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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1153/2014

Sucre, 10 de junio de 2014

SALA PRIMERA ESPECIALIZADA


Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional

Expediente: 05522-2013-12-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución de 15 de noviembre de 2013, cursante de fs. 213 vta. a 215,


pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Robert
Rojas Campero en representación legal del Club Deportivo Cooper contra Fernando
Roca Serrano, Presidente; Roly Aguilera Gasser, Primer Vicepresidente; Rony
Ardaya, Segundo Vicepresidente; Pablo Salomón Jiménez, Secretario General;
José Carlos Frías, Tesorero; todos de la Asociación Cruceña de Futbol (ACF) del
Comité Ejecutivo y Consejo Central; Héctor Saldías Callejas, Pedro Rivero
Jordán, Erwin Aguilar Gasser, Karina Terrazas, Miguel Ángel Antelo B., Luis
Carlos Kim Franco, Samuel Romero Peña, Luis Alberto Soleto, Oscar Gadea
Coímbra, Noel Montaño Cabrera, Presidentes de los Clubes, Universidad,
Destroyers, Calleja, Tarumá, Oriente Petrolero, Argentinos Juniors, El Torno,
Real América, Real Santa Cruz, Libertad y Royal Pari, en proceso de fusión - sin
representante acreditado- todo integrantes de la ACF, Primera “A”; Eduardo
Guilarte; Presidente de la Primera ”B”; Franklin Menacho Carrillo y Pedro Pablo
Barbery Flores, Presidentes de los Comités de Ascenso y Menores; respectivamente,
Manuel Estrella Neira, Presidente de la Liga Femenina; Severo Hoyos Rodríguez,
Raúl Medrano Vidal, Fernando Saucedo, Juan Carlos Galvis, José Gutiérrez
Ayala, René Cadario Rivero, Lili Rocabado de Hurtado y Néstor Urquidi,
Presidentes de las Comisiones de Estatutos y Reglamentos; Jurídica, de Prensa, de
Árbitros, Técnica, Estadística, Finanzas, Fiscal de la Primera “A” y Fernando
Roca Saucedo, Delegado de las Ligas Provinciales, todos de la misma Asociación.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda


Por memorial presentado el 24 de octubre de 2013, cursante de fs. 150 a 167, la parte
accionante, expresa los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Conforme el informe de la Comisión de Futbol y Estadística, al término de la etapa de


campeonato (hexagonal final) el Club Deportivo Cooper se consagró sub campeón del
torneo de la primera “B”, gestión 2012-2013, convocada y controlada por la ACF,
demostrando el sobrado mérito deportivo de esta institución.

Según acta de reunión del Consejo Central de la ACF de 23 de julio de 2013, la


Comisión de Futbol y Estadística presentó dos propuestas de calendario de campeonato,
constando además que el Concejo Central, aprobó por unanimidad que se incluya en el
informe presentado por dicha comisión, el nombre del equipo que asciende de la
Primera “B” a la Primera “A” y del que desciende de la Primera “A” a la Primera “B”;
empero, en ningún punto del acta se incluyó el tratamiento del tema de ascenso a la
categoría “A” del Club Deportivo Cooper.

Señala que, desconociendo flagrantemente los alcances del art. 43 inc. e), Capítulo V,
-Ascensos y Descensos- de la convocatoria al campeonato oficial, Gestión 2012-2013,
el Consejo Central, resolvió que sólo el campeón de la Primera “B” debía ascender a la
categoría Primera “A”, recomendando a la Comisión de Estadísticas incluya en su
informe el nombre del equipo que sube de la categoría Primera “A” a la “B”.

Enfatiza que, ante el reclamo del citado Club, el Consejo Central, remitió antecedentes
a las Comisiones de Estatutos y Reglamentos, Jurídica y Técnica de la ACF, para
dilucidar su objeción.

Como consecuencia de ello, refiere que, el 2 de agosto de 2013, mediante informe


técnico reglamentario legal 597/2013 de 23 de septiembre del mismo año, de forma
conjunta y uniforme, las Comisiones de Estatutos y Reglamentos, Jurídica y Técnica de
la ACF analizó, interpretó y concluyó que, correspondía el ascenso directo del Sub
Campeón - Club Deportivo Cooper - a la categoría Primera “A”, correspondiendo jugar
el campeonato 2013-2014 con 13 equipos, entendiendo que el décimo tercer equipo que
se sumaba a los otros doce, sería el sub campeón de la Primera “B”, siendo el referido
Club, por mérito deportivo.

Manifiesta que, pese al claro dictamen de las Comisiones y la solicitud del Club
Deportivo Cooper para que se proceda a reconocer su condición de décimo tercer
equipo en integrar la categoría Primera “A” de la ACF, respetando la convocatoria, su
mérito deportivo y los informes favorables -597/2013 de 23 de septiembre-, el Comité
Ejecutivo, omitió hacer cumplir lo resuelto por las nombradas comisiones.

Enfatiza que, el 16 de septiembre de ese año, ante la citada conducta omisiva al amparo
del art. 79 del Código Disciplinario de la ACF, formalizaron demanda contra el Comité
Ejecutivo de la ACF; empero, el Presidente y Secretario General de la ACF (a la vez
del Comité Ejecutivo y del Consejo Central), sin tener competencia ni atribuciones,
amparados en una resolución del Consejo Central, de manera indebida, retuvieron su
demanda, omitiendo su remisión al Tribunal Competente, pese a que la misma se
encuentra dirigida al Tribunal de Disciplina Deportiva de la ACF (Sala Primera).

Finalmente señala que, ante la injustificada retención, el 17 de septiembre de 2013,


solicitaron la inmediata remisión de su demanda, la cual fue reiterada y exigida
mediante memorial de 20 de septiembre de igual año; sin embargo, mediante oficio
ACF 823/2013 de 23 de septiembre, firmado por Presidente y Secretario General de la
Asociación -ahora codemandados-, fueron notificados con la decisión del Consejo
Central de no considerar el informe técnico reglamentario legal 597/2013 de 2 de
agosto, amparados en el art. 85 del Estatuto Orgánico de la Asociación Cruceña de
Futbol ; y, respecto a su demanda refirieron que la misma fue leída en correspondencia
y tal cual establece el art. 35 inc. o) del mismo Estatuto, el Concejo Central resolvió
no dar curso y por consiguiente no remitir la demanda al Tribunal de Disciplina
Deportiva.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La parte accionante denuncia la lesión de sus derechos de la institución a la que


representa, a la defensa, al debido proceso, a la petición y obtención de respuesta formal
y pronta citando al efecto el art. 24, 115.II y 119.II de la Constitución Política del
Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda el amparo y se disponga que las autoridades demandadas remitan su


solicitud al Tribunal de Disciplina Deportiva de la ACF.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Efectuada la audiencia pública el 15 de noviembre de 2013, conforme consta de fs. 203


a 213 vta., en presencia de la parte accionante y demandada se produjeron los siguientes
hechos:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El abogado de la parte accionante, ampliando los fundamentos de su demanda señaló:


a) El llamado a resolver controversias de la naturaleza suscitada, es indudablemente el
Tribunal de Disciplina Deportiva; b) Ingresada la demanda el 16 de septiembre de
2013, incluso con la presencia de un notario, se solicitó la remisión de su demanda ante
el Tribunal de Disciplina Deportiva, precisando que en las oficinas de la ACF el citado
Tribunal, no cuenta con secretaria propia; por tanto, todo memorial y demanda dirigida
a ese Tribunal ingresa por secretaria de la ACF, lo que no supone ninguna atribución
por parte del Presidente o Secretario de la ACF; c) El Tribunal de Disciplina Deportiva,
es la única instancia que puede establecer si acepta o no la demanda, conforme el art. 55
del Estatuto Orgánico de esta Asociación; y, si faltare algún requisito formal devolverá
la demanda para su corrección, como lo establece el Código de Disciplina Deportiva; d)
El art. 35 del Estatuto Orgánico de la ACF, establece, quiénes integran el Consejo
Central, el art. 36 establece cuales son las atribuciones que posee el mismo, que son
aproximadamente veintitrés, entre las cuales no figura la potestad de determinar si una
demanda es o no remitida al Tribunal de Disciplina Deportiva, por lo que excediendo
sus atribuciones de manera arbitraria el Consejo Central, impidió que su demanda pase
al referido Tribunal Disciplinario; e) El Código de Procedimientos Disciplinarios,
indica claramente cuáles son los tribunales competentes, de qué manera se inicia una
denuncia y cuáles son las atribuciones de ése Tribunal; f) “El art. 16 del Código de
Procedimiento Disciplinario” establece que la iniciación del proceso se da por medio de
denuncia o demanda escrita de la parte afectada y “el art. 21” del mismo, hace
referencia a las devoluciones de las demandas y establece que los tribunales podrán
disponer la devolución cuando no se cumplan los requisitos correspondientes; por lo
tanto, si su demanda carecía de algún requisito formal, la única instancia competente
para establecer aquello es el Tribunal de Disciplina Deportiva y nunca el Consejo
Central, porque el estatuto no le reconoce competencia ni atribución para aquello; y, g)
El derecho al debido proceso fue vulnerado en una doble instancia, en primer término
cuando de manera indebida se detuvo la demanda formalizada y en segundo término,
cuando mediante el oficio 0823/2013 se les hizo conocer que no remitirían su demanda
al Tribunal de Disciplina Deportiva, sin ninguna motivación.

En uso de la réplica señaló: 1) Tal cual se establece en su demanda fueron notificados


con el informe técnico que ahora pretende ser desconocido; y, 2) Entre las atribuciones
del Consejo Central, efectivamente una de ellas es solicitar al Tribunal de Disciplina
Deportiva, el inicio del proceso cuando lo considere pertinente, pero también es una
facultad para quien se siente ofendido de poder iniciar y formalizar una demanda.

Concedida la réplica, acotó que la estructura del futbol en Bolivia, está compuesta por
la Federación Boliviana de Futbol (FBF), la Liga Profesional y las asociaciones
representadas por la Asociación Nacional de Futbol, un Código Disciplinario y un
Código de Procedimientos Disciplinarios que rige a todos.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

El abogado de la parte demandada, en audiencia refirió lo siguiente: i) El art. 36 del


Estatuto Orgánico de la ACF, establece que el Consejo Central se reunirá una vez a la
semana a partir de horas 20:00 y estará dirigido por el Presidente de la ACF y en
ausencia de éste por el Primer Vicepresidente o por el Segundo Vicepresidente o por el
Secretario General, haciendo quórum reglamentario con la mitad más uno de sus
miembros; entre sus atribuciones, específicamente el inc. h) señala: conocer, aprobar o
rechazar cuanto asunto sea elevado por escrito a su consideración, pudiendo hacerlo por
votación secreta o nominal; el inc. “o), solicitar al Tribunal de Disciplina Deportiva, el
inicio de procesos a clubes y ligas que no cumplan los estatutos y reglamentos de la
ACF”; ii) “El artículo 85”, especifica que las resoluciones del Comité o Comisiones,
serán elevados al Consejo Superior o Consejo Central para su estudio, aprobación y
vigencia, entonces el informe técnico reglamentario que se presentó ante ese Tribunal
de primera instancia, es nulo de pleno derecho, por cuanto, dicho informe nunca fue
aprobado por el Concejo Central, más aun no entró en vigencia; y, iii) El Club
Deportivo Cooper, el 8 de octubre de 2013, solicitó su inscripción a la categoría
Primera B; el 20 de septiembre del mismo año, de su categoría menores y finalmente
pidió la conformidad de transferencia de Wilber Cuenca integrante del Club Cooper a la
ACF, convalidando su estadía en la categoría Primera B.

I.2.3. Resolución

La Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa


Cruz, constituido en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 15 de noviembre
de 2013, cursante de fs. 213 vta. a 215, por la que concedió la tutela impetrada,
disponiendo la inmediata remisión de la demanda interpuesta por el Club Deportivo
Cooper, ante el “Tribunal de Justicia Deportiva”; y, declaró no haber lugar a las
medidas precautorias solicitadas, habida cuenta que realizando una interpretación
previsora de las consecuencias, la paralización del campeonato Categoría Primera “A” y
suspensión del campeonato de la Primera “B”, causaría perjuicios irreparables a
terceros ajenos a la presente acción, máxime si el Tribunal de garantías carece de
competencia para determinar una decisión de esa naturaleza, correspondiendo resolverla
positiva o negativamente al Tribunal de Disciplina Deportiva que tenga conocimiento
de la demanda, esta decisión fue asumida bajo los siguientes fundamentos: a) No se
advierte vulneración al debido proceso ni a la defensa, considerando que este último
sólo puede ser reclamando por una persona natural o jurídica que este siendo procesada,
lo que no se da en el caso; b) No se lesionó el derecho a la petición, dado que, en forma
lacónica se tuvo una respuesta que no fue satisfactoria; y, c) La jurisprudencia
constitucional, faculta a los tribunales de garantías constitucionales a realizar
interpretaciones extensivas de los fundamentos y pruebas aportadas por la parte
accionante cuando se advierte la notoria vulneración al derecho de acceso a la justicia y
tutela judicial efectiva, y conforme los antecedentes el accionante Club Deportivo
Cooper, presentó una demanda dirigida al Tribunal de Disciplina Deportiva o Tribunal
Disciplinario, la cual debido a que existe sólo una secretaria que recibe toda la
documentación y correspondencia, remitió dicha demanda al Consejo Central,
repartición que utilizando otras facultades que no tiene relación con el caso, no aprobó
ni la demanda ni el informe de las Comisiones, de manera que tampoco la remitió al
destinatario, omisión que implica la vulneración del derecho constitucional de acceso al
justicia y tutela judicial efectiva.

II. CONCLUSIONES

De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se


establece lo siguiente:

II.1. Robert Rojas Capero, en representación legal del Club Deportivo Cooper,
mediante memorial dirigido al “PRESIDENTE Y MIEMBROS DEL
TRIBUNAL DE DISCIPLINA DEPORTIVA DE LA A.C.F.” (sic), solicitó
admitir su demanda formalizada contra del Comité Ejecutivo de la ACF,
pidiendo declare probada la misma, disponiendo que, en cumplimiento del art.
36 del Código Disciplinario adjetivo, el Comité Ejecutivo dé estricto
cumplimiento a su resolución, aplicando el informe técnico reglamentario legal
ACF 597/20013 de 2 de agosto, emitido de manera uniforme y conjunta por la
Comisión Jurídica y la Comisión Técnica de la ACF (fs. 38 a 42 vta.).

II.2. Cursa cargo de recepción de la Asociación Cruceña de Futbol Santa Cruz (ACF)
de 16 de septiembre de 2013 (fs. 33).

II.3. Mediante memorial dirigido al Presidente de la Asociación Cruceña de Futbol,


Robert Rojas Campero, solicitó la remisión de la demanda interpuesta en
representación del Club Deportivo Cooper (fs. 54).

II.4. Por memorial presentado el 20 de septiembre de 2013, expresando que, ante la


injustificada retención de su demanda, y sin que la misma sea remitida a
conocimiento de la Sala Primera del Tribunal de Disciplina Deportiva de la
ACF, exigió su remisión a la instancia señalada, bajo alternativa de plantear
acción de amparo constitucional (fs. 53 y vta.).

II.5. La Asociación Cruceña de Futbol, mediante nota ACF 823/2013 de 23 de


septiembre, dirigida al Presidente del Club Deportivo Cooper, comunicó que:
“…el informe emitido por las comisiones jurídica, Estatutos y Reglamentos,
Comisión Técnica, fue puesto a consideración del Consejo Central de fecha 27
de agosto de 2013, donde se resolvió hacer llegar una copia del mismo a todos
los miembros del Consejo Central para que luego de un análisis se manifiesten
en la siguiente reunión, la misma que se llevó a cabo en fecha 3 de septiembre de
2013. En dicha ocasión, por mayoría del Consejo Central se resolvió no
considerar el Informe Técnico Jurídico y Legal, habiendo determinado dar
cumplimiento al art. 35 del Estatuto Orgánico de la Asociación Cruceña de
Futbol que establece: “ 'Las Resoluciones de los Comités o comisiones serán
elevadas al Consejo Superior o al Consejo Central, para su estudio, aprobación y
vigencia' ” (sic).

Al no haber sido considerado ni aprobado por el Consejo Central éste informe de


interpretación de la Convocatoria de Campeonato elaborado por las respectivas
comisiones.

“Con relación a la demanda de 16 de septiembre de 2013 presentado por el


Club Cooper, la misma fue leída en el Consejo Central de fecha 17 de
septiembre de 2013, en correspondencia y conforme lo establece el art. 35
inc. o) del Estatuto Orgánico de la Asociación Cruceña de Futbol se
resolvió no dale curso y por consiguiente no remitir la demanda al Tribunal
de Justicia Deportiva“(sic) (fs. 34).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

En este estado de cosas, corresponde ahora precisar con claridad el objeto y la causa de
la presente acción; en ese orden, se tiene que el objeto de la activación de este
mecanismo de defensa, es la petición de tutela constitucional para el resguardo del
derecho a la defensa, al debido proceso, a la petición y obtención de respuesta formal y
pronta consagrados por Constitución Política del Estado; asimismo, la causa; es decir,
el acto denunciado como lesivo a los derechos de la parte accionante, constituye la
retención indebida y la negativa ilegitima de remitir la demanda planteada por el Club
Deportivo Cooper al Tribunal de Disciplina Deportiva de la ACF.

En consecuencia, se procederá a analizar si en el presente caso corresponde la


concesión o no de la tutela solicitada.

III.1. La acción de amparo constitucional. Su naturaleza jurídica

La Acción de amparo constitucional se halla instituida por el art. 128 de la Ley


Fundamental, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o
indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos
por la Constitución Política del Estado y la ley.

En ese orden, el art. 129.I de la CPE, enfatiza que ésta acción de tutelar puede
presentarse por la persona: “…que se crea afectada, por otra a su nombre con
poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata…”

Por su parte, precisando lo anterior, el art. 51 del Código Procesal


Constitucional (CPCo), prevé que esta acción tutelar: “…tiene el objeto de
garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las
omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”.

III.2. El derecho al debido proceso

La Constitución Política del Estado en su art. 115.II garantiza el derecho al


debido proceso cuando señala lo siguiente: “El Estado garantiza el derecho al
debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta y oportuna, gratuita,
transparente y sin dilaciones.

La SC 0119/2003-R, de 28 de enero, sobre el derecho al debido proceso señalo


lo siguiente: “…'comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en
las instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda
afectar sus derechos'. (…) Se entiende que el derecho al debido proceso es de
aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o
administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha
previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales…'

Por su parte la SCP 0009/2014 de 3 de enero, reiterando el entendimiento


contenido en la SCP 1913/2012 de 12 de octubre, señaló que: “El debido
proceso es una institución del derecho procesal constitucional que abarca los
presupuestos procesales mínimos a los que debe regirse todo proceso judicial,
administrativo o corporativo, observando todas las formas propias del mismo,
así como los presupuestos normativamente pre-establecidos, para hacer
posible así la materialización de la justicia en igualdad de condiciones.

Con relación a su naturaleza jurídica, la SC 0316/2010-R de 15 de junio,


señaló lo siguiente: 'La Constitución Política del Estado en consideración a la
naturaleza y los elementos constitutivos del debido proceso como instituto
jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales, lo
consagra como un principio, un derecho y una garantía, es decir, la naturaleza
del debido proceso es reconocida por la Constitución en su triple dimensión:
como derecho fundamental de los justiciables, de quien accede reclamando
justicia, la víctima y de quien se defiende el imputado. A la vez es un principio
procesal, que involucra la igualdad de las partes art. 119.I CPE y una garantía
de la administración de justicia, previniendo que los actos del proceso se
ceñirán estrictamente a reglas formales de incuestionable cumplimiento. De
esa triple dimensión, se desprende el debido proceso como derecho
fundamental autónomo y como derecho fundamental indirecto o garantía…'.

Agregando más adelante la mencionada Sentencia Constitucional, establece


que: 'Esa doble naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es
parte inherente de la actividad procesal, tanto judicial como administrativa,
pues nuestra Ley Fundamental instituye al debido proceso como:

1) Derecho fundamental: Como un derecho para proteger al ciudadano en


primer orden de acceso a la justicia oportuna y eficaz, como así de protección
de los posibles abusos de las autoridades originadas no sólo en actuaciones u
omisiones procesales, sino también en las decisiones que adopten a través de
las distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o
administrativas y que afecten derechos fundamentales, constituyéndose en el
instrumento de sujeción de las autoridades a las reglas establecidas por el
ordenamiento jurídico.

2) Garantía jurisdiccional: Asimismo, constituye una garantía al ser un medio


de protección de otros derechos fundamentales que se encuentran contenidos
como elementos del debido proceso como la motivación de las resoluciones, la
defensa, la pertinencia, la congruencia, de recurrir, entre otras, y que se
aplican toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo
las distintas garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas
rectoras a las cuales deben sujetarse las autoridades pero también las partes
intervinientes en el proceso en aplicación y resguardo del principio de
igualdad'.

De lo referido, se infiere que doctrinalmente el debido proceso tiene dos


perspectivas, concibiéndolo como un derecho en sí reconocido a todo ser
humano y como garantía jurisdiccional que tiene la persona para ver
protegidos sus derechos en las instancias administrativas o jurisdiccionales
donde puedan verse involucrados (…) (SC 0299/2011-R de 29 de marzo)'.

La línea jurisprudencial citada precedentemente, estableció que el debido


proceso está reconocida por la Constitución en su triple dimensión: a) como
derecho fundamental de los justiciables, de quien accede reclamando justicia,
la víctima y de quien se defiende el imputado; b) A la vez como un principio
procesal, que involucra la igualdad de las partes; y, c) como una garantía de
la administración de justicia, previniendo que los actos del proceso se ceñirán
estrictamente a reglas formales de incuestionable cumplimiento.

También se llega a determinar conforme a la línea jurisprudencial citada que,


el derecho al debido proceso corresponde ser observado por todas las
autoridades, sean estas judiciales o administrativas y en todas las instancias, a
fin de que las personas asuman una defensa adecuada (…).

La línea jurisprudencial citada estableció, que el derecho al debido proceso es


un derecho fundamental de quien accede reclamando justicia; es decir, de
aquella persona que acude ante los tribunales de justicia mediante una
demanda reclamando que se haga justicia, no sólo de aquella persona que es
justiciable o de una víctima que asume una defensa adecuada” (El resaltado es
nuestro).

En consecuencia el debido proceso constituido en parte inherente de la


actividad procesal, tanto judicial como administrativa, y constituida como un
derecho para proteger al ciudadano en primer orden de acceso a la justicia
oportuna, eficaz y de protección de los posibles abusos de las autoridades,
originadas no sólo en acciones u omisiones procesales, sino también en las
decisiones que adopten a través de las distintas resoluciones dictadas para
dirimir situaciones jurídicas o administrativas y que afecten derechos
fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las
autoridades a las reglas señaladas por el ordenamiento jurídico.
III.3. Del derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia

Una de las razones por las que el hombre acepta vivir en sociedad y otorgar a
un grupo de personas el gobierno común, es el obtener la protección de sus
derechos mediante un adecuado sistema de justicia. Esta función estatal no
puede ser soslayada, y ningún Estado moderno aceptaría renunciar a dicha
obligación.

El acceso a la justicia, es una garantía consagrada por textos normativos


nacionales e internacionales con jerarquía constitucional y las leyes, lo que
implica que todas las personas pueden acceder a la justicia sin limitación
alguna por causa de sexo, nacionalidad, raza, credo o posición económica, etc.

El derecho a la jurisdicción o acceso a la justicia, se encuentra consagrado en el


art. 115.I de la CPE, cuando establece: “Toda persona será protegida oportuna
y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos”, en tal sentido hace ver que el derecho a la jurisdicción o
acceso a la justicia es “el derecho protector de los demás derechos” y, por lo
mismo, es una concreción del Estado Constitucional de Derecho.

En ese entendido, la potestad de impartir justicia, por mandato de la Ley


Fundamental, y desde su propia concepción plural, es la facultad del Estado
Plurinacional de administrar justicia emanada del pueblo boliviano y se
sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica,
publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico,
interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana,
armonía social y respeto a los derechos (art. 178 de la CPE).

En ese orden de cosas, la SCP 1898/2012 de 12 de octubre, refiriéndose a los


elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia cuando señaló lo
siguiente: “En ese orden de ideas, siguiendo la normativa señalada,
corresponde señalar que el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia
-sin pretender agotar todas las perspectivas de este derecho tan ampliamente
concebido y desarrollado- contiene: 1) El acceso propiamente dicho a la
jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de jurisdicciones
reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de
exclusión, limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el
Estado como por los particulares; 2) Lograr un pronunciamiento judicial
proveniente de las autoridades judiciales formales o las autoridades naturales
de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos
establecidos en la norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida
y ejecutada, debido a que si se entiende que se acude a un proceso para que se
reestablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en la medida que el
fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no
estará satisfecho “ (las negrillas son nuestras).

En ese sentido se pronunció la SC 1363/2010-R de 20 de agosto, emitida por el


extinto Tribunal Constitucional, cuando estableció que: “El acceso a la justicia
concebida como '…la potestad, capacidad y facultad que tiene toda persona
para acudir ante la autoridad jurisdiccional competente para demandar que se
preserve o restablezca una situación jurídica perturbada o violada que lesiona
o desconoce sus derechos e intereses (…)”

Consecuentemente “el acceso efectivo a la justicia se puede considerar,


entonces, como el requisito más básico -el derecho humano más fundamental-
en un sistema legal igualitario moderno que pretenda garantizar y no solamente
proclamar los derechos de todos”.

III.4. Análisis del caso en concreto

Conforme se precisó en el párrafo introductorio de los Fundamentos Jurídicos de


la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el accionante alega la
retención indebida y la negativa ilegitima de remitir su demanda planteada en
representación del Club Deportivo Cooper contra el Comité Ejecutivo de la ACF
al Tribunal de Disciplina Deportiva de la ACF; pues, éste Comité hubiera omitió
hacer cumplir lo resuelto por las Comisiones de Estatutos y Reglamentos,
Jurídica y Técnica de la referida Asociación.

En ese contexto, en armonía con lo expuesto en el Fundamento Jurídio III.1 la


acción de amparo constitucional, se encuentra instituida por el art. 128 de la
CPE, como una acción de defensa contra actos u omisiones ilegales o indebidos
de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la
Constitución Política del Estado y la ley.

En ese orden, de acuerdo con lo establecido en las conclusiones II.1. de la


presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la demanda interpuesta por el
Club Deportivo Cooper mediante su representante, se encuentra dirigida al
“PRESIDENTE Y MIEMBROS DEL TRIBUNAL DE DISCIPLINA
DEPORTIVA DE LA ACF” (sic), solicitando declarar probada su demanda; y,
pidiendo se disponga que, en cumplimiento del art. 36 del Código Disciplinario
adjetivo, el Comité Ejecutivo de estricto cumplimiento a su resolución,
aplicando el informe técnico reglamentario legal 597/20013 de 2 de agosto,
emitido de manera uniforme y conjunta por la Comisión Jurídica y la Comisión
Técnica de la ACF; consecuentemente, en previsión al art. 55 del Estatuto
Orgánico de la ACF, debió ser el Tribunal de Justicia Deportiva, quien conozca
y considere la pertinencia o impertinencia de la demanda formulada y no ser
asumida por el Consejo Central, tal cual lo precisó el Tribunal de garantías al
referir que utilizando otras facultades que no tienen relación al caso concreto, no
aprobó ni la demanda, ni el informe de las comisiones, y, tampoco remitió la
solicitud a su destinatario; consecuentemente son actuaciones que constituye
restricción al derecho fundamental de acceso a la justicia, oportuna, eficaz que
sin embargo de no haber sido invocada entre los fundamentos de la acción de
amparo constitucional, dicha la imprecisión no restringe que la jurisdicción
constitucional en busca de la eficacia de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales, conozca y resuelva la problemática objeto de tutela, por ello, en
coherencia con lo expuesto en el Fundamento Jurídico III.3. el acceso a éste
derecho fundamental garantiza la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, constituyéndose en la especie el
Tribunal de Disciplina Deportiva como destinataria de la demanda interpuesta
por el ahora accionante en representación del Club Deportivo Cooper, y sin que
existan para ello, obstáculos, elementos de exclusión o limitación, que dificulten
el ejercicio de dicho derecho, tanto por el Estado como por los particulares;
pues, toda persona tiene la potestad, capacidad y facultad para acudir ante la
autoridad jurisdiccional competente para exigir que se preserve o restablezca una
situación jurídica perturbada o violada que lesiona o desconoce sus derechos e
intereses; máxime si este derecho se encuentra amparado bajo las reglas del
debido proceso que confluye en la búsqueda de la justicia Fundamento Jurídico
III.2) ante posibles abusos, originados no sólo en acciones u omisiones
procesales, sino también en las decisiones que se adopten a través de las distintas
resoluciones, dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y que
afecten derechos fundamentales, por lo que en base a los argumentos expuestos
amerita en consecuencia conceder la tutela solicitada.

Consecuentemente, en virtud de los argumentos expuestos, se evidencia que el Tribunal


de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, ha evaluado en forma correcta los
datos del proceso.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera Especializada; en virtud de


la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR, la Resolución de 15 de noviembre de 2013, cursante de fs. 213 vta. a
215, pronunciada por la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, con los
mismos argumentos esgrimidos en la resolución del Tribunal de garantías.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.


Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA

Fdo. Tata Gualberto Cusi Mamani


MAGISTRADO

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