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REVISIÓN

Neuropsicología de los sueños


Javier Tirapu-Ustárroz

Introducción. Los sueños constituyen una experiencia humana universal y suponen un reto para su estudio desde la neu- Servicio de Neuropsicología.
rociencia, la consciencia, las emociones y la cognición. Así, los sueños han sido abordados desde múltiples puntos de vis- Complejo Hospitalario de Navarra.
Clínica Ubarmin. Fundación
ta, que van desde la filosofía hasta la medicina clínica, pasando por la psiquiatría, la psicología, la inteligencia artificial, Argibide. Elcano, Navarra, España.
los modelos de redes neurales, la psicofisiología o la neurobiología.
Correspondencia:
Desarrollo. Se plantean los modelos principales sobre la función biológica de los sueños, sobre todo aquéllos basados en Dr. Javier Tirapu Ustárroz.
Servicio de Neuropsicología.
procesos de consolidación de memoria y olvido y los modelos de la simulación. Asimismo, se desarrollan los modelos ac- Complejo Hospitalario de Navarra.
tuales sobre la neurobiología y la neuropsicología de las fases REM del sueño y su diferenciación con estados de vigilia. Clínica Ubarmin. Fundación Argibide.
Así, neurobiológicamente, los sueños se relacionan con el papel de la acetilcolina, y neuropsicológicamente, con la activa- Elcano, s/n. E-31486 Elcano (Navarra).

ción de regiones límbicas y paralímbicas, la activación de los ganglios basales, la activación de áreas corticales de modali- E-mail:
dad específica (especialmente las áreas 19, 22 y 37 de Brodmann) y la desactivación de la corteza prefrontal dorsolateral, jtirapuu@cfnavarra.es

ventromedial, parietal y cingulado posterior. Aceptado tras revisión externa:


26.03.12.
Conclusiones. Los sueños pueden considerarse como un estado de consciencia caracterizado por un reducido control so-
bre su contenido, imágenes visuales y activación de la memoria, y mediado por incentivos motivacionales y saliencia Cómo citar este artículo:
emocional. Tirapu-Ustárroz J. Neuropsicología
de los sueños. Rev Neurol 2012;
Palabras clave. Acetilcolina. Cingulado. Consolidación. Corteza occipital. Corteza parietal. Fase no REM. Fase REM. Núcleo 55: 101-10.
pontino. Prefrontal dorsolateral. Simulación. © 2012 Revista de Neurología

Introducción demostraron que existen sistemas neurales diferen-


ciados y mecanismos celulares prototípicos entre
Los sueños han sido objeto de múltiples interpreta- dormir y soñar. Pero ¿qué es soñar? Todos conven-
ciones a lo largo de la historia, creando desde mitos, dremos que es el resultado de una actividad cere-
leyendas e interpretaciones místicas hasta teorías bral que produce procesos mentales durante el dor-
psicológicas de la más diversa índole. Los sueños mir. Así, Hobson y Stickgold (modificado) [3] defi-
constituyen una experiencia humana universal y su- nieron los sueños como ‘una actividad mental que
ponen un reto para su estudio desde la neurocien- ocurre mientras dormimos, caracterizado por imá-
cia, la consciencia, las emociones y la cognición. genes sensoriales y motoras y que son vividas como
Así, los sueños han sido abordados desde múltiples formas cognitivas distintivas, ya que son imposibles
puntos de vista, que van desde la filosofía hasta la y muy improbables en el tiempo, el espacio, en per-
medicina clínica, pasando por la psiquiatría, la psi- sona o en las acciones soñadas. Estas acciones van
cología, la inteligencia artificial, los modelos de re- acompañadas de estados emocionales (alegría, tris-
des neurales, la psicofisiología o la neurobiología. teza, miedo, asco, ira) que, en ocasiones, por su in-
De hecho, Aristóteles ya planteó que tanto los ani- tensidad, producen un despertar súbito. La memo-
males vertebrados como los invertebrados duer- ria para los contenidos de los sueños es evanescente
men, pero sólo los mamíferos y los pájaros sueñan, y tiende a desaparecer en cuanto nos despertamos’.
un punto de vista que se ha sostenido hasta el siglo Como es bien conocido, la clasificación de las fa-
xix con Darwin. El propio Aristóteles también ob- ses del sueño se realiza a partir del registro de dife-
servó que los movimientos de labios, ojos, cara y rentes parámetros electrofisiológicos: electroence-
brazos acompañan a los contenidos de los sueños. falograma; electrooculograma, medida de los movi-
Aserinsky y Kleitman [1,2] comenzaron una nue- mientos oculares; y electromiograma submentonia-
va era de conocimiento sobre el dormir y el soñar no, medida del tono muscular, respiración y oxime-
que confirmó la teoría aristotélica, ya que los estu- tría. Las principales características de las diferentes
dios tanto de de conducta como electrofisiológicos fases del sueño son:

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– Fase I. Fase de sueño ligero: se perciben la mayo- cular es nulo (atonía muscular o parálisis), lo que
ría de estímulos que suceden a nuestro alrededor impide que representemos aquello que soñamos.
(auditivos y táctiles). El individuo puede respon- Las alteraciones más típicas de esta fase son las
der a un estímulo con respuesta de movimientos pesadillas, el sueño REM sin atonía y la parálisis
corporales y verbales. El sueño en fase I es poco de sueño.
o nada reparador. En esta fase de sueño, la activi-
dad cerebral combina el patrón alfa con el theta Es obvio, por otro lado, que los sueños deben cum-
de baja amplitud. El tono muscular está dismi- plir una función biológica determinada y que, en úl-
nuido en relación con la vigilia y aparecen movi- tima instancia, deben ayudar al gran sentido de la
mientos oculares lentos. vida humana, que no es otro que gestionar la super-
– Fase II. Se produce un bloqueo de los inputs sen- vivencia y la calidad de dicha supervivencia. Sin em-
soriales en el tálamo, es decir, nuestro sistema bargo, en contraste con las experiencias conscientes,
nervioso bloquea las vías de acceso de la infor- los sueños son vistos como experiencias distorsio-
mación sensorial. Hay una desconexión del en- nadas, ilógicas y bizarras. Empson [4] sugirió que las
torno, lo que facilita la conducta de dormir. Es diferencias entre las experiencias conscientes y los
parcialmente reparador, lo que sugiere que no es sueños eran que los sueños ocurren sin el control de
suficiente para descansar completamente. En la la consciencia y nosotros asistimos a su contenido
fase II de sueño, la actividad cerebral es predo- como ‘espectadores’; el contenido de los sueños no
minantemente theta, aunque aparecen algunas responde a las predicciones de la lógica, pero mien-
salvas de ondas delta. Son característicos de esta tras soñamos los vivimos como reales, y son rápida-
fase los spindles o husos de sueño (salvas de 0,5 a mente olvidados, ya que son vividos como un con-
2 s de actividad beta de 12-14 Hz) y los comple- junto de imágenes y palabras inconexas. Hobson y
jos K (ondas bifásicas de gran amplitud). El tono Stickgold [3] identificaron las principales caracterís-
muscular es menor que en la fase I, y desapare- ticas de los sueños: alucinaciones, entendidas como
cen los movimientos oculares. experiencias sensoriales que no se corresponden
– Fase III. El bloqueo sensorial se intensifica en re- con la realidad (principalmente visuales, auditivas y
lación con la fase II, lo que indica una mayor táctiles); distorsiones cognitivas, ya que lo que ocu-
profundidad de sueño. Si la persona se desper- rre en los sueños es improbable que ocurra en el
tara en esta fase, se encontraría confuso y des- mundo real; e intensificación emocional, ya que cuan-
orientado (en fase IV sucede lo mismo, pero aún do los sueños se acompañan de experiencias emo-
con mayor intensidad). Es esencial para que la cionales, estas son más intensas que cuando esta-
persona descanse subjetiva y objetivamente. En mos conscientes. El propio Hobson [5,6] señaló las
esta fase, la actividad cerebral es preferentemen- siguientes características del sueño REM:
te delta, aunque con presencia de actividad the- – Contiene percepciones visuales y motoras y, en
ta. El tono muscular es aún más reducido que en menor medida, de otras modalidades sensoriales.
fase II, y tampoco hay movimientos oculares. – Las imágenes cambian rápidamente y son raras,
– Fase IV. Hay una mayor profundidad del sueño, aunque también contienen algunas imágenes y
en la que la actividad cerebral es más lenta (pre- eventos que pueden ocurrir en la vida real (como
dominio de actividad delta). Es un período esen- soñar que he olvidado el pendrive cuando voy a
cial para la restauración física y, sobre todo, psí- impartir un curso).
quica del organismo (déficits de fase III y IV – Sus contenidos son delirantes, en la medida que
provocan somnolencia diurna). El tono muscu- no se sostienen en el sistema de creencias habi-
lar está muy reducido. Aunque no es la fase típi- tuales del individuo.
ca de los sueños, en algunas ocasiones pueden – No existe autorreflexión ni crítica, sólo en el caso
aparecer. Los sueños de fase IV son en forma de de que nos despertemos o actúe la consciencia.
imágenes, luces, figuras, y nunca en forma de his- – Se pierde la estabilidad espaciotemporal, siendo
toria. La fase IV es la fase en la que se manifies- el tiempo, los lugares y los protagonistas incon-
tan alteraciones tan conocidas como el sonam- gruentes y discontinuos.
bulismo o los terrores nocturnos. – Cuando los relatamos, se crea una narrativa fan-
– Fase REM. Es la fase en que tenemos los sueños tástica y fabulatoria.
típicos, los que se presentan en forma de narra- – Se produce una intensificación de la vivencia emo-
ción. La actividad eléctrica cerebral de esta fase cional.
es rápida, mayoritariamente theta de baja ampli- – Hay una mayor incorporación de elementos ‘ins-
tud, con ráfagas de actividad beta. El tono mus- tintivos’ relacionados con el deseo y el placer.

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– No existe control volitivo sobre sus contenidos los internos del mundo para interaccionar de mane-
(aunque en algunas fases del sueño, el sujeto pue- ra flexible con un entorno cambiante. O, como se-
de ‘dirigir’ su contenido hacia escenas que le ayu- ñaló Sternberg [8], la ‘actividad mental tiene como
den a mantenerse dormido o a profundizar en el propósito la adaptación a entornos del mundo real
sueño. relevantes en la vida de uno mismo’. El cerebro como
tal es un sistema multidimensional y dinámico y
Como muy bien señaló Ruiz-Vargas [7], en los últi- puede comprenderse mejor si integramos los nive-
mos 100 años han existido múltiples teorías que les de análisis neuropsicológicos y neurobiológicos.
han intentado desentrañar la naturaleza y función Domhoff [9-13] sostiene que se requieren cuatro
de los sueños, y más en concreto de la fase REM, condiciones para que se produzcan los sueños: un
entre las que destacó las siguientes: sistema neural intacto y maduro y unas redes neu-
– Los sueños manifiestan el cumplimiento de deseos rales con conexiones adecuadas para poder soñar;
reprimidos inconscientes (casi siempre de carác- un mecanismo que permita activar los sueños; la
ter sexual). exclusión de estímulos externos, y una pérdida de
– Los sueños son el resultado de la actividad alea- autocontrol sobre los mecanismos cognitivos que
toria de las neuronas, por lo que su función es es- regulan ‘el yo’.
trictamente fisiológica y carecerían de significado. Es bien conocido que los sueños se producen en
– Los sueños desempeñan un papel primordial en la fase REM del sueño, pero, aun siendo cierta esta
los procesos de consolidación de la memoria. afirmación, es parcial, ya que hoy conocemos que
– Los sueños tienen una función de memorización algunos sueños se producen durante la fase no REM
y un significado psicológico real. e incluso durante algunos estados de consciencia,
– Los sueños pueden considerarse como un meca- aunque los sueños que se producen en fase REM
nismo por el cual el cerebro se libera de la infor- son más intensos, más vívidos, más ‘animados’, con
mación inútil. mayor carga emocional. También es interesante se-
ñalar que la frecuencia de la fase REM varía duran-
Hoy en día parece incuestionable le relación entre te el ciclo evolutivo. Los adultos pasan un 25% del
la fase REM del dormir y los sueños, lo que nos lle- tiempo que duermen en fase REM, los mayores un
varía a algunas preguntas de interés (modificado de 15%, los niños un 50% y los prematuros llegan al
Hobson y Pace-Schott [5]): 70-80%. Funkhouser et al [14,15], además, plantean
– ¿Existen similitudes y diferencias entre la expe- que el contenido de los sueños varía con la edad, a
riencia consciente, la fase NREM y la fase REM medida que avanzamos en nuestro ciclo vital los
del sueño, y pueden medirse objetivamente las di- sueños se tornan menos agresivos en su contenido,
ferencias fenomenológicas de estos tres estados? se dan menos pesadillas, se reduce su duración, y se
– ¿Hay similitudes y diferencias entre los sustratos recuerda con más dificultad lo soñado.
cerebrales de la experiencia consciente, la fase ¿Los sueños tienen alguna función? En términos
NREM y REM del sueño, tanto en las regiones genéricos, se sostiene que los sueños poseen una
cerebrales implicadas como a nivel neuronal y función de aprendizaje y consolidación, y de repa-
molecular, y pueden medirse objetivamente? ración física y mental (del cuerpo y del cerebro). Se
– ¿Podemos desarrollar modelos integradores para ha observado que la deprivación de sueño produce
explicar las diferencias y similitudes fenomeno- alucinaciones auditivas y visuales, interferencias en
lógicas y cerebrales entre experiencia consciente, el aprendizaje y la memoria, pérdida de la capaci-
NREM y REM? dad para elaborar asociaciones, afectación en tareas
que requieren atención focalizada, irritabilidad y
En esencia, el punto de vista que vamos a sostener suspicacia [16].
parte de la ruptura de la dicotomía cerebro-mente,
planteando que la mente no existe, sino más bien los
procesos mentales, que no son más que el resultado Sueños, consolidación y eliminación
del funcionamiento cerebral. Digamos que la mente
es al cerebro lo que la digestión es al sistema digesti- En los últimos años se ha desarrollado un cuerpo
vo. Los procesos mentales, pues, no serían más que de conocimiento sustancial sobre el papel que de-
una compleja interacción de componentes dinámi- sempeña la fase REM del sueño en los procesos de
cos interactuando y produciendo cambios continuos consolidación de la memoria.
en el propio sistema y en última instancia en la con- Recientemente, Wilhem et al [17] han planteado
ducta, ya que nuestro cerebro debe construir mode- que el cerebro evalúa los recuerdos durante el sue-

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ño y retiene preferentemente aquéllos que conside- subcorticales, y estas estructuras se reactivarían du-
ra más relevantes. Para ello, solicitaron a un total rante el sueño REM. Pero, tal vez, lo más interesan-
de 191 voluntarios que realizaran dos tipos de tarea te del modelo de Fuster, compartido por Buzsáki
para comprobar la retención de los datos aprendi- [21], es que señala que las neuronas hipocampales
dos. En la primera tarea, los sujetos debían apren- que se disparan sincronizadamente durante el apren-
der 40 pares de palabras (memoria declarativa). En dizaje tienden a activarse también de forma sincro-
la segunda, los participantes tenían que asociar nizada durante el sueño REM. Si la consolidación
imágenes de animales con objetos (memoria vi- se produce en regiones corticales dirigidas y activa-
suoespacial) y también practicar secuencias de to- das para tal fin por el hipocampo, esta actividad
ques con los dedos (memoria motora procedimen- debe mantenerse durante el sueño REM, aunque,
tal). En ambos grupos, a la mitad de los voluntarios como señala Buzsáki, este diálogo corticohipocam-
se les dijo inmediatamente después de la tarea que pal propio del cerebro activo despierto se invierte
se les sometería a examen 10 horas después y sola- durante el sueño REM, siendo entonces el hipo-
mente a algunos de los voluntarios se les permitió campo el que domina este diálogo continuo e inter-
dormir antes de realizar el examen. Los sujetos que currente. En definitiva, y como bien señala Ruiz-
pudieron dormir obtuvieron mejores resultados Vargas, ‘la reactivación durante el sueño de la infor-
que los que no pudieron, pero sólo las personas que mación adquirida mientras permanecemos des-
durmieron y sabían que se les iba a examinar obtu- piertos es reexpresada durante el sueño tanto en los
vieron unos resultados sustancialmente mejores circuitos hipocampales como corticales’.
que la media. Los electroencefalogramas de los in- En clara contraposición a estos modelos de con-
dividuos a los que se les permitió dormir mostraron solidación se sitúan las hipótesis de Crick y Mitchi-
un incremento en la actividad cerebral durante el son [22], que plantearon que la función primordial
sueño profundo, con un incremento mayor en los de la fase REM es eliminar las asociaciones que ha
sujetos que sabían que iban a ser examinados. producido la memoria y que son inútiles y espurias.
Aunque este estudio pueda resultar novedoso, Estos autores parten de la idea de que la informa-
ya en 1924 Jenkins y Dallenbach [18] diseñaron un ción almacenada en el cerebro se distribuye en dife-
experimento en el que, tras un período de aprendi- rentes regiones, es robusta y sólida, y superpuesta
zaje, a unos sujetos se les permitía dormir y otros (una sinapsis puede estar implicada en el almacena-
continuaban una actividad normal. Cuando se valo- miento de distintas informaciones). Un sistema con
ró el recuerdo en ambos grupos, quedó patente que estas propiedades puede sobrecargarse de informa-
el grupo al que se le había permitido dormir recor- ción, por lo que debemos contar con algún sistema
daba mejor que el que había permanecido en activi- de aprendizaje inverso y desaprendizaje, y este sis-
dad. Este estudio puede reflejar que el sueño ayuda tema actuaría durante las fases REM del sueño.
a la consolidación de los recuerdos, pero, tal vez, ¿Son incompatibles ambas hipótesis, la de la
también señala que no es el sueño como tal el que consolidación y la del aprendizaje inverso? Tal vez
consolida el recuerdo, sino la falta de interferencias no. El contenido extraño de los sueños puede resul-
durante la consolidación, ya que el grupo activo re- tar de la información de diferentes contenidos que
cibe gran cantidad de estímulos durante el proceso comparten una mismo circuito corticohipocampal,
de consolidación que pueden interferir en dicho y lo que ocurre es que se va eliminando informa-
proceso. En esta línea, Smith y su equipo observa- ción espuria, dejando paso a nuevos aprendizajes
ron que, tras el aprendizaje, se produce un incre- para ser consolidados; este proceso puede hacer
mento en la intensidad y número de las fases REM que se ‘cruce’ la información que entra para ser
en ratas, y que este incremento en el aprendizaje consolidada con la información saliente ‘inútil’, lo
del recorrido de laberintos continúa durante los que hace que el contenido de los sueños sea tan ‘iló-
días posteriores. En la réplica con humanos, se re- gico’ y extraño.
gistró la actividad cerebral en un grupo de estu-
diantes después de haber finalizado los exámenes,
observándose un incremento significativo de las fa- Sueños y simulación
ses REM. Así, un grupo de investigadores franceses
observó que las fases REM de sueño van en decre- Humphrey [23] considera que soñar desempeña una
mento a medida que progresa el aprendizaje, vol- función psicológica y biológica de gran relevancia.
viendo a su línea basal cuando el sujeto domina la Forma parte de nuestro patrimonio evolutivo y la
tarea [19]. Para Fuster [20], la formación de nuevos diferencia entre los sueños de otras especies y los
recuerdos depende de la activación de estructuras humanos radica en la narrativa compleja que se es-

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Neuropsicología de los sueños

tablece en los sueños de la especie humana, ‘ya que los elegidos para esta investigación, y su objetivo
son como cuentos’. Para él, los sueños son historias fue localizar el lugar clave de la lesión que eliminara
paradigmáticas, que se nutren de las primeras his- los sueños REM. Le incisión crítica ocurrió en el ta-
torias que escuchamos, y generamos relatos por llo cerebral, en concreto, en el núcleo pontino. Es-
medio de las historias que construimos en sueños. tos estudios planteaban que los sueños eran un acto
Los sueños infantiles, para Humphrey, son senci- sin razonamiento, por lo que cuestionaban las teo-
llos, y gran parte de sus protagonistas son animales rías psicológicas imperantes, sobre todo el psico-
con emociones básicas (enfado, dolor, alegría, mie- análisis. Aunque entonces no se había descubierto
do…), lo que les ayuda a formular ideas acerca de el papel de la sustancia gris paraperiacueductal en
qué significa ser un organismo activo. Cree que la los estados emocionales, el papel del sistema reti-
función principal de los sueños es ensayar emocio- cular en la generación de los estados de consciencia
nes y situaciones que permitan ‘simular’ situaciones ya era bien conocido.
de la vida para aprender así cómo funciona nuestra En 1975, Hobson y McCarley [25] redujeron la
mente, cómo reaccionamos ante situaciones nuevas búsqueda de ‘generador de sueños’ al núcleo ponti-
que no hemos vivido nunca, pero es posible que no, concluyendo que las neuronas que activan el
ocurran. Tal vez por esto, en ocasiones, tenemos la sueño REM se hallarían en el tegmento mesoponti-
sensación de haber vivido anteriormente una situa- no y estarían relacionadas con la secreción de ace-
ción concreta que se da en nuestra vida. Por ejem- tilcolina (ACh). En la transición del sueño REM a
plo, es habitual que las comadronas sueñen que dan NREM se activaría el núcleo del rafe dorsal y el lo-
a luz, aunque nunca hayan sido madres, y afirman cus coeruleus. El rafe produce serotonina y el locus
que esos sueños les dotan de una comprensión y produce norepinefrina, desactivando el sistema co-
una percepción que no podrían obtener de otra linérgico. Este modelo fue denominado de interac-
manera. Para este autor, hasta los 4 años los sueños ción recíproca. En 1977, estos autores revisaron su
no son narrativos, sino ‘hechos aislados’, como co- trabajo, publicando un modelo del soñar propia-
merse un helado, pero a partir de esa edad el sueño mente dicho, denominado modelo de síntesis de
comienza a ser narrativo, es una historia elaborada activación, sosteniendo que el soñar se activa por
con protagonistas y con cierto ‘guion’. A través de sistemas colinérgicos en el tallo pontino [26]. Este
los sueños se aprenden cosas de la vida real y se ex- modelo argumenta que el cerebro anterior, poco
perimentan emociones, sentimientos y situaciones, activado, trata de sintetizar las imágenes sin signi-
como si asistiéramos a un teatro para aprender. Los ficado, que son estimuladas al azar desde el tallo
sueños, pues, serían el tiempo y el lugar ‘de nuestro cerebral. ‘El cerebro anterior hace lo mejor de un
recreo’, ya que, basándonos en la simulación, no mal trabajo’, tratando de convertir en representa-
conllevan los peligros ni las consecuencias de los ciones las imágenes ‘incipientes’ que el tallo cere-
hechos que suceden en la vida real. bral le envía.
El ser humano es supersticioso por naturaleza, Sin embargo, Solms [27] estudió a cuatro pacien-
ya que intenta buscar premoniciones sobre su futu- tes con lesión en el núcleo pontino, a los que pre-
ro en el contenido de los sueños; también es predic- guntó si soñaban, y su respuesta fue afirmativa, mien-
tivo por naturaleza, por lo que también busca seña- tras que 40 pacientes con lesiones anteriores referían
les que le permitan predecir su futuro. Y ¿qué ocu- no soñar, aunque preservaban la fase REM del sue-
rre con el sueño lúcido? Para este autor, el sueño ño. En 1988, Hobson [28] aceptó que los sueños en
lúcido es una forma extraordinaria de sueño en la fase NREM son indistinguibles de los de la fase
que el sujeto es consciente de que está soñando y REM. Foulkes et al [29,30] ya habían observado que
puede controlarlo y guiarlo y guiarse a través de él. se producen sueños en fase NREM al inicio del sue-
Si los sueños REM sirven para aprender y se com- ño, y que, cuando más próximo esté el sueño REM
prometen con la realidad o con las posibles realida- al despertar, más fácil es de recordar. Para el mode-
des, en los sueños lúcidos puedes construir tú la lo de interacción recíproca, pues, la transición en-
historia como si estuvieras jugando a un juego en el tre la vigilia y el sueño son niveles bajos de norepin-
que tú puedes construir la trama. efrina y serotonina y niveles bajos de ACh.
En la neurotransmisión de los sueños, la ACh
parece desempeñar un papel primordial. La activa-
Neurobiología de los sueños ción de los circuitos de ACh se encuentra asociada
con la activación cortical y la sincronización de di-
Los primeros experimentos que buscaron el sustra- ferentes áreas cerebrales, lo que le relaciona direc-
to cerebral se deben a Jouvet [24], siendo los gatos tamente con el sueño. Por ejemplo, en modelos ani-

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vez, el movimiento de los ojos responda a una con-


Figura 1. Estructuras primarias implicadas en los sueños. ducta de exploración del espacio) (Fig. 1).

Neuropsicología de los sueños


Durante la última década, las técnicas de neuro-
imagen han servido para describir la neuroanato-
mía funcional de cerebros sanos en las fases REM y
no REM del sueño. Así, la fase REM se caracteriza
por una actividad neuronal sostenida, alto grado de
desgaste energético y aumento del flujo sanguíneo
cerebral [31]. En estudios de neuroimagen, se ha
observado activación del tegmento pontino y del
núcleo talámico, así como de estructuras límbicas
y paralímbicas, incluyendo la amígdala (activación
emocional), el hipocampo (consolidación de recuer-
dos) y el cingulado anterior.
Además, se observa una activación de áreas tem-
porooccipitales, incluyendo el córtex temporal infe-
rior y el giro fusiforme. Esta activación de regiones
corticales posteriores se encontraría relacionada
males, las lesiones en áreas cerebrales que contie- con la generación de imágenes visuales internas. Por
nen ACh producen decrementos en el arousal cor- otro lado, este patrón de activación de regiones lím-
tical y desincronización. Antes de centrarnos en el bicas y paralímbicas es consistente con modelos que
papel de la ACh en la fase REM del sueño, es im- plantean que, en la fase REM, se procesa informa-
portante señalar su papel en la regulación de la ción interna (entre el núcleo extraestriado y sus pro-
temperatura en el tronco cerebral. Como ya se sabe, yecciones paralímbicas) en un sistema cerrado, di-
el sueño y la termorregulación se encuentran estre- sociado del input (vía córtex estriado) o output (vía
chamente relacionados, y la temperatura tanto del córtex frontal) que conecta con el mundo externo.
cerebro como del cuerpo varía a lo largo del sueño. También se observa activación durante la fase
El tronco cerebral forma parte de un circuito del REM en el tronco cerebral, cerebelo y núcleo cau-
sueño y la termorregulación, junto con dos núcleos dado, que darían soporte a la activación de sistemas
hipotálamicos, como son el área preóptica y el hi- colinérgicos. En resumen, los distintos estudios se-
potálamo anterior. ñalan que no sólo la neuroanatomía funcional, sino
Existe evidencia suficiente para poder afirmar también las interacciones funcionales entre regio-
que la ACh se relaciona con la fase REM del sueño, nes neuronales difieren en la fase REM. Los mapas
ya que sus niveles son altos en estado de vigilia y de neuroanatomía funcional muestran un conjunto
fase REM, y descienden en fase de sueño delta. De de activaciones y desactivaciones. En regiones sub-
hecho, los fármacos que actúan sobre los agonistas corticales como el núcleo pontino, áreas límbicas y
de la ACh incrementan las fases REM, y sobre los paralímbicas y áreas posteriores corticales, se ob-
antagonistas disminuyen estas fases. En términos serva una evidente activación. Sin embargo, otras
de estructura cerebral, diríamos que la fase REM regiones, como el córtex frontal o parietal, se hallan
comienza cuando se activan las neuronas ACh lo- desactivadas (Fig. 2).
calizadas en el núcleo pontino y, en concreto, en el Este mapa cerebral que se genera puede explicar
área peribraquial. Así, diferentes investigaciones han la conformación que toman los sueños. La activa-
evidenciado que en esta región se hallan los efectos ción de la amígdala es consistente con la activación
que observamos en fase REM (desincronización emocional durante los sueños; la activación del cór-
cortical, movimientos oculares y parálisis muscu- tex temporoparietal generaría las imágenes visua-
loesquelética). El área peribraquial se relaciona di- les, y la desactivación parietal y frontal es sugestiva
rectamente con el tálamo, lo que explicaría la desin- de la pérdida de las coordenadas espaciotempora-
cronización, con el cerebro basal y el tectum, donde les, la pérdida de insight, la fragmentación de la me-
se encuentra el culículo superior implicado en la moria episódica y la reducida sensibilidad a estímu-
exploración y localización espacial (por lo que, tal los externos.

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Neuropsicología de los sueños

Por otro lado, la tomografía por emisión de posi-


trones (PET) ha permitido acercarnos al estudio de Figura 2. Regiones de activación y desactivación en los sueños.
la actividad cerebral durante las fases REM del sue-
ño. Como ya hemos señalado anteriormente, es
bien conocida la actividad del tronco cerebral du-
rante la fase REM, pero, además de esta región ce-
rebral, el escenario cerebral que emerge cuando ob-
servamos el cerebro con la PET parece señalar de
forma consistente: activación de regiones límbicas
y paralímbicas, activación de ganglios basales, acti-
vación de áreas corticales de modalidad específica
(especialmente las áreas 19, 22 y 37 de Brodmann)
y desactivación de la corteza prefrontal dorsolateral
[32], ventromedial, corteza parietal y cingulado pos-
terior. Esta desactivación del córtex prefrontal de
regiones corticales posteriores perceptivas y siste-
mas de memoria y emocionales puede ser de gran
valor fenomenológico. Los sueños están caracteri-
zados por su contenido perceptivo: el contenido vi-
sual aparece en el 100% de los sueños, el auditivo en
el 60%, el táctil en el 15% y el gustativo en el 5%. En
cuanto al contenido, la emoción más prevalente pa-
rece ser el miedo, lo que sería congruente con la ac-
tivación amigdalina. Así, podíamos afirmar que las
regiones frontales son las encargadas de conferir
coherencia a los ‘caóticos’ sistemas posteriores y
subcorticales. De hecho, algún artículo señala que
la ruptura de las coordenadas espaciotemporales en
los sueños puede relacionarse con la desconexión
de la memoria de trabajo [33-40].
Un tema de gran interés es el contenido extraño
de los sueños. Para explicarlo, Schwartz y Maquet
[41] recurrieron a trastornos neurológicos, buscan-
do su similitud con trastornos delirantes de falsos
reconocimientos de lugares y rostros. En concreto,
argumentan que algunos contenidos extraños ‘nos
recuerdan’ a síntomas en síndromes neurológicos
después de daño cerebral. Entre ellos señalan los
síndromes de falsa identificación, como el de Cap- dividuales. La neurofisiología del sueño REM, y en
gras, Frégoli y las paramnesias reduplicativas, y que particular los últimos puntos de vista en sus patro-
la topografía lesional asociada a estos síndromes nes de actividad regional, ofrece un punto de partida
puede proveer información para generar modelos útil para reflexionar sobre la fenomenología del sue-
que expliquen la organización funcional del cerebro ño y la actividad cerebral subyacente. Sin embargo,
durante los sueños (Fig. 3). la ecuación inicial de sueño REM con los sueños se
ha demostrado que es incorrecta. Por lo tanto, es el
momento de que los investigadores vayan más allá
Conclusiones de las etapas del sueño cuando se trata de desvincu-
lar la consciencia del sueño de los eventos neurona-
La consciencia de los sueños es muy similar a la les, y de que se centren en las características más
consciencia en el estado de vigilia, aunque hay va- sutiles de la actividad del cerebro en el espacio y el
rias diferencias en la voluntad, la autoconsciencia y tiempo cerebral. La desconexión en los sueños del
la reflexión; además, los sueños parecen afectar a ambiente externo plantea una paradoja central sin
los procesos de consolidación de la memoria, y exis- resolver: la respuesta a lo que podría ser un instru-
te una considerable variabilidad entre los sueños in- mento para la comprensión de los sueños. Debemos

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J. Tirapu-Ustárroz

Parece más plausible pensar que la activación


Figura 3. Funciones de las regiones cerebrales en los sueños. que se produce en la fase REM facilita más que cau-
sa los sueños, para lo cual sí es necesaria una deter-
minada activación cerebral, pero no parece sufi-
ciente para producir este estado de consciencia lla-
mado soñar. Es un hecho demostrado que lesiones
frontales ventromediales anulan los sueños, aunque
existe preservación de las fases REM. Ya hemos se-
ñalado que durante los sueños existe una activación
de áreas específicas, con desactivación, sobre todo,
de la convexidad frontal dorsolateral (mediada por
una reducción del glutamato, la serotonina y la no-
radrenalina). Los datos revisados también señalan
un incremento en la activación de sistemas meso-
límbicos-mesocorticales.
Sin embargo, en la actualidad no es posible toda-
vía establecer un ‘paisaje’ cerebral definitivo de la
anatomía funcional de los sueños, aunque se han
llevado a cabo importantes avances. El proceso de
soñar se lleva a cabo de una forma paradójica, y se
inicia con una activación paradójica del tronco ce-
rebral. Desde un punto de vista neuroanatómico
funcional, el primer elemento en esta conjunción
está caracterizado por una desactivación cortical y,
en especial, del córtex prefrontal dorsolateral, y una
activación de regiones occipitales que sustentan las
imágenes visuales y de regiones hipocampales rela-
cionadas con la memoria. Sin embargo, la activa-
buscar un encuentro que converja en los micronive- ción del núcleo pontino no es la única causa de los
les y macroniveles de estudio cerebral, incluyendo la sueños, ya que lesiones en esta región no impiden
fenomenología, el desarrollo, la neuropsicología fun- dejar de soñar. Esta conjunción de activación ponti-
cional, la neuroimagen y la neurofisiología, para na-desactivación cortical no parece suficiente para
apoyar la idea de que los sueños podrían estar estre- soportar los sueños, ya que parece existir un papel
chamente relacionados con la imaginación, donde la fundamental de otras estructuras límbicas. La deli-
actividad del cerebro, presumiblemente, fluye en un mitación de esta compleja red resulta controverti-
modo top-down. Percibir y valorar los sueños como da, ya que podrían desempeñar un papel importan-
una forma de imaginación poderosa puede ayudar a te aspectos motivacionales y de saliencia emocio-
explicar muchas de sus características únicas, como nal, como evidencian los datos de neuroimagen y
las repentinas transiciones, la incertidumbre acerca neurobiológicos.
de las personas y lugares, los limitados recuerdos En resumen, los sueños pueden considerarse como
posteriores y la desconexión del medio ambiente, un estado de consciencia caracterizado por un re-
para generar hipótesis comprobables y ofrecer pre- ducido control sobre su contenido, imágenes visua-
dicciones para futuros estudios. les y activación de la memoria, y mediado por in-
Como se ha señalado, es bien conocida la activi- centivos motivacionales y saliencia emocional.
dad del tronco cerebral durante la fase REM, pero, El sueño REM, o sueño protoconsciente en pala-
además de esta región cerebral, el escenario cere- bras de Hobson [42], plantea la hipótesis de fondo
bral que emerge cuando observamos el cerebro con de que el desarrollo y mantenimiento de la cons-
la PET parece señalar de forma consistente la acti- ciencia en estado de vigilia y de otra consciencia de
vación de regiones límbicas y paralímbicas, la ac- orden superior dependen de la activación cerebral
tivación de los ganglios basales, la activación de durante el sueño. La hipótesis hace hincapié en los
áreas corticales de modalidad específica (especial- aspectos principales de la consciencia, la base de
mente las áreas 19, 22 y 37 de Brodmann) y la des- que surge a finales de la evolución y anteriormente
activación de la corteza prefrontal dorsolateral [27], al desarrollo del cerebro mayor o superior, y que los
ventromedial, parietal y cingulado posterior. sustratos cerebrales que apoyan esta consciencia cen-

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Neuropsicología de los sueños

tral y extendida son aspectos sustentados en la cons- 5. Hobson JA, Pace-Schott EF. The cognitive neuroscience of
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sente sólo en los seres humanos, que han evolucio- intelligence. New York: Viking; 1988.
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ticales y probablemente es necesaria para mediar en approach. New York: Plenum Press; 1996.
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A partir de esta hipótesis de los flujos, una nue- Washington, DC: American Psychological Association; 2002.
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11. Domhoff GW. The scientific study of dreams: neural networks,
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frente al estar consciente. La nueva teoría aporta la 14. Funkhouser AT, Cornu CM, Hirsbrunner HP, Bahro M.
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importancia del estudio de los sueños para com- elderly: no adverse effects on life or sleep quality. Int J Geriatr
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mundo externo e interno. Se propone que soñar es 15. Funkhouser AT, Hirsbrunner HP, Cornu C, Barhro M. Dreams
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subjetiva como resultado de un estado cerebral con 16. Hoss RJ, Feinstein D. Dream language. Self-understanding
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asocian a estados y activaciones cerebrales distinti- 17. Wilhem I, Diekelmann S, Molzow I, Ayoub A, Molle M,
vas. Un modelo tridimensional puede ser construi- Born J. Sleep selectively enhances memory expected to be
of future relevance. J Neurosci 2011; 31: 1563-9.
do para representar los cambios temporales en el 18. Jenkins JG, Dallenbach KM. Oblivescense during sleep
cerebro y sus estados subjetivos. Estos cambios en and waking. Am J Psychol 1924; 35: 605-12.
la activación, entrada-salida, procesamiento y mo- 19. Hennevin E, Hars B, Maho C, Bloch V. Processing of learned
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dulación se correlacionan con estados de autocons- Behav Brain Res 1995; 69: 125-35.
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Neuropsychology of dreams

Introduction. Dreams are a universal human experience and studying them from the point of view of neuroscience,
consciousness, emotions and cognition is quite a challenge for researchers. Thus, dreams have been addressed from a
number of different perspectives ranging from philosophy to clinical medicine, as well as psychiatry, psychology, artificial
intelligence, neural network models, psychophysiology or neurobiology.
Development. The main models are grounded on the biological function of dreams, especially those based on processes
involving the consolidation of memory and forgetting, and models of simulation. Similarly, current models are developed
upon the neurobiology and the neuropsychology of the REM phases of sleep and how they are differentiated from
wakefulness. Thus, neurobiologically speaking, dreams are related to the role of acetylcholine and, neuropsychologically,
to the activation of the limbic and paralimbic regions, the activation of the basal ganglia, the activation of cortical areas
with a specific modality (especially Brodmann’s areas 19, 22 and 37) and the deactivation of the ventromedial, parietal
and dorsolateral prefrontal cortex and posterior cingulate.
Conclusions. Dreams can be considered a state of consciousness that is characterised by a reduced control over their content,
visual images and activation of the memory, and which is mediated by motivational incentives and emotional salience.
Key words. Acetylcholine. Cingulate. Consolidation. Dorsolateral prefrontal. Non-REM phase. Occipital cortex. Parietal cortex.
Pontine nucleus. REM phase. Simulation.

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