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PROPIEDADES DE LA CONCHA DE ABANICO:

La concha de abanico es un molusco filtrador de 2 valvas, es decir 2 placas, conformado por


carbonato cálcico, conocida científicamente como Argopecten Purpuratus, perteneciente a la
familia Pectinidae, la misma que engloba un gran número de especies conocidas
internacionalmente como ‘Vieras’ o ‘Scallopos’. Su especie habita en zonas costeras, entre
profundidades que van entre los 5 metros hasta los 30 metros, y bajo temperaturas que varían
entre los 13° a 28° C

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Estudian propiedades de la arcilla para


remover contaminantes del agua
Los avances podrán ser de gran utilidad para el tratamiento de las aguas residuales
provenientes de diferentes tipos de industria

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La palabra arcilla nos conduce a pensar en tierra, barro, esculturas, cerámica; sin embargo, gracias al
trabajo de los científicos, este material puede transformarse en una valiosa herramienta para mejorar la
calidad del agua. Un grupo de docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas e Ingeniería
de la Universidad Nacional de La Plata que se desempeñan en el Centro de Tecnología de Recursos
Minerales y Cerámica (CETMIC - CONICET - CIC), trabajan en los laboratorios para estudiar cuánto,
cómo y por qué las "bentonitas" -un tipo de arcilla milenaria- logran remover sustancias químicas no
deseables, como los contaminantes presentes en el agua.

Los avances podrán ser de gran utilidad para el tratamiento de las aguas residuales provenientes de
diferentes tipos de industria y de efluentes domiciliarios. De este modo se busca evitar que las aguas
contaminadas lleguen a los cursos de agua, y generen un impacto negativo sobre el medioambiente y,
consecuentemente, sobre la salud de la población.

El almacenamiento de moléculas en una superficie se denomina adsorción. Se trata de un proceso que


ocurre a nivel superficial y que consiste en la acumulación de distintas especies químicas (moléculas,
iones o átomos) en la superficie de un material. A diferencia de la absorción, donde lo que es absorbido
se transforma químicamente, en la adsorción, la identidad química se conserva. Las bentonitas, por su
estructura laminar, pequeño tamaño de partícula y su carga superficial negativa, presenta un gran
potencial como adsorbente.

La arcilla es un componente natural del suelo, formado a lo largo de siglos por efecto de los fenómenos
meteorológicos sobre un tipo particular de roca, las feldespáticas. Es parte de un gran grupo de minerales
llamados filosilicatos (phyllon = hoja) que se caracterizan por tener una estructura de hojas o escamas de
carga negativa, unidas mediantes cationes (partículas de carga positiva) los cuales tienen la capacidad de
hidratarse, es decir, rodearse de moléculas de agua. Esta capacidad le confiere a las arcillas la plasticidad
característica que las hace moldeables. La posterior eliminación de las moléculas de agua durante el
secado a temperaturas mayores de 800 °C, provoca su endurecimiento, firmeza e impermeabilidad.

Además de su uso en la elaboración de objetos y ornamentos, milenariamente se utilizó un tipo de arcilla


denominado bentonita para extraer las grasas, aceites y otras substancias de la lana de las ovejas para la
fabricación de tejidos. Hoy tales materiales se utilizan para remover grasas, aceites u otras sustancias
orgánicas no deseables en los suelos de fábricas, hangares, garajes, almacenes, etc.

Un tipo de compuestos que este grupo de investigación busca adsorber en las bentonitas son los
fungicidas, sustancias que atacan hongos y mohos y que se emplean, por ejemplo, en el tratamiento de
frutas para que puedan ser almacenadas por largos períodos y lleguen al mercado en buenas condiciones.
Sin embargo, estos fungicidas son potencialmente tóxicos para la vida acuática, y en las plantas de
empaque frutícola donde se utilizan se generan grandes volúmenes de agua que los contiene y luego son
desechados a los cursos de agua natural.

Con el objetivo de remover los fungicidas del agua se está evaluando la capacidad adsorbente de la
arcilla natural y de arcillas modificadas químicamente por intercalación de compuestos orgánicos entre
sus láminas (organoarcillas).

El experimento de adsorción consiste en hacer una mezcla de arcilla con el agua contaminada,
mantenerla en agitación algunas horas y finalmente separar el agua "más limpia" del barro (arcilla con
fungicida adsorbido) que cae en el fondo del recipiente. Luego de varios años de trabajo, se han
encontrado esperanzadores resultados (alta capacidad de remoción) para algunas familias de fungicidas,
mientras que se continúa el estudio de adsorción de otras familias para mejorar la eficiencia en el
tratamiento de aguas residuales provenientes de la industria frutícola.

El grupo de estudio también investiga la utilización de arcillas y organoarcillas para retener algunos
metales presentes en el agua.
Diariamente, ingerimos metales que naturalmente se encuentran en alimentos y bebidas, en cantidades
mínimas indispensables para que nuestro organismo funcione bien, pero cuando estamos expuestos a
cantidades superiores a las necesarias éstos pueden ser perjudiciales para la salud.

Esta cantidad extra de metales puede provenir por ejemplo, de efluentes líquidos descargados al
ambiente por diversas industrias como la galvanoplastia, minería, industria nuclear, curtiembres, etc. Por
lo tanto, es de fundamental importancia evitar que los metales sean descargados a los cuerpos de agua y
un método de remediación se basa en la utilización de adsorbentes de bajo costo y fácil operación.

Tal como se indicó, las arcillas cumplen estas condiciones. Metales pesados como cromo, níquel, cobre,
cobalto, cesio, estroncio y su interacción con arcillas y organoarcillas están siendo evaluados. Una vez
que los metales fueron adsorbidos en las arcillas, la idea es cerrar el ciclo ambiental, no solo adsorber los
metales sino también desorberlos (separarlos del sólido para concentrarlos en un volumen de líquido
menor) para la posterior reutilización tanto del metal como del material adsorbente.

En este sentido, los investigadores ya evalúan posibles alternativas para la reutilización. Por ejemplo, el
hierro adsorbido como contaminante en una arcilla puede utilizarse (en el conjunto hierro + arcilla)
como materia prima para la fabricación de un material con propiedades magnéticas.

En los últimos 10 años han empezado a acumularse en el ambiente nuevos contaminantes denominados
emergentes, como por ejemplo antibióticos, analgésicos, productos de higiene personal, u hormonas, de
los cuales se tiene poca información ambiental, pero se sospecha su potencial impacto en el sistema
endocrino de peces de río. Es por ello que los científicos de la UNLP comenzaron a estudiar el
comportamiento de estas sustancias y su posible remoción con arcillas y arcillas modificadas con carbón
como adsorbentes.

La adsorción como proceso químico es muy versátil y permite la incorporación en la estructura de las
arcillas de moléculas con una función determinada, por ejemplo, desinfectantes, o moléculas que tienen
la capacidad de controlar la producción de bacterias. En el CETMIC también se estudia la obtención de
arcillas bactericidas para su futura incorporación en materiales plásticos (films, por ejemplo) que podrían
luego utilizarse en el envasado de alimentos.

Estos resultados, así como el bajo costo de este material y su abundancia en diferentes zonas del país,
hacen que las arcillas sean plausibles de ser utilizadas en diversas tecnologías, tanto incorporadas en
polímeros como en el tratamiento de efluentes de la actividad agrícola e industrial.

El equipo de trabajo está integrado por: Martina Gamba, Manuel Flores, César Fernández, Florencia
Yarza, Emilia Zelaya Soulé, Facundo Barraqué, Mariela Fernández, Luciana Montes, Rosa Torres
Sánchez.
Hola de nuevo, como quedamos el pasado día, hoy continuamos con los elementos minerales que
constituyen los suelos. Terminábamos la pasada intervención enumerando alguna de las especies
minerales del grupo de las arcillas más frecuentes en los suelos. No pretendemos, como ya
hemos explicado en otras ocasiones, hacer un estudio exhaustivo de las arcillas, tan solo
analizaremos algunas de sus propiedades, en particular, aquellas que sirvan para tener una idea
general de la composición y de su influencia en la génesis de los suelos. Los lectores que deseen
tener un mayor conocimiento pueden consultar en otros apartados de esta weblog, donde
muestro admirado y nunca bien ponderado Administrador, amplia la información y orienta
sobre posibles conexiones de interés.
Decíamos el último día que son dos los grandes grupos que constituyen los minerales de
la arcilla: los designados como 1:1 y los designados como 2:1. Los primeros estaban constituidos
por una capa tetraédrica y una capa octaédrica, y los segundos están formados por una capa
tetraédrica, una capa octaédrica y una capa tetraédrica.

Los minerales más representativos del grupo 1:1 son las Caolinitas. El origen de este nombre
deriva de “caolín” que es una deformación de “Kauling” en China, monte donde se extraía este
mineral cerca de la región de “Jauchu Fa”. Arcillas pobres en sílice, con una capa octaédrica en
la que dos de cada tres huecos octaédricos están ocupadas por aluminio, lo cual les hace tener
una gran estabilidad estructural. La distinción entre las distintas especies es esencialmente
cristalográfica y se basa en el modo de apilamiento de las láminas. Presentan una baja
capacidad de cambio, lo que explica la baja fertilidad que tienen los suelos con proporciones
elevadas de este grupo de minerales.

Del grupo 2:1, los minerales más representativos son: Micas, Illitas, Vermiculitas y Esmectitas.

Las micas e illitas constituyen un grupo de arcillas caracterizadas por ser dioctaédricas
(presencia en la capa octaédrica de cationes trivalentes) y potásicas, presentan sustituciones
tanto en la capa tetraédrica como en la octaédrica, lo que les permite tener una mayor
capacidad de intercambio iónico, es decir una mayor posibilidad de retener y liberar iones que
pueden ser utilizados por las plantas para su alimento. En este grupo de minerales, además de
los cationes que forman la estructura cristalina: Al, Si, Mg, Fe, también hay otros que ocupan
lugares entre las láminas, y que confieren a estos compuestos unas características
específicas. Moscovita (originaria de Moscovia, Rusia), Biotita (su nombre se puso en honor al
físico Francés J.B. Biot) y Flogopita (procede de una palabra griega que significa “como el
fuego”), son ejemplos de minerales que forman este grupo.

Las versiculitas son filitas 2:1 dioctaédricas, presentan sustituciones, igualmente en las capas
teraédricas y octaédrica, con la diferencia de que en este caso aparecen gran cantidad de
cationes entre las láminas que pueden intercambiarse fácilmente con el medio. Esta condición
hace que la capacidad de cambio de la arcilla sea mucho más elevada. Se utiliza como sustrato
en cultivos hidropónicos, como aislante térmico y acústico, así como en farmacia
como excipiente de medicamentos. Su nombre procede del término latín “vermiculare”, en
relación con el aspecto de gusano en movimiento que adquieren las láminas cuando se calientan.

La Esmectitas constituyen un grupo amplio de arcillas, pueden ser di o trioctaédricas


(presencia en la capa octaédrica de cationes trivalentes o divalentes, respectivamente). Se
caracteriza este grupo por su capacidad para adsorber moléculas de agua entre las láminas,
produciendo una marcada dilatación de la estructura. Su nombre deriva de un término griego
que significa “que limpia”. Su uso está muy extendido en la industria como agente gelificante,
también se utiliza para taponar escapes en suelos y diques.
Resumen:
El objetivo del presente trabajo fue evaluar la actividad multifuncional de un compuesto concha de
abanico — arcilla natural — almidón de maíz en la remoción de turbiedad, E. co// y arsénico de
muestras reales de agua dulce superficial de los ríos Santa, Cabana y Huandoval, como una
función de su temperatura de activación y las proporciones de su conformación. Utilizando ensayos
de Análisis Térmico Diferencial se determinó la temperatura de activación de la concha de abanico,
la arcilla natural y el compuesto 1:1:1, que correspondió para estos tres materiales el valor de
850°C. El polvo activado de la concha de abanico fue caracterizado en su composición química por
Fluorescencia de Rayos X revelando un alto contenido de óxido de calcio superior a 97%. Su
composición estructural fue determinada por Difracción de Rayos X que demostró su estructura
perfectamente cristalina. Para el polvo activado de la concha de abanico se determinó su tiempo
de calcinación y dosis óptima de operación para remover turbiedad, E. coli y arsénico utilizando un
equipo convencional de Juego de Jarras. Los niveles de remoción para estos parámetros fueron
superior a un 98%. Para el compuesto 1:1:1 térmicamente activado se determinó su dosis óptima
de operación. En total se conformaron y activaron térmicamente cuatro compuestos 1:1:1, 2:1:1,
3:1:1 y 3:2:1 y se ensayaron en Juego de Jarras para determinar el de máxima actividad funcional
para la remoción de turbiedad el que correspondió al compuesto 3:2:1. Para este compuesto se
determinó su capacidad para remover E. con y arsénico. Para cada uno de estos parámetros los
niveles de remoción fueron superior a un 99%.

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