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1.

Prepara tu estrategia
Como primer paso, deberás conocerte a ti mismo como profesional y recabar en tus cualidades y defectos.
¿Qué cualidad destacarías de ti, que sólo tienes tú, y que puede suponer una mejora en la empresa? La
respuesta va a ser tu estrategia durante la entrevista. Prepara también tus puntos débiles, pues la empresa
también puede pregunte por ellos. De ser así, convierte tus debilidades en puntos fuertes. Por ejemplo, si
eres una persona nerviosa, puedes justificarte comentando que siempre quieres trabajar en diferentes
proyectos a la vez.
2. Muestra interés por la empresa
Una vez tengas tu estrategia, deberás informarte sobre la empresa. Cuando más sepas sobre ella, mucho
mejor, pues estarás preparado para responder a las preguntas que puedan hacerte sobre la empresa, sus
líneas de negocio o sus clientes. Infórmate también de la persona que te entrevistará. Seguramente te
habrá llamado o escrito anteriormente para concertar la entrevista, así que sabiendo su nombre y empresa,
puedes conocerla un poco más en plataformas como Twitter o Linkedin.
3. Cuida tu lenguaje verbal y corporal
Practica la escucha activa. Deja que sea el reclutador quien lleve la voz cantante en la entrevista y estate
atento a la información que te está dando. no cruces los brazos ni cambies tu posición constantemente para
evitar mostrar nerviosismo. Mantén una postura cómoda y ligeramente inclinada hacia delantepara
demostrar interés hacia el puesto. Y lo más importante, sonríe y adopta una actitud positiva hacía el
reclutador.
4. Honestidad ante todo
Di la verdad en todo momento y sé honesto con tu perfil profesional. Mentir en la entrevista puede hacer
peligrar tu candidatura, pues resulta más fácil que muestres incoherencia entre lo que dices y lo que
escribiste en el CV.
5. Cuida tu imagen
Adapta tu vestimenta al lugar de trabajo por el que estás aspirando. De ahí la importancia de conocer a la
perfección a la empresa. Si se trata de una empresa donde los trabajadores visten normalmente con traje,
deberás adaptarte a ello. Por el contrario, si se trata de una empresa joven o una startup, mejor déjalo en
casa y apuesta por un conjunto más informal.
6. Evita las críticas
Una de las preguntas más habituales que pueden hacerte es porque dejaste tu último trabajo y lo primero
que se te puede pasar por la cabeza es hacer comentarios negativos sobre ella, elogiando la que tienes
delante. Comenta tus anteriores empleos con neutralidad y destaca que tu deseo es seguir creciendo
profesionalmente.
7. Limita la información
Como comentábamos, las respuestas que des deben ser claras y concisas y debes limitarte a lo que te
pregunte el reclutador, a menos que sea un aspecto que creas que es importante resaltar. Mantén la
información a tu terreno profesional y evita dar detalles íntimos sobre tu vida privada.
8. Haz preguntas
Esta es una oportunidad única para dar una buena impresión y demostrar el interés que tienes hacia este
puesto de trabajo. Evita cuestiones sobre salarios o vacaciones y céntrate en temas como qué posibilidades
de crecimiento existen en la empresa o como se dividen los departamentos.
9. Sé tú mismo
Lo más importante es que te muestres tal y como eres, no pretendas ser el profesional que no eres ni des
una imagen equivocada de ti. Antepone ante todo tu profesionalidad y adáptate a la forma de comportarse
del entrevistador. Tanto si resulta ser cordial como si pretende intimidarte, no bajes la guardia.
10. No te desanimes
Aunque tengas la sensación de que la entrevista no ha ido bien, mantén una actitud positiva hasta el final
de la entrevista. A menos que te dé su feedback al momento, aún no sabrás su decisión, así que aguanta
hasta el final.
Una vez sepas su respuesta, no te preocupes si no sale como esperabas. Habrás conseguido una
oportunidad para analizarte, ver qué errores has cometido y cómo podrías mejorar. Además, puede que
este no sea tu puesto ideal y haya otro mejor esperándote allí fuera.

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