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¡Bienvenidos!
La Vía Sin Cabeza te ofrece una forma práctica y fácil de usar para ver Quién eres
realmente. Este método fue desarrollado por el filósofo Douglas Harding. Lo esencial
de este enfoque son los Experimentos – ejercicios de conciencia que guían la atención
directamente a tu identidad más profunda.
¿Quién Eres?
La Respuesta de la Religión
“Hay una Realidad que es Indivisible, Una, Sola, la Fuente y Ser de todo; no es una
cosa, ni siquiera una mente, sino puro Espíritu o clara Conciencia; y nosotros somos
Eso y nada más que Eso, porque Eso es nuestra verdadera Naturaleza; y la única forma
de encontrarlo es mirar hacia adentro constantemente, donde se encuentra la paz
suprema, la alegría constante y la misma vida eterna.” (Tomado de Religiones del
Mundo de Douglas Harding)
La Respuesta de la Ciencia
¿Quién eres en el Centro de tus múltiples capas? El científico no lo puede decir porque
sólo te puede observar a distancia. Por más que se acerque a ti, sigue fuera de ti. Qué
o Quien eres realmente, el nucleo de tu Ser, sigue siendo un misterio.
Los demás son como el científico porque tampoco pueden ver lo que eres en el Centro,
sólo lo que eres en la periferia. Al reflejar hacia ti su opinión de ti, sus observaciones
son sobre ti como persona.
Tu Respuesta
Cita
Cuando apuntas hacia ti mismo, al lugar donde otros ven tu cara, no apuntas a ninguna
cosa, ¿cierto? ¡Aquí no hay ojos, boca, mejillas, cara, ni cabeza!
Pierdes la cabeza y te ganas el mundo.
¿Quién eres realmente? No quien eres en los ojos de los demás, o en el espejo, o
según tus creencias o supuestos sin examinar, sino en tu propia experiencia directa.
de mi pie…
de mi rodilla…
¿Qué ves? Ahora estás mirando hacia adentro – dando la vuelta a la dirección de tu
atención 180 grados de los objetos exteriores hacia el Sujeto, al lugar desde donde
estás mirando. ¿Puedes ver tu cara? ¿Puedes ver cualquier cosa ahí – cualquier color o
forma, cualquier movimiento?
Aquí está mi experiencia: mirando hacia adentro, donde lo demás ven mi cara, no
encuentro ningún color o forma aquí. Encuentro capacidad o conciencia ilimitada a
este lado que está apuntando mi dedo. Esta capacidad está vacía, es clara y
transparente. Es evidentemente despierta y consciente.
Al mismo tiempo dicha capacidad está llena de todo lo que está sucediendo dentro de
ella: mi dedo, mi visión de la escena más allá de mi dedo, sentimientos…
Ahora estoy viendo Quien soy realmente – viendo el Uno ilimitado en el centro de mí
mismo, el Uno en el cual el mundo está ocurriendo.
¿Qué encuentras? ¿También estás mirando desde esta conciencia totalmente abierta y
cristalina?
El Verdadero Ver
Tenía treinta y tres años cuando hice el descubrimiento. Aunque ciertamente vino de
repente, lo hizo en respuesta a una indagación apremiante; durante varios meses
había estado absorbido en la pregunta: ¿quién soy yo? El hecho de que me encontrara
de marcha en el Himalaya en aquel momento probablemente tuvo poco que ver con
ello, aunque se dice que en ese lugar vienen más fácilmente estados de mente
inusuales. Sea como fuere, un día muy claro y sereno, y una vista desde el risco donde
me hallaba, sobre umbríos valles azules hasta la montaña más alta del mundo,
constituían una escena digna de la visión más sublime.
Lo que ocurrió de hecho fue algo absurdamente simple y poco espectacular: por un
momento dejé de pensar. La razón y la imaginación y todo el parloteo mental se
extinguieron. Por una vez, me faltaron realmente las palabras. Olvidé mi nombre, mi
humanidad, mi realidad objetiva, todo lo que podía ser llamado mí mismo o mío. El
pasado y el futuro se esfumaron. Fue como si hubiera nacido en aquel instante,
absolutamente nuevo, sin mente, inocente de todos los recuerdos. Existía solo el
Ahora, aquel momento presente y lo que se daba claramente en él. Ver era suficiente.
Y lo que encontré eran unas perneras caquis que terminaban hacia abajo en un par de
zapatos marrones, unas mangas caquis que terminaban a ambos lados en un par de
manos rosadas, y una pechera caqui que terminaba hacia arriba en — ¡absolutamente
nada! Ciertamente no en una cabeza.
No me llevó ningún tiempo notar que esta nada, que este hueco donde debía haber
habido una cabeza, no era un vacío ordinario, no era una mera nada. Al contrario,
estaba muy ocupada. Era una vasta vacuidad ampliamente llena, una nada que
encontraba sitio para todo, para la hierba, los árboles, las distantes colinas umbrías, y
allá a lo lejos, por encima de ellas, las cumbres nevadas como una hilera de nubes
anguladas cabalgando en el cielo azul. Había perdido una cabeza y ganado un mundo.
Sin embargo, a pesar de la mágica e imprevista cualidad de esta visión, no era ningún
sueño, ninguna revelación esotérica. Todo lo contrario: se sentía como un súbito
despertar del sueño de la vida ordinaria, y un final al soñar. Era realidad autoluminosa,
por una vez limpia de toda mente oscurecedora. Era la revelación, por fin, de lo
perfectamente evidente. Era un momento lúcido en una historia vital confusa. Era el
fin de ignorar algo que (desde la más temprana infancia) yo había estado demasiado
ocupado o había sido demasiado listo o había estado demasiado asustado para verlo.
Era una atención desnuda, no crítica a lo que desde siempre había sido enteramente
evidente —mi completa falta de cara. Brevemente, todo era perfectamente simple y
llano y directo, más allá de argumento, pensamiento, y palabras. No surgía ninguna
pregunta, ninguna referencia más allá de la experiencia misma, sino solo paz y un
sereno gozo, y la sensación de haber soltado un fardo intolerable.
Apunta con el
dedo índice
hacia afuera,
hacia el mundo.
Mientras tanto,
con el otro
dedo, empieza a
apuntar hacia
adentro, hacia
tu ausencia de
rostro.
El dedo que
apunta hacia
afuera está
señalando una
escena colmada de forma y color. Se trata de un retablo complicado y cambiante. Al
seguir observando, te percatarás de más cosas y más cosas, y que mucha de ellas
permanecen ocultas, dado que se encuentran obstruidas por otros objetos y demás.
Lo que ves hacia adentro es diferente. Aquí ves que el espacio no se encuentra oculto
tras nada. Aquí se ve todo simultáneamente. En la foto de arriba, sólo veo una parte
de la habitación que hay en el fondo… mientras que aquí veo todo el espacio sin
limitaciones. Aquí no queda nada sin ver, no hay nada escondido. Adicionalmente, el
Ser que soy aquí…(Y que tú también eres, aunque esto lo tienes que comprobar por ti
mismo) no se encuentra separado o alejado de nada. Está justo aquí, es lo que soy. Es
la parte de mí que jamás puedo perder. ¿Hay algo más sencillo que darse cuenta de
esto? Es sumamente fácil, transparente, directo, analizable y está alcance de todos.
¡No hay medias tintas!
¿Estás ante tu Ser verdadero? Ahora, que te has “vaciado” del todo, ¿puedes ver que
eres capacidad para todo lo que acontece ante ti, que eres el contenedor de todas las
maravillas del mundo? Para averiguarlo, sólo tienes que hacer una cosa: Mirar. Ver el
espacio que hay aquí es lo más sencillo del mundo.
Aplicaciones prácticas
Una vez demostrado que eres capacidad para el mundo, puedes replantearte cualquier
problema o situación confusa desde esta claridad absoluta. Se trata de una atención
bi-direccional: desde la situación complicada que hay ahí hasta la claridad que eres
aquí. No eres un objeto atrapado en la situación, eres capacidad para todo lo que
acontece. La claridad que hay aquí no se ve afectada por la confusión que hay afuera.
Puedes estar despierto y relajado siendo la claridad y simplicidad de tu esencia
interior. Contemplando el mundo desde esta perspectiva, todas las respuestas
aparecen con mayor fluidez y naturalidad. Con el tiempo, y a través de tu propia
experiencia, sentirás más y más confianza por esta faceta tan profunda de tu ser. Las
apariencias siempre se encuentran enfrentadas entre sí y poseen recursos muy
limitados, pero tu ser verdadero no es una mera apariencia. No eres un objeto
enfrentado a otros objetos sino el espacio que lo contiene todo, la profundidad desde
la que fluye el mundo.
Acostúmbrate a ser consciente del espacio desde el que ves, el espacio desde el que
vives tu vida. Cuando te encuentres con una situación difícil, date cuenta de que eres
capacidad pare la misma y permite que tu identidad verdadera te de la respuesta
adecuada.
La atención bidireccional es tremendamente práctica. Ante cualquier situación
complicada, la mejor solución siempre es estar conscientemente abierto a tu ser, ¡el
mismo ser que ha creado todas estas situaciones!
Douglas Harding
Una vez realizados estos ejercicios de atención básica, habrás podido comprobar el
significado de ver el mundo en primera persona singular, desde la Nada que es
consciente de su función como el Contenedor o el Fondo de todo este espectáculo. Ver
de esta manera es creer. Aunque carece de misticismo (en la acepción popular de la
palabra), es algo preciso, total, todo o nada. Se trata de una experiencia que -siempre
que no se vea interrumpida- no admite división ni graduación alguna. Ahora, tu
cometido es simplemente seguir viendo tu Ausencia/Presencia en toda situación, hasta
que ver se convierta en algo natural y continuo. Esto no conlleva perderse en tu Vacío
ni en aquello que lo llena, sino en contemplar simultáneamente la cosa que estás
viendo y la No-cosa desde la que estás mirando. Hallarás que no hay ocasión en la que
esta mirada bi-direccional esté de sobra o sea redundante. La cordura sólo tiene un
precio: la atención. La Ciencia de la Primera Persona, Douglas Harding.
Citas
Comentarios
Sólo tienes que fijarte en lo que ves, en lo que no ves y contemplar ese panorama.
Indaga sobre lo no ves y sobre si tiene algo que ver con esa parte a la que llamas “yo”.
No te espere grandes cambios emocionales (aunque, por poder, pueden darse pero
tampoco son necesarios) J.A. EEUU
Contemplo el lugar que hay por encima de mi pecho, donde lo demás ven mi cara: “El
lugar desde el que miro”. Y sigo mirando… hasta que me doy cuenta que no estoy
mirando desde ninguna “cosa”, aquí no hay ojos… no hay absolutamente nada.
Es de lo más sencillo. La gente tiende a ignorar este lugar, es “terra incognita”. Ver es
volver a despertar y redescubrir este “lugar”. Podemos utilizar muchas frases, como “El
ojo único”, “visión bi-direccional”, “ser nada”, “ser capacidad”, etc. Pero esto va
cambiando y, a menudo, ni siquiera utilizo ninguna palabra.
No hago ningún esfuerzo por dejar de pensar. La nada está totalmente vacía, vacía de
todo, incluyendo el pensamiento. Despertar conlleva despertar en una mente
totalmente silenciosa: en la no-mente. Aquí reina la paz. Entonces, por ende, mi mente
caótica se tranquiliza. No es porque la esté manipulando, sino por estar despierto en
este lugar totalmente pacífico, esto repercute sobre mi mente.
De hecho, ¡la nada y los pensamientos hacen muy buena pareja! Todos los
pensamientos surgen de la nada.
Sosiego.Cuando ves tu Naturaleza Verdadera, verás que tu apariencia está ahí afuera,
en el espejo y en los demás. Le das validez al hecho de que aquí, en el centro, no
existe. Tu humanidad es periférica. ¡Qué tranquilidad! Aquí, en el centro, no hay nada
que mantener, nada por lo que preocuparse, ajustar, cambiar o curar, nada de lo que
librarse, enorgullecerse o criticar… Te puedes relajar y volver a entrar en este espacio
tan libre y saludable –la decisión es tuya. Aquí, en tu centro, todo va bien, ¡nunca has
estado mejor!
Tu identidad humana.
Amor Incondicional
Este poder en tu interior, esta seguridad que reside en tu corazón más profundo,
supone un amor incondicional. Este espacio sin cabeza, al ser nada, no tiene medios
para negarse o rechazar a nada o a nadie. Estás totalmente abierto, tanto para tu
propia vida, como la vida de los demás.
Descubrir Quién eres Realmente supone un reto muy significante. Implica un cambio
radical en la manera en la que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Al vivir
desde esta perspectiva observaremos cambios profundos en nuestras relaciones
personales y en el trato que tenemos con nosotros mismos. Préstale atención a la
Verdad incondicional y comprobarás por ti mismo las maneras en las que este amor
ilimitado te afecta personalmente.
Douglas Harding:
Uno de los instrumentos que mejor indican que Dios está más cerca de mí que
“Douglas” es el espejo, dado que éste se deshace de esa obstrucción llamada Douglas,
para dejarle paso a Dios. El espejo es un maestro maravilloso, maravillosísimo, y
mucho más valioso que cualquier escritura. Face to No-Face, Douglas Harding.
El espejo confirma la amplitud y la apertura del espacio que hay aquí, dónde estoy. El
mismo objeto que me impuso un rostro hace ya tantos años, también me ha librado de
él. ¡Ahora miro al cristal para ver el aspecto que no tengo! Douglas Harding.
He dedicado m vida a compartir lo siguiente con todo el que quiera oírlo: deja de
identificarte con el ser que aparece en el espejo, un ser, sin duda, importantísimo,
pero que se encuentra ahí. Vuelve de ahí para volver aquí, a tu Origen, el lugar donde
siempre has estado. Entrevista en vídeo con Douglas Harding.
Citas
Todos nosotros reflejamos como en un espejo la gloria del Señor. San Pablo
Todos, aun sin conocer la verdadera naturaleza de sus rostros, quieren un espejo.
Pero, ¿cuánto permanece el reflejo ante la vista? Habitúate a contemplar el origen de
dicho reflejo. Esta mejilla y esta verruga nos remiten a la Fuente de la que brotan.
Rumi.
Ninguno de los 1700 koans del zen tiene otro propósito que no sea el ver nuestro
Rostro Original. Daito Kokushi.
Aquél que sostiene su propio Rostro, su luz más brillante que la luz de cualquier
criatura, aunque muera, su visón es eterna, pues suya es la visión del creador, Rumi
Un Brahmán le fue a pedir ayuda al Buda, presentándose con una ofrenda de flores en
cada mano. “Suéltalo”, le instruyó el Buda y el Brahmán soltó las flores que llevaba en
la mano derecha.
“Suéltalo” repitió el buda y el Brahmán soltó las flores que llevaba en la mano
izquierda.
“Suéltalo” repitió el Buda y el Brahmán se quedó sin saber qué hacer.
“Suelta todo lo que hay en ninguna mano… sino en el medio”.
Al escuchar esto el Brahmán se marchó satisfecho.
Cuando veas en el camino una cabeza decapitada… entonces comprenderás nuestro
misterio oculto. Rumi.
¡Decapítate! Rumi.
Has de elegir o una cosa o la otra: decapitación o exilio… Aquél que me ama, pero ama
más a su cabeza, no me ama de verdad. Attar.
Un monje dijo que tenía la espada preciosa. Ten-t’ou alargó el cuello diciendo:
“Entonces, ¡córtame la cabeza!”. El monje le respondió: “¡Ya la tienes cortada!”, y Yen-
t’ou empezó a reír a carcajadas. Pero el monje no comprendió el significado de su risa.
Expediente azul del acantilado.
Comentarios
Un amigo le dijo a su hija de cuatro años que fuera al lavabo a lavarse la cara. Cuando
el amigo entró en el baño, vio que, efectivamente, se estaba lavando la cara... ¡la cara
del espejo! En otra ocasión, mi amigo y su hija estaban viendo fotos de la guardería y
su hija reconocía todos los rostros menos uno: “¡Nunca he visto a esa niña en el
colegio!”. RL. GBR.
EPÍLOGO
Has buscado y mirado por ti mismo y has encontrado un tesoro. ¡Mi más cordial
enhorabuena! Sigue disfrutando de esta visión en la vida ordinaria hasta que sea
constante (practicada sin perseverancia es mucho menos efectiva) - hasta que llegue a
ser completamente natural - y todo el resto será añadido.
Uno de los modos más agradables y eficaces de cultivar tu propia visión es compartirla
con los demás. Puedes hacerlo fácilmente llevando a cabo alguno de los experimentos
con otras personas. Es decir, poniendo en marcha un taller (otra palabra engañosa,
pero dime una mejor) con uno o más amigos. Y si piensas que no estás preparado para
comunicar lo que todavía no has dominado, tranquilízate con esta historia real de mi
amigo Pierre.
Pierre, que había estado practicando zazen (meditación sentada) durante años, se
presentó en un taller, pero no surtió ningún efecto en él. Esto es probable que pase
cuando, debido a un fuerte pasado de compromisos de cualquier clase, la mente del
participante, en vez de estar abierta, se obstruye con expectativas. Sin embargo, Pierre
estaba lo suficientemente intrigado, así que cuando acabó el taller le conté a su mujer
lo que había pasado. Tras lo cual ella vio inmediatamente lo que él había fracasado en
ver, ¡y a cambio ella se lo mostró! Por fin vio lo que había estado buscando durante
todo este tiempo de meditación sentada; su vida cambió dramáticamente. Desde
entonces Pierre ha estado compartiendo su visión con numerosos amigos.
La verdad es que es imposible comunicar parte del tesoro o hacer una versión de él. Es
una transacción de todo o nada. ¿Puedes imaginar otra cosa que hagas tan bien, si es
que haces alguna mínimamente? y ¿puedes pensar en el regalo más perfecto que
puedas dar a tus amigos - o para el mundo que lo necesita tan desesperadamente -
que este regalo de regalos que eres capaz de ofrecer ahora por completo?