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SERIE 8: “MOSTRANDO EL CORAZON”

Tema 1: 5claves para manejar el conflicto de


pareja.

Proverbios 15 (NVI)
(La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego.)

Por lo general, las discusiones matrimoniales se forman a partir de pequeñeces que los mismos
cónyuges se encargan de agrandarlas hasta convertirlas en verdaderos focos de disputa. Bastaría
con saber un poco más de las estrategias utilizadas en negociación y manejo de conflictos,
para ahorrarse muchos de los líos que se dan en la pareja. A continuación, algunas de ellas.

1. En vez de pelear, negociar con el esquema "yo gano, tú ganas"

Lo ideal en el matrimonio es que la balanza siempre esté equilibrada en todos los aspectos, pues
cuando se inclina hacia un lado, es donde surgen los problemas. Cuando una de las partes se siente
perdiendo en la relación, se están creando barreras para el buen funcionamiento conyugal. Por
eso, cada uno debe procurar que las dos partes ganen.

Llegar a acuerdos hará que la convivencia sea armoniosa y se eviten malos ratos. Pero para poder
hacer negociaciones, alguno de los dos debe ceder, por tanto, el orgullo, la soberbia y el egoísmo
deben pasar a un segundo plano.

2. Entender la naturaleza masculina y femenina

Pensamos distinto, actuamos distinto y somos distintos. Son dos mundos que deben vivir en uno solo.
Por eso es determinante conocer la esencia del otro, pues esto ayuda a comprender mejor a la pareja
y a actuar de forma efectiva. Entender al esposo/a desde su óptica de hombre o de mujer, es una
de las herramientas más efectivas para ganar armonía en el matrimonio.

3. No cerrarse en culpas sino en soluciones

Detenerse en la culpa es estancar la comunicación, empeorarla y conducirla a escenarios áridos


donde es difícil construir algo bueno. Las miradas deben estar puestas en las soluciones; éstas sí
permiten avanzar, construir, aprender y mejorar.

4. Formatear el disco duro

Para poder llegar a las soluciones, lo más sabio es dejar la mente en blanco: despojarse de las
suposiciones, hechos, juicios, todo lo que entorpezca la comunicación; puesto que impiden la
escucha y la comprensión del punto de vista del otro.

5. Reconocer las fallas

El orgullo y la soberbia pueden echar todo a perder. Cuando en realidad se ha fallado en algo, el
deber es reconocerlo. Además, los beneficios son inmediatos, el hecho de que el cónyuge admita su
error, hace que el otro cambie de actitud.
Reglas para los conflictos conyugales:

- Bajo ninguna circunstancia faltarse al respeto.

- No discutir en público, y menos frente los hijos.

- Elegir el momento adecuado para expresar los desacuerdos; discutir “en frío”.

- No sacar temas del pasado que no tienen relación.

- Evitar mencionar la palabra “divorcio” ante cualquier dificultad.

- Darse un receso si el conflicto ha llegado a un punto peligroso y retomarlo en otro momento.

La vida en pareja debe ser enriquecedora, feliz, armoniosa, satisfactoria; y lograrlo está en manos de
los cónyuges. Buscar peleas donde no las hay, es una forma de amedrentarse la convivencia,
cuando en realidad la vida es para disfrutarla de la mano del otro.

Tema 2: Conozca a su cónyuge

(Mateo 12:34: «Porque de la abundancia del corazón habla la boca».)

(Adaptado del libro “Claves del Amor” del Dr. David Lazo)
¿Qué tan bien conoces a tu cónyuge? En los años que mi esposa Raquel y yo llevamos como
consejeros de matrimonios, nos hemos dado cuenta que muchas de las parejas que aconsejamos no
se conocen a profundidad. En casi todas las conferencias de matrimonios que hacemos cada año, les
entregamos un cuestionario de nueve preguntas acerca de qué tan bien conocen a su pareja:
1. ¿Cuál es el color favorito de tu cónyuge?
2. ¿Cuál es la comida favorita de su cónyuge?
3. ¿Cuál es el nombre del perfume o colonia de su cónyuge?
4. ¿Cuáles son los más grandes temores de su cónyuge?
5. ¿Cuál es la talla de cintura de su cónyuge?
6. ¿Cuál es la película favorita de su cónyuge?
7. ¿A qué parte del mundo le gustaría a su cónyuge visitar algún día?
8. ¿Cuál es la comida que menos le gusta a su cónyuge?
9. ¿Cuáles son las metas de su cónyuge?
En el momento de participar en este ejercicio, es posible que se den cuenta de que no se conocen
muy bien entre sí. He identificado que las parejas creen saber mucho de su cónyuge, pero realmente
tienen un conocimiento exterior de su relación y el conocimiento interior es más reducido.

Conocimiento exterior: El conocimiento exterior está basado en la vida diaria, tales como trabajo,
casa, cena, descanso, para luego comenzar de nuevo el ciclo de trabajo, casa, cena, descanso. Por lo
tanto, se trata de tareas que se repiten cada día.

Conocimiento interior: Este conocimiento, sin embargo, sería algo más profundo como deseos,
sueños, emociones, temores, fracasos y victorias. La Biblia nos enseña lo siguiente en Mateo 12:34:
«Porque de la abundancia del corazón habla la boca». Así que, para conocer bien a nuestro cónyuge,
tenemos que conocer su corazón, no sus hechos.

Años atrás, mi esposa Raquel y yo estábamos juntos los dos en la sala de nuestra casa. Nuestros dos
hijos ya estaban durmiendo y Raquel decidió que nos acostáramos a un lado de la chimenea. Su plan
era conocerme más de lo que ya me conocía. Me recosté en su regazo, mientras ella me acariciaba la
cabeza. En cuanto me sentí relajado, comenzó a preguntarme: «Cariño, cuéntame, ¿cuáles son tus
más grandes temores? ¿Cuáles son tus sueños y metas en la vida?». Al instante me di cuenta de que
estaba llegando a mi corazón, no a mi mente. Entonces, brotó algo de mí que nunca antes le había
contado a nadie, ni siquiera a ella. Fue un momento agradable para los dos. Para mí, porque se lo
pude expresar a la mujer de mi vida; para ella, porque le permitió conocerme de manera más profunda.
En tu caso, es posible que conozcas las obras de tu cónyuge, pero te falte conocer sus pensamientos.
Para lograr conocer los pensamientos de tu pareja, tienes que comenzar a conocer su corazón. Para
poder conocer su corazón, tienes que estar enamorado. El amor es la llave al corazón de tu pareja. Si
no existe el amor, nunca podrás conocer a tu cónyuge.

En muchas ocasiones digo que la relación matrimonial es como un jardín que hay que cultivar y cuidar
sin cesar. En una relación, hay que buscar nuevas maneras de alimentarla para no aburrirla y secarla.
Aquí entra la creatividad y la habilidad de poder edificar y alimentar la unión entre marido y mujer.

Una relación no necesariamente se edifica con regalos, viajes y citas románticas. Una relación se
edifica con tiempo, comunicación, comprensión, imaginación y devoción.

Tres elementos importantes para cuidar el matrimonio.


 Comunicación
Es una de las bases principales para tener un matrimonio saludable. Aun así, es el ingrediente que
menos se usa en los matrimonios. La mayoría de los problemas matrimoniales surgen por la falta de
comunicación. El hombre siempre da por sentado que la mujer tiene todo bajo control. Por otra parte,
la mujer piensa que el hombre tiene todo en orden. Al final del mes, los dos se dan cuenta que nada se
hizo al respecto, y se enfrascan en una profunda discusión donde nada se arregla porque nadie quiere
asumir su responsabilidad en la situación.
Para fomentar la comunicación confeccionen una lista de puntos importantes que necesitan atención.
Tomen un punto por día, y hablen del asunto entre diez y quince minutos sin tener ninguna discusión.
Con tal objetivo, hagan lo siguiente:
1. Hablen del problema o la situación.
2. Busquen la solución.
3. Oren juntos al terminar.
Sin tener que hacer una tormenta en un vaso de agua, recuerden que esto no debería tomar más de
diez o quince minutos. Esta práctica no solo ayuda a solucionar los problemas, sino a abrir la línea de
comunicación y a extender el tiempo de diez minutos a una hora. Además,
cuando salgan a una noche romántica, establezcan un tema específico de
conversación para que la noche no sea aburrida. Nunca hablen de problemas ni
de los hijos en una cita amorosa. Hablen del amor, de sueños y de gustos.
Traten de crear una atmosfera romántica y agradable.
 Comprensión
Parte de edificar una relación es poder entenderse el uno al otro. Es buscar las fuerzas de cada uno y
unirlas para fortalecer la unión entre marido y mujer. Es comprender las debilidades de su pareja y
ayudar a reconstruir una nueva etapa usando las fuerzas para fortalecer la relación.
Es evidente que los dos tienen gustos, ideas, trasfondos y sentimientos diferentes. Por eso deben
entender estos factores con el propósito de edificar su relación sobre los mismos, así como
demostrarse amor mediante la comprensión.
 Sensibilidad
La sensibilidad está conectada a las emociones y a los sentimientos. Recuerden que el amor es un
sentimiento que se forma en el corazón. De modo que, si en una relación no existen los sentimientos o
las emociones, es posible que no exista el amor

Tema 3: El Valor de la Fidelidad.


(Parte I)

¿Cómo se protege la Fidelidad?

Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida. Proverbios 4.23

Alguna vez escuché a un grupo de hombres hablar de sus últimas aventuras; de la forma en la que
habían tenido que engañar para justificar su ausencia, o del coqueteo que había terminado en un
romance. -Hoy nos veremos nuevamente- argumentó Carlos, refiriéndose a la segunda cita que
tendría con la persona que había conocido la semana pasada. Esto implicaba mentir una vez más para
ocultarse y volver a sentir el temor de ser descubierto, simplemente para vivir 30 minutos de placer.
Placer, que una vez satisfecho, perdería su encanto. Él pensó que engañaba a su esposa, sin darse
cuenta que el engañado era él mismo; no era ella la que debía de ocultarse, distorsionar la verdad o
arriesgar la estabilidad de su familia.

Tiempo después lo encontré casualmente, su mirada era distante y su sonrisa se había apagado. “Me
ocurrió” –dijo. Sorprendido le contesté- “¿perdón?” –“me ocurrió lo mismo, ella (su amante) se fue con
alguien más joven que yo. Bueno yo tenía techo de cristal”. Él se refería a que, aquella aventura que
tenía fragancia de pasión, lo había llevado a a vivir la decepción y el dolor del engaño. No solo había
perdido lo que le había costado años construir… su familia, sino que quedó atrapado en la mentira de
la infidelidad.

Todos dejamos a nuestro paso una fragancia que nos identifica, solo es necesario que convivan con
nosotros para que la descubran al poco tiempo. La mejor de las fragancias que podemos dejar a
nuestro paso es la de ser conocidos como personas leales, fieles, consistentes y de palabra.

Como caminantes debemos ser coherentes con la partitura que lleva nuestro nombre, porque se
quiera o no, después de nosotros, será seguida por quienes nos aman y, sobre todo, por las futuras
generaciones.
El mejor de los negocios que podemos hacer en la vida, es ser fieles,
porque nos convertimos en personas confiables y vivimos en paz con
nosotros mismos y con los demás. Por eso, es necesario recordar que el
amor es más que un sentimiento, es más que una emoción pasajera, es un
acto de la voluntad que se sostiene en el tiempo con valor, determinación,
perseverancia, detalles y una buena dosis de comunicación. Es un acto de la voluntad que produce los
mejores sentimientos, y que proporciona estabilidad y seguridad a la vida familiar.

Para ser fieles, no podemos confiar en nuestras emociones. El deseo por la aventura va a seducir; no
podemos olvidar que la atracción sexual tiene la particularidad de distorsionar la realidad y ocultar las
consecuencias negativas. Somos expuestos a una reacción bioquímica que ciega la razón y no
nos deja ver los efectos que traerá el placer instantáneo.

Por eso, para alimentar la fidelidad debemos ser conscientes cada día de lo que estaría en juego
si nos dejamos llevar por nuestros impulsos: lo primero que perderíamos sería la capacidad de
amar, la seguridad del hogar, la paz interior, la confianza en las personas y la claridad en nuestra
mente. La infidelidad nos lleva al camino de la mentira, a la culpa que daña, a comprometer las
finanzas y a arriesgarlo todo. ¡No vale la pena ser infiel!

Así como hay que pagar un alto precio por lo que tiene un gran valor, igualmente, la paz interior, la
felicidad de la familia y los votos matrimoniales son merecedores de nuestro esfuerzo y
entrega. Nos casamos para ser fieles el uno al otro, para acompañarnos en las buenas y en las malas,
en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza y hasta que la muerte nos separe.

Cuando soy fiel a la persona que amo, soy fiel a mí mismo, porque ¿quién es el que se tiene que
ocultar?, ¿quién es el que tiene que mentir?, ¿quién es el que tiene sentimientos de culpa?, ¿quién es
el que tiene temor? ¿No es acaso la persona infiel? Lógicamente toda la familia sufre y las víctimas
más sensibles son los niños, pero quien pierde la paz, la capacidad de confiar y el respeto de los
suyos es la persona infiel.

 La fidelidad se protege asumiendo la responsabilidad de mis actos: Cuando soy infiel, soy el
único responsable de la decisión que tomé. No podemos creer que alguien nos indujo,
debemos asumir la responsabilidad de nuestros actos.
 La fidelidad se protege manteniendo una buena comunicación con el cónyuge, siendo amigo
de la persona que amo, cuidando los detalles, admirando y respetando.
 La fidelidad se protege resolviendo los problemas pendientes. No podemos esperar a que el
tiempo sane heridas del camino, debemos pedir perdón y saber resolver nuestras diferencias.
 La fidelidad se protege al pasar tiempo a solas con la persona amada. El matrimonio se
protege con pequeños detalles; el amor no crece solo, el amor se cultiva.
 La fidelidad se protege disfrutando la intimidad sexual, por eso, deléitese con la persona que
ama; su amiga, la compañera de mil batallas, su esposa.
Un matrimonio que es fiel permite que sus hijos crezcan en un ambiente de seguridad emocional,
donde se saben amados, valorados y apreciados, elementos necesarios para un buen desarrollo de
los niños. Los hijos que han visto a sus padres respetarse y ser fieles el uno al otro, ven a la familia
como el lugar al que siempre pueden regresar, les es más fácil respetar a sus hermanos, reconocer la
autoridad y relacionarse con seguridad a la hora de construir su propio matrimonio.

Tema 4: El Valor de la Fidelidad.


(Parte II)

¿Cómo evitar la Infidelidad?

En la aventura del matrimonio es necesario recordar que no solo construimos nuestra felicidad,
también estamos colocando los fundamentos para que nuestros hijos y nietos construyan la suya.
Debemos preguntarnos entonces qué legado estamos dejando a la siguiente generación. ¿Estamos
abriendo camino de esperanza o los estamos impulsando a un mundo de duda, sospecha y temor?

Fiel es la persona que corresponde a la confianza puesta en ella. Es una persona que vive conforme a
la palabra que dio y a las normas que promulga. La fidelidad es consecuencia de una relación de
personas libres, que se saben seguras de sí mismas y tienen claro lo que desean alcanzar en la
vida. Personas con una sana autoestima y deseosos de construir un futuro estable.

La práctica de la fidelidad en su mente y en sus acciones le dará paz y realización. El sabio Salomón
nos aconseja cómo disfrutar nuestra sexualidad con libertad: “… ¡Goza con la esposa de tu juventud!
Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre! ¡Que
su amor te cautive todo el tiempo!”. (Proverbios: 5:18-19 NVI)

Esta es la aventura amorosa que nos realiza, la que no produce temor, ni angustia, la que no
hace daño, y más bien, trae deleite, placer y fortalece la confianza.

La fidelidad se debe proteger desde las emociones y los pensamientos, ya que es ahí donde
somos atacados. Así que, cuidemos lo que vemos, con quién conversamos, a quién deseamos llamar
y con quién deseamos estar. Lo que contemplamos es lo que llegamos a desear.

Consecuencias de la infidelidad
 Se pierde la confianza en la persona
 Se torna mentiroso y pierde credibilidad
 Se afectan sus finanzas
 Se arriesga a perder el respeto de sus hijos
 Tiende a experimentar sentimientos de soledad y culpa
 Pone en riesgo su proyecto de vida

Las personas fieles


 Tienen paz
 Tienen relaciones interpersonales saludables
 Inspiran respeto y confianza
 Se sienten amados y confían en los demás

A prueba de aventuras
Puede que ambos se amen el uno al otro con sinceridad y ninguno de los dos esté pensando en ser
infiel, sin embargo, no es cierto que no pueda darse una infidelidad. La fidelidad hay que protegerla y
cuidarla siempre.

Es un mito pensar que, si ama a su esposa, no será tentado ni atraído por alguien del sexo
opuesto. ¿Por qué es fácil ilusionarse con una persona extraña que se presenta interesada, amable,
atractiva y sensual? Porque todo lo que es novedoso; excita, seduce, ilusiona, pero a la vez, oculta
imperfecciones, nubla la mente y no mide las consecuencias de la decisión.

Los sentimientos hacia una persona del sexo opuesto se pueden desarrollar cuando nos encontramos
en contacto frecuente con esa persona, cuando le comenzamos a escribir con regularidad o cuando le
llamo todos los días. En estas situaciones existe la oportunidad de que se desarrollen la atracción, el
afecto y el cariño. Puede ocurrir entre compañeros de trabajo, amigos íntimos, vecinos, etc. Puede
parecer muy natural, casi irresistible y aun hasta luce justificable. Pero si siente que le ilusiona, le atrae
y le agrada lo que experimenta, es tiempo de correr en la dirección contraria, luchar contra el
sentimiento y recobre el control de sus emociones.

Es importante conocer nuestra vulnerabilidad y ser preventivos. Aléjese lo más rápido posible.

Podemos sentirnos atraídos por la fragancia del cuerpo, la apariencia física o su personalidad sociable,
intelectual o atenta. También, en medio de una situación de dolor, puede darse un acercamiento que
genere intimidad y comprensión. En los últimos años, ha aumentado la infidelidad por las redes
sociales, los chats de amigos y la exposición a la pornografía. No importa la forma en la que se esté
dando, tiene consecuencias destructivas.

Escuche las señales de alerta que le indican que hay un peligro, y aunque no haya ocurrido nada malo
aún, corra en la dirección contraria, busque ayuda y hable con su cónyuge.

¿Cómo proteger nuestro hogar de la infidelidad?

 Reconozca que está en una relación peligrosa. Por ejemplo, queremos ver a alguien que nos agrada
mucho, estamos esperando que nos llame o le llamamos frecuentemente, sentimos que nos hace
falta ver y hablar con esa persona. La atracción lleva a la cercanía, la cercanía a la confianza, la
confianza a la fantasía y esta despierta deseos incontrolables y los deseos llevan a la consumación.
Es cuando surge el lamento, la pérdida y el desequilibrio emocional.
 Si usted mismo o sus amigos perciben comportamientos inadecuados de su parte hacia alguna
persona que podrían llevarle a ser infiel, no desestime estas advertencias y tome medidas
inmediatamente.
 Tenga amigos que protejan su matrimonio. Atienda sus consejos y recomendaciones.
 Con su cónyuge tengan intereses comunes, y mantengan proyectos juntos.
 Cuiden la privacidad de su hogar.
 Aprendan a divertirse juntos.
 Seleccione bien sus amigos. Si estos le estimulan a la deslealtad, aléjese inmediatamente.
 No frecuente lugares que estimulan la lujuria.
 Recuerde que la novedad excita, pero oculta imperfecciones.
 Cultive una buena, franca y profunda comunicación con su cónyuge.
 Debe ser consciente de que sus sueños y planes pueden obstaculizarse y verse truncados por una
aventura.
 Recuerde que todo lo oculto saldrá a la luz tarde o temprano.
 Resuelva conflictos, desilusiones y no acumule resentimiento. Esto evita “tener una excusa”.
 Renueven continuamente su pacto de fidelidad, lealtad, respeto, amor y confianza.
 Procure una vida sexual satisfactoria con su cónyuge.
 Todos deseamos intimidad; revelar mis sentimientos más profundos, sentirnos comprendidos,
amados, aceptados, cuidados y respetados. Tenga cercanía, ilusión y un diálogo constante con su
cónyuge.
 Todos los matrimonios tienen diferencias, desilusión y dificultades. Por lo tanto, pareciera que todos
tenemos una excusa para ser infieles. Por lo que es importante recordar que ningún cónyuge puede
satisfacer todas sus necesidades emocionales.
Valore lo que tanto le ha costado construir. Sea consciente de que edificar un hogar no es cosa fácil.
Haga una lista de lo que más ama de su familia, de cuánto le ha costado y de lo que perdería si es
infiel.

Si ha cometido un error, no tenga temor en restaurar su relación matrimonial, todo se inicia con una
palabra valiente; “perdón me equivoqué, quisiera volverlo a intentarlo.”

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