LEGADO HISTORICO
El Monitor Huáscar fue capturado por los chilenos después de
incurrir en graves bajas en el duelo de artillería. Aunque no fue
recuperado la mayor parte de cuerpo de Grau, sus restos fueron
enterrados con honores militares en Chile, que fueron devueltos a
Perú en 1958. Por muchos años después de su muerte, su nombre
fue llamado en una ceremonial nominal de la Marina de guerra del
Perú. Póstumamente Grau recibió el rango de Gran Almirante del
Perú en 1967 por orden del Congreso del Perú. Un retrato del
Almirante Grau está en exhibición en el Museo flotante Monitor Huáscar.
Francisco Bolognesi
Hijo del violonchelista genovés Andrés
Bolognesi, quien llegara al Perú en 1810
Alfonso Ugarte
Alfonso Ugarte Vernal, hijo de Narciso Ugarte y de
Rosa Vernal. Nació el 2 de agosto de 1847 y murió,
heroicamente, a los 33 años, defendiendo la
bandera patria de las manos del enemigo durante la
batalla de Arica. Educado en colegios mercantiles de
Valparaíso y Europa (1861-1867), incursionó con
marcado éxito en la agricultura, en el comercio y en la
explotación del salitre. También fue eficiente servidor
público luego del feroz terremoto de 1869, como
alcalde de Iquique (1876) y miembro de la
beneficencia de dicha ciudad. Iba a viajar
nuevamente a Europa por asuntos de negocios de la
firma Ugarte, Zevallos y Compañía que él había
fundado, cuando estalló la guerra con Chile (abril
de 1879).Alfonso Ugarte A pesar de la situación tan
difícil resolvió quedarse e invertir su fortuna personal en favor de la defensa de
la patria; inició una colecta para sostener a las tropas y pagó, con su propio
dinero, uniformes, vituallas y acémilas. Comandó el Iquique, batallón que
también financió personalmente, participando con él en las batallas de San
Francisco y Tarapacá (noviembre de 1879). En esta última fue herido en la
cabeza, no obstante lo cual recorrió el campo de batalla para contener
el repase de los caídos en la contienda. No quiso retirarse de la guerra a pesar
de haber sido atacado por el paludismo y, desde Arica, rindió juramento a la
bandera obsequiada por las señoras de su tierra natal al batallón Iquique. Al
lado de Francisco Bolognesi, participó heroicamente en la batalla de
Arica (7 de junio de 1880) y, cuando se vio rodeado por el enemigo en el morro,
se lanzó al mar defendiendo el honor de la bandera nacional. El historiador José
A. del Busto ha reconstruido aquel glorioso momento de la siguiente forma:
Entonces fue que Alfonso Ugarte, en su caballo blanco y con celeridad de urgencia,
Acudió a un sitio y otro tratando de mantener el enlace de los batallones y de llevarlos
hasta la cresta del morro para defenderlo hasta el mar. Tomó Ugarte en sí esta
responsabilidad porque ya casi todos los jefes peruanos estaban muertos o heridos.
Uno de los pocos que seguía sano era Arias Aragüés, quien rodeado de enemigos fue
intimado hasta tres veces para que se rindiera, más el tacneño se negó a entregar su
espada cayendo fulminado a balazos al no atreverse ningún oficial chileno a quitársela.
Así las cosas llegaron los enemigos muy cerca del mástil donde
estaba la bandera, defendiendo la cual murieron cantidad de
soldados peruanos con el mayor Blondell, quien sucumbió al pie
del asta dicen que habiendo bajado el pabellón para salvarlo del
adversario. La tradición narra que muerto Blondell, el bicolor quedó
flotando en varios brazos, sin llegarlo a tocar el enemigo, y que
entonces un jinete lo arranchó a quienes lo tenían y espoleando a
su caballo blanco se lanzó al vacío con la bandera en su mano
derecha por el lado norte del morro: era el coronel Alfonso Ugarte
Héroes civiles
Es una persona que ante un suceso de forma
desinteresada y altruista prestan un servicio sin
recibir nada a cambio como
Micaela bastidas
María parado de vellido
Túpac Amaru
José Olalla
Alejandro Sánchez Artiaga
Micaela bastidas
Micaela Bastidas Puyucahua, heroína de la
emancipación, nacida hacia el año 1742. Su lugar de
nacimiento es objeto de muchas conjeturas, de modo
que algunos historiadores la dan por nacida en Pampa
marca (actual provincia de Canas en Cuzco), mientras
otros afirman que nació en Tambucho, distrito
perteneciente a la provincia apurimeña de Abancay, y
hay quienes señalan que nació en la ciudad misma de
Abancay. Lo cierto es que fue hija del español Miguel
Bastidas y de la india Josefa Puyucahua. Creció en el
pueblo de la Asunción de Pampa marca, donde por su
condición y arraigo económico logró figurar entre la gente española. José Antonio del
Busto afirma que la suya era una familia de la aristocracia pueblerina, que basaba su
importancia en la agricultura y la ganadería. La niña mestiza se crio con sus hermanos
Antonio y Miguel Bastidas, Se acercaba a los 20 años cuando la pretendió José Gabriel
Condorcanqui Noguera, cacique de Suriana, Tungasuca y Pampa marca; y una vez
formalizada la situación, la boda se efectuó en la iglesia de Nuestra Señora de la
Purificación de Suriana, el 25 de mayo de 1760. De su matrimonio tuvo tres hijos:
Hipólito, Mariano y Fernando, quienes siendo adolescentes colaboraron en la gran
rebelión andina de los esposos Condorcanqui-Bastidas.. Micaela Bastidas Ocupó una
posición directiva, virtualmente número dos del movimiento, proveyendo de recursos,
armas y vestimenta a las tropas. Llegó incluso a dirigir algunas acciones preparatorias
cuando Túpac Amaru II debía ausentarse e intervino activamente en la captura del
corregidor de la provincia de Tinta, general Antonio de Arriaga, ejecutado en la plaza de
Tungasuca el 10 de noviembre de 1780. Una semana después (18 de noviembre) tuvo
papel preponderante en la exitosa batalla de Sangrará y sostuvo la opinión de que las
acciones debían proseguir rápidamente, a fin de evitar que los españoles se rehicieran,
y así lanzó la ofensiva sobre la ciudad del Cuzco. Dictó edictos y proclamas, que se
encuentran publicados en la colección documental del bicentenario de la rebelión
de Túpac Amaru II, junto con los informes y cartas que Micaela remitía a su esposo.
Luego del revés sufrido en la batalla de Tinta, el 6 de abril de 1781, emprende la huida
hacia Lengua pero, debido al delato de un coronel español apellidado Landaeta, es
apresada junto con Túpac, sus hijos Hipólito y Fernando, y otros miembros de su familia.
Con una custodia espectacular los prisioneros son conducidos primero a Arcos y luego
al Cuzco, a la presencia del visitador José Antonio de Arece. De acuerdo con Virgilio Roel,
Micaela iba montada en una mula blanca. El 15 de mayo es condenada a muerte y la
ejecución se realiza tres días después en la plaza de armas del Cuzco, Murió así
horrendamente una de las más grandes heroínas que ha tenido el Perú.
María parado de bellido
(Huamanga, 1761 - Ayacucho, 1822) Heroína peruana de
la época de la independencia. Se cree que fue hija natural
y lo único que se sabe de su padre es que procedía del Alto
Perú. En 1776 contrajo matrimonio en Huamanga con
Mariano Bellido, de quien tuvo siete hijos. En 1820 parte
de su familia se integró al grupo de patriotas organizados
en Paras (Cangallo) con el fin de colaborar con la guerrilla
auspiciada en la sierra central por el general Álvarez de
Arenales, que obedecía a la estrategia del general José de
San Martín encaminada a desgastar al ejército realista.
Mariano Bellido y sus hijos actuaron como correos del
ejército patriota en la región de Huamanga, y su misión
principal consistió en dar cuenta de los movimientos de las
tropas realistas. En 1822 el virrey José de la Serna ordenó
a las tropas del general Canteras, acantonadas en Jauja,
que se combatiera la insurrección popular organizada en
Huamanga. Canteras encomendó a la compañía al mando del general Carretal la tarea de reprimir
el movimiento ayacuchano. Fue en esa coyuntura que uno de los hijos de María Parado, Tomás
Bellido, fue hecho prisionero y fusilado por los realistas ya acantonados en Cangallo. Este hecho
motivó que María Parado de Bellido se integrara al movimiento patriota y colaborara con su
esposo en las tareas de espionaje. Debido a su condición de analfabeta, dictaba las cartas dirigidas
a Mariano Bellido a un amigo de confianza que, a su vez, se encargaba de trasladar la información
al cuartel del guerrillero patriota Cayetano Quiroz. Gracias a ello, los patriotas fueron avisados a
tiempo de la planeada incursión del ejército realista al pueblo de Quilcamachay el 29 de marzo
de 1822, y la localidad pudo ser evacuada a tiempo. No obstante, la persona a través de la que
María Parado enviaba su correspondencia fue capturada ese día por unos sacerdotes leales al
virrey, que lo entregaron al general carretela. El general conoció así las actividades que realizaba
María Parado, ya que una de las cartas llevaba su firma. Las tropas españolas rodearon la vivienda
en que María Parado se hallaba en compañía de sus hijas y la capturaron. Llevada ante el general
Carratalá, María Parado se negó a contestar las preguntas encaminadas a desarticular la red de
información, desechó las ofertas de recompensa y tampoco se inmutó al ser advertida de que su
casa sería quemada si no colaboraba Su actitud motivó que fuera condenada a morir fusilada. El
1 de mayo de 1822 fue paseada por los alrededores de la plaza de armas de Huamanga, al tiempo
que se voceaba su delito de traición, y luego murió ante el pelotón de fusilamiento en la Pampa
del Arco. Simón Bolívar Poco después fue declarado mártir de la independencia. Un importante
colegio nacional para mujeres de Lima lleva en la actualidad su nombre.
Túpac Amaru
Nació el 19 de marzo de 1738 en aldea de Santa Bárbara Suriana,
provincia de Tinta, obispado de Cuzco. Su padre fue el cacique
quechua Miguel Condorcanqui del Camino y su madre la mestiza
doña Rosa Noguera Valenzuela. Estudió en el colegio de San
Francisco de Borja, en Cuzco. En 1760 se casa con la india Micaela
Bastidas, con quien tuvo tres hijos. Fue dueño de centenares
de llamas y mulas dedicadas al transporte. Se rebeló
coincidiendo con la aplicación de las conocidas como reformas
Borbónicas que alteraron el orden tradicional del sur andino; se
aplicaron nuevas tasas en impuestos, como la alcabala; se
pretendió ampliar el tributo indígena a los mestizos; y, entre
otras medidas, se establecieron aduanas internas. Protestaba
contra las injusticias de los corregidores y reclamaba para sí el título de Inca heredado de una hija
de Felipe Túpac Amaru. Contó con un buen número de seguidores en su levantamiento.
La rebelión comenzó en noviembre de 1780, apresaron al corregidor Antonio Arriaga y lo
ejecutaron. La sublevación se extendió por el sur andino y el Alto Perú .En Cuzco las fuerzas del
rey fueron derrotadas en la batalla de Sangara (18 de noviembre de 1780), aunque la superioridad
de las armas realistas acabó desmoronando las huestes indígenas en la batalla de Checa cupe (6
de abril de 1781).Túpac Amaru fue capturado y conducido a Cuzco, donde el 18 de mayo de 1781
resultó ejecutado junto a su mujer y dos de sus hijo. El Sacrificio de Túpac Amaru Eran las primeras
claridades pintando fantasmas en las ronquedades cerca de Cuzco. Huyendo de los vientos fríos
se diluía la madrugada, era la hora en que los cantos del gallo cavan la mina del alba. Sombra de
soldados ascendían hacia la meseta, Llevando a José Gabriel Condorcanqui, al jefe de los
comuneros de Tinta el Túpac Amaru el cacique la de la comunidad quechua, corpulento, de
honda voz vigorosa, el hombre tierra que decidía por muchos el anhelo de todos: LIBERTAD. Entre
las peñas, ponchos escondidos espiaban los movimientos del opresor. José Gabriel Condorcanqui
fue sentado sobre una piedra grande junto a un poste donde sería ajusticiado con el
procedimiento del vil garrote. Una cuerda sujetaría su cuello y el torniquete dará vueltas y vueltas
manejado por el verdugo. Comenzó la ejecución pero la cuerda se trizó, quizás gastada. Muchos
años después el poeta Abreu Gómez transcribiría el comentario de Túpac Amaru: hará falta
mucha cuerda para ahorcar a todo un pueblo”. Fue entonces y ya el sol reinaba sobre las
cumbres-cuando José Gabriel fue sujeto con lazos por sus extremidades a cuatro caballos cuyos
jinetes, a una orden tirarían hacia los cuatro puntos cardinales. La honda voz del cacique no pidió
ni clemencia ni favores. Sólo crines al viento del Ande y un sonido de espuelas prontas a hendir
ijares para cumplir una barbarie, para despedazar un corazón estaqueado. Un gran testigo, un
eterno testigo, el sol. Y detrás de las peñas un puñado de ojos gastados, desesperadamente fijos
en el hombre querido, en el amado taita (padre) de los indios comuneros. De pronto, la orden.
Sin voz que temblara, sin Dios que la enmudeciera, sin un soplo de alma buena capaz de
detenerla. Y la voz estaIIó como una campana de muerte, enemiga del sol y de la piedra, enemiga
del verdor y del maíz que se mecía en las laderas allí abajo. Ni un cóndor en el aire. Ni un rastro
de vicuña. Sólo el viento en el Ande. Concluido el suplicio, recogidos los lazos, y José Gabriel
Condocanqui quedó ahí, como un cántaro roto entre las piedras.
José Olalla
José Silverio Olaya Balandra, mártir patriota.
Nació en 1782 en la villa de San Pedro de
Chorrillos, una ranchería de pescadores y,
simultáneamente, uno de los balnearios más famosos
de la época. Hijo de José Apolinarcito Olaya y de
Melchora Balandra. Aparentemente sirvió desde muy
joven a la causa libertadora, pues se dice que ya desde
1820 portaba mensajes de enlace entre Chorrillos y
las naves de la escuadra libertadora recién llegadas al
litoral peruano, al mando del marino británico
Thomas Cochrane. Su padre fallece en 1822 y al año
siguiente conoce a Juana de Dios Manrique, quien
apoyaba igualmente la causa de la emancipación y
cuyo nombre serviría de cubierta a las
comunicaciones secretas entre los patriotas. En junio
de 1823, luego de la derrota del ejército libertador en las batallas de Torata y
Moquegua, Lima fue ocupada por las tropas realistas del general José
Canterac y el gobierno independiente tuvo que refugiarse en los castillos del Real
Felipe, al igual que las fuerzas del ejército libertador al mando del general
Antonio José de Sucre. Era de imperiosa necesidad restablecer la comunicación
entre los sitiados en el Callao y los patriotas de Lima, además de conocer los
movimientos del ejército enemigo de ocupación. En tal circunstancia, Andrés
Riquero, antiguo contador mayor y tío de Juana de Dios Manrique, planteó a Sucre
la posibilidad de utilizar para tal misión la experiencia y el probado valor de José
Olaya, quien por su oficio hacía continuos viajes entre el pueblo de Chorrillos y
la isla de San Lorenzo, y no despertaría sospecha alguna.
El 27 de junio de 1823, cuando llevaba una carta de Sucre para Narciso de la
Colina, el pescador fue descubierto -se dice que a raíz que alguien lo delató- y
capturado en la calle de Acequia Alta. Sometido a indescriptibles torturas por el
brigadier Ramón Rodil, gobernador de la capital, se negó a revelar los nombres de
los comprometidos en las comunicaciones. Ante su resolución, dos días después, el
29 de junio, fue fusilado en el callejón de Petateros, situado a un costado de la
plaza de Armas de Lima, que hoy lleva el nombre del mártir. Se cuenta que, antes
de morir, se dirigió a sus captores diciendo:
Si mil vidas tuviera, gustoso las daría por mi patria.
En mérito a su ejemplar conducta, José Olaya es honrado hasta hoy como patrono
del arma de Comunicaciones del Ejército.
Alejandro Sánchez Artiaga
En diferentes instituciones públicas se han realizado ceremonias protocolares,
en memoria del niño héroe Alejandro Sánchez Arteaga que a los 13 años se
inmoló para rescatar de las llamas a cuatro niños, salvó a dos y murió con los
dos restantes. Nació en el barrio de Tácala (Castilla), un Jueves 17 de Julio de
1937. De familia pobre, apenas tenía recursos económicos para poder
sobrevivir. Sus padres don Juan Sánchez Martínez y doña Santos Arteaga
Úrdales ante la difícil situación económica por la que atravesaban, deciden
viajar a Lima en busca de un mejor porvenir.
Se establecieron en la Victoria, en el barrio de Tacora, allí su padre trabajó com
o peluquero ambulante, donde Alejandro le gustaba ayudarle. Era un adolescen
te decontextura amplia y recia, un muchacho decidido y audaz. En el colegio lo
habían nombrado Policía Escolar y como tal sabía algo de disciplina,
atención en casos de emergencia y estar siempre listo para ayudar a sus
compañeros. Un sábado a las 5 de la tarde, regresaba Alejandro por la avenida
Colonial, luego de hacer las compras en el centro de Lima, de repente, la gente
empieza a correr y gritar de un lado otro, un grupo de casas estaba en llamas.
Se detuvo a observar cuando del grupo de gentesale una mujer clamando por
sus dos niños que estaban atrapados dentro de una de lascasas en medio del
fuego. Ninguno de los adultos allí presentes se atrevía a entrar oacercarse
siquiera, pues corrían el riesgo de perder la vida.Alejandro decidido tomó una
frazada, que alguien había traído. La mojo con agua. Seenvolvió con ella e
ingresó rápido en la casa en medio de las llamas, ante los gritos deadmiración
de los presentes. Pasaron unos minutos interminables y el suspenso por
ver regresar al niño creció y creció.Por fin, entre el fuego y humo espeso,
apenas se lograba ver a alguien tratando de escapar de las llamas. Los vecinos
empezaron a gritar animándole a salir, llantos de unos, ruegos aDios de otros.
Alejandro apareció con su doble carga. Los niños estaban a salvo pero eltenía
serias quemaduras y respiraba con dificultad, cuando se disponía a recibir
atenciónmédica, otra madre que recién llegaba dio gritos, había dejado a sus
dos pequeños niñosencerrados allí. Y estaban en medio de las llamas.
Alejandro entendió que él debíasalvarlos, todos se opusieron, pero el había
tomado la decisión . soltándose de la genteingresó a las casas en llamas.
Apenas pasaron unos segundos y las casas se empezaron
acaer.Cuando llegaron los bomberos, a las 7 de la noche encontraron
los restos carbonizados deAlejandro, un sábado 10 de Marzo de 1951.Esta
acción valerosa es para nosotros ejemplo de entrega hacia nuestros
semejantes y noscompromete a tomar conciencia del rol que tenemos como
integrantes de la sociedad.
Paradigmas Catequences
Paradigma es un término de origen griego,
"paradigma", que significa modelo, patrón, ejemplo.
En un sentido amplio se corresponde con algo que va
a servir como modelo o ejemplo a seguir en una
situación dada.
José Cayetano Heredia
Catacaos, provincia de Piura, es el suelo norteño que
vio nacer al ilustre José Cayetano Heredia un 5 de
agosto de 1797. La pobreza y el desamparo que
rodeaba a su familia hicieron que el joven
cataquense viajara con muchas expectativas a la
capital, en ese entonces centro de la enseñanza
preparatoria y científica. Así, a los 15 años llega a las
puertas de San Fernando, donde es recibido por el
presbítero Fermín Goya, escogido por el entonces
rector, Hipólito Únanse, para que sirviera de guía a
las vocaciones médicas de la juventud peruana, este
lo adopta y es él quién peso decisivamente en el
destino de Cayetano Heredia. En San Fernando: Cuando Heredia llega a San
Fernando, en 1813, el ambiente que se vivía era de acontecimientos más políticos
que académicos, pero a pesar de ello llevaba una vida verdaderamente conventual
ya que en esos tiempos era fundamental en los alumnos una impregnación con la
religión. En junio de 1813 fue nombrado ecónomo del colegio, y poco después pasó
a la cátedra de anatomía. En agosto de 1823 se graduó de Bachiller, ya en agosto de
1826 llegó a la consagración como "Profesor de Medicina" título profesional de los
médicos de la época. Heredia, muchas veces rehuía del cuerpo de los compromisos
políticos, tan frecuentes, pero sin embargo no se excusó de servir en lo que atañía a
su profesión, saliendo a las crudas campañas del Perú, obtuvo el cargo de cirujano e
inspector general de hospital militar. Labor Infatigable Nombrado rector del Colegio
de la Independencia, por el presidente Orbegoso, en el año de 1834 hasta 1839,
encontró vasto campo donde ejercitar sus intenciones y realizarlas con provecho,
pero varios eran los inconvenientes: escasez de fondos, alumnos sin medios de
subsistencia, etc. Heredia fue el último protomédico del Perú, pues el tribunal del
Protomedicato desapareció el 30 de diciembre de 1848 y fue reemplazada por la
junta directiva de medicina. Entonces la esperanza volvió a renacer, profesores que
siguieron los pasos del ilustre, recibieron en ésta época una vasta preparación
académica. El 9 de setiembre de 1856 el gobierno expidió el reglamento orgánico
para la facultad de Medicina de la Universidad de Lima, todo ello se debió a un
informe enviado por Heredia en febrero de 1856, al gobierno para la creación de la
facultad de Medicina. Dicho informe fue aprobado el 6 de Octubre de 1856, donde
se inauguró la Facultad de Medicina en el antiguo local de la plaza Santa Ana, siendo
nombrado como primer decano de la Facultad de Medicina, el doctor Heredia. En la
Facultad formuló grandes ideas, dando a sus alumnos el sinfín de conocimientos que
tenía y que mejor, compartiéndolo con los sanfernandinos. Heredia dejó de existir un
10 de junio de 1861, a la edad de 74 años, luego de una carrera llena de logros como
también de tropiezos, pero que sin lugar a duda nos dejó una huella imborrable de
gran profesional, ciudadano y sentir humano.
Juan de Morí Alvarado, hijo de padres
españoles. Fue cura y rector de la
Catedral de Trujillo en 1628.