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3.

SÍNDROME DE RUMIACIÓN

El síndrome de Rumiación se define según los actuales criterios de Roma


IV como un trastorno gastrointestinal funcional poco común, definido
como regurgitación repetida o expulsión de alimento parcialmente
reconocible que empieza poco después de la ingestión de comida

I. EPIDEMIOLOGÍA

Su prevalencia es desconocida. Antiguamente, se creía que era más


frecuente en pacientes con algún tipo de déficit intelectual, si bien,
actualmente, se sabe que puede ocurrir en pacientes de cualquier
condición. Ocurre a cualquier edad, siendo los adolescentes y mujeres,
los grupos de mayor riesgo. Su prevalencia es desconocida, ya que, a
menudo, la rumiación ocurre en secreto, sin que los propios padres sean
conscientes del problema y, por tanto, no se consulte al médico.

El síndrome de rumiación se ha asociado con ansiedad, depresión,


trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de estrés postraumático,
trastorno de adaptación, trastorno por déficit de atención e hiperactividad
y estreñimiento por un trastorno de evacuación rectal. Si bien algunos
estudios han sugerido que el síndrome de rumiación ocurre
predominantemente entre niños y adultos con retraso en el desarrollo,
esto no ha sido confirmado por otros estudios.

II. FISIOPATOLOGÍA

La rumia se debe a varios factores etiopatogénicos. Por un lado, se


produce un aumento de la presión intragástrica debido a la contracción,
voluntaria pero inadvertida por parte del paciente, de los músculos
abdominales e intercostales, asociada a la apertura simultánea del
esfínter esofágico inferior. Al mismo tiempo, parece ser que se produce
un desplazamiento de la unión gastroesofágica hacia el tórax, siendo todo
ello lo que favorecería el retorno del contenido gástrico hacia el esófago.
Los mecanismos fisiopatológicos implicados persisten sin estar bien
definidos. Pese a ello, la mayoría de los estudios sugieren que se trata de
una adaptación del reflejo del eructo. Una de las hipótesis más
establecidas propone que se trata de una relajación simultánea del
esfínter esofágico inferior durante los episodios de aumento de la presión
intraabdominal. Una segunda hipótesis, es que se trata de una relajación
adquirida y voluntaria del músculo diafragmático que permite que la
presión gástrica, normalmente elevada en el periodo postprandial, supere
la resistencia al flujo retrógrado que opone el esfínter esofágico inferior.

III. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS

Debe cumplir todo lo siguiente por lo menos durante dos meses previos al
diagnóstico:
1. Regurgitación repetida y remasticación o expulsión de comida que:
a) Empieza pronto tras la ingesta de comida.
b) No ocurre durante el sueño.
2. No precedida de náuseas.
3. Después de una evaluación médica apropiada, los síntomas no
pueden atribuirse a otra condición.

El medico debe descratar primero causas físicas, como hernia hiatal,


estensosis pilórica y anomalías del aparato digestivo que están
presentes al nacer (congénitas).

IV. EVALUACIÓN CLÍNICA

Es característico su inicio a los pocos minutos de comenzar la ingesta,


cosa que no sucede en otras entidades. La rumiacion se inicia a los 15
minutos después de haber comido y puede alargarse hasta una hora.
Según el paciente, el alimetno puede volver a la boca varias veces. La
rumiacion cesa cuando el alimento regurgitados se vuelve aido.

Los niños con trastorno de Rumiacion se muestran generalmente


irritables y hambrientos entre los episodios de regurgitación. Auqnue el
niño parece estar hambriento e ingiere grandes cantidades de alimento,
puede tener malnutrición porque la regurgitación se presenta
inmediatamente después de ingerir los alimentos. Puede haber perdida
de peso, poca talla.

Los niños afectados con este trastorno asumen una postura


característica, estirando y arqueando la espalda con la cabeza colgando
hacia atrás, producen movimientos de succion con la lengua y dan la
impresión de experimentar satisfacción con tal actividad.

Puede asociar dolor abdominal, eructos, náuseas, acidez y otros síntomas


somáticos, como dolor de cabeza, debilidad y trastornos del sueño. A
menudo existe un evento desencadenante del inicio de los síntomas:
infecciones intercurrentes, evento psicosocial traumático, etc. Posible
comorbilidad psiquiátrica.

V. TRATAMIENTO

Se usan estrategias multidisciplinarias exitosas para el manejo de


trastornos de hábitos aprendidos. Se pueden utilizar técnicas de
biofeedback: hacer al paciente consciente del problema para evitar la
rumiacion de forma voluntaria. En los niños pequeños se deben realizar
refuerzo positivo de las conductas alimentarias correctas.

VI. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL


 Acalasia : algunos pacientes con acalasia y mala acomodación
gástrica tienen regurgitación posprandial. Sin embargo, el síntoma
predominante en pacientes con acalasia es la disfagia, que no es una
característica del síndrome de rumiación. La acalasia se puede
distinguir del síndrome de rumiación por manometría esofágica.
 Enfermedad por reflujo gastroesofágico : la regurgitación en el
síndrome de rumiación carece de un sabor ácido, amargo o ácido en
pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). A
diferencia de la ERGE, los episodios del síndrome de rumiación no son
nocturnos. Los medicamentos que suprimen la producción de ácido
gástrico, como los inhibidores de la bomba de protones,
generalmente no mejoran los síntomas en pacientes con síndrome de
rumia. La ERGE se puede distinguir del síndrome de rumiación por la
manometría de pH de impedancia al detectar el esfuerzo gástrico que
precede o durante los eventos de reflujo que se extienden al esófago
proximal.

4. AEROFAGIA

La aerofagia es un fenómeno fisiológico producido por la ingesta excesiva


de aire en el tracto digestivo, especialmente durante las comidas. El término
significa literalmente «comer del aire”. Se trata de un trastorno digestivo
menor, pero que implica molestias. La aerofagia es un problema de salud
que ocurre cuando una persona traga mucho aire que llega al estómago.
Causa distensión abdominal y frecuentes eructos y puede causar dolor.

La aerofagia se puede agravar en presencia de otras patologías, como la


dispepsia, o de hinchazón abdominal. En niños, la aerofagia es
relativamente común y se ha relacionado con el cólico del lactante.

La aerofagia se detecta en algunos casos de bebés que padecen el


denominado cólico del lactante, un trastorno que aparece durante el primer
trimestre de vida y que, a veces, conlleva una marcada distensión
abdominal en el niño. Es típica la presencia de llanto incesante,
habitualmente tras las tomas y sobre todo por las tardes y las noches,
acompañado de encogimiento de piernas y enrojecimiento de la cara y el
cuerpo.

I. EPIDEMIOLOGÍA

Su prevalencia es del 4,2% usando criterios Roma III. Es más frecuente en


pacientes con problemas neurocognitivos. Entre un 10% y un 20% de la
población experimenta con alguna frecuencia molestias asociadas a la
acumulación de gases intestinales. Los niños pequeños, en especial los
lactantes, tienen una marcada tendencia a acumular gases y a
experimentar molestias de grado diverso, debido a la limitada
funcionalidad de su aparato digestivo – especialmente, el intestino
delgado –. La aerofagia en bebés suele ser una consulta bastante
frecuente entre las madres que acuden al pediatra. De hecho, más del
30% de los menores de un año la padece.
La aerofagia se detecta en algunos casos de bebés que padecen el
denominado cólico del lactante, un trastorno que aparece durante el
primer trimestre de vida y que, a veces, conlleva una marcada distensión
abdominal en el niño. Es típica la presencia de llanto incesante,
habitualmente tras las tomas y sobre todo por las tardes y las noches,
acompañado de encogimiento de piernas y enrojecimiento de la cara y el
cuerpo.

II. ETIOLOGÍA

Con cada deglución de alimentos o de saliva se introducen varios


mililitros de aire en la cavidad gástrica; una parte se expulsa al exterior
por la boca en forma de eructos y otra por el ano, una vez atravesado el
intestino. El aumento en la deglución de aire puede deberse a varias
causas: al consumo de alimentos con elevado contenido gaseoso (tabla I)
o de bebidas carbónicas, al aumento de la producción de saliva por
masticar chicle o caramelos, por alteraciones dentales u
otorrrinolaringológicas, estados de ansiedad, depresión u otros.

III. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS


Debe cumplir todo lo siguiente por lo menos durante dos meses previos al
diagnóstico:

1. Excesiva deglución de aire.

2. Distensión abdominal por aire intraluminal, que aumenta durante el


día.

3. Eructos repetitivos o aumento de la flatulencia.

4. Después de una evaluación médica apropiada, los síntomas no


pueden atribuirse a otra condición.
IV. EVALUACIÓN CLINICA
Abdomen hinchado. Es normal que el exceso de aire provoque que
el abdomen esté hinchado. Esto puede confundirse con otros
síntomas y la razón es por la presión de los gases que solemos tener.
Dolor abdominal. Es normal notar dolor y punzadas también en el
pecho. Algunas personas suelen asustarse por ello. Ante cualquier
dolor, de todas formas, lo mejor es ir al médico.
Ruidos intestinales o gases. Hay diversas afecciones incómodas
que producen los diversos síntomas de la aerofagia. Es el caso de los
gases que además dan lugar a ruidos en el intestino.
Eructos y flatulencias. Otra de las incomodidades de este problema
es que se producen eructos y flatulencias, aunque sin olor.
Sensación de pesadez bajo del esternón. Es otro de los síntomas
comunes de la aerofagia.

V. TRATAMIENTO
Terapia conductual, psicoterapia y benzodiacepinas.
Evitar bebidas gaseosas, chicles, caramelos o gominolas junto con
degluciones lentas y de pequeñas cantidades de alimento puede ser útil
dentro del tratamiento. Dentreo del tratamiento farmacológico, el
baclofneo (agonista de los receptores B del GABA) produce una
disminución de la frecuencia de apertura de EEI junto con disminución de
la tasa de degluciones mediante un efecto central y podría ser útil.

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