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SELECCIÓN DE TEXTOS

Consuelo Martínez Astorga


2019
CONSUELO MARTÍNEZ ASTORGA
Temuco, 1989 | www.cmartinezastorga.cl

Escritora. Magíster en Literatura por la Universidad de Chile. Profesora de Lengua Castellana y


Comunicación. Directora de Proyecto Kallfü, iniciativa de Literatura y Humanidades
(www.kallfu.cl). Publica en 2012 por autogestión el poemario La Sombra del Pájaro y en 2015
publica el poemario Curso de Anatomía, Kallfü Ediciones.

Ha participado de diversas antologías, tales como: Plexo Sur: Poesía y Gráfica de Temuco, Concepción,
Valdivia y Valparaíso (2015, Editorial Segismundo, Grupo Casa Azul); Antología Rumano-Chilena
(2016, Colectiile Revistei Orizon Literar Contemporan, Edituro Pim); Mujeres al fin del mundo: Voz
poética de la mujer en Chile 1980-2016 (2016, Ediciones y Producciones Orlando).

Realiza talleres de Lectura y Escritura Creativa, uno de ellos en la Universidad Católica de


Temuco, desde 2016. Ha ejercido como docente en diversos ámbitos, y actualmente, ejerce a
tiempo completo como profesional de Acompañamiento Académico en la Universidad Católica
de Temuco.
(IN)MORTAL
“Del aire soy, del aire como todo mortal…”
GONZALO ROJAS

Del polvo he salido


o de la ceniza
del agua
o provengo de aire
y sin alas me elevo;
vivo en el sonido de la madrugada
y me extiendo por los instantes
-mortales instantes-
En la raíz o en la hoja
mi sangre es aire en recorrido
y soy aire
transito por otras sangres
y en ellas soy muchas veces
De la lluvia he salido
o de la incandescencia de un carbón
provengo del aire
y en forma de rugido nocturno
viajo a la tierra
y me hago de nuevo,
en la sangre de la tierra.

Publicado en “Curso de Anatomía”


© Kallfü Ediciones, 2015.
Registro de Propiedad Intelectual Nº 260.430
ISBN 978-956-362-214-0
EXPERIENCIAS CORPORALE(E)S
Para Isabel Iriarte León

Se abre mi carne, encorvada de placer, a otra carne que no veo, se entierra en un tiempo invisible
y se transmuta mi orbitada dependencia. Vibra una voz en los oídos de mi pecho, persiguiendo
trazos desvestidos y mis ojos poseídos por una levedad, se ausentan de la hora
que había acordado con el cansancio. Allí, ambos, perdidos de la luna, de la calle, de la mirada
comprimida, hacemos un mundo, nuestro mundo. Y el perfume de las hojas que transitamos,
me anuncia que página a página nos hemos encontrado. Y si tan solo, tan solo la hora no hubiese
tocado la puerta, habríamos concluido, pero vendré pronto, justo cuando el sol nos diga que
volveremos a leernos.

Publicado en “Curso de Anatomía”


© Kallfü Ediciones, 2015.
Registro de Propiedad Intelectual Nº 260.430
ISBN 978-956-362-214-0
OLVIDAR

A filo de una hoja de otoño, me escribo, para no olvidar, con una angustia de tiempo perdido,
me escribo, sobre mi cuerpo, en el silencio, para no olvidar, me escribo, a punto, a punto, para
no olvidar, olvidar, no, olvidar no, para recordar que tuve que hacerlo, en el silencio,
escribiéndome, así para que los demás me recordaran, me vieran, me recordaran, así, así tal cual,
con este cuerpo, con este cuerpo, sí, para no quedar en un recuerdo, volvería a hacerlo, no, no
para sufrir, para no olvidar.

¿Habrá otro modo para no olvidar?

Publicado en “Curso de Anatomía”


© Kallfü Ediciones, 2015.
Registro de Propiedad Intelectual Nº 260.430
ISBN 978-956-362-214-0
EL CONJURO DE LÉCTOR RÍVANO
Para Carla. Muñoz Valenzuela

El tiempo dilata los fantasmas


y multiplica su intuición,
limitando el mundo y las formas
que, angustiosas, son posibilidades muertas.

Léctor Rívano los conoce.


Cada tarde, frente al libro
posa sus grandes noches sobre las palabras:
las conjura y son inmortales,
las convierte en espíritus que suplantan su credo
por todo aquello que no es cierto.

Con sus astucias abre el laberinto y sale por él.


Léctor permanece a cuentas con su atávico espanto
y los fantasmas
vuelven a sus polvorientos cajones.

Este conjuro le salva de que enloquezcan sus sufrimientos,


y descubre que mientras descubre el poema
se le transfigura la muerte.

II

Esta es el alma pasajera,


empuñada, tan silenciosa y lejana
que de las viejas páginas enciende el vapor
para despertar al escritor perdido
e imaginarse los lugares que al amanecer no existen.

Léctor bien sabe


que enunciando los paisajes
continuará conjurando la ilusión entre libros.
III

Desde lejos, el trueno habla a los espejos de Léctor,


combatiendo a luz y agua por la tinta de los viejos libros:
para hacer volver el aroma de las aguas desconocidas,
darle patio a las aves que vuelan lejos,
ocultarse tras la voz de un mundo invisible
y empezar por el fuego antes del mar.

IV

Léctor y la noche acercarán las horas, muy cerca,


para que más tarde se unan a crear las hojas
antes de que se vuelen a la memoria perdida.

Se deja al silencio sin relojes


y se convierte en un viento
que, más allá, viajará a las lindes de la emoción.

Rívano nació escuchando la música de los poemas.


Antes de fundarse su profundo sueño
ya quemaba sus ojos de carne
con las palabras de sus enterrados escritores favoritos.

Así aprendió que lo invisible es escolta y poción


que sabrán desvanecer las murallas que espantan el alma
y no habrá llave ni lengua más que la suya
que despierten a los árboles muertos.

Publicado en la antología: “Plexo Sur: Poesía y Gráfica de Temuco, Concepción, Valdivia y Valparaíso”,
© Editorial Segismundo, 2016.
Registro de Propiedad Intelectual Nº 237.673
ISBN-13: 978-1515178491
PEDAZO DE INFANCIA

(Texto inédito)

mamá
mira mira
mamá mira
mira lo que hice

la tinta arrasó conmigo por dentro y por fuera


una canción suena en mi mente una y otra vez
y la hoja de mi cuaderno:
ya no es la misma.
(tampoco yo soy la misma)
mamá mira
mira como quedó
(mira como quedé)

usé la pluma
oí las sílabas
enterrándose como balas sobre el papel,
y no lo pude evitar: tuve miedo,
pero no lo pude dejar ir

y entre la mirada de mamá y su sonrisa,

le dije: la hoja esta manchada de mí,


mamá
mira
mira lo que he creado.

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