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I DIPLOMADO EN

TÉCNICAS Y
ESTRATEGIAS DE
APRENDIZAJE

MODULO I
MÓDULO Nº 1

EL APRENDER A APRENDER COMO DESARROLLO POTENCIAL DE APRENDOME

Logro de Aprendizaje: Analiza la función mediadora del docente en el desarrollo potencial de los
aprendizajes de sus alumnos.

PRESENTACIÓN

La Educación, como práctica social, se promueve como compleja y diversa, gracias a las demandas del
contexto socio cultural y a las interpretaciones de la creciente y deslumbrante producción pedagógica que
se ha venido desarrollando en los últimos tiempos. Con la pretensión de cambiar la escuela y el proceso
de enseñanza-aprendizaje, y de reconstruir todas las prácticas pedagógicas, se dibujan de manera sutil,
pero con energía, varias corrientes contemporáneas pedagógicas. Las cuales son consideradas como
"Los campos, corrientes, discursos... que expresan, a nuestro entender, líneas de fuerza en el
pensamiento y/o en la práctica educativa". Las Corrientes Pedagógicas Contemporáneas se caracterizan
por tener una línea del pensamiento e investigación definida sobre la cual se realizan aportes
permanentemente, y que les dan coherencia, solidez y presencia en el tiempo a los discursos que la
constituyen.
En este contexto, la simultaneidad de tareas a la que estamos sometidos los docentes, nos exige dar
respuestas inmediatas. Las ideas y convicciones que conforman el saber pedagógico, no han aparecido
de la nada. Son la síntesis de la formación pedagógica básica, la experiencia acumulada en el trabajo de
aula, en cursos y experiencias de capacitación y también de la propia experiencia como estudiante s.
La formación continua de docentes, busca que los profesionales de la educación no se Conformen sólo
con la incorporación de "nuevos términos", "nuevas didácticas" y nombres de autores a su léxico, sino que
ello incida positivamente en la modificación de concepciones, asignando protagonismo efectivo a los
estudiantes en el proceso de construcción de aprendizajes
El presente módulo contiene el aprender a aprender y el nuevo rol del docente: Por un lado; la función
mediadora del docente se pone de manifiesto cuando el profesor, guiado por su intención, cultura y
sentimientos, organiza situaciones de aprendizaje significativo y les imprime direccionalidad y por otro
lado, en todos los procesos pedagógicos se trabajarán transversalmente los llamados ejes curriculares
para garantizar una formación integradora, enfatizando el aprender a aprender como eje fundamental.

Esperando que el presente módulo sea aprovechado pedagógicamente por los lectores dejo a vuestra
consideración para el análisis correspondiente y los aportes de mejora.
I. EL APRENDER A APRENDER.

Es un concepto que pretende desarrollar las posibilidades de aprendizaje de la persona y trata de


conseguirlo por medio de las destrezas que el o ella posee.

El concepto de “aprender a aprender” es utilizado constantemente y no se ha conceptualizado lo


suficiente, quines lo ocupan tratan que sus alumnos aprendan, a partir de una metodología activa e
investigadora, “formas de hacer y de pensar”.
Algunos dan más importancia a los procedimientos que a los contenidos y se trata de dotar al alumno
de “herramientas para aprender”.
Este hecho no es nuevo ya que Rouseau, en 1762, en su obra “El Emilio” expresa la forma como se
aprende y los informes Plowden (1967) y Gittins (1967).

En la actualidad con más aporte de la psicología cognitiva resulta insuficiente el aprender a aprender
en los términos descritos, ya que contrapone el aprendizaje de procedimientos, que son las formas de
hacer, ocupando los métodos, los procedimientos y las actividades con el aprendizaje de conceptos y
contenidos que son las formas de saber.
Enfoques diferentes y hasta contradictorios los encontramos en los trabajos de Nisbet (1987), en su
obra Estrategias de aprendizaje y Novak (1988) en su publicación Aprendiendo a aprender
(Barcelona, Martínez Roca).

El concepto surge en el siglo XVI, en el marco de la Ratio Studiorum (1599) jesuítica. Se considera
que aprender a aprender, consiste en manejar “trucos o artificios para aprender contenidos, que en la
actualidad se denominarían técnicas de estudio. Posteriormente, dicho concepto se relee de nuevo en
el marco de la Escuela Activa (1889) y se entiende por aprender a aprender, el aprendizaje de formas
de hacer, concepto que de hecho sigue vigente.

El concepto aprender a aprender posee diversos sentidos que se aplican según las escuelas, como
por ejemplo.

Aprender a aprender en el marco de la Escuela Tradicional: Los elementos fundamentales del


currículum en la escuela siempre han sido los mismos: capacidades y valores, contenidos y métodos /
procedimientos. La diferencia entre unos modelos y otros es su articulación interna.

Aprender a aprender en el marco de la Escuela Clásica hace referencia a los métodos /


actividades para aprender contenidos, entendidos como formas de saber.
El currículum explícito son los contenidos y los métodos / actividades, mientras que las capacidades y
los valores forman el currículum oculto.
Aprender a aprender en la Escuela Activa: El gran cambio radica en que se realizan actividades
para aprender métodos, entendidos como formas de hacer y para ello utilizan algunos contenidos. De
hecho los métodos actúan como fines y objetivos.

El currículum explícito, está constituido por los métodos / actividades con algunos contenidos. El
currículum oculto, está formado por las capacidades, los valores y gran parte de los contenidos. En
este contexto el aprender a aprender se reduce a aprender formas de hacer o a aprender haciendo
(Dewey)

Visto lo anterior aprender a aprender implica:


 El uso adecuado de estrategias cognitivas que utiliza un sujeto para aprender.
 El uso adecuado de estrategias metacognitiva y está orientada a “pensar sobre el propio
pensamiento”, al darse cuenta de los propios procesos del pensar y aprender. , implica la
posibilidad de conocerlos para mejorarlos.
 El uso adecuado de modelos conceptuales que permiten desarrollar en el aprendiz capacidades, y
una arquitectura mental para almacenar y utilizar adecuadamente lo aprendido.

2. El aprender a aprender y el nuevo rol del docente

¿Cuál es el rol que desempeña Ud. en la escuela? Escriba un listado de


acciones que realiza en el ejercicio de su profesión
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2.1. Nuevo rol del docente
En la actualidad el docente debe asumir con mayor énfasis
las funciones de orientación a los estudiantes, no sólo en
relación con el aprendizaje de los conocimientos académicos
y del saber hacer, sino también en relación con la formación
en valores humanos y la convivencia social, demostrando en
la práctica una preparación sólida en estos campos para que
las alumnas y alumnos tengan de él una imagen de persona que es confiable.

Un término muy usado en estos días es el de “docente mediador”. En efecto, el profesor que ha
suprimido el "dictado" y la "charla" como recursos de enseñanza, asume hoy un papel diferente.

Esa decisión supone reconocer que los estudiantes son los que van a construir su saber y, por
tanto, siguiendo las reflexiones de Vigotsky, el docente se constituye en un agente que "interviene"
en ese proceso organizándolo, brindando recursos e Instrumentos de pensamiento". De esa
manera, "media", es decir, Interviene sin imponer".

Otro término más usado aún, es el de "facilitador” en cuanto al papel que debe desempeñar el
docente en relación con los aprendizajes de sus alumnos y alumnas. Es un término que representa
buena parte del renovado espíritu que debe caracterizar dicha relación.

Se desecha así la lógica tradicional de "transmitir” el conocimiento y se adopta un papel que busca
“animar”, "promover'” y “facilitar” el proceso de aprendizaje de los propios estudiantes.

Sin embargo, es necesario hacer la distinción entre el concepto de "facilitador” y el de


"simplificador”, que reduce el trabajo del docente a la práctica equivocada de proveer todos los
elementos para que la información o el nuevo saber quede expuesto totalmente, sin necesidad de
ningún esfuerzo por parte de los alumnos y alumnas, quienes siguen como sujetos pasivos frente a
la "exposición" o "demostración" de conocimientos que hace el profesor y no tienen la oportunidad
de "conectar" lo que ya saben (sus saberes previos) con el aprendizaje que se quiere producir.

Lo expuesto líneas arriba nos permite señalar las siguientes reflexiones:

a) El profesor explicador no tiene futuro.


La Escuela Clásica está centrada en contenidos y realiza actividades para aprender contenidos,
sobre todo para los alumnos capaces de aprender, jubilando “anticipadamente a los incapaces"
y que no poseen capacidades para aprender. La tendencia a prolongar la escolaridad obligatoria
(unos diez años) y el acceso de las clases populares a la escuela, con expectativas e intereses
diferentes, ha hecho que este modelo esté en quiebra. Muchos alumnos cada vez aprenden
menos y molestan más. Por otro lado los contenidos a aprender cada vez son más y estamos
asistiendo a una cultura acumulativa, que resulta cada vez más difícil de manejar y de
almacenar en al mente del aprendiz.
b) El profesor animador socio-cultural tampoco tiene futuro.
La Escuela Activa se centra en actividades (de ordinario muchas) para aprender métodos o
formas de hacer con algunos contenidos (con frecuencia pocos). La actividad (de ordinario
entretenida) suele ser el centro del aula y las dinámicas de grupo el motor del aprendizaje.
Trabajo en gran grupo o grupo pequeño,... para “investigar”. Este modelo de escuela se basa en
la acción (muchas veces, externa y no mental) y el profesor reduce su función a la “mera
animación socio – cultural”, creando dinámicas de grupos interesantes, activas y de “búsqueda
de información”. Al respecto citamos la reflexión siguiente: “El activismo corresponde a una de
las etapas primigenias del ser humano en su estado de homo saber”.

Es evidente que este planteamiento es más socializador que la Escuela Clásica, que se
aprenden formas de hacer, pero en una sociedad competitiva el nivel de contenidos se reduce
substancialmente. Las formas de hacer prevalecen sobre las formas de saber, la acción sobre la
reflexión, el trabajo en equipo sobre el trabajo individual. El desarrollo de capacidades suele ser
intuitivo y con sentido común profesional de los profesores (que por cierto suele ser alto), pero
está claro que este modelo también es insuficiente en la actualidad y está agotado.

Por otro lado el profesor explicador de la Escuela Clásica y el profesor animador socio – cultural
de la Escuela Activa se suelen llevar como “el perro y el gato” a nivel profesional, con velados (a
veces no tanto) reproches como éstos: mis alumnos aprenden y los tuyos no,... Está claro que el
modelo profesional de la Escuela Clásica no tiene futuro y el de la Escuela Activa tampoco.
Emergen, en la actualidad (aunque muy lentamente), nuevos modelos de profesores como
mediadores del aprendizaje y de la cultura social e institucional y arquitectos del conocimiento
(mediadores del conocimiento).

Actividad 1:

Elabore un comentario sobre la función mediador afectivo y cognitivo del docente:


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2.2. El profesor como mediador del aprendizaje
La mediación en el aprendizaje sólo es posible cuando está claro ¿cómo aprende el que aprende?
y ello supone identificar con qué capacidades, destrezas y habilidades aprende un aprendiz en una
situación determinada. Para ello, se deben identificar previamente estos procesos cognitivos, para
tratar posteriormente de desarrollarlos. Está claro que los aprendices aprenden con unas 30 – 40
capacidades y una centena de destrezas (capacidades pequeñas) y el profesor mediante
contenidos y métodos / procedimientos trata de desarrollarlas. Desde esta perspectiva las
capacidades y las destrezas actúan como fines y objetivos. Hablamos, por tanto de objetivos
cognitivos por capacidades y objetivos cognitivos por destrezas.

El profesor como mediador del aprendizaje elige y selecciona los contenidos (formas de saber) y los
métodos (formas de hacer) más adecuados para tratar de desarrollar las capacidades previstas.
Desde esta perspectiva el profesor de Matemáticas como mediador del aprendizaje debe saber que
un aprendiz en esta asignatura aprende, sobre todo, con dos capacidades básicas que son
razonamiento lógico y orientación espacial y con, entre otras, estas destrezas, calcular, operar,
representar, inducir, comparar, medir, elaboración de planos, codificar / decodificar, clasificar,... y
estas capacidades y destrezas actúan como objetivos compartidos con los aprendices. Una vez
identificados estos objetivos el profesor selecciona contenidos (números, operaciones, medidas,
geometría,...) y los orienta a la consecución de los mismos. Y aquí la metodología mediacional es
importante: el profesor como mediador del aprendizaje debe saber administrar sus silencios y callar
“a tiempo y a destiempo”. Este tipo de procesos mentales, suponen una intensa actividad por parte
del aprendiz, pero las tareas deben estar muy bien seleccionadas y definidas. El profesor como
mediador debe definir la acción mental y orientarla, pero no interrumpirla o diluirla, pues no se
interioriza ni se desarrolla.

El aprendizaje por repetición excesiva genera contraaprendizaje y dificulta la interiorización de


procesos. Pero, por otro lado, es muy importante la mediación entre iguales o el aprendizaje
cooperativo y mediado entre iguales en tareas bien definidas en las cuales existen procesos
mentales claros. La solución individual y grupal deben ser equilibradas en un marco de trabajo
individual y de grupo. El profesor en este caso deja a sus alumnos “pensar en voz alta” de una
manera espontánea y de este modo se dará cuenta de cómo aprende el aprendiz que aprende y
cuáles son los bloqueos en el aprendizaje en el aprendiz que no aprende. Así identifica las
estrategias cognitivas de aprendizaje del aprendiz y también sus estrategias metacognitivas.
Conviene recordar que sólo se puede mejorar el aprendizaje cuando piensa un aprendiz sobre su
propio aprendizaje.
2.3. El profesor como mediador de la cultura social e institucional
La cultura social e institucional se compone de capacidades y valores, contenidos y métodos, y la
metodología mediacional implica la organización institucional de contenidos y métodos /
procedimientos orientados al desarrollo de procesos cognitivos y afectivos. Pero conviene recordar
que la escuela sirve para desarrollar personas, ciudadanos y profesionales capaces de vivir y
convivir como personas, ciudadanos y profesionales. Y una persona, un ciudadano y un profesional
“utilizan y viven” de un determinado número de capacidades y valores.

Lo que suele quedar después de finalizada la escolarización es nivel real de desarrollo de


determinadas capacidades – destrezas y determinados valores – actitudes. En Matemáticas las
destrezas que suelen permanecer son las de calcular, operar, inducir, representar,... en cambio
suele ser muy fácil de olvidar “la raíz cuadrada y las educaciones de segundo grado”.

La cultura social aparece recogida en los Programas Oficiales y la cultura institucional en el


Proyecto Educativo Institucional: en ellos existe un estilo de persona y de ciudadano a desarrollar
con determinadas capacidades y valores. Por ello afirmamos que profesores e instituciones son
mediadores de la cultura social y de la cultura institucional. Esta mediación pasa, primero, por una
adecuada identificación de capacidades y de valores, para posteriormente tratar de desarrollarlos.
Para ello se dispone, entre otras cosas, del currículum, que en la práctica, si se estructura
adecuadamente, constituye un “programa de intervención para el desarrollo de procesos cognitivos
y afectivos” a largo plazo (la escolaridad y la postescolaridad).

2.4. El profesor como arquitecto del conocimiento (mediador del conocimiento)


La arquitectura del conocimiento facilita el aprendizaje de los contenidos (formas de saber), al tratar
de almacenarlos en la mente – memoria del aprendiz, para que estén disponibles cuando se
necesitan. Y ello pasa por ser respetuosos con los procesos de aprendizaje del aprendiz: percibir –
representar – conceptualizar (inducción) o a la inversa (deducción).

El profesor como arquitecto del conocimiento debe generar secuencias inductivas, partiendo de la
experiencia de los aprendices, o deductivas al partir de los conceptos para tratar de llegar a los
hechos y explicar éstos. O lo que es mejor aplicar, al menos de una manera aproximada en las
aulas, la metodología científica: inductiva – deductiva.

Además se deben tener en cuenta los conceptos previos de los aprendices, para situar y ubicar lo
nuevo que se aprende en lo que ya se sabe. Conviene recordar que aprender es modificar los
conceptos previos y, cuando lo que se aprende no se sitúa en lo que se sabe, se rechaza sin más o
se aprende de memoria.
2.5. Acciones de Mediación del Docente para mejorar la Actuación de los Alumnos.
La intervención pedagógica del docente esta orientada a desarrollar un conjunto de capacidades en
los alumnos; algunas acciones que pueden ayudar en este proceso son:

a) Seleccionar y organizar contenidos pertinentes. Todo docente debe gestionar a construir un


sólido conocimiento enriquecido por el conocimiento cotidiano, el conocimiento escolar y el
conocimiento científico.
b) Preparar materiales idóneos tanto de enseñanza como de aprendizaje, es decir materiales
potencialmente significativos. Un material no tiene que consistir en una lista de definiciones,
ejercicios y problemas confusos o contradictorios, poco estructurados, ni tampoco constituir un
material concreto que se elabora o maneja sin objetivos y actividades que viabilicen el
establecimiento sistemático de significados y sentido a lo que se hace. Los materiales deben ser
instrumentos de una sesión de aprendizaje con organización y coherencia interna.
c) Determinar e interactuar con los conocimientos previos, los cuales no necesariamente
constituyen obstáculos a la construcción de nuevos contenidos. Esto significa tratar de
determinar ideas dispersas o quizá hasta esquemas dotados de múltiples relaciones, 0 partir de
los cuales podemos revisar, afirmar o modificar vínculos y esquemas.
d) Establecer marcos conceptuales u otros referentes para la asimilación. Hay organizadores
previos como materiales introductorios, genéricos e incluyentes que pueden servir de puentes
entre lo que el adolescente ya conoce y lo que él necesita conocer. Esto es particularmente
recomendable al iniciar una unidad didáctica.
e) Establecer formas variadas y oportunas de trabajo de tal forma que se estimule la interacción
alumno-alumno, alumno-docente, alumno-padres
f) Plantear situaciones, problemas, ejercicios, juegos o en general temas a explorar, precisando
sus objetivos. Las capacidades para el conocimiento y la intervención en la realidad están
ligadas a estrategias de planificación de la actividad, y es bueno que estas se den en el marco
del aprender a aprender (y, por cierto, también del aprender a desaprender).
g) Diversificar situaciones, retarlos, siempre buscando profundizar y ampliar el despliegue de
capacidades- El hecho de promover conflictos cognitivos, desequilibrios en sus esquemas
mediante actividades diseñadas que generalmente serán de observación, exploración y
ejemplificación luego deben dar curso a nuevos equilibrios con ayuda pedagógica del profesor.
h) Incentivarlos y ayudarlos a reflexionar, a identificar aspectos sustanciales, a establecer todas las
relaciones válidas posibles. Desarrollar inteligencia es también maximizar el establecimiento de
tales relaciones y jerarquizarlas. Los mapas conceptuales y los diagramas heurísticos son
técnicas surgidas en el marco de la teoría del aprendizaje significativo y deben ser ampliamente
promovidos.
Ser, conocer, hacer,
convivir
i) Ser un investigador permanente de su práctica pedagógica
cuestionado en forma permanente su trabajo con la finalidad de
superar las dificultades e implementar estrategias innovadoras
que favorezcan el desarrollo de capacidades.

Actividad 2:

Elabora un mapa mental sobre las acciones de mediación del docente:

AUTOEVALUACIÓN:
Estimado participante, te invitamos a realizar tu auto evaluación considerando los aspectos
indicados en la siguiente tabla.
MB B R D MD
Nivel de comprensión
Interés por la lectura
Responsabilidad en el
cumplimiento de las tareas

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:
DIEZ LOPEZ, E. y ROMAN PEREZ, M. (1992): Modificabilidad de la inteligencia y educabilidad
cognitiva. En: Inteligencia y Cognición. (Homenaje al Profesor Yela). Madrid. Ed. Complutense. Pp.
547 – 567.

ROMAN PEREZ, M. y DIEZ LOPEZ, E. (1988): Inteligencia y potencial de aprendizaje: Evaluación y


desarrollo. Madrid. Cincel (Ediciones Pedagógicas).

ROMAN PEREZ, M. y DIEZ LOPEZ, E. (1994a): Currículo y enseñanza. Una didáctica centrada en
procesos. Madrid. Eos.

ROMAN PEREZ, M y DIEZ LOPEZ, E. (1994 b): Currículo y programación. Diseños curriculares de
Aula. Madrid. Eos. (Segunda edición, 1999).

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