En resumen, el autor del texto nos propone y explica a profundidad la razones que envuelven

a Colombia en un estado de derecha. Mostrando la debilidad de la izquierda y concluyendo

como ambas ideologías simbolizan el fracaso de Colombia. Muchos países en América
Latina han experimentado ambos regímenes en tiempos diferentes, pero Colombia es el único
país de que no ha tenido un solo presidente de izquierda. Lo anterior debido a los problemas
que presenta la izquierda, los cuales expondré a continuación.

La explicación obvia de la debilidad de la izquierda es el conflicto: desde Uribe o Gaitán, en

Colombia los líderes de izquierda los han asesinado. Los dirigentes campesinos, los
sindicalistas, los voceros de indígenas o afros, los de las víctimas que hoy reclaman sus
tierras, suelen ser silenciados con la muerte, la amenaza o el desplazamiento. Esta es la
explicación más común desde la izquierda.

Detrás del conflicto se esconden las Farc que se han encargado de que detrás de cada
movimiento o protesta social, el gobierno, los medios y la ciudadanía vean alguna
complicidad con el alzamiento armado. Ésta ha sido la razón para criminalizar tanto las
acciones populares: los “estados de excepción” y “estatutos de seguridad” que prohíben
marchas, ilegalizan huelgas o ponen la policía a disolver protestas. Y ésta sobre todo ha sido
la razón para que la gente, incluyendo a los estratos populares, mire con desprecio a los
partidos de izquierda.

Pero la debilidad de la izquierda colombiana va más allá del conflicto, y en efecto proviene
de raíces muy profundas. Mencionaré algunas que me parecen importantes:

- La cultura del individualista que disuelve las acciones colectivas

-Las tradiciones religiosas y la familia patriarcal que reemplazan la solidaridad o la

conciencia de clase por la lealtad hacia el jefe

- Un Estado débil y bastante pobre. En un Estado pobre la política importa muy poco, y los
sectores populares tienen menos que ganar de ella.

Por todo eso a diferencia del resto de América Latina en Colombia la política no se debate
entre la izquierda y la derecha sino entre la derecha y la extrema derecha.