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En cualquier caso, el mensaje común en portante no clericalizar al laico, pues su lu-


ambos autores es la necesidad de la reforma gar habitual de santificación es el mundo.
y la purificación en la Iglesia, que debería Por tanto, ambos autores insisten en la
pasar por un proceso de aligeramiento de continuidad del mensaje de ambos pontifi-
estructuras. Esto incluiría desburocratizar cados, dejando de lado cuestiones más ex-
organismos eclesiales demasiado complejos ternas como podrían ser las necesarias dife-
y autorreferenciales, a la vez que aplicar el rencias en el estilo. En definitiva, se trataría
principio de subsidiariedad también dentro de la misma letra con distinta música, como
del gobierno eclesial. En este sentido, re- ha dicho un conocido comentarista. Este
sulta también interesante la llamada que mensaje de pobreza permitirá a la Iglesia
hace Lütz a la profesionalidad dentro de las lanzarse a la labor misionera de nueva
labores eclesiales, con el fin de poder aliviar evangelización que todavía tiene pendiente,
a los pastores de ciertas funciones extra- dentro y fuera de Alemania.
ministeriales (cfr. pp. 146-147). Sin embar-
go –insisten a la vez–, resulta también im- Pablo BLANCO

Francisco José CONTRERAS y Diego POOLE, Nueva Izquierda y cristianismo,


Madrid: Encuentro, 2011, 272 pp., 15 x 23, ISBN 978-84-9920-113-9.
En este ensayo, prologado por Jaime nía, el feminismo radical, etc., no son «cor-
Mayor Oreja, los autores defienden que las tinas de humo» para distraer la atención,
diferentes crisis que nos preocupan hoy sino la esencia de la nueva izquierda post-
–económica, financiera, social...– son real- socialista. La izquierda ya no tiene un pro-
mente manifestaciones de una única crisis, yecto económico, sino un proyecto cultural
mucho más profunda: la de valores. De ahí de «ingeniería social», ante el cual la Iglesia
que el principal debate al que, según ellos, es percibida como el último baluarte de re-
han de enfrentarse intelectuales, políticos y sistencia organizada. De ahí, la creciente
sociólogos no es el económico o el políti- deriva cristófoba del «progresismo».
co, sino el cultural. En él, todo se reduce a Aunque se trata de un libro escrito por
dos planteamientos contrapuestos: el basa- dos autores, esto no impide una coherencia
do en la cultura del relativismo, donde, en en su conjunto. Es un trabajo serio y bien
una concepción malentendida de la liber- fundamentado. Su contenido tiene una or-
tad, todo vale, y el modelo contrapuesto, ganización muy cuidada y dispone de una
basado en la defensa de un sistema de prin- excelente claridad expositiva, siempre de-
cipios y valores morales. bidamente documentada. Otro acierto es
La tesis central del libro es que la iz- la inclusión de unas citas externas, en un
quierda, habiendo fracasado durante el siglo cuerpo de letra menor, cuya lectura no es
XX en su programa clásico –el socialismo–, imprescindible, pero que completan muy
ha sustituido en el XXI la revolución socio- bien cada capítulo.
económica por la moral-cultural. Ideas y El primer capítulo, Por qué la izquierda
políticas como la liberalización del aborto, ataca a la Iglesia, es de F. J. Contreras. Su
la redefinición del matrimonio, la promo- tesis es que la divisoria conservadores vs. pro-
ción de «nuevos modelos de familia», la im- gresistas va a convertirse en el eje de refe-
plantación de la Educación para la Ciudada- rencia más significativo, la polaridad social

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más transcendente, en las décadas que vie- de la religión en la vida pública (p. 62). El
nen (p. 27). En él, se incide en el plantea- capítulo concluye con unos «argumentos
miento inicial de la obra: que la izquierda no confesionales de los creyentes» (p. 83).
política fracasó, a lo largo del siglo XX, en El segundo capítulo, Relativismo y To-
sus aspiraciones clásicas, por lo que en el lerancia, es de D. Poole. El propio autor,
XXI experimenta una mutación que le lle- en su introducción, explica el desarrollo de
va a sustituir la revolución socio-económi- su exposición de la siguiente manera: «En
ca por la revolución sexual, familiar y mo- este trabajo me propongo demostrar que el
ral. Y, puesto que las diferencias prácticas virus de fondo que todo lo ha infectado se
entre la gestión económica de un partido llama “relativismo”. Primero analizo sus
de derechas y uno de izquierdas son apenas orígenes, su difusión y sus principales ma-
discernibles, se ha visto abocada a buscar nifestaciones, y después presento una al-
un nuevo proyecto; este proyecto lo ha en- ternativa realista y alentadora. Trataré de
contrado, según el autor, «en el magma li- argumentar desde una perspectiva estricta-
beracionista y freudomarxista al que pro- mente filosófica. Al final creo que se com-
pongo llamar “evolución de la izquierda, es prenderá mejor qué es lo que nos está pa-
decir, del socialismo al sesentayochismo”: sando, y que la crisis filosófica es sólo una
ideología de género, permisividad sexual, de las manifestaciones de otra más profun-
aborto libre, cuestionamiento de la “fami- da: una crisis de valores. Y mientras las ins-
lia tradicional”, hostilidad al cristianismo, tituciones –públicas y privadas– no centren
pacifismo buenista, multiculturalismo “asi- su interés en la dimensión moral de la cri-
métrico” (idealización de las culturas no sis, estarán soplando al humo, pero no apa-
occidentales y denigración de la occiden- gando el incendio» (pp. 96-97).
tal), ecologismo “profundo” (deep ecology), En el tercer capítulo, Cristianismo y con-
anti-industrial, antihumanista...» (p. 35). fianza en la razón, de Contreras, se halla el
El A. centra su atención en temas tan debate ciencia vs. religión. En él, se aborda
actuales como «feminismo, neofeminismo el tema de la racionalidad de la fe, a la que
e ideología de género». Su hipótesis es que la ciencia ha llegado a relegar al fideísmo, y
el liberacionismo pansexualista es el verda- a la que concibe como una pura vivencia, un
dero motor motivacional de la nueva iz- salto gratuito al vacío, carente de justifica-
quierda, y destaca en su base una pulsión de ción racional. Dice Contreras: «En la me-
muerte, un anhelo secreto de autodestruc- dida en que la religión renuncie a su com-
ción, tanto a nivel individual –cultura de la ponente racional, quedan las puertas
muerte: popularidad del aborto y la euta- abiertas al fundamentalismo, el literalismo,
nasia, caída de la natalidad–, como a nivel el sentimentalismo y otras derivas» (p. 171).
colectivo: autodenigración civilizacional En el cuarto capítulo, Cristianismo, de-
–crítica sistemática a todo lo occidental, mocracia y crisis europea, también de Con-
especialmente a las raíces judeocristianas– treras, el autor intenta ofrecer un fresco
(pp. 42-43). También habla Contreras de la general sobre lo que podríamos llamar «si-
apropiación del lenguaje de los derechos tuación espiritual de la Europa contem-
humanos por parte del bando progresista, poránea», y reseña los siguientes rasgos:
y en una importante colonización de en- descristianización, vacío normativo, crisis
tidades internacionales, como la Unión demográfica, crisis de la familia, desacrali-
Europea o las Naciones Unidas (p. 48). Fi- zación de la vida, vértigo de lo técnica-
nalmente analiza con detenimiento los mente factible, relativismo, autodenigra-
campos de batalla en los que se dirime la ción civilizacional, pacifismo «buenista», y
actual guerra cultural: vida, familia y papel artes a la deriva (pp. 203-224). Tras el pa-

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norama expuesto, Contreras explora posi- más allá del simple análisis político. Qui-
bles vías de salida para la situación diag- zás lo menos elogiable sea su título, en
nosticada. El capítulo finaliza con unas re- cierto modo ambiguo, y que puede hacer
flexiones sobre los siguientes puntos: el pensar en una obra que pretende conciliar
cristianismo es la religión de la razón y la cristianismo e izquierda. No es el caso. En
libertad; a la generación del 68 le queda todo caso, estamos ante una obra dirigida
poco tiempo en el poder; el cristianismo al público general que aporta interesantes
aún derriba muros, y cristianismo y choque argumentos frente a las falacias del relati-
de civilizaciones (pp. 261-270). vismo.
El libro trata temas transcendentales,
con reflexiones filosóficas de gran calado, Esther GARCÍA

Sarah E. CUPP, Losing Our Religion. Why The Liberal Media Want to Tell You
What to Think, Where to Pray, and How to Live, New York: Threshold
Editions, 2011, 269 pp., 15,5 x 23,5, ISBN 978-1-4391-7644-3.

La autora es una conocida columnista ra denomina una revolución cuya finalidad


política en Estados Unidos y comentadora sería deponer a Dios y silenciar la América
habitual en cadenas televisivas como cristiana para siempre. Un grupo de perso-
MSNBC, CNN, C-SPAN y FOX. Cola- nas, representantes de un ámbito social ab-
boradora de New York Daily News y The solutamente minoritario, dominan y utili-
Daily Caller. Ella se presenta como atea, zan grandes medios de comunicación para
pero plenamente consciente de que los atacar, mofarse, o simplemente tratar de
fundamentos de la nación y la sociedad apartar del escenario social a la gran mayo-
americanas son judeo-cristianos. ría. La libertad de prensa se ha transforma-
Para captar adecuadamente la densidad do en poder, un poder que en muchas oca-
y la fuerza de la información y los argu- siones se ha convertido en una herramienta
mentos aportados por la autora, hay que de opresión. Para Cupp todo esto pone en
tener muy presente desde el principio una riesgo la esencia misma de la libertad y la
serie de datos básicos. El ochenta por cien- democracia.
to de la sociedad americana es cristiana. El Según la autora, los medios liberales,
noventa por ciento es creyente. Sólo el con su modo de actuar, transmiten los si-
diez por ciento es no creyente. Escuchar la guientes mensajes: a) Los valores judeo-
voz de esa inmensa mayoría y tratarla cristianos que estructuran las bases de la
adecuadamente es tarea ineludible de una democracia americana deben ser totalmen-
auténtica democracia. te eliminados, porque una reducida mino-
Desde hace unas pocas décadas, y con ría los considera discutibles; b) La toleran-
especial virulencia en los últimos años, se cia religiosa es algo crucial para la salud y
da un fenómeno curioso. Un amplio sector el éxito de cualquier democracia, pero no
de los grandes medios de comunicación cuando se aplica a la gran mayoría; c) Una
del país ha adoptado una actitud de clara prensa fuerte, limpia y objetiva es mejor
hostilidad hacia los cristianos y el cristia- para la libertad que una hostil, tendenciosa
nismo, poniendo en marcha lo que la auto- y corrupta, pero no en el caso de que la ob-

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