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La metodología BIM (Building Information Modeling), es una

herramienta de trabajo colaborativo basada en el uso de un software


dinámico de gestión de datos de una infraestructura civil a lo largo de la
totalidad de su ciclo de vida, abarcando las tres fases generales más
importantes de un proyecto: diseño, construcción y mantenimiento.

Con ello, el proceso de trabajo mediante BIM se basa la creación del


denominado ‘Modelo de Información del Proyecto’, que comprende las
características geométricas y diseño espacial de éste, sus interrelaciones
espaciales con otros elementos, la planificación de sus diferentes partes
en el tiempo, su información geográfica, así como los volúmenes y
propiedades de sus componentes.

En este método, que alcanzará un mercado global de US$ 18.8 billones


en el 2024, toman parte todos los diferentes tipos de profesionales
organizadores del proyecto, tales como diseñadores, ingenieros,
arquitectos, contratistas, constructores o proveedores.
Las distintas etapas de diseño y gestión de una infraestructura, junto con
las fases de mantenimiento y desmantelamiento de la misma, transcurren
inmersas en una dinámica de trabajo en la que pueden destacarse siete
dimensiones diferentes:

Primera dimensión: La idea. Todo proyecto implantado de acuerdo a la


metodología BIM parte de una idea inicial. En esta primera dimensión se
incluirían actuaciones tales como la determinación de la localización y
las condiciones iniciales de la estructura.

Segunda dimensión: El boceto. Tras la fase inicial, se procede a la


preparación de la fase de boceto, en la cual se determinan las
características genéricas del proyecto. Forman parte de esta fase la
preparación de la modelización mediante el software BIM, el
planteamiento de los materiales, la definición de las cargas estructurales,
la determinación de la dimensión energética del proyecto y el
establecimiento de las bases para la sostenibilidad de general de éste.

Tercera dimensión: El modelo gráfico tridimensional. Una vez


recopilada la totalidad de la información respectiva a las dos primeras
dimensiones, es momento de proceder a la modelización geométrica de
la infraestructura en formato 3D.

Cuarta dimensión: El Tiempo. He aquí la principal seña de identidad


que caracteriza y diferencia a BIM de otras metodologías y/o softwares
de trabajo tradicionales: el dinamismo. Frente a los modelos de proyecto
puramente estáticos en la realidad, la metodología BIM aporta una nueva
dimensión temporal.

Quinta dimensión: El coste. Esta fase comprende el análisis y


estimación de los costes del proyecto, además de su control a medida que
este avance o se vea modificado. Al integrar BIM información detallada
de cada una de los elementos integrantes, es relativamente sencillo
generar informes presupuestarios en cualquier momento de la vida de la
infraestructura.
Sexta dimensión: El análisis de sostenibilidad. Se trata del
planteamiento y simulación de las alternativas contingentes y analizarlas,
a fin de determinar cuál de ellas es más adecuada para ser llevada a cabo.

Sétima dimensión: La gestión del ciclo de vida. BIM representa un


entorno de gestión en el que se localiza y organiza información referente
a una infraestructura a lo largo de toda su vida útil.

De esta forma, existe un proceso de modificación y retroalimentación


continuas que registran todas las variaciones entre el proyecto inicial y la
realidad, de tal manera que exista una total correspondencia entre el
modelo BIM y el resultado real.

La metodología BIM presenta importantes ventajas con respecto a la


metodología CAD tradicional, especialmente en obras de gran
envergadura, hasta el punto de que la ejecución de muchos de los
grandes proyectos llevados a cabo durante los últimos años, tales como el
Canal de Panamá o el Crossrail de Londres no hubiera sido posible sin
BIM.

Entre todas sus ventajas destacan las derivadas de la incorporación de la


dimensión temporal al proceso de diseño, así como de la integración de
la gestión y mantenimiento durante los períodos de ciclo de vida y
desmantelamiento de las infraestructuras. Estas incorporaciones permiten
la optimización de las fases de diseño, construcción y mantenimiento en
todas sus vertientes, al igual que facilita la generación de sinergias entre
las distintas etapas del proyecto. Igualmente, posibilita una óptima
elección entre las diferentes alternativas de proyecto más adecuadas.

Dadas estas ventajas, no es de extrañar que el uso de BIM haya sido


aplicado con rotundo éxito en proyectos de gran envergadura. De entre
ellos, el ejemplo del Crossrail de Londres es un ilustrativo sobre la
importancia que la metodología adquiere sobre estas dimensiones.
Gracias a su implantación, fue posible la gestión de más de 5 millones de
documentos relativos al proceso constructivo, así como de un total de
300,000 archivos de modelos CAD. Incluso Malcolm Taylor, Jefe de
Información Técnica de dicho proyecto, subrayó que la gestión de tal
cantidad de información no hubiera sido posible sin BIM.

El Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México es otra de las


grandes infraestructuras que se suman a la gestión mediante BIM,
habiendo recibido el galardón AEC Excellence Awards, entregado por
Autodesk, de igual forma que el Canal de Panamá, que recibió el premio
Autodesk BIM Experience por el diseño de su tercer complejo de
esclusas.

Con semejantes datos, no es de extrañar que el uso de BIM se halla


generalizado en el sector de la construcción en Europa durante los
últimos años. De hecho, la Directiva 2014/24/UE introduce su uso en
todas las licitaciones públicas a partir de septiembre de 2018 para los
países miembros.

Es este sentido, llama la atención cómo en España el 85% de las


empresas del sector aún no ha implementado de forma general en sus
proyectos esta metodología de trabajo.

Sin embargo, la legislación española establece su uso obligatorio a partir


del 26 de junio de 2019, con lo que en los próximos tiempos se brindarán
grandes oportunidades profesionales en este ámbito. Otros países
europeos que ya presentan sus proyectos mediante el uso de BIM son
Reino Unido, Francia o Alemania, quienes representan la vanguardia
europea tecnológica.

Igualmente destacable el papel de Latinoamérica en este terreno, donde


algunos estudios avalan que la contratación de perfiles BIM Manager en
2020 aumentará un 11%. Países como Chile o Argentina ya están
invirtiendo fuertemente en este tipo de tecnologías, en las que despuntan
con obras como el hospital provincial de Curicó.

La metodología BIM ha llegado para quedarse, el futuro del sector de la


ingeniería civil pasa por su dominio. Los perfiles especializados son,
cada vez, más demandados por la industria y la destreza con su software
se antoja esencial para el éxito profesional.

No es broma, la metodología BIM viene a sustituir a la


forma de trabajar hasta ahora» Pilar Jimenez Abós
17 julio, 2014por certificacionpm

Hace un tiempo que queremos conocer más sobre la metodología BIM y su vinculación con la
dirección de proyectos y el estándar PMBOK®.
En la entrevista que presentamos esta semana, Pilar Jimenez Abós, un referente en el
sector, nos introduce de forma muy clara dicha metodología que lejos de ser una moda, lleva
ya más de 15 años en el mercado para el sector de la arquitectura y la construcción. En
algunos países, la Administración Pública ya cuenta con normativa específica de obligado
cumplimiento a la hora de presentar proyectos en BIM, por ejemplo en Suecia y Noruega, y en
breve también Reino Unido.
Hola Pilar, un placer conversar contigo.
PREGUNTA. ¿Qué es el BIM?
RESPUESTA: El BIM es una metodología de trabajo integral para la construcción. BIM son las
siglas de Building Information Modelling, es decir, modelado e información para trabajos de
construcción. Lo habitual hasta ahora era dibujar los planos en un programa de CAD, que no
es más que un tablero de dibujo digital y luego esos planos se “levantaban” en otro programa
de diseño 3D para obtener imágenes virtuales o vídeos para presentar a nuestro cliente. Para
realizar el cálculo estructural del proyecto se debía crear de nuevo otro modelo 3D en otro
software específico y de la misma manera, los presupuestos y mediciones se llevaban a cabo
en otro programa midiendo a partir de los planos generados en CAD. Por supuesto, la
planificación de la obra y la gestión iban a parte. Gracias a programas BIM obtenemos toda la
información de un único modelo: planos, infografías, vídeos, mediciones, el modelo para
cálculo estructural y de instalaciones, planificación… etc., ya que generamos lo que en
ArchiCAD llamaron hace 30 años el “Edificio Virtual”. Esto no quiere decir que un software BIM
llevemos a cabo absolutamente todos los procesos digitales que intervienen en un proyecto.
Lo que quiere decir es que toda la información está integrada en un único modelo que envía y
recibe los cambios, lo cual garantiza la integridad y la actualización de toda la información,
pudiendo trabajar en el mismo proyecto e incluso de manera simultánea distintas empresas y
profesionales. BIM es la metodología, el software (ArchiCAD, Revit, Allplan…), la herramienta.
PREGUNTA ¿Por qué puede resultar interesante para un director de proyectos formarse
BIM?
RESPUESTA: Para un director de proyectos en el sector de la construcción no es que sea
interesante formarse en BIM, es que va a ser obligado. Aunque en España tardamos más en
adoptar metodologías de trabajo eficaces también sabemos que en el sector de la
construcción es más que necesario un cambio. La documentación y el intercambio de datos va
a ir por ese camino y si no es el cliente, van a ser tus propios colaboradores los que lo
demanden. Un director de proyectos no tiene que ser un experto modelando en BIM pero sí
una visión generalista ya que debe conocer hasta dónde puede pedirle al modelo digital, qué
fiabilidad tiene el mismo y cómo se integra con otras disciplinas que intervienen en el proceso
de edificación.
PREGUNTA: ¿Cómo se vincula con la dirección de proyectos y con certificaciones
como el PMP®?
RESPUESTA: Un BIM Manager es la persona que va a implementar este nuevo sistema de
trabajo en la empresa: eso conlleva unos plazos (tiempo que suele ir ligado a un proyecto de
construcción con el que se vaya a empezar), unos costes (la inversión en software y
hardware), unos requisitos, unos riesgos (gestión desordenada de la información, posturas
enfrentadas en el equipo, resistencia al cambio), unos condicionantes que hay que conocer
(sistema de trabajo interno y de colaboración con otras empresas)… Es un proyecto con todas
sus fases: inicio, planificación, ejecución, seguimiento y cierre. De ahí que vea no sólo
razonable sino muy interesante la certificación PMP para esta nueva disciplina.
PREGUNTA: Una vez visto el interés que puede tener para un director de proyectos de
arquitectura y construcción la metodología BIM, vamos a entrar en detalle. ¿Cómo se
trabaja en BIM?
RESPUESTA: En los software BIM en realidad no se dibuja como se hacía de forma
tradicional (CAD o incluso rotring, escuadra y cartabón). En BIM se construye el edificio a
escala real, de ahí que las herramientas habituales sean muros, pilares, vigas, forjados,
puertas, ventanas, mobiliario… Por eso podemos obtener tanta información: el modelo se
“corta” para obtener las plantas, secciones y alzados que luego se acotan y se maquetan en
planos. También podemos generar recorridos por el edificio mediante vídeo o perspectivas
fotorrealistas de los acabados. Al estar a escala real y tener los elementos sus propiedades,
podemos incluso cuantificar el volumen necesario de hormigón para la estructura. Es por esta
razón que no hay que confundir BIM con un simple 3D ya que obtenemos muchísima más
información del modelo.
PREGUNTA: ¿Qué ventajas tiene trabajar en BIM frente al sistema tradicional?
RESPUESTA:
 La primera ventaja es la que ya he mencionado: obtenemos toda la información necesaria del
modelo digital para la construcción del edificio. Pero no es la única. Otra de las ventajas es la
integridad de los datos. Quienes hemos trabajado con proyectos que nos venían en CAD
estamos habituados a detectar incongruencias en la documentación: pilares, shunts de
ventilación y hasta chimeneas que de una planta a otra no coinciden, ventanas que en la
planta están en un sitio y al alinear el alzado están desplazadas 1 metro… etc. En modelos
BIM, si por ejemplo mueves una ventana, ese desplazamiento se actualiza en todos los planos
y documentación. Sólo lo cambias una vez. Lo mismo si decidimos ampliar la sección de un
pilar de hormigón o cambiar el tamaño de una ventana. Basta seleccionarlos y modificarlos: la
cuantificación del hormigón necesario también estará actualizada así como las nuevas
dimensiones de la ventana y aparecerán correctamente dibujados en las plantas y secciones
que se vean afectadas. Esto evita muchos olvidos y sobre todo, muchos problemas en obra.
Más ventajas: el intercambio de datos. Como ya mencioné antes, no hay ningún programa que
abarque todas las etapas del proceso constructivo. Antes enviábamos un juego de planos al
responsable de mediciones, otro al calculista de estructuras, otro al ingeniero de instalaciones
y después había que coordinar todos esos documentos para ver si se habían producido
interferencias entre los elementos modificados. Ahora enviamos el archivo IFC que es el
estándar de intercambio de datos para BIM (lo que en CAD era el DXF) y cuando la
información vuelve a manos del proyectista, se vuelve a integrar en el modelo actualizándose
de forma automática. En ArchiCAD incluso es posible trabajar a la vez y en tiempo real en el
mismo archivo desde despachos que están incluso en países diferentes a través de su módulo
Teamwork.
 También destacaría como ventaja la posibilidad de ver de antemano posibles problemas que
antes sólo se detectaban en el peor momento: en obra. Hablo de encuentros en esquina mal
resueltos por ejemplo. En BIM, al tener que construir el modelo es algo que tienes que
resolver de antemano con lo cual evitamos muchos riesgos. También nos permite hacer
estudios previos en fases de anteproyecto como eficiencia energética, estudios de asoleo…
etc. de manera extraordinariamente rápida.
PREGUNTA: ¿Alguna desventaja?
RESPUESTA: Yo dibujé mis proyectos universitarios los dos primeros años de carrera en
CAD y desde que aprendí ArchiCAD no he querido volver a utilizar las líneas para representar
un muro. Para mi trabajar en BIM es infinitamente más rápido (dos clics en CAD y tienes una
línea, dos clics en BIM y tienes un muro con entidad 3D, materiales, e incluso propiedades
como resistencia al fuego, precio…) e intuitivo (se aprende rápido) pero eso sí, te obliga a
resolver muchos problemas de incongruencias en tu modelo digital que con CAD ni se verían,
algo que a los estudiantes de Arquitectura les va a quitar mucho tiempo en sus entregas
ajustadas si están empezando a aprender. Mi recomendación para ellos: aprender el software
BIM que escojan y aplicarlo lo antes posible a proyectos sencillos y con tiempo razonable de
entrega. En realidad la misma que hago a los estudios que están migrando a este nuevo
sistema de trabajo.
PREGUNTA: ¿Qué hace falta para su consolidación?
RESPUESTA: Básicamente compromiso con la eficacia y la calidad por parte de arquitectos,
ingenieros, constructores, interioristas, facility managers, project managers,
administraciones…
PREGUNTA: ¿Por qué parece que las Escuelas de Arquitectura no están apoyando el
BIM como sistema de trabajo?
RESPUESTA: Quienes empezamos con BIM en los años de Universidad prácticamente
teníamos que negarlo. En mi caso particular cuando empecé recuerdo a una profesora que al
decirle que trabajaba en ArchiCAD me dijo que mi trabajo no valía “porque el programa te lo
hace todo” y tuve que repetir la asignatura. Es puro desconocimiento e ignorancia: no le das a
un botón y el software te genera el próximo premio Pritzker. Tampoco se trabaja menos. Se
trabaja de forma más eficaz. Y en realidad, más acorde con la mentalidad de un arquitecto:
construyendo, no pintando planos. Hay mucho prejuicio de una gran parte del profesorado que
piensan, entre otras cosas, que ese sistema restringe la creatividad. Estamos en la era de la
información, vemos como Google va añadiendo nuevas herramientas como recorridos
virtuales por ciudades e incluso dentro de edificios y estamos sacando al mercado
profesionales obsoletos tecnológicamente hablando que van a tener dificultades ya no sólo
para competir sino también para colaborar con otros profesionales de otras disciplinas. Esto
tiene que cambiar. Y lo hará a medida que las “viejas glorias” se vayan jubilando.

Las nuevas herramientas digitales vienen revolucionando el desarrollo económico a nivel mundial y por
supuesto el sector de la ingeniería no es ajeno a las nuevas tecnologías.
BIM (Building Information Modeling) es el término que define una metodología de trabajo colaborativa
entre todos los agentes implicados en una proceso constructivo, basada en un software dinámico. Su
objetivo es centralizar toda la data en un único modelo y gestionar información durante todo el ciclo de
vida de un proyecto de infraestructura (diseño, ejecución, operación y mantenimiento).
BIM ejecuta el proceso real de la construcción siendo multidimensional y generando entre el modelo y la
data una vinculación permanente. Si algo cambia en el modelo los elementos afectados se actualizan
automáticamente, así como toda la información y planos desde el generados.
Esta metodología permiten un mejor entendimiento y capacidad de mitigación de riesgos en una obra, al
poder modelar, visualizar y analizar antes y durante la fase de construcción del proyecto. Así se consigue
una optimizan del proceso lo que se manifiesta en la calidad y en la rentabilidad del proyecto.
BIM en su aplicación al diseño vial integra toda la información arqueológica, geológica, hidrológica,
ambiental y geotécnica de predios en un modelo 3D del terreno.
Desarrolla el diseño preliminar de una vía visualizando su interacción con el entorno, identificando
superposiciones con humedales, parques nacionales y posibles conflictos sociales por adquisición de
predios.
Realiza simulaciones en tiempo real de estudios de tráfico para la verificación de las medidas de
seguridad vial y coordinación de trabajos en la obra. También si la zona presenta conflictos en caso de
requerirse una futura ampliación.
Por tanto, se puede cambiar el trazado o las especificaciones de las vías mitigando riesgos, antes de pasar
al diseño de detalle y construcción.
La metodología BIM se está imponiendo a nivel mundial como nuevo estándar en las normativas para
licitaciones públicas de ingeniería civil. Ya que resulta una ventaja para el sector al reducir tiempo y
costos y aumentar la eficiencia y la transparencia.
Teniendo en cuenta que en Latinoamérica la inversión en infraestructura es 35% menos de la requerida,
la implementación del BIM podría ayudar a reducir esta brecha. Pues se estima que los diseños
deficientes son responsable del 40% de los cambios durante la construcción de infraestructura y del
incremento de su costo total. También podría mitigar el incremento en plazos de construcción, evitando
prórrogas en contratos y los costos asociados.
El Banco Interamericano de Desarrollo está trabajando en la incorporación del BIM en el diseño y
supervisión de los proyectos de infraestructura que financia.
A nivel de políticas públicas, apoyará a los países en reformas normativas y regulatorias para la
adopción del BIM en la ejecución de proyectos. A nivel de implementación del BIM, estructura un
piloto en Costa Rica y en la nueva torre de control del aeropuerto de Puerto Príncipe en Haití.

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