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A través de la creación Dios decide, por pura gratuidad, pactar por vez primera
una alianza con el hombre en la persona de Adán. En la Sagrada Escritura
creación y alianza son dos conceptos que están ligados íntimamente, pues la
creación da comienzo a un vínculo de benevolencia entre Dios y las criaturas, pero
sobre todo, ambas proceden de la misma raíz: el amor de Dios3. «Por eso, es
natural afirmar que […] Dios crea con vistas a la alianza; gracias a ella la creación
alcanza su cumplimiento»4. Hablar de esta alianza con Adán no se trata de un
pacto separado, sino más bien se trata de la primera revelación del único pacto
eterno de la gracia de Dios; fue ésta misma gracia la que mantuvo vigente su
alianza con nuestros primeros padres, aun después de su caída, pues con el fin
de que su pacto con ellos pudiese continuar, Dios los vistió con pieles de animales
ofreciendo así el primer sacrificio por ellos que apuntaba a Cristo, que estaba por
venir y en quien se fundaría la única y eterna alianza5.
1
Cf. Gn 1, 26.
2
Cf. Os 6,7.
3
L. PACOMIO, Diccionario Teológico Enciclopédico, 32.
4
Ibidem.
5
Cf. Gn 3,21.
6
R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, Tomo I, 56.
forma explícita se menciona el termino alianza. «Esta alianza con Noé, [al igual
que con Adán], no requiere nada por parte del hombre7 (es unilateral), se extiende
a toda la creación (por lo que se hace universal)8 y su signo es un fenómeno
natural: [el arcoíris9]»10, que se convertirá en garante y medio a través del cual
Dios renovará su alianza establecida con Noé.
Abrahán y su familia heredan el rol que alguna vez perteneció a Adán y a Eva. A
su vez, el poseer la tierra de Canaán y la supremacía sobre sus enemigos tiene
su paralelo en el poseer el Edén y tener dominio sobre la naturaleza dado en Gn
7
Cf. Gn 9,8-9.
8
Cf. Gn 9,10.
9
Cf. Gn 9,12-17.
10
R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, Tomo I, 82.
11
Ibidem.
12
B. RENAUD, La Alianza en el corazón de la Torá, 12.
13
Cf. Ibidem.
14
Cf. Ibidem.
1,28. En ese sentido la descendencia de Abraham constituye la verdadera
humanidad, y su tierra, el nuevo Edén.
«La historia de Abraham ofrece dos relatos de alianza, cada uno de ellos con
diferencia de vocabularios significativas»15: «uno que describe una visión profética
en la que se promete a Abraham una gran posteridad16, y el otro que se centra en
la promesa de la tierra y en la alianza ritual17»18. Para ambas promesas la
respuesta de Abrahán siempre será la obediencia, obteniendo de Dios el sello de
su alianza: «Aquel día firmó Yahvé una alianza con Abraham…»19; y en el más
profundo de los casos, el signo de la alianza pactada con Yahvé será llevada por
el Patriarca en su propia carne20; Yahvé, a su vez, reiterará la alianza que ha
pactado con él y le renovará las promesas hechas, desde antiguo: «…Yo
establezco mi alianza entre nosotros dos…»21
15
B. RENAUD, La Alianza en el corazón de la Torá, 12.
16
Cf. Gn 15, 1-6.
17
Cf. Gn 15, 7-20.
18
R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, Tomo I, 89.
19
Gn 15, 18b.
20
Cf. R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, Tomo I, 91-93.
21
Gn 17, 1b-2.
22
B. RENAUD, La Alianza en el corazón de la Torá, 22.
23
Cf. B. RENAUD, La Alianza en el corazón de la Torá, 22.
24
Ibidem.
Israel, Pueblo de la Alianza
«La alianza con Abrahán era a la vez un acontecimiento y una promesa. Las bases
de esta alianza están puestas, pero la evocación de la descendencia orienta hacia
el fututo […] Tiene lugar entonces la conclusión de la alianza de [Yahvé] con Israel,
que va a dar su cumplimiento a la alianza inaugurada con Abrahán. Desde Gn 9,9-
17 se encadena toda una serie de alianzas: en primer lugar con [Adán] y Noé,
después con Abrahán, por último con Israel. La perspectiva se restringe, pero el
hecho de que el redactor del Pentateuco emplee el mismo término para estas tres
etapas sugiere al menos que la alianza con el pueblo elegido no adquiere sentido
más que en el marco de la alianza con Noé. En cierta forma, la elección y la alianza
sitúan a Israel en el corazón mismo de la humanidad26».
Mientras acampaban a las faldas de la Montaña del Sinaí28, Dios pactaba, con su
siervo Moisés, una alianza distinta a las anteriores, pues en ésta, si se llevaba a
cumplimiento, Israel sería constituido como heredad de Yahvé: «Ahora bien, si me
obedecen fielmente y guardan mi alianza, ustedes serán el pueblo de mi
propiedad»29. A partir de este pacto, el pueblo de Israel pasó de ser el pueblo de
25
Cf. R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, I, 56.
26
Cf. B. RENAUD, La Alianza en el corazón de la Torá, 22.
27
Cf. R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, I, 179.
28
Ibid 180.
29
Ex 19,5.
las promesas al pueblo de la Alianza, el pueblo que Dios había escogido como
suyo; y Dios sería el único Dios en la vida del pueblo30: «Ustedes serán mi pueblo
y Yo seré su Dios»31.
Así pues, Dios eligió a Israel para pueblo suyo, hizo una alianza con él por medio
de las Tablas de la Ley (Decálogo32) y lo fue educando; le fue revelando su
persona y su plan salvífico a lo largo de la historia y, de esta forma, lo fue
santificando.
Las alianzas que ratificaban la elección (con Adán, Noé, Abrahán y Moisés) y las
promesas con Abrahán y David, culminan en la nueva y definitiva Alianza sellada
con la sangre de Cristo. La «Nueva», sin embargo, resultaría incomprensible sin
30
Cf. Ex 20,1.
31
Ez 36,28.
32
Cf. R. E. BROWN, Comentario Bíblico San Jerónimo, I, 180.
la «Antigua», que con un contenido propio era preparación de la definitiva. Los
efectos de esta Nueva Alianza son muy superiores a los de la Antigua: perdona y
borra los pecados; Dios habita entre los hombres; cambia el corazón de los
hombres y pone en ellos su espíritu.
«La muerte de Jesús como alianza nueva cumple las características que le asigna
el profeta Jeremías33; […] mediante su muerte, establece el acercamiento definitivo
de Dios a su pueblo, interioriza la ley en su corazón, perdonando los pecados y
otorgándonos la justicia (cf. Rm 5,15; 5,18); y no solo a los judíos ni a los entonces
presentes, sino sangre de total alcance escatológico»34.
33
Jer 31,31-34.
34
E. VARGAS FLORES, Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre en Anuario de Teología, 17-18.
35
Palabras empleadas en cada celebración eucarística en el momento de la transustanciación. Cf. Misal Romano
36
E. VARGAS FLORES, Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre en Anuario de Teología, 18.
37
E. VARGAS FLORES, Esta copa es la Nueva Alianza en mi Sangre en Anuario de Teología, 19.
38
D. RAMÍREZ ALDRETE, Historia de la Salvación, 30.
39
Ibid 20.
La Nueva Alianza no ha alcanzado aún su plenitud, falta la consumación final, y
por eso hay que contemplarla con una mirada escatológica: la alianza eterna será
la felicidad en la definitiva morada de los hombres con Dios40. Por tanto, el
mensaje salvífico de la Nueva Alianza se desarrolla en la historia y se estructura
en torno a tres ejes: Jesús de Nazaret, la Iglesia y la Parusía.
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40
Cf. Ap 21,3-5.
41
Y. M. J. CONGAR, La Tradición y las Tradiciones, II, 20-22.
Bibliografía