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LA
TARTAMUDEZ
VENCIDA
(MÉTODO DE CONVERGENCIA ORTOFÓNICA)
EDITORIAL ENCICLOPÉDICA
MADRID
1955
1
PRÓLOGO
Y después... Ya llevo quince años hablando con toda facilidad, porque mi lengua
se ajusta precisa, segura y desligada; y esta dicha de hablar sin dificultad quisiera
compartirla con todos mis hermanos que se ven impedidos de expresarse como
quisieran.
(Pero cuántos más son los necesitados que han escrito manifestando sus
deseos de acudir a mis lecciones y no han podido ver satisfechos sus anhelos! Pen-
sando en los que no pueden dejar su casa, sus negocios, su profesión, he decidido
presentar con modestia, pero con ilusión metódica y científica, este trabajo que, puedes
creerme, deseo sea para tu mayor bien.
−1−
Para hacerte más sencilla tu corrección expongo con el mayor detalle, que a
veces se me antoja excesivo, lo que has de ejecutar durante el mes de tratamiento. He
querido pecar de claro y concreto antes que dejar a tu iniciativa algunos puntos más
oscuros. Si no acerté a resolver todas las dificultades, como fue mi intención, siempre
puedes contar conmigo.
Una carrera, un oficio, una profesión, )no es empresa más difícil que corregirse
del tartamudeo? Una enfermedad )no exige muchas veces mayores molestias que
luchar por hablar bien?
De las reglas psicológicas que te indico después, te diré desde ahora que todas
tienen su razón y misterio: pero te aconsejo que no trates de aplicar más que una de
ellas cada temporada. Queriendo observarlas todas, no cumplirás ninguna eficazmente.
−2−
quirúrgicas.
Un sueño y una pesadilla felizmente idos parecen ahora ante mí los años
tartamudos de mi infancia y mi juventud estudiantil en España y Roma, con mi lengua
agarrotada para el apostolado sacerdotal. Una realidad nueva y permanente represen-
tan hoy, sin embargo, ante mi misma cenestesia psicológica, los años posteriores de
hablar sin tartamudeo, tanto en el apostolado estrictamente sacerdotal, como en el
esfuerzo por formar y laborar en las academias para la corrección de la tartamudez
sucesivamente en Eulade (Navarra), Logroño y Madrid.
−3−
Capítulo I
El tartamudeo
Todos los alumnos suelen confesar que son muy nerviosos y llegan a creer que
difícilmente habrá nadie más excitable que ellos. No conozco ningún tartamudo que no
sea nervioso. Podrá haber alguno que sea muy tranquilo en algún aspecto; por
ejemplo, por y para comer, andar, etc., pero aun a ese mismo, si se le observa deteni-
damente, se verá que anda sobrado de nerviosismo.
La tartamudez comienza por regla general entre los tres y nueve años. Alguna
vez, anque muy rara, más tarde. Y por excepción en la edad madura. En cambio, las
fobias verbales, que tienen mucho de parecido con la tartamudez, se dan entre
personas mayores. Es más frecuente la tartamudez en el niño que en la niña. En las
clases siempre se nota esta diferencia. Por cada mujer hay seis o más hombres que
tartamudean. La razón de este fenómeno reside en que la niña se desarrolla más
prontamente que el niño, y así, generalmente, supera el peligro prácticamente antes de
que aparezca. También la educación que recibe la niña es muy distinta: más apacible y
tranquila y menos expuesta, por tanto, a los accidentes que provocan la tartamudez.
El tartamudo no respira bien. A veces es tan patente que lo notan todos sus
interlocutores. El hombre normal, instintivamente, habla al espirar; pero el tartamudo
pretende hablar muchas veces cuando inspira. En otros casos la tartamudez se da al
espirar, no aprovechando el aire inspirado, sino que antes de hablar deja salir una gran
parte del aire, porque los órganos de la palabra no obedecen.
−5−
Cantando nadie tartamudea. Es notorio este hecho y de experiencia universal. El
tartamudo no siempre habla mal. A solas jamás. Hay días en que el mayor tartamudo
no tiene dificultad; y hay días en que quienes apenas tropiezan, no pueden articular una
palabra, según se encuentren de momento.
Las causas del tartamudeo pueden ser muchas. Todas las impresiones fuertes,
como sustos, caídas, malos tratos, etc.; la imitación, a veces la herencia, las enferme-
dades infecciosas, como el sarampión, etc.
−6−
Capítulo II
Puedes corregirte
A. R., de Álora (Málaga), estaba tan impedido para expresarse que necesitó para
trasladarse a Navarra de una carta en la que rogaba a los interventores y policías le
facilitasen la llegada a su destino, porque él no era capaz de manifestarlo de palabra. Y
hasta que no pasaron, en Eulate, unos cuantos días de clases no supimos apenas
nada de él, porque no hablaba. Venía con tal ansia de corregirse que se prestó a
cumplir cuanto se le indicase. Desde el sexto día de trabajo habló siempre con gran
calma y sin trabarse ni una vez. No salía de su asombro. Cuando volvió a su tierra, fue
la admiración de los que le conocían.
Escribió hace casi un siglo Chervin: AEl alumno que trabaja, se cura; si no
trabaja, se queda sin curar@. El buen éxito del tratamiento es siempre seguro para los
alumnos dóciles, atentos, laboriosos perseverantes; pero es de advertir que estas
cualidades son de todo punto indispensables.
Cada edad tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El niño suele corregirse con
mayor facilidad. Esto se explica porque el defecto ha arraigado menos y tiene menor
preocupación por su lengua. Además, el niño capta mejor las enseñanzas del profesor.
El adulto, en cambio, tiene mayor fuerza de voluntad y comprende cuánto importa
disfrutar de una lengua expedita.
−7−
fama se extiende por toda la tierra. Ninguna persona culta desconoce su existencia y
sus triunfos.
−8−
Capítulo III
En busca de un método
−9−
arterias linguales, el frenillo, etc.
−10−
Capítulo IV
La verdadera solución
Merece capítulo aparte Chervin, porque fue el primero que resolvió científica-
mente el problema del tartamudeo. Era Chervin un diligente maestro de escuela. Veía
que varios de sus mejores alumnos crecían tartamudos. Interesado vivamente por su
corrección, se ingenió para hacerles practicar unos ejercicios que obtuvieron el éxito
más lisonjero.
21. Por falta de voluntad para expresar la idea. El tartamudo suele ser general-
mente muy tímido. La gente le desconcierta, y más determinadas personas de catego-
ría superior. En ocasiones llega a no atreverse a decir una palabra. Tiene la idea con
toda claridad: pero su voluntad Cfalta de decisiónC no ordena a los órganos fonadores
la emisión de la idea.
31. Por la anormal emisión de los sonidos. Sucede a veces que el entendimiento
funciona con normalidad, la voluntad ordena regularmente y, sin embargo, siente la
dificultad en la emisión del sonido; unas veces al comenzar la palabra, otras en medio y
otras, aunque raramente, al fin. Según Chervin, lo que más hay que observar en el
−11−
tartamudo para su corrección es el modo como practica la respiración al hablar, es
decir, si tartamudea durante la inspiración o la espiración; si arroja el aire por la boca o
por la nariz y si se dejar escapar parte del aire destinado a la palabra, bien sea por la
nariz o por la boca.
−12−
Capítulo V
Puedo y confío
Llega a tanto que, ni aun experimentando después que ya habla bien, no lo cree.
Interpreta su facilidad de habla como un hecho pasajero que pronto será sustituido por
su habitual apuro. Y así, son inmensa mayoría los que pasan este dolor.
J. A. H., de Madrid, me contaba repetidamente que eran sus padres los que más
obstaculizaban su corrección con la repetición constante de que se empeñaba en lo
imposible al pretender hablar correctamente. Creí necesaria una advertencia y llamé a
su padre para hacerle ver el daño que hacía al hijo. El padre aseguró que obraba de la
mejor fe, pensando en el bien de su hijo. Desde el día en que aquellos padres dejaron
de torturar a su hijo, éste inició el periodo de franca recuperación de la palabra con gran
satisfacción de todos.
−13−
J. P., señorita de Salamanca, refería que, cuando confidencialmente manifesta-
ba a su madre su desgracia de no hablar bien, ésta lo consideraba como un castigo de
Dios, imposible de eludir.
−14−
Capítulo VI
S. M., de Zaragoza, hizo algo parecido los primeros días, aunque después, a
ruegos de su madre y más por complacer a ésta que por hablar bien, aceptó el hablar
con tranquilidad. Y, gracias a Dios, habla normalmente.
Vamos a examinar la realidad del caso. )Qué es más ridículo, hablar tropezan-
do, con los estos tan feos que suelen acompañar al tropezón, o hablar despacio y con
seguridad y sin equivocarse? )No es más razonable adoptar un modo de hablar
tranquilo y seguro Cel que suelen observar las personas de temperamento sosegadoC
que no seguir una forma de hablar atropellada, brusca, que muchas veces no se deja
entender a los que escuchan?
−15−
para corregirse) que sufrirlo toda la vida?
No razone bien el que, por estos temores infantiles, deja de corregirse. )No hace
el ridículo el que después de una operación exhibe vendajes que hacen que todo el
mundo se fije en el paciente? Y, sin embargo, nadie deja por ese motivo de hacer vida
social, llevando siempre el aparato que le han prescrito.
No dejo de reconocer que no es gusto de nadie acaparar las miradas del público
por motivos que no traen alabanzas; pero me parece exagerado estar tan esclavizado
al parecer de otros que por un supuesto temor a parecer mal dejemos de recobrar el
don de la palabra, de valor inconmensurable. Seamos atentos y educados para todos,
pero nunca esclavos.
−16−
Capítulo VII
Todos, cuando comienzan a hablar, suelen poner los cinco sentidos para hacerlo
a la perfección. Tienen el mayor cuidado en la respiración y la realizan de manera
ejemplar; pero, en infinidad de casos, ese esmero no dura mucho. (Es tan fácil salirse
del plan de corrección!
Debe preceder siempre al acto de hablar una inspiración hecha con naturalidad y
suavidad. Lo sabe todo el mundo. Mas, después, las prisas en querer expresar la idea,
hace que se lance a hablar sin haber inspirado. Nuestro pensamiento es veloz como el
relámpago y la lengua tiene a imitar esa velocidad. El que tiene gran interés en
corregirse, se esfuerza en no olvidarse de la respiración. Y mantiene el cuidado cierto
tiempo: pero la fragilidad humana pronto da señales de vida, quebrantando su buen
propósito, que ha de reafirmar y consolidad frecuentemente.
−17−
reflexión para levantar nuestro ánimo. Y pude ser ésta, tan natural: (Cuánto daño me
hace el no hablar correctamente! (Y cuánto sufro inútilmente y hago sufrir a los que me
estiman! )No merece la pena imponerse como una obligación el cumplir siempre las
reglas?
−18−
Capítulo VIII
−19−
se encuentra cualquier día con la sorpresa desagradable de no poder hablar cuando
más lo necesita. Entonces viene el derrumbamiento completo de aquella exagerada
confianza sin base suficiente.
−20−
Capítulo IX
Siempre firmes
Ese motivo en el tartamudo puede ser el dilema en que está puesto sin poder
salir de él. O se corrige trabajando con tesón varios meses y después es normal y
perfecto, útil para todo como cualquiera, con la satisfacción que reporta, o continúa
siendo objeto de burlas por su ridículo defecto, incapacitado para la vida social, con su
carácter huraño, sufriendo lo indecible, sin ilusiones y sin esperanza de remedio.
Un joven de Cáceres practicó por su cuenta, durante tres meses catorce horas
diarias, ejercicios de vocalización; tarea como para rendir al más fuerte. Y para estar
ampliamente seguro al hablar, estaba dispuesto a permanecer en silencio los seis
laborables de la semana y hablar tan sólo el domingo. Cuando le decíamos después
que era exagerado, que no hacía falta tanto esfuerzo, replicaba: ASi no hablo bien, no
valgo para nada. Tengo que hacer lo imposible por corregirme@. Así no hay defecto que
no pueda ser eliminado.
−21−
La actitud de héroes como éstos aparece más lógica que la de aquellos enclen-
ques de voluntad, que comienzan animosos y pronto desmayan, abandonando el
empeño de corregirse. Hay que sacar fuerzas de flaqueza para perseverar luchando
hasta la meta final.
El recuerdo pavoroso de los malos ratos pasados por no poder hablar puede ser
bien acicate para que procuremos muy de veras que no se repitan más en toda la vida.
Y la seguridad de hablar normalmente se constituirá en el norte que nos sostenga
firmes en la lucha hasta la victoria.
−22−
Capítulo X
Puedo decir que ninguno de los que habitualmente se excede en la bebida llega
a vencer su defecto. Más aun: los mismos que esporádicamente se permiten condes-
cendencias a fondo con los licores, suelen sufrir un retroceso notable, que después no
se cansan de lamentar.
Ante estos hechos, todos los días repetidos, no queda más que gritar claro y
recio contra el alcohol para los que intentan librarse del tartamudeo. Que el nerviosismo
aumenta con las bebidas alcohólicas no habrá nadie que lo ponga en duda. Y que los
que se dan a beber no suelen tener gran fuerza de voluntad para las luchas cotidianas,
también parece evidente. No necesitamos excitantes que alteren más aun nuestros
alborotados nervios ni pócimas que debiliten nuestra anémica voluntad.
La nicotina es, sin duda, otro excitante de los fuertes. Sin embargo, no sé de
ningún alumno que, aunque sea fumador empedernido de los que con un cigarro
prenden el siguiente y no gastan más de una cerilla diaria o no encienden el mechero
más de una vez, que haya dejado de corregirse por fumar. Sólo uno me advirtió que a
él le perjudicaba mucho el tabaco para hablar.
Otro, de Burgos, me preguntaba: A)Qué le parece? )Me hará mal el vino? Para
mí es indispensable. Lo he bebido toda mi vida y se me hace muy duro prescindir de
él@. Le contesté: AEl uso del vino es saludable, el abuso, fatal. Si te domina, lo mejor
sería dejarlo radicalmente. Desgraciadamente se contuvo poco tiempo. Y sigue sin
corregirse.
En cambio, hay muchos que, desde que saben cuánto les perjudica el alcohol
para hablar, lo abandonan para toda la vida, y ni aun en las ocasiones más solemnes
−23−
de la sociedad se permiten una excepción en su plan de abstención de toda bebida
alcohólica.
Los que hacen caso de estas indicaciones pronto están satisfechos de sus
resultados por la tranquilidad que sienten, con la consiguiente facilidad para hablar. La
misma salud se fortifica extraordinariamente en muchos casos.
Un tercero, de Murcia, a los dos meses de seguir este plan estaba desconocido
por su salud vigorosa, su alegría habitual, su dominio de nervios y su optimismo
contagioso, que le daban un aspecto totalmente distinto.
−24−
Capítulo XI
Preliminares al método
Después del silencio se habla con lentitud, aplicando las reglas de los ejercicios
fonéticos. Se añaden algunas normas psicológicas que facilitan la corrección en gran
manera.
Tampoco has de pensar que hace falta ser un héroe de leyenda para seguir el
método que te presentamos. Sólo se requiera una sincera y verdadera determinación
de corregirse. Y, contando con una buena voluntad, el triunfo es seguro desde el primer
día. Puedes tener la mayor confianza en que vas a hablar correctamente si trabajas con
ahínco y cumples con fidelidad.
−25−
Conviene que sigas el plan con entusiasmo, que, a no dudarlo, hace más suave
el tratamiento y aumenta su efectividad.
Te has de encontrar con dificultades, como las tiene toda obra de importancia.
Pero no pienses que son invencibles, ni siquiera muy graves en la mayor parte de los
casos. De todos modos, prepara tu ánimo para hacer frente a lo que hayas de arrostrar.
Vas a seguir al pie de la letra el plan que te voy a presentar con la claridad que
Dios me da a entender. Día a día y semana a semana has de seguir el método con la
mayor diligencia por la cuenta que te trae. Vas a ver largamente compensados, y en
fecha inmediata, los esfuerzos que te exija la corrección. Tus deseos vehementes de
hablar correctamente van a ser pronto una feliz realidad, que permanecerá alegrando tu
espíritu toda la vida.
−26−
Capítulo XII
Método de corrección
(Se especifica día a día, mañana y tarde, para la amplitud máxima de un mes, el
programa y realización del método de convergencia ortofónica).
Día 1
Mañana
31. Los diez minutos siguientes los empleará en permanecer inmóvil en todo su
cuerpo, con los ojos cerrados. Y los últimos veinticinco minutos practicará este ejercicio
de vocales:
u.....
i......
e.....
a.....
o.....
El precedente ejercicio durará unos doce minutos. Después Cel tiempo restante
hasta completar los veinticinco minutosC hará el siguiente:
−27−
u i u i u
i u i u i
u i e i u
i u a u i
e i e a o
a e o a o
o a i o a
Se repite dos veces. Antes de cada pronunciación se hace una inspiración que
dure cinco segundos.
Tarde
Pronunciar bien las vocales es básico para hablar correctamente. Por eso
insistimos otra vez en otro ejercicio de las mismas:
u u u u i e u u e u i e e i e
u u e u e e i i e i i e e i u
u u e u a e a a e a i a a i a
u u o u o e o o e o i a o i o
u u i u i e u i e u i u u i u
e e a e u
o u u o u a u u a u
o i u o i a i i a i
o a o o a a e e a e
o e i o e a o o a o
o u i o u a a u a o
o u i a o a i e a u
Lectura lentísima
−28−
Su fuerza Su poder
es avasalladora. inconmensurable.
Ella transmite la palabra
los pensamientos levanta tempestades
más delicados de entusiasmo.
del hombre: Subyuga
el amor, al que le
la gratitud, escucha.
la bondad, Vázquez de Mella
el entusiasmo, arranca aplausos
la esperanza, hasta de
la felicidad. sus mismos
La palabra adversarios
es progreso. políticos
Donoso Cortés con su palabra.
en uso de
−29−
Día 2
Mañana
Insistimos en los ejercicios de vocales porque son el eje de una buena pronun-
ciación y dan al lenguaje toda su belleza, si son perfectamente pronunciadas:
u u u u i e i i i i i u e e a e a o
u u i u e a i i e i e a e o a e o u
u u e u a o i i a i i o e u i e i u
u e i u i e i e o i a u e a o e u a
u e a u o a i a u i o a e i a e o u
u i u u e o i u a i o u e u a e a u
a a e a a i o o u o o i
a a i a a o o u i o i a
a i a a o i o i a o a e
a u o a e o o a e o e u
a o u a u o o e a o u e
a i o a o u o a e o u o
Lectura lentísima
Vivir sin
hablar bien
La palabra
insegura
y vacilante es un tormento
quita todo que hace sufrir
atrevimiento. a todas horas.
No estar Hay que librarse
seguro de cuanto antes
hablar bien y para siempre
da una de ese martirio.
preocupación Se pueden
y angustia y se deben
que sólo corregir
el que la los trastornos
padece, del lenguaje,
puede aunque
apreciar cueste
con exactitud. grandes
−30−
sacrificios, generosamente
ya que muy pronto y toda la vida
se verán disfrutaremos
compensados de una seguridad
al hablar.
Nota. Léase como el primer día, dedicando veinticinco minutos y repitiendo hasta llenar
ese tiempo. Entre el primer ejercicio y la lectura hágase ejercicio de inmovilidad durante
cinco minutos, y respiración suave y lenta otros cinco: así se distribuye la hora de
práctica fonética.
Tarde
ba ba ba ba ba
pa pa pa pa pa
fa fa fa fa fa
va va va va va
ma ma ma ma ma
Cada uno de estos ejercicios repítase con todas las demás vocales.
Nota. Jamás se olvide la respiración suave, diafragmática y lenta, que llene los cinco
segundos. El ejercicio anterior ha de durar veinticinco minutos. Repítase hasta
completar el tiempo.
Lectura lentísima
El tartamudeo fuera de
desaparece duda
de dos maneras, entre
dice el científicos
doctor Antoni: es que
o por un puede
ejercicio vencerse
técnicamente completamente.
dirigido, No hagas
o por caso,
psicoterapia, por tanto,
o por una
acción conjunta
de ambos.
Lo que está de los
−31−
sabihondos que tú
que te digan no puedes
dejar de será
ser tartamudo. un hecho
Alegra tangible,
tu ánimo si cumples
y ponte a un método
trabajar de solvencia
con toda y garantía,
ilusión y hay no
en tu pocos en
corrección, el mundo.
que pronto
−32−
Día 3
Mañana
ga ga ga ga ga
fa fa fa fa fa
ka ka ka ka ka
za za za za za
na na na na na
ña ña ña ña ña
Lectura lentísima
−33−
Nota. Distribúyase la hora de ejercicio como ayer.
Tarde
ya ya ya ya ya
ra ra ra ra ra
rra rra rra rra rra
la la la la la
lla lla lla lla lla
Nota. Este ejercicio durará veinticinco minutos. Repítase hasta llenar este tiempo.
Después dedíquense cinco minutos a respirar suave y profundamente sin
pronunciar nada y otros cinco a la inmovilidad absoluta.
Lectura lentísima
El mecanismo
de la palabra
es de lo más entre la
asombroso concepción
que cabe de un pensamiento
imaginar, y su expresión
así como hablada?
la suma La palabra
facilidad no es privilegio
con que de los sabios;
se presta es el
a todos patrimonio
los mandatos de todos
de la voluntad, los hombres
constituyendo normales.
un forma Lo mismo
sensible habla
del pensamiento. el orador
)Quién es capaz más nombrado
de medir que un
el tiempo sencillo
que media labriego
o una mujer
ignorante.
−34−
Día 4
Mañana
da da da da da
ta ta ta ta ta
cha cha cha cha cha
sa sa sa sa sa
za za za za za
Lectura (1)
Reconozcamos brilla
la sabiduría en la del
y bondad oyente
de Dios con la
y démosle rapidez
gracias del relámpago.
por el Y sin
beneficio embargo,
inmenso ha sido
de la palabra. preciso
El hablar que el
es un pensamiento
fenómeno se concibiese
asombroso. y que la
El lenguaje voluntad
es admirable mandase
en sí mismo. a los órganos
Esmerémonos de la palabra,
en la pronunciación que el aire
perfecta. vibrase
El pensamiento para que
surge en esa vibración
la mente llegase
del que habla, al oído
y al instante del otro.
−35−
Léase durante veinticinco minutos, repitiéndolo tantas veces como sea
necesario.
Tarde
ga ja ka xa ña
gue je ke xe ñe
gui ji ki xi ñi
go jo ko xo ño
gu ju ku xu ñu
j g n ñ k
k n g ñ z
x n j ñ g
n j g ñ k
ñ n j g x
Lectura
El tartamudeo y firme;
se corrige siendo,
con mucha por tanto,
mayor más fácil
facilidad desarraigarlo.
en la niñez Tampoco
que después a esa edad
de la misma. se ha
Y es natural contraído
que así sea. la timidez
A esa que suele
edad ser compañera
el hábito inseparable
de la del tartamudeo;
defectuosa y que suele
pronunciación dificultar
está menos mucho
asentado la corrección
−36−
del defecto. Después
de la niñez, Y cuanto
es la juventud más joven
la época es uno,
más apropiada menos cuesta
para una lograrla.
corrección
a fondo.
−37−
Día 5
Mañana
ya ra rra la lla
ye re rre le lle
yi ri rri li lli
yo ro rro lo llo
yu ru rru lu llu
r l ll y rr
rr r l ll y
l ll y rr r
ll y rr r l
y ll r rr l
Lectura
También madura
después de la voluntad
la juventud de corregirse
y niñez es más tenaz,
es susceptible porque
de corrección se conoce
el tartamudeo. mejor
He visto la necesidad
casos de hablar
de personas bien,
de más de por los
sesenta fracasos
años sufridos
que han en el largo
vencido tiempo
su defecto. de experiencia.
En la edad Así se explica
−38−
el máximo interés
que ponen veces es
casi todos admirable.
los mayores
en corregirse
plenamente,
que muchas
Tarde
da ta sa cha za
de te se che ze
di ti se chi zi
do to so cho zo
du tu su chu zu
t ch g d s
ch g d s t
s d t g ch
z s ch d t
d z ch t s
Lectura
Bueno tímido.
será El tartamudeo
que a la vez produce
que combates timidez
el tartamudeo, y ésta
también aumenta
ataques en grandes
la timidez, proporciones
que es tan el tartamudeo.
perjudicial También
como él. la timidez
No hay es vencible.
tartamudo Pocos son
que no sea los que
−39−
en alguna normalizarse.
época La timidez
de su vida afecta a
no fueron muchos
tímidos, más que
y después, el tartamudeo.
con la Hay que
práctica acabar
y ejercicio con los dos
ante el defectos.
público,
consiguieron
−40−
Día 6
Mañana
gl fl pl bl
Lectura
−41−
Tarde
dr fr pr gr cr br
Lectura
Procura aparecía
refrenar tan sereno
tu nervosismo. siempre
Se puede y equilibrado
mitigar ante el público,
notablemente, que era
como la conocido
experiencia como si
nos lo enseña nada le
todos afectase,
los días. y fuese
Vive de piedra.
un señor Y tanto
obispo era así,
(muy notable que molestaba
por cierto), a los que no
que decía estaban
ser tan en el secreto
nervioso de su mucha
que cualquier virtud
disgusto y abnegación.
hacía subir Una voluntad
sus pulsaciones tenaz
a más de y constante
ciento puede lograr
veinte una verdadera
por minuto. transformación
Sin embargo, en nosotros.
−42−
Día 7
El primer día de hablar de esta forma tan distinta de la anterior suele hacerse
pesado y molesto; pero no por eso deje de hablarse así. Estas primeras dificultades van
suavizándose poco a poco y en pocos días se acostumbra uno al nuevo modo de
hablar.
Y no se deje vencer el alumno por la impresión que pueda producir a los demás
su sistema de expresión. Está decidido a corregirse totalmente, pase lo que pase.
−43−
Todos los obstáculos son pasajeros y la corrección es para toda la vida. Además, nadie
tiene por qué extrañarse. Puede suponer que, si se habla de esta manera, por algún
motivo justificado se procede. Por tanto, tranquilidad. No debe estar supeditada nuestra
corrección al parecer de otros. Por lo demás, se ha de procurar observar la mayor
naturalidad dentro de la lentitud. Con un poco de cuidado y ejercicio se llega pronto a
hablar tranquilamente, sin que nada puedan advertir los que nos escuchan que les
llame la atención.
−44−
Día 8
Mañana
pa pa pa pa pa
b g k t
Lectura
(léase en la forma acostumbrada)
−45−
o comandante. vencer
Hay que procurar las emociones.
Tarde
za za za za za
ce ce ce ce ce
...............................
s j ch v f
Lectura
−46−
Día 9
Mañana
pa ba ga ca da
pe be gue que de
pi bi gui qui di
po bo go co do
pu bu gu cu du
Lectura
No hagas en el
caso de sistema
los que nervioso;
dicen pero
que los no tanto
cambios como para
de tiempo atribuir
producen a esta
el tartamudeo; causa
que la humedad ese trastorno
del aire de la palabra.
traba Aun a
la lengua. los más
Es verdad normales
que un les afecta
cambio el descenso
brusco vertical
de la del barómetro
temperatura o termómetro.
influye Habla despacio
notoriamente y aunque
−47−
el tiempo hablarás
sea desapacible correctamente.
Tarde
sa za ja cha fa
v t ch j s
j, ch s f v
ch f s z j
f j z s v
z s j v ch
ch v z s f
Lectura
Buen arredró
ejemplo por eso.
para ti, Se dedicó
para que con ahínco
le imites, a vencer su
es el de defecto, que era
Demóstenes. tartamudeo,
Según según dicen
dice algunos,
la historia, o tartajeo,
adoleció a juicio
de un grave de los más.
defecto Cuando
de pronunciación, se vio
hasta el punto libre
que fue de tal anomalía,
silbado se presentó
cuando al público,
pronunció cosechando
su primer un triunfo
discurso colosal.
en el Ágora Fue el mejor
por su orador.
dicción
ridícula.
No se
−48−
Día 10
Mañana
uuu auu ue
uue iuu io
uui ouu ou
uuo uuu oa
uua euu ea
Lectura
−49−
a la lucha, magníficas
está en para corregirse
condiciones plenamente.
Tarde
Lectura
para la laureada.
−50−
Día 11
Mañana
ab ab ab ab ab
............................... Repetir con todas las demás vocales, prosiguiendo lo mismo con
ap af av am
Nota. Este ejercicio se practica de esta manera: se inspira como de costumbre. Antes
de cada línea y después de cada sílaba se interrumpe el sonido como un
segundo, teniendo cuidado de no respirar hasta terminar toda la línea. En la
interrupción es conveniente cerrar los labios suavemente.
Lectura
−51−
Tarde
ag ag ag ag ag
............................... Hágase lo mismo con las demás vocales. Practíquese con
aj ak ax an añ
..............................
Lectura
Fortalece en un año
tu determinación triunfarás
de corregirte rotundamente.
perfectamente, No te quepa
tratando la menor duda.
de no plegarte Entrégate
ante las con coraje
dificultades a corregirte
que indudablemente sin nerviosismos
has de encontrar. ni impaciencias,
El tiempo pero con una
de corrección voluntad decidida
es breve y resuelta.
y los beneficios Vas a dejar
son para de sufrir las torturas
toda la vida. que conoces
Aunque seas amargamente
el caso más grave, por experiencia,
bien llevado y comenzará para ti
y observando una nueva era feliz
el tratamiento, de paz y seguridad.
−52−
Día 12
Mañana
ar ar ar ar ar
............................
Nota. Repítase cuanto sea necesario para completar los veinticinco minutos,
practicándose con en los días anteriores.
Lectura
Si quieres Sabes
corregirte de veras a dónde caminas:
y alcanzar éxito a tu liberación,
clamoroso, a tu recuperación
amontona de la palabra.
energía en ti Avanza con paso
y fuerza de voluntad firme y decidido
bastante hacia la meta
para destruir, de tu corrección.
superar u orillar No temas:
las dificultades la decisión
que implica ahuyenta
la corrección. los obstáculos.
Para salir victorioso Ante el hombre
en tu empeño, decidido
necesitas grandes los demás se apartan
reservas de energía para darle paso.
como la garantía Cumple el tratamiento
mejor del éxito. sin titubeos.
−53−
Tarde
ad ad ad ad ad
................................
Nota. Dedíquense los veinticinco minutos a estos ejercicios. Téngase gran cuidado en
no inspirar en las interrupciones. Practíquese con calma y suavidad.
Lectura
−54−
Día 13
Mañana
ag aj ak ax añ
..............................
j g n ñ k
k ñ g n x
z n j ñ g
n j g ñ x
ñ n j g x
Lectura
−55−
Tarde
arr al all ar
......................
r l ll rr
rr r l ll
l ll rr r
ll rr r l
ll r rr l
Lectura
−56−
Día 14
Si seguiste estas normas con todo rigor, te felicito con efusión, porque no me
cabe la menor duda de que has hecho grandes progresos en tu corrección en pocos
días. Ha debido ser una semana de emociones fuertes.
La nueva semana que vas a iniciar, debe ser de mucho mayor provecho, entre
otras razones, porque siempre es mucho más fácil continuar un trabajo que dar los
primeros pasos, y en los principios se esfuerza uno acaso más con menor rendimiento.
Es ley de la vida.
A poco que hayas hecho por aplicar el método, habrás podido ver la facilidad que
tienes para expresarte. Es un motivo de aliciente.
En la primera semana de hablar desaparecen ordinariamente todos los tropiezos,
−57−
con la satisfacción consiguiente. Sólo cuando no se ha cumplido el plan, o en algún
caso extraordinario, se sigue tropezando.
−58−
Día 15
Mañana
ad at as ach az
................................
t ch z d s
ch z d s t
s d t z ch
z s ch d t
d z ch t s
Lectura
−59−
Tarde
ab ap af av am
................................
n v p f b
b f v p n
f m p b v
v p b f m
p m f b v
Lectura
−60−
Día 16
Mañana
gl pl fl bl
Hágase este ejercicio como los anteriores. Ténganse en cuenta las advertencias
sobre la interrupción del sonido sin respirar.
Lectura
−61−
Tarde
fr pr dr tr gr cr
Lectura
−62−
Día 17
Mañana
ap ap ap ap ap
................................
b g k d t
Lectura
−63−
Tarde
az az az az az
...............................
s j ch v f
Lectura
−64−
Día 18
Mañana
ab ap ag ak at
...............................
Lo mismo con:
d t k g b
p k g t d
g d p r t
t p b g k
k b g p d
b d p k t
Lectura
Se ha de evitar procurando
la monotonía, que las palabras
tan molesta tengan vida
para el que escucha. y se hagan
Denota el que interesantes
así habla para el que escucha.
carencia de interés La voz se ha
por lo que dice, de cultivar
que no lo siente, para que sea clara,
que le da lo mismo armoniosa,
decir aquello bien modulada
u otra cosa. y expresiva.
La voz ha de La articulación
reflejar clara de la palabra
la importancia agrada grandemente
de lo que se dice, al que escucha.
−65−
Tarde
az as aj ach af
...............................
s j v ch z
z ch j s v
v j s f ch
f s v j z
s ch z v j
j z ch f j
Lectura
−66−
Día 19
Mañana
ea ea eu ia oa
ei ie io oi ua
io oi ou uo au
ou uo ua au ue
Lo mismo con: b g k t d
Lectura
−67−
Tarde
Lectura
−68−
Día 20
Mañana
Lo mismo con:
d t k g b
p k g t d
g d p b t
t p b g k
b d p k t
Nota. Practíquese este ejercicio con gran interés, dedicándole veinticinco minutos.
Lectura
−69−
la importancia el mismo efecto
de lo que exponemos. levantando un poco
También puede más el tono de la voz.
conseguirse
Tarde
Lo mismo con:
j f v ch z
v ch j z s
s z ch f j
ch f j z s
z j ch s v
Lectura
artificio y falta
de naturalidad.
−70−
Día 21
Puede ser que en algunos casos no sea preciso frenar tanto nuestra lengua. Sin
embargo, aun para estos leves, sinceramente creo que les será utilísimo afirmarse en
su seguridad para hablar.
Cierto que resulta molesto leer y hablar tan lentamente, pero es el camino más
seguro y fácil para corregirse.
Quizá parezca largo este lapso de tiempo a muchos que, porque ya no tartamu-
dean, tienen mucha prisa en quitarse el freno. No se dejen llevar de su impaciencia. Se
lo dice quien está cansado de ver la desilusión de tantos que, tras haberse lanzado a
volar prematuramente, han sucumbido en pocos días, por no hacer caso de quien les
aconsejaba más prudencia. (Cuánto mejor es continuar así aún más tiempo que el
estrictamente necesario! )Qué mal se sigue de ser extremadamente cauto?
−71−
dos sorprendentes, aunque en algunos casos aparecen al mes de tratamiento y en
otros aún más tarde. Condición única: no desalentarse ni renunciar a la lucha.
Tanto los que no tropiezan como los que aún no están seguros, traten de hablar
con naturalidad. Hablen como los demás en todo, excepto en la calma o lentitud, y sin
olvidarse de respirar. Tomen como modelo a alguno de los normales que hablen
sosegadamente por temperamento e imítenlos cuanto puedan.
−72−
Día 22
Mañana
Ejercicios de diálogos
Nota. Léase durante veinticinco minutos, repitiendo cuanto haga falta. Durante los diez
minutos que median entre los dos ejercicios, puede hacerse un ejercicio
sugestivo, que es muy beneficioso, con unas fórmulas parecidas a éstas: AYa
estoy corregido@. APuedo hablar como los demás@. AMe siento seguro@.
AJamás tropezaré@.
−73−
Tarde
La Biblia es C el libro sin igual, C dice Donoso Cortés. C Hay un libro, C tesoro de
un pueblo, C que es hoy fábula C y ludibrio de la tierra, C y que en tiempos pasados fue
C la estrella de oriente. C Un libro a donde han ido a beber C su divina inspiración C
todos los grandes poetas C de las regiones C occidentales del mundo; C y en el cual
han aprendido C el secreto de levantar sus corazones C y de arrebatar las almas C con
sobrehumanas C y misteriosas armonías. C Este libro es la Biblia, C el libro por
excelencia. C Libro prodigioso C aquel en que el género humano C comenzó a leer
treinta y cuatro siglos ha. C Y con leer en él todos los días, C todas las noches y todas
las horas, C aún no ha acabado su lectura. CLibro prodigioso, C aquel que lo ve todo C y
lo sabe todo, C que ve los pensamientos C que se levantan C en el corazón del hombre
C y los que están C en la mente de Dios.
−74−
−75−
Día 23
Mañana
−76−
Tarde
Debemos tener - devoción - al ángel de la guarda. - San Juan Bosco - oyó un día
- a unos albañiles - una canción - profana muy bella. - Tanto le gustó - la música - que
al momento - sacó su cuaderno - rayó un pentagrama - y apuntó las notas - para
retenerlas. - Después rogó - a Silvio Pellico - autor de AMis prisiones@ - y maravilloso
escritor, - que compusiese - una poesía en honor - del ángel de la guarda, - capaz de
adaptarse - a aquella música. - Pellico compuso entonces - los deliciosos versos -
AAngelito de mi Dios@, - que pronto - aprendieron los muchachos - de Don Bosco - y
que todavía se canta - en los colegios salesianos. - San Isidro Labrador - se entretenía
todas las mañanas - en oír misa. - Su amo quiso sorprenderle - y vio que dos ángeles -
guiaban los bueyes - supliendo al santo.
−77−
Día 24
Mañana
Tarde
−78−
testarudo - tetragrama, tetralogía, tetrágono - tetrarquía, tetrasílaba, tétrico - transfor-
mativo, trasfretano, tránsfuga - traspositar, traspuesto, trasterminante - transcrito,
transcripción, transcurso - translaticio, tramitivo, transitorio - tremendamente, tremedal,
trémulo - tremendo, tremebundo, tricentenario - tremolante, trepidante, trepatroncos -
tresillista, trespaderne, trepanación - tributo, tributar, tributante.
−79−
Día 25
Mañana
(Cuánto vale un alma! - Dice Santa Teresa: - No hallo yo cosa - con qué compa-
rar - la gran hermosura de un alma - y su gran capacidad. - Y verdaderamente - apenas
deben llegar - nuestros entendimientos - por agudos que fuesen - a comprenderlas; -
así como no pueden - llegar a considerar a Dios, - pues Él mismo - dice que nos crió - a
su imagen y semejanza, - para que apenas - podamos entender - la gran dignidad y
hermosura del alma. - No es pequeña lástima y confusión - que por nuestra culpa- no
entendamos a nosotros mismos - ni sepamos qué somos. - Qué bienes puede haber -
en esta alma - o quien está dentro - en esta alma - o el gran valor de ella - pocas veces
lo consideramos; y así se tiene - en tan poco procurar - con todo cuidado - conservar
toda su hermosura. - Todo se nos va - en la grosería - de estos cuerpos.
Tarde
−80−
gratuitamente - grecolatino, gregoriano, grecorromano - glacial, glacialmente, gladiador
- gladiatorio, glandífero, glandígero - glicerina, gliconio, globuloso - glutinoso, glutinosi-
dad, gluten - glotón, glotonear, glotonamente - glorificante, glorificador, gloriosamente.
−81−
Día 26
Mañana
Tarde
Ejercicio de números
−82−
treinta y cuatro - treinta y siete, cuarenta y tres y cuarenta y cuatro - cincuenta y tres,
cincuenta y cuatro y cincuenta y siete - sesenta y tres, sesenta y cuatro y sesenta y
siete - setenta y tres, setenta y cuatro y setenta y siete - ochenta y tres, ochenta y
cuatro y ochenta y siete - noventa y tres, noventa y cuatro y noventa y siete - ciento
tres, ciento cuatro y ciento siete - trescientos tres y trescientos cuatro - trescientos
trece, trescientos catorce y trescientos treinta y tres - tres mil tres, tres mil, tres mil
cuatro - trescientos trece mil, trescientos catorce mil - trescientos treinta y tres mil,
trescientos cuarenta y cuatro mil.
−83−
Día 27
Mañana
Ejercicio de preguntas
−84−
Tarde
(La gloria del cielo - nuestro final destino, - es una felicidad absoluta! - Su
consecución - merece todos nuestros esfuerzos, - todas nuestras fatigas, - sangre de
las venas, - sangre del alma, - si es lícito decirlo así. - )Por qué esta gloria eterna -
merece tanto sacrificio? - (Ah! - (Sencillamente porque - más se sacrificó - por
dárnosla - nuestro gloriosísimo Capitán! - (Por la gloria de su Padre, - la suya propia - y
la de sus elegidos - aceptó pacientemente - lágrimas, gemidos, - agonías, - azotes,
salivas, bofetadas, - hiel, cruz y lanza - y todo lo que se le hizo - al gran Mártir - de
todos los siglos! - (Oh Jesús! - (Cuánto pesa el oro infinito - de tus méritos de
Redentor!
−85−
Día 28
Damos fin a los ejercicios de lenguaje. Cada día has debido consagrar al menos
dos horas a ellos, y mejor dos y media.
(Qué bien hablarás a estas alturas si has practicado los ejercicios con habilidad
y has hablado con calma e inspirando! Ahora te queda otra labor: la de consolidar el
nuevo modo de hablar. Hay que evitar la recaída.
Ya sabes lo que dicen algunos, que parecen desean no nos corrijamos: que para
qué nos molestamos en buscar la normalidad; que es inútil; que así como otros nacen
cojos o tuertos y así viven y mueren, nosotros padeceremos la anomalía de la palabra
mientras vivamos. A lo más que nos conceden es que podamos hablar bien un tiempo
breve después de mucho trabajo; pero que después de corto plazo volveremos a
nuestra habitual dificultad para hablar.
)Qué debemos pensar de esta teoría? Que es una falsedad feroz y que de-
muestra firme ignorancia sobre la materia.
Si tal haces, cuanto más vivas más seguro estarás para hablar. Te lo dice quien
lo lleva experimentado mucho tiempo en sí mismo y en los demás. Es muy difícil que tu
defecto haya sido más grave que el mío, que algún tiempo antes de corregirme, me
hacía poco menos que mundo. Sin embargo, después he podido cumplir mis obligacio-
−86−
nes pastorales y de profesor con toda facilidad.
Más vale que sea exagerado en cumplir el plazo de tiempo hablando con
tranquilidad, que no te adelantes y eches a volar antes de salirte las alas. Hablando con
naturalidad y calma )qué inconveniente hay en perseverar el tiempo suficiente para que
se logre seguridad plena y así sea punto menos que imposible la recaída? Un poquito
de cuidado durante una temporada te pone a salvo de todo riesgo.
−87−
Día 29
Son ese miedo terrible, absurdo, a pronunciar una letra determinada, por
ejemplo, la p o la k, o una sílaba o todo un párrafo. Al llegar una de esas letras temidas,
el alumno se desconcierta, pierde la serenidad de tal manera que va a la deriva, a lo
que salga, y sale muchas veces un fracaso rotundo.
Parece inútil que se den reglas al alumno. Él contesta: Sí, las quiero aplicar, pero
no puedo. Hay algo superior a mí que no me deja articular en esa ocasión.
Otro de Lérida manifestaba que era útil para todo, menos para rezar el Padre-
nuestro en público. Unas palabras de esa oración se le hacían imposibles.
Es natural que las letras más difíciles hagan tropezar más. Y que después del
fracaso, el alumno reflexione sobre él y sus circunstancias. Como muchas veces le da
importancia exagerada, se siente muy humillado y tiene pánico a que se repita el
bochorno. Y apenas apunta la probabilidad, se excita tremendamente. El que lo pasa,
se cuenta perfecta de lo que digo.
)Qué aconsejaremos a los fóbicos verbales? Que por difícil que parezca vencer
ese gran miedo, es posible siempre. Hay que tomar todas las precauciones que eviten
el patinazo. Cuando llega la letra o palabra temida, deténgase a inspirar suave y
profundamente y después trata de pronunciar tranquilamente dicha letra, deteniéndose
en todas las vocales y más en la primera.
Si el temor es muy grade, es más que probable que se fracase, a pesar de las
medidas tomadas. No hay que acobardarse por eso. Debemos ir a la lucha contando
con algunas derrotas. Venceremos totalmente si insistimos con tenacidad en querer
pronunciar a la perfección las palabras que nos asustan. Procúrese además no dar
proporciones exageradas al fracaso. Así el pánico aumentaría. Váyase a la pelea con la
−88−
esperanza de vencer en poco tiempo, y mejor diríamos, con seguridad completa.
He conocido un alumno que no podía decir las palabras Christi Filii tui de la
oración Gratiam tuam. Tenía que pasarlas por alto porque se le hacían imposibles. Pero
era tenaz. Y cuanto más fracasaba, más deseo tener de vencer. Estuvo luchando
durante dos meses. Después se recreaba en decir las fatídicas palabras que le hacían
tropezar.
Si a las reglas apuntadas añadimos alguna de orden psicológico, será más fácil
triunfar. Puedes pensar: AEsto es fácil para mí. Yo venceré. Si tengo algún tropiezo,
poco importa. Me creo capaz de superar mayores dificultades que la presente. Llegaré
pronto a desenvolverme con tranquilidad y dominio completo. Pase lo que pase, he de
triunfar@.
−89−
Día 30
)Y la lentitud en el hablar cuánto ha de durar? Son los casos tan distintos unos
de otros que lo que para unos puede resultar exagerado, para otros sea muy poco. En
términos generales se puede decir que un plaza de seis meses es el término medio.
Los muy graves necesitarán, sin duda, más tiempo. Un año bien cumplido y observado
sin excepciones bastará para vender aun en los más difíciles. Alguno, por excepción,
necesitará más tiempo aún. También se han dado ejemplos que han hablado despacio
unos días, ocho o quince a los más, y se han corregido completamente. Pero no te
aconsejo que tomes a estos últimos por modelo, aunque tu defecto sea levísimo. Más
vale asegurar firmemente tu corrección que dejarla a la ventura. No juegues con tu
lengua, que puedes perder.
)Qué haremos uno de esos días aciagos, que parece que todo nos sale mal, que
no damos una en el clavo, que tropezamos a cada instante, a pesar de querer aplicar
reglas? Es otra de las grandes dificultades que puedes encontrar. Y te prevengo contra
ella. No te descorazones. No lo eches todo a rodar creyendo que para ti ya no hay
remedio. Cuanto antes has de reaccionar contra el desaliento, tan humano, por otra
parte.
−90−
Necesitas perseverar en la aplicación de esas reglas tan sabidas. Hay que tener
entereza y persistir, que es la manera de superar la presente dificultad y las que pueden
venir. Mucho ánimo y no dar entrada al desaliento, pase lo que pase. Así no hay motivo
de preocupación. Si hoy nos cuesta mucho dominarnos, mañana será menos, y más
adelante será fácil. La victoria está a las puertas. Todo lo vence un empeño tenaz. Hay
que mantener firme la resolución de triunfar hasta el fin. Que nos aliente y estimule la
seguridad de vencer.
−91−
Capítulo XIII
Hipnotismo
Es muy fácil que hayas leído u oído que el tartamudeo desaparece con el
hipnotismo. Diversos libros cruzan el mundo pregonando la utilidad del hipnotismo para
los tartamudos. Constantemente se aplica por especialistas esa panacea que tanto da
que hablar. )Qué diremos de su influjo sobre el tartamudeo?
Una señora de Madrid, deseosa de hablar bien, acudió a todos los medios, entre
ellos a sesiones de hipnotismo. Vio que alguna de sus compañeras, durante unos días
al menos, ya no tropezaban; pero ella nada bueno sacó de ese procedimiento, que, por
lo demás, es tan cómodo para el paciente.
El hipnotismo es arma de dos filos, que puede volverse contra el que la emplea,
con notorio perjuicio. Mientras no avance más o se emplee con mayores resultados que
hasta ahora, lo prudente será prescindir de él. Es una lástima que así sea porque exige
poco sacrificio al paciente y es relativamente fácil su aplicación por parte del hipnotiza-
dor. En cambio, los procedimientos ortofónicos (no podemos evitarlo) suponen trabajo
constante, cuidado y gran interés en el alumno; cualidades que no abundan, desgracia-
−92−
damente.
Parece lo más prudente y lógico seguir las huellas de los que han vencido su
defecto que no imitar a los que poco o nada consiguieron.
−93−
Capítulo XIV
Sugestión
El principio de sugestión que más conviene aplicar en nuestro caso es el que los
psicólogos llaman el segundo. Y lo expresan así: ATodo pensamiento que no es
recordado, tiende a perder su claridad y a desaparecer, y con él las sensaciones,
movimientos y actividades que provoca@.
−94−
aun contra nuestra voluntad.
Este ejercicio supone dominar la atención para fijarla en una sensación o idea
diferente. El que pueda manejar la atención a su gusto unos momentos. con facilidad
sacará gran provecho de este ejercicio.
−95−
Capítulo XV
Fíjate cuánto bien podemos reportar de esta verdad. Nos conviene, por tanto,
llenar nuestra memoria, nuestro espíritu, del pensamiento de nuestra posibilidad de
hablar normalmente, de que somos, ni más ni menos, como los demás. Y este pensa-
miento dejará sentir pronto sus efectos en la lengua.
La idea es la fuerza del hombre, la única potencia que posee para obrar sobre sí
mismo y sobre su cuerpo. El solo hecho de aparecer una idea en la esfera mental
provoca al instante tendencias en relación con ella.
−96−
Aun será mayor el beneficio que obtengamos de la sugestión si combinamos los
dos principios susodichos. Por un lado, tratamos de no tolerar la entrada en nuestro
cerebro del recuerdo de nuestra anormalidad. Y por otro, asentamos firmemente en
nuestro interior la persuasión de que somos normales, perfectos y completos, como la
generalidad de los mortales. Por este último, la idea de nuestra posibilidad de hablar
correctamente persistirá en la esfera mental y provocará lógicamente una mayor
facilidad para hablar. Por el primero, no se permite que la idea nociva de nuestra tara
ocupe en ningún momento nuestra mente. de ahí vendrá el predominio de aquella idea
de nuestra seguridad en el hablar y su realización inmediata.
−97−
Capítulo XVI
La imaginación sugestiva
Imaginación es la facultad del espíritu que representa la figura de las cosas como
si las viéramos en nuestro interior. Para poder realizar efectivamente este ejercicio es
necesario conocer y practicar la relajación muscular, que equivale a descanso, dejadez,
aflojamiento.
Dale importancia a esta sugestión por imaginación, que puede ayudarte muchísi-
mo a corregirte plenamente en poco tiempo.
−98−
Según enseña la psicología experimental, toda acción es el resultado de un
pensamiento anterior insistente y constante; y la imaginación es la que encarna el
pensamiento persistente. De ahí su gran poder, a veces irresistible.
−99−
Capítulo XVII
Deseo y voluntad
El deseo vivo y constante de obtener una cosa con voluntad y creyendo posible
su obtención es lo que lleva al individuo y con toda la fuerza a su adquisición, sea arte,
ciencia, santidad, etc.
Tres son las actividades el espíritu para lograr todo lo que está a su alcance:
10. Desear viva, constante y ardorosamente una cosa, un fin, soñando a todas
hora en él.
20. Accionar con la voluntad los medios para lograrlo.
30. Confiar siempre y ciegamente en su consecución.
)No parecía imposible atravesar los Alpes en pleno invierno, y más a un ejército
numeroso? Sin embargo, un deseo fuerte de Napoleón logró que, venciendo obstáculos
sobrehumanos, sus soldados traspusieran aquella barrera infranqueable.
−100−
subterránea y allí se aplicaba a pronunciar perfectamente. Cuenta la historia que ponía
una piedrecita debajo de la lengua para que se moviera sin trabarse. Íbase a la orilla del
mar y gritaba con toda su alma. Sus pulmones eran débiles y los robusteció con largos
paseos al aire libre, recitando en alta voz discursos y poesías. Cuando oía discutir, se
retiraba a su aposento y sopesaba las razones de los polemizantes, y sentenciaba
quién estaba en posesión de la verdad. Un deseo ardiente y constante hizo de un
tartamudo, que no puede terminar un discurso, un orador que aún hoy admira por sus
discursos insuperables después de más de dos mil años de progreso.
−101−
Capítulo XVIII
)Por qué no procurarlo con todo empeño? Nos haría muchísimo bien acostum-
brarnos a obrar conscientemente en todo momento. Y no es tan difícil. Cuestión de
cuidado, nada más. Así disminuiremos y aun lograremos suprimir el influjo del incons-
ciente, causa del tartamudeo.
Percibir ruido, olor, dureza, dándose cuenta, es acto consciente. Todas las
sensaciones pueden ser plenamente conscientes, y aun la conciencia de las mismas
puede ser fijada en la memoria.
Al cabo de unos días se nota un gran sosiego nervioso, que permite hablar
mejor, y una mayor actuación de la voluntad, que domina con más eficacia todos los
−102−
actos.
Cada acción consciente nos ayuda a hablar mejor, por la repercusión que tienen
todos los actos, unos sobre otros; peo mucho más, incomparablemente más, se nos
facilita la palabra mediante la atención sobre todos los elementos de la expresión,
desde el entendimiento que produce la idea hasta los órganos fonéticos que la mani-
fiestan.
−103−
Capítulo XIX
Vivir en el presente
Me ocurre con frecuencia ver a los alumnos taciturnos sin motivo inmediato. Les
he preguntado muchas veces familiarmente: )A que te adivino en qué estabas pensan-
do este rato? Se quedan sorprendidos, como el que hace algo que no quiere que se
descubra. Y al declararles que el motivo de su tristeza no podía ser otro que el recuerdo
de lo que han sufrido por no hablar bien o el temor de que no han de llegar a quitar su
defecto, ni una sola vez han dejado de manifestar que, en verdad, por eso se entriste-
cían.
Parece asombro, más que ridículo, lo que cuenta un alumno: ACuando tengo que
hacer una gestión en una oficina de un Ministerio, ocho días antes no puedo dormir,
pensando en el apuro que voy a pasar y lo mal que me van a salir mis asuntos@. Esto
es amargarse la vida insensatamente.
Dirás: AEs inevitable. )Qué le voy a hacer yo?@. Y te digo por experiencia que en
gran parte se puede dejar de ser así y con el tiempo llegar a no tener ninguna preocu-
pación.
−104−
imaginación a la palabra que estás diciendo, porque suele suceder que en nuestra prisa
de nerviosos, primero se adelante la mente dos líneas más de lo preciso; después va la
vista unas cuantas palabras antes que la se pronuncia; y al fin viene la lengua con
mucha celeridad, pero no tanta como para poder seguir a los ojos y a la mente. Todo a
compás, juntamente, )no es para ti mucho más acertado? Procura refrescar tu
entendimiento y tus ojos para que se posen en la palabra presente, no en lo que está
por llegar.
Hay que moderar la prisa. Si no, ésta nos empuja fuertemente hacia un ritmo tan
exageradamente veloz que no es posible articular y vocalizar adecuadamente, y
obstaculiza la armonía que debe reinar entre el celebro emisor y la lengua, que es un
órgano fonador.
Por eso, una regla que has de tener siempre presente es la siguiente: vivir el
momento actual con la mayor intensidad.
−105−
Capítulo XX
La concentración mental
Es poner tal atención en lo que hacemos, estudiamos u oímos, que excluya toda
otra. Y también ese fijarnos en una idea sin permitir la entrada e nuestro cerebro de otra
distinta.
Pero a los tartamudos les resulta mucho más útil, pues valiéndose de ella,
alcanzarán sin trabajo su corrección.
Hay muchas clases de ejercicios que tienen por objeto aumentar en nosotros la
capacidad de concentrarnos. La escuela de Lausanne enseña la práctica de los más
importantes. El fin es fijar la atención en una idea.
−106−
distraerse. Exige más esfuerzo, pero es magnífica. Se entrena practicando algún
ejercicio de concentración en la calle, en un café, en una oficina de gran movimiento y
ruido, entre niños que juegan y alborotan. Al principio, por unos momentos; después
algo más y se continúa hasta ser impasible a lo que nos rodea.
La concentración auditiva se practica escuchando el tic tac del reloj diez verse sin
distraerse y, logrado esto, se procura llegar a contar hasta treinta sin perder la atención.
También se hace en la conversación o al escuchar una conferencia, tratando de no
distraerse. Cuando asalta la distracción no hemos podido vencerla, se descansa unos
instantes y se vuelve a seguir el discurso con la mayor atención.
Estos y otros ejercicios que pueden hacerse, han de realizarse tres veces al día.
En poco tiempo que continuemos practicándolos, veremos la ventaja que se obtiene de
pensar en lo que deseamos y dejar de atender a lo que no nos conviene. Podremos
dedicarnos a nuestros trabajos con toda la atención y espantar la preocupación de
nuestra lengua. Hablaremos sin miedo ni sobresalto porque dominamos el pensamiento.
−107−
Capítulo XXI
Ejercicio de eliminación
No pienses que te va a dar más miedo esta práctica y, por tanto, mayor dificultad
para hablar. Todo lo contrario. Y la razón es que la idea obsesionante, cuando viene
voluntariamente grabada por nosotros y no aparece impuesta por el inconsciente, jamás
provoca las perturbaciones acostumbradas, sino que ayuda a dominar esa misma
obsesión, pudiendo reducirla o retirarla a discreción.
−108−
defenderse; va más adelante: ataca el mal en su raíz. Tenemos fija la obsesión del
hablar dificultado. Es la causa de nuestro malestar y hay que arrancarlo definitivamente.
Esa obsesión inconsciente ha de hacerse consciente. Y nos haremos normales.
Debes valerte del ejercicio de eliminación, que tan excelentes resultados puede
dar. Con él podrás examinar con valentía la causa de tus trastornos, tratando de
sustraerla al subconsciente, para hacerla plenamente consciente y dominarla por
entero.
−109−
Capítulo XXII
Audacia
Puedes hacerte tan audaz como el que más. Examinó un frenólogo a Jorge
Washington y después le dijo: AUsted no tiene demasiada valentía personal@. A lo que
el veterano soldado contestó: ATenéis razón; y a no ser por el sentimiento del deber,
hubiera huido al entrar en fuego por vez primera@.
El miedo lo siente todo el mundo, pero hay que sobreponerse a él. Shakespeare
lo expresó con exactitud: ANo es valiente quien no tiene miedo, porque esto sería
estúpido e irracional; sino quien con nobleza de alma vence al miedo y gallardamente
da rostro al peligro que, por naturaleza, esquivaría@.
Hay que contrarrestar las acechanzas del miedo y combatir fuertemente sus
asaltos. Es la manera más eficaz de vencerlo.
Quien sabe que cuenta con la ayuda del Todopoderoso no se amilana ante los
mayores peligros, ni por la misma muerte. Santa Catalina de Siena daba un paseo por
el mar, cuando se levantó una fuerte tempestad que amenazaba hundir la nave. Los
que la acompañaban se morían de miedo; y ella, con una calma envidiable, reconvino a
los acobardados diciéndoles: A)No estamos en las manos de Dios? )Por qué temer?
Hay que luchar insistentemente consigo mismo para no dejarse influenciar del
miedo, considerándolo indigno y vituperable. No tiene nada de laudable y varonil; es
repulsivo y deprimente, como el valor es digno y enaltecedor. La cobardía es la derrota,
y la audacia, el triunfo. Hasta la fortuna coquetea con el atrevido y vuelve la espalda al
cobarde.
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El general Sanjurjo fue condenado a muerte por los sucesos del 10 de agosto.
Tuvo que firmar la notificación. Ni aun en ese momento perdió el valor que lo caracterizó
toda su vida. Estampó su firma con trazo seguro y firme.
Hemos de nutrir nuestro espíritu de ideas que nos inspiren valor, admirando a los
hombres que se distinguieron por su valentía. Así nos será factible el imitarlos,
comenzando por acciones pequeñas y progresando paulatinamente hasta llegar a
hechos más destacados.
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Capítulo XXIII
Calma
ATodas las mañanas prepara tu alma para tener un día tranquilo. Cuando estés
en paz, aprovecha tan ventajoso estado para avanzar, ejercitándote sin cesar en actos
de bondad y mansedumbre. Si algo te descompone, no te turbes y contraríes, sino, al
descubrir el hecho, humíllate suavemente en la presencia de Dios y trata de poner tu
alma en actitud tranquila, diciendo: Sí, tropecé; debo ser más cuidadoso@.
Si practicas la virtud, te será más fácil aceptar con calma las contrariedades,
pensando que ese contratiempo que te sale al paso, es una excelente ocasión que Dios
te prepara, para que acrezcan tus méritos en la eternidad.
La psicología señala otros medios, que cuestan poco y son eficaces. Enseña que
la respiración profunda es utilísima para desbaratar el efecto depresivo que produce
cualquier temor o impresión. Apenas sobrevenga alguna decepción, haz por inspirar
muy hondo, con lo que disipes la excitación. Si la impresión es fuerte, necesitarás dos o
tres inspiraciones suaves profundas.
No dejes de aplicar una práctica tan sencilla siempre que sientas alguna contra-
−112−
riedad o excitación. Y lo mismo, y aun con más motivo, cuado te asalte el miedo a
actuar en público, sea hablar, leer, recitar, etc. El miedo es la emoción que con más
celo debemos combatir.
La calma tiene ventajas grandes para todos: se discierne con más acierto, la
voluntad es más firme, la memoria más segura, el sistema nervioso, equilibrado. Pero
para el tartamudo sube de punto su conveniencia: estando en calma perfecta nadie
tartamudea. Cuanto hagamos por vivir en completa calma es caminar en derechura
hacia nuestra normalidad absoluta. Aprecia en lo que vale esa calma, que puedes
conseguir.
−113−
Capítulo XXIV
Dominio de sí
Es virtud difícil para todo el mundo, pero cuánto más para el tartamudo, que tiene
unos nervios siempre encrespados y una imaginación desbordada. No obstante, no hay
que desanimarse. Con la ayuda de Dios, que nunca falta, lo podemos todos. )Qué
haremos para ser dueños de nosotros mismos?
Ante todo, ser más reflexivos. Obramos bajo la influencia de las impresiones, y
en estas condiciones no es posible que predomine la mente sobre los nervios. Sucede
todo lo contrario. Cuando una emoción nos embargue, parémonos a reflexionar sobre
ella y en el noventa y ocho por ciento de los casos observaremos que no hay motivo
para inquietarse, que perdemos nuestro dominio sin causa justificada.
Tenemos que hablar en público, por ejemplo. (Qué cosas nos sugerirá la loca
imaginación! Detengámonos a discurrir unos instantes y la mente nos dirá que es pueril
ese miedo, que nadie debe intimidarnos, que ni por muchos o pocos que nos escuchen,
nada nos quitará la posibilidad de hablar correctamente.
−114−
−115−
Capítulo XXV
Alegría
Las ventajas que proporciona la alegría son, pues, incontables. Podemos decir
que a la alegría puede aplicarse en cierto modo el elogio que se hace de la Sabiduría:
ATodos los otros dones recibe el alma a quien yo he sido dada@.
Ozanan apreciaba la alegría sobre todas sus cosas. Un día en que, postrado en
su casita de Antignano, contemplaba el sol descendiendo sobre las olas, su esposa,
sentada un poco más atrás que él para que no se diese cuenta de que lloraba, admira-
ba la serena tranquilidad que reinaba en las facciones de su querido enfermo. En esto,
se le ocurrió preguntarle: AFederico, )cuál de los dones que has recibido de Dios crees
ser el más grande?@ Y sin vacilar contestó: ALa paz del corazón@.
La paz del corazón no es otra cosa que la verdadera alegría: un gran estimulante
que hace tolerables todos los males de esta vida. Todos los actos resultan más fáciles
con la presencia de la alegría en el alma. Los ejercicios que hayas de practicar, procura
realizarlos con entusiasmo, con sincera alegría. Serán más eficaces, además del efecto
sedante que da el sentirse alegres.
Existen diversas fuentes perennes de alegría. Una muy importante es el cumpli-
miento del deber. Ni los placeres ni los millones ni los cargos elevados valen nada si se
−116−
consiguen o se conservan con olvido del deber. El que no cumple con su deber está
lejos de la justicia, del orden, de Dios. )Y quién tendrá alegría, justicia y orden sin Dios?
Cumplir el propio deber es como vivir siempre de fiesta. Dice San Juan Crisósto-
mo: AEl que practica la virtud celebra una fiesta, aunque ésta no exista en el calendario.
La forma de esta fiesta halla su expresión en la pureza de la conciencia@.
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Capítulo XXVI
Optimismo
No es revelar ningún secreto decir que no eres optimista. Estás tan acostumbra-
do a fracasar que te resistes fuertemente a confiar en tu buena estrella. Y hay que ser
optimista, pese a todos los reveses sufridos en tu vida pasada. Has de ser optimista en
lo que se refiere a tu corrección y aun a tus restantes asuntos.
Puedes esperar mucho de ti, no por esfuerzos esporádicos, que a poco condu-
cen, sino por la perseverancia en tu empeño y trabajo. Puede más la insistencia de la
gota de agua que la impetuosidad del torrente.
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expresado.
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Capítulo XXVII
Decisión
Otra importante faceta del espíritu, que se ha de tener en gran aprecio. Somos
vacilantes. Nuestra dificultad de hablar nos ha hecho así, si no lo éramos antes.
Vacilamos para comenzar a hablar, que es lo que con más cuidado hemos de evitar.
Vacilamos entre expresar una idea u otra muy distinta, una palabra o su equivalente.
El que vacila, anda titubeando entre dos opiniones sin saber a qué carta quedar-
se. No denota dominio, sino servilismo. El decidido no espera circunstancias favorables
ni se somete a los acontecimientos. El vacilante no se pertenece. Está a merced de
cualquiera.
El que vacila está perdido, se ha dicho siempre. Y así es. Nada de provecho hará
el que va sin rumbo fijo, lleno de dudas y vacilaciones. El hombre negativo inspira
desconfianza. El positivo está en el mundo para altas empresas. Se cuenta de Alejandro
Magno que le preguntaron cómo había conquistado el mundo. Y contestó: ANo
vacilando nunca@.
−120−
que busca.
Aprende, por tanto, a tener firme y enérgica voluntad. Aplica en todos tus actos
esta tan hermosa doctrina de la importancia y valor de la decisión; proscribe de tus
acciones la vacilación, que te anulará. El vacilante pasa lo mejor de su vida antes de
decidirse, porque jamás supo forjar con fijeza en su mente lo que había de hacer.
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Capítulo XXVIII
Confianza en ti
Muchas virtudes nos son necesarias; muchas cualidades nos convienen desde
varios puntos de vista. Pero dudo que haya otra que pueda interesarnos más que la
anteriormente aludida: la confianza en nosotros mismos. )Por qué no podemos hablar
sino porque desconfiamos de nosotros mismos?
Puedes intentar planes descabellados Cpor ejemplo, ser un NapoleónC que está
más allá de tus posibilidades. Pero si persistes en tus esfuerzos, adquirirás una mayor
habilidad, una capacidad de esfuerzo de que antes carecías. )Es poco esto? )Qué has
perdido con confiar demasiado en ti? No temas, por tanto, excederte en aspiraciones
nobles y puras, que manifiestan una gran confianza en ti.
Poco más se puede decir en pocas palabras. También tiene verdad entrañable
esta otra idea de Reynolds: ALa confianza en sí mismo es un poderoso elemento del
carácter, gana olímpicas coronas e ístmicos laureles, y confiere paridad con los
hombres que reivindicaron el derecho de mantener su nombre en la memoria de las
gentes@.
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atrevió a vaticinar su fama. Julio César animaba a su piloto diciéndole: ANo temas, que
llevas a César@.
Así ves cómo tantas cosas afianzarán tu triunfo formando para ti un Amétodo de
convergencia ortofónica@.
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Índice
Prólogo .......................................................................................................................1
Capítulo I.- El tartamudeo ........................................................................................5
A II.- Puedes corregirte .................................................................................7
A III.- En busca de un método ........................................................................9
A IV.- La verdadera solución ........................................................................11
A V.- Puedo y confío ...................................................................................13
A VI.- Ante los demás ..................................................................................15
A VII.- Observancia del método ....................................................................17
A VIII.- Victoria en las derrotas ......................................................................19
A IX.- Siempre firmes ...................................................................................21
A X.- Lejos del alcoholismo .........................................................................23
A XI.- Preliminares al método ......................................................................25
A XII.- Método de corrección (treinta día de prácticas del método de
convergencia ortofónica) .....................................................................27
A XIII.- Hipnotismo .........................................................................................91
A XIV.- Sugestión ...........................................................................................93
A XV.- Mayor aprovechamiento de la sugestión ...........................................95
A XVI.- La imaginación sugestiva ..................................................................97
A XVII.- Deseo y voluntad ...............................................................................99
A XVIII.- Los actos conscientes .....................................................................101
A XIX.- Vivir en el presente ..........................................................................103
A XX.- La concentración mental ..................................................................105
A XXI.- Ejercicio de eliminación ...................................................................107
A XXII.- Audacia ............................................................................................109
A XXIII.- Calma ..............................................................................................111
A XXIV.- Dominio de sí ..................................................................................113
A XXV.- Alegría .............................................................................................115
A XXVI.- Optimismo .......................................................................................117
A XXVII.- Decisión ..........................................................................................119
A XXVIII.- Confianza en ti .................................................................................121
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