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Un caso del Dr Hamer que me encanta cada vez que lo leo :
(no estoy muy segura que

sea traducción (traducción de traducción) exacta, porque tengo dudas gramaticales...).



Extracto de un caso con el fin de poner a prueba la Nueva Medicina Germánica.



¡ La paciente de 83 años!

El Profesor Semm de Kiel (Alemania) pide al Dr. Hamer una comprobación de la NMG
presentándole el caso de una paciente de 83 años.

Es el Profe. Grillo su asistente que acompaña al Dr. Hamer en su consulta.



El caso presente es un poco especial en el sentido que implica una noción de puesta a prueba y es
justo sirviéndose de este caso que un representante de la medicina de escuela, el Profe. Semm de
Kiel, pensó poder demostrar la absurdidad de mi sistema, la nueva medicina del Dr. Hamer.
Aprendí más tarde, que habían previsto eliminarme de la clínica como un hereje loco, cubierto de
oprobio.


El Profe. Semm de KIEL había leído en una carta que me había enviado el Profesor Holzmann,
colaborador médico de la edición Thieme, que esta casa no quería publicar mi artículo sobre la
LEY DE HIERRO DEL CÁNCER, antes de conocer la opinión del Profe. Semm al respecto, a
saber si me daba la razón.

"Por el amor de Dios", me confió más tarde, " Usted se imagina
que voy a ganarme la enemistad de todos los médicos dandole un certificado que dice que usted
tiene razón! Si había sabido desde el principio que se trataba de una habilitación escrita y qué tipo
de problemas todo esto iba a ponerme, jamás le habría permitido estudiar el menor caso en la
clínica de Hiesinge”.

El Profe. Semm había recibido a una paciente en consulta en su oficina
al día siguiente de la lectura de la carta del Dr. Holzmann.

La paciente era profesor emérito en economía, tenía 83 años, sufría de un cáncer del cuello de
útero III (estadio 3), jamás había estado casada, era todavía virgen y vivía sola.

El profesor le
pidió en el momento de la consulta, si había sido en contacto con un amigo o otra persona de su
conocimiento. La vieja dama respondió, conforme a la verdad, que no, luego había añadido que
vivía sola, que no tenía disputas o conflictos con nadie y que, de todo modo, no tenía más amigos
o conocimientos, porque todos los que ella había conocido habían fallecido por lo menos desde
hace diez años.

Luego, el Profe. Semm dijo delante de la puerta de su oficina a su asistente el
Dr. Grillo: "Así que ahora Hamer debe consultar a la señora y hablar con ella, obviamente, él
mismo no podrá encontrar el menor rastro de cualquier conflicto. Entonces le diremos que todo lo
que hace, son sólo tonterías y lo echaremos fuera de la clínica. Luego habremos conseguido
librarnos de este " tipo " de una vez para siempre y de manera muy elegante. Usted lo esperará en
el servicio mientras habla con la señora, luego usted le dice que venga a verme después, que
tengo cosas que decirle. "

Cuando llegué en el servicio una hora después, mi colega Grillo, acompañado por uno de sus
colaboradores, me dijo - un poco demasiado amable-: " oh, señor Hamer, hoy usted puede
consultar una paciente con seguro de salud privado, el jefe de departamento lo autorizó
explícitamente, incluso es algo que desea. ¿ Lo quiere?

Hamer: sí, de muy buena gana, los
pacientes de cajas privadas tienen también una alma, como los del público y en principio tienen
los mismos tipos de sentidos y de conflictos. ¿ Cómo podría ser de otro modo? ¿ De qué sufre la
paciente?

Grillo: cáncer del cuello de útero estadio III, pero usted no tiene el derecho a ver el
expediente del paciente, interdicción del jefe de departamento.

Hamer: Esto no es necesario,
pero entonces el diagnóstico histológico es sólo indiscutible ya que el estadio es tan
avanzado.

Grillo: Efectivamente, indiscutible. Pero ahora vamos ante todo con claridad
comprometernos y fijar lo que usted considera para tal caso según la " Ley de hierro de cáncer ".


Hamer: De acuerdo, vamos a hacer esto.

Grillo: ¿ Entonces, cuándo vivió la señora,
como usted dice, el conflicto más grave de su vida?

Hamer: ¿ Cuándo observó los primeros
síntomas?

Grillo: A finales de noviembre de 81.

Hamer: ¿ Y los observó sólo cuándo el
cáncer ya estaba en el estadio III?

Grillo: Sí.

Hamer: Si la paciente es joven - lo que sería
un poco sorprendente - entonces deberíamos buscar el conflicto en mayo o junio 80, de acuerdo a
la progresión del proceso canceroso. Si en cambio ella es mayor o muy mayor, entonces el
momento del acontecimiento conflictivo debe datar de principios del año 80, porque en las
personas mayores este tipo de proceso es más lento.

Grillo: Bueno, entonces vamos a decir a
principios de 1980, enero o febrero. Y puesto que se trata de un carcinoma del cuello uterino, la
mujer debe haber vivido una situación conflictiva de coloración sexual, ¿no?

Hamer: Sí, es
correcto.

Grillo: Bueno, anoto muy precisamente todo esto. En su opinión, ¿cuánto tiempo
duró el conflicto?

Hamer: Probablemente todo el período hasta el descubrimiento de la
enfermedad a finales de noviembre de 1981. Por lo que respecta al período posterior, no puedo
decir nada.

Grillo: de acuerdo, no hay problema, anoté todo al pie de la letra. Señor Hamer,
ahora mi colega y yo, le deseamos buena suerte en su consulta porque la señora es profesor
emérito, tiene 83 años y ella ya está bien esclerosada intelectualmente, es soltera, vive sola, no
tiene amigos u otros conocidos, ella es virgen y ella no tuvo conflictos los dos últimos años, ya
nos aseguramos de ello.


Hamer: observé desde el principio que usted quería tenderme una trampa, pero me burlo de eso,
el rigor del sistema se burla de eso y no me puedes pillar. Por el contrario, y os invito a que me
acompañara a la casa de la señora para evitarle creer en la brujería después a toro
pasado.

Grillo: No, no es necesario, podemos, si es necesario, interrogar a la señora nosotros
mismos, si algo no esta claro. Nosotros preferimos esperarlo aquí, porque luego tendremos que
darle un mensaje del jefe.

Hamer: Sí, y yo ya sé de que se trata. Pero me hace reír. ¡ Porque
su jefe parece haber comprendido tan poco como usted, que todo esto no es una invención
absurda de Hamer que se puede manipular a voluntad, pero al contrario, que se trata allí de una
ley de hierro, en la que yo no puedo influir ni usted! ¿ Sea lo que sea, usted me garantiza que el
diagnóstico histológico es verdaderamente correcto?

Grillo: Sí, Palabra de
honor.

Hamer: Bueno, entonces vamos en seguida a poner por escrito otra cosa, a saber: que
una paciente de edad de 83 años de edad, que hubiera tenido el conflicto más grave de su vida,
hace exactamente 20 a 22 meses: podemos estimar esta probabilidad más o menos a 1/1000.


Grillo: Sí, de acuerdo. Es muy improbable, es anotado.

Hamer: O.K., en segundo lugar:
que una paciente de edad de 83 años, virgen, habría tenido un conflicto sexual a aquella edad,
esta probabilidad podemos también estimarla a 1 sobre 1000, no más.

Grillo: Exacto, y más
bien menos, casi el equivalente de cero.

Hamer: De acuerdo. Entonces en tercer lugar: qué un
conflicto dure tanto tiempo en una mujer de esa edad, esto puede tener sólo una probabilidad de
1/100, más bien menos. 

Grillo: Sí, de acuerdo también. Es muy improbable. Es
anotado.

Hamer: Pues, debe serle claro que la probabilidad que estas tres cosas tan
improbables se hayan realizado al mismo tiempo al mismo punto, es inferior a 1/10.000.000.
Querer calcular de manera más precisa no tiene mucho sentido. Pues, digamos que entre
10.000.000 pacientes podríamos encontrar sólo una única, como gran máximo, que
correspondería, por el más grande azar, a estos tres criterios. ¿Exacto?

Grillo: Exacto. Pues,
prácticamente no hay ninguna posibilidad.
Hamer: Pues, asi que ahora si a pesar de todo - lo
que es absolutamente inconcebible ya que ustedes mismos se informaron - la paciente había
vivido un acontecimiento conflictivo de tipo sexual en el mismo momento en que lo plantee y
que la duración real del conflicto correspondería también a la duración que plantee, entonces
ustedes tendrían ciertamente la gentileza de darme personalmente un certificado en el cual
escribirán que mi sistema, a saber la LEY DE HIERRO DEL CÁNCER, es aplicable con una
probabilidad de 10.000.000/1 y mejor aún, si incluimos en el cálculo, que ustedes hicieron lo
necesario de ante mano para convencerse de lo contrario.

Grillo: Puedo prometerle esto en
perfecta buena conciencia porque esto evidentemente no se producirá. Hay hasta 100.000.000
más probabilidad que le daríamos luego la información del jefe de la cual usted tiene ya una
pequeña idea aparentemente. 

Hamer: vaya, esperemos la continuación.

LA CONSULTA CON LA PACIENTE:

La consulta fue muy agotadora para los dos. No porque ella estaba esclerosada intelectualmente,
como el colega lo había presumido, pero porque era muy introvertida y encerrada, desconfiada y
miedos a, sobre sus guardias, para no mostrarle su vida interior a un desconocido, ni su modo de
ser abierta a experiencias tan ricas y diferenciadas y su capacidad de un compromiso tan
extraordinariamente fuerte.
Comprendí inmediatamente que, a pesar de su avanzada edad, esta paciente entendía
perfectamente bien todas mis cuestiones y sus respuestas fueron también exactas y matizadas, a
medida que comenzaba a confiar en mí.

La historia es rápidamente contada:


En 1922, cuando la paciente era una joven estudiante en economía ella encontró a un joven
profesor a Aachen, donde tuvo su maestría y luego su doctorado y con quien trabajó en la
universidad de Aachen hasta 1939. En 1939 ella obtuvo un puesto en Kiel. Allí, colaboró con otro
profesor en el Instituto de economía. Se entendía muy bien con profesor en Kiel, que falleció en
1969 cuando tenia una edad avanzada.

Paciente: Era muy triste pero inevitable y para mí esto no era verdaderamente trágico, porque
había el profesor M. a Aachen.

Hamer: ¿ Cuándo falleció el profesor M. en Aachen?

Paciente: En 1971 a los 78 años, fue muy duro para mí.

Hamer: ¿ Y esto fue el golpe del destino más difícil para usted hasta entonces?

Paciente: (exaltada) Sí, lo más duro, fue terrible para mí.


Hamer: Usted conoció a su colega cuando usted era joven estudiante y el era asistente o joven
profesor, tenia justo algunos años más que usted. ¿ No era, señora, más que un simple colega para
usted?

Paciente: (Muy excitada) Doctor, usted me plantea cuestiones como si usted leiera mi alma a
libro abierto, mientras que jamás le dije una sola palabra a alguien sobre este sujeto. ¡ Sí, es
verdad era mi esposo! Era un secreto maravilloso entre nosotros. Y fuimos fieles durante casi
cincuenta años, hasta su muerte. Y en aquella época, justo después de la 1a guerra mundial,
todavía no se podía hacer todo y cualquier cosa como hoy dia. Como esposos secretos, nos dimos
todo lo que pueden darse esposos, solamente no podíamos tener niños y no era cuestión de
casarse, mientras éramos pobres.
Pero nos quisimos infinitamente, también más tarde cuando fuimos separados por una gran
distancia, nos escribíamos cada día, nos llamábamos por teléfono y a menudo nos veíamos. Era
maravilloso entre nosotros, mucho más bello que la inmensa mayoría de las parejas casadas. Su
muerte me transformó de una esposa feliz a viuda abandonada.

Hamer: Sí, la creo, señora, esto debió ser el golpe del destino más duro de su vida. ¿ Cuánto
tiempo pasó antes de que haya podido decir adiós a su hombre, antes de que el dolor más grande
empezo a atenuarse?

Paciente: Después de un poco más de un año había aguantado lo más duro. Después me retiré.

Hamer: señora, creo que puedo leer en su alma como a libro abierto. Todo lo que usted me contó
es ciertamente verdad, pero usted omitió la cosa más importante. No sé si el profesor M, su
esposo, es resucitado desde su tumba, pero en todo caso pasó algo grave que le concierne hace un
año y medio a dos años, un acontecimiento conflictivo, como usted jamás lo vivió y que no ha
sido resuelto hasta este día.

Paciente: (Los ojos grandes abiertos de miedo, lívida y totalmente derecha sobre su cama,
tremblando de todo su cuerpo, como jamás vi temblar un paciente) ¿ doctor, en nombre de Dios,
cómo puede saber esto? Jamás hablé de eso a nadie, nadie jamás me vió llorar. Sí, ¡es verdad! es
hasta demasiado verdadero, era la cosa más grave que viví de toda mi vida, maravilloso, grave y
terrible. Y usted tiene razón, hasta ahora no pienso en nada más, de día y de noche, cuándo no
puedo dormir, lo que es a menudo el caso.

Hamer: Señora, es bueno hablar juntos de todo esto. Y yo espero que tengamos muchas
oportunidades de hablar. Cuando se puede hablar con otra persona que entiende, entonces todo se
vuelve menos grave. Usted verá.

Y ella lo contó todo. Podía fechar el acontecimiento conflictivo muy exactamente al día, y hasta a
la hora misma. Su esposo tenía una gran colección de pinturas, entre los cuales muchas pinturas
hechas por él mismo, los cuales todas las había legado al museo de Husum. Ya que no estuvo
casado y no tenía niños, la paciente había sido designada por él como su ejecutante testamentaria.
Las pinturas ya habían sido enviadas a Husum inmediatamente después de su muerte. Pero para
rendirle homenaje, toda su correspondencia esencial, publicaciones, manuscritos etc. también
estuvo destinado al museo. A finales de diciembre de 1979 la paciente recibió a su casa un grueso
paquete atado que contenía cartas, entre las cuales sus propias cartas de amor a su enamorado y
que el había guardado en perfecto estado, arregladas en orden cronológico.
La paciente recuerda muy bien haber dejado de lado todas las cartas durante algunos días. Pero
allí, se sentía atraída hacia ellas como por magia - hasta recuerda la hora que era-, hacia sus
propias cartas de amor, aquellas que había escrito casi 60 años antes y me dijo:

Paciente: Doctor, todavía recuerdo muy exactamente cómo abrí el primer paquete, eran mis
primeras cartas de amor de mí a mi amor. ¡ Yo era como paralizada! Era maravilloso y horrible,
me hizo feliz y inconsolable, simplemente terrible. Doctor, no eran ni siquiera semanas, sino
meses y meses que lloré día y noche, lloré, lloré, lloré. ¡ Horrible, horrible! Sin embargo, no
podía desprenderme de estas cartas, me atraían como por magia. A partir del 3 de enero de 1980,
todo me volvió. Cada carta me recordaba todas estas ternuras y todas las caricias que hubo entre
nosotros en el período más bello más despreocupado de mi vida. Yo era tan feliz en aquella época
y le di todo lo que puede darle una persona enamorada al hombre al que quiere como a un dios.
Reviví todo de nuevo, desde el principio, sentí todas las caricias realmente, como si mi hombre
todavía viviera. Y entonces, cada vez que realisaba que mi enamorado estaba muerto, entonces
sólo podía llorar, llorar, llorar, solamente llorar. Y esto prácticamente no cambió hasta este día.

Consolé a la señora tanto como lo podía y le prometí visitarla cada día para hablar con ella.
Luego salí del cuarto de puntilla, me sentía profundamente humillado. El amor tan profundo, tan
ardiente de esta señora de 83 años de edad para su enamorado era digno de Romeo y Juliette.
Admiraba a esta vieja señora, como una heroína y al mismo tiempo sentía lastima hacia esta
persona tan admirable y tan sola. Me preguntaba por cual medio podía obtener la autorización del
jefe de departamento para ayudar a esta dama.

Afuera, delante de la puerta me esperaban los colegas con una sonrisa sardónica.

Grillo: ¿ Bueno, esto duró un buen momento, la cocinó hasta el fondo del alma?

Hamer: Dios sabe que no tengo la cabeza para broma. Voy a contarle …

Después de haber acabado el cuento de la anamnesis, los colegas se habían vuelto muy
silenciosos.

Grillo: hum, tal coincidencia, que algo de este género puede ocurrir a una persona de tanta edad,
es verdaderamente raro, hum, muy curioso. Todo esto sólo puede ser un azar estúpido. Y
exactamente al mes cerca, luego también la tonalidad sexual del conflicto, por supuesto, un amor
juvenil, si esto no es sexual... ¿ Y esto todavía continúa y hasta hoy? Pero, señor Hamer, esto sólo
puede ser por el más grande de los azares, si no esto implicaría que todo lo que hicimos en
medicina hasta este día era totalmente falso. ¡ Pero esto, simplemente no puedo creerlo!

Hamer: señor Grillo, anotamos, que había sólo una probabilidad de 1/10.000.000, no más, que
todo esto pudiera llegar por casualidad. Entonces ahora usted será muy amable de escribirme un
pequeño certificado en el cual usted pondrá por escrito que mi sistema es justo con una
probabilidad de 10.000.000/1. Haga esto, por favor. Le pediré al jefe de departamento de firmarla
también. Después de todo, él mismo dio la autorización para proceder a la prueba de mi sistema
en el caso de esta señora. Me parece que es su deber más elemental darme un certificado de lo
que es la verdad: que mi sistema y la LEY DE HIERRO DEL CÁNCER son fundados sobre una
reproductibilidad científica absoluta y que debería estar considerada como probada según la
lógica causal de la medicina de escuela desde las comprobaciones reproducibles de más de 500
casos.

Grillo: Debo decir que efectivamente es muy llamativo y el caso ahora esta claro como agua de
manantial. Es curioso que la paciente no haya hablado de esto ni con el jefe del departamento ni
con nosotros. Porque le preguntábamos si ella había tenido cualquier conflicto estos últimos años.

Hamer: Si, pero efectivamente ella no tuvo conflictos con nadie, ni con su enamorado la persona
fallecida y tan apasionadamente amada. El conflicto suyo, el de la Juliette de 83 años de edad, era
el abismo entre su amor paradisíaco y la muerte, entre la vida de pareja y su soledad. Usted sabe,
señor Grillo,que como medico debemos tener un poco de empatia para poder entender una
persona sufriendo.
Y entonces, que tenéis que decirme por parte del jefe de departamento ?

Grillo: Nada, o sea, quiero decir, no sé lo que va hacer el jefe ahora. Simplemente no puedo creer
todo lo que acaba de pasar.

Hamer: En aquel caso, señor Grillo, entre nosotros, solamente podría haber lugar intercambios
teológicos sobre la creencia en general y sobre su incredulidad en particular.
Pero en el dominio de una medicina científica organizada según reflexiones causales - lógicas,
usted no es más un interlocutor para mí.

El profesor Semm ha sido puesto al tanto de este monstruoso fracaso para él, antes de finales del
día. ¿ Ya que la paciente había sido profesor, era difícil pretender que yo había traído la señora al
retortero.Para el Profe. Semm toda la historia parecía cada vez más macabra. Entonces, me
convocó el día siguiente y me dijo que sea lo que sea, todo esto efectivamente podía aportarle
sólo los peores rollos y que yo debía desaparecer en seguida y luego detener mis investigaciones.
Luego, por otro lado, no era cuestión que me diera un certificado cualquiera , aunque yo tenía
cientos de casos similares, esto podía traer sólo los peores problemas.
Le dije: " profe. Semm, creo que usted no ve claramente lo que usted hace. La responsabilidad de
lo que usted hace allí, sería infinitamente demasiado pesada para usted si usted tuviera la menor
idea de lo que todo esto implica. Pero si Hamer tenía razón con su sistema - y la probabilidad es
infinitamente grande - entonces usted mismo tendría la culpa de haberse puesto en solfa delante
los ojos de todos los médicos del mundo entero. "

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