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¡Que feliz era la cigarra en verano!

El sol brillaba y la cigarra

cantaba y cantaba. Mientras tanto, su vecina la hormiga,

trabajaba día y noche guardando comida para el invierno.

Una mañana, la cigarra fue despertada por un frio intenso y por la

bruma que le entumecía las patas. Las hojas de los árboles se

habían puesto amarillas, una lluvia helada caía del cielo gris y

la comida escaseaba por todos los lados.

Fue entonces que cigarra hambrienta y con frio toco la puerta

de la casa de su vecina en busca de un poco de alimento. Pero ella

le respondió:

- ¿Qué hacía durante el verano cuando habían alimentos por

todas partes?

- cantaba y cantaba todo el día – respondió la cigarra.

- Pues, ¿Por qué no bailas ahora? – dijo la hormiga.

- Y con esta dura respuesta le cerró la puerta, negando a la

infeliz cigarra un refugio de calor y bienestar.

Moraleja:

Quien no trabaja para el futuro deberá afrontar tiempos duros.


Es un gallinero, dos gallos discutían

constantemente por la referencia de las

gallinas.

Una mañana uno de los gallos logro vencer al otro y lo obligó a

irse del gallinero. Resignado, el gallo derrotado fue a ocultarse en

un matorral. En cambio, el gallo vencedor, que se sentía muy

orgulloso de su logro, se subió a lo más alto del gallinero para

cantar frecuentemente en señal de triunfo.

Pero no solo llamo la atención de las aves del gallinero, sino también

de un águila que volaba por allí. De un momento a otro se lanzó el

águila sobre el altanero gallo y cogiéndolo frecuentemente entre

sus garras se lo llevo.

Después entonces, el gallo que había perdido la pelea se quedó con

todo el gallinero, y se prometió a sí mismo no repetir la actitud

arrogante del vencedor.

Moraleja:

Quien hace alarde de su victoria nunca disfrutara de la gloria.


Cierto día, unos corderitos patabán tranquilamente. De pronto,

un águila se lanzó sobre uno de ellos atrapándolo con sus garras.

Un cuervo que vio lo sucedido, quiso imitar al águila y se lanzó sobre

otro cordero. Pero sus garras se enredaron en la lana, y por más

que agitaba sus alas no lograba soltarse.

Viendo un pastor lo que sucedía, le cortó las plumas al ave y se


llevó a sus niños. Sus hijos le preguntaron qué clase de ave era,
y el pastor respondió:

- Para mí, solo es un cuervo; pero el, se cree águila.

Moraleja:

Dedica tu esfuerzo para lo que estés preparado por que podrías

quedar atrapado
Una mañana, un hombre paseaba por el bosque cuando en el medio
del camino se encontró una hermosa gallina a la que llevó a casa
para cuidarla. A los pocos días descubrió que la gallinita había
puesto un huevo de oro. ¡No podía creerlo! Muy contento, corrió a
venderlo y compro algunas cosas que hacían falta en su hogar.

A la mañana siguiente, nuestro amigo volvió a encontrar otro huevo


de oro. Y así sucedió, día tras otro.

Todo cambio para él. Tuvo lo que siempre quiso; una casa grande,
ropa linda y comida hasta la saciedad.

Una noche el afortunado hombre, muy pensativo se decía a sí


mismo:

- Me haría rico muy pronto si saco todo el oro que debe haber
dentro de la gallina.

Al día siguiente, se levantó muy temprano y mató a la pobre gallina.

Pero triste fue su sorpresa cuando al abrirla vio que por dentro
era exactamente igual a las demás aves, y del oro no encontró
ningún rastro.

Fue así que el pobre hambre se quedó sin la riqueza que la


naturaleza le había concedido.

Moraleja:

Nunca dañes por ninguna razón a quien te ayuda de buen corazón.


Una mañana de verano, un cangrejo se despertó con ganas de

cambiar su vida por completo. Decidió salir del mar y mudar su

hogar a la playa.

Estaba muy contento con la decisión tomada y tan pronto instalo

su casa se echó a descansar mirando el mar tranquilamente.

Paso por allí un pescador que estaba muy hambriento y débil.

Logro divisar al cangrejo que reposaba en la playa y sin pensarlo

dos veces, lo atrapo.

El cangrejo antes de ser devorado, exclamó: - ¡Bien me lo merezco

por querer vivir donde no me ccorresponde! Pues siendo yo animal

de mar he querido comportarme como si fuera uno de tierra.

Moraleja:

Cuando tomes decisiones, también toma precauciones.

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