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Ética a Nicómaco:

El bien como aquello que tiene algún fin desarrollado a través de las acciones de las personas,
las cuales son regidas por la política guiando que se debe hacer y qué no.
Mediante a las costumbres, experiencias y la práctica del individuo vamos formando una
propia definición de dicho bien, donde se plantea la felicidad como algo que podemos
adquirir y aprender a obtener, la cual es el fin de los actos considerándola como algo perfecto
y suficiente.
La felicidad es el fin único, en cambio las virtudes las ocupamos solo para sentirnos bien por
un instante, las cuales servirán en el camino hacia la felicidad separándolas como pasiones
(dolor y placer), facultades (capacitados para recibir pasión) y hábitos (buenos o malos).
La felicidad se plante como un fin divino por el cual trabajamos toda nuestra vida.
La virtud como un término medio, donde no es bueno irse a un extremo específico, actuando
rectamente hacia el fin único y suficiente, la misma felicidad, donde la prudencia trae los
medios que conducirán a ella.
Otro medio es la deliberación, siendo identificado como la elección acompañada de la razón
y reflexión.
Bienes exteriores, del alma y cuerpo, teniendo estos que ver con lo sensorial y el honor.
Se plantea a la felicidad como una actividad del alma que implica sentimientos.
Considera prudente al hombre reflexivo que se basa en lo honroso, justo y lo bueno para el
hombre, donde es el sabio quien posee la verdad sobre los principios.
La virtud se puede dividir en dianoéticas (como la sabiduría) y ética (como la templanza). La
primera está relacionada con la enseñanza y la segunda con la costumbre y hábito.

Santo Tomás:
Cada uno de nosotros tiene un fin basado en el conocimiento y la razón, pero donde la fe va
por delante, donde debemos creer en una vida futura basada en Dios, donde debemos ser
nosotros mismos los que trabajan a voluntad para llegar a esto sin pensar en obtener algo a
cambio, llegando a la bienaventuranza.
Habla del bien (virtud) lo cual se basa en la razón, y el mal (vicio) como algo que está fuera
de esta.
Los buenos hábitos forman la virtud.
La prudencia es la virtud más necesaria para la vida humana.
El acto humano como un acto voluntario que puede ser interior o exterior, donde el objetivo
del acto interior es netamente el fin, donde dichas acciones humanas tienen que ver con un
acto deliberado por la persona que debe presentar voluntad y libertad sin pensar en el fin,
basándose en lo racional y en la esencia de Dios rigiéndose por la fe.
Es necesario que en la razón exista alguna virtud intelectual que la perfeccione
convenientemente respecto de los medios a elegir para la consecución del fin, y tal virtud es
la prudencia
Bentham:
Principio de la utilidad como un camino para la felicidad
Utilitarismo como la suma de placeres y la resta de dolores, conformando una conducta que
incluya a la comunidad en sí sin basarse en lo individual, pero si no conocemos el interés del
otro no podemos obrar según el interés de la comunidad para así llegar a dicha felicidad.
Nuestros comportamientos, deben estar basadas en un objeto o en acciones que produzcan
beneficios hacia nosotros y así a los demás, considerado como placer.
Los seres humanos nos regimos por la búsqueda y obtención de placeres y el impedimento
de los dolores
El principio de utilidad está estrechamente relacionado con el bien propio y el de la
comunidad. Este bien se alcanza mediante la suma total de placeres
Fuentes del placer y dolor: acción física (natural), política (juez), religiosa (dios) y moral
(popular).

Mill:
Utilitarismo de Bentham agregándole el lado cualitativo, donde debemos tener como fin la
búsqueda y la obtención de la mayor felicidad para la mayor cantidad de personas, donde nos
recalca que no todos los placeres y dolores son iguales, sino que tienen distintos niveles de
relevancia e impacto, los cuales son valorados según su intensidad y según su duración.
Placeres intelectuales (superiores) y morales, donde quienes buscan placeres superiores son
más complicados de satisfacer, pero son quienes más sufre, siendo estas igualmente personas
más felices racionalmente que los que buscan placeres de un nivel más bajo.
Hay una gran cantidad de personas que se aferra a estos placeres físicos por la razón de que
es más fácil obtenerlos y sentirlos.
Mill, dentro de su libro, destaca que aquella felicidad no está basa en durar permanentemente,
aquellos placeres de gran importancia que la provocan son momentáneos.
Destaca que, si Dios es entendido como aquel que promueve la felicidad, el utilitarismo
podría ser considerado no ateo.

Kant:
Este autor, en un principio, demuestra que el placer o desagrado están ligados a lo que se
denomina sentimiento, pero basado totalmente en la referencia que se tiene respecto al sujeto
no al objeto, donde la facultad de desear según conceptos se llama facultad de hacer u omitir
a su albedrío
Las leyes morales son imperativos (mandatos o prohibiciones) y ciertamente categóricos
(incondicionados). Según estas leyes, determinadas acciones están permitidas o no
permitidas, es decir son moralmente posibles o imposibles; pero algunas de ellas son
necesarias y de ahí surge para ellas el concepto de un deber.
La obligación es una ley práctica que obliga ciertamente al individuo a cumplir una norma.
La felicidad se basa en el deseo y la satisfacción, donde la felicidad propia no es un fin
considerado como deber, tomando en cuenta que existen dos tipos de felicidad, la moral y la
física (natural), donde la felicidad ajena se considera como un verdadero deber, siendo mi
propio deber fomentarla como fin para el otro individuo.
La tranquilidad y el estímulo son dos elementos nuevos que aparecen para denominar una
vida satisfecha, donde uno puede provocar al otro.
Rawls:
Una persona no puede ser parte de una categoría, donde la justicia debe ser igual para todos,
por lo tanto, todo se debe distribuir de la misma manera, teniendo en cuenta de que debe
existir igualdad económica y social.
Velo a la ignorancia con tal de desconocer cuales son mis condiciones para estar en un grado
total de imparcialidad para la toma de decisiones pensando en la equidad y en la sociedad
como tal.

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