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Universidad distrital Francisco José de Caldas

Fisiología animal
Licenciatura en biología
Presentado a: Carmen Helena Moreno Duran
Presentado por: Juan Felipe Castillo Rivera-20171140058 / Luisa Fernanda Rojas
Muñoz-20171140081
Fecha: 26 de septiembre

RESUMEN

Existen muchas formas de sentir los diferentes estímulos que normalmente se producen en el dia a dia
de cualquier persona. Estos estímulos suelen ser olores, sabores, roces y demas que hacen que se
desencadenan una serie de reacciones químicas e impulsos neuronales para poder detectarlos
dependiendo de la intensidad de la sensación, por esta razón se trabajaron diversos métodos de
identificación de sensaciones somáticas para poder observar a detalle cada uno de los estímulos y como
son las respuestas a estos. En este informe se hablara de cada respuesta fisiológica y se tratará de
comprender las vías y las acciones que toma cada sensación para sentir lo que normalmente los humanos
percatan.

Palabras clave: Sensaciones, Estímulos, Bulbo, Corpúsculos y Receptores.

MODALIDAD.

Los seres humanos tienen cuatro clases básicas de receptores basadas en su sensibilidad a una forma
predominante de energía: mecánica, térmica, electromagnética o química. La forma específica de
energía a la cual un receptor es más sensible se denomina estímulo adecuado. Por ejemplo, el estímulo
adecuado para los bastones y los conos en el ojo es la luz (un ejemplo de energía electromagnética).
Los receptores responden a formas de energía diferentes a las de sus estímulos adecuados, pero el
umbral para estas respuestas inespecíficas es mucho más alto. La presión sobre el globo ocular
estimulará bastones y conos, por ejemplo, el umbral de estos receptores a la presión es mucho más alto
que el umbral de los receptores a la presión presentes en la piel. (Ganong 2012)

UBICACIÓN.

El término unidad sensitiva designa un solo axón sensitivo y todas sus ramas periféricas. Estas ramas
tienen un número variable pero pueden ser numerosas, sobre todo en la sensibilidad cutánea. El campo
receptivo de una unidad sensorial es la distribución espacial en la cual un estímulo produce una
respuesta en esta unidad. La representación de los sentidos en la piel es en puntos. Si se obtiene un mapa
detallado de la piel, milímetro a milímetro, con un pelo fino, se produce una sensación de tacto en los
puntos superpuestos a estos receptores al tacto. No se desencadena ninguno en las zonas interpuestas.
Asimismo, las sensaciones a la temperatura y el dolor son producidas por la estimulación de la piel
solamente sobre los puntos donde están situados los receptores de estas modalidades. En la córnea y la
esclerótica adyacente del ojo, el área de superficie inervada por una sola unidad sensorial mide de 50 a
200 mm2. El área inervada por una unidad sensorial por lo general se superpone y se interdigita con las
zonas inervadas por otras. Uno de los mecanismos más importantes que permiten localizar el lugar de
un estímulo es la inhibición lateral. La información proveniente de neuronas sensitivas cuyos receptores
están en el borde periférico del estímulo es inhibida en comparación con la información de las neuronas
sensitivas en el centro del estímulo. Por consiguiente, la inhibición lateral intensifica el contraste entre
el centro y la periferia de una zona estimulada e incrementa la capacidad del cerebro para ubicar un
impulso sensorial. La inhibición lateral es inherente a la discriminación de dos puntos. (Ganong 2012)

INTENSIDAD.

La intensidad de la sensación está determinada por la amplitud del estímulo que se aplica al receptor. A
medida que se aplica más presión en la piel, el potencial del receptor en el mecanorreceptor aumenta
(no se muestra) y también se incrementa la frecuencia de los potenciales de acción en un solo axón que
transmite información al SNC. Además de incrementar la frecuencia de descarga en un solo axón, la
mayor intensidad de la estimulación también alistará más receptores hacia el campo receptivo. (Ganong
2012)

DURACIÓN.

Si un estímulo de fuerza constante se mantiene en un receptor sensitivo, la frecuencia de los potenciales


de acción en su nervio sensitivo disminuye con el tiempo. A este fenómeno se le conoce como
adaptación del receptor o desensibilización. El grado donde ocurre la adaptación varía de un sentido a
otro. Los receptores pueden clasificarse en receptores de adaptación rápida (fásicos) y de adaptación
lenta (tónica). Los corpúsculos de Meissner y de Pacini son ejemplos de receptores de adaptación rápida,
y las células de Merkel y las terminaciones de Ruffini son ejemplos de receptores de adaptación lenta.
Otros ejemplos de receptores de adaptación lenta son los husos musculares y los nocirreceptores.
Diferentes tipos de adaptación sensorial posiblemente tienen alguna utilidad para el individuo. El tacto
leve produciría distracciones si fuese persistente; y, a la inversa, la adaptación lenta de los impulsos del
huso es necesaria para mantener la postura. Asimismo, los impulsos provenientes de los nocirreceptores
proporcionan una advertencia que perdería su utilidad si se adaptara y desapareciera. (Ganong 2012)

Figura 3: Homúnculo sensorial, dibujado superpuesto a un corte coronal a través de la circunvolución


poscentral. (Ganong 2012)

Organización somatotópica.
Dentro de los cordones dorsales, las fibras que se originan en diferentes niveles de la médula tienen una
organización somatotópica. En forma específica, las fibras de la médula sacra tienen una posición más
interna y las de la médula cervical tienen una posición más externa. Esta disposición continúa en el
bulbo raquídeo de manera que la porción inferior del cuerpo (p. ej., el pie) tiene una representación en
el núcleo gracilis y la porción superior del cuerpo (p. ej., el dedo) tiene una representación en el núcleo
cuneiforme. El lemnisco interno tiene una organización dorsal a ventral representando del cuello al pie.
(Ganong 2012)

La organización somatotópica continúa a través del tálamo y la corteza. Las neuronas talámicas del
VPL que transmiten información sensitiva se proyectan de una manera muy específica a la corteza
somatosensitiva primaria en la circunvolución poscentral del lóbulo parietal. La disposición de las
proyecciones a esta región es tal que las porciones del cuerpo se representan en orden a lo largo de la
circunvolución poscentral, de modo que las piernas están en la parte superior y la cabeza al pie de la
circunvolución. No sólo existe una localización detallada de las fibras de las diversas porciones del
cuerpo en la circunvolución poscentral, sino también el tamaño de la zona cortical receptora de impulsos
de una porción específica del cuerpo es proporcional al uso de la parte. Los tamaños relativos de las
zonas corticales receptoras se muestran de manera espectacular en la figura 3, en la cual las proporciones
del homúnculo se han distorsionado para que se correspondan con el tamaño de las zonas corticales
receptoras de cada uno. Obsérvese que las zonas corticales para la sensación del tronco y la espalda son
pequeñas, en tanto que zonas muy extensas se ocupan de los impulsos de la mano y de las porciones de
la boca que intervienen en el habla. Estudios de la zona sensitiva receptora resaltan la naturaleza tan
definida de la localización punto por punto de las zonas periféricas en la corteza y proporcionan más
pruebas de la validez general de la ley de energías específicas de nervio. La estimulación de las diversas
porciones de la circunvolución poscentral da origen a sensaciones proyectadas a porciones apropiadas
del cuerpo. Las sensaciones producidas suelen ser entumecimiento, hormigueo o una sensación de
movimiento, pero con electrodos muy finos ha sido posible producir sensaciones relativamente puras
de tacto, calor y frío. Las células de la circunvolución poscentral están organizadas en los cordones
verticales.
Las células en un determinado cordón son todas activadas por fibras aferentes de una determinada
porción del cuerpo y todas responden a la misma modalidad sensorial. Además de la corteza
somatosensitiva primaria, hay otras dos regiones corticales que contribuyen a la integración y a la
información sensitiva. El área de asociación sensitiva está situada en la corteza parietal y la corteza
somatosensitiva secundaria está situada en la pared del surco lateral (también conocido como cisura de
Silvio) que separa los lóbulos temporales del frontal y de los parietales. Estas regiones reciben impulsos
aferentes de la corteza somatosensitiva primaria. La percepción consciente de las posiciones de las
diversas partes del cuerpo en el espacio depende en parte de impulsos provenientes de los receptores
sensitivos que están ubicados en las articulaciones y alrededor de ellas. Los impulsos de estos
receptores, de los receptores al tacto en la piel y otros tejidos y de los husos musculares, son sintetizados
en la corteza en una imagen consciente de la posición del cuerpo en el espacio.(Ganong 2012)
Figura 4: Una vista lateral del hemisferio izquierdo muestra algunas regiones corticales principales y
sus correlaciones funcionales en el cerebro humano.(Ganong 2012)

MECANORRECEPTORES CUTÁNEOS.

Los receptores sensitivos pueden ser terminaciones dendríticas especializadas de las fibras nerviosas
aferentes y a menudo se asocian a las células no neurales que los rodean para formar un órgano sensitivo.
El tacto y la presión son percibidos por cuatro tipos de mecanorreceptores. Los corpúsculos de Meissner
son dendritas encapsuladas en el tejido conjuntivo y responden a cambios de la textura y a las
vibraciones lentas. Las células de Merkel son terminaciones dendríticas expandidas y responden a la
presión y al tacto sostenido. Los corpúsculos de Ruffini son terminaciones dendríticas acrecentadas con
cápsulas alargadas y responden a la presión sostenida. Los corpúsculos de Pacini constan de
terminaciones dendríticas no mielinizadas de una fibra nerviosa sensitiva, de 2 μm de diámetro,
encapsuladas por láminas concéntricas de tejido conjuntivo que le confieren al órgano el aspecto de una
cebolla de cóctel. Estos receptores responden a la presión profunda y a la vibración rápida. Los nervios
sensoriales de estos mecanorreceptores son las fibras mielinizadas Aα y Aβ cuyas velocidades de
conducción fluctúan de alrededor de 70-120 a cerca de 40-75 m/s, respectivamente.(Ganong 2012)

NOCIRRECEPTORES.

Algunos receptores sensitivos cutáneos no son órganos especializados sino más bien terminaciones
nerviosas libres. Las sensaciones al dolor y la temperatura se originan en dendritas no mielinizadas de
neuronas sensitivas situadas en toda la piel lampiña y vellosa lo mismo que en el tejido más profundo.
Los nocirreceptores pueden dividirse en varios tipos. Los nocirreceptores mecánicos responden a la
presión intensa (p. ej., por un objeto cortante). Los nocirreceptores térmicos son activados por
temperaturas cutáneas superiores a 42°C o por el frío intenso. Los nocirreceptores sensibles a estímulos
químicos responden a diversas sustancias químicas como bradicinina, histamina, acidez notable y
sustancias ambientales irritantes. Los nocirreceptores polimodales responden a combinaciones de estos
estímulos.(Ganong 2012)
Figura 1: Modalidades sensitivas principales (Ganong 2012)

Los impulsos provenientes de los nocirreceptores son transmitidos a través de dos tipos de fibras, las
fibras Aδ que tienen una capa de mielina delgada (2 a 5 µm de diámetro) y que conducen los impulsos
a velocidades de ~12 a 35 m/s y las fibras C no mielinizadas (de 0.4 a 1.2 µm de diámetro) que conducen
impulsos a bajas velocidades de ~0.5 a 2 m/s. La activación de las fibras Aδ, que liberan glutamato,
intervienen en el primer dolor (también llamado dolor rápido o dolor epicrítico) que es una respuesta
rápida y que media el aspecto discriminador del dolor o la capacidad para localizar el lugar y la
intensidad del estímulo nocivo. La activación de las fibras C, que libera una combinación de glutamato
y sustancia P, interviene en el segundo dolor tardío (también llamado dolor lento o dolor protopático)
que es la sensación sorda, intensa, difusa y desagradable asociada a un estímulo nocivo. El prurito y las
cosquillas también están relacionados con la sensación al dolor. (Ganong 2012)

Figura 2: Los sistemas sensoriales codifican cuatro atributos elementales de los estímulos: modalidad,
ubicación (campo receptivo), intensidad y duración. (Ganong 2012)

TERMORRECEPTORES.
Los receptores al frío inocuo se ubican en las terminaciones dendríticas de las fibras Aδ y las fibras C,
en tanto que los receptores al calor inocuo se localizan en las fibras C. Los experimentos cartográficos
muestran que la piel tiene puntos definidos sensibles al frío y sensibles al calor. Los puntos sensibles al
frío son cuatro a 10 veces más numerosos que los sensibles al calor. El umbral para la activación de los
receptores al calor es 30°C y aumenta su velocidad de descarga a medida que la temperatura de la piel
se incrementa a 46°C. Los receptores al frío están inactivos a temperaturas de 40°C, pero luego
aumentan constantemente su velocidad de descarga conforme la temperatura de la piel desciende a casi
24°C. A medida que disminuye más la temperatura de la piel, la frecuencia de descarga de los receptores
al frío se reduce hasta que la temperatura llega a 10°C. Por debajo de esa temperatura, se desactivan y
el frío se convierte en un anestésico local eficaz. El receptor que es activado por el frío moderado es el
TRPM8. La M designa el mentol, el componente de la menta que le confiere su sabor “fresco”. Los
receptores TRPV4 son activados por temperaturas tibias de hasta 34°C; los receptores TRPV3
responden a temperaturas un poco más altas de 35 a 39°C. (Ganong 2012)

La forma en que los receptores sensitivos generan potenciales de acción en los nervios que los inervan
es variable y depende de la complejidad del órgano sensorial. En la piel, se ha estudiado con algún
detalle el corpúsculo de Pacini. La vaina de mielina del nervio sensitivo comienza en el interior del
corpúsculo. El primer nódulo de Ranvier también está situado en su interior; el segundo suele ubicarse
cerca del punto en el cual la fibra nerviosa sale del corpúsculo.(Ganong 2012)

POTENCIALES GENERADORES.

Cuando se aplica una presión leve al corpúsculo de Pacini, se registra un potencial despolarizante no
propagado que se parece a un potencial postsináptico excitador (EPSP, excitatory postsynaptic
potential). A éste se le llama potencial generador o potencial de receptor. A medida que aumenta la
presión, se incrementa la magnitud del potencial de receptor y el receptor convierte la energía mecánica
en una respuesta eléctrica, cuya magnitud es proporcional a la intensidad del estímulo. Por consiguiente,
se describen las respuestas como potenciales graduados más que de todo o nada como en el caso de un
potencial de acción. Cuando la magnitud del potencial generador llega a casi 10 mV, se produce un
potencial de acción en el primer nódulo de Ranvier. Después se repolariza el nervio. Si el potencial
generador es lo suficientemente grande, la neurona se descarga de nuevo tan pronto como se repolariza
y continúa descargándose mientras el potencial generador sea lo suficientemente grande para llevar al
potencial de membrana del nódulo al nivel de descarga. Por consiguiente, el nudo convierte la respuesta
graduada del receptor en potenciales de acción cuya frecuencia es proporcional a la magnitud del
estímulo aplicado. (Ganong 2012)

OLFATO Y GUSTO.

El olfato y el gusto suelen clasificarse como sentidos viscerales por su íntima relación con la función
gastrointestinal. Desde el punto de vista fisiológico hay relación mutua entre ambos. El sabor de
diversos alimentos es, en gran parte, una combinación de su sabor y de su olor. En consecuencia,
muchos de los alimentos pueden tener un “sabor diferente” si la persona tiene un resfriado que
disminuye el sentido del olfato. Los receptores del olfato y del gusto son quimiorreceptores estimulados
por moléculas disueltas en el moco del interior de la nariz, y la saliva en la boca. Los estímulos nacen
de fuentes externas, y por ello se han clasificado como exteroceptores a tales estructuras. Las
sensaciones que cursan por el olfato y el gusto permiten a las personas diferenciar entre 30 millones de
compuestos (según se ha estimado) presentes en alimentos, predadores y cónyuges, y transformar la
información recibida en conductas apropiadas. (Ganong 2012)

Las neuronas sensitivas olfatorias están situadas en una zona especializada de la mucosa nasal, el
llamado epitelio olfatorio amarillento y pigmentado. En los perros y algunos otros animales que tienen
altamente desarrollado el sentido del olfato (animales macrosmáticos), es grande la zona cubierta por
dicha membrana, en tanto que en los animales microsmáticos como los humanos, tal superficie es
pequeña. En estos últimos, abarca un área de 10 cm2 en el techo de la cavidad nasal, cerca del tabique.
Se ha dicho que el epitelio olfatorio está en un sitio del cuerpo en que el sistema nervioso está en íntima
cercanía con el mundo exterior. El epitelio olfatorio de los seres humanos contiene unos 50 millones de
neuronas bipolares sensitivas olfatorias intercaladas con células de apoyo similares a glia
(sustentaculares) y las células madre basales; estas últimas generan nuevas neuronas olfatorias cuando
se necesita reponer las dañadas en la exposición al entorno. El epitelio olfatorio está cubierto de una
fina capa de moco secretada por las células sustentaculares y las glándulas de Bowman, que están por
debajo del epitelio. Cada neurona olfatoria sensitiva tiene una dendrita gruesa y corta que sobresale en
la cavidad nasal, en donde termina en una protuberancia que contiene seis a 12 cilios. En los seres
humanos los cilios son prolongaciones amielínicas de 5 a 10 μm de longitud y 0.1 a 2 μm de diámetro
que sobresalen dentro del moco que cubre el epitelio. Las moléculas odoríferas (sustancias químicas)
se disuelven en el moco y se unen a receptores odoríferos en los cilios de las neuronas olfatorias. El
moco genera el entorno molecular y iónico adecuado para la detección de olores. Los axones de las
neuronas olfatorias (primer par craneal) pasan a través de la lámina cribosa del etmoides y penetran en
los bulbos olfatorios, en dichos bulbos, los axones de tales neuronas establecen contacto con las
dendritas primarias de las células mitrales y las células en penacho para formar unidades sinápticas
anatómicamente independientes llamadas glomérulos olfatorios. Los bulbos olfatorios también
contienen células periglomerulares, que son neuronas inhibidoras que conectan entre sí los glomérulos
y las células granulosas que no tienen axones y que establecen sinapsis recíprocas con las dendritas
laterales de las células mitrales y en penacho. En esta sinapsis las células mitrales o las de penacho
excitan a la célula granulosa por medio de la liberación de glutamato y las células granulosas a su vez
inhiben a los dos tipos de células mencionadas, por medio de la liberación de GABA. En el epitelio
olfatorio se identifi can terminaciones libres de fibras trigeminianas del dolor; son estimuladas por
sustancias irritantes, lo cual da su “olor” característico a sustancias como la menta, el mentol y el cloro.
La activación de las terminaciones por sustancias irritantes para las vías nasales también desencadena
estornudos, epífora, inhibición respiratoria y otros reflejos. (Ganong 2012)

Figura 5: Estructura del epitelio olfatorio. (Ganong 2012)

BULBOS GUSTATIVOS.
El órgano del gusto (sensitivo especializado) está constituido por unos 10 000 bulbos gustativos que
son corpúsculos ovoides que miden 50 a 70 μm. Se conocen cuatro tipos de células morfológicamente
diferentes dentro de cada bulbo gustativo: basales, oscuras, claras, e intermedias; las últimas tres células
se denominan tipos I, II y III del gusto. Son neuronas sensitivas que reaccionan a estímulos del gusto o
gustativos. Cada bulbo gustativo tiene 50 a 100 células y los tres tipos celulares pudieran representar
fases de diferenciación de las células del sentido del gusto, en desarrollo, y las células claras serían las
más maduras. Como otra posibilidad, cada tipo celular pudiera representar diferentes líneas celulares.
Los extremos apicales de las células del gusto poseen microvellosidades que envían proyecciones al
poro gustativo, pequeño orificio en la superficie dorsal de la lengua, en que las células gustativas están
expuestas al contenido de la boca. Cada bulbo gustativo recibe unas 50 fibras nerviosas; por lo contrario,
cada fibra nerviosa recibe impulsos de cinco bulbos, en promedio. Las células basales provienen de las
células epiteliales que rodean al bulbo gustativo. Se diferencian en nuevas células; las antiguas son
sustituidas en forma continua, y su vida media es de unos 10 días. Si se secciona el nervio sensitivo, los
bulbos en el que se distribuye se degeneran y al final desaparecen. En los seres humanos, los bulbos
gustativos se encuentran en la mucosa de la epiglotis, el paladar blando y la faringe así como en las
paredes de papilas de la lengua. Las papilas fungiformes son estructuras redondeadas cuyo número
aumenta cerca de la punta de la lengua. Las papilas circunvaladas son órganos notables dispuestos en
V en el dorso de la lengua; las papilas foliadas están en el borde posterior de la lengua. Cada papila
fungiforme tiene, en promedio, cinco bulbos del gusto situados de manera predominante en la porción
superior de la papila, en tanto que cada papila circunvalada o foliada contiene incluso 100 bulbos del
gusto situados más bien en los lados de las papilas. Las glándulas de von Ebner (llamadas también
glándulas gustativas o serosas) secretan saliva en la hendidura que rodea las papilas circunvaladas y
foliadas. Las secreciones de las glándulas mencionadas posiblemente limpien la boca y preparen a los
receptores gustativos para recibir nuevos estímulos. Investigaciones recientes también sugieren que las
papilas circunvaladas y las glándulas de von Ebner forman un complejo funcional que es importante en
la detección real del sabor, por las enzimas secretadas por la glándula. (Ganong 2012)

Figura 6: Bulbos gustativos situados en las papilas de la lengua de humanos. (Ganong 2012)

VÍAS DEL GUSTO


Las fibras sensitivas que provienen de los bulbos del gusto en los dos tercios anteriores de la lengua
transcurren en la cuerda del tímpano del nervio facial y las que provienen del tercio posterior de la
lengua llegan al tronco encefálico por medio del nervio glosofaríngeo. Las fibras de otras áreas
extralinguales (como la faringe) llegan al tronco encefálico por medio del nervio neumogástrico o vago.
En cada lado, las fibras gustativas mielínicas pero de conducción relativamente lenta que constituyen
los tres nervios comentados, se unen en la porción gustativa del núcleo del fascículo solitario (NTS,
nucleus of the tractus solitarius) en el bulbo raquídeo. A partir de dicho núcleo, los axones de neuronas
de segundo orden ascienden en el menisco medial ipsolateral y establecen proyecciones directas al
núcleo posteromedial (ventral) del tálamo. Desde el tálamo, los axones de las neuronas de tercer orden
pasan a otras que están en la ínsula anterior y el opérculo frontal de la corteza cerebral ipsolateral. La
región mencionada se encuentra en sentido rostral al área “facial” de la circunvolución poscentral, que
es probablemente la zona que media la percepción consciente del gusto y la discriminación gustativa.
(Ganong 2012)

MODALIDADES DEL GUSTO, RECEPTORES Y TRANSDUCCIÓN.

Los seres humanos tienen cinco modalidades gustativas básicas perfectamente establecidas: dulce,
agrio, amargo, salado y umami. El “sabor” umami se agregó a los cuatro sabores clásicos en fecha
reciente, pero se sabía de su existencia desde hace unos 100 años. Se confirmó que se trataba de otra
modalidad gustativa porque se identifi có su receptor. Es activado en particular por el glutamato
monosódico (MSG, monosodium glutamate) que se utiliza ampliamente en la culinaria asiática. El sabor
es agradable y dulzón, pero difiere del sabor dulce habitual. Por años se pensó que la superfi cie de la
lengua tenía áreas especiales que correspondían a cada una de las cuatro sensaciones básicas. Ahora se
sabe que todas las sustancias gustativas se perciben en otras partes de la lengua y estructuras vecinas.
Nervios aferentes que van al NTS contienen fibras de todos los tipos de receptores gustativos sin
ninguna localización nítida de los tipos.
Los sabores salado y agrio se perciben por la activación de los receptores ionotrópicos. Los sabores
agrio, amargo y umami son percibidos por activación de los receptores metabotrópicos. Muchos GPCR
en el genoma humano son receptores gustativos (familias T1R y T2R). En algunos casos los receptores
mencionados se acoplan a la proteína G heterotrimérica, gustducina, misma que disminuye el nivel de
cAMP y aumenta la formación de fosfato de inositol (IP3), lo cual puede ocasionar despolarización. El
sabor salado es generado por el cloruro de sodio y los mecanismos sensibles a él son mediados por un
conducto selectivo de sodio conocido como ENaC, que es el conducto epitelial de sodio sensible a
amilorida. La penetración del sodio en los receptores de lo salado despolariza la membrana y genera el
potencial del receptor. En los seres humanos, la sensibilidad a la amilorida propia del sabor salado es
menos intensa que en algunas especies, lo cual sugiere que hay más mecanismos que activen los
receptores sensibles a lo salado. El sabor agrio (ácido) es percibido con la intervención de protones
(hidrogeniones).
El ENaC permite la penetración de protones y puede contribuir a la percepción del sabor agrio. Los
hidrogeniones también se unen al conducto sensible al potasio y lo bloquean. La disminución de la
permeabilidad a este último ion despolariza la membrana. Asimismo, HCN, un conducto catiónico
regulado por nucleótidos cíclicos y activado por hiperpolarización, y otros mecanismos, puede
contribuir a la transducción de lo agrio. Las sustancias con sabor dulce actúan a través de la gustducina,
proteína G. La familia T1R3 de GPCR se expresa en casi 20% de las células gustativas, y de ellas
algunas también expresan gustducina. Los azúcares tienen sabor dulce y también lo tienen compuestos
como la sacarina que posee una estructura totalmente diferente. Los azúcares naturales como la sacarosa
y los edulcorantes sintéticos pueden actuar en la gustducina por medio de receptores diferentes. Los
receptores que reaccionan a lo dulce actúan a través de nucleótidos cíclicos del metabolismo del fosfato
de inositol.
El sabor amargo es generado por compuestos sin relación alguna. Muchos de ellos son tóxicos y el sabor
característico constituye un “recordatorio” para no ingerirlos. Algunos compuestos amargos se unen a
conductos selectivos de potasio y los bloquean. Muchos GPCR (T2R) que interactúan con la gustducina
son estimulados por sustancias amargas como la estricnina. Otros compuestos amargos son permeables
a la membrana y en su detección posiblemente no intervengan las proteínas G; un ejemplo sería la
quinina.
El sabor umami depende de la activación del receptor metabotrópico truncado del glutamato, mGluR4
en los bulbos gustativos. No hay certeza de la forma en que la activación del receptor ocasiona
despolarización. El glutamato en los alimentos también puede activar los receptores ionotrópicos del
glutamato para que despolaricen a los receptores de umami. (Ganong 2012)

UMBRAL DEL GUSTO Y DISCRIMINACIÓN DE INTENSIDAD.

La capacidad de los seres humanos para discriminar diferencias en la intensidad de los sabores, a
semejanza de la discriminación de intensidades por el olfato, es relativamente pequeña y burda. Es
necesario un cambio de 30% en la concentración de la sustancia por catar, para detectar una diferencia
de intensidad. El umbral del gusto denota la concentración mínima en que se percibe una sustancia. Las
concentraciones umbrales de sustancias a las cuales reaccionan los bulbos gustativos varían con la
sustancia particular. Las sustancias amargas tienden a mostrar el umbral más bajo. Algunas sustancias
tóxicas como la estricnina tienen un sabor amargo, en concentraciones pequeñísimas, lo que evita la
ingestión accidental de la misma, que origina convulsiones letales. Se ha clonado una proteína que se
une a las moléculas generadoras del gusto; es producida por la glándula de von Ebner y secreta moco
al interior de la hendidura alrededor de las papilas circunvaladas y probablemente tiene una función
concentradora y de transporte similar a la de OBP descrita para el olfato. El gusto presenta el fenómeno
“de post reacción” y fenómenos de contraste, similares en alguna forma a las imágenes visuales
residuales y los contrastes. Algunos de ellos son “artefactos” químicos, pero otros pueden ser
fenómenos realmente centrales (del encéfalo). En una planta se ha identificado una proteína
modificadora del gusto, la miraculina, que al aplicarla en la lengua hace que la proteína cambie el sabor
ácido por dulce. Los animales, incluidos los seres humanos, tienen aversiones particularmente intensas
a alimentos nuevos si después de consumirlos “se sienten mal”. La utilidad de tales aversiones en la
supervivencia se manifiesta en situaciones en que se evita la ingestión de tóxicos. (Ganong 2012)

Resultados

1. Estimulación de corpúsculos de Meissner para tacto ligero, mecanorrecepción.

Antebrazo N. de pelos tiempo en que Tiempo en que Error


siente el estímulo deja de sentir el
estímulo
Proximal al codo 1 1.65 segundos 3.27 segundos
2 1.64 segundos 1.23 segundos
5 1.21 segundos 1.82 segundos

Proximal a la 1 3.82 segundos 1.72 segundos


mano 2 4.55 segundos 1.39 segundos
5 3.32 segundos 1.06 segundos

Zona intermedia 1 3.47 segundos 3.36 segundos


2 4.46 segundos 1.61 segundos
5 3.75 segundos 1.02 segundos

2. Localización del tacto ligero

Registro Distancia de error(mm)

1 20

2 12

3 45

4 15

5 13

Error promedio

3. Estimulación de receptores de Vater Pacini para tacto. Mecanorreceptores.

Zona Valorada(distancia error en mm)

Registros Dorso mano Dorso dedos Dorso Palma de la Superficie


antebrazo mano ventral
antebrazo

1 10 23 35 3 7

2 10 5 19 11 10

3 15 6 2 7 13

4 5 4 10 4 10

5 20 6 12 10 17

4. Determinación de receptores para frío y calor. Termorreceptor de Krause


5. Contraste de calor. Termorreceptores

a. Índice: El dedo expuesto al agua caliente se enfría de inmediato y el expuesto al agua fría
presenta una sensación de adormecimiento.
b. Medio: El dedo expuesto al agua caliente se enfría de inmediato y el expuesto al agua fría
presenta una sensación de adormecimiento.

6.Sensaciones de gusto, estimulación de botones gustativos.

Sustancia Sabor con la nariz tapada Sabor con la nariz destapada

1.Esencia de vainilla Amargo Vainilla

2. Cebolla Insípido Cebolla

3. Esencia de canela Picante Canela

4. Aniz Insípido Aguardiente

5. Aceite de menta Dulce Emulsión de Scott

6. Café Insípido Café

7. Coco Picante Insípido

7. Sensaciones sonoras, estimulación de células ciliadas

Individuo Llaves Moneda Taza Caja

Objeto-lugar Objeto-lugar Objeto-lugar Objeto-lugar

1 Llaves-debajo Moneda-al frente No identifica- Cartuchera-


derecha izquierda

2 Llaves-debajo Moneda-al frente Botella- derecha Libro- izquierda

3 Llaves-debajo Moneda-al frente Taza- derecha Libro- izquierda


ANÁLISIS DE RESULTADOS

En este laboratorio se realizaron diversos experimentos, el primero de ellos consistía en vendar los
ojos y generar un estímulo por medio de los vellos del brazo y observar la reacción de la persona y
dependiendo del tiempo detallar el estímulo, tenemos que los estímulos generalmente están en el área
de asociación sensitiva y está situada en la corteza parietal, la corteza somatosensitiva secundaria está
situada en la pared del surco lateral (también conocido como cisura de Silvio) que separa los lóbulos
temporales del frontal y de los parietales. Estas regiones reciben impulsos aferentes de la corteza
somatosensitiva primaria. La percepción consciente de las posiciones de las diversas partes del cuerpo
en el espacio depende en parte de impulsos provenientes de los receptores sensitivos que están
ubicados en las articulaciones y alrededor de ellas. Los impulsos de estos receptores, de los receptores
al tacto en la piel y otros tejidos y de los husos musculares, son sintetizados en la corteza en una
imagen consciente de la posición del cuerpo en el espacio.(Ganong 2012)

se identificaron que las células de merkel y los receptores de meissner son los encargados de percibir
estos estímulos finos y generar una serie de potenciales de acción que dependiendo de la frecuencia el
estímulo se detecta de manera mas rapida. Las células de Merkel son terminaciones dendríticas
expandidas y responden a la presión y al tacto sostenido. Los corpúsculos de Ruffini son terminaciones
dendríticas acrecentadas con cápsulas alargadas y responden a la presión sostenida. Los corpúsculos de
Pacini constan de terminaciones dendríticas no mielinizadas de una fibra nerviosa sensitiva, de 2 μm de
diámetro, encapsuladas por láminas concéntricas de tejido conjuntivo que le confieren al órgano el
aspecto de una cebolla de cóctel. Estos receptores responden a la presión profunda y a la vibración
rápida.(Ganong 2012). Dependiendo de los procesos fisiológicos de cada uno, la rapidez con la que
viaja el estímulo y se detecta puede ser lenta o rápida, pero siempre está en en un intervalo no tan lento.
todo esto si la persona no posee ningun problema cerebral que dificulta la reacción.

Para las sensaciones de temperatura tenemos a Krausse (frío) y Ruffini (calor), que dependiendo a la
intensidad se detecta la sensación. En el cuerpo existen más receptores para el frío que para el calor,
para que un receptor del calor sea estimulado tiene que pasar lo 30 grados por lo que a una temperatura
menor a esta se activan los del frío. Cuando la temperatura es menor a 10 grados espieza una accion
analgesica la cual inhibe las sensaciones del lugar expuesto, por esto cuando por más de un minuto se
pone el dedo en hielo el dedo se deja de sentir asi se ponga al clima no se siente los demas estímulos.

Los nocireceptores son fundamentales a la hora de sentir dolor porque gracias a ellos y las fibras
desencadenan glutamato para dolores que no son tan fuertes y para dar con la ubicación del dolo, las
fibras c estimulan la producción de glutamato y de sustancia p para dolores fuerte, intensos y agudos.

Los receptores del olfato y del gusto son quimiorreceptores estimulados por moléculas disueltas en el
moco del interior de la nariz, y la saliva en la boca. Los estímulos nacen de fuentes externas, y por ello
se han clasificado como exteroceptores a tales estructuras. Las sensaciones que cursan por el olfato y el
gusto permiten a las personas diferenciar entre 30 millones de compuestos (según se ha estimado)
presentes en alimentos, predadores y cónyuges, y transformar la información recibida en conductas
apropiadas. (Ganong 2012). Por esto en el experimento de los sabores cuando se tapaba la nariz no
sentía el sabor ya que la reacción química se da en el moco nasal y estimula la recepción química que
está señaliza al nervio glosofaríngeo que este a su vez informa del sabor en el cerebro
Las fibras sensitivas que provienen de los bulbos del gusto en los dos tercios anteriores de la lengua
transcurren en la cuerda del tímpano del nervio facial y las que provienen del tercio posterior de la
lengua llegan al tronco encefálico por medio del nervio glosofaríngeo. Las fibras de otras áreas
intralinguales (como la faringe) llegan al tronco encefálico por medio del nervio neumogástrico o vago.
(Ganong 2012)

La capacidad de los seres humanos para discriminar diferencias en la intensidad de los sabores, a
semejanza de la discriminación de intensidades por el olfato, es relativamente pequeña y burda. Es
necesario un cambio de 30% en la concentración de la sustancia por catar, para detectar una diferencia
de intensidad.(Ganong 2012)

BIBLIOGRAFÍA

Barret et al, (2013) GANONG. FISIOLOGÍA MÉDICA, McGRAW-HILL


INTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C. V.

Guyton y Hall, (2011) TRATADO DE FISIOLOGÍA MÉDICA, DECIMOSEGUNDA


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B, Stanton (2009) Berne and Levy Phisiology, ELSEVIER, ESPAÑA.

B, Velásquez et al, (2009), El cerebro que aprende.

Arango y ávila, (2004), EL CEREBRO: DE LA ESTRUCTURA Y LA FUNCIÓN A LA


PSICOPATOLOGÍA Primera parte: Bloques funcionales.

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