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La docencia para la creación artística. Una visión a través del Grabado.

Concha Sáez del Álamo

3.1.2.- Métodos de estimulación del pensamiento.

La Lista de Roukes

Además de tratar el aspecto de la elección de un tema, su importancia y


consecuencias creativas, es muy interesante conocer algún método que haga
posible que una misma idea nos aporte otras visiones y significados posibles,
de manera que la podamos mantener durante un tiempo prolongado con la
tensión creativa suficiente como para poder elaborar diversas obras sin que se
nos agoten aparentemente las propiedades semánticas y metafóricas del
asunto elegido, sin que se nos bloquee el pensamiento y la capacidad
imaginativa y se comiencen a realizar imágenes reiterativas y sin interés, ante
lo que el estudiante desmotivado tiene la tendencia de cambiar de asunto con
excesiva rapidez y con escasa profundización.

Se trata de métodos de estimulación que resultan muy eficaces una vez


que el estudiante ha iniciado la elaboración de un determinado planteamiento.
Por esta razón están también muy vinculados al apartado de los elementos de
construcción que desarrollaremos a continuación, ya que estos métodos
estimulan también la experimentación gráfica aplicada a lo que está en proceso
de elaboración. Aumentan nuestra visión sobre el tratamiento, nuestra
capacidad de tratar el tema y el lenguaje desde otros puntos de vista, abriendo
el campo de actuación y de reflexión, potenciando unos significados u otros y
constituyen un eficaz instrumento de análisis para el individuo durante el
proceso creativo.

El método que consideramos más eficaz y viable para ser aplicado a


nivel individual es el de N. Roukes, con su famosa lista de verbos que expresan
ideas de cambio. Otros métodos como el “embalse de ideas” o la “tormenta de
ideas” requieren una estructuración de grupos de varias personas y una
metodología más sofisticada para su plena eficacia.

Todos estos métodos provienen del campo del diseño gráfico, donde
habitualmente el creador se enfrenta a tener que buscar varias opciones,
significados y soluciones gráficas para un mismo tema o finalidad, donde luego
el cliente selecciona el proyecto que considera más idóneo o eficaz para su
producto. Su escasa difusión en el campo tradicional de las artes visuales yo
creo que viene dada por la falsa creencia de que el artista es un ser
eminentemente “inspirado”, que no necesita estimulaciones metodológicas
porque es capaz de encontrar soluciones y salidas por obra y gracia de su
genialidad, cualidad que algunos hasta consideran innata y por encima de
cualquier proceso de aprendizaje y superación. Esta simplificación hace que
habitualmente en nuestro campo nos encontremos a merced de una intuición y
perspicacia mal preparada o poco entrenada o de limitado desarrollo, que con
el paso de los años se puede o no ir enriqueciendo, dependiendo de la
conciencia que se tenga de esta situación.

La Lista de Roukes plantea operaciones que podemos realizar con las


ideas a través de un listado de verbos que expresan acciones con idea de
cambio, facilitando el que se pueda deducir o descubrir algo que, si no es
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nuevo en términos objetivos, sí es al menos infrecuente para el individuo que


experimenta.

No son sino operaciones con las ideas que instintiva-intuitivamente


algunas de ellas solemos aplicar en nuestra actividad, pero Roukes las
sistematiza y las convierte en un accesible listado auxiliar, que cada uno en
particular puede ampliar incluso, y que con el uso y la consulta habitual,
convierte nuestra intuición en conocimiento comprendido, en operaciones con
sentido, facilita el esfuerzo reflexivo y las deducciones y asociaciones se van
convirtiendo en rápidas y automáticas, en actos reflejos, como el acto de pisar
el embrague y cambiar de marcha al mismo tiempo, sin ser conscientes de ello
pero conociendo su relación y su lógica.

La lista de Roukes facilita el que podamos agrandar las concepciones


humanas comunes u obvias de las cosas, de las situaciones, de los temas, de
las representaciones. Su mecanismo favorece y estimula la auténtica
observación, esa contemplación gratuita que hace que nos sumamos en un
interés profundo por observar el juego de sombras en un pavimento o la forma
de nuestro teléfono. Nos induce a orientar la atención hacia unas cualidades de
forma o unos aspectos de contenido que no son habituales, sino producto de
una actitud mental. Aspectos que antes pasaban inadvertidos resultan
sorprendentes al volver a examinarlos porque la nueva visión resulta extraña e
insólita, y por tanto, atractiva.

De este modo podemos lograr a través de este método que una imagen
familiar o un conjunto de imágenes conocidas tras su ejecución, resurjan como
algo nuevo, conteniendo nueva significación para otros desenlaces de obras.
En esa nueva visión, en ese momento, el artista se vuelve capaz de auténtica
observación y reflexión, ya que, al estimular el interés mediante lo inusitado de
la nueva visión, las imágenes se tornan más capaces de efecto. Encontrar el
modo de llevarlo a cabo, de trasmitir y reflejar la nueva visión a través de las
cualidades formales necesarias, se convierte en el desafío posterior y la acción
creativa se alimenta con un propósito claro.

El artista orienta la atención de la imagen, le marca nuevas directrices y


enfatiza la interpretación o significado simbólico que quiere trasmitir.

En definitiva, este método ayuda a hacer conscientes los mecanismos


que poseemos y potencia nuestra capacidad de asociación y relación con todo
tipo de información que parta de nuestra imagen. Nos va enriqueciendo el
“nivel cultural”, ese bagaje que según A. Moles consiste en la posesión en el
repertorio de la memoria de un cierto tipo de asociaciones y referencias1. Este
nivel cultural, que no es otra cosa que la capacidad de un individuo para
encontrar en cualquier actividad un sentido y significado, se hace
imprescindible para el artista en su trabajo, y hay que cultivarlo y educarlo, ya
que estamos tratando con una actividad eminentemente no científica, ni
funcional, ni cuantificable, ni verificable objetivamente, y la mejor garantía que
posee el artista del valor de su actividad viene a ser el sentido que él mismo le
ponga, en función del proceso seguido y de los objetivos alcanzados.

1 A. Moles, L’Affiche dans la societé urbaine (1969), citado por M. Ragon en L’Art: pour quoi faire? (1971) p. 58
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Por tanto, en una fase de aprendizaje como es la del estudiante en


Bellas Artes, me parece imprescindible dotarle de mecanismos a este nivel, y
que comprenda la importancia que tienen para una posterior actividad en la
soledad del taller a lo largo de toda una vida.

Por otro lado, el aprendizaje basado en la asociación, la imaginación y


en el valor de la metáfora, afianza al individuo en la idea de que la actividad
artística debe ser ante todo una experiencia óptima y positiva, que exige
grandes dosis de esfuerzo y concentración, que implica momentos de vértigo y
duda, pero que es realmente gratificante y constructiva para quien tiene el
privilegio de dedicarse a ella libremente. Forma al individuo para cualquier otra
actividad que ejerza posteriormente, a la que aplicará los mismos principios, y
con la que sabrá disfrutar y será capaz de trasmitir y valorar lo que lleva dentro.

En la metodología que exponemos en el programa del curso


comentamos lo importante de una propuesta creativa inicial para comenzar a
realizar imágenes a través de los procesos de grabado. Esta propuesta de una
idea o problema inicial suele constituir un escollo importante para el alumno,
pudiéndole llevar a un estancamiento de sus actitudes creativas. Para
conseguir la desaparición de un posible bloqueo mental, o también para
conseguir la emanación de nuevos pensamientos, se propone este método que
vamos a llamar de “trituración de la idea”, ya que consiste en un entrenamiento
de trituración de la idea que tenemos de las cosas corrientes, aplicándolas
unos listados de verbos que expresan ideas de cambio, ideas de
transformación o génesis de nuevos pensamientos.

La lista de Roukes nos propone los verbos más interesantes para esta
emanación de nuevos pensamientos sobre un problema planteado y esta lista
se puede aplicar desde el comienzo mismo de la generación de ideas.

A continuación se incluye íntegramente el texto llamado “La lista de


Roukes” para que se puedan comprender mejor los conceptos antes
expuestos.

Publicación: N.Roukes (1988)- Desings Synectics Creativity in Desing.


Massachussets, USA, Davis Publications Inc.

EL PENSAMIENTO CREATIVO.

Método de trituración de la idea con verbos que expresan ideas de


cambio: LA LISTA DE ROUKES

- SUSTRAER: Simplificar, omitir, mover ciertas partes o elementos.


Sacar algo fuera de contexto, comprimirlo o hacerlo mas pequeño.
Pensar: ¿qué se puede eliminar, reducir?, ¿qué norma puedes romper?,
¿cómo puedes simplificar, abstraer, estilizar o abreviar?

- REPETIR: Repetir una forma, un color, imagen o idea. Reiterar,


duplicar de algún modo. Pensar: ¿cómo puedo controlar los factores de
aparición, repercusión, secuencia y progresión?
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- COMBINAR: Poner las cosas juntas. Conectar, unir, mezclar. Combinar


ideas, materiales y técnicas. Pensar: ¿qué clase de conexiones se
pueden hacer desde diferentes modos, cuadros de referencia y otras
disciplinas?

- AÑADIR: Extender, expandir, avanzar o anexionar. Magnificar. Pensar:


¿qué más puedo añadir a la idea, imagen, objeto o material?

- TRANSFERIR: Mover el tema a una nueva situación, entorno o


contexto. Adaptar, ubicar de nuevo. Poner el tema fuera de su entorno
natural. Traspasarlo a un diferente contexto social, político o geográfico.
Mirarlo desde un punto de vista diferente.

- PONERSE EN SU LUGAR: Si el tema es inorgánico o inanimado,


pensar como si tuviera cualidades humanas. Meterse uno mismo en el
tema.

- ENFATIZAR: Crear contraste y fuerza. Expresar con claridad. No dejar


“medias tintas”.

- ANIMAR: Movilizar las tensiones visuales y psicológicas. Aplicar


factores de repetición, serialización o narración. Dar vida a los temas
inanimados.

- SUPERPONER: Superponer ideas similares o imágenes, solapar.


Superponer diferentes elementos desde diferentes perspectivas o
periodos de tiempo. Combinar percepciones sensoriales (color,
sonido...). Pensar sincrónicamente: ¿qué elementos o imágenes de
diferentes apartados de referencia se pueden combinar en uno simple?

- CAMBIAR DE ESCALA: Engrandecer o empequeñecer el tema.


Cambiar la proporción, el tamaño, las dimensiones o series graduadas.

- SUSTITUIR: Cambiar o reemplazar. Pensar: ¿qué otra idea, imagen,


material o ingredientes se puede sustituir por todo o parte del tema?
¿qué plan suplementario o alternativo se puede emplear?

- FRAGMENTAR: Separar, dividir, partir, diseccionar. Pensar: ¿qué


recursos puedes usar para dividirlo en elementos más pequeños o para
que aparezca discontinuo?

- AISLAR: Separar, dejar aparte. Usar solo una parte del tema. Pensar:
¿qué elemento se puede desechar o focalizar?

- DISTORSIONAR: Girar o torcer el tema, sacarlo de su verdadera


forma, proporción o significado. Pensar: ¿Se puede hacer más largo,
estrecho, grueso? ¿se puede quemar, romper, someterlo a “torturas”?

- DISFRAZAR: Camuflar, engañar, encubrir. Usar como ejemplo las


especies que se mimetizan. Pensar en imágenes subliminales; ¿Cómo
se puede crear una imagen latente que comunique subconscientemente
la idea deseada?
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- CONTRADECIR: Oponer la función del tema original. Negar, pensar lo


contrario. El arte satírico está basado en la observación de la hipocresía
social y en los comportamientos contradictorios.

- PARODIAR: Ridiculizar, imitar, caricaturizar. Divertirse con el tema.


Transformarlo en una broma. Hacer que emerja el factor humor. Pensar
en referencias cómicas.

- TERGIVERSAR: Equivocarse, falsificar, mentir. Aunque decir mentiras


no es considerado adecuado y aceptable socialmente, es la materia con
la que están construidos los mitos y leyendas.

- BUSCAR SEMEJANZAS: (analogías): Esencialmente es el proceso de


reconocer similitudes entre cosas diferentes. Las analogías son
herramientas psicológicas que a un nivel mas o menos consciente todo
el mundo emplea. Por ejemplo, un móvil de Calder es correlativo con un
árbol; ramas, hojas y movimiento. Comparar, buscar semejantes entre
cosas que son diferentes. Hacer comparaciones del tema con elementos
de diferentes disciplinas. Pensar: ¿con que se puede comparar mi tema?
¿qué asociaciones lógicas o ilógicas se pueden hacer?

- MEZCLAR (hibridar): El pensamiento creativo es una mezcla de


“hibridación mental” en que las ideas se producen mezclando temas
diferentes. Pensar: ¿qué se conseguiría si se cruzara un... con un...?
Transferir los mecanismos de hibridación al uso del color, forma y
estructura. Cruzar elementos orgánicos e inorgánicos así como ideas y
percepciones.

- METAMORFOSEAR: Transformar, convertir, transmutar. Poner el tema


en un proceso de cambio (un objeto cambiando de color) o un cambio
más radical en que el tema se transforme su configuración.

- SIMBOLIZAR: Un símbolo visual es un recurso que ocupa el lugar de


algo diferente de lo que es en realidad. Por ejemplo, una cruz representa
un servicio de ayuda sanitaria. Los símbolos públicos son clichés que
todos conocemos. Los símbolos privados tienen un significado especial
solo para sus creadores. Pensar: ¿cómo se puede impregnar el tema
con cualidades simbólicas?

- MITIFICAR: Construir un mito alrededor de un tema. En los años 60 los


artistas pos convirtieron la coca-cola, las estrellas de cine, las imágenes
mass-media y otros objetos frívolos, en iconos visuales del arte del siglo
XX.

- FANTASEAR: Fantasear con el tema. Usarlo como algo irreal, absurdo,


monstruoso o escandaloso. Derribar barreras mentales y sensoriales.
Pensar: ¿cómo se puede ampliar la imaginación? ¿qué seria si...? (¿qué
sería si los automóviles fueran de piedra? o ¿qué sucedería si la noche y
el día ocurriesen simultáneamente?).

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