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Sobre Juegos Cooperativos

Características de las niñas y niños de 2 - 3 años de edad.


• Aparece el lenguaje oral. Expresiones del tipo mío o yo indican que va adquiriendo la idea de
la propia existencia y de la de las demás.
• Aparece la etapa del no que sirve de afirmación de sí misma. Precisa afianzarse, actuar por su
cuenta. Esta necesidad de valerse por sí misma va a resultar muy importante. Las educadoras
habrán de establecer algunos límites de seguridad. Lo difícil es qué mensajes de conducta
planteamos y cómo lo hacemos.
• La paciencia, la tolerancia, el buen humor y la adaptación de los espacios y los materiales son
apoyos muy importantes.
Características de las niñas y niños de 3 – 4 años de edad.
• El comienzo de su capacidad de ejecutar operaciones mentales internas, les lleva a proyectar
su afectividad hacia el exterior y a reconocerse como distintas de las otras niñas y adultas.
• Interés por conocer las diferencias sexuales entre niñas y niños.
• Preferencia por determinadas niñas, sobre todo del mismo sexo.
• Comienza el concepto de amistad.
• Comienza a reconocer que forma parte de un grupo.
• Se observa el inicio de la conducta prosocial.
• Comienzo de los juicios morales.
Características de las niñas y niños de 4 – 5 años de edad.
• Aumenta su capacidad para realizar representaciones mentales.
• Comienza la imitación de las conductas de otras niñas.
• Aumenta la sociabilidad.
• Comienza la identificación con otras niñas.
• Comienzan los juicios de ellas mismas.
• Sentimiento de competitividad o cooperación en las conductas.
Características de las niñas y niños de 5 – 6 años de edad.
• El desarrollo cognitivo se caracteriza por la capacidad para entender las transformaciones.
• Los juegos se desarrollan en torno a habilidades manipulativas y juegos de identificación.
• Se definen los grupos de amigas y comienzan a emerger liderazgos.
• Existencia de conductas prosociales basadas en el altruismo.
• Las normas sociales son seguidas de una forma un tanto rígida.
• Autovaloración relacionada con la ejecución de sus conductas con respecto a las normas
sociales.
¿QUÉ ES UN JUEGO COOPERATIVO?
Un juego cooperativo es un juego sin ganadoras ni perdedoras, sin excluidas ni eliminadas, sin
equipos temporales o permanentes. Es lo que distingue a estos juegos de los juegos de
competición y de muchas actividades deportivas. El acento está puesto en la convivencia, el
placer de encontrar a otras y una meta común. El juego cooperativo es un juego donde el simple
placer de jugar está puesto en avanzar dentro de la persecución de un objetivo grupal, que será
alcanzado gracias a la ayuda mutua dentro de las interacciones.
Uno de los orígenes de los juegos cooperativos está en los new games de Steward Brand de los
E.E.UU. planteados en el momento de la guerra de Vietnam. Los canadienses entonces, han
vuelto a tomar una parte de estos juegos sin violencia ni competición para plantear los juegos
cooperativos. Terry Orly, profesora de la universidad de Otawa y autora de juegos y deportes
cooperativos, ha jugado un papel importante dentro de esta etapa. Ha descubierto juegos
cooperativos y tras la huella de la antropóloga Margaret Mead ha apuntado la tesis, según la
cual, hay un lazo entre la frecuencia de la utilización de los juegos cooperativos y el carácter
no violento de tal o cual cultura. Estos trabajos en las escuelas de Canadá han permitido
comprender mejor el impacto de la práctica de tales juegos sobre los comportamientos y más
particularmente, sobre la facultad de evolucionar en grupo. Algunos psicólogos han traído este
tipo de juegos a Alemania. En España se difundieron ampliamente a través de LA
ALTERNATIVA DEL JUEGO (1986), JUEGOS Y DEPORTES COOPERATIVOS de Terry
Orlick y otras publicaciones que siguieron.

¿CUÁL ES EL APORTE DE LOS JUEGOS COOPERATIVOS?


Los Juegos Cooperativos ayudan a:
• Tener confianza en sí mismas.
• Tener confianza en las otras personas.
• Poder experimentarse y experimentar aquello que sienten.
• Poder interpretar y aceptar los comportamientos de los demás.
• Poder transformar sus comportamientos en función de las otras.
• Comprenderse mejor a sí mismas y a las demás.
• Superar sus angustias, sus culpabilidades y la sensación de sentirse juzgadas.
• Vivir en grupo y sentirse responsable de sí y de las otras personas
• Comunicarse positivamente con las otras.
Para las adultas organizadoras, estos juegos permiten:
Ver los diferentes comportamientos de las niñas.
• Conocer mejor a las niñas.
• Ver cómo funciona el grupo.

¿POR QUÉ UTILIZAR LOS JUEGOS COOPERATIVOS?


El juego ha sido la primera pedagogía de la vida, es el medio de crecer y aprender. Hemos
intentado experimentos con la intención de probar el placer, el deseo y la distracción. Lo que
nos causa placer, satisfacción, lo adoptamos y lo rehacemos. Siempre hemos ocultado esta
posibilidad y, peor aún, identificado el trabajo con lo serio y el juego con lo no serio. Para
nosotras el juego está directamente ligado al placer intenso y ofrece la posibilidad de
relativizar lo real. Es tomar un lugar dentro del grupo, su lugar, aquel que se elige y se
muestra a los otros. Es comunicar, dejar vislumbrar la fuerza de reacción.

¿POR QUÉ HABLAMOS DE JUEGOS COOPERATIVOS?


Aceptamos tanto en la vida como en el juego que son normales las relaciones de dominación y
agresividad donde las personas fuertes superan a las débiles, y decimos que probablemente
quien perdió se lo merecía, y que quien ganó también habrá sido por algo. Muchas veces
utilizamos juegos sin cuestionar los mensajes y valores que transmiten. Los juegos cooperativos
tratan de no excluir ni humillar a nadie, de conseguir diversión sin tener la amenaza de no
conseguir el objetivo marcado, y de favorecer un ambiente de aprecio recíproco donde no se
mira a la otra como competidora sino como compañera de juego.

OBJETIVOS
Concretando este objetivo general, me centraré en evaluar la efectividad de mi propuesta de
intervención para:
- Favorecer la aparición de conductas cooperativas, como la ayuda, el dialogo o mensajes
positivos entre los propios alumnos, a través de juegos cooperativos.
- Disminuir las conductas despectivas de unos niños hacia otros mediante el juego cooperativo,
favoreciendo su integración.
- Aumentar la participación activa de los alumnos, en especial de aquellos que a priori se
muestran más pasivos y son rechazados por sus compañeros a través de los juegos cooperativos.

1. EL JUEGO
El juego es la expresión más importante de la infancia (Gambero, 2011).
Las características que posee el juego, siguiendo a García López, Gutiérrez Hidalgo y otros
(2000), son las siguientes:
- Placentero: produce placer a los jugadores.
- Natural y motivador: es espontaneo.
- Voluntario: no hay obligación, sino que es una actividad libre.
- Mundo aparte: somete al participante en un mundo paralelo y de ficción, donde él puede
lograr metas que no es capaz de conseguir en el mundo real.
- Creador: favorece la creatividad al generar escenarios fantasiosos.
- Expresivo: a través del juego ponemos de manifiesto sentimientos y comportamientos.
- Socializador: se da la interacción con los demás. Favorece aspectos como la cooperación, la
convivencia y el trabajo en equipo
Si al juego lo dotamos de un componente didáctico, observamos que es una gran estrategia
metodológica, ya que acerca al alumno al aprendizaje de forma activa y la aleja de lo
meramente memorístico (Chacón, 2008).

2. EL JUEGO COOPERATIVO: DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS


Orlick (1990), uno de los pioneros y referentes en este ámbito, define el juego cooperativo como
un conjunto de libertades que contribuyen al “desarrollo de la cooperación, de los buenos
sentimientos y del apoyo mutuo” (p.17). Estas libertades son cinco:
- Libres de competir: es un rasgo fundamental en el juego cooperativo. Todos los participantes
buscan alcanzar una meta en común, eliminando la rivalidad y la división entre perdedores y
ganadores.
- Libres para creer: los niños presentan una gran imaginación y, para que esta permanezca, hay
que proporcionarlos situaciones que requieran crear. Así pues la estructura cooperativa permite
que el niño resuelva una situación o reto planteado desde diferentes caminos.
- Libres de la exclusión: eliminan la expulsión del juego, permitiendo que todos sigan teniendo
una mayor experiencia, y todos los participantes son o ganadores o perdedores. La pérdida del
miedo al fracaso crea una situación de diversión y placer.
- Libres para elegir: se les da a los alumnos cierta autonomía para que tomen decisiones sobre el
juego: establecer o cambiar las normas, resolver los problemas… Con ello se consigue aumentar
su motivación y que aprendan a tomar sus propias decisiones.
- Libres de la agresión: las conductas violentas desaparecen debido a que el juego reclama la
colaboración y la unión de esfuerzos por parte de todos los participantes.

Omeñaca y Ruiz (1999), dos autores relevantes en este tema, señalan las características que
poseen este tipo de juegos:
- Actividad conjunta y participativa, que necesita que todos los participantes colaboren entre
ellos.
- Exige la coordinación de tareas, para la consecución de un fin común.
- Permite explorar y desarrollar la creatividad en la búsqueda de soluciones.
- Favorece las relaciones “empáticas, cordiales y constructivas” entre los compañeros.
- Da más importancia al proceso que al resultado final.
- Posibilita el aprendizaje de valores morales y de destrezas de carácter social.
- No existe la competición, es decir, no hay rivales y por lo tanto no se enfrentan entre los
participantes.
- No excluye ni discrimina: todas las personas aportan algo al grupo.
- No elimina, lo que permite seguir experimentando y, por ende, tener una mayor experiencia.
Dentro de estas últimas, actividades colectivas realiza otra clasificación:
- Actividades competitivas: hay oposición entre los jugadores e incompatibilidad de metas.
- Actividades no competitivas: no existe incompatibilidad de metas, o bien todos ganan o bien
todos pierden. Según como sean las interrelaciones pueden ser:
1No competitivas con oposición: existe una oposición, activa o pasiva, entre las acciones de los
jugadores. También dentro de este tipo nos encontramos con cambio de rol o sin cambio de rol.
2Cooperativas: no existe oposición entre las acciones de los participantes y persiguen una meta
común. pueden ser:
Con objetivo cuantificable: se puede comprobar si se consigue o no, bien sea con puntuación
(conseguir el mayor número de puntos) o sin puntuación (se mide si han superado la prueba).
Con objetivo no cuantificable: no se puede evaluar si se ha cumplido o no el objetivo, por lo
que no existen ganadores ni perdedores. Según el objetivo que consideremos podemos encontrar
diferentes subgrupos: de imitación, de vértigo, de mantener un objeto en movimiento…
JUEGO COOPERATIVO JUEGO COMPETITIVO No hay oposición entre los participantes.
Hay oposición entre los participantes. Todos ganan o todos pierden. Unos ganan y otros pierden.
Hay temor al fracaso. El objetivo del juego es común a todos y se consigue con la unión de
esfuerzos. El objetivo solo es conseguido por algunos. Prima el proceso sobre el producto. Lo
importante es el resultado final. El error es aceptado y nadie abandona el juego hasta que este no
finaliza. Hay un mayor número de experiencias. El error provoca la expulsión del juego,
convirtiéndose en un observador externo. No excluye ni discrimina, todos aportan algo al grupo
independiente me de sus capacidades. La falta de habilidad conduce a situaciones de rechazo. Se
crean actitudes favorables, como la ayuda a los demás, la resolución pacífica de problemas… Se
generan actitudes negativas como la desconfianza, el egoísmo, la agresión, la rivalidad… Sentir
que forman parte de un grupo, aumenta su autoestima y desarrolla la autoconfianza y confianza
en los demás. Pierden la confianza en sí mismos cuando fracasan en el juego, y por ende, tienen
una menor autoestima. Aprenden a compartir el éxito grupal, divirtiéndose en la realización de
la actividad Se busca que al rival le suceda algo “malo”, para así conseguir el éxito unos pocos.
(CUADRO)

5. INCONVENIENTES Y OBSTÁCULOS DEL JUEGO COOPERATIVO

Los factores que dificultan el desarrollo de las actividades de cooperación son los siguientes:
- Inadecuación a los aprendizajes previos: aquellas actividades donde se agrupan los alumnos
para contribuir al aprendizaje de sus compañeros, hay que tener en cuenta cuales son los
conocimientos de los que parten porque, si no, no podrá haber un aprendizaje recíproco.
- Reacción tras no alcanzar un resultado positivo: el éxito de la actividad no está garantizado, y
cuando este no se consigue la motivación va disminuyendo al igual que va generando un
sentimiento de fracaso. Por ello es importante dar feedback y centrar la atención en el proceso.
- Egocentrismo: a veces no consideran las perspectivas de los demás en la búsqueda de
soluciones, creen que su idea es la correcta y la única. Para ello, el docente tendrá que adoptar
un papel de mediador y así todos los alumnos puedan aportar sus ideas.
- Categorización grupal y favoritismo por su grupo: la permanencia de los mismos grupos para
realizar actividades genera favoritismo por su grupo y rivalidad con los otros, a pesar de que sea
una actividad cooperativa. Como solución se podría plantear una interdependencia entre los
diferentes grupos.
- Incumplimiento de las normas del juego: incumplir una regla suele beneficiar a esa persona
para conseguir el objetivo. En el juego cooperativos si alguien rompe las reglas trae consigo un
beneficio para todos, asique el resto de participantes suele aceptarlas. Para solventarlo hay que
promover el pensamiento moral.
- Interés por la competición: en las actividades competitivas el alumno puede mostrar sus
capacidades, la satisfacción por lograr ganar, superarse a sí mismo… Hay que ofertar
actividades cooperativas que permitan desarrollar esos aspectos, pero desde la perspectiva que
todo ello conlleva beneficios individuales y grupales, y no como la superación de unos sobre
otros.
- Deseo de obtener resultados inmediatos: se produce tanto en los alumnos como en los
docentes. La cooperación es un proceso que requiere tiempo y continuidad.

6. VALORES Y ACTITUDES QUE SE DESARROLLAN A TRAVÉS DEL JUEGO


COOPERATIVO
Retomando a Omeñaca y Ruiz (2001), establecen tres ámbitos donde se desarrollan varios de
estos “valores universales”: en primer lugar, valores para la convivencia y la vida en equilibrio
con el entorno (libertad, responsabilidad, tolerancia, dialogo, respeto, amistad, cooperación,
solidaridad y paz), en segundo lugar, valores para el bienestar personal (alegría, autoestima y
autosuperación) y en tercer lugar, valores relacionados con las capacidades unidas a la propia
actividad física (competencia motriz, creatividad motriz y salud).
A continuación vamos a analizar brevemente cada uno de estos valores y las actitudes que estos
conllevan:
- Libertad: las actividades cooperativas requieren que el alumnado tome decisiones, exponga sus
ideas, creen su propio camino para resolver la situación planteada.
- Responsabilidad: el alumno tiene que asumir y ser consecuente con sus actos, además de
participar en la toma de decisiones a nivel grupal.
- Tolerancia: alude al respeto hacia las opiniones de los demás. A pesar de las diferencias que
puedan existir entre los componentes del grupo, en el juego se crea un grupo de iguales.
- Dialogo y amistad: es un medio para comunicarse, el cual los alumnos emplean para
intercambiar sus opiniones, resolver conflictos…A través de la cooperación los alumnos
dialogan, se ayudan, comparten momentos lúdicos… que contribuye a desarrollar relaciones
amistosas.
- Cooperación: las actividades que requieren de la cooperación favorece el poner en común las
capacidades de cada uno, así ayudándose entre todos y coordinando sus acciones. Además las
experiencias positivas que reciban de estas actividades ayuda a las relaciones sociales.
- Respeto: es un valor fundamental a partir del cual se construyen otros como la libertad o la
paz. A través de la cooperación ponemos en juego este valor mediante manifestaciones como la
aceptación de los demás y de sí mismo, el respeto de las opiniones o el afrontar situaciones
siendo coherentes.
- Solidaridad: en este tipo de actividades se dan relaciones entre iguales, que comparten los
pilares sobre los que se crea la convivencia humana, y se generan actitudes empáticas.
- Paz: no solo implica la ausencia de violencia, sino también la presencia de situaciones de
armonía, en las que se den el dialogo, la solidaridad… así pues, los juegos cooperativos
favorecen el desarrollo de estas situaciones.
- Alegría: jugar es algo placentero y divertido que no debe perderse a la hora de jugar. Al
cooperar los unos se divierten con los otros estableciendo relaciones entre ellos y manifestando
su estado anímico.
- Autosuperación y autoestima: superarse a sí mismo en un reto o en el día a día y ver cómo vas
mejorando es motivador y placentero, pero además en la cooperación no solo progresas, sino
todo el grupo creando confianza con los compañeros, sintiéndose responsable, mejorando sus
habilidades, estando a gusto con los demás… Esto favorece la autoestima.
- Competencia y creatividad motriz: si esta la relacionamos con valores como los ya
mencionados “podrá entenderse como un hecho deseable y por el que merece la pena
esforzarse” (2001, p.118), así buscando nuevas respuestas de movimiento para resolver
diferentes situaciones.
Para fundamentar aún más este epígrafe, hago referencia a Pérez Oliveira (1998). Según este
autor, el juego cooperativo puede desarrollar las siguientes actitudes: capacidades para poder
resolver problemas, sensibilidad para reconocer como se siente el otro, sensibilidad para
aprender a valorar y expresar la importancia del otro y la capacidad para poder expresar
sentimientos, emociones, problemas…
Por otro lado, Jares (1992), también hace alusión a una serie de valores que se desarrollan con
prácticas cooperativas como la empatía, el dialogo como medio de comunicación entre los
miembros del grupo, la confianza con los demás, el autoconcepto, la autoestima y la alegría.

7. EL JUEGO COOPERATIVO COMO MEDIO SOCIALIZADOR


Nada

Los juegos cooperativos nacieron en EEUU y en Canadá durante los años 60. Una década más
tarde, psicólogos alemanes los trajeron a Europa adaptando los mecanismos internos de los
juegos de aire libre y creando juegos de mesa cooperativos. Estudios realizados por la
antropóloga Margaret Mead, demuestran la estrecha relación existente entre la frecuencia de
ciertos juegos cooperativos y el carácter no-violento de ciertas culturas.
Cada juego tiene un sentido y unos valores que se transmiten. Generan placer y felicidad.
Debido a la comunicación positiva el juego favorece el respeto y la confianza en sí mismo y en
los otros.
Disfrutar en grupo.
Mejorar las relaciones entre los alumnos, el clima y el ambiente de grupo.
Convivir en grupo y sentirse responsable de sí mismo y de los demás.
Comunicarse positivamente con los demás.
Desarrollar el sentido de la responsabilidad social y la capacidad de cooperación.
Favorecer la integración.
Superar el egocentrismo y desarrollar la empatía.
Mejorar la motivación y el interés de los alumnos.
Tener confianza en sus propias capacidades y en las de los demás.
Vivir positivamente los conflictos.
Expresar sentimientos y reconocerlos con el fin de comprender y aceptar los de los otros.
Incrementar el autoestima positiva y el autocontrol.
Además son una herramienta valiosa para:
Facilitar la observación de los diferentes comportamientos del alumnado
Permitir descubrir habilidades desconocidas.
Conocer mejor las interacciones y el funcionamiento del grupo.

el juego cooperativo presenta retos a nivel de:


Desarrollo personal
Desarrollo de actitudes cooperativas
Desarrollo de habilidades básicas grupales
Desarrollo cognitivo
Desarrollo psicomotor
El juego es una actividad que contribuye al desarrollo y a la integración de los rasgos de la
personalidad del niño, le permite alcanzar el equilibrio psíquico (emocional y afectivo):
Autoconocimiento: Contribuye al desarrollo y a la integración de los rasgos de nuestra
personalidad. Ser conscientes de cómo somos y porqué somos así, es fundamental para poder
cambiar hacia hábitos mejores.
Autonomía y responsabilidad: El incremento de la autonomía personal nos supondrá un
aumento de responsabilidades.
Afirmación y autoestima: Para aceptar a los demás es preciso valorarse a uno mismo , aceptarse
y ser capaz de defender sus propios principios; tener confianza en uno mismo. Sin confianza en
uno mismo todo lo que venga de fuera se verá como amenaza y nos pondrá a la defensiva
bloqueando nuestra capacidad de ser receptivos y analizar las nuevas actitudes.
Autocontrol emocional: Para la cooperación eficaz es preciso no dejarse llevar por la
emotividad. No cerrarse a ideas nuevas y chocantes, evitar estar tan emocionado en debates o
dinámicas que sólo se centre en el propio punto de vista y no se escuche a los demás. ÿ
Autocuidado: Supone un respeto y cuidado de nuestra propia persona.
El reconocimiento y expresión de emociones: Es la capacidad de identificar y manifestar las
diversas emociones, tanto las nuestras como las ajenas, que pueden surgir en una situación, ya
sean verbales o no verbales.
La empatía: Es la capacidad de “ponerse en la situación del otro” entender sus ideas, emociones
o conductas. Para cualquier trabajo grupal, es fundamental entender a las personas con las que
se coopera.
Desarrollo del razonamiento moral y la creatividad: Es preciso que la persona sea capaz de
adquirir un pensamiento más constructivo, abierto y basado en valores justos y universales, y no
hacer suyas las normas que le son impuestas sin realizar un análisis crítico previo. Es
especialmente importante el razonamiento sobre el propio razonamiento.
La comunicación: Para una cooperación efectiva es preciso entenderse, saber escuchar, no ser
ambiguo en lo que se dice, evitar bloqueos a la comunicación, evitar que unas personas
acaparen la conversación y otras no dispongan de tiempo y lugar para hablar, son habilidades
básicas para todo trabajo grupal. Especialmente son frecuentes los bloqueos afectivos (no
escuchar a las otras personas, intentando defender nuestro propio punto de vista a toda costa).
Confianza, contacto y estima: Es necesario adquirir un grado de confianza mutuo elevado para
ser capaces de trabajar adecuadamente. Acostumbrarse a exteriorizar abiertamente sentimientos
positivos y canalizarlos en forma de contacto ayuda enormemente a dar una adecuada cohesión
grupal.
Cooperación: Se requiere la interacción de todos para conseguir los objetivos. Esto implica un
alto grado de igualdad, de relaciones simétricas.
Toma de decisiones: es saber decidir y organizarse en un grupo de forma que el resultado que se
consiga, dé solución a las necesidades que se plantean y satisfacción a todos sus participantes
para que todos se involucren en la puesta en práctica
Atención y memoria: Las propias condiciones del juego exigen un alto grado de concentración.
Lenguaje: El juego exige de los participantes un desarrollo lingüístico, para expresar sus deseos
y sus dudas. Esta necesidad de comunicarse estimula el lenguaje coherente. Según algunos
autores, el lenguaje se aprende mejor y más rápidamente en situaciones lúdicas, observando que
las expresiones idiomáticas más complicadas gramaticalmente aparecen primero en actividades
de juego.
Inteligencia: Según Piaget la inteligencia es una forma de adaptación al entorno y el juego es
básicamente una forma de relación del niño con el mismo, un modo de conocerlo, de aceptarlo,
de modificarlo, de construirlo. Es a través del juego que el niño elabora y desarrolla las
estructuras mentales.
Creatividad: Como sostiene Vygotsky, el juego es la primera actividad creadora del niño. La
creatividad es un proceso a través del cual los niños expresan su imaginación, sus ideas y sus
emociones, obteniendo de él un alto grado de satisfacción, que contribuye a la construcción del
autoestima y al aumento del conocimiento de sí mismo.
Desarrollo físico y psicomotor: El juego responde a una gran necesidad de movimiento, los
niños se mueven y a través de él se desenvuelve el cuerpo y los sentidos.
Motricidad fina y gruesa: mediante el juego se puede trabajar la coordinación dinámica global,
el equilibrio, la çprecisión de movimientos, la fuerza muscular y el control motor.
Capacidades sensoriales: el juego posibilita trabajar estructuración del esquema corporal, la
percepción espacio-visual, rítmico temporal, táctil, olfativa y gustativa.

Al finalizar el juego o la sesión, los participantes agradecerán este tiempo de reflexión y de


diálogo para expresar sentimientos que han surgido, así como para tomar conciencia de las
actitudes que se han dado en el grupo: cooperación, compañerismo, escucha, diálogo,
negociación...
Normalmente tendemos a evaluar un juego en función del resultado, es entonces cuando surgen
las frustraciones, olvidando rápidamente el momento compartido. Se trata pues, de recordar y
verbalizar este momento, lo bien que lo hemos pasado, y que nos demos cuenta de ello. Tanto
en el juego competitivo como en el juego cooperativo es posible vivenciar esta idea.
Uno de los aspectos en los que hace hincapié el juego cooperativo es el tiempo de reflexión.
Antes, durante y después de jugar, se crea un espacio de diálogo dónde se invita a respetar el
tiempo de reflexión que necesite cada individuo.

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