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Campaña Libertadora de Nueva Granada: 27 de mayo - 10 de agosto de 1819

Fue una campaña militar emprendida por Simón Bolívar a principios de 1819 para liberar la Nueva Granada (actual Colombia) del dominio español. La
campaña buscaba preparar el terreno para la creación de la República de Colombia, estado que comprendería las antiguas colonias españolas de la
Capitanía General de Venezuela, el Virreinato de Nueva Granada y la Real Audiencia de Quito, territorios que para entonces, con excepción del sur y
oriente de Venezuela, se hallaban en poder de los españoles; lo cual se materializaría en el Congreso de Angostura, con la Constitución de la República
de Colombia (17 de diciembre de 1819).

Bolívar decidió aparentar la retirada a cuarteles de invierno, comisionando al General José Antonio Páez a tal fin con un pequeño cuerpo con el cual
debía aparentar la presencia del ejército completo, de manera de engañar al enemigo. Tras la retirada de Pablo Morillo de la campaña de Apure a sus
cuarteles de invierno en Calabozo, decidió que era el momento oportuno para efectuar la planeada liberación de Nueva Granada.

La campaña tuvo una duración de 77 días, desde el 23 de mayo de 1819 cuando Bolívar expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del
ejército patriota, hasta el 10 de agosto del mismo año, cuando Bolívar entra sin resistencia a Santafé de Bogotá, la capital de la Nueva Granada, después
de haber vencido en las batallas del Pantano de Vargas y de Boyacá.

A principios de 1819, José María Barreiro quien se encontraba al mando de las tropas realistas en Nueva Granada, contaba con al menos 3.000 hombres
entrenados y pertrechados, sin incluir las tropas de las guarniciones a lo largo del territorio.6 Al mismo tiempo, Santander, por órdenes de Simón
Bolívar, lograba reunir solamente unos 2.200 efectivos, organizados en cuatro batallones, tres regimientos, un escuadrón y una compañía de artillería
que carecía de cañones. Estos soldados en su mayoría (a excepción de la legión británica) eran criollos, mestizos, mulatos, negros e indígenas,
reclutados muchos de ellos en los llanos de Venezuela. El plan inicial de Bolívar consistía en desplazar el ejército desde Venezuela hasta Casanare en
la Nueva Granada para reunirse con los hombres de Francisco de Paula Santander y adentrase en territorio granadino por la vía de Tunja para combatir
las tropas del virrey Juan de Sámano. Santander había reunido una hueste de 2.000 combatientes, sólo 1.200 con fusiles,.7 Contando con una maniobra
de distracción de José Antonio Páez sobre la ciudad de Cúcuta, la cual finalmente no se realizó, se acordó que este quedaría al mando de 1.000 hombres
de caballería, que adicionalmente operaría sobre la provincia de Barinas.8 Pretendía con esta maniobra engañar a Morillo sobre el verdadero objeto
de la marcha y atraer hacia Cúcuta o Pamplona el ejército que defendía las provincias centrales de Nueva Granada. Pretendía también con ello, que la
quinta división del ejército realista, al mando del general Latorre, no se internase en territorio granadino para auxiliar a la tercera división allí
existente.9

El 26 de mayo de 1819 se puso en marcha el ejército de 2.186 efectivos desde Mantecal hacia Guasdualito, esta última, una población fronteriza con
Colombia, a orillas del río Arauca. Este constaba de cuatro batallones de infantería: Rifles, al mando del coronel Arthur Sandes; Barcelona, al mando
del coronel Ambrosio Plaza; Bravos de Páez al mando del coronel José de la Cruz Carrillo y la Legión Británica, al mando del coronel James Rooke que
tenía entre 160 y 200 hombres,10 sumando entre todos los batallones 2.332 hombres. Adicionalmente contaba con 40 hombres de artillería que
disponían de 4 piezas ligeras al mando del coronel Bartolomé Salom y la caballería con 814 efectivos, distribuidos en tres batallones: Húsares, Llano
arriba y Guías al mando entre otros, de los coroneles Juan José Rondón, Leonardo Infante, Lucas Carvajal, y Guillermo Iribarren que deserto el día 3
de junio con el escuadrón húsares.

El ejército de Bolívar cruzó el río Arauca el día 4 de junio de 1819, entrando a territorio granadino en la entonces provincia del Casanare. Arribó a Tame
el día 11 de junio, donde se hallaba acuartelado el general colombiano Francisco de Paula Santander, quien había reunido un ejército de unos 1600
hombres de infantería y 600 hombres de caballería. Al momento del encuentro de los ejércitos, se reunió una cifra aproximada de 4.300 efectivos. Sin
embargo otras fuentes señalan que el número total de efectivos para entonces, solo ascendía a 2.500.11 La travesía desde Guasdualito hasta Tame
sumaron unos 200 km, realizada en pleno invierno, donde las tropas sufrieron penurias a causa de los ríos crecidos, lluvias constantes e inundaciones
en todo el recorrido, la escasez de alimentos y la incapacidad para aprovisionarse de los mismos; adicionalmente debían mantener secos el armamento
y la escasa munición con la que contaban.

El ingreso al altiplano de la cordillera Oriental estaba resguardado por los efectivos de la tercera división, que contaba solo en la ciudad de Tunja con
2.400 hombres de infantería y 400 de caballería, comandados por el coronel de artillería José María Barreiro.12 En Tame Bolívar tenía tres opciones
para marchar sobre la ciudad de Tunja, la primera por la salina de Chita, el camino más corto y cómodo para la tropa por la existencia de pueblos para
pasar la noche, pero también el más custodiado por las tropas realistas que se apostaban en esa zona conscientes del la amenaza que representaba
Santander desde los llanos orientales, la segunda vía era por Labranzagrande, para llegar a Sogamoso, donde se hallaba el cuartel realista, y la tercera
ruta, por el páramo de Pisba, el camino más inhóspito, pero no vigilado por los españoles, lo cual le daría factor sorpresa sobre las tropas realistas al
ingresar al altiplano.

Tras cuatro días de descanso en Tame las tropas se pusieron en marcha todavía bajo fuertes condiciones invernales hacia Pore, la capital de la provincia
de Casanare, sitio al cual arribaron el día 22 de junio de 1819, encontrándose en este sitio de frente con la rama oriental de la cordillera de los Andes
colombianos.

Batalla de Paya y Paso de los Andes

Batalla de Tópaga

Batalla del Pantano de Vargas

Batalla de Boyacá
La Gran Colombia en 1820 y las campañas de independencia llevadas a cabo entre 1821 y 1823.

El mismo día de la batalla de Boyacá, el coronel Barreiro fue capturado y fue ejecutado con otros 37 oficiales españoles prisioneros el 11 de octubre
de 1819 por orden de Francisco de Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a muerte.

Luego de la derrota de los realistas, el virrey Juan de Sámano fue informado en Bogotá y pudo escapar a tiempo tomando rumbo a Cartagena de Indias.
Bolívar llegó a Santafe de Bogotá donde entró sin resistencia el día 10 de agosto de 1819 a la 17:00 horas dando por terminada la campaña libertadora
de la Nueva Granada.

La batalla de Boyacá fue un triunfo decisivo sobre el poder español en la Nueva Granada. A pesar de que los realistas se harían fuertes en otras
provincias del virreinato como Santa Marta y Pasto, en donde resistirían varios años; la capital del virreinato cayó en manos de los patriotas
neogranadinos y con ello se abrió el camino para la unión de la Nueva Granada con Venezuela en la República de Colombia.

Sin embargo, las campañas independentistas deberían continuar: Sucre marchando hacia el sur, a Pasto, la Audiencia de Quito, el Virreinato del Perú
y el Alto Perú; mientras Bolívar debía hacerlo hacia el occidente de Venezuela que aún se hallaba bajo el dominio de los realistas que contaban con
27.000 soldados para enfrentarle.

La batalla de Carabobo :fue una de las principales acciones militares de la Guerra de Independencia de Venezuela que se llevó a cabo en el
Campo de Carabobo el 24 de junio de 1821, por parte del ejército patriota contra el ejército real del Imperio español. Esta batalla fue decisiva en la
liberación de Caracas, así como la del resto del territorio venezolano, la cual se reafirmó con la expulsión definitiva de las tropas españolas en la
posterior Batalla Naval del Lago de Maracaibo

Al expirar el armisticio el 28 de abril de 1821, ambos bandos comenzaron una movilización de sus fuerzas.

El general republicano Mariano Montilla al mando de tres mil hombres puso bajo asedio Cartagena de Indias entre el 14 de julio de 1820 y el 10 de
octubre de 1821 (durante la vigencia del armisticio hubo un alto al fuego) y ocupó Riohacha y Maracaibo (lo que llevó al fin de la tregua).6 7 Bolívar
en persona comandaba 5.000 soldados acantonados en Barinas y Páez marchaba hacia él con 4.000 refuerzos. Bermúdez por su parte avanzaba hacia
Caracas con 2.000 desde el Oriente. Por último, el ejército granadino se encargaba de las operaciones en el valle del Magdalena. La Torre en cambio
disponía de 9.000 soldados distribuidos a lo largo de toda la costa caribeña venezolana y neogranadina en distintas guarniciones pero con sus
comunicaciones interrumpidas desde la revolución en Maracaibo que llevo a que dicha ciudad pasara a poder rebelde. Más de dos años antes (1818)
sus fuerzas eran de 18.000 combatientes, pero a causa de las continuas derrotas ante los independentistas habían descendido a la mitad. Bolívar y sus
ejércitos totabilizaban en cambio 20.000 hombres10 frente a los cerca de ocho mil que eran pocos años antes.
La concentración rebelde se realizó en la ciudad de San Carlos, donde acudieron los ejércitos de Bolívar, parte del de Páez y la división del general
Rafael Urdaneta.6 En total más de 6.000 hombres. La Torre tenía por su parte 5.0006 a 6.300.13 El ejército de Oriente, dirigido por José Francisco
Bermúdez realizó una maniobra de distracción avanzando sobre Caracas, La Guaira y los Valles de Aragua que obligó a La Torre a enviar unos dos
batallones de infantería y escuadrón de caballería a Barquisimeto en su contra para recobrar las posiciones y asegurar su retaguardia,6 unos mil
combatientes.13 El ejército rebelde avanzó de San Carlos a Tinaco cubierto por la avanzada del coronel José Laurencio Silva, que tomó las posiciones
leales en Tinaquillo. El 20 atraviesa el ejército rebelde el río Tinaco y el 23 Bolívar pasa revista a sus fuerzas en la sabana de Taguanes.

Preparación de ambos ejércitos

Previo al combate, Miguel de la Torre distribuyó sus fuerzas de manera tal que cubrieran por el oeste el camino de San Carlos, y por el sur el de El Pao.
La primera línea defensiva fue confiada a la Primera División dirigida por el Teniente Coronel Tomás García, la cual se organizó en tres batallones
principales. El batallón de Valencey a cargo del Teniente Coronel Andrés Riesco, ocupó la parte sur del camino; a su derecha se situó el batallón
Hostalrich comandado por el Teniente Coronel Francisco Illas, en columna de marcha detrás de las anteriores. Además de esto, dos piezas de artillería
fueron colocadas en una pequeña altura, delante de la línea formada por el Valancey y el Barbastro. La posición correspondiente a la vía de El Pao fue
ocupada por la División de Vanguardia liderada por el Brigadier Francisco Tomás Morales, quien contaba con dos batallones principales y uno de
reserva. Primero tomó posiciones el batallón ligero del Infante, a cargo del Teniente Coronel Simón Sicilia; e inmediatamente detrás de esta unidad se
situó el batallón ligero del Príncipe. La reserva quedó integrada por el segundo batallón del Burgos, bajo la jefatura del Teniente Coronel Joaquín
Dalmar, quien disponía de cuatro regimientos de caballería. En cuanto al cuartel general, el mismo quedó establecido cerca del batallón Burgos.

El 15 de junio de 1821, Bolívar reorganizó el ejército rebelde en tres divisiones. La primera a cargo de José Antonio Páez, y formada por los batallones
Bravos de Apure (gobernada por el Teniente Coronel Francisco Torres) y los mercenarios ingleses agrupados en el batallón Cazadores Británicos (al
mando del Coronel Thomas Ildeston Farriar); además de 7 regimientos de caballería. La segunda, comandada por el General de División Manuel
Cedeño, y constituida por los batallones Tiradores (dirigido por el Teniente Coronel Ludwig Flegel), y Vargas (Teniente Coronel Antonio Gravete), a lo
que se sumaba un escuadrón de caballería. La tercera, bajo las órdenes del Coronel Ambrosio Plaza y constituida por 4 batallones: El Rifles a cargo del
Teniente Coronel Arthur Sandes, Granaderos al mando del Coronel Francisco de Paula Vélez, Vencedor de Boyacá dirigido por el Coronel Johann von
Uslar y el Anzoátegui, comandado por el Coronel José Maria Arguidegui; completado todo esto por un regimiento de caballería.

Consecuencias

La batalla de Carabobo fue la acción más importante para la independencia de Venezuela. A pesar de que la guerra proseguiría hasta 1823, debido a
que algunos restos de las fuerzas realistas lograron escapar del campo de batalla y lanzarían varias campañas contra el occidente del país, conocidas
como la "Campaña de Occidente"; el poder de los españoles en Venezuela estaba liquidado y esto le permitió a Bolívar iniciar las Campañas del Sur
mientras que sus subordinados acababan la lucha en Venezuela.
Los últimos focos de resistencia realista cayeron en las campañas posteriores, Cumaná en el oriente fue tomada poco después, el 16 de octubre del
mismo año. Mientras que Francisco Tomás Morales logró refugiarse en Puerto Cabello con 2.000 sobrevivientes de Carabobo (más 1.000 hombres de
la guarnición local) pronto reunía más de 5.200 hombres reconquistando Maracaibo y Coro el 7 de septiembre y 13 de noviembre de 1822,
respectivamente. Tras la derrota realista en la batalla naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823 y el asedio planteado por el general Páez en
Puerto Cabello la situación realista se hizo insostenible y tuvieron que evacuar la plaza el 8 de noviembre de 1823, dos días después el castillo de San
Felipe fue tomado, acabando así la guerra de independencia en Venezuela.

CAMPAÑA DEL SUR


Después de liberar Nueva Granada en 1819, Simón Bolívar se encargó de liberar Venezuela, lo que logró al ganar la batalla de Carabobo del 24 de junio
de 1821. Mientras tanto su fiel amigo Antonio José de Sucre se encargó de la liberación de Quito, lo que logró al ganar la batalla de Pichincha del 24
de mayo de 1822. Esta victoria fue posible con la ayuda del un batallón peruano al mando de Andrés de Santa Cruz.

En junio de 1822, Bolívar y Sucre lograron aplastar la resistencia de los realistas de Pasto (suroeste de Colombia). En julio de 1822, Bolívar ocupó
Guayaquil y la anexó a la Gran Colombia. Así lo ratificó ante don José de San Martín en la Entrevista de Guayaquil (26-7-1822). Poco después San
Martín se retira del Perú permitiendo que sea Bolívar quien complete la Independencia de Sudamérica.

En 1823, Bolívar envió tropas al Perú al mando de Antonio José de Sucre. En setiembre del mismo año Bolívar llegó a Lima, para luego trasladarse a
Trujillo. En esta ciudad organizó el Ejército Unido Libertador, el mismo que logró las brillantes victorias de Junín (6-8-1824) y Ayacucho (9-12-1824).

Después de vencer en Ayacucho, Sucre se dirigió al Alto Perú y reunió el Congreso de Chuquisaca, que proclamó el nacimiento de la República de
Bolívia el 6 de agosto de 1825. El último foco de resistencia española estuvo en la Fortaleza del Real Felipe (Callao) al mando del general Ramón Rodil,
que la entregó a los patriotas recién en enero de 1826.

Las Campañas del Sur es el nombre con que se conoce a una serie de campañas militares que emprendió la Gran Colombia al sur de su territorio entre
1821 y 1826 contra el dominio español en la América del Sur y que tuvieron una importancia decisiva para la independencia de las actuales repúblicas
de Ecuador, Perú y Bolivia.

Campaña de Quito

Tras la revolución del 9 de octubre de 1820 la ciudad de Guayaquil se había constituido como un estado independiente, la Provincia Libre de Guayaquil,
pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser derrotados los guayaquileños en la Primera Batalla de Huachi y la Batalla de
Tanizagua. José Joaquín Olmedo solicito ayuda militar a la Gran Colombia para defender la ciudad y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar
envía a su mejor General, Antonio José de Sucre a principios de 1821 a Guayaquil en reemplazo del general José Mires. Sucre llegó el 6 de mayo de
1821 con unos 650 soldados colombianos a los que sumo unos 1400 ecuatorianos. Las instrucciones de Sucre eran: tomar el mando de las tropas que
se encontraban en Guayaquil, asegurar la incorporación de la provincia a Colombia y preparar en conjunción con el Libertador las operaciones que
habrían de liberar Quito.

Al llegar Sucre a Guayaquil se dedica a organizar y entrenar las tropas.5 El 15 de marzo firmo un convenio con la Junta de Gobierno de la ciudad, el
cual estipulaba que la Provincia de Guayaquil quedaría bajo la protección y tutela de Colombia, anulando así el tratado firmado con los agentes
peruanos. Sucre coloco a sus tropas en San Borondón y Babahoyo para bloquear la entrada a la provincia a los realistas. El 17 de julio de ese año
ocurrió una rebelión anticolombiana y pro-realista que fue reprimida con éxito.

Operaciones de Bolívar contra Pasto

El Libertador deseaba evitar Patía y Pasto, conocedor de los desastres sufridos por otros comandantes en los años anteriores. Prefería atacar Quito
transportando por mar su ejército hasta Guayaquil.16 También esperaba contar con el apoyo del gobierno chileno17 y de San Martín18 para liberar
Quito. En una carta fechada el 24 de agosto de 1821 y dirigida a San Martín, considerando que los realistas venezolanos, aplastados en Carabobo
pronto encontrarían su fin en Puerto Cabello, se podrían destinar los recursos a que la poderosa escuadra chilena de Lord Cochrane transportara su
ejército.19 En octubre de ese año 4.000 soldados colombianos zarparían de Santa Marta rumbo a Panamá donde se les uniría otro tanto de efectivos,
de ahí ambos contingentes navegarían hasta Guayaquil, donde 3.000 republicanos estaban acantonados. Por último, más de 4.000 unidades saldrían
de Buenaventura para reforzar el actual puerto ecuatoriano, con dos o tres millares de fusiles de reserva. La fuerza contabilizaría un total de 10.000 a
12.000 elementos.14 Sin embargo, la lejanía de las costas peruanas y ecuatorianas de sus bases impedía actuar a Cochrane.20 Finalmente, Bolívar se
conformó, abandono sus planes y empezó a idear el avance de unos 4.000 hombres sobre Patía y Pasto.21

La ciudad de Pasto había sido un bastión realista desde el comienzo de la emancipación neogranadina.

Luego de cruzar el río Mayo, el ejército se desvió del camino de Berruecos (el más directo a Pasto) y tomó en su lugar el de la derecha, con el objetivo
de flanquear las posiciones de los españoles, ubicadas detrás del río Juanambú.

El 2 de abril, el ejército siguió la marcha, y acosado por las guerrillas realistas cruzaron la quebrada de Molinos de Aco, acampando en Cerro Gordo. El
ejército se había reducido por las bajas y las guarniciones a 2.100 efectivos.

Luego de un día de descanso, Bolívar reanudo la marcha el 4 de abril por el camino hacia Pasto, pero al llegar a la Cumbre cerca de Genoy, en donde
los realistas habían fortificado el camino, convergieron a la derecha hacia Mombuco. El mismo día fueron atacados por guerrillas realistas, pero estas
fueron abatidas por el batallón Bogotá y se encerraron en las fortificaciones de Genoy. Al día siguiente se repitieron los ataques de las guerrillas, luego
de repelerlos el ejército siguió por el Trapiche de Matacuchos y acamparon el 6 en el pueblo de Consacá muy cerca de Pasto, mientras el batallón
Bogotá acampo como vanguardia más adelante, en la hacienda de Bomboná.
El 7 de abril se produce la batalla de Bomboná. A pesar de las desfavorables condiciones Bolívar decidió atacar pues quería llegar a tiempo a Quito
donde lo estaría esperando Sucre para librar la batalla decisiva. Los realistas al mando de Basilio Garcia, en una sólida posición infligieron grandes
pérdidas a los colombianos. El resultado de esta batalla fue parejo, con grandes pérdidas para ambos bandos.

Las pérdidas en Bomboná obligaron a Bolívar a esperar en Cariaco, hasta recibir refuerzos. El 16 de abril, aún sin noticias de algún refuerzo, Bolívar
emprende la retirada. Al día siguiente es atacado por un nutrido grupo de guerrillas mientras marchaba por el camino de Genoy pero fueron rechazadas
por los colombianos. En la tarde del 19, las guerrillas volvieron a atacar y fueron de nuevo repelidas.

El 20 de abril, habiendo repuesto sus pérdidas, el comandante español presenta batalla en el sitio de El Peñol. El combate dura una hora, tras lo que
los realistas se retiran. García se retira a Pasto mientras Bolívar cruza el río Mayo y acampa en la altura denominada Trapiche.

Con el ejército colombiano reforzado de vuelta a la ofensiva y la noticia de la derrota en Pichincha, el comandante Basilio García capitula ante Bolívar
el 8 de junio al entrar el ejército colombiano a Pasto. Benito Boves huye con gran parte de la población hacia las montañas. El Libertador ofrece la paz
a los pastusos, entre los términos estaban el respeto a su religión y la exención al servicio militar y al pago de gabelas obligatorios para el resto de los
colombianos.23 El camino entre Quito y Bogotá está abierto. La causa realista estaba pérdida, sus últimos defensores estaban aislados de España en
la Sierra bajo peruana y en el Alto Perú por el ejército de San Martín, en Bogotá se esperaba que pronto capitularan.24

Rebelión de Pasto

Hallándose Bolívar y Sucre en Quito, los pastusos se rebelan bajo la dirección de Boves. Bolívar envía a Sucre a sofocar la insurrección pero los rebeldes
derrotan a Sucre el 24 de noviembre de 1822 en la 1ª Cuchilla del Taindalá. Sucre se retira perseguido por Boves, pero luego de reorganizarse Sucre
se vuelve y derrota a los pastusos en la 2ª Cuchilla del Taindalá y en la Quebrada de Yacuanquer.

Boves se retira de vuelta a Pasto, y prepara sus defensas para resistir hasta el final. En la noche del 24 de diciembre de 1822, el mariscal Sucre toma
por asalto la ciudad, aprovechando la aparente calma de navidad. Los habitantes de Pasto no se encuentran preparados para dicho combate, y de
forma despiadada el Batallón Rifles comete todo tipo de excesos, asesinando a más de cuatrocientos civiles, entre mujeres, ancianos y niños, y recluta
por la fuerza a mil trescientos hombres. Además, se dio la orden de ejecutar secretamente a catorce ilustres personajes de la ciudad, siendo capturados,
atados por la espalda y arrojados por un precipicio al río Guáitara, siendo este uno de los episodios más oscuros y menos conocidos en las guerras de
independencia colombianas.25 26 De esta manera, el antiguo fortín de la región de Pasto queda doblegado, y la rebelión se ve aplastada de forma casi
definitiva.

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