Está en la página 1de 3

La monja de la catedral

La guerra es uno de los eventos más tristes que puede suceder en la historia de la humanidad, la
misma se caracteriza por ocasionar terribles pérdidas como también por acarrear graves destrozos
entre la sociedad a nivel humano y social.

Y lo peor, es que de cada una de esas pérdidas queda siempre una historia que contar, como es el
caso de la mujer que se enamoró del soldado siendo una beata, esta es una historia referencial
entre todas las historias las historias de guerra, y demuestra que el amor suele ser muy grande
incluso cuando de desastre se trata.

La historia cuenta que la beata veía todas las tardes desde su balcón, pasar el batallón mientras
custodiaban la zona, había un joven en particular, entre ellos, que le llamaba mucho la atención y
el cual siempre la miraba.

Iba pasando el tiempo, y este joven soldado se acercaba con frecuencia a las afueras del convento
para saludar a la monga, viéndose ésta en la necesidad de prestarle atención, pues le parecía tan
simpático y tan atractivo.

La guerra de Alemania se arreció, y los soldados comenzaron a perder campo, motivo por el cual,
muchos comenzaron a caer y a sufrir heridas, pero el soldado joven de nuestra historia, de nombre
Paul, en uno de sus combates, cayó fuertemente herido, lo que casi le ocasiona la muerte, sino
hubiesen sido sus amigos lo suficientemente habilidosos y lo hubiesen llevado al convento.
Cuando la beata Marta, ve que Paul está ingresando al convento en muy mal estado, enseguida lo
dirige a un cuarto solo, desde el cual le brinda todas las atenciones posibles, durante este tiempo,
tanto la beata como el soldado fueron concretando su amor idílico, quedando los dos
enamorados.

Paul mejoro y regreso a la batalla, prometiéndole a Marta verla siempre bajo el campanario de la
Iglesia, hasta el día que el traslado llegó y Paul debió movilizar las tropas hacia otras zonas, pero
sin antes despedirse de su enamorada, y que esta supiese que regresaría por ella, para casarse,
Paul le prometió a Marta que volvería pero que por favor, ella lo esperará desde el campanario.

Marta cumplió y cada tarde salía a esperar a Paul, los habitantes describían como la monja pasaba
todas las tardes desde el convento hasta el campanario, comentan muchos que empezaron
viéndola con mucha alegría, pero al paso del tiempo, esta caminaba con dificultad y mucha
tristeza, la espera la fue enfermando hasta que paso lo inevitable.

Una mañana el párroco de la zona, salió bien temprano y se llevó una gran sorpresa, el cuerpo sin
vida de una mujer abajo del campanario, era Marta, quien había muerto.

Después de esto, los habitantes relataban que se oía por las noches el caminar de una mujer por la
zona, otros indican que es normal ver como una mujer flota alrededor del campanario.

Demás leyendas indican, que por las tardes, si ves hacia el campanario, se nota una sombra tenue
de una mujer vestida de blanco, como la de una beata.

Aquellos que se han desvelado, dicen que a altas horas de la noche, es normal ver como una mujer
llora en el campanario hasta desaparecer; hay soldados que dicen escuchar cerca de la zona el
llanto constante de una mujer llamando a su enamorado, algo que resulta espeluznante, pues a
medida que el llanto se acerca y se torna más ensordecedor, los soldados buscan y buscan y no
ven a nadie.

Los lugartenientes, creen que el alma de Marta no descansa en paz, porque nunca pudo cumplir su
sueño de volver a ver a su enamorado, razón por la cual pasa las noches llorando
desconsoladamente,.

También podría gustarte