VETERANOS DEL 79’®
CURICÓ- Domingo 4 de Agosto de 2019- Nº 53 Año VIII- una producción de Centro socio cultural “Bicentenario”
¿SABIA USTED QUE…?
Conforme la Investigación
Histórica denominada “Los
Nominales del Ejército de
Chile en la Guerra del
Pacífico” y “Nominales de la
Marina de Chile en la guerra
del Pacífico”, llevadas a cabo
por el historiador Mauricio
Pelayo González, que tuvo
como finalidad rescatar del
anonimato a más de 80.000
chilenos que participaron en
este conflicto bélico. Arribó a
la siguiente conclusión
estadística: 8 de cada 10
chilenos en la actualidad
descienden de un Veterano
del 79. Cabe preguntarse
entonces:
¿Eres uno de ellos?
MÁS VIDAS QUE UN GATO:
EL GENERAL “DINAMITA”
“La más certera de las
explosiones, fue el taque
cardíaco que cobró
finalmente su vida”
En 1839 nace Arturo, un
chileno hijo de don Emiliano
Villarroel, industrial maderero
de nacionalidad española y
doña Catalina Garezón,
irlandesa asentada en
Estados Unidos.
FORMACIÓN
Conoce las primeras letras
en Valparaíso y, con 12 años
ingresa a un Colegio Superior
en Lima (Perú) ciudad donde
conoce a Francisco Bilbao,
figura de influencia en su
vida.
ACCIDENTE
En 1852, vacacionaba en el
Callao, fue admitido en una
expedición guerrera a parcial de los contenidos por cualquier
Ecuador. A bordo del barco,
una bomba explota en
cubierta y le destroza dos
dedos de su mano derecha.
Este accidente no mutilaría
de manera algunas el resto
de sus características: ojos
azules, baja estatura, pero de
tronco recio y firme mirada
suave y dulce. Aunque
inquieto y fogoso era
profundamente sensible,
generoso, determinado y
ejecutivo. Su voz sonaba
clara, serena y reposada.
EN LA IMAGEN: Arturo Villarroel
Garezón, El General Dinamita
INCREÍBLE
Arturo Villarroel, tuvo una
brillante participación en la
Guerra del Pacífico y fue
conocido bajo el apodo de
"General Dinamita", porque
destruyó exitosamente
durante la toma de Arica, las
redes de minas que cubrían
el campo de batalla.
.Su heroísmo no se dio en el
contexto de la guerra, sino
también en su calidad de
miembro activo del Cuerpo
de Bomberos de Santiago,
actuando valerosamente y
desafiando las llamas en los
incendios de la Iglesia de la
Compañía así como también
en el incendio del Teatro
Municipal.
TRAS LA GUERRA
De regreso a la vida civil,
ignorando sus mutilaciones
físicas, retornó a su actividad
de minero Batuco y Til-til,
fue director del diario: “La
Ley”. Posteriormente se
instaló en calle Bascuñán al
llegar a la Alameda, un taller,
destinado a desarmar los
miles de proyectiles que
quedaron sin utilizarse en la
guerra. Una explosión
ocurrida el 5 de diciembre de
1884, destruyó el taller en la
que fallecieron 3 mujeres y
un niño: Villarroel salvó mal
herido.
FINAL
El jueves 30 de Mayo de
1907 a las 2 de la
madrugada, fallece el
soldado: cansado, enfermo, y
pobre el voluntario; miembro
fundador y Honorario de la
Compañía de Bomberos, el
abnegado patriota, héroe
olvidado y entusiasta
colaborador de Chile.
EN LA IMAGEN: funeral de Arturo
Villarroel
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