Jaime Alejandro Mejia Gonzalez 40132056

El pensamiento de diseño, la mejor herramienta para un emprendedor

Para (Brown, 2008), el pensamiento de diseño es lo más esencial para el emprendimiento, dado que
son una serie de espacios o pasos necesarios al momento de involucrar un producto o servicio con
una comunidad. El pensamiento de diseño no solo se basa en el producto sino en el hecho de suplir
una necesidad, en varias ocasiones este se complementa con la creación o el medio de la necesidad,
tal y como hizo Thomas Edison al implementar la bombilla, al innovar con la energía eléctrica, donde
creó la necesidad he implementó el producto para suplirla.

El punto principal de un emprendimiento a partir del pensamiento de diseño es la innovación, ya

sea esta en productos o servicios, con el fin de mejorar algún aspecto para la población, esto
requiere de un trabajo conjunto de investigación, planeación y prueba, un ejemplo de esto se dio
en los hospitales de la empresa Kaiser para mejorar el rendimiento y vida laboral de las enfermeras
y su trato con los pacientes, además de la misma experiencia de los pacientes, a través de la
aplicación tecnologías como una plataforma para comunicar información del estado de los pacientes
lo cual permitió menor tiempo de preparación de las enfermeras en el cambio de turno y que no
tuvieran que extender su tiempo de trabajo fuera del horario laboral, y así hay varios ejemplos más.

Sabiendo que el pensamiento de diseño nace como una forma de emprendimiento para suplir una
necesidad, aquel considerado como un pensador de diseño debe tener varias cualidades
indispensables para la realización de sus proyectos, una de ellas es la empatía pues personas con
esta cualidad son capaces de entender los problemas y necesidades de los demás viendo el mundo
desde múltiples perspectivas y así siendo capaz de ver oportunidades de emprendimiento. El
pensamiento integrador, que permite solucionar problemas complejos con métodos simples y
novedosos, e incluso mejorar las alternativas existentes. Así mismo se debe ser optimista, pues se
debe emprender sin importar lo desafiantes que sean las dificultades y pues eventualmente se
podrá encontrar una solución. También se debe tener la capacidad de experimentar, pues de allí
nace la innovación, donde los pensadores cuestionan y exploran formas creativas como fuentes de
solución. Y por último deben tener la capacidad de colaboración, pues por la complejidad de los
proyectos actuales los servicios y experiencias, requieren de un grupo de trabajo, aún así se puede
realizar a base de la individualidad, pero la conformación de un equipo permite una amplia labor, y
varios puntos de vista, al punto del pensamiento de diseño.

El pensamiento de diseño surge por inspiración, no cabe duda que existen genios creativos que se
encargan de todo solos, pero es más viable la conformación de un equipo de trabajo para el
desarrollo de este pensamiento, con varios puntos de vista e ideas a través de trabajo duro, cada
emprendimiento puede llegar a ser mucho mejor, además no es necesario el hecho de tener
estudios profesionales en diseño, aunque está claro que es una gran ventaja, incluso una persona
con gran visión e imaginación puede tener una idea innovadora que lo encamine a un gran
emprendimiento.
Para hacer que el pensamiento de diseño sea parte del ejercicio de la innovación es necesario que
ambos se complementen desde el principio, es muy importante involucrar el pensamiento de diseño
durante el comienzo de la innovación antes que esta tome cualquier dirección, con el fin de explorar
la mayor cantidad de ideas y la manera más sencilla de realizarlas. Igualmente hay que tener un
enfoque centrado hacia el ser humano, con el cual, a pesar de las consideraciones comerciales y
tecnológicas se debe entender el comportamiento humano, lo que comprende sus necesidades y
preferencias. También es importante ser constante y empezar temprano, lo que implica formular
prototipos y experimentar con los mismos en un modelo de negocio. El Buscar ayuda externa es
esencial pues es una forma de expandirse y crear clientes y consumidores. El combinar proyectos
grandes y pequeños, pues en varios casos estos se impulsan entre si y ayudan al propio desarrollo.
Es necesario tener un presupuesto para manejar el ritmo de crecimiento e imprevistos para la
innovación dado que, a pesar de los exhaustivos estudios, el mercado es un factor impredecible, y
es necesario en ocasiones repensar el enfoque de financiación de este. Igualmente es necesario
encontrar talento que pueda servir a la innovación, tal como personal humano y alianzas con el
objetivo de aportar positivamente en el proceso de el pensamiento de diseño para el
emprendimiento. Diseñar para ciclos, de acuerdo con el entendimiento del comportamiento del
cliente, lo que genera un mejor pensamiento y proyección a largo y corto plazo con respecto a la
innovación.

Bibliografía
Brown, T. (2008). Design Thinking. Harvard Business Review, 1-9.