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La Alquimia China - Mayo 1989 - Michael A. DeMarco PDF
La Alquimia China - Mayo 1989 - Michael A. DeMarco PDF
Entre todas las culturas que han buscado la inmortalidad, no cabe duda de que China
ha hecho el esfuerzo más arduo. Sus métodos para alcanzar esa meta han sido muy
variados; algunas veces han dado mucho énfasis a un solo método pero, por lo
general, el planteamiento ha sido holístico.
Inscripciones en artefactos de bronce que datan del siglo VIII a. de C., revelan la
constante preocupación de los chinos por lograr la inmortalidad. En aquel momento
nació la búsqueda que más tarde produciría resultados profundos en sus conceptos
acerca de la relación entre el hombre y la naturaleza. Esta semilla germinó
produciendo un florecimiento filosófico que se extendió en múltiples ramas, aunque
todas mantuvieron la misma intención.
Un factor importante que intensificó la búsqueda sagrada fue iniciado por el primer
emperador de China, Ch'in Shih Huang Ti, más conocido como el "Gran Unificador",
el primero que tuvo éxito en unir políticamente a la nación en el año 221 a. de C.
También fue el primer emperador que estandarizó el sistema monetario y la
escritura china, que introdujo los carros con ejes de dirección, así como también
unió muchos pequeños muros hasta formar la Gran Muralla. Fascinado por el
concepto de la inmortalidad, su poder hizo posible que multitud de magos, llamados
Fang Shih, se le unieran en la búsqueda para lograr la vida eterna.
Por razones personales, Ch'in Shih Huang Ti apoyó fanáticamente a los Fang Shih.
Después de tres fallidos intentos para asesinarlo, temía mucho por su vida.
Finalmente se retiró de la vida pública con el propósito de dedicar todo su tiempo y
dinero a su nueva tarea de encontrar la inmortalidad.
Miles de Fang Shih ofrecieron sus servicios a la Corte Imperial, cada uno afirmando
que poseía un método para alcanzar la inmortalidad: sus métodos se centraban en
medios racionales. Ya que ante todo se buscaba la inmortalidad física, el método
exitoso debía contener medios para prevenir que el cuerpo atravesara su
acostumbrado proceso de envejecimiento. La solución lógica al problema era nutrir
al cuerpo con elixires que le proporcionaran algo más durable que su constitución
normal.
Tal como se piensa hoy en día, en ese entonces mucha gente opinaba que uno es
según lo que come. En el concepto chino esto incluía los alimentos, los líquidos y la
inhalación de aire puro. Como resultado, los Fang Shih hacían hincapié en un
régimen dietético muy estricto, incluyendo la ingestión de hierbas y drogas,
acompañada con ejercicios respiratorios y gimnasia, todo esto conducente a ayudar
al cuerpo en su metamorfosis hacia el estado de inmortalidad.
Wei Tan
La búsqueda externa
Nei Tan
La búsqueda interna
El Taoísmo
La esencia del taoísmo se halla en los escritos de los filósofos Lao Tzu y, Chuang Tzu,
y presenta una perspectiva simple de la realidad. Lao Tzu dijo: "Mis palabras son
muy fáciles de comprender y es muy fácil ponerlas en práctica; sin embargo, nadie
en el mundo puede comprenderlas ni nadie las pone en práctica" (Tao Te Ching, 70).
Teniendo presente esta franca simplicidad, podremos formarnos una idea sobre el
concepto taoísta de la inmortalidad.
Primero, puesto que todas las cosas están sujetas al cambio, son temporales. Al igual
que sucede con el cuerpo humano, a todas las cosas se les asignó una duración
máxima de vida desde el momento cuando fueron formadas. Imitar los movimientos
de los animales notorios por su longevidad, tal como la grulla y la tortuga, produce
un efecto leve en la prolongación de nuestros años. Imitar la respiración fetal,
conocida como "respiración embriónica", es también sólo una parte de la práctica
necesaria para lograr la inmortalidad. Según se advierte en el Chuang Tzu, esto
"muestra simplemente el deseo de lograr la longevidad".
El medio engendra uno; uno engendra dos; dos engendran tres; tres engendran una
miríada de criaturas. La miríada de criaturas lleva sobre sus espaldas al yin y entre
sus brazos al yang, y ambos son la combinación de las energías generativas.