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CAPITULO

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APATÍA Y DEPRESIÓN

La apatía es la creencia, "No puedo". Es la sensación de que no podemos hacer


nada acerca de nuestra situación y nadie nos puede ayudar. Es la desesperanza y la
impotencia. Se asocia con pensamientos tales como: "¿A quién le importa?"; "¿De
qué sirve?"; "Es aburrido"; "¿Por qué molestarse?", "No puedo ganar de ningún
modo”. Este es el papel exhibido por Eeyore, el taciturno personaje de "Winnie the
Pooh" que en los dibujos animados dice: "Oh, bueno. No haremos nada bien de
todas formas". Desaliento. Derrota. Imposible. Demasiado duro. Solo. Darse por
vencido. Aislado. Separado. Retirado. Cortado. Desolado. Deprimido. Empobrecido.
Frustrante. Pesimista. Descuidado. Sin sentido del humor. Vacío. Absurdo. Ocioso.
Desamparados. Fracasado. Demasiado cansado. Desesperado. Confuso.
Olvidadizo. Fatalista. Demasiado tarde. Demasiado viejo. Demasiado joven.
Mecánico. Condenado. Negativo. Triste. Inútil. Perdido. Sin sentido. Deprimente.
Indiferente.
El propósito biológico de la apatía es el de pedir ayuda, pero parte de la
sensación es que no es posible ninguna ayuda. Gran parte de la población mundial
está funcionando en el nivel de la apatía. Para ellos, no hay ninguna esperanza de
ser capaces de satisfacer sus necesidades básicas, ni de que llegue ayuda de
cualquier otra parte.
La personalidad media suele ser apática en varias áreas de la vida, pero sólo
periódicamente se enfrenta abrumadoramente a la apatía como situación de toda su
vida. La apatía indica una falta de energía vital y está cercana a la muerte. Esto se
observó durante el bombardeo de Londres en la Segunda Guerra Mundial. Los niños
fueron trasladados a guarderías remotas en zonas seguras de Inglaterra, donde sus
necesidades físicas, nutricionales y médicas fueron también atendidas. Sin embargo,
los niños desarrollaron apatía y comenzaron a empeorar; perdieron el apetito y la
tasa de mortalidad fue alta. Se descubrió que la apatía era el resultado de la falta de
cariño y cercanía emocional con una figura maternal. Era un estado emocional, no
físico. Sin amor y afecto perdieron la voluntad de vivir.
En nuestro país, vemos áreas económicamente deprimidas donde toda una
población se vuelve apática. Cuando las personas de estas zonas aparecen en las
noticias de la televisión, a menudo lo hacen con comentarios tales como: "Cuando el
cheque de la asistencia social se agote, supongo que enfrentaremos el hambre, no
hay esperanza para nosotros."
Los sentimientos de apatía en relación a la técnica del dejar ir pueden
aparecer como resistencias. Estas pueden tomar la forma de actitudes y
pensamientos tales como: "No va a funcionar de todos modos", "¿Cuál es la
diferencia?", "No estoy preparado todavía para esto", "No puedo sentirlo", "Estoy
demasiado ocupado", "estoy cansado de dejar ir”; "estoy demasiado abrumado", "me
olvidé", "estoy demasiado desesperado"; "Estoy demasiado dormido". La manera de
salir de la apatía es recordarnos a nosotros mismos nuestra intención, que es la de
conseguir ser más y más libres, para ser más eficaces y felices, y dejar la resistencia
a la técnica.

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