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ACADEMIA DIPLOMÁTICA Y CONSULAR

Curso de Perfeccionamiento

TEMA: CITES

PROFESOR: Dr. Francisco Facetti

MATERIA: Gestión Ambiental

AUTOR:

ELIANA ABIGAIL VERGARA, PRIMERA SECRETARIA

PROCEDENCIA INSTITUCIONAL: JEFA DE ASUNTOS AMBIENTALES, UNIDAD


DE ASUNTOS AMBIENTALES DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
CORREO ELECTRÓNICO: evergara@mre.gov.py

AÑO: 2015
RESUMEN

Autor: Eliana Vergara, primera secretaria


Procedencia institucional: jefa de asuntos ambientales, unidad de asuntos ambientales del ministerio
de relaciones exteriores
Correo electrónico: evergara@mre.gov.py
Objetivos del trabajo y método: análisis de la implementación del convenio cites desde el punto de
vista del marco institucional internacional y nacional
Resultados y conclusiones: La CITES es una de las convenciones ambientales más antiguas a nivel
internacional pero ha sido una de las cuales cuya implementación ha tropezado con dificultades. El
desarrollo institucional en su implementación ha avanzado en forma lenta, más lento aún fue el
fortalecimiento de capacidades en el ámbito científico. Lo cual ha representado una debilidad
utilizada como barrera para-arancelaria por otras partes, generándose un problema, no sólo
ambiental sino económico y comercial. El ejemplo más reciente fue el caso del palo santo.

La CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora


Silvestres) es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos, tiene por finalidad velar por
que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituye una
amenaza para su supervivencia. En el presente trabajo de investigación se exponen el alcance de la
misma, se presentan los objetivos general y específicos inherentes a la investigación de CITES. Se
ofrece a continuación un análisis de la convención en su aspecto normativo e institucional a nivel
internacional y luego a nivel nacional. Luego se hará una referencia a las discusiones que generan la
implementación de la CITES, asimismo se proporcionará unas recomendaciones, conforme se exige
en la cátedra. Además se presenta la historia y generalidades de la CITES, lo objetivos y metas de la
convención, los principios y estructuras.

La amplia información disponible actualmente sobre el peligro de extinción de muchas especies


simbólicas, como el tigre y el elefante, podría hacer pensar que la necesidad de una convención
semejante era evidente. No obstante, en el momento en que se esbozaron por primera vez las ideas
de la CITES, en el decenio de 1960, el debate internacional sobre la reglamentación del comercio de
vida silvestre en favor de la conservación era algo relativamente novedoso. A posteriori, la
necesidad de la CITES es indudable. Se estima que anualmente el comercio internacional de vida
silvestre se eleva a miles de millones de dólares y afecta a cientos de millones de especímenes de
animales y plantas. El comercio es muy diverso, desde los animales y plantas vivas hasta una vasta
gama de productos de vida silvestre derivados de los mismos, como los productos alimentarios, los
artículos de cuero de animales exóticos, los instrumentos musicales fabricados con madera, la
madera, los artículos de recuerdo para los turistas y las medicinas. Los niveles de explotación de
algunos animales y plantas son elevados y su comercio, junto con otros factores, como la
destrucción del hábitat, es capaz de mermar considerablemente sus poblaciones e incluso hacer que
algunas especies estén al borde de la extinción. Muchas de las especies objeto de comercio no están
en peligro, pero la existencia de un acuerdo encaminado a garantizar la sustentabilidad del comercio
es esencial con miras a preservar esos recursos para las generaciones venideras.

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1. INTRODUCCIÓN - ALCANCE

1.1. Problema

La CITES es una de las convenciones ambientales más antiguas a nivel internacional pero
ha sido una de las cuales cuya implementación ha tropezado con dificultades. El
desarrollo institucional en su implementación ha avanzado en forma lenta, más lento aún
fue el fortalecimiento de capacidades en el ámbito científico. Lo cual ha representado una
debilidad utilizada como barrera para-arancelaria por otras partes, generándose un
problema, no sólo ambiental sino económico y comercial. El ejemplo más reciente fue el
caso del palo santo.

1.2. Objetivos

1.2.1. Objetivo General

Analizar la implementación del convenio CITES desde el punto de vista del marco
institucional internacional y nacional.

1.2.2. Objetivos Específicos

- Brindar una análisis de conocimiento de la CITES, uno de los convenios ambientales


más antiguos en sus aspectos más básicos.

- Presentar las referencias históricas de la aprobación de la CITES.

- Exponer los objetivos y metas de la CITES.

- Referenciar al marco normativo e institucional nacional de la implementación de la


CITES.

- Presentar un resumen de las actividades de la autoridad CITES a nivel nacional.

- Exponer una breve conclusión y resultados del tema investigado.

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2- METODOLOGÍA

Se ofrece a continuación un análisis de la convención en su aspecto normativo e


institucional a nivel internacional y luego a nivel nacional.

Luego se hará una referencia a las discusiones que generan la implementación de la


CITES, asimismo se proporcionará unas recomendaciones, conforme se exige en la
cátedra.

HISTORIA Y GENERALIDADES DE LA CONVENCIÓN

La CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de


Fauna y Flora Silvestres) es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos.
Tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y
plantas silvestres no constituye una amenaza para su supervivencia. La CITES se redactó
como resultado de una resolución aprobada en una reunión de los miembros de la UICN
(Unión Mundial para la Naturaleza), celebrada en 1963. El texto de la Convención fue
finalmente acordado en una reunión de representantes de 80 países celebrado en
Washington DC., Estados Unidos de América, el 3 de marzo de 1973, y entró en vigor el
1 de julio de 1975. El texto original de la Convención fue depositado en poder del
Gobierno Depositario en chino, español, francés, inglés y ruso, cada versión siendo
igualmente auténtica. La CITES es un acuerdo internacional al que los Estados (países) se
adhieren voluntariamente. Los Estados que se han adherido a la Convención se conocen
como Partes. Aunque la CITES es jurídicamente vinculante para las Partes -en otras
palabras, tienen que aplicar la Convención- no por ello suplanta a las legislaciones
nacionales. Bien al contrario, ofrece un marco que ha de ser respetado por cada una de las
Partes, las cuales han de promulgar su propia legislación nacional para garantizar que la
CITES se aplica a escala nacional. Durante años la CITES ha sido uno de los acuerdos
ambientales que ha contado con el mayor número de miembros, que se eleva ahora a 180
Partes.

Objetivos y metas de la convención

La CITES cuanta con un texto bien estructurado, que en su Preámbulo establece cuanto
sigue:

• Reconociendo que la fauna y flora silvestres, en sus numerosas, bellas y variadas


formas constituyen un elemento irremplazable de los sistemas naturales de la
tierra, tienen que ser protegidas para esta generación y las venideras;

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• Conscientes del creciente valor de la fauna y flora silvestres desde los puntos de
vista estético, científico, cultural, recreativo y económico;
• Reconociendo que los pueblos y Estados son y deben ser los mejores protectores
de su fauna y flora silvestres;
• Reconociendo además que la cooperación internacional es esencial para la
protección de ciertas especies de fauna y flora silvestres contra su explotación
excesiva mediante el comercio internacional;
• Convencidos de la urgencia de adoptar medidas apropiadas a este fin.
• Queda claro que el principal objetivo de la convención es la protección de las
especies de flora y fauna silvestres por parte de los Estados Contratantes, para lo
cual quedan delineados los siguientes principios fundamentales en su Artículo II:

Principios fundamentales

El Apéndice I incluirá todas las especies en peligro de extinción que son o pueden ser
afectadas por el comercio.

El comercio en especímenes de estas especies deberá estar sujeto a una reglamentación


particularmente estricta a fin de no poner en peligro aún mayor su supervivencia y se
autorizará solamente bajo circunstancias excepcionales.

El Apéndice II incluirá:

a. todas las especies que, si bien en la actualidad no se encuentran


necesariamente en peligro de extinción, podrían llegar a esa situación a
menos que el comercio en especímenes de dichas especies esté sujeto a
una reglamentación estricta a fin de evitar utilización incompatible con
su supervivencia; y
b. aquellas otras especies no afectadas por el comercio, que también
deberán sujetarse a reglamentación con el fin de permitir un eficaz
control del comercio en las especies a que se refiere el subpárrafo a) del
presente párrafo.

1. El Apéndice III incluirá todas las especies que cualquiera de las Partes
manifieste que se hallan sometidas a reglamentación dentro de su jurisdicción
con el objeto de prevenir o restringir su explotación, y que necesitan la
cooperación de otras Partes en el control de su comercio.

2. Las Partes no permitirán el comercio en especímenes de especies incluidas en los


Apéndices I, II y III, excepto de acuerdo con las disposiciones de la presente
Convención.

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Estructura y Órganos de la CITES

Conferencia de las Partes

Las Partes (Estados miembros) en la CITES se denominan colectivamente como la


Conferencia de las Partes. Cada dos a tres años, la Conferencia de las Partes se reúne para
examinar la aplicación de la Convención. Estas reuniones, organizadas normalmente por
una de las Partes, suelen durar dos semanas. Estas reuniones, que se denominan
frecuentemente “CoPs”, ofrecen una oportunidad a las Partes para:

 examinar los progresos realizados en la conservación de especies incluidas en los


Apéndices;
 analizar (y adoptar, según proceda) propuestas para enmendar las especies
incluidas en los Apéndices I y II;
 examinar documentos de trabajo e informes presentados por las Partes, los
comités permanentes, la Secretaría y los grupos de trabajo;
 recomendar medidas para mejorar la eficacia de la Convención; y
 tomar las medidas necesarias (incluso la adopción de un presupuesto) para velar
por el buen funcionamiento de la Secretaría.

Comité Permanente

El Comité Permanente proporciona orientación política a la Secretaría en lo que concierne


a la aplicación de la Convención y supervisa la administración del presupuesto de la
Secretaría. Además, coordina y supervisa, según proceda, la labor de los comités y los
grupos de trabajo, realiza otras tareas encomendadas por la Conferencia de las Partes y

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prepara proyectos de resolución para presentarlos a la consideración de la Conferencia de
las Partes [véase la Resolución Conf. 11.1 (Rev. CoP16), Anexo 1]. Los miembros del
Comité Permanente son Partes que representan a cada una de las seis regiones geográficas
(África, Asia, Europa, América del Norte, América Central, del Sur y el Caribe y
Oceanía), y el número de representantes refleja el número de Partes en cada región [véase
la Resolución Conf. 11.1 (Rev. CoP16), Anexo 1]. La composición del Comité
Permanente se revisa en cada reunión ordinaria de la Conferencia de las Partes.

Además, el Comité Permanente está integrado sistemáticamente por un representante:

 del Gobierno Depositario (Suiza);


 de la Parte que organizó la última reunión de la Conferencia de las Partes (Qatar
organizó la CoP15 en marzo de 2010); y
 la Parte que organizará la próxima reunión de la Conferencia de las Partes
(Tailandia organizará la CoP16 en 2013).

Sin embargo, y contrariamente a otros miembros, el Gobierno Depositario solo votará
para deshacer un empate y el país anfitrión anterior y el próximo país anfitrión no tienen
derecho a voto. Los miembros que representan a las regiones eligen la Presidencia, la
Vicepresidencia y la Vicepresidencia suplente del Comité. En la actualidad son Chile,
Ghana y China, respectivamente. Todas las Partes que no son miembros del Comité
Permanente tienen derecho a enviar observadores a sus reuniones. Además, la Presidencia
puede invitar observadores de cualquier país u organización.

Comités de Fauna y de Flora

Estos comités de expertos se establecieron en la sexta reunión de la Conferencia de las


Partes (Ottawa, 1987) para colmar las lagunas en los conocimientos biológicos y
especializados sobre las especies de fauna y flora que están (o podrían estar) sujetas a
controles comerciales CITES. Su finalidad es proporcionar apoyo técnico en la toma de
decisiones sobre estas especies. Ambos comités tienen mandatos semejantes, enunciados
en el Anexo 2 de la Resolución Conf. 11.1 (Rev. CoP16), que incluyen, entre otras cosas:

 Proporcionar apoyo científico y orientar a la Conferencia de las Partes, los


demás comités, los grupos de trabajo y la Secretaría;
 Preocuparse de las cuestiones de nomenclatura;
 Realizar exámenes periódicos de especies, a fin de garantizar la apropiada
categorización en los Apéndices de la CITES;

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 Asesorar cuando ciertas especies son objeto de comercio insostenible y
recomendar medidas coercitivas (mediante el proceso conocido como "Examen
del comercio significativo"); y
 Preparar proyectos de resolución sobre cuestiones relativas a la fauna y la flora
para presentarlas a la consideración de la Conferencia de las Partes.

Los Comités de Fauna y de Flora se reúnen dos veces entre las reuniones de la
Conferencia de las Partes. Informan a la Conferencia de las Partes en sus reuniones y, si
así se solicita, asesoran al Comité Permanente entre esas reuniones. En este sitio se ofrece
más información sobre las reuniones de los Comités de Fauna y de Flora. Los miembros
de los Comités de Fauna y de Flora son personas de las seis principales regiones
geográficas (África, Asia, Europa, América del Norte, América Central, del Sur y el
Caribe y Oceanía), así como un especialista sobre nomenclatura en cada uno de los
comités. Se eligen en las reuniones de la Conferencia de las Partes, y el número de
representantes regionales refleja el número de Partes de cada región y la distribución
regional de la diversidad biológica. Como en el Comité Permanente, se eligen miembros
suplentes para cada una de las seis regiones, que representan a la región en las reuniones
cuando el miembro correspondiente no puede asistir.

Cómo funciona la Convención:

La CITES somete el comercio internacional de especímenes de determinadas especies a


ciertos controles. Toda importación, exportación, reexportación o introducción procedente
del mar de especies amparadas por la Convención debe autorizarse mediante un sistema
de concesión de licencias. Cada Parte en la Convención debe designar una o más
Autoridades Administrativas que se encargan de administrar el sistema de concesión de
licencias y una o más Autoridades Científicas para prestar asesoramiento acerca de los
efectos del comercio sobre la situación de las especies. Las especies amparadas por la
CITES están incluidas en tres Apéndices, según el grado de protección que necesiten.

Apéndices I y II

En el Apéndice I se incluyen todas las especies en peligro de extinción. El comercio en


especímenes de esas especies se autoriza solamente bajo circunstancias excepcionales.
En el Apéndice II se incluyen especies que no se encuentran necesariamente en peligro de
extinción, pero cuyo comercio debe controlarse a fin de evitar una utilización
incompatible con su supervivencia. La Conferencia de las Partes (CoP), que es el órgano
supremo de adopción de decisiones de la Convención y está integrada por todos sus
Estados miembros, ha aprobado la Resolución Conf. 9.24 (Rev. CoP16), en la que se
enuncian una serie de criterios biológicos y comerciales para ayudar a determinar si una
especie debería incluirse en el Apéndice I o II. En cada reunión ordinaria de la CoP, las

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Partes presentan propuestas basadas en esos criterios para enmendar estos dos Apéndices.
Estas propuestas de enmienda se examinan y se someten a votación. Asimismo, la
Convención prevé lo necesario para adoptar enmiendas mediante el procedimiento de
votación por correspondencia entre reuniones ordinarias de la CoP (véase el párrafo 2 del
Artículo XV de la Convención), pese a que apenas se recurre a este procedimiento.

Apéndice III

En este Apéndice se incluyen especies que están protegidas al menos en un país, el cual
ha solicitado la asistencia de otras Partes en la CITES para controlar su comercio. Los
cambios en el Apéndice III se efectúan de forma diferente que los cambios a los
Apéndices I y II, ya que cada Parte tiene derecho a adoptar enmiendas unilaterales al
mismo. Sólo podrá importarse o exportarse (o reexportarse) un espécimen de una especie
incluida en los Apéndices de la CITES si se ha obtenido el documento apropiado y se ha
presentado al despacho de aduanas en un puerto de entrada o salida. Aunque los requisitos
pueden variar de un país a otro y es aconsejable consultar las legislaciones nacionales que
pueden ser más estrictas, a continuación se exponen las condiciones básicas que se
aplican a los Apéndices I y II.

Especímenes de especies incluidas en el Apéndice I

1. Se requiere un permiso de importación expedido por la Autoridad


Administrativa del Estado de importación. Este permiso sólo se expedirá si el
espécimen no será utilizado con fines primordialmente comerciales y si la
importación no será perjudicial para la supervivencia de la especie. En el caso de
especímenes vivos de animales o plantas, la Autoridad Científica debe haber
verificado que quien se propone recibirlo podrá albergarlo y cuidarlo
adecuadamente.

2. Se requiere un permiso de exportación o un certificado de reexportación


expedido por la Autoridad Administrativa del Estado de exportación o
reexportación.

• Sólo podrá expedirse un permiso de exportación si el espécimen fue legalmente


obtenido; el comercio no será perjudicial para la supervivencia de la especie; y
se ha expedido previamente un permiso de importación.
• Sólo podrá expedirse un certificado de reexportación si el espécimen fue
importado con arreglo a lo dispuesto en la Convención y, en el caso de
especímenes vivos de animales o plantas, si un permiso de importación ha sido
previamente expedido.

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• En el caso de especímenes vivos de animales o plantas, deben ser
acondicionados y transportados de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de
heridas, deterioro en su salud o maltrato.

Especímenes de especies incluidas en el Apéndice II

• Se requiere un permiso de exportación o un certificado de reexportación


expedido por la Autoridad Administrativa del Estado de exportación o
reexportación.
• Sólo podrá expedirse un permiso de exportación si el espécimen fue legalmente
obtenido y si la exportación no será perjudicial para la supervivencia de la
especie.
• Sólo podrá expedirse un certificado de reexportación si el espécimen fue
importado con arreglo a lo dispuesto en la Convención.
• En el caso de especímenes vivos de animales o plantas, deben ser
acondicionados y transportados de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de
heridas, deterioro en su saludo maltrato.
• No se requiere un permiso de importación, excepto si así se especifica en la
legislación nacional.
• En el caso de especímenes introducidos procedentes del mar, la Autoridad
Administrativa del Estado de introducción debe expedir un certificado para las
especies incluidas en los Apéndices I o II. Para mayor información, véase el
texto de la Convención, Artículo III, párrafo 5 y Artículo IV, párrafo 6.

Especímenes de especies incluidas en el Apéndice III

1. En el caso de comercio con un Estado que haya incluido una especie en el


Apéndice III, se requiere un permiso de exportación expedido por la Autoridad
Administrativa de dicho Estado. Sólo se expedirá el permiso si el espécimen se
obtuvo legalmente y, en el caso de especímenes vivos de animales o plantas, si
se acondicionan y transportan de manera que se reduzca al mínimo el riesgo de
heridas, deterioro en su salud o maltrato.
2. En el caso de exportación de cualquier otro Estado, se requiere un certificado de
origen expedido por la Autoridad Administrativa.
3. En el caso de reexportación, se requiere un certificado de reexportación expedido
por el Estado de reexportación.

En su Artículo VII, la Convención autoriza a las Partes a hacer ciertas


exenciones a los principios generales precitados, concretamente en los casos
siguientes:

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 para especímenes en tránsito o transbordo [véase también la Resolución Conf.
9.7 (Rev. CoP13)];
 para especímenes adquiridos antes de la fecha en que se les aplicasen las
disposiciones de la Convención (denominados especímenes preconvención,
véase también la Resolución Conf. 13.6 (Rev.CoP16);
 para especímenes que son artículos personales o bienes del hogar [véase también
la Resolución Conf. 13.7 (Rev. CoP16)];
 para animales criados en cautividad [véase también la Resolución Conf. 10.16
(Rev.)];
 para plantas reproducidas artificialmente, [véase también la Resolución Conf.
11.11 (Rev. CoP14)];
 para especímenes destinados a la investigación científica;
 para animales o plantas que forman parte de colecciones o exhibiciones
itinerantes, como los circos.

En estos casos se aplican reglas especiales y, en general, se requiere un permiso o


certificado. Toda persona que tenga la intención de importar o exportar/reexportar
especímenes de una especie incluida en la CITES debe ponerse en contacto con las
Autoridades Administrativas nacionales CITES de los países de importación y
exportación/reexportación para recabar información sobre las reglas que se aplican.
Cuando un espécimen de una especie incluida en los Apéndices de la CITES se transfiere
entre un país Parte en la CITES y un país que no es Parte, el Estado Parte puede aceptar
documentación equivalente a los permisos y certificados precitados.

Compromisos asumidos por el Paraguay

La CITES establece en su Artículo IX que cada país deberá designar su autoridad


administrativa y su autoridad científica:

Autoridad Administrativa y Científicas

1. Para los fines de la presente Convención, cada Parte designará:


a. una o más Autoridades Administrativas competentes para conceder
permisos o certificados en nombre de dicha Parte; y
b. una o más Autoridades Científicas.
2. Al depositar su instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión,
cada Estado comunicará al Gobierno Depositario el nombre y la dirección de la Autoridad
Administrativa autorizada para comunicarse con las otras Partes y con la Secretaría.

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3. Cualquier cambio en las designaciones o autorizaciones previstas en el presente
Artículo, será comunicado a la Secretaría por la Parte correspondiente, con el fin de que
sea transmitido a todas las demás Partes.
4. A solicitud de la Secretaría o de cualquier Autoridad Administrativa designada
de conformidad con el párrafo 2 del presente Artículo, la Autoridad Administrativa
designada de una Parte transmitirá modelos de sellos u otros medios utilizados para
autenticar permisos o certificados.

Legislación y Marco Institucional Nacional

Las principales normas sobre la aplicación de la CITES en el Paraguay son:

• La Ley 1561 /2000: Por la cual se crea el Sistema Nacional del Ambiente, el
Consejo Nacional del Ambiente y la Secretaría del Ambiente;
• Ley 583/1976: Que aprueba y ratifica la Convención sobre el comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres;
• Decreto 9.701/2012: Por el cual se reglamente el comercio de Especies incluidas
en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES).
• El Decreto 9.701 designa a la Secretaría del Ambiente como Autoridad de
Aplicación de la CITES, además designa a la Autoridad Administrativa cuya
responsabilidad recae en la Dirección del Vida Silvestre de la Dirección General
de Protección y Conservación de la Biodiversidad de la Secretaría del Ambiente.

Asimismo, el mencionado Decreto designa como Autoridad Científica a la Dirección de


Información Biológica Museo Nacional de Historia Natural del Paraguay, que depende la
Dirección General de Protección y Conservación de la Biodiversidad de la Secretaría del
Ambiente.

La Secretaría del Ambiente ha proporcionado un breve resumen de sus actividades en


el marco de la CITES:

• CITES PARAGUAY
• Entrada de adhesión 15/11/1976
• Entrada en vigor 13/02/1977
• Autoridad Administrativa y Autoridad Científica Ministerio de Agricultura y
Ganadería
• 1983 delegados internacionales visitaron Paraguay y solicitaron el cumplimiento
de la Convención CITES
• 1991 Decreto 10.655 crea la oficina CITES-Paraguay (CITES-PY)

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• 1992 hasta 2003 Programas de la fauna por medio de cuotas anuales Tupinambis
merianae y T. Rufescens
• 1996 Programas de cuota anuales para Caiman yacaré y Eunectes notaeus,
• 1997 no se volvió a dar cupos de Caiman y Eunectes, por problemas
administrativos
• 2000 cupos para Amazona aestiva
• 2000 se volvió a dar nuevos cupos para Caiman yacaré y Eunectes notaeus, para
comunidades indigenas Chamacoco
• 2001 – 2002 cupos por estancias para Caiman yacaré y Eunectes notaeus
• 2003 Cupos por estancia para Amazona aestiva y Ramphastos toco
• 2003 Cupos nacional (Dpto Alto Paraguay) Caiman yacaré y Eunectes notaeus
• 2003 Pausa voluntaria para la exportación de fauna y flora de especies CITES,
por recomendación de CITES
• 2009 CITES III Bulnesia sarmientoi para Argentina
• 2009 Por la cual se deja sin efecto la pausa voluntaria para la exportación de
fauna y flora de especies CITES con fines no comerciales y especies del
apéndice III de CITES
• 2010 CITES II Bulnesia sarmientoi
• 2012 Decreto 9701 REGLAMENTA EL COMERCIO DE ESPECIES
INCLUIDAS EN LA CONVENCION SOBRE EL COMERCIO
INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA
• SILVESTRES (CITES).
• 2013 Se deja sin efecto la pausa voluntaria para la exportación de fauna y flora
de especies CITES
• 2013 cupos de Tupinambis, el cual quedo sin efecto
• 2014 cupo de palo Bulnesia sarmientoi

3- RESULTADOS Y DISCUSIÓN

A partir de la Cumbre de Rio de 1992, con la Declaración para el Medio Ambiente y


Desarrollo, la problemática ambiental ocupa a los países, en especial a los países
desarrollados a exigir a los países en desarrollo su adecuación a las convenciones
ambientales, los cuales ofrecen un marco institucional muy costoso y de difícil
cumplimiento.

La CITES exige un marco institucional y un fortalecimiento de capacidades en el ámbito


científico que sigue representando dificultades a países como el Paraguay. Tras años de
implementación sigue siendo prácticamente imposible realizar un informe de extracción
no perjudicial, que permita conocer la población de especies, que representan un

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importante rubro comercial como el palo santo y una fuente básica de subsistencia para
un sector de la población indígena como el teju guazú.

Ambos casos mencionados en el párrafo de arriba tuvieron el tropiezo de una falta de


información seria y científicamente demostrada para la toma de decisiones que afectaban
directamente la economía y el comercio internacional para nuestro país, y en el caso del
teju guazú tuvo una gravitación social y causo una crisis institucional y política, con la
interpelación en el Congreso Nacional a la Ministra de la Secretaría del Ambiente.

CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES

La CITES hoy representa uno de los principales instrumentos internacionales para la


protección y conservación de las especies silvestres. Indudablemente el comercio de
especies protegidas ha ayudado a la sostenibilidad de las poblaciones que ingresaron en
los apéndices en la mayoría de los casos.

No obstante un instrumento jurídico internacional como CITES no acompañado de


adecuado fortalecimiento institucional, tanto político y científico, ha propiciado
arbitrariedades tanto en el ámbito nacional como internacional. En el ámbito nacional las
decisiones tienen que ser acompañados de la prudencia para evitar excesos en cupos, con
un estudio poblacional serio y científico.

En el ámbito internacional debe reclamarse la no utilización de la CITES como un


instrumento para-arancelario o como excusas medidas comerciales proteccionistas.

Se recomienda un trabajo de acompañamiento interdisciplinario a la Secretaría del


Ambiente. Esta no puede tomar decisiones aisladas sobre el comercio nacional. Por tanto,
el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Industria y Comercio deben
poner énfasis en el acompañamiento de la evolución de la implementación de CITES, en
especial a la hora de fijar cupos o en la hora de introducir especies en uno de los
apéndices, así como en la formación de capacidades a la hora de buscar cooperación
internacional, de tal manera que las decisiones contemplen y protejan todos los intereses
nacionales.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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