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PROGRAMA DE DOCTORADO:
“PEDAGOGÍA POLÍTICA, CURRICULAR Y SOCIAL”
1
ÍNDICE
I INTRODUCCIÓN................................................................................................................3
II FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
1. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN EL PSICOANÁLISIS.................................................7
2. OBJETIVOS...........................................................................................................................28
3. HIPÓTESIS DE TRABAJO...................................................................................................30
4. METODOLOGÍA...................................................................................................................31
a. Instrumento de medida.............................................................................................31
b. Tamaño de la muestra y recogida de datos..............................................................33
6. CONCLUSIONES..................................................................................................................58
2. PÁGINAS DE INTERNET....................................................................................................63
V ANEXO........................................................................................................................................64
2
I INTRODUCCIÓN
En los últimos años se están desarrollando una serie de estudios cuya idea central es
la investigación sobre los aspectos comunes en las diferentes escuelas de psicoterapia.
En este campo juega un papel central la relación que mantienen el terapeuta y el
paciente.
Duncan y colaboradores (1997, págs. 36, 37 y 38) mencionan una revisión crítica de
Lambert en 1992 sobre los aspectos específicos de la psicoterapia que son efectivos y
que contribuyen al éxito de la misma . Describen cuatro factores que inciden en el
resultado terapéutico:
1.- Los factores del cliente: Son variables extraterapéuticas, que se dan en el
ambiente del cliente, o en el mismo cliente; las capacidades de éste para crecer
personalmente, para conseguir ayuda de otros, sucesos imprevistos que ocurren durante
el tratamiento, etc., son factores del cliente. Lambert (en Duncan y col., pág. 37)
cuantifica en un 40% la incidencia de estos factores en éxito de la terapia.
3
relación, más aún que las percepciones del propio terapeuta. Igualmente, J. D. Frank
dice que la “relación de confianza, una fundamentación convincente y la fe en que el
tratamiento será beneficioso” son elementos importantes implicados en el éxito
terapéutico (Safran y Segal, 1991. págs. 49 y 50).
3.-Los Factores técnicos del modelo: Explican un15% de los cambios ocurridos,
y serían, aquellos aspectos propios de cada enfoque terapéutico desde el que se está
trabajando. En contra de lo que podría suponerse, estos factores peculiares de cada
psicoterapia tienen una importancia relativa.
4.-Los Factores de placebo: Son aquellos inespecíficos, y que tienen que ver con
la expectativa creada en el paciente por el mero hecho de que está en tratamiento.
Lambert cuantifica en un 15 % el valor de estos factores para el resultado terapéutico.
Así pues, los factores de relación son claves en el éxito del tratamiento psicológico.
Freud ya se dio cuenta de la importancia de la alianza terapéutica en el tratamiento de
sus pacientes, y de una manera más o menos explícita ha estado presente en las diversas
psicoterapias. Los análisis posteriores de este concepto, llevaron a la descripción de tres
componentes claves de la alianza terapéutica: los objetivos, las tareas a realizar, y los
lazos establecidos durante la relación (Bordin, citado por Luborsky y col. (1997).
Najavits y Weiss (1994) realizaron una revisión sobre la efectividad del terapeuta en
el tratamiento de personas con problemas de abuso de sustancias y encontraron una gran
variedad de resultados. Describen el trabajo con drogodependientes como un tipo de
trabajo peculiar, ya que en general, los adictos son personas que tienen grandes
problemas de funcionamiento en la vida diaria: desempleo, problemas judiciales y
familiares, vagabundeo, alta reactividad emocional, co-existencia de otros trastornos
psiquiá tricos y otros graves problemas de salud, etc.. En la revisión se recogen datos de
los distintos tipos de terapeutas (profesionales y para-profesionales), de las tasas de
resultados, principalmente las tasas de retención y abandono, y del tipo de tratamiento.
Resaltan los autores que independientemente del conocimiento y experiencia del
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terapeuta, o de las características del paciente, la posesión de unas fuertes habilidades
de relación interpersonales por parte del terapeuta juegan un importante papel en los
resultados de la terapia analizados. Además, estos factores, otras veces omitidos, han de
tenerse en cuenta en el estudio de los resultados de los tratamientos psicológicos, pues
la no consideración de estos induce a resultados erróneos en los estudios de efectividad
de las terapias, como se refiere en estas revisiones: Najavits, Crits-Christoph y
Dierberger (2000), Crits-.Christoph, Beebe y Connolly (1990), y Luborsky y
colaboradores (1997).
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II FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
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1. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN EL PSICOANÁLISIS
Los pacientes en este contexto deben atenerse a las siguientes reglas (Feixas y Miró
1993, págs. 115 y116):
7
En esta situación analítica es donde se produce el proceso de transferenc ia, clave en
la relación terapéutica psicoanalítica. Mediante la transferencia el paciente actualiza, o
vuelve a vivenciar los deseos inconscientes, emociones, sean amistosas, hostiles o
ambivalentes, que provienen de la infancia, especialmente respecto del grupo familiar.
Exponemos la descripción que realiza el propio Freud (1974, pág. 145): “ el enfermo ve
en aquél –el analista- una copia –una reencarnación- de alguna persona importante de
su infancia, de su pasado, transfiriéndole, pues, los sentimientos y las reacciones que
seguramente correspondieron a su modelo pretérito”.
8
a lo inconsciente” (Feixas y Miró, 1993 pág. 132), y de escuchar cálidamente y
comunicarse con el paciente, pero a la vez distante, “nunca dejaremos de discernir
nuestro saber del suyo” (Freud 1974, pág. 148), que no se deja seducir por la
‘preferencia y la intimidad’ del analista que demanda en ocasiones el paciente (De todos
modos, el mismo Freud nos previene contra la actitud de ‘maestro reeducador’ del
analista –pág.146-). Toda esta distribución de roles, la comprensión y la distancia a un
tiempo, no son ajenas a la formación de médico que siguió Sigmund Freud.
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2. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LA PSICOTERAPIA HUMANÍSTICA
Feixas y Miró (1993) señalan cuatro aspectos claves de la concepción del ser humano
presentes en la declaración programática de la Asociación Americana de Psicología
Humanista, a saber (págs. 147 y 148):
10
“los adlerianos y algunos terapeutas analíticos adoptaban un papel más tutoral,
autoritario; los terapeutas centrados en el cliente muestran el extremo opuesto” (pág.61).
Es cierto que ya en la década de1950, Rogers se dio cuenta de que los elementos
comunes de la relación terapéutica tenían tanta o más importancia que los elementos
distintivos de las diferentes técnicas, de ahí su énfasis en el estudio de la relación
terapéutica como elemento clave de la psicoterapia; en sus inicios, las investigaciones
de la terapia centrada en el cliente surgieron de esta intuición.
El agente del cambio personal es el propio cliente, quien tiene, como todo ser
humano, una tendencia básica a actualizarse, mantenerse y desarrollarse (proposición 4,
Rogers, 1981, pág. 414).
Tres son las características que ha de tener una relación terapéutica y que el mismo
Rogers consideró necesarias y suficientes para el cambio personal:
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delicadeza que me permita moverme libremente y sin destruir
significados que para él revisten un carácter tan precioso?”.
12
3. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LA TERAPIA DE CONDUCTA
1- El condicionamiento clásico.
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conducta; pueden existir otros co-terapeutas, que debidamente instruidos, participen en
el desarrollo de la terapia en otros contextos.
Terapeuta y cliente negocian los objetivos a conseguir durante la terapia, y los pasos
intermedios a realizar para conseguirlos. El terapeuta monitoriza y evalúa la
consecución de los objetivos; estos se visualizan en representaciones gráficas de
resultados.
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jerarquía de conductas, simplemente se considera ‘oposición el tratamiento’, sin otras
consideraciones sobre el significado del mismo; “para un terapeuta conductista sería
irrelevante la pregunta ‘¿qué sentido tiene este comportamiento resistente de mi
paciente?” (Sánchez Rodríguez, 2000, pág. 82), antes bien, buscaría las variables en el
paciente o en el ambiente que inciden en la conducta resistente.
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4. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LAS TERAPIAS COGNITIVAS
RACIONALISTAS
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no tiene que agradarle el paciente, como condición necesaria para una relación
terapéutica eficaz. Sin embargo, es interesante observar que la compenetración
proviene muchas veces de una intervención activa y directiva, en lugar de una
actitud cálida, debido a que el terapeuta está ayudando al paciente de una manera
más eficaz. Actualmente, dentro de una corriente cognitivoconductual, soy uno
de los terapeutas con un estilo activo-directivo más fuerte” (Lega, 1991, págs.
491 y 492).
Está claro que en los dos autores cognitivos cuyas citas hemos empleado en el inicio
de este apartado, se deduce una cierta posición de liderazgo en la relación con el cliente.
Sus métodos de tratamiento son estructurados, y directivos. En la psicoterapia cognitiva,
los terapeutas muestran una actitud segura y profesional, que contribuya a crear un
clima de confianza.
Igualmente, tanto Beck como Ellis tienen una preocupación por objetivar,
racionalizar sería la palabra, las cogniciones; así hablan de ‘esquemas cognitivos’,
‘operaciones cognitivas’, ‘errores cognitivos’, ‘creencias racionales’, etc. Lo que se está
intentando es aproximarse lo más posible a una explicación científica del
comportamiento humano. Este mismo interés científico está presente en la relación
terapéutica; las cogniciones, los pensamientos que el paciente expone se consideran
como hipótesis que han de ser refutadas por la experiencia; terapeuta y cliente someten
las creencias del sujeto a la evidencia; diseñan experimentos que confirmen o refuten
tales creencias, analizan su coherencia lógica interna, y su justificación empírica. En
base a este tipo de pruebas, el cliente modificará sus pensamientos, y por tanto,
interpretará la realidad subjetiva (sus emociones, sus comportamientos), y objetiva de
una forma más sana.
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5. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LOS MODELOS SISTÉMICOS.
2. Los significados, tienen valor en la medida que se dan entre las personas; hay
que prestar atención por lo tanto a las relaciones interpersonales en un
contexto determinado. Hay un cambio cualitativo : si otras aproximaciones
terapéuticas se centran en lo ‘intrapsíquico’, las terapias sistémicas se
centran en lo ‘interpersonal’; es el sistema como ‘totalidad organizada de
elementos interdependientes’ el objeto de la terapia.
Por lo tanto, es toda la familia la que acude a la sesión terapéutica, al mismo tiempo o
en diferentes momentos. El terapeuta sistémico interviene en la familia para modificar
los patrones de interacción entre los miembros de la familia. “El supuesto principal es
que no hay ningún sistema que no disponga de todos los recursos necesarios para
solucionar sus problemas (aunq ue actualmente no los utilice)”, (Von Schlipppe y
Schweitzer, 2002, pág.139).
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La interacción ha de tender a ‘ampliar el espectro de posibilidades’: “Todo lo que
reduce el número de posibilidades (tabúes, prohibiciones mentales, dogmas,
evaluaciones sobre lo correcto y lo incorrecto) obstaculiza el trabajo sistémico” (Von
Schlippe y Schweitzer, 2002, pág.129).
‘Neutralidad’ es el requisito “para ser aceptado por todos los implicados como alguien
competente” y “si después de un asesoramiento sistémico los participantes no saben con
certeza de parte de quién está el asesor, cuáles de las ideas expuestas prefiere, y cual es
su opinión sobre el problema, es que el asesor se ha mostrado neutral”(págs. 132 y 133).
Esto no tiene por qué suponer distanciamiento, ni ausencia de opinión por parte del
terapeuta, antes bien, el terapeuta sistémico buscará la cooperación de la familia creando
una relación cálida y empática. El terapeuta es flexible “incluso con los propios
dogmas”(pág.137), y creativo; a menudo cuenta con el respaldo y la supervisión de un
equipo que se sitúa en una sala contigua y observa la sesión desde un espejo
unidireccional.
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6. LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LOS MODELOS CONSTRUCTIVISTAS DE
PSICOTERAPIA
El constuc tivismo supone una nueva forma de entender el conocimiento humano. Los
modelos anteriores contienen el supuesto implícito de que existe una realidad ‘objetiva’
e independiente del observador. Ahora, “toda realidad es la construcción de quienes
creen que descubren e investigan la realidad” (Fernández Liria y Rodríguez Vega,
(2001, pág. 33). Para Freedman, la actitud constructivista se basa en estos cuatro
principios, que recogemos de Fernández Liria y Rodríguez Vega:
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Lo central es la relación: “no aplicamos una terapia al cliente. Se trata de un
intercambio interpersonal (evento) en el que el énfasis recae sobre la calidad de la
participación del cliente” (Duncan y cols, 1997. pág. 76). La alianza en el trabajo hace
posible que el paciente coopere. De este modo, la terapia es el proceso de activar y
facilitar la reorganización de los esquemas emocionales del sujeto, dicen Greenberg y
sus colaboradores (1993). “Hay dos rasgos claves del método terapéutico para cambiar
esquemas emocionales: a) la armonización empática del terapeuta con la experiencia
emocional del cliente en cada momento, y b) la facilitación de tipos particulares de
procesamiento vivencial en momentos particulares para promover la activación y
reorganización de los esquemas emocionales” (Greenberg y cols, 1993, pág. 24).
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7. NUESTRA VISIÓN DE LA RELACIÓN TERAPÉUTICA EN LA ASISTENCIA A
DROGODEPENDIENTES
Por lo general, cuando los adictos acuden en busca de tratamiento llevan un periodo
de tiempo más o menos largo usando la droga y esto tiene sus efectos en muchos
aspectos.
En el plano neurológico es fácil comprender que existe una afectación del sistema
nervioso, más o menos importante, y más o menos reversible. Naturalmente, si las
personas consumen drogas es porque con ellas alteran las condiciones de
funcionamiento del sistema nervioso central, y esta alteración produce unas emociones
o sensaciones determinadas, las cuales se interpretan de una determinada manera según
la circunstancia histórica personal. Cada vez se conoce mejor el funcionamiento de los
centros cerebrales de recompensa, los cambios a nivel neuronal y molecular provocados
por las diversas sustancias; los investigadores nos enseñan las consecuencias que tiene
el consumir drogas en el sistema nervioso central. De todos modos, cualquie r adicto
sabe de fenómenos como la tolerancia, la abstinencia, el deseo intenso y las alteraciones
del estado de ánimo consecuentes al uso o ausencia de drogas. Todos estos fenómenos
tienen un sustrato biológico incuestionable; como dice Washton (1989), querer poner la
barrera entre lo biológico y lo psicológico en este aspecto, es tarea inútil.
Según este modelo, la evolución de una persona adicta hacia la solución de sus
problemas pasa por diferentes estadios, que se suceden una o varias veces, hasta que la
persona los soluciona. Estos estadios o fases son:
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3- Preparación: Los individuos que están en esta fase, desean hacer cambios
significativos en su conducta problemática, pero no los realizan enteramente,
sino que hacen pequeños cambios, y se preparan para otros mayores.
Por ello, consideramos que la relación terapéutica ha de incluir los ingredientes que
exponemos a continuación:
La tríada que en la década de los cincuenta del siglo pasado estableció Carl Rogers
nos parece plenamente vigente.
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entender, captar la significación, empatizar son actividades humanas. El terapeuta no es
un frío científico, tampoco es un etólogo.
Es importante que exista una clara distribución de roles. La asunción de roles, facilita
la organización de la terapia, la realización de las tareas, y la delimitación de
responsabilidades (pragmatismo). En muchos casos, la confluencia de múltiples
necesidades por parte de las personas adictas a drogas (de salud, judiciales, econó micas,
etc.) hace que la demanda de estas vaya más allá de lo que el terapeuta pueda
proporcionar. El paciente ha de saber qué puede y no puede esperar. Esperar demasiado
de los demás, es un factor de recaída, según nos dice Washton (1989). Por otro lado, ya
nos dicen Luborsky y colaboradores, (1997) cuánto puede mejorar la relación
terapéutica, el hecho de que el paciente se sienta socorrido en sus necesidades vitales
elementales.
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Implícito a esto, está la idea de ‘límite’, y la atribución a cada rol de lo que le es
propio. Nos parece importante este aspecto, especialmente cuando se dan casos en los
que coincide la drogadicción y las conductas antisociales. El establecimiento de normas
razonadas ayuda a guiar la propia conducta en estos casos. Determinados factores, como
dicen Beck y colaboradores (1993) pueden ayudar a torpedear la relación, y es necesario
tener en cuenta su aparición. Muchos adictos acuden a tratamiento por la existencia de
fuertes presiones externas, ven al terapeuta como una parte del ‘sistema’, no como un
aliado, miran con recelo al terapeuta, y tienen dificultades para confiar en él. En estos
casos, entendemos que la existencia de normas conocidas a las que atenerse, puede
transmitir seguridad.
Estamos de acuerdo con otros autores en que aspectos como transmitir esperanza de
modo realista, ayudar a reconocer los logros, y no hacer presuposiciones negativas sobre
los pacientes ayudan a crear una buena relación.
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III PARTE EMPÍRICA
1. JUSTIFICACIÓN
2. OBJETIVOS
3. HIPÓTESIS DE TRABAJO
4. METODOLOGÍA
A) Instrumento de medida
B) Tamaño de la muestra y recogida de datos
6. CONCLUSIONES
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1 . JUSTIFICACIÓN
Najavits y Weiss (1994) recomiendan seis áreas de estudio de las características de los
terapeutas que intervienen en drogodependencias, dada la incidencia de éstas en los
resultados del tratamiento; a saber:
1- Conocimientos técnicos,
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2. OBJETIVOS
Siguiendo esta línea argumental, nos hemos preguntado cuáles son las actitudes del
terapeuta que aprecian las personas con problemas de adicción que están en tratamiento
en régimen de internado, y si influyen ciertas características de los encuestados en las
puntuaciones de las actitudes por las que se pregunta o en sus descriptores.
1. EMPATÍA
2. APRECIO
3. CONGRUENCIA
4. SEGURIDAD
5. PRAGMATISMO
6. OPTIMISMO
7. FIRMEZA
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4. Conocimiento de qué descriptores de cada actitud del terapeuta son los más
puntuados por los encuestados del centro ADROGA.
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3. HIPÓTESIS DE TRABAJO
HIPÓTESIS 1:
Los sujetos encuestados puntuarán como ‘bastante o muy importantes’ las actitudes
del terapeuta descritas por Carl Rogers, a saber: empatía, aprecio, y congruencia. Esto
implica que en una escala de 1 a 7 por cada ítem descriptor, la puntuación media de
cada actitud es mayor de 16 puntos.
HIPÓTESIS 2:
Los sujetos encuestados puntuarán también como ‘bastante o muy importantes’ las
actitudes del terapeuta: seguridad, pragmatismo, optimismo, y firmeza. Esto implica que
en una escala de 1 a 7 por cada ítem, la puntuación media de cada actitud es mayor de
16 puntos, exceptuando el ‘pragmatismo’, cuya puntuación media será mayor de 12.
HIPÓTESIS 3:
HIPÓTESIS 4:
Pueden existir descriptores de cada actitud que sean puntuados de manera diferencial
en función de las variables del encuestado; de todos modos, y deducido de la hipótesis
3, el número de descriptores puntuados de manera significativamente diferente por las
diferentes variables del encuestado, será siempre menor que el número de descriptores
en los cuales no haya diferencias significativas en la puntuación en función de la misma
variable del encuestado.
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4. METODOLOGÍA
A) Instrumento de medida
Para comprobar las hipótesis anteriores, hemos elaborado una encuesta que
denominamos “ENCUESTA ANÓNIMA SOBRE LAS ACTITUDES DEL
TERAPEUTA” en la cual se pregunta a los pacientes por una serie de actitudes que nos
ha interesado medir. Se incluyen en el cuestionario las tres actitudes básicas que
estableció Carl Rogers (empatía, aprecio y congruencia), y otras que nos han parecido
relevantes en el tratamiento de los toxicómanos según expusimos anteriormente, a
saber: optimismo, seguridad, pragmatismo y firmeza. Cada una de estas actitudes se
describe con cuatro ítems o descriptores (salvo el ‘pragmatismo’ que incluye tres).
EMPATÍA:
- Que el terapeuta quiere entender cómo yo veo las cosas.
- Que intuya o se dé cuenta de lo que yo siento.
- Que deduzca lo que yo quiero decir incluso en el caso que a mí me cueste
expresarlo
- Que cuando me siento dolido o alterado, el terapeuta sepa distinguir mis
sentimientos sin alterarse.
APRECIO
- Que el terapeuta se sienta cómodo y a gusto en la relación.
- Que me aprecie como persona.
- Que sea amistoso y cálido conmigo.
- Que le importe como soy.
CONGRUENCIA
- Que el terapeuta sea genuino conmigo.
- Que no represente ningún papel.
- Que exprese sus verdaderas impresiones y sentimientos.
- Que sea coherente.
SEGURIDAD
- Que yo sepa qué pautas sigue el terapeuta.
- Que el terapeuta me ayude a anticipar las consecuencias de mis actos.
- Que respete mis confidencias.
- Que no se sienta incómodo cuando le hablo de ciertos temas.
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PRAGMATISMO
- Que el terapeuta me facilite medios para resolver ciertos asuntos (legales,
médicos...).
- Que no se conforme con transmitir gratificaciones verbales.
- Que sepa proponer objetivos observables.
OPTIMISMO
- Que el terapeuta me ayude a crear soluciones novedosas.
- Que confíe en mis posibilidades aún en momentos duros.
- Que tenga esperanza en mi recuperación.
- Que sea animoso.
FIRMEZA
- Que me ayude a reconocer mis errores, aunque me disguste.
- Que el terapeuta no cambie de opinión en función de cómo yo me sienta en
cada momento.
- Que no se deje manipular.
- Que sea constructivamente crítico.
Los sujetos encuestados debían responder de manera voluntaria y anónima a cada ítem
que compone la encuesta valorando en una escala tipo Likert, cuán importante
consideran percibir que el terapeuta posea una actitud determinada. Además se preguntó
por otros datos que se entendía pudieran ser relevantes a la hora de ana lizar los
resultados, y que llamamos variables del encuestado, que son las siguientes:
- Edad.
- Drogas consumidas habitualmente antes de ingresar en el centro.
- Tiempo sin consumir la droga de elección.
- Edad a la que se inició en el consumo de alcohol o drogas ilegales.
- Tener trabajo antes de ingresar en el centro.
- Curso hasta el que se estudió.
- Ser o no ser portador del virus VIH.
- Relaciones con la familia.
- Estar o no estar en programa de metadona.
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He aquí el encabezamiento de la encuesta:
A continuación, verás una serie de actitudes del terapeuta con varias descripciones
de su significado. Lee una por una y puntúa cuán importante es, en tu opinión,
percibirlas en un terapeuta. Utiliza la siguiente escala:
No es
importante Algo Bastante Muy importante
..1................2............3.............4.............5.............6............7..
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5. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
TABLA 1
Estadísticos
edad
N Válidos 38
Perdidos 0
Media 34,26
Siendo ésta la edad media, el rango de edades varía entre los 22 años el más joven, y
los 47 años el de mayor edad, según se aprecia en su tabla correspondiente, que se
muestra a continuación:
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TABLA 2
edad
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 22 2 5,3 5,3 5,3
23 1 2,6 2,6 7,9
26 2 5,3 5,3 13,2
27 1 2,6 2,6 15,8
28 2 5,3 5,3 21,1
29 2 5,3 5,3 26,3
30 1 2,6 2,6 28,9
31 3 7,9 7,9 36,8
32 1 2,6 2,6 39,5
33 1 2,6 2,6 42,1
34 3 7,9 7,9 50,0
35 1 2,6 2,6 52,6
36 4 10,5 10,5 63,2
37 2 5,3 5,3 68,4
38 1 2,6 2,6 71,1
39 4 10,5 10,5 81,6
40 1 2,6 2,6 84,2
41 1 2,6 2,6 86,8
43 1 2,6 2,6 89,5
44 1 2,6 2,6 92,1
45 2 5,3 5,3 97,4
47 1 2,6 2,6 100,0
Total 38 100,0 100,0
TABLA 3
Estadísticos
35
TABLA 4
edad de inicio en el consumo de alcohol o drogas ilegales
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 9 1 2,6 2,6 2,6
11 2 5,3 5,3 7,9
12 2 5,3 5,3 13,2
13 6 15,8 15,8 28,9
14 9 23,7 23,7 52,6
15 3 7,9 7,9 60,5
16 4 10,5 10,5 71,1
17 6 15,8 15,8 86,8
18 1 2,6 2,6 89,5
19 1 2,6 2,6 92,1
20 2 5,3 5,3 97,4
28 1 2,6 2,6 100,0
Total 38 100,0 100,0
Dos sujetos eran consumidores de una sola droga (cocaína), el resto consumía dos o
más drogas diferentes. Véase:
TABLA 5
número drogas consumidas
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos 1 2 5.3 5.3 5.3
2 10 26.3 26.3 31.6
3 8 21.1 21.1 52.6
4 6 15.8 15.8 68.4
5 3 7.9 7.9 76.3
6 3 7.9 7.9 84.2
7 3 7.9 7.9 92.1
8 1 2.6 2.6 94.7
9 2 5.3 5.3 100.0
Total 38 100.0 100.0
La siguiente tabla de frecuencias en las respuestas y porcentajes nos indica qué drogas
son las más consumidas:
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TABLA 6
DROGAS FRECUENCIA %
anfetaminas-speed 7 18,4
éxtasis 9 23,7
fármacos tranquilizantes 18 47,4
heroína 23 60,5
alcohol 23 60,5
cocaína 34 89,5
cannabis 20 52,6
alucinógenos 8 21,1
sustancias volátiles 2 5,3
otras drogas 7 18,4
Como se ve, la cocaína es la droga más consumida (89,5% de las respuestas), seguida
del alcohol y la heroína (60,5 % de las respuestas cada una), y del cannabis (52,6%).
TABLA 7
tiempo sin consumir droga de elección
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos menos de un mes 3 7.9 8.3 8.3
entre 1 y 3 meses 14 36.8 38.9 47.2
entre 4 y 6 meses 8 21.1 22.2 69.4
mas de 7 meses 11 28.9 30.6 100.0
Total 36 94.7 100.0
Perdidos Sistema 2 5.3
Total 38 100.0
37
TABLA 8
trabajo antes de ingresar
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos sin trabajo 23 60,5 62,2 62,2
con trabajo 14 36,8 37,8 100,0
Total 37 97,4 100,0
Perdidos Sistema 1 2,6
Total 38 100,0
-El 26.3 % de los sujetos encuestados son portadores del virus VIH.
TABLA 9
portador VIH
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos no portador 28 73,7 73,7 73,7
portador 10 26,3 26,3 100,0
Total 38 100,0 100,0
TABLA 10
estar en programa de metadona
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos no estar 31 81,6 83,8 83,8
estar 6 15,8 16,2 100,0
Total 37 97,4 100,0
Perdidos Sistema 1 2,6
Total 38 100,0
-Hay un 23,7 % de sujetos que describen las relaciones con su familia como dificultosas
o inexistentes.
38
TABLA 11
relaciones con la familia
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos buenas 29 76,3 76,3 76,3
dificultosas 7 18,4 18,4 94,7
no existen 2 5,3 5,3 100,0
Total 38 100,0 100,0
TABLA 12
hasta qué curso estudió
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válidos sin terminar
12 31,6 31,6 31,6
egb-primarios
egb terminada-bup,fp
16 42,1 42,1 73,7
sinterminar
cou-bachiller,fp1
8 21,1 21,1 94,7
terminados
universitarios
2 5,3 5,3 100,0
terminados o no
Total 38 100,0 100,0
Las puntuaciones medias de las diferentes actitudes del terapeuta valoradas por los
encuestados se exponen en la siguiente tabla:
TABLA 13
Estadísticos descriptivos
39
Según se observa, los encuestados puntuaron de una manera alta todas las actitudes.
Recuérdese que establecimos en nuestras hipótesis que la puntuación media de cada
actitud sería mayor de 16 puntos (12 en el caso del PRAGMATISMO). Los sujetos
puntuaron como cualidades más importantes del terapeuta la FIRMEZA y el
OPTIMISMO. Nótese que la puntuación media del PRAGMATISMO es de 17,37
sobre una puntuación máxima de 21, debido a que en la encuesta está descrito con tres
ítems, mientras que en el resto de las actitudes del terapeuta, la puntuación máxima es
de 28, y están descritos con cuatro ítems.
HISTOGRAMA 1
EMPATÍA
10
4
Frecuencia
2
Desv. típ. = 3,41
Media = 22,8
0 N = 38,00
14,0 16,0 18,0 20,0 22,0 24,0 26,0 28,0
EMPATÍA
40
HISTOGRAMA 2
APRECIO
10
4
Frecuencia
2
Desv. típ. = 4,60
Media = 22,3
0 N = 36,00
10,0 12,5 15,0 17,5 20,0 22,5 25,0 27,5
APRECIO
HISTOGRAMA 3
CONGRUENCIA
10
4
Frecuencia
2
Desv. típ. = 4,15
Media = 22,2
0 N = 34,00
12,5 15,0 17,5 20,0 22,5 25,0 27,5
CONGRUENCIA
41
HISTOGRAMA 4
SEGURIDAD
12
10
4
Frecuencia
0 N = 37,00
16,0 18,0 20,0 22,0 24,0 26,0 28,0
SEGURIDAD
HISTOGRAMA 5
PRAGMATISMO
12
10
4
Frecuencia
0 N = 38,00
12,0 14,0 16,0 18,0 20,0 22,0
PRAGMATISMO
42
HISTOGRAMA 6
OPTIMISMO
20
10
Frecuencia
0 N = 37,00
12,5 15,0 17,5 20,0 22,5 25,0 27,5
OPTIMISMO
HISTOGRAMA 7
FIRMEZA
20
10
Frecuencia
0 N = 37,00
12,5 15,0 17,5 20,0 22,5 25,0 27,5
FIRMEZA
43
Si observamos los ítems descriptores uno a uno, obtenemos los siguientes resultados:
Otros ítems con puntuaciones altas también nos dan una idea de lo que los sujetos
encuestados esperan de sus terapeutas:
Las puntuaciones totales de todos los ítems con sus medias y desviaciones típicas se
ven en la siguiente tabla:
44
TABLA 14
Estadísticos descriptivos
45
Seguidamente hemos investigado si existen diferencias significativas en las
puntuaciones medias de cada una de las siete actitudes descritas, en función de otras
variables del encuestado por las que se preguntó. Para ello hemos analizado los datos
mediante el estadístico T de Student. Se han omitido deliberadamente aquellas variables
cuyo número de respuestas ha sido inferior a 10 (de modo que N 10), por considerarlo
excesivamente pequeño para el tamaño de la encuesta.
TABLA 15
Estadísticos de grupo
TABLA 16
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de
varianzas Prueba T para la igualdad de medias
TABLA 17
Estadísticos de grupo
46
TABLA 18
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de
varianzas Prueba T para la igualdad de medias
El mismo resultado se obtiene si comparamos las puntuaciones medias entre los que
toman metadona y los que no lo toman.
Sí que parece ser una variable que marca diferencias significativas, el tiempo de
abstinencia. Observamos que las personas que llevan menos de tres meses puntúan más
la EMPATÍA del terapeuta que aquellas que llevan más de tres meses abstinentes.
TABLA 19
Estadísticos de grupo
47
TABLA 20
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de
varianzas Prueba T para la igualdad de medias
TABLA 21
Estadísticos de grupo
TABLA 22
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de
varianzas Prueba T para la igualdad de medias
48
Como resumen de lo observado hasta ahora, podemos decir que en conjunto, tanto
aquellas actitudes que desde mediados del siglo pasado definió Carl Rogers, como otras
que hemos descrito en nuestra opinión personal, específicamente acerca del tratamiento
de personas con problemas de adicción, son apreciadas por las personas residentes en el
centro ADROGA que contestaron a esta encuesta. La FIRMEZA, y el OPTIMISMO
son las actitudes con mayor puntuación media, encontrándose además, una variedad de
grupos de personas que aprecian significativamente cualidades como el
PRAGMATISMO, y la EMPATÍA.
Los encuestados de más edad son quienes más han puntuado estas variables. Como si
estuvieran diciendo:
“Mi terapeuta, que se interese por mí, que confíe en mis posibilidades y que no se deje
engañar”.
49
TABLA 23
Estadísticos de grupo
TABLA 24
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba de muestras
varianzas independientes
Sig.
F Sig. t gl (bilateral)
que le importe como soy Se han asumido
10,639 ,002 3,620 36 ,001
varianzas iguales
No se han asumido
3,620 26 ,001
varianzas iguales
que confíe en mis Se han asumido
7,434 ,010 2,187 35 ,036
posibilidades aún en varianzas iguales
momentos duros No se han asumido
varianzas iguales 2,234 23 ,036
Algo parecido a lo anterior dicen los drogodependientes que llevan más tiempo sin
consumir drogas: Estos puntúan más en los siguientes ítems:
Véanse las siguientes tablas (hemos situado el punto de corte en los 3 meses o más de
abstinencia).
50
TABLA 25
Estadísticos de grupo
TABLA 26
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba T para la igualdad de
varianzas medias
Sig.
F Sig. t gl (bilateral)
que sea coherente Se han asumido
4,177 ,049 -2,256 32 ,031
varianzas iguales
No se han asumido
-2,344 24,839 ,027
varianzas iguales
que no se deje manipular Se han asumido
13,996 ,001 -2,057 34 ,047
varianzas iguales
No se han asumido
-2,166 19,899 ,043
varianzas iguales
ha resultado puntuado de manera diferente entre los que empezaron a consumir drogas
antes de los 16 años, y los que empezaron después. Si se piensa por un momento, que la
edad media de inicio es de 15,13 años, y que la edad media actual al contestar la
encuesta es de 34,26 años, enseguida se entenderá que ha pasado mucho tiempo como
para que la edad de inicio sea un factor muy influyente en las características que se
aprecian en los terapeutas.
Éstas son sus tablas:
TABLA 27
Estadísticos de grupo
edad de inicio en el Desviación Error típ. de
consumo de alcohol N Media típ. la media
que el terapeuta o drogas
>= 16 ilegales
15 4,73 1,79 ,46
quiera entender cómo
yo veo las cosas < 16 23 5,78 1,20 ,25
51
TABLA 28
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba T para la igualdad
varianzas de medias
Sig.
(bilater
F Sig. t gl al)
que el terapeuta Se han asumido
4,033 ,052 -2,164 36 ,037
quiera entender cómo varianzas iguales
yo veo las cosas No se han asumido
-1,994 22,2 ,059
varianzas iguales
TABLA 29
Estadísticos de grupo
TABLA 30
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad Prueba T para la igualdad de
de varianzas medias
52
La condición ‘ser portador del VIH o no serlo ’, parece que influye en las
puntuaciones de varios ítems. Éstos son:
“Que cuando me siento dolido o alterado, el terapeuta sepa distinguir mis sentimientos
sin alterarse.”
“Que me aprecie como persona.”
“Que exprese sus verdaderas impresiones y sentimientos.”
“Que me ayude a reconocer mis errores.”
“Que no se deje manipular.”
Los portadores han puntuado más alto en estos ítems de manera significativa. El
primero de ellos tiene un componente emocional indudable; los otros implican
sinceridad y firmeza en la relación. Un detalle curioso: las puntuaciones de las personas
VIH positivo, no sólo son más altas en todos los ítems en los que hay diferencias
significativas, sino también en 23 de los 27 ítems totales.
TABLA 31
Estadísticos de grupo
53
TABLA 32
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba T para la igualdad de
varianzas medias
Sig.
F Sig. t gl (bilateral)
que cuando me siento Se han asumido
dolido o alterado, el varianzas iguales 6,485 ,015 -2,531 36 ,016
terapeuta sepa distinguir
No se han asumido
mis sentimientos sin
varianzas iguales -3,544 34,038 ,001
alterarse
que me aprecie como Se han asumido
6,676 ,014 -1,691 36 ,099
persona varianzas iguales
No se han asumido
-2,344 33,432 ,025
varianzas iguales
que exprese sus Se han asumido
6,469 ,016 -1,949 33 ,060
verdaderas impresiones y varianzas iguales
sentimientos No se han asumido
-3,303 32,817 ,002
varianzas iguales
que me ayude a Se han asumido
6,747 ,014 -1,390 36 ,173
reconocer mis errores varianzas iguales
aunque me disguste No se han asumido
-2,346 27,000 ,027
varianzas iguales
que no se deje manipular Se han asumido
10,061 ,003 -1,628 36 ,112
varianzas iguales
No se han asumido
-2,748 27,000 ,011
varianzas iguales
“Que el terapeuta me facilite medios para resolver ciertos asuntos (legales, médicos...)
y
“Que le importe como soy”.
En el caso de la primera respuesta, ¿tendrá algo que ver con el hecho de que estudiar
capacita para afrontar las demandas de la vida?. Las personas con menos estudios
esperan del terapeuta, en mayor medida que otros, que les resuelva asuntos quizás
porque tienen menos capacidades para poder hacerlo ellos.
Éstas son sus tablas de respuestas:
54
TABLA 33
Estadísticos de grupo
TABLA 34
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad
de varianzas Prueba T para la igualdad de medias
Respecto de las drogas consumidas, las diferencias entre los consumidores y los no
consumidores de una droga han sido menos significativas de los que se pudiera pensar.
55
Hay dos conductas que a los consumidores de heroína les parece más importante que a
los no consumidores de heroína observar en su terapeuta:
TABLA 35
Estadísticos de grupo
TABLA 36
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba T para la igualdad
varianzas de medias
Por último:
Las personas de esta encuesta que toman fármacos-tranquilizantes, ¿Qué aprecian
menos de su terapeuta que los que no los toman?
56
“Que sea animoso.”
Además, existen diferencias significativas entre los que se drogan y los que no se
drogan con fármacos tranquilizantes en dos ítems:
Dos cualidades que puntúan significativamente más los que se drogan con fármacos
tranquilizantes.
Sus tablas:
TABLA 37
Estadísticos de grupo
TABLA 38
Prueba de muestras independientes
Prueba de Levene
para la igualdad de Prueba T para la igualdad de
varianzas medias
57
6. CONCLUSIONES
4ª Los cinco descriptores que mayores puntuaciones han tenido han sido:
58
-Las personas que llevan menos tiempo de abstinencia, puntúan más en
APRECIO que los que llevan mas tiempo sin drogarse.
7ª La variable del encuestado ‘ser o no ser portador del VIH’ es la que mayor
número de ítems descriptores ha diferenciado del siguiente modo:
Las personas que han contestado a la encuesta que son VIH positivo, tienen
mayor puntuación media, estadísticamente significativa, que aquellos que son
VIH negativo, en los siguientes descriptores:
59
- Que exprese sus verdaderas impresiones y sentimientos, y
- Que sea amistoso y cálido conmigo.
Todos estos datos nos hacen ver que, desde el punto de vista del paciente
toxicómano del centro ADROGA, tan importante es que su terapeuta sea
empático y le aprecie, como que sea firme y pragmático, dos actitudes que en
ocasiones se perciben con un valor negativo. La coherencia, la seguridad en la
relación y el optimismo en la recuperación son igualmente interesantes.
60
IV REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y TELEMÁTICAS
1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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http://165.112.78.61/pdf/monographs/monograph165/download165.html
http://www.mps.mb.ca/Continuing%20Ed/Scales/WAIclient.html
http://www.nida.nih.gov/TXManuals/CBT/CBT3.html
http://www.transfrormacion.cl/relaciondeyuda.htm
http://165.112.78.61/pdf/monographs/download104.html
63
V ANEXO
64