esencial es el silicato de aluminio. Se hincha en agua y otros líquidos dando dispersio-
nes coloidales liófobas de signo negativo. En la clarificación de los vinos se utiliza muy
frecuentemente por sus propiedades y bajo precio.
Medida 57. Usar siempre que sea posible los sistemas de filtrado más respe-
tuosos con el medio ambiente evitando la utilización de filtros de tierras
diatomeas
Los filtros de placas o de membrana al carecer de tierras o polvos finos que puedan ser
arrastrados al colector, son más aconsejables a usar en estos sistemas de elaboración.
78
12. ESTABILIZACIÓN POR FRÍO
El frío tiene un efecto beneficioso sobre los vinos ya que provoca la insolubilización y
la correspondiente precipitación de sales, principalmente bitartrato potásico. Son
varios los efectos producidos por la bajada de temperatura:
79
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Al igual que los demás residuos generados en las bodegas durante el proceso produc-
tivo, los cristales tartáricos se deben gestionar, estando prohibido el vertido de estos
desechos por el desagüe o colector. Por lo tanto, estos sedimentos depositados en las
paredes de los depósitos se recogerán al objeto de almacenarlos en contenedores o
recipientes en condiciones adecuadas, para posteriormente gestionarlos como sub-
productos que son para su recuperación. Estos productos tienen un alto valor añadi-
do puesto que el ácido tartárico cuya sal es el bitartrato potásico se puede usar en:
Las aguas cargadas con sosa empleadas en la limpieza presentan un elevado poder
contaminante, con una DQO en ocasiones superior a los 100 gramos de oxígeno/litro
y unos valores de pH entre 9 y 11. La mejor solución es valorizarla llevándola a empre-
sas con capacidad de recuperar los tartratos que contienen. Estas soluciones por lo
tanto, se deben tratar no como un residuo sino como un subproducto.
Se aconseja destinar la mínima cantidad posible de productos de limpieza en los depósi-
tos, de forma que se obtenga una solución con la mayor concentración posible de tar-
tratos. Las soluciones tendrán más valor cuanta más concentración ofrezcan.
80
Si se desestima esta opción, estas aguas deben ser tratadas por la depuradora de ver-
tidos residuales de la bodega para lograr que alcancen los parámetros legales exigi-
dos por la legislación vigente en materia de vertidos.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 60. Realizar la extracción inicial de las sales adheridas a las paredes
de los depósitos con métodos físicos
Para minimizar el consumo de agua y que los cristales de bitartrato potásico tengan
más valor económico como subproducto se seguirán unas sencillas pautas de limpie-
za. En primer lugar se efectuará una limpieza en seco de los depósitos al propósito de
retirar la mayor fracción gruesa posible de cristales adheridos a las paredes, posterior-
mente se realizará una limpieza más exhaustiva de los depósitos empleando para ello
una solución alcalina.
Para ejecutar la limpieza en seco se emplearán métodos físicos como cepillos o rasca-
dores capaces de retirar la fracción sólida más gruesa. Los útiles empleados no deben
ejercer abrasión en las paredes de los depósitos, pues si se desgasta la superficie de
los tanques por el arranque de partículas del mismo, se favorecerá el depósito poste-
rior de incrustaciones o suciedades en estas cavidades con las consecuencias negati-
vas para la calidad que esto puede conllevar.
Si la bodega emplea varios depósitos para albergar el vino durante el proceso de esta-
bilización en frío, una práctica aconsejable una vez ha concluido este proceso es rea-
lizar su lavado de forma continua. Esta práctica consiste en emplear la misma solu-
ción en la limpieza de cada uno de los depósitos de estabilización. Esta mezcla de lim-
pieza se irá cargando de cristales gradualmente a medida que vaya pasando de un
depósito a otro hasta llegar a un punto que el poder de extracción se agote por la
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saturación de impurezas. El objetivo de esta actuación es enriquecer de tartárico lo
más posible esta solución para que pueda tener más valor a la hora de su posterior
gestión y valorización.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
Se están imponiendo en las bodegas cada vez con más frecuencia el empleo de siste-
mas continuos de refrigeración. Estos sistemas enfrían los vinos por debajo del punto
de congelación a la vez que los someten a un intenso agitado para favorecer la for-
mación de cristales. Tratar el vino de forma continua evitando tenerlo inmovilizado
implica destinar menos espacio en las bodega para albergar los vinos en tratamiento.
Es un sistema mucho más rápido y que consume menos energía que los tradicionales
por lo que en este sentido es amigable con el medio ambiente.
82
No obstante, sea cual sea el equipo de frío empleado debe usarse correctamente para
optimizar su uso. Se pretende conseguir el resultado óptimo de calidad de vino
empleando en ello el mínimo consumo de energía posible. Es necesario seguir las ins-
trucciones de uso marcadas por el proveedor del equipo, de esta forma el empleo del
sistema será el más beneficioso. Asimismo se debe someter a estos sistemas a revisio-
nes periódicas prefijadas para que su uso se efectué en las condiciones óptimas.
13. EMBOTELLADO y ETIQUETADO
EMBOTELLADO
Finalizada la crianza en barrica, una vez que el vino ha alcanzado las propiedades de resis-
tencia al oxígeno determinadas, sea estable desde el punto de vista microbiológico y quí-
mico, y esté en un momento de óptima calidad y con todos sus componentes en armo-
nía, se embotellará para comenzar si así se ha establecido, la fase de envejecimiento.
Esta fase del proceso de elaboración ha de efectuarse con la menor incorporación de oxí-
geno posible, y empleando un corcho de calidad para impedir que el oxígeno afecte a
los procesos de reducción que tienen lugar en botella durante el periodo de envejeci-
miento, y que son los responsables del buqué. Es una de las etapas del proceso de ela-
boración más delicada en cuanto a la posibilidad de transferir contaminación, por lo
tanto se debe prestar especial atención en esta fase puesto que los microbios y levadu-
ras pueden alterar los vinos. Los principales puntos de contaminación son los depósitos
nodriza, tuberías y conducciones, filtros, caños de la llenadora y mordaza de la tapado-
ra, los cuales deben ser objeto de control microbiológico. Estos puntos deben aseptizar-
se, ya que si en este momento del proceso se introduce al vino cualquier sustancia extra-
ña ya no hay opción a corregir el error.
Finalizada la fermentación tumultuosa ya no queda azúcar en los caldos, pero hay leva-
duras con posibilidad de anidar en el núcleo de los tapones que se alimentan del alcohol
del vino provocando un enturbiamiento de los mismos. La botella situada en posición
horizontal dificulta el paso de estas levaduras al vino, mientras que si se posiciona verti-
calmente, la contracción - dilatación permitiría el intercambio gaseoso con entrada de
estas levaduras.
Las botellas deben presentar unas condiciones de perfecta higiene antes de recibir el vino.
Los corchos deben estar exentos de olores extraños y porosidades. Hay muchas clases de
corchos (sintéticos y naturales), no obstante, una garantía para el correcto envejecimien-
to de los vinos es que los corchos empleados sean de buena calidad. Un corcho bueno
no va a incrementar la calidad de un vino, pero un corcho en condiciones inadecuadas
casi con total seguridad hará depreciar las características cualitativas y sensoriales de un
buen vino.
84
ENVEJECIMIENTO EN BOTELLA
Una vez embotellado el vino se dejará envejeciendo. Las botellas se situarán en posi-
ción horizontal para que reposen durante largas estancias de tiempo en una sala o
nave denominada comúnmente calado o botellero. Los calados son estancias aisladas,
generalmente subterráneas, que no están sometidos a corrientes de aire o cambios
de temperatura y cuya humedad relativa debe ser siempre superior al 70 %. Durante
el periodo de envejecimiento el vino irá madurando, desarrollará el buqué y se poten-
ciará su sabor y olor.
La razón por la cual los vinos evolucionan en las botellas se debe a un fenómeno de
reducción conocido como asfixia, el potencial de oxidorreducción alcanza su valor
más bajo después de varios meses de embotellado. En un estado de reducción los aro-
mas de la madera se van fundiendo con los propios del vino hasta conseguir un aroma
final uniforme. Al crearse un medio reductor se produce una modificación de la inten-
sidad colorante y un suavizamiento del sabor, consiguiendo un vino más redondo y
alcanzando la madurez total.
Los factores que intervienen en la crianza en botella, pueden ser agrupados en:
Medida 63. Gestionar adecuadamente y por separado, cada uno de los sub-
productos y residuos generados en esta operación
- Cristal
- Papel y cartón
- Plástico
- Palés
- Cápsulas
Pese a que están clasificados los citados residuos como no peligrosos, tal y como
marca la legislación debe realizarse una recogida selectiva de los mismos, para poste-
riormente entregarlos a un gestor autorizado para cada residuo que además de rea-
lizar su recogida se encargue de su gestión.
En los vinos que hayan sido elaborados siguiendo unas pautas de respeto ambiental
deberán emplear un etiquetado que sea previamente autorizado por el Instituto de
Calidad Agroalimentaria de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Económico de La
Rioja u organismo competente. (Actualmente, y hasta que no haya una normativa
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regulatoria de estos sistemas de respeto ambiental el etiquetado será idéntico al que
se viene practicando hasta la fecha).
a) Etiqueta
b) Control administrativo: contraetiqueta
c) Grabado en cápsula
d) Grabado en vidrio
Tener presente que a partir del 25 de noviembre de 2005 con la entrada en vigor del nuevo
Reglamento comunitario sobre etiquetado, será obligatorio para todas las indicaciones
mostrar en las etiquetas el contenido de sulfitos en el vino. El Real Decreto 2220/2004 trans-
pone la directiva comunitaria que obliga a los países europeos a indicar, en el caso de las
bebidas alcohólicas, todos los ingredientes con potenciales efectos alérgenos, como por
ejemplo el sulfito.
Antes de la puesta en circulación de etiquetas, éstas deberán ser autorizadas por cada
Consejo Regulador u organismos de control a los efectos que se relacionan con su
Reglamento.
87
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 65. Realizar la limpieza de las botellas por soplado de forma prefe-
rente o con el mínimo volumen de agua para que sea eficaz
Una práctica hoy en día bastante extendida en las bodegas es realizar el enjuagado
de las botellas previamente al embotellado del vino al fin de retirar de las mismas,
posibles restos y suciedades que pudieran contener, impurezas que podrían originar
reacciones indeseables en los vinos causantes de pérdidas en la calidad.
Si se decide realizar un enjuagado de las botellas previo a su llenado con vino se debe-
rá destinar la mínima cantidad de agua necesaria para que esta actuación sea eficaz.
Si es posible es preferible usar otros métodos como por ejemplo el aire.
No obstante, bien sea porque las botellas no tienen la suficiente esterilidad bien por-
que es una fase que no se desea eliminar, se realizará un lavado mediante boquillas
que enjuagan directamente la botella introduciendo en su interior agua estéril a pre-
sión, seguido de un escurrido y de un secado por agua caliente. Es imprescindible que
el agua empleada en el enjuague sea bacteriológicamente correcta, para evitar que
puedan causar contaminaciones. Debe estar a su vez previamente descalificada y fil-
trada para evitar depósitos minerales que podrían perjudicar al vino.
88
Medida 66. Utilizar material de vidrio reciclado
REUTILIZAR. Supone utilizar un recurso una y otra vez para el mismo o distinto
fin. (Por ejemplo, las botellas de vidrio se pueden recoger, lavar y rellenar muchas
veces)
En esta medida se recomienda utilizar botellas de vidrio que han sido fabricadas
empleando vidrio previamente reciclado, puesto que siempre que sea posible se reco-
mienda dar prioridad al uso de materiales reciclados, bien sea vidrio, cartón, papel,
etc. Se debe tener en cuenta que la fabricación del vidrio exige un elevado coste ener-
gético y genera una importante contaminación.
Siempre que sea posible se optará por usar materiales reciclados o reciclables en susti-
tución del empleo de materiales vírgenes. La adquisición de material reciclado no solo
reduce los residuos en los vertederos y contribuye a preservar los recursos no renova-
bles, sino que también contribuye a fomentar el uso de este tipo de materiales.
89
Otro aspecto a considerar es la imagen y el concepto social que tendrá la empresa al poner
en el mercado embalajes de materiales reciclados, ya que con esta práctica se consigue
transmitir al consumidor una imagen de empresa medioambientalmente respetuosa, lo que
repercute de forma beneficiosa sobre la organización, aporta valor añadido a la empresa.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Medida 68. Usar cápsulas con contenido en plomo superior a 100 ppm
La cápsula actúa como agente protector, su fin es asegurar la limpieza del tapón,
garantizar que el taponado no sea fraudulento y permitir su fácil eliminación, así
como posibilitar la personalización del tapón. En el mercado se pueden encontrar cáp-
sulas de muchos materiales pero las más comunes son:
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14. UTILIZACIÓN DE PRODUCTOS ENOLÓGICOS
- Pinturas y esmaltes
- Artículos de limpieza
- Productos fitosanitarios
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- Bombonas de propano, butano, etc. Por su elevado potencial de provocar acc-
dentes el almacenamiento de bombonas se realizará conforme a todas las medidas de
seguridad establecidas en estos casos. Situar los recipientes al aire libre, aislados de
fuentes de calor, lejos de la zona de tránsito de vehículos y peatones, y cubiertos bajo
una caseta de acero inoxidable para evitar la manipulación de las mismas.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Medida 69. Limitar su uso a las dosis recomendadas y nunca superar las
dosis máximas establecidas por la legislación o normas aplicables, que se
recogen en el anexo II
La adicción de productos enológicos debe ser racional, de forma que se sigan unos
condicionantes técnicos. Es necesario que el enólogo de la bodega determine en base
a ensayos previos qué volumen de productos enológicos requiere el vino para su
correcta evolución, ya que no por añadir más sustancias la reacción esperada será
mejor. Al mismo tiempo, se debe tener la precaución de no emplear dosis superiores
a las recogidas en el anexo II del presente manual.
Se deben almacenar los productos de acuerdo a sus características para evitar reac-
ciones inadecuadas o deterioros de las materias primas provocados por unas condi-
ciones indebidas de almacenamiento.
Una medida muy útil consiste en controlar las existencias de la empresa para rentabi-
lizar la calidad de las materias y lograr un buen aprovechamiento del almacén. Llevar
un estricto control del stock almacenado y del estado sanitario de las materias evita-
rá pérdidas de producto por caducidad.
92
- Controlar los requisitos de temperatura, humedad y aireación, según las exigencias
del producto.
Medida 71. Tener almacenados todos los productos con su etiqueta original
Todo recipiente que contenga un producto químico peligroso debe llevar obligatoria-
mente una etiqueta perfectamente visible en su envase. El fin fundamental de una eti-
queta es identificar el producto y el responsable de su comercialización, así como el
aportar información sobre los riesgos que presenta, principalmente desde el punto de
vista de la seguridad y de las vías de entrada al organismo en caso de exposición. Los
peligros más significativos están identificados por símbolos (pictogramas) e indica-
ciones de peligro. Se describen riesgos como puede ser; la vía de entrada, si el daño
es crónico o agudo, si tiene efecto cancerígeno o mutágeno, sus efectos sobre la
reproducción, etc. Asimismo, se indican determinadas recomendaciones para su utili-
zación y actuación en caso de incidentes o de accidentes. Toda etiqueta de un pro-
ducto peligroso debe contener:
Reutilizar los envases no es una práctica aconsejable, hay que tener presente que
exclusivamente se puede realizar si el producto que ha contenido hasta su agotamien-
to era un producto no peligroso, puesto que los envases consumidos de productos
peligrosos se tienen que gestionar correctamente a través de un gestor de residuos
peligrosos autorizado por la comunidad autónoma. Si finalmente se opta por reutili-
zar el envase, se retirará la etiqueta original y se procederá a etiquetar nuevamente el
recipiente para señalar la información más significativa del producto.
93
Medida 72. Mantener los productos peligrosos separados de los no peligrosos
Se deben mantener separados los productos peligrosos de los no peligrosos para evi-
tar que haya trasferencias e interacciones negativas que puedan depreciar la calidad
de alguno o de todos los productos. Hay que tener mucho cuidado de no situar pró-
ximas sustancias que tengan la capacidad de reaccionar muy fácilmente entre sí,
como por ejemplo no almacenar un producto inflamable junto con productos que
favorecen la combustión, como son los palés de madera. A su vez, los productos peli-
grosos han de estar separados entre sí de modo que no se mezclen dando lugar a
otros compuestos que entrañen una mayor peligrosidad.
Una vez se identifican los productos peligrosos lo más conveniente es habilitar áreas
en la empresa con una clara diferenciación para disponer el almacenamiento de los
productos correctamente. Es conveniente separar las zonas de almacenaje de las
materias primas de las de producto terminado para facilitar su identificación.
94
Medida 73. Depositar y gestionar de forma adecuada los envases de los pro-
ductos enológicos en el contenedor adecuado
Una vez agotado el producto que albergaba el envase, el recipiente queda como resi-
duo, y todo residuo generado en una empresa se debe almacenar correctamente para
su posterior gestión a través de un gestor de residuos autorizado.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
En todas las operaciones de elaboración de vino se debe evitar la posibilidad de que se pro-
duzcan derrames de vendimia, mosto, productos enológicos, vino o cualquier otra sustan-
cia que sea susceptible de provocar contaminaciones del suelo. Estos derrames contribuyen
activamente al incremento de la carga contaminante de los vertidos e implican una pérdi-
da económica al desaprovecharse materias primas.
95
15. SISTEMAS DE TRAZABILIDAD
La seguridad alimentaria es una máxima requerida por toda la sociedad, por lo que se
entiende que una premisa básica sea implantar en las empresas alimentarias sistemas
que ofrezcan las máximas garantías de los alimentos a consumir. Creando sistemas de
control, registros de información y cruces de datos con el fin de registrar toda la infor-
mación posible, se conseguirá tener un control real de todos los pasos del proceso
de elaboración del alimento, desde la viña hasta la mesa.
La fase del proceso de fabricación propiamente dicho es la que plantea la mayor com-
plejidad, ya que se realizan una serie de operaciones que incorporan gran cantidad de
información necesaria para el sistema de trazabilidad y que dificultan poder seguir el
rastro del producto a lo largo de la producción. El vino es un producto complejo y difí-
cil de establecer su trazabilidad ya que el contenido de una botella tiene un origen
muy diverso en cuanto a parcelas, variedades, coupages, etc. Para cada botella de
vino que se elabora en la bodega se debe conocer entre otros datos:
96
- Las correcciones de vino realizadas
- El destino de cada botella
Para tener una completa trazabilidad del producto se debe tener un control de la tota-
lidad de las operaciones realizadas, tanto en la producción de uva como en la elabo-
ración de vino. En este sentido la mitad del trabajo desarrollado debe estar realizado,
puesto que cuando las uvas entran en la bodega tras la vendimia el viticultor debe
tener completado un registro (Cuaderno de campo) con todas las operaciones prac-
ticadas en la producción de uva; prácticas de cultivo, controles de plagas y tratamien-
tos aplicados. En el Capítulo 11 - Cuaderno de Campo, del Manual de Buenas
Prácticas de Carácter Técnico para la Producción de Vid Respetuosa con el Medio
Ambiente, se describe la necesidad de realizar estos controles junto con las medidas
obligatorias a llevar a la práctica.
El control de la trazabilidad es a día de hoy el mayor aval que puede ofrecer el sector
vitivinícola a los consumidores.
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En la Comunidad Autónoma de La Rioja, la Consejería de Salud asume las competen-
cias de la seguridad alimentaria y por lo tanto de la trazabilidad.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Una vez que la empresa inicia la implantación de sistemas de trazabilidad, debe plan-
tearse inicialmente cuál es el mejor sistema que se adapte más eficientemente a sus
necesidades. La tercera opción puede resultar la más interesante para la mayoría de
las bodegas por precio, prestaciones y facilidad de uso.
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Fases de implantación de un sistema de trazabilidad
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
El objetivo de que las partidas no sean de volúmenes elevados es que si por cualquier
motivo el producto elaborado no cumple los estándares de calidad requeridos por la
organización, si en un momento dado del ciclo de vida del vino se debe proceder a la
retirada de un lote de productos, implique el retorno del volumen más pequeño posible.
99
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Medida 78. La mezcla en cualquier fase del proceso de uvas, mosto o vino
de producción respetuosa de La Rioja con otros productos análogos que no
tengan tal calificación
Es por todos sabido que el vino es un producto muy sensible a las condiciones exter-
nas, por lo que hay que tener muchas precauciones en todas las fases de su elabora-
ción. Lograr unas condiciones higiénicas óptimas en todas las instalaciones en gene-
ral, y en particular en los depósitos y la maquinaria que entre en contacto directo con
el vino, es una máxima a cumplir por todas las empresas vinícolas. Las bodegas no
deben tener colonias de mohos, ni ser muy húmedas ni muy secas, al mismo tiempo,
es apropiado que no se den fluctuaciones de temperatura.
- Las superficies de los suelos se conservarán en buen estado y serán fáciles de lim-
piar y, cuando sea necesario, de desinfectar. Ello requerirá el uso de materiales
100
impermeables, no absorbentes, lavables y no tóxicos, a menos que la autoridad
competente permita el uso de otros materiales previa petición debidamente justi-
ficada de la empresa. Cuando proceda, los suelos tendrán un adecuado desagüe.
- Los techos, falsos techos y demás instalaciones suspendidos estarán diseñados,
construidos y acabados de forma que impidan la acumulación de suciedad y
reduzcan la condensación, la formación de moho indeseable y el desprendimien-
to de partículas.
- Las superficies, incluidas las del equipo, que estén en contacto con los alimen-
tos, se mantendrán en buen estado, serán fáciles de limpiar y, cuando sea nece-
sario, de desinfectar. Ello requerirá que estén construidas con materiales lisos,
lavables y no tóxicos, a menos que la autoridad competente permita el uso de
otros materiales previa petición debidamente justificada de la empresa.
- En caso necesario, se dispondrá de las debidas instalaciones de limpieza y desin-
fección de los instrumentos y materiales de trabajo. Dichas instalaciones estarán
construidas con un material resistente a la corrosión, serán fáciles de limpiar y ten-
drán un suministro adecuado de agua fría y caliente.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
- Se deberá controlar al menos una vez por semana el contenido de cloro del
agua de abastecimiento.
- Se deberán realizar al menos un análisis semestral físico-químico y un análi-
sis trimestral bacteriológico del agua de abastecimiento.
- Se deberán realizar análisis por partidas previas al embotellado, para garan-
tizar que no se alcanzan en ningún caso los valores límite determinados en el
anexo III.
Pese a parecer excesivas las citadas actuaciones es necesario llevarlas a cabo, en pri-
mer lugar porque es un requisito dictado por normativas y reglamentaciones, y en
segundo lugar, porque su puesta en práctica es una medida de seguridad y evitará
posibles contaminaciones y alteraciones del producto.
101
Un punto muy importante a tener presente por las bodegas, es conocer la calidad y
las características del agua empleada. El agua destinada en la limpieza y desinfección
de maquinaria, depósitos, recipientes y demás instalaciones, debe ser perfectamente
potable y microbiológicamente correcta, puesto que si no cumple estas condiciones
es susceptible de contaminar o provocar alteraciones en las instalaciones. Debe pre-
sentar como criterios mínimos los siguientes admisibles para industrias alimentarias.
Si la bodega destina un gran esfuerzo por mantener una higiene elevada en las ins-
talaciones, maquinaria, bombas, conducciones, botellas, etc., para evitar contamina-
ciones, y con posterioridad se localiza como fuente de contaminación microbiana,
materias primas o algún equipo que en el momento de su adquisición no se tuvo en
cuenta la precaución de certificar su asepticidad, será una grave imprudencia de la
empresa.
102
17. CLIMATIZACIÓN Y ENERGÍA
La energía eléctrica, pese a parecer una fuente energética limpia, es muy nociva para
el medio ambiente puesto que su producción mediante centrales térmicas, combina-
das, nucleares, etc., es uno de los focos de contaminación ambiental más significati-
vo. Por este motivo es muy importante llegar a consumir tan solo la energía eléctrica
estrictamente necesaria que requiere el proceso de elaboración de vino.
Las bodegas, en comparación con otras empresas del sector industrial, no reflejan
índices de consumos energéticos elevados, pese a esto, siempre existe la posibilidad
de disminuir el consumo de energía.
Realizar auditorias energéticas en la bodega, es una práctica muy útil para detectar
las zonas de la empresa donde se derrocha sistemáticamente energía. Estos estudios
ofrecen indicaciones claras sobre la mejor forma de optimizar su uso, y aconsejan
sobre la tarifa energética que mejor se adapta respecto al consumo de la empresa.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
103
• Instalar burletes adhesivos en puertas y ventanas supone un ahorro de energía
de un 5 - 10%.
• Instalar ventanas térmicas, dobles ventanas o de doble acristalamiento. Tienen
la ventaja de disponer de doble vidrio con aire en el interior, que actúa como ais-
lante térmico manteniendo el calor mucho más tiempo.
Aislar térmicamente el edificio requiere de una inversión elevada pero conlleva bene-
ficios tanto económicos como medioambientales al disminuir considerablemente el
consumo de energía eléctrica y combustible.
Siempre que sea posible se deben aprovechar las condiciones aislantes del suelo
para aquellas zonas de la bodega que necesiten condiciones estables. El sote-
rramiento parcial o total de una o varias fachadas del edificio e incluso de la cubier-
ta, propiciará que en esa/s zona/s en particular y en general en todo el edificio, los
cambios de temperatura sean más suaves respecto a un edifico con todas sus facha-
das vistas. Esto es debido a los efectos de amortiguación y retardo propios de este
tipo de soluciones constructivas, que hacen disminuir la necesidad de utilización de
sistemas artificiales de climatización.
Tanto el sol como la dirección del viento predominante son fuentes de energía natu-
ral y gratuita que se deben aprovechar en su totalidad.
Siempre que la dirección del viento sea favorable es posible aprovechar la fuerza del
viento para ventilar de forma natural el edificio, pudiendo extraer el aire viciado de
forma sencilla y prácticamente natural sin necesidad de que los extractores se mue-
van empleando electricidad. Esta fuerza puede ser capaz de mover las aspas de un
ventilador que actuará independientemente como ventilador o como extractor.
Para instalar correctamente los ventiladores en el edificio debe conocerse la compo-
nente dirección del viento, ya que se aprovechará su dirección predominante para que
la renovación del aire del recinto sea lo más natural posible.
Además de la componente del viento se tendrá en cuenta la fachada del edificio más
cálida (Sur) y la más fresca (Norte). Por la fachada Sur que recibe la práctica totalidad
de la irradiación solar durante todo el día, debe entrar el aire en invierno (ventilador),
por el contrario el aire debe ser extraído por la fachada más fresca (extractor). En vera-
no el orden de comportamiento de la instalación será inverso, el aire debe tomarse de
la fachada norte y extraerse por la más cálida.
Para aumentar en gran medida su eficacia, todo este sistema debe estar controlado
de forma domótica, permitiendo aprovechar las condiciones climatológicas sin nece-
104
sidad de poner en funcionamiento los extractores.
Una bodega bioclimática que desee aprovechar el calor disponible en invierno debe
tener en cuenta a la hora de su construcción orientar la fachada principal en dirección
Sur. Si la bodega se va a construir en una zona calurosa o que no interesa que se
caliente, la fachada y ventanales se orientarán dirección norte. En la parte Norte es
recomendable plantar vegetación con el doble fin de mitigar el viento frío de norte en
invierno y el crear un ambiente fresco en verano por la sombra ejercida, que ayudará
a refrescar las naves. La plantación de arbolado debe ser perenne para que pueda
cumplir la función de protección en los meses de invierno.
Medida 82. Instalar sistemas de cierre automático de puertas para evitar las
corrientes de aire en las bodegas.
El fin de estas puertas es, una vez ha sido permitido el paso del personal mediante
células de detección de presencia, proceder a su cierre inmediato para evitar que estas
condiciones microclimáticas estables se alteren por corrientes de aire, etc.
Automatizando este sistema, quedan solventados posibles descuidos de cierre por
parte del personal.
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Pese a ser una práctica obsoleta, hoy en día, un mínimo número de bodegas continú-
an refrigerando las naves con sistemas de ciclo abierto, es decir, humedecen el exte-
rior de las naves con agua para provocar un descenso de las temperaturas interiores.
Esta práctica genera una elevada malversación de agua, puesto que se pierde por
colectores o desagües sin posibilidad de su aprovechamiento.
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
A continuación se señalan varias medidas que por ser elementales a aplicar en empre-
sas de cualquier naturaleza, no están recogidas en un sistema de elaboración respe-
tuoso con el medio ambiente. No obstante, son comentadas a continuación para que
sean recordadas y llevadas a la práctica.
105
INSTALAR SISTEMAS DE ILUMINACIÓN EFICIENTE
La necesidad de iluminación en los puestos de trabajo está en función del tipo de acti-
vidad que se realice en cada uno de ellos, existiendo unas intensidades lumínicas míni-
mas que siempre deben cumplirse sin sobrepasarse de forma desmedida.
106
La utilización de relojes astronómicos o células de detección del nivel de iluminación
puede resultar interesante. Estos elementos poseen sensores que detectan el nivel de
iluminación y en función del mismo, envían una señal para activar el alumbrado. Para
realizar esta regulación, es necesario instalar células de detección del nivel luminoso
que deben estar ubicadas en el lugar adecuado y reguladas de forma correcta para
que sean efectivas. Para que este sistema funcione de forma óptima, los fluorescen-
tes deben disponer de balastos electrónicos reguladores del flujo luminoso.
Se trata de sustituir tubos fluorescentes antiguos (38 mm de diámetro) por otros más
modernos (26 mm). Estos últimos tienen un menor consumo energético para la
misma intensidad luminosa que los antiguos, dado que tienen una mayor eficiencia
energética. La reducción del tamaño del tubo, está acompañada de una reducción del
espacio interno donde se produce la descarga eléctrica. Se consigue por lo tanto,
aumentar el flujo luminoso y reducir el consumo eléctrico mejorando la eficacia lumi-
nosa. Estas lámparas consiguen una mayor eficiencia energética pudiendo alcanzar
un ahorro de energía de un 20 %, asimismo ofrecen una duración superior a un 30
% comparado con los antiguos.
107
• Asegurar la limpieza de ventanas, lucernarios y placas traslúcidas para permitir
el paso máximo de luz.
• Limpiar periódicamente las lámparas. El polvo bloquea el paso de luz.
• Promover la disposición de espacios y volúmenes de forma que permita el máxi-
mo empleo de luz natural.
• Situar los puestos de trabajo cerca de ventanas o luceras.
• La pintura de las paredes del área de oficinas debe ser de colores claros.
• Eliminar el uso de persianas para un mejor aprovechamiento de la luz natural y
colocar cortinas de mayor transparencia.
Se debe fijar una temperatura adecuada para cada estancia de la bodega de forma
que se mantenga constante en el tiempo ya que las válvulas, una vez que se alcanza
la temperatura fijada, cierran el paso del agua caliente a los radiadores, permitiendo
así regular la temperatura en función del uso de cada estancia. Es importante cono-
cer que una variación de 1 ºC supondrá un aumento del consumo de energía en torno
al 6%. Es recomendable realizar una programación de la calefacción en función de
los horarios de actividad del edificio.
Se debe evitar emplear calentadores eléctricos aunque sea de forma ocasional ya que
la eficiencia de estos sistemas es muy baja comparada con otros métodos de calefac-
ción. Estos calentadores consumen gran cantidad de energía eléctrica lo que implica
impactos ambientales asociados a su generación.
108
condiciones ideales para aprovechar la energía solar libre de costes. El agua del acu-
mulador puede llegar a alcanzar entre 50 y 90ºC.
18. MAQUINARIA
En el siguiente cuadro se recoge la maquinaria que puede formar parte del proceso
de elaboración de vino. No obstante, la vinificación no es un proceso productivo uni-
versal, la forma de elaborar vinos blancos, tintos, crianzas, reservas, de maceración
carbónica o espumosos, requerirá de maquinaria específica para cada caso. Sin
embargo, hay prácticas comunes que se deben aplicar a toda la maquinaria emplea-
da en bodega sea cual sea su proceso productivo, como son:
109
110
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Seguir las consideraciones del fabricante es un método efectivo para conocer los pun-
tos de revisión y las operaciones a acometer.
Los derrames y fugas que se pueden producir durante los trasiegos, descubes o en el
embotellado entre otras operaciones, en muchas ocasiones tienen como causa direc-
ta el mantenimiento inadecuado de la maquinaria, bombas, etc. Por lo tanto es muy
111
importante realizar un mantenimiento periódico y efectivo de toda la maquinaria de
la bodega.
Mientras no se reparen las zonas de la instalación donde sean frecuentes o continuos
los derrames o fugas, se debe colocar de forma temporal dispositivos como bandejas
de retención o cubetas, con la capacidad suficiente para que puedan recoger las pér-
didas de vino, evitando de esta manera contaminaciones de suelo.
Una forma efectiva de que los controles se realicen de forma periódica y puntual, es
que la dirección de la empresa nombre a un responsable encargado de realizar el
mantenimiento. Este trabajador deberá llevar el control de las operaciones de mante-
nimiento realizadas en la empresa, además para completar esta tarea deberá cumpli-
mentar una serie de fichas donde queden reflejadas y registradas la totalidad de estas
operaciones.
El momento de embotellado del producto se puede afirmar que es fase del proceso
de elaboración más sensible, puesto que cualquier fallo cometido durante su realiza-
ción será completamente irreversible, pudiendo llegar a deteriorar vinos que hasta ese
momento gozaban de una calidad excelente.
A continuación se exponen ejemplos de fichas que pueden ser útiles a la hora de lle-
var a cabo la revisión de la maquinaria e instalaciones de la empresa. Cada bodega
adaptará estos registros a sus propias necesidades.
112
Mantenimiento interno de maquinaria
Ejemplo de ficha muy sencilla que se puede emplear para tener registradas todas las
máquinas y equipos que requieren someterse a un mantenimiento interno, junto con
las fechas en las que se deben efectuar las revisiones y las observaciones detectadas.
El responsable de mantenimiento deberá completar esta ficha al comienzo de la cam-
paña de vinificación para tener presente durante todo el año los equipos que se
deben revisar y el momento en el que se deben efectuar estas operaciones.
Operación de mantenimiento
Cada máquina o equipo que necesite revisiones periódicas debe tener cumplimenta-
do un registro de similares características al expuesto a continuación. En el cuadro
superior de esta ficha deben aparecer las operaciones de revisión que requiere una
determinada máquina junto con la/s fecha/s de realización. En el cuadro inferior se
registrará la operación finalmente realizada y la/s fecha/s de actuación final.
113
Ficha de revision de maquina / equipo
114
Medida 86. Gestionar de forma adecuada la totalidad de los residuos gene-
rados en los procesos de mantenimiento
Todos los residuos generados durante cualquier etapa del proceso de elaboración del
vino se deben gestionar correctamente por el potencial mayor o menor que tienen
para contaminar el entorno, y por lo tanto, con más motivo se deberá proceder a la
correcta gestión de los residuos de mantenimiento.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
115
En la selección de depósitos y prensas se tendrá que seleccionar el tipo de material:
En la elección de los materiales del pavimento se tiene que conjugar facilidad de lim-
pieza y peligrosidad de deslizamiento. Hay materiales que por tener una superficie
extremadamente lisa pueden ser deslizantes, haciéndolos peligrosos para los trabaja-
dores cuando se encuentren húmedos. Por lo tanto se deberán seleccionar suelos de
fácil limpieza y antideslizantes.
116
Para que una superficie facilite la limpieza debe, o ser plana o no presentar irregula-
ridades que dificulten las operaciones de higiene. Se tienen que evitar los rincones o
ángulos muertos. Las juntas, empalmes o soldaduras no deben formar un plano dis-
continuo con las superficies lindantes.
Techos: Los techos de la sala de embotellado merecen atención especial, deben ser
bajos y compatibles con un buen mantenimiento y limpieza.
Almacén de materias primas: Debe tener las características adecuadas para evitar
que las materias primas se deterioren. Se protegerán del polvo, humedad, calor o frío.
Hay que prestar un especial cuidado a los tapones de corcho y a los productos eno-
lógicos para evitar que una estancia prolongada derive en una pérdida de calidad.
Para facilitar este fin, se debe consolidar la limpieza diaria de la maquinaria e instala-
ciones como un hábito de trabajo más a realizar en la empresa, de forma que no se
tome conciencia del mantenimiento de higiene como un trabajo suplementario. Para
convertir en un hábito el orden y la limpieza será necesario:
117
• Realizar un nombramiento de un responsable encargado de controlar que las tare-
as de orden y limpieza se lleven a cabo diariamente y de forma correcta. El responsa-
ble deberá verificar como mínimo semanalmente que todo el personal realice de
forma óptima la limpieza asignada.
• Integrar estas tareas de orden y limpieza al resto de labores diarias de trabajo, de
modo que no sean consideradas como acciones adicionales sino como “tareas ordi-
narias” integradas en el desarrollo de trabajo normal. La información e información
es fundamental para concienciar y sensibilizar a los trabajadores en estas operaciones.
Es mucho más eficaz y efectivo que se realice la limpieza de la maquinaria una vez ha
finalizado su utilización, ya que se facilita en gran medida esta operación si se realiza
antes de que se sequen las impurezas. Es más aconsejable por lo tanto no esperar a
realizar la limpieza como última actuación de la jornada laboral.
118
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Uno de los factores esenciales para obtener una óptima calidad de producto es man-
tener en todas las fases de elaboración de vino unas condiciones higiénicas estrictas
y rigurosas. Como consecuencia lógica se prohíbe utilizar la maquinaria e instalacio-
nes de la bodega en procesos de transformación, almacenamiento o realización de
cualquier operación con productos que no sean estrictamente enológicos ya que
puede transferir contaminaciones que alteren la calidad del vino final.
19. LIMPIEZA
La higiene en enología tiene por objeto evitar que se genere tanto en los mostos
como en los vinos:
119
El mantenimiento de higiene en la bodega supone la necesidad de disponer de un
plan sistemático de limpieza y desinfección específico para la empresa, plan que debe
considerar todos los puntos críticos del proceso productivo. Un punto imprescindible
es asegurarse de que la calidad bacteriológica del agua utilizada para el lavado de
maquinaria, de depósitos de vinificación y especialmente de botellas y filtros sea la
correcta, prestando especial atención a que no genere problema alguno de contami-
nación ni trasferencia de sustancias extrañas. Realizar una toma de muestras y anali-
zar los resultados será necesario para descartas posibles contaminaciones.
LIMPIEZA DE INSTALACIONES
Las instalaciones deben permitir una limpieza y desinfección adecuadas y evitar la acu-
mulación de suciedad y la formación de condensados de moho en las superficies,
posibilitando al mismo tiempo las prácticas correctas de higiene de las instalaciones y
evitando las fuentes externas de contaminación tales como los insectos y demás ani-
males indeseables como roedores, pájaros, etc.La higiene exige una limpieza eficaz y
regular de los establecimientos, equipos, maquinaria y vehículos para eliminar resi-
duos de los productos y suciedades que contengan microorganismos que constituyan
una fuente de contaminación.
• Suciedad microbiana:
• Microorganismos: se depositan en los envases y se fijan en las paredes, siendo
responsables de la inestabilidad de los vinos mal conservados o de los defectos
gustativos. Los causantes de alteraciones en enología son poco numerosos puesto
que el vino por su pH bajo y su contenido en etanol, constituye un medio desfa-
vorable para la mayoría de microorganismos. Debido a estas condiciones el vino
tiene un poder bactericida eficaz y los gérmenes patógenos no pueden desarrollase.
120
En enología los principales contaminantes son, mohos, levaduras, bacterias acéti-
cas y lácticas.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
121
- El método de limpieza
- La secuencia de la limpieza para evitar recontaminaciones
- Frecuencia
- Personal responsable
Todos los locales y almacenes deberán estar perfectamente limpios y ordenados. A tal
fin, cada empresa establecerá las instrucciones de trabajo necesarias en su caso y
efectuará el correspondiente seguimiento
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Para realizar la limpieza de los depósitos de una forma racional y ambientalmente res-
petuosa, una vez vaciados en su totalidad se procederá a realizar los pasos siguientes:
• Tras el vaciado, y siempre que sea posible, limpiar en seco los equipos, depó-
sitos, etc. para eliminar y gestionar los residuos (uvas, raspones, heces, orujos).
Realizar la primera limpieza en seco para eliminar la mayor fracción posible de impu-
rezas sin el empleo de agua. Cepillos, rascadores, paños u otros utensilios no abrasi-
vos facilitarán esta tarea. Las superficies de los materiales se pueden deteriorar por
golpes o rayar por el empleo de cepillos metálicos, si esto llegara a suceder aumenta-
ría la rugosidad de la superficie o bien provocaría la desaparición del material de
revestimiento poniendo en contacto con el vino materiales como por ejemplo el
cemento. Mientras que los sólidos retirados se depositarán en contenedores a la
espera de su correcta gestión, los residuos orgánicos almacenados tras la limpieza de
los depósitos se conducirán a una alcoholera para ser sometidos a un proceso de des-
tilación y consiguiente extracción del alcohol.
A la hora de lavar los depósitos, los sistemas de limpieza a presión son más efectivos
y consiguen retirar la suciedad más rápidamente y con menor empleo de agua. Si a
122
esto se le suma el empleo de agua caliente se potencia la facilidad de limpieza. La
temperatura del agua es un factor a tener muy presente en toda operación de limpie-
za. Si es demasiado baja disminuye la eficacia de la actuación, mientras que si es dema-
siado elevada aumenta los efectos de corrosión y los riesgos a correr por los operarios.
Asimismo, se debe ajustar tanto el caudal como la presión del agua empleada. Con el
tiempo de contacto aumenta la eficacia de la limpieza, pero también se incrementa
el riesgo de corrosión de las superficies y el volumen de agua consumida.
Por lo tanto es importante jugar con la temperatura, la presión del agua y el tiempo
de lavado para conseguir una limpieza óptima destinando en su logro el menor con-
sumo posible de agua y energía.
• Realizar una primera limpieza del depósito con poca agua, con el fin de
recogerla y gestionarla como subproducto si es posible.
Tras la etapa anterior se empleará un pequeño volumen de agua para retirar parte de
la suciedad. El fin es recoger en un depósito el agua de limpieza para poder gestionar-
la como subproducto en una alcoholera. Para que este volumen pueda ser aceptado
para su valorización debe contener un contenido en alcohol suficiente, por lo tanto si
se emplea demasiada agua en la limpieza inicial el vino residual se disolverá en exce-
so, no siendo interesante para la alcoholera su destilación.
• Realizar una segunda limpieza del depósito con mayor cantidad de agua
para alcanzar la limpieza necesaria para su uso posterior
En esta última fase se finalizará la limpieza destinando el volumen de agua que sea
necesario para que el depósito adquiera unas condiciones de higiene correctas. Se
controlará el volumen de agua consumido en la limpieza evitando su gasto profuso,
no por consumir más agua la limpieza será superior.
Toda la instalación debe higienizarse correctamente, de forma que si hay piezas que
no puedan ser limpiadas satisfactoriamente se deben desmontar para lavarlas e impe-
dir de esta forma que se acumule suciedad en ranuras y oquedades. Al finalizar el pro-
ceso se verificará la ausencia de residuos e impurezas.
123
depósito se puede emplear esta solución en depósitos consecutivos mientras tenga
poder de limpieza ya que se puede reutilizar esta disolución hasta que se agote. Esta
mezcla de limpieza se irá cargando de suciedad gradualmente a medida que vaya
pasando de un depósito a otro hasta llegar a un punto que el poder de limpieza se
agote por la saturación de impurezas.
En primer lugar se debe eliminar la suciedad gruesa con una limpieza en seco, reti-
rando la mayor fracción de impurezas y eliminando las incrustaciones mediante un
cepillado, aspiración o rascado. Posteriormente, puesto que una premisa básica es
racionalizar el uso de agua, siempre que sea posible se empleará una esponja o paño
húmedo. No obstante, en depósitos o instalaciones de tamaño considerable es más
racional valerse de sistemas a presión que optimicen el uso del agua. Estos elementos
pueden ser boquillas o sistemas de presión en las mangueras y boquillas con capaci-
dad de cierre del flujo de la manguera de forma inmediata. Por último se realizará la
limpieza o lavado con detergentes o agentes químicos en los casos que sea estricta-
mente necesario. Se debe utilizar la dosis recomendada por el fabricante en la limpie-
za, ya que una mayor cantidad de producto no asegura mejores resultados de limpie-
za e implica un mayor gasto de productos y un aumento de la carga de los vertidos.
Con esta buena práctica se pretende minimizar el uso de agua para la limpieza de
zonas comunes que en muchos casos se emplea indiscriminadamente. La estrategia a
seguir contempla la realización de un barrido mecánico sin necesidad de la utilización
de agua. En los casos que sea necesario el empleo de agua se deberá realizar la lim-
pieza mediante sistemas a presión puesto que optimizan su uso.
Realizar siempre en primer lugar un barrido en seco de la zona para eliminar toda la
suciedad que sea posible de forma mecánica. Únicamente se debe emplear agua
cuando sea estrictamente necesario para alcanzar las condiciones de higiene requeri-
das, y en estos casos deberán emplearse métodos para optimizar su uso. Estos ele-
124
mentos pueden ser boquillas que impulsen el agua a presión en las mangueras ade-
más de boquillas que cierren su flujo de forma inmediata, puesto que son de gran uti-
lidad para evitar que se produzcan pérdidas de agua durante el tiempo que transcu-
rre mientras que el trabajador se desplaza hasta el cierre de la manguera en la toma
de agua. Se pueden alcanzar resultados de disminuciones del consumo de agua hasta
de un 40 - 60 % en comparación de limpiezas efectuadas con manguera sin cierre en
boquilla.
• Se debe dar preferencia a los productos de limpieza que sean más ecológicos o res-
petuosos con el medio ambiente.
• Para su utilización racional y eficaz los productos de limpieza y desinfección deberían ser:
125
Finalizada la limpieza con productos químicos se debe asegurar la ausencia de residuos
después del aclarado, para lo que se empleará entre otras opciones papel pH para pro-
ductos muy alcalinos o muy ácidos, o reactivo de cloro o amonio cuaternarios.
Las soluciones sulfurosas diluidas (alrededor de 1%) dan buenos resultados para la
limpieza de las tuberías, bombas, pequeños recipientes diversos de uso frecuente. Se
debe realizar un aclarado final con agua limpia. Estas soluciones, sin poder detergen-
te, son muy desinfectantes y presentan un coste muy bajo.
Se deben vigilar los productos químicos que se emplean en la limpieza de las instala-
ciones, y puesto que se desea seguir un modelo de producción respetuosa buscar
aquellos que sean más amigables con el medio ambiente.
126
Existen diversas consideraciones a tener en cuenta a la hora de adquirir productos de
limpieza que sean respetuosos con el medio ambiente, entre las que destacan:
PRÁCTICAS PROHIBIDAS
Todo producto empleado en cualquiera de las fases del proceso de elaboración debe
estar autorizado por la administración competente. Es recomendable tener un siste-
ma que periódicamente permita actualizar los listados de productos autorizados pues-
to que son bastante cambiantes.
127
20. SANEAMIENTO Y DEPURACIÓN
Las obligaciones legales a las que están sometidas las empresas respecto al vertido se
detallan a continuación.
Las empresas deben cumplir las normativas y reglamentaciones existentes en sus res-
pectivas comunidades autónomas en materia de aguas.
128
En la Comunidad Autónoma de La Rioja, quedan prohibidos los vertidos a las redes
de alcantarillado, sistemas colectores o instalaciones de saneamiento que contengan
los compuestos y sustancias recogidos en el Anexo I de la Ley 5/2000 de saneamien-
to y depuración de aguas residuales de La Rioja. (BOR nº 135, de 31 de octubre de
2000)
Los titulares de las instalaciones deberán solicitar del Ayuntamiento titular o, en su caso,
del Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja, la autorización correspondiente cuan-
do el vertido no sea asimilable cualitativa o cuantitativamente al usuario doméstico.
Estos organismos autorizarán el vertido cuando se ajuste a los valores límites de emi-
sión fijados por el Anexo 2 de la Ley 5/2000, o los fijados en las correspondientes
ordenanzas municipales si estas existieran.
Las bodegas no pueden verter sus aguas directamente al colector ya que al estar car-
gadas con materia orgánica no cumplen los límites marcados. Los límites recogidos
por el Reglamento de Dominio Público Hidráulico cuando se vierten las aguas a cauce
son incluso más estrictos. Por lo tanto, las bodegas deben depurar sus aguas hasta
que alcancen las características permitidas por la legislación.
129
Durante el embotellado se consume un gran volumen de agua pero los vertidos son
de baja intensidad, si no sufren variación en sus características se pueden derivar a
la red de aguas pluviales.
- Discontinuidad a lo largo de la jornada. La mayoría de los procesos efectuados
en las bodegas son de carácter discontinuo, esta irregularidad diaria da problemas a
la hora de seleccionar e implantar un tratamiento de depuración.
- Variabilidad según la bodega. Las características y volumen de vertidos dependen
del tipo de vinificación, los materiales de los depósitos, los equipos empleados y el
mayor o menor aprovechamiento de los subproductos.
- Fuerte contenido en materia orgánica. Estos vertidos presentan un alto conteni-
do de materia orgánica, con una concentración de DQO que va de 4.000 a 10.000
mg/l en periodo de vendimia. La ventaja que presenta es que estos efluentes tienen
una biodegradabilidad muy buena. Relación DBO5/DQO 0.4 – 0.5
- Importancia de la materia en suspensión. Es elevado el volumen de sólidos en
suspensión que presentan las aguas, (pepitas, hollejos, tierra, levaduras, productos de
naturaleza celulósica, etc.).
- Carácter ácido. Los vertidos vinícolas tienen un pH moderadamente ácido (4 – 6).
- Presencia de polifenoles. La presencia de estos compuestos muy poco degrada-
bles es común, los vinos tintos presentan una carga superior a los blancos.
- Déficit de nutrientes (de nitrógeno y fósforo).
130
- DBO5: La demanda bioquímica de oxígeno representa la cantidad de materia orgá-
nica que tenemos en el agua, es la cantidad de oxígeno necesaria para estabilizar bio-
lógicamente la materia orgánica contenida en una muestra de agua incubada duran-
te 5 días a 20º C. Mientras que el agua residual doméstica con contaminación media
fuerte puede presenta 350 mg/l, en bodega estos valores se encuentran en un inter-
valo muy amplio, desde 1.500 hasta 6.000 mg/l, no obstante dependerá de la opera-
ción de limpieza empleada.
• DQO: medida que representa la cantidad de materia orgánica que hay en el agua
residual, se estima el oxígeno necesario para oxidar químicamente la materia orgáni-
ca contenida en el agua. Por medios químicos la oxidación de la materia orgánica es
más completa que por medios biológicos, por lo que los valores de DQO siempre van
a ser superiores a los de DBO5. Mientras que el agua residual urbana presenta valo-
res de DQO de 500 – 700mg/l, en las bodegas ascienden a 2.000 – 8.000 mg/l
• Sólidos en Suspensión. En los vertidos domésticos los valores se encuentran en un
rango de 150 - 300 mg/l. En las bodegas alcanzan 1000 – 2.500 mg/l
• Conductividad: Señala la cantidad de sales disueltas en la muestra. En las aguas
domésticas es de 1000 – 2000 mS/cm y en bodega se superan los 2000 mS/cm.
• pH: Es ácido, 4 – 5.
PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
Hay pavimentos en los que es factible que se generen infiltraciones de agua en profundi-
dad en el terreno, lo que provoca contaminaciones de capas inferiores. En los casos más
graves estas filtraciones pueden llegar a contaminar acuíferos subterráneos.
Para prevenir estos daños se deben realizar controles periódicos para detectar puntos
donde se puedan producir infiltraciones y en todo caso, si son localizadas se procede-
rá a su corrección inmediata poniendo los sistemas necesarios para lograrlo. Una
impermeabilización del pavimento de las naves con resina epoxi evita estas filtracio-
nes hacia capas inferiores.
Los vertidos de las bodegas no contienen generalmente sustancias tóxicas pero pre-
sentan una importante concentración de materia orgánica. Este residuo, pese a no
131
tener naturaleza peligrosa provoca un impacto ambiental significativo, ya que al disol-
verse en el agua genera una disminución del oxígeno en el cauce pues se consume
en el proceso de degradación de la materia orgánica. Una consecuencia directa de la
falta de oxígeno es la elevada mortandad de organismos acuáticos, así mismo, al
aumentar los nutrientes en el agua, se incrementa a veces de forma incontrolada, el
desarrollo de algas u otros organismos vegetales. El masivo crecimiento de plantas va
a provocar directamente la reducción de la iluminación solar en el cauce, por lo que
disminuirá la fotosíntesis de las plantas acuáticas productoras de oxígeno.
Antes de proceder a instalar una depuradora hay que hacer un estudio de las aguas
(volumen y características) que la bodega genera, para conocer el sistema de depura-
ción que mejor se adapte a sus necesidades. La homogeneización previa de las aguas
residuales es inevitable para alcanzar un proceso de depuración estable y un dimen-
sionado óptimo de la instalación.
132
2. ANÁLISIS DE LAS AGUAS RESIDUALES
Una vez conocido el volumen de agua que la bodega debe enviar a la depuradora se
realizará un estudio de las características de las aguas. Conociendo los contaminantes
de los vertidos y el volumen total de las aguas, se podrá diseñar e implantar un sistema
de depuración acorde a las necesidades de la misma. La mejor forma de tratar el agua
residual depende de una serie de factores, como por ejemplo:
• Caudal
• Composición
• Concentraciones
• Calidad requerida del efluente
• pH
• Sólidos en suspensión
• Sólidos sedimentables
• Demanda química de oxígeno: DQO (mg/l)
• Demanda biológica de oxígeno: DBO5 (mg/l)
• Temperatura
• Turbidez
• Conductividad eléctrica
• Nitrógeno total (mg/litro)
• Fósforo (mg/litro)
• Materias oxidadas
• Sustancias inhibidoras
• Equivalente por habitante
Para tratar las aguas residuales hay disponibles varias opciones para que cada bode-
ga, sea de pequeño o gran tamaño, pueda acogerse a la iniciativa que más se ajuste
a sus necesidades.
133
• Instalación de una depuradora individual en la finca de la bodega. Se adap-
tará a las necesidades de la empresa dependiendo del volumen de agua a tratar y de
la carga contaminante. En el diseño siempre se debe tener en cuenta una posible
ampliación de la producción de la bodega en un futuro.
- A través de tuberías: Si las bodegas vecinas están situadas muy cercanas unas de
otras y de la depuradora.
- Mediante cisternas: Si las distancias son grandes ya que hace inviable su conduc-
ción por tuberías.
Una vez se ha realizado la depuración de las aguas residuales se deben tomar mues-
tras antes de proceder a su vertido a cauce o colector para verificar que cumple los
valores impuestos por la legislación vigente.
TRATAMIENTOS DE EFLUENTES
134
Los tratamientos empleados en depuración se clasifican en:
- Tratamientos físicos
- Tratamientos químicos
- Tratamientos biológicos
Los tratamientos físico-químicos o primarios preparan las aguas residuales para su tra-
tamiento biológico posterior, eliminan ciertos contaminantes y reducen las variaciones
del caudal y concentración de las aguas que llegan a la planta.
Tratamientos físicos:
Tratamientos químicos:
135
posterior depuración.
TRATAMIENTOS BIOLÓGICOS
Los tratamientos secundarios más habituales son los sistemas biológicos en los que las
bacterias y otros microorganismos (protozoos, algas, rotíferos, nematodos, etc.) des-
truyen y metabolizan las materias orgánicas solubles y coloidales, llevan a cabo la
digestión de la materia orgánica eliminando este tipo de residuos.
Son los más adecuados a emplear en depuración de aguas cargadas con materia
orgánica. El tratamiento de vertidos puede realizarse de forma aeróbica y anaeróbica,
siendo los primeros los más aconsejables por su efectividad y rapidez en el proceso de
depuración. En un tratamiento biológico, las bacterias y otros microorganismos des-
truyen y metabolizan la materia orgánica soluble y coloidal, reduciendo la DBO y la
DQO a valores inferiores a 100 mg/l.
Tratamientos biológicos aeróbicos: Son aquellos en los que la biomasa está cons-
tituida por microorganismos aerobios consumidores de oxígeno. El carbono de la
materia orgánica disuelta en el agua se convierte parcialmente en CO2 y en parte es
anabolizada para sintetizar materia celular. Un dato destacable es que en este proce-
so se genera energía.
Existen distintos tipos de tratamientos aerobios cuya elección dependerá del volumen,
concentración, características y variabilidad del vertido.
• Sistema de rociado agrícola “Filtro verde”: Distribución de los vertidos sobre una
superficie de terreno donde se producirán una serie de fenómenos conducentes a la
depuración de los efluentes de las bodegas. Se basa en un proceso de depuración bio-
lógico en el que los vegetales y los microorganismos del suelo van depurando las
aguas residuales al utilizar directamente para su crecimiento y desarrollo parte de las
sustancias que contienen los vertidos. Mientras que para los organismos vegetales
estas sustancias son nutrientes para los ríos o acuíferos serían una fuente de conta-
136
minación. Este sistema es simple y eficaz pero puede provocar contaminaciones en el
terreno, por lo que es necesario hacer un estudio hidrogeológico previo y llevar un
seguimiento durante todo el proceso de depuración. Este sistema se encuentra
actualmente en fase de experimentación.
Para aguas residuales con alta carga orgánica (2.000 - 30.000 mg DBO /l) la digestión
anaerobia puede representar la solución más conveniente. La metanización o fermen-
tación anaerobia es un proceso biológico que en condiciones de ausencia de oxígeno
permite la transformación de la materia orgánica en una serie de productos gaseosos:
CH4, CO2, H2, SH2 (Biogás).
137
Medida 101. Alcanzar el grado de depuración suficiente para no superar los
parámetros límite de vertido que sean aplicables según el medio donde este
se produzca
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 102. Disponer de rejillas que retengan los residuos sólidos gruesos
Para realizar este pretratamiento una medida muy efectiva consiste en colocar rejillas
en los sumideros para impedir que lías, heces, raspones y demás elementos sólidos
de un determinado diámetro, pasen a la red de saneamiento. El objetivo es proteger
las instalaciones posteriores que podrían quedar dañadas u obstruidas por estos resi-
duos.
Estos tamices se deben limpiar periódicamente mediante rastrillos que pueden ser
manejados manualmente. Todos los residuos acumulados en las rejillas, al ser prefe-
rentemente orgánicos (restos de orujos, raspones, lías que se hayan podido derramar)
se podrán almacenar en los depósitos correspondientes para su posterior traslado a
la alcoholera si es que son de naturaleza apropiada, en caso contrario se gestionarán
correctamente a través de un gestor autorizado.
138
El inconveniente de colocar rejas sobre los sumideros, es que favorecen el desprendi-
miento de malos olores al obturarse la red por la acumulación de residuos sólidos.
Para evitar la generación de olores se debe realizar una limpieza periódica adecuada
de las rejillas y sumideros.
Medida 103. Tener instalada una red separativa de aguas: sucias (de proceso
y fecales) y pluviales
Antiguamente lo más habitual era que las bodegas contaran con una única red de
saneamiento con capacidad de recoger todas las aguas de la empresa. Realizar esta
práctica suponía derivar a la depuradora, si es que se contaba con ella, un elevado e
innecesario volumen de agua.
La instalación constará de una red que recoja las aguas pluviales y las aguas limpias
generadas en la bodega de procesos tales como el enjuague de botellas, aguas de
refrigeración, etc. Una red formada por colectores y arquetas conducirá esta agua al
cauce público siempre que se asegure que no se hayan modificado sus características
químicas iniciales.
139
RED DE AGUAS FECALES E INDUSTRIALES
Cuando sea posible se separarán las aguas residuales de uso industrial de las sani-
tarias ya que estas últimas son asimilables a vertido doméstico y se pueden deri-
var al colector municipal sin necesidad de su tratamiento.
PRÁCTICAS RECOMENDADAS
Medida 104. Utilizar la dilución como sistema para alcanzar los parámetros
límite de vertido
Hay empresas que para alcanzar los límites de vertido permitidos por la administra-
ción, destinan un volumen ingente de agua en diluir los residuos líquidos generados.
La concentración de la contaminación en un volumen de agua residual diminuirá a
medida que se cargue el vertido con agua limpia.
Esta práctica está absolutamente prohibido llevar a la práctica, puesto que además de
ir en contra de la legislación vigente, se derrocha de forma absolutamente incoheren-
te un recurso tan escaso como es el agua, y al mismo tiempo no soluciona la conta-
minación del vertido, este sistema no se puede considerar en ningún caso un trata-
miento de depuración.
140
Hasta el presente momento del manual se han desarrollado las Buenas Prácticas de
Carácter Técnico de elaboración de vino respetuoso con el medio ambiente. A conti-
nuación se incluye tres capítulos adicionales en los que se detallan prácticas comple-
mentarias a llevar a cabo en la elaboración de productos, que por no ser específicos
de la industria vinícola no se han contemplado en un sistema de elaboración respe-
tuoso de vino, pero que por la trascendental importancia de practicar estas medidas
se ha creído conveniente recogerlas en el presente manual.
• Agua
• Gestión de residuos
• Formación-Información
21. AGUA
El 71% de la superficie del planeta está cubierto por agua. No obstante, se estima
que tras descontar el agua salada y el agua dulce retenida en forma de hielo y a
mucha profundidad, solamente el 0,003 % del total está disponible para ser consu-
mida por el hombre. Es un bien muy escaso que debemos conservar.
Pese a tener la certeza de que el agua es un bien limitado, este recurso natural dismi-
nuye cada día por un consumo excesivo, por la contaminación de los sistemas acuá-
ticos y por el cambio climático que está derivando en una disminución en el régimen
de precipitaciones. En nuestro país se consumen 300 litros de agua por persona/día,
se debe tener en cuenta que cuando se superan los 150 litros por habitante y día se
puede considerar derroche.
Las bodegas tanto a nivel nacional como en La Rioja, en comparación con los demás
países europeos, consumen un volumen de agua muy superior al necesario. De este
modo, mientras que en países de tradición vitivinícola como Italia o Francia consumen
1lt agua /lt vino elaborado, en España se puede llegar a consumir de 3 a 6 lts agua/
lts vino elaborado. El consumo de agua en una bodega tiene un carácter estacional
141
muy marcado ya que aproximadamente el 60% del consumo anual tiene lugar duran-
te los tres meses que siguen a la vendimia.
Se debe tener presente que en La Rioja se paga dos veces por el agua. Por un lado se
debe abonar el agua consumida por la bodega, y por otro se paga el Canon de
Saneamiento destinado por la Comunidad Autónoma a la depuración de las aguas.
Por lo tanto, si se consume menos agua además de conseguir un beneficio ambien-
tal la bodega ahorrará en el pago del recibo.
Con estos sistemas se emplea un menor volumen de agua sin que la sensación de
confort que experimenta el usuario se vea depreciada. Los mecanismos que pueden
encontrarse en el mercado son principalmente:
142
• Aireadores o perlizadores en lavabos: Reducen el consumo de agua al mez-
clar con aire el caudal de salida proporcionando el mismo confort al usuario con
una cantidad de agua inferior. Se consigue un notable ahorro del coste de sumi-
nistro y saneamiento de agua empleada.
• Reductor del caudal de salida en las duchas (máximo 10 litros por minuto).
Estos elementos disminuyen el paso de agua y aumentan la presión, por lo que
logran un ahorro del coste de suministro, del saneamiento del agua empleada y
de la energía destinada en el calentamiento de la misma. Producen un caudal de
agua abundante sin disminuir el confort, ahorrando hasta un 50% de agua y
energía.
La normativa UNE fija en nueve litros la capacidad máxima de los inodoros, pero el
criterio ahorrador sitúa esta cantidad en los seis litros. Existen diversos tipos de cister-
nas que cuentan con sistemas de retención de vaciado:
Gran parte del consumo de agua generado en las bodegas se localiza en la zona ajar-
dinada. Implantado un sistema de riego eficiente se pueden verificar reducciones muy
significativas del consumo. El objetivo es sustituir el riego tradicional de las zonas ver-
des ornamentales por sistemas de riego de alta eficiencia. Estos sistemas pueden
alcanzar un ahorro del 50 – 60% del coste de suministro de agua respecto de siste-
mas utilizados frecuentemente, como el riego con manguera o por inundación, que
resultan absolutamente ineficientes.
• Riego por Goteo: El goteo es un sistema de riego de baja presión, que se basa en
transportar gotas de agua directamente a las raíces de las plantas. Es aplicable a cual-
143
quier tipo de planta excepto a césped. Es uno de los métodos más eficientes de irri-
gación ya que prácticamente no hay pérdidas por evaporación, se ahorra gran canti-
dad de agua puesto que solo se riega las raíces de las plantas. Los componentes bási-
cos de un sistema de riego por goteo son: un regulador de presión, un filtro, una
tubería de riego por goteo, varios conectores y emisores o goteros.
• Tubos Porosos: Sistema ecológico útil para el riego de césped. La instalación se rea-
liza con tubos de caucho subterráneos conectados a una bomba o red de agua,
donde sus microporos permiten que el agua salga por exudación, el vapor que se
genera, permite mantener siempre húmedo el césped y plantas.
144
Control de posibles fugas de agua
Las fugas que mayores pérdidas de agua producen son las más difíciles de detectar, ya
que se localizan en tuberías ocultas a la vista. Controlando que la instalación hidráuli-
ca no tenga fugas se puede conseguir un notable ahorro en el consumo de agua.
Tomando lecturas periódicas del contador de agua y anotándolas en un sencillo regis-
tro, es posible detectar si hay fugas en la instalación. Es importante nombrar a un res-
ponsable encargado de realizar los controles periódicamente.
Modo de actuación:
145
22. GESTIÓN DE RESIDUOS
Residuo es todo material que queda como inservible después de haber realizado un
trabajo u operación. Es cualquier sustancia u objeto de la cual su poseedor se des-
prenda o de la que tenga la intención u obligación de desprenderse.
En una bodega se hace una distinción clara entre residuo y subproducto, ya que un
subproducto es el producto no principal obtenido tras una fase de elaboración de
vino, son materias primas empleadas posteriormente en otros procesos productivos
ajenos al de vinificación.
Los subproductos como son los raspones, heces y lías u orujos, si no se aprovechan
como materia prima de otro proceso productivo se considerarán residuos, con el
inconveniente ambiental que ello conlleva.
- Raspones: Siempre que sea posible se utilizarán para abonar los viñedos.
- Heces, lías y orujos: Si se vierten por el desagüe contaminan aguas y ríos. La
opción correcta es llevarlos a la alcoholera para la extracción del alcohol que todavía
contienen.
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PRÁCTICAS OBLIGATORIAS
RESIDUOS PELIGROSOS
• Pilas
• Toners
• Fluorescentes
• Residuos de mantenimiento: Aceite hidráulicos, trapos contaminados, etc.
• Residuos de laboratorio (Residuos de productos catalogados como peligrosos
junto con sus envases)
• Restos de sosa y su envase de papel o plástico
A modo de ejemplo se va a proceder a detallar los pasos a seguir por las empresas en
la gestión de residuos tanto peligrosos como no peligrosos en la Comunidad
Autónoma de La Rioja. Las bodegas elaboradoras deberán atender y cumplir las exi-
gencias legales de sus respectivas regiones tanto a nivel autonómico como nacional y
comunitario.
Toda empresa que genera residuos peligrosos debe darse de alta en la Dirección
General de Calidad Ambiental como:
Para el caso de Pequeños Productores, como es el caso habitual de las bodegas, las
obligaciones son:
147
• Realizar la solicitud de inscripción en el registro de Pequeños Productores de
Residuos Peligrosos en la Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería
de Turismo y Medio Ambiente o en el Organismo Competente de la Comunidad
Autónoma pertinente, indicando todos los residuos peligrosos que se generan en
el emplazamiento.
• Gestionar todos los Residuos Peligrosos que se generen con gestores autoriza-
dos para cada uno de los residuos. Para ello se deberá realizar una solicitud de
aceptación de cada residuo al gestor con el que se ha decidido gestionar cada uno
de los residuos. El gestor deberá remitir un documento aceptando hacerse cargo
de la gestión (Documento de Aceptación). Este documento debe ser conservado
por el productor.
• En cada recogida de Residuos Peligrosos realizada por el gestor, este deberá
entregar al productor un “Justificante de Entrega”. El productor tiene la obliga-
ción de guardar estos documentos por un periodo no inferior a 5 años.
• Los envases y sus cierres deben evitar cualquier pérdida de producto y no estar
construidos por materiales que sean susceptibles de ser atacados por su contenido.
• Los envases y sus cierres serán sólidos y resistentes.
• Su envasado y almacenamiento se hará de forma que se evite la generación de
calor, explosiones e igniciones.
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En cuanto al almacenamiento de Residuos Peligrosos, deberán cumplir las normas téc-
nicas que les sean de aplicación, que serán, al menos:
• Estar a cubierto o de forma que las condiciones climáticas no les afecten
• Ha de tratarse de un almacenamiento independiente, es decir, no mezclado con
materias primas u otros productos no peligrosos.
• Estar bien ventilado, para no aumentar la peligrosidad del almacenamiento.
• Disponer de sistemas que aseguren que los residuos peligrosos no van a contami-
nar el suelo ni entrar en contacto con el agua.
• El tiempo de almacenamiento de los residuos peligrosos por parte de los producto-
res no podrá exceder de los 6 meses salvo autorización especial.
RESIDUOS NO PELIGROSOS
Estos residuos almacenados correctamente deben ser retirados por un gestor autorizado.
Con la orden 32/2001 del Consejero de Turismo y Medio Ambiente, se regula un pro-
cedimiento donde se reflejen las distintas entregas del poseedor de residuos a un ges-
tor autorizado, así como los documentos de control y seguimiento a emplear en el
citado procedimiento. Para ello, el productor de los Residuos no Peligrosos deberá
contactar con un Gestor autorizado para la recogida de esos residuos en la
Comunidad Autónoma de La Rioja.El gestor deberá expresar su conformidad con la
aceptación de los residuos a través de una “Ficha de aceptación”. Esta ficha debe-
rá utilizarse para la gestión de todos los residuos no peligrosos excepto los indicados
en el Anexo IV de la orden y los que se produzcan en cantidad inferior a 10.000 Kg.
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El Decreto 4/2006, regulador de las actividades de producción y gestión de residuos,
dispone en su Artículo 4.- Actividades de producción de residuos:
Se deben emplear contenedores para la recogida selectiva del papel, cartón, vidrio y
demás residuos para destinarlos posteriormente a su gestión.
Una medida muy útil para realizar una correcta gestión de los residuos generados es
llevar a cabo un control visual periódico al fin de comprobar si estos residuos se
encuentran separados de forma adecuada. Un responsable nombrado por la dirección
de la empresa se encargará de realizar estos controles periódicamente.
150
Es importante controlar la separación selectiva de los residuos desde el punto de origen
hasta el almacenamiento de los mismos en los contenedores finales que la empresa
destina para su posterior gestión.
Los controles tienen que quedar registrados, por lo tanto, se realizará una ficha que
permita registrar de forma adecuada el resultado de las inspecciones. Esta ficha puede
contener entre otros datos:
151
23. FORMACIÓN - INFORMACIÓN
Es esencial que la información llegue a todos los empleados de la bodega y para tal
fin, tanto el modo de operar como los resultados de la correcta actuación se pueden
exponer en:
152
Formar e informar a los trabajadores en el área ambiental
Las áreas principales en las que se ha de desarrollar esta formación son las siguientes:
• Residuos
• Agua - Limpieza
• Consumo de energía y recursos
Se explicarán asimismo las medidas que la bodega ha implantado para colaborar con
el desarrollo sostenible, concienciando de la importancia que tiene que cada trabaja-
dor adopte cuanto antes las aptitudes necesarias para que estos objetivos se lleven a
cabo de la mejor forma posible.
De igual modo se puede habilitar un foro de ideas sobre cómo colaborar desde cada
uno de los puestos a la conservación del medio ambiente, aplicando además técnicas
de motivación para impulsar la participación de los trabajadores.
153
Se deben establecer las áreas sobre las que se fijarán los controles (agua, energía, emi-
siones, residuos, consumo de materias primas, etc.), para posteriormente determinar
las actuaciones necesarias a realizar en cada una de ellas.
Los integrantes del equipo quedarán encargados de definir los controles, elaborar y
cumplimentar los registros necesarios para realizar el seguimiento del cumplimiento
de las medidas implantadas en la bodega, conocer las causas de aparición de las des-
viaciones detectadas a través de los controles y poner las medidas necesarias para su
corrección.
Todos los miembros deberán tener unas responsabilidades que se fijarán y definirán
por escrito para recordar su cumplimiento, entre otras pueden ser las siguientes:
154
24. LEGISLACIÓN DESTACABLE
AGUA
ATMÓSFERA
RESIDUOS
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• Decreto 4/2006, de 13 de enero, regulador de las actividades de producción y ges-
tión de residuos.
TRAZABILIDAD
Legislación básica
Legislación horizontal
Higiene
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157
158
ANEXO I:
CONTENIDO MÁXMO DE SULFUROSO.
ANEXO II:
LISTADO DE PRODUCTOS ENOLÓGICOS AUTORIZADOS Y DE DOSIFICACIÓN
LIMITADA
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ANEXO III:
TABLA DE VALORES MÁXIMOS ADMITIDOS EN VINOS
160
161
162
BIBLIOGRAFÍA
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