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PRIMERAS COMUNIONES

INTRODUCCIÓN.-
Queridos amigos: Sean bienvenidos a nuestra celebración con Jesús el Señor. El
quiere estar con nosotros y acompañarnos siempre; por eso, nos invita a
escuchar su Palabra y a comulgar con su Cuerpo.
Todos nosotros, de modo especial niños y catequistas, hemos preparado con
alegría y esfuerzo este encuentro con Jesús.
Nuestras reuniones de catequesis nos han permitido conocer mejor quién es
Jesús y qué nos dice, para que vivamos como hijos de Dios; y nos han servido
para prepararnos a celebrar la primera Confesión y, ahora, la primera Comunión.
Hoy, estos niños comienzan un nuevo camino que, sin duda, deben continuar:
acercándose a confesar cuando se alejen de Dios y participando en la misa
dominical.
Disponemos nuestro corazón para participar en esta Eucaristía, con respetuoso
silencio y viva atención.

MONICIÓN AL ACTO PENITENCIAL.-

Se nota que es un día especial, porque nos hemos lavado, peinado, perfumado y
arreglado mejor que otros días. Igual que cuando recibimos a un amigo en casa o
celebramos una fiesta; también, entonces, limpiamos, arreglamos y decoramos la
estancia para estar a gusto y disfrutar del encuentro.
Ahora es el momento de arreglar un poco nuestro corazón, porque, aunque hemos
confesado y lo tenemos limpio, siempre hay alguna cosilla que lo ha ensuciado.
En silencio, recordamos esos pecadillos que hemos cometido y le pedimos perdón
a Dios, para que podamos recibir a Jesús como se merece.

MONICIÓN A LAS LECTURAS.-

Atención, amigos, ahora es Dios quien nos habla. Las lecturas, el salmo y,
sobretodo, el evangelio son Palabra de Dios; si, si, palabra de nuestro padre Dios
y de nuestro hermano y amigo Jesús. Sus palabras son importantes, porque nos
ayudan a saber como tenemos que comportarnos para vivir como buenos
cristianos. Abramos los oídos y el corazón para enterarnos bien de lo que hoy nos
habla el Señor. Escuchamos, en silencio y con atención.

(lecturas del domingo correspondiente)

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES.-

Por el Bautismo somos hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Cuando éramos


pequeños, nuestro padres y padrinos, al bautizarnos, se comprometieron a
educarnos en la fe y a enseñarnos a rechazar el mal y a acoger el bien.
Ahora, antes de recibir al Señor, somos nosotros los que vamos a renovar nuestra
intención de rechazar el pecado y vivir como Dios quiere.
Rechazamos el pecado y el mal:

Renunciáis a olvidaros de Dios, esto es, a no venir los domingos a misa, a no rezar
todos los días, a no leer el evangelio, y a no cumplir los mandamientos.
SI, RENUNCIAMOS
Renunciáis a guardar rencor en vuestro corazón, esto es, a
desobedecer, a engañar y mentir, a acusar y echar la culpa a otros, a insultar y
pelearos, y a no cumplir vuestras obligaciones.
SI, RENUNCIAMOS

Renunciáis a ser egoístas, esto es, a querer todo para vosotros, a no compartir, a
ser perezosos y caprichosos, a ser envidiosos, y a coger las cosas sin permiso.
SI, RENUNCIAMOS

Y ¿Estáis dispuestos a pedir perdón y a perdonar cuando os hagan mal, a ayudar a


los que os necesitan, y a portaros bien con todos, aunque no sean amigos
vuestros?
SI, ESTAMOS DISPUESTOS

Proclamamos el Credo y aceptamos el bien:

¿Creéis en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?


SI, CREEMOS

¿Creéis en Jesucristo, su Hijo y nuestro Señor, que nació de María Virgen, entregó
su vida por nosotros, murió en la cruz, resucitó de entre los muertos, y vive con
Dios y entre nosotros?
SI, CREEMOS

¿Creéis en el Espíritu santo, en la Iglesia, en la comunión de los santos, en el


perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
SI, CREEMOS

Y ahora ¿Queréis recibir el Cuerpo de Cristo y vivir como hijos de Dios y hermanos
de todos los cristianos?
SI, QUEREMOS

Oración: Dios todopoderoso, padre de nuestro señor Jesucristo, que derrama su


Espíritu sobre nosotros, nos guarde siempre de todo mal y nos conceda su
bendición. P.J.N.S.
PETICIONES:

Presentamos nuestras súplicas y necesidades, por boca de estos niños, a los que
Dios escucha especialmente:

1. Que todos los niños que recibimos a Jesús por primera vez seamos fieles a
la promesa que le hemos hecho. Roguemos al Señor

2. Que nuestros padres y madres sean buenos, tengan salud, y nos


enseñen con su ejemplo. Roguemos al Señor
3. Que nuestros profesores nos enseñen con ciencia y paciencia.
Roguemos al Señor
4. Que nuestras catequistas continúen con la hermosa labor de educarnos en la fe.
Roguemos al Señor
5. Que los sacerdotes de nuestras parroquias nos evangelicen con
prudencia y sabiduría. Roguemos al Señor
6. Que las autoridades de nuestro pueblo trabajen por la prosperidad y el bienestar de
todos. Roguemos al Señor
7. Que los niños de Daimiel seamos como Jesús quiere. Roguemos al
Señor
8. Que los jóvenes sean alegres y encuentren sentido a su vida.
Roguemos al Señor
9. Que los ancianos de nuestro pueblo encuentren gratitud y afecto en su familia.
Roguemos al Señor
10. Que los enfermos y los que sufren recobren la salud y la esperanza.
Roguemos al Señor
11. Que los pobres encuentren en nosotros ayuda y compañía. Roguemos al Señor
12. Que todos los daimieleños vivamos unidos y en armonía. Roguemos al
Señor
13. Que en nuestro mundo se establezca la justicia y la paz. Roguemos al
Señor

Escucha, Señor Jesús, nuestras peticiones y concédenos tu Espíritu de fraternidad


para que vivamos como nos enseñas en el evangelio. P.J.N.S.

MONICIÓN A LAS OFRENDAS.-

Las ofrendas son los dones que nosotros presentamos a Dios, para darle gracias y
para que El los bendiga y los convierta en alimento de salvación.
Así, el pan y el vino, fruto de nuestro trabajo, ilusionado y sacrificado, se
convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, para alimentar nuestro corazón y
nuestra fe.
Y junto a ellos, hoy, le ofrecemos el Catecismo que nos ha servido para conocer
mejor la vida y el mensaje de Jesús y nos servirá en próximos años para intensificar
nuestra formación cristiana.
Y, por supuesto, le presentamos y le ofrecemos a todos estos niños y niñas que
ahora van a recibir el Cuerpo de Cristo, para que su primera comunión sea el inicio de
una nueva relación con Dios y con la Iglesia, expresada en su participación en la misa
de todos los domingos.
(ofrecen y hacen la colecta los padres)

MONICIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS.-

Señor Jesús, todos nuestros esfuerzos y sacrificios se ven recompensados al


contemplar a estos niños y niñas escuchar tu Palabra y comulgar con tu Cuerpo.
Tantas ilusiones y desánimos, tantas alegrías y fatigas, tantas reuniones aprovechadas
y algunas perdidas; estos cursos, semana a semana, intentando
conocerte mejor para vivir y transmitir tu mensaje con fidelidad, bien han merecido la
pena... y hasta nuestro mal hacer, los disgustos e incomprensiones, han dado el
fruto, esperado y deseado... pero... sólo porque Tú, Señor, has animado y acompañado a
estos niños, utilizando nuestro pobre decir y hacer.

Por eso, y por todos los dones que nos concedes, te damos gracias: Gracias, por

alimentar con tu pan y tu palabra a estos niños y niñas.


Gracias por la ilusión y el trabajo de las catequistas.
Gracias por la presencia e interés de los padres en la educación en la fe de sus hijos.
Gracias por invitarnos a todos a seguir acercándonos a tu Altar.
Gracias, Señor, por todas las personas que, con humilde corazón, se entregan a la
educación cristiana de estos niños y niñas.

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