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Las endorfinas son un tipo de neuropéptido endógeno, es decir cadenas de proteínas elaboradas por el
propio organismo, las cuales se encargan de estimular las áreas cerebrales que producen placer al
organismo. Estas sustancias son conocidas también como opiáceos endógenos, debido a que su
composición química y su actuación es muy semejante a la de los derivados del opio, como la heroína y
la morfina. Se trata de moléculas que en general no producen una señal nerviosa por sí mismas, pero
que modulan y alteran la sensibilidad neuronal a otras sustancias.
Las endorfinas funcionan como opiáceos naturales, es decir, como los analgésicos derivados de la
droga de opio, pero segregados por el propio organismo para la regulación de los procesos
anteriormente mencionados.
Los opiáceos son conocidos desde hace mucho tiempo como sustancias naturales, que se encuentran
en el zumo de las semillas de la adormidera o papaver somniferum. El zumo seco y fermentado se
denomina opio y contiene una mezcla de alcaloides opiáceos. En 1806, el químico alemán Fiedrich
Serturner consiguió aislar el principal elemento del opio en su forma pura y que llamó morfina. Tras
mínimas alteraciones químicas se pudieron obtener opiáceos semi-sintéticos. Desde hace 50 años, es
posible obtener substancias completamente sintéticas, casi sin relación química con la morfina, pero
con el mismo efecto.
A menudo se utiliza el término opiáceo en vez de opioide. No obstante el término opiáceo se refiere al
origen de la sustancia con respecto al opio, es decir, son sustancias que se extraen de la cápsula de la
planta del opio. Por extensión, se denominan también así los productos químicos derivados de la
morfina. El término opioide se utiliza para designar aquellas sustancias endógenas o exógenas que
tiene un efecto análogo al de la morfina y poseen actividad intrínseca. No todos los opioides son
opiáceos, ni todos los opiáceos son opioides
Hughes describió en 1975 los péptidos del cuerpo humano que tenían efectos similares a la morfina.
Los opioides actúan como éstos péptidos endógenos, denominados también endorfinas.
En los antiguos pueblos, el soberano o los miembros del Consejo, representaban simultáneamente los
papeles de brujo, fetichistas, médicos, sacerdotes, confesor o herboristas, por medio de lo cual,
inducían a los miembros de los pueblos a realizar actividades que les generaran felicidad, placer o
sensación de bienestar. El uso de sustancias alucinógenas para llevar a cabo sus rituales en los que se
incluían cantos, ritmos de tambores y danzas con lo cual los participantes se agitaban, gesticulaban y
en muchos de los casos tenían visiones de espíritus que les permitía liberar las endorfinas y llegar al
éxtasis por el consumo estos alucinógenos.
El sistema opioide endógeno se agrupa en tres familias: endorfinas, encefalinas y las dinorfinas. Los
péptido opioides se unen a tres tipos de receptores denominados mu (μ), delta (∂) y kappa (k). Fueron
descubiertos en el año 1975, en Inglaterra por John Hughes y Hans Kosterlitz.
El uso de drogas alucinógenas es común en la mayoría de los rituales: ingestión de hongos muscarinos
o psilocibinos, cactus de San Pedro en Perú, Ecuador o Colombia y la bebida de ayahuasca en la
Amazonia, todos estos causando sensación de euforia y Los estados modificados de conciencia
participan en la comunicación con fuerzas sobrenaturales, con lo cual las sustancias desencadenan
fuertes alteraciones en el cerebro, con lo cual la práctica continua de consumo, provocaba la liberación
de hormonas del placer, es decir, las endorfinas.
las funciones principales de las endorfinas son: «promover la calma, crear un estado de bienestar,
mejorar el humor, reducir el dolor, retrasar el proceso de envejecimiento, potenciar las funciones del
sistema inmunitario, reducir la presión sanguínea, contrarrestar los niveles elevados de adrenalina
asociados a la ansiedad y ayudar a reducir los síntomas de sensaciones emocionales negativas.
Por ello, el deporte sube tanto la autoestima, el humor y la sensación de satisfacción, precisamente
por la secreción de endorfinas.
Ya que funcionan como analgésicos, las endorfinas juegan un papel importante cuando el individuo
tiene sensaciones de dolor. La teoría dice que las endorfinas pueden llegar a ser veinte veces más
potentes que algunos medicamentos en la reducción del dolor, ya que inhiben la función de las fibras
nerviosas que transmiten esta sensación de daño. Las endorfinas también tienen una ventaja respecto
a los analgésicos externos al organismo, y es la reducción añadida del daño emocional, aunque no
mediante la inhibición de las fibras nerviosas, ya que estas no tienen nada que ver con los
sentimientos, sino actuando directamente sobre el cerebro. Sin embargo, en esta práctica nos
centraremos únicamente en el dolor físico. Los receptores de dolor en el organismo de un individuo
varían con respecto a otros individuos. Esto es debido a la variación genética y a las experiencias
personales de cada persona, de forma que el umbral de dolor para cada organismo sea diferente al de
los demás.
Se las llama hormonas de la felicidad porque ésta sustancia cuya producción regula la glándula hipófisis
nos permite sentir placer y disfrutar de la vida, además contribuyen a mitigar la sensación de dolor
(son un analgésico natural), a liberar hormonas que intervienen en la respuesta sexual, a regular el
apetito y a fortalecer nuestro sistema inmune.
Cuando los niveles de endorfinas son bajos se pueden producir cambios bruscos en el estado de
ánimo, ansiedad, estados depresivos, o comportamientos de tipo obsesivo-compulsivo. Las personas
que no producen suficientes endorfinas tienen más posibilidades de incurrir en conductas adictivas
como el consumo de alcohol o drogas, que les proporcionen, aunque sea de forma temporal, un placer
o satisfacción que no consiguen por sí mismas.
¿CÓMO GENERAR ENDORFINAS?
No existen pastillas que contengan endorfinas, sino que el organismo las genera de forma natural,
pero determinados hábitos y actitudes, como el consumo de algunos alimentos, o la práctica de
determinadas actividades, favorecen la producción de estas sustancias. Aquí tienes diez consejos que
te pueden ayudar a mantener tus endorfinas en unos niveles adecuados:
*Haz vida social; Está demostrado que las relaciones sociales previenen los estados depresivos y
ayudan a mantener las funciones cognitivas.
*Practica ejercicio; Si el gimnasio te aburre, recuerda que bailar, pasear por el campo, o cualquier
juego que implique movimiento y actividad física, son saludables y ayudan a liberar tensiones.
*Duerme bien; Un descanso insuficiente es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades como
diabetes, obesidad, e incluso trastornos cardiovasculares. Pero, además, la fatiga y la falta de energía
te harán sentir triste y depresivo.
*Realiza alguna actividad que te guste todos los días (aunque solo sea durante diez minutos), como
escuchar música, leer, saborear un café o una infusión mientras contemplas el amanecer o la puesta
de sol, jugar con tus hijos, hacer manualidades….
*Utiliza la imaginación. Rememorar momentos en los que fuiste feliz y visualizar situaciones que
deseas experimentar y te resultan placenteras (unas vacaciones, una reunión con amigos, una cita, una
celebración…), puede aumentar el flujo de endorfinas.
*Terapias alternativas como el reiki, un masaje relajante, o ejercicios como el taichi o el yoga, ayudan
a secretar endorfinas.
*Sé feliz. Las endorfinas ayudan a sentirse bien, y ser feliz aumenta los niveles de endorfinas, así que
son causa y consecuencia a la vez. Por ello, piensa en positivo, y recuerda que la felicidad está en
disfrutar de las pequeñas cosas de cada día y de los buenos momentos y, sobre todo, de la compañía
de tus seres queridos.
ALIMENTOS QUE AYUDAN A AUMENTAR LAS ENDORFINAS
Alimentos picantes: son ricos en una sustancia llamada capsaicina. Cuando la capsaicina o el
componente picante de los alimentos entra en contacto con las papilas gustativas de nuestra
lengua, los receptores de la misma envían una señal cerebral que es parecida a la que
experimentamos cuando sufrimos algún tipo de dolor y, para calmarlo, nuestro cuerpo libera las
endorfinas consiguiendo una sensación de bienestar.
Ginseng: Aunque no se trata de un alimento propiamente dicho, el ginseng puede añadirse a tus
recetas y, así, aprovechar al máximo sus propiedades. Se trata de una hierba medicinal idónea para
mejorar el estado de ánimo y, de hecho, está recomendado para personas que padecen ansiedad
y/o episodios depresivos ya que consigue estimular el sistema nervioso consiguiendo equilibrar el
estado anímico.
https://psicologiaymente.com/neurociencias/endorfinas-neurotransmisores
http://www.psico-vida.com/2014/09/endorfinas-generadoras-de-felicidad-por-que/
http://ies.rosachacel.colmenarviejo.educa.madrid.org/biolo/wp-content/uploads/Informe-de-la-
pr%C3%A1ctica-11-Endorfinas.pdf
Seidenberg, A., & Honegger, U. (2000). Metadona, Heroína y otros opioides. Granada: Ediciones de
Díaz de Santos.
https://www.montevideo.com.uy/Mujer/Alimentos-que-ayudan-a-aumentar-las-endorfinas-uc295714
Muñoz, E. (1). Péptidos Opioides Endógenos, Dolor y Adicción. Synapsis, 3(1), 33-39. Recuperado a partir
de https://www.lamjol.info/index.php/SYNAP/article/view/437