Está en la página 1de 24

CONSULTA

Chasis y Carrocería
Chasis: Es una estructura interna que sostiene y aporta rigidez y forma a un vehículo u objeto
en su construcción y uso. Es análogo al esqueleto de un animal. Para el caso de un vehículo,
consta de un armazón que integra entre sí y sujeta tanto los componentes mecánicos, como
el grupo motopropulsor y la suspensión de las ruedas, motor incluyendo la carrocería. No
tienen nada en absoluto que ver con la carrocería ni plataforma.

Carrocería: También conocida como latonería, o chapería, de un automóvil es aquella parte


del vehículo en la que reposan los pasajeros o la carga. En los vehículos autoportantes, la
carrocería sujeta además los elementos mecánicos del vehículo.
Como vemos, la estructura de un vehículo y sus componentes son muy complejos. El chasis
o bastidor nunca debe confundirse con la carrocería pues son elementos muy diferentes y
ambos cumplen un papel adverso por así decirlo; mientras que la carrocería da protección
ante el medio ambiente a sus ocupantes y dota de belleza exterior al auto, su chasis se encarga
de que todos sus componentes, incluyendo la carrocería trabajen en armonía al mantenerlos
sujetados y dándoles el soporte entre sí. Dicha estructura encargada de conectar las cuatro
ruedas actúa de manera muy parecida a los huesos en el cuerpo humano, ya que al ser una
estructura rígida le proporciona una protección al vehículo durante un accidente al no permitir
que se deforme en su totalidad. Por ello, la próxima vez que suba a su vehículo, recuerde que
debajo de usted se encuentra una estructura que mantiene todos los componentes de su coche
en orden y que permite el funcionamiento óptimo del mismo.

Tipos de Chasis y Carrocería


 Carrocería de Chasis de Escalera: Este es el chasis más antiguo y todavía se
encuentra presente en algunos tipos de vehículos actuales como las Pick-up, los
SUV, camiones y autobuses. La característica principal es que la carrocería del
vehículo queda montada encima de él. Este chasis se encuentra compuesto por un
par de largueros que recorre todo el auto de manera longitudinal y que se encuentra
unido entre si gracias a diversas placas de acero que a la vez soportan otros
componentes del automóvil, de ahí que su apariencia parezca una escalera. La mayor
desventaja de este bastidor es que posee poca profundidad a la estructura por lo que
le otorga un centro de gravedad muy bajo.
 Carrocería de Chasis Monocasco o Compacto: Es el chasis más común, de hecho,
los fabricantes de automóviles actuales lo emplean para la fabricación de sus coches
en este momento. La característica principal es que es una estructura bastante rígida
que es muy fácil para su producción en masa y le proporciona al coche una gran
estabilidad si se produjese un accidente. Pero no todo es ventajoso ya que su peso es
la mayor desventaja, además, su fabricación no resulta rentable en bajas cantidades.
 Carrocería de Chasis Monocasco ULSAB: Es la versión ultraligera del chasis
monocasco, para ello se utiliza una especie de sándwich de acero y así se consigue
disminuir el peso global de la carcasa. Este tipo de chasis se consigue al intercalar
polipropileno entre dos piezas de acero ligero. El resultado final es la reducción de la
rigidez y el peso del bastidor. Su uso se ha extendido en aquellos vehículos deportivos
de alta gama como los Lamborghini, Jaguar, Ferrari y algunos BMW.
 Carrocería de Chasis Espacial Tubular: Es un chasis muy costoso para su
fabricación y solo se destina para los vehículos de carreras, por lo que no es rentable
para su producción en masa. Su principal atributo es que es una estructura muy estable
cuyo principal objetivo es proteger la integridad física del piloto y evitar que la
carrocería se deforme en caso de un accidente o colisión con los demás autos durante
una competencia.
 Chasis Columna Vertebral: Es importante destacar que este bastidor presenta como
desventaja mayor su alto peso, por lo que no puede ser producido en masa ni tampoco
puede ser usado en vehículos deportivos. Su uso se extiende casi exclusivamente a
los autos tipo roadsters.

Mantenimiento de Chasis: La mejor forma de evaluar el estado de un chasis es elevando el


auto por medio de un puente (o verlo desde abajo, en un foso). El chasis debe limpiarse por
lo menos cuatro veces al año, dice Elías Trejo, de W. F. Siebold. Lo ideal es hacerlo por
medio de un chorro de vapor para desincrustar la suciedad, el sarro y otras impurezas. Para
tal fin se utilizan hidrolavadoras de vapor de agua, de alta presión y temperatura.

Si el vehículo circula por zonas de alta concentración salina, como sucede en las costas, el
lavado debe realizarse con más frecuencia y debe alcanzar a la parte inferior e interior de las
loderas.

Sin embargo, un lavado tan fuerte implica que los lubricantes se sequen o se disuelvan. Por
tanto, es necesario que después de la limpieza se vuelvan a lubricar todos los puntos
designados por el fabricante para tal fin.

Mantenimiento Carrocería:
– Limpieza diaria. Un ejemplo claro es la aparición de mosquitos y restos de hojas y polvo
que quedan atrapadas en el parabrisas y pueden acabar rayando los cristales y la pintura. La
limpieza de estos elementos es fundamental para evitar daños en la carrocería. Tampoco te
decimos que limpies el coche a diario, pero aprovecha
– Encerado y Agua: Debes contar con productos básicos como una esponja, una balleta y
cera. Una de las mejores formas de encerar tu coche es echar un poco de cera líquida en el
cristal cada vez que limpies tu parabrisas, en el caso de que laves tu coche mediante una
manguera a presión presiones la opción de lavar con encerado. ¡No te olvides de usar una
bayeta o esponja que no deje restos para que el proceso sea más efectivo!
– El mantenimiento de la carrocería mejora si limpiamos el coche una o dos meses al mes.
FILTROS
Filtro de Aire: Permite la entrada de aire necesaria para realizar la combustión y bloqueando
las partículas de polvo que podrían restringir la habilidad del motor para aspirar, hollín y
metálicas se concentren en el motor del vehículo. Con los filtros de aire el consumo de
combustible se reduce entre el 3 y 4% (siempre y cuando el filtro se renueve regularmente),
lo recomendable es cambiar cada 10 mil kilómetros.

Normalmente están hechos de celulosa y atrapan el polvo dentro de sus fibras finas, entre los
factores que pueden afectar la vida útil del filtro de aire está la contaminación y la cantidad
de polvo en el ambiente, pues esto contribuye a que se ensucie más rápido.

Los primeros indicios que tendrás de que los filtros de aire ya no están funcionando
correctamente es la falta de potencia al acelerar, o que el humo del escape salga opaco u
oscuro.

Filtro de Combustible: Se interpone entre el depósito de combustible y las rampas de


inyección del motor para retener las impurezas que puedan interferir en el flujo de
combustible.
Aparece por igual en los vehículos a gasolina, así como los de diésel, pero funcionan de
manera diferente y en el caso de los segundos, su vida útil es menor debido a que alberga
más humedad.

Un mal funcionamiento del filtro de combustible puede derivar en pérdidas de gasolina, por
lo que una manera muy notoria de saber que no está funcionando correctamente es ver
manchas de líquido por debajo del auto. Otra mala señal es que notarás que el auto “se
tironea”.
La salud del circuito de inyección, la bomba de presión, los inyectores y el circuito de
alimentación dependen completamente del filtro de combustible.

Impiden la entrada de impurezas al sistema de alimentación que puedan obstruir la inyección


e incluso entrar dentro del motor. Si esto ocurre, se pierde potencia y hasta puede provocar
la parada del motor. Deben cambiarse cada 20 mil kilómetros.

Filtro de Aceite: Purifican confiablemente el aceite de la suciedad y las partículas sólidas


tales como polvo, metal desgastado, depósitos de carbón, partículas de hollín, entre otras. Su
renovación debería hacerse cada 10 mil kilómetros.
Filtro de Aire Acondicionado: Se conoce como filtro de polen o anti polen tiene una función
similar al filtro de aire, pero en este caso, en lugar de depurar el aire que se dirige al motor,
lo hace con todo aquel que entra en el habitáculo.

Como su nombre lo dice, se encarga de atrapar en sus fibras partículas pequeñas nocivas para
la salud como podría ser el polen para una persona sensible.

Está incorporado en todos los vehículos que integran aire acondicionado y se encuentra en la
pared frontal del motor.

Aunque un mal estado del filtro de aire acondicionado no te dará problemas en rendimiento
o potencia como los que vimos anteriormente, un indicativo que se encuentra sucio es el mal
olor proveniente de su ubicación.
Si este filtro funciona correctamente, la ventilación dentro del vehículo es óptima. Se
aconseja sustituirlos cada 10 mil kilómetros.

MOTORES
Motores gasolina: Los motores de gasolina, también conocidos como motores a cuatro
tiempos de Otto en honor a su creador, son aquellos que funcionan con una base
termodinámica que se encarga de convertir la energía química de la ignición, provocada por
la mezcla del aire y el combustible, en energía mecánica. De esta manera, el vehículo obtiene
la energía necesaria para realizar sus movimientos y se clasifican de la siguiente manera:

 Fase de admisión: La válvula se admisión se abre, lo que permite que la mezcla de


aire y combustible fluya hacia el interior de los cilindros.
 Fase de compresión: durante esta fase, la válvula se cierra y el pistón asciende para
comprimir la mezcla.

 Fase de explosión: las bujías originan la chispa necesaria para producir la explosión
y el descenso de los pistones.
 Fase de escape: la válvula de escape se abre y los pistones se elevan para expulsar
los gases quemados hacia el exterior.

Motores Diésel: Por lo general, los motores diésel son principalmente empleados en medios
de transporte que requieren una dosis extra de potencia y que están pensados para una mayor
carga diaria de trabajo, como vehículos industriales, de carga, maquinaria, medios
aeronáuticos, etc. Los motores diésel funcionan de manera similar a los de gasolina y su
proceso puede dividirse de la siguiente manera:

 Fase de admisión: se produce el llenado de aire y la válvula de admisión permanece


abierta mientras el pistón desciende hacia el punto muerto inferior.

 Fase de compresión: la válvula de admisión se cierra cuando el pistón llega al punto


muerto inferior y comienza el recorrido hasta el superior comprimiendo el aire que se
encuentra dentro del cilindro.

 Fase de combustión: el inyector pulveriza el combustible dentro de la cámara y éste


se inflama de inmediato al entrar en contacto con el aire caliente.

 Fase de escape: se expulsan los gases quemados y se deja que la inercia vuelva a
iniciar el ciclo.
Motores Eléctricos: Aunque no lo parezca, los motores eléctricos son anteriores a los diésel
o gasolina de cuatro tiempos. Entre 1832 y 1832 Robert Anderson desarrolló el primer
automóvil con motor eléctrico puro, capaz de transformar la energía eléctrica en energía
mecánica por medio de los campos magnéticos que genera, sin necesidad de explosiones ni
combustiones propias de los motores gasolina y diésel. En la actualidad cuando pensamos en
vehículos eléctricos puros, solemos referirnos a BEV, o vehículos eléctricos de batería. Sin
embargo, en el mercado podemos encontrar otras opciones como los FCEV, de pila de
combustible, que van combinados con hidrógeno y los HEV y PHEV, conocidos como
híbridos y enchufables respectivamente, que alternan un motor eléctrico de imán permanente
con uno de combustión interna (de gasolina principalmente).

Motor Híbrido: Este tipo de motores se compone de una serie de engranajes que conectan
cada uno de los motores a una cadena que aporta movimiento a las ruedas. El motor eléctrico
es quien inicia el movimiento del vehículo haciendo girar el engranaje exterior, ganando
velocidad sin consumir una gota de gasolina. En cambio, a partir de una cierta velocidad, el
motor de combustión interna se activa haciendo girar los 4 engranajes del divisor de
potencia y aumentando la potencia del coche.
El sistema se completa con un engranaje central conectado a un generador que carga las
baterías, accionado por el motor de gasolina y que aporta potencia extra al motor eléctrico.
Esta es la clave del funcionamiento del motor híbrido.
Mantenimiento del motor
La revisión del motor es el mantenimiento más habitual que se suele hacer en los coches cada
cierto periodo de kilómetros. En ambos casos se cambia el aceite y los distintos filtros, pero
las principales diferencias se centran en el cambio constante del Filtro de Combustible en el
caso de los Diésel, mientras que en los motores de Gasolina este filtro es secundario.

En los Diésel es muy importante su sustitución periódica ya que los sistemas de inyección
directa a alta presión así como las bombas de inyección son elementos de altísima precisión
mecánica y de un coste muy elevado de reparación o sustitución, por lo que asegurarse con
cada cambio de filtro de combustible que al circuito de inyección no llegarán impurezas que
puedan dañar el sistema, es vital para asegurar su longevidad y correcto funcionamiento.

CAMBIO DE ACEITE
El aceite es esencial para el buen funcionamiento del motor dado que realiza tres funciones
clave en el proceso de combustión: reduce el rozamiento entre las piezas móviles, previene
la corrosión y lleva a cabo la refrigeración. Es decir, el lubricante recorre los conductos del
motor y mantiene sus piezas a la temperatura adecuada para garantizar un funcionamiento
óptimo.

Por tanto, el mantenimiento del aceite del motor es una tarea básica para alargar la vida útil
del vehículo. Debes comprobar el nivel de aceite cada 3.000 kilómetros. Para ello tendrás
que introducir la varilla de medición con el motor en frío y observar si el nivel supera el
mínimo necesario. Revisar el lubricante con frecuencia es la mejor manera de prever cuándo
cambiar el aceite o rellenar el filtro.
Si vas a añadir lubricante al filtro, es crucial que utilices el mismo. Mezclar dos tipos de
aceites diferentes podría alterar las propiedades del lubricante y disminuir su efectividad.
Realizar el cambio de aceite de forma regular es vital para mantener el funcionamiento del
motor en óptimas condiciones. Al cambiar el aceite también deberás sustituir el filtro, para
evitar que las partículas allí retenidas ensucien el lubricante nuevo. No alargues los plazos de
cambio de aceite y filtro establecidos por el fabricante, ya que podrías perjudicar gravemente
a tu motor.

Cuándo Hacer El Cambio De Aceite


La necesidad de mantenimiento del aceite del motor está estrechamente vinculada a tus
hábitos al volante. Si realizas desplazamientos largos por carretera, el aceite se desgasta
menos que si haces muchos trayectos cortos al día. El lubricante también se deteriora cuando
no utilizas el vehículo y este pasa mucho tiempo parado, por eso es recomendable que revises
su estado con periodicidad.
De todos modos, hay dos variables principales que determinan cuándo cambiar el aceite: el
kilometraje y el tiempo de uso.
Por lo general, los aceites sintéticos duran unos 15.000 kilómetros, mientras que los semi
sintéticos funcionan correctamente hasta los 10.000 kilómetros y los minerales hasta los
5.000 kilómetros. No obstante, es preciso que compruebes las recomendaciones del
fabricante para saber con precisión cuál es el uso máximo que tolera tu tipo de aceite.

En caso que no hayas recorrido la distancia máxima que establece el fabricante, es


fundamental que realices el cambio de aceite una vez por año. Puedes consultar los planes y
servicios que te ofrece Euromaster para ahorrar al máximo en el cambio de Aceite de tu
coche.

Medición de Aceite: Antes de proceder a verificar el nivel del aceite debemos dejar enfriar
el motor. Una temperatura óptima para realizar esta tarea sería de entre 20ºC y 30ºC. No es
recomendable realizar la verificación con el motor a temperatura de trabajo (entre 85ºC y
105ºC) debido a que puede resultar peligroso y acabar con alguna quemadura; además de que
el aceite a temperaturas altas se expande y siempre marcará un nivel de aceite superior al
real.

El primer paso es la localización de la varilla del aceite. Esta suele tener un cabezal de un
color llamativo y se sitúa en la parte superior del bloque motor.

Tiramos del cabezal de plástico de la varilla y ésta saldrá sin problemas. Una vez extraída,
nos encontraremos que la varilla está cubierta de una capa de aceite de motor. Ésta capa la
debemos limpiar con un trapo, servilleta o papel (si se trata de papel, que sea lo
suficientemente grueso para que no se deshaga en partes más pequeñas y quede adherido a
la varilla).

Introducimos la varilla, una vez haya sido limpiada, y esperamos unos segundos. De nuevo
la volveremos a sacar, tirando de ella, y procederemos a la lectura del nivel de aceite que
tiene nuestro motor.

Tenemos diferentes tipos de varillas, con diferentes tipos de grabados o muescas que nos
indicarán el nivel de aceite que tiene nuestro motor. Existen varillas de plástico o metálicas,
que podrán ser redondas o planas. El procedimiento para medir el nivel de aceite es el mismo,
indiferentemente del tipo de varilla.

Como vemos en la fotografía superior, se trata de un ejemplo de varilla con un tipo


determinado de grabado. Antes de nada, decir que el nivel de aceite se determina por lo que
se mancha de aceite la varilla, es decir, entre la marca de nivel mínimo y la marca de nivel
máximo, la varilla quedará marcada de aceite, desde la punta de la varilla hasta terminar entre
estas dos marcas. A partir de la marca de nivel máximo hacia arriba, la varilla permanecerá
limpia de aceite.

El nivel óptimo de aceite debería marcarse en la varilla entre las dos marcas, siempre más
cercana a la marca de nivel máximo que hacia la marca de nivel mínimo. Sin embargo, un
nivel bajo de aceite estará muy cercano al nivel mínimo de la varilla, por lo que deberemos
añadir el aceite indicado para equilibrarlo.

A la hora de añadir aceite a nuestro motor, debemos tener en cuenta tres cosas. La primera,
si nuestro vehículo es un motor diésel o gasolina. La segunda, el tipo de aceite que
recomienda el fabricante para nuestro motor. Éste viene indicado en el libro de
mantenimiento del coche, o en la tarjeta que nos hayan dado en el taller tras pasar la última
revisión y cambio de aceite. Finalmente, la tercera, la cantidad de aceite, en litros, que caben
(y recomienda el fabricante) en nuestro motor.

Ya que desconocemos la cantidad exacta de aceite en litros que faltan y debemos añadir al
motor, recomendamos seguir el siguiente truco. Una vez verificado el nivel de aceite,
limpiamos la varilla y la introducimos. Abrimos el tapón situado en la parte superior del
bloque motor, marcado con el logotipo de una aceitera y, con la ayuda de un embudo,
añadimos una pequeña cantidad de aceite, (alrededor de medio litro). Esperamos unos
minutos y extraemos la varilla de nuevo (esto se debe hacer para que el aceite añadido se
pose en el fondo del bloque motor y la posterior verificación sea 100% fiable). Verificamos
el nivel de aceite tras añadir nosotros más. Repetimos esta operación tantas veces como sea
necesario hasta cubrir 3/4 partes (nivel óptimo de aceite) de la marca de la varilla de aceite.

Clasificación SAE Y API


En el manual de tu vehículo encontrarás los valores SAE y API que rigen el tipo de lubricante
para tu motor.

La norma SAE señala la viscosidad del lubricante en dos cifras. La primera hace referencia
la viscosidad en frío -por ejemplo en el momento de arranque-, mientras que la segunda
indica cuál es el comportamiento del lubricante a medida que asciende la temperatura del
motor.
El índice API señala la calidad del aceite. Dado que el lubricante es esencial para el buen
funcionamiento del motor, no conviene escatimar en su calidad. De hecho, un aceite que no
sea lo suficientemente bueno podría dañar al motor. Los expertos recomiendan utilizar
lubricantes con índices API SM o SN.

Tipos de Frenos
Los frenos de coche son dispositivos de extrema importancia para la seguridad en la
conducción y son auténticos extractores de energía. Para que nos hagamos una idea de su
potencia, con una frenada a fondo a 140 kilómetros por hora se generaría energía suficiente
para mantener funcionando una bombilla durante un año completo y se clasifican en:

 Frenos de Tambor: Cuentan con un sistema más arcaico, aunque aún se utiliza en
algunos modelos de vehículos para reducir los costes de producción, aunque solo en
los frenos de atrás de las ruedas traseras.
Los frenos de tambor están formados por un gran cilindro que gira con la rueda
correspondiente. Cuando pisamos el pedal del freno, el sistema de resortes metálico
presiona el tambor y éste roza para frenar.
 Frenos de Disco: Son el sistema de frenado más eficaz ya que cuenta con muchas
más variantes. Como su propio nombre indica, funcionan con un disco.
Una pequeña zona de este disco está recubierta normalmente por un par de pastillas,
que son las encargadas de ejercer fricción con el disco. El líquido de los
frenos presiona sobre los pistones, y éstos a su vez mueven las pastillas. Normalmente
los vehículos suelen llevar discos de acero, aunque en los coches de competición son
de fibra de carbono.
 Sistema ABS: Por último, el sistema antibloqueo de frenos evita el bloqueo de las
ruedas cuando se está frenando, manteniendo la estabilidad en la conducción. Se trata
de un sistema de seguridad activa que ha evitado muchos accidentes.
Al pisar el freno, un ordenador capta la señal comprobando los sensores de las ruedas
y asegurándose de que no se han bloqueado.
 Freno de Mano: Es fundamental para la detención del auto, porque fue creado
primordialmente para asegurarse de que el vehículo no ruede ni se mueva estando
estacionando, pero muchos también lo usan como asistente de arranque en caminos
inclinados, no obstante con la tecnología actual ya no se necesita esa estrategia porque
afortunadamente tenemos en los vehículos actuales el asistente de arranque para sitios
inclinados. Ahora bien. si buscamos un concepto claro y básico del freno de mano
podemos decir que es un sistema de freno que inmoviliza las ruedas traseras de un
coche, así de sencillo. Por otro lado, muchos lo llaman freno de emergencia porque a
la hora de pisar el pedal y no tener freno, el de manos se convierte en el salvador de
vidas.

Revisión y mantenimiento de Frenos


Recordemos que todo envejece, se desgasta y tiene un final, no obstante, podemos con
revisión y manteniendo hacer que las cosas perduren mucho más, comenzando con nosotros
mismo claro está. Ahora bien, cómo saber cuándo el freno de mano se le debe hacer una
revisión y mantenimiento, es muy fácil, la misma palanca de accionamiento e incluso el
moderno botón de freno eléctrico al accionarlos notamos dureza, o que le freno no actúa en
posición de frenado e incluso no se enciende la luz testigo de accionamiento, esas son señales
simples pero precisas, al igual que la falta de grasa en los engranajes, y cuando esas señales
nos alertan debemos de inmediato revisar nuestro freno de emergencia, recuerden, ha salvado
a muchos.

Sistema De Dirección Del Vehículo


Permite que el conductor controle su trayectoria fácilmente. Técnicamente es un conjunto de
mecanismos que tienen como finalidad orientar las ruedas directrices (por regla general las
delanteras) para que el conductor pueda guiar el vehículo por el lugar que desee circular.

Partes del sistema de dirección


El sistema de dirección está formado por una serie de elementos que funcionan coordinados
para transmitir el movimiento desde el volante hasta las ruedas.

 Volante. Elemento circular mediante el cual el conductor controla la trayectoria de


las ruedas

 Barra de dirección. Elemento mecánico encargado de unir el volante a la caja de


dirección. Con el paso del tiempo la barra de dirección ha pasado de ser una “simple”
barra de metal a estar compuesta por una serie de piezas de menor tamaño que recogen
el movimiento del volante
 Caja de dirección. Éste elemento recibe el movimiento desde la barra y lo transmite
a las ruedas mediante los engranajes que la componen. La caja de dirección puede ser
de bolas recirculantes o de cremallera (la más habitual)

 Terminales de dirección. Son las uniones (de tipo rótula) que transmiten el
movimiento desde la caja de dirección hasta las ruedas directrices. Además, también
son las encargadas de absorber las irregularidades del terreno por el que circulamos

El conjunto de elementos que forman la dirección pueden fallar de forma conjunta o


separada. En caso de sufrir una avería la estabilidad del vehículo se ve comprometida pues
no cumplirá con las características que se le presuponen (seguridad, suavidad, precisión e
irreversibiliad). Por ello, cuando detectamos un problema en la dirección se debe verificar su
funcionamiento y el estado de los elementos mecánicos que conforman el sistema.

Mantenimiento: Cuando este sistema comienza a fallar, la estabilidad del vehículo están en
serio peligro, perdiendo la seguridad que debe reinar en su andar para proteger la integridad
de sus ocupantes.
Algunos síntomas que nos pueden avisar de que el sistema de dirección puede presentar
problemas son los siguientes:

 Cuando realizamos una maniobra las ruedas directrices no la ejecutan con la precisión
debida (sin dejarse influir por el estado del terreno o ser este quien provoque los
movimientos bruscos en la dirección)

 El manejo del sistema no es cómodo o liviano. Si tenemos que realizar movimientos


bruscos o forzados puede ser síntoma de que el sistema está fallando.

 Si al girar el volante las ruedas no completan el movimiento solicitado o por el


contrario lo realizan de forma exagerada
 Si escuchamos ruidos o notamos movimientos parásitos cuando la accionamos

Si notamos estos u otros síntomas debemos acudir a un taller para realizar un diagnóstico del
sistema. Éste diagnóstico se debe realizar en un taller habilitado para tal efecto. Además, sus
componentes deberán ser analizados periódicamente (preferiblemente en las revisiones
preconizadas por el fabricante).

Por último, debemos estar atentos al desgaste de los diferentes componentes mecánicos que
conforman el sistema de dirección del coche. La dirección es uno de los elementos más
usados en el coche y por tanto sufre un desgaste que debe ser controlado. De no controlar su
desgaste puede provocar averías de importancia así como comprometer la seguridad del
conductor, pasajeros y resto de personas que circulan por las carreteras.
Es por ello que lo primero que se debe verificar, es justamente la seguridad del sistema, por
lo que sus componentes deben ser analizados periódicamente, llevándo el coche a realizar
una revisión integral al taller más cercano

El segundo factor a tener en cuenta, es verficiar que cuando realizamos una maniobra, las
ruedas ejecuten ese movimiento con la precisión buscada, sin dejarse influir por el estado del
terreno (y obviamente, que éste no sea la causa de movimientos bruscos en el volante)

El manejo debe ser cómodo, liviano, sin movimientos forzados o requiriendo una rotación
del volante mucho mayor que el movimiento que realizan las ruedas (la presión de aire tiene
también su influencia en esto)

Como último consejo, debemos verificar que el desgaste de los componentes que hacen a la
dirección estable debe ser parejo, ya que actúan en conjunto, por lo que debemos verificar,
por citar un ejemplo, que los neumáticos tengan un desgaste parejo, y no de un lado solo.

Sistema Eléctrico
Batería: Es un elemento que generalmente encontramos en el bloque motor de nuestro
vehículo. Su finalidad reside en el almacenaje de la energía eléctrica por medio de un proceso
químico.
Está constituida por un acumulador que por lo general tiene nueve placas: cinco negativas y
cuatro positivas, unidas de manera alterna por medio de un puente. Cada una de las partes de
la batería está en un compartimento con una solución electrolítica que se compone de agua
destilada y ácido sulfúrico, por lo que al combinar esta disolución con las distintas placas de
plomo, se produce una reacción química que genera corriente eléctrica. Cuando
administramos electricidad a la batería, el proceso se invierte haciendo volver el sulfato desde
las placas hasta el electrolito.
La labor principal de la batería consiste en aportar la energía necesaria para la puesta en
marcha del motor de arranque del vehículo que, después continúa recargándose por medio
del alternador. Además, también sirve de apoyo al alternador cuando éste no puede
suministrar toda la corriente que requieren otros consumidores eléctricos del automóvil,
como los accesorios de confort o seguridad.

Por tanto, podemos decir que la batería, además de encargarse del sistema de encendido del
motor, aporta alimentación a los equipos eléctricos cuando el automóvil está parado, como
el cierre centralizado, la radio, el sistema de iluminación o el GPS. Pese a consumir una
cantidad baja de energía, pueden llegar a descargar la batería si se somete a un uso prolongado
de esta función.

Otra situación en la que la batería sirve de soporte al alternador, es cuando el vehículo


requiere una fuerte demanda de energía, como en el caso de tener el vehículo al ralentí. Si
estamos en un atasco bajo la lluvia y de noche, por ejemplo, la batería cubrirá la electricidad
requerida por los limpiaparabrisas, la calefacción, o los faros, ya que el motor no está
aportando al alternador toda la potencia que éste necesita.
Mantenimiento: Debemos prestar una especial atención a las señales de fatiga mostradas
por nuestra batería para evitar mayores complicaciones. Una batería envejecida provoca un
arranque mucho más enérgico. En ocasiones, nuestro automóvil sencillamente dispone de un
indicador lumínico de descarga en el cuadro del salpicadero que se encenderá cuando la
batería necesite ser repuesta.

Revisar el estado de los bornes puede ser de mucha ayuda, pues si se aflojan u oxidan por las
vibraciones o el paso del tiempo respectivamente, producirá fallos eléctricos intermitentes.

Si la batería de nuestro vehículo llega al final de su vida útil, dificultará el arranque del motor,
pudiendo llegar a producir una avería que acabe por incapacitar el propio sistema de arranque.
La duración media de la batería de un vehículo ronda los 4 años de antigüedad, no obstante,
hay casos que pueden producir un desgaste temprano de la misma. Como en cualquier otro
elemento de nuestro vehículo el uso responsable y adecuado es lo que prolongará su duración.

Tanto si se usa demasiado, forzando los ciclos de arranque o si añadimos elementos eléctricos
que requieran un amperaje superior, como el permanecer durante un periodo de tiempo
inactiva, provocarán una precoz descarga de la batería.

Alternador: Es uno de los componentes más importantes de un vehículo, Es el encargado de


transformar la energía mecánica en energía eléctrica y toma su nombre de la corriente alterna
que produce por medio de los distintos fenómenos de inducción a los que es sometido para
cumplir su función.

Pero su labor va más allá, además de transformar la energía en electricidad, es el responsable


de almacenarla en la batería para que nos sea de utilidad incluso aunque no hayamos
encendido el motor.
El alternador está compuesto básicamente por tres partes:

 Un inductor que crea el campo magnético que provocará la tensión eléctrica cuando
reciba la energía mecánica. A esta pieza la llamamos el rotor.

 Un inducido que es el conductor sometido al campo de fuerza donde tiene lugar la


transformación al que denominamos estator.

 Un regulador de voltaje que va condicionado por las revoluciones del motor, de modo
que se genere más energía cuando el vehículo aumente las revoluciones y por tanto
requiera más potencia.

Conociendo sus componentes, es más sencillo comprender su funcionamiento:

El rotor gira produciendo el campo magnético en función de la tensión de las escobillas


mientras el estator genera la energía eléctrica. Suele estar constituido por tres bobinas lo que
aporta 3 puntos de salida para obtener corriente trifásica.

El regulador compensará las diferencias de tensión durante su funcionamiento para que el


rotor reciba la alimentación necesaria para mantener el campo magnético a demanda de las
necesidades eléctricas del vehículo.

Una vez que tenemos claro cómo trabaja el alternador, vamos a examinar las averías más
comunes que sufre este componente tan imprescindible de nuestro vehículo.

Mantenimiento
La duración del alternador dependerá del uso al que lo hayamos expuesto. Dejarnos las luces
encendidas, instalar baterías de mala calidad, circular por caminos rurales que puedan
anegarlo de polvo y arena e incluso exponer con frecuencia nuestro vehículo a condiciones
climatológicas extremas (por calor o frío) puede acortar sensiblemente la vida útil del
alternador.

En principio, la vida útil del alternador, en conjunto, está entre los 200.000 y 400.000
kilómetros, pero a lo largo de este tiempo, es probable que alguno de sus componentes deba
ser reemplazado.

Bujías: son el último componente del sistema de ignición y ayudan a disipar el calor de la
cámara de combustión

Las bujías entran en juego encargándose de suministrar la chispa de encendido para que se
inflame el carburante dentro de la cámara de combustión. Pero no es la única función que
realizan: también se ocupan de aliviar el calor que se genera en la cámara de
combustión hacia el sistema de refrigeración.
Para que las bujías operen correctamente deben cumplir varios requisitos:

 No deben ceder a los niveles de presión, para impedir que pasen los gases del interior
del cilindro al exterior, es decir, son componentes estancos.

 Deben ser soportar los hidrocarburos y ácidos propios de la combustión manteniendo


el aislamiento eléctrico debido a su resistencia térmica, mecánica y eléctrica.

 Es necesario que mantengan una temperatura estable durante su funcionamiento,


entre los 500ºC y los 900ºC, adecuando su graduación térmica a la necesidad del
momento.

Cuando reciben el voltaje suficiente de la bobina de encendido, las bujías han de ser capaces
de proporcionar un arco de corriente óptimo entre los electrodos. Así se provocará una chispa
con intensidad y duración suficientes para inflamar la mezcla aire y combustible dentro de
los cilindros.
Si no llegara a la temperatura adecuada, no se quemaría bien la mezcla y el hollín acabaría
por obstruir la bujía impidiendo que saltara la chispa. Si por contra, se calienta demasiado,
podría producirse autoignición antes de que se genere la chispa y acabar por fundir los
elementos de la bujía o dañar los cilindros.

Aunque a priori todas las bujías deban tener las mismas características, parezcan iguales, e
incluso si vamos a instalarlas, quepan igualmente en nuestro motor, es importante saber el
tipo exacto de bujía qué necesitamos para garantizar el funcionamiento del sistema de
ignición adecuado y un buen rendimiento del motor.

A grandes rasgos podemos dividirlas en dos clases atendiendo a su grado térmico: bujías frías
y bujías calientes.

El grado térmico es la capacidad que tiene la bujía de disipar el calor de la cámara de


combustión a la culata donde va fijada, a tenor de factores como el tamaño del aislante central
cerámico, del material con el que estén realizadas y su capacidad de transferir el calor y de
qué esté hecho el electrodo central.

 Las bujías calientes tienen el aislador más largo y un recorrido de calor indirecto
permitiendo que su punta queme los depósitos de carbonilla que puedan formarse al
ir a velocidades más bajas, como cuando vamos por ciudad. Los motores de bajas
prestaciones van con bujías calientes para mantener la temperatura necesaria para su
óptimo rendimiento. No obstante, nuestra propia conducción puede incidir en el
calentamiento del bloque motor y por tanto, de las propias bujías.
 Las bujías frías cuentan con un aislador de punta corta y un recorrido de calor muy
directo para que al ir a altas velocidades, como cuando circulamos por carretera, no
se produzca autoignición ni cascabeleo. Pero tampoco pueden quemar los restos de
carbón que se depositan en los electrodos. A mayor potencia de motor, más bujías
frías serán necesarias para evitar sobrecalentamientos.
Fusibles: Son una clase de fusible usado para proteger el cableado y el equipamiento
eléctrico de un vehículo.

Podemos encontrar distintos tipos de fusibles, con distintos tamaños y formas pero todos
ellos tienen la misma función.

Mantenimiento: El efecto Joule es un fenómeno irreversible por el cual si en un conductor


circula corriente eléctrica, parte de la energía cinética de los electrones se transforma en
calor debido a los choques que sufren con los átomos del material conductor por el que
circulan, elevando la temperatura del mismo, llegando al punto de fusión de este y por
consiguiente a la rotura.

Causa por lo que esto ocurre en el automóvil aumentando la corriente en el circuito que
protege el fusible, sobrepasando el valor de tarado de este. debido a:
– Cortocircuito de un cable con masa (cable se pela y toca chasis de coche)
– Consumidor (bombilla, motor, calculador, …) funciona incorrectamente. (se avería).

– Añadimos más elementos (consumidores) al circuito, aumentando la corriente en el


circuito, sobrepasando el valor de tarado.

Sensores: Son transmisores que informan a la unidad de control del buen funcionamiento
de los distintos componentes del vehículo, los vehículos actuales cuentan con numerosos
sensores, cuya finalidad es hacer más sencilla y cómoda nuestra conducción, optimizando las
tareas relacionadas con el consumo de combustible, las emisiones de gases, la eficiencia del
motor y la propia seguridad o confort de los pasajeros, entre otras.

Básicamente, lo que hace un sensor es utilizar una información física o química (como los
grados de temperatura, la cantidad de gases de escape, o el número de las revoluciones del
motor), filtrarla y convertirla en datos electrónicos que se envían a la centralita de forma que
la unidad de control pueda comprenderla. En ésta, los datos eléctricos recibidos se medirán
además por su frecuencia, intensidad y duración, de manera que la información extraída sea
lo más exacta posible.
CAMBIO DE LLANTAS
La vida útil de las llantas depende del tipo de vehículo y de la frecuencia y modo de uso de
dicho vehículo. De acuerdo con los requisitos legales, deberá cambiar las llantas cuando la
profundidad del dibujo del neumático sea inferior a 2 mm, pero es recomendable hacerlo
antes.

La principal razón para cambiar las llantas es la seguridad. El mayor peligro de las llantas
usadas es el “aquaplaning” cuando el pavimento está mojado. Cuando llueve es necesaria
una mayor distancia de frenado y existe un mayor riesgo de deslizamiento y/o derrape.

Mantenimiento: El cambio de llantas se realiza cuando la profundidad del dibujo es inferior


a 3 mm. Cuando existe algún tipo de daño: protuberancias, grietas, pinchazos, deterioro de
la goma, etc. Cuando haya signos de haber rodado con baja presión (fatiga del material en la
zona de los flancos). Cuando ha sido utilizado durante más de cinco años, con un uso normal.
Cuando aparezcan signos de desgaste irregular.

Alineación: Consiste en revisar todos los componentes de la suspensión y las llantas.


Inicialmente se observa la presión, el estado de las válvulas y tapones, luego se calibran las
ruedas del vehículo, donde nuestros especialistas con ayuda de sensores calculan los ángulos
de inclinación del eje y la suspensión de las ruedas. El eje calculado se compara con las
especificaciones de fabricación del vehículo, y si es necesario se ajusta el procedimiento
hasta que las llantas estén perfectamente paralelas entre ellas y perpendiculares al piso. La
Alineación resulta en un carro con mayor agarre y vida útil de las llantas, dirección precisa,
mejora en desempeño del carro y reducción de consumo de combustible.
Mantenimiento: Los síntomas más comunes que indican que tu carro necesita Alineación
son: Desgaste desigual de una de las bandas de rodamiento de las llantas, mayor dificultad
para girar el volante hacia uno de los dos lados, posición descentrada del volante cuando se
conduce en línea recta, el vehículo en movimiento tiende a irse hacia uno de los dos lados.

Balanceo: Este procedimiento se realiza para balancear el peso de cada llanta de tu vehículo,
consiste en desmontar cada llanta y subirla en la máquina balanceadora, donde la llanta gira
sobre su eje mientras un computador identifica si el peso de la rueda y la llanta están
equilibrados, en caso contrario se instalan pequeñas pesas de plomo en el rin para compensar,
así obtienes mayor precisión a la hora de conducir.

Mantenimiento: Se realiza cuando el volante, el asiento, el piso o el tablero vibran cuando


conduces a altas velocidades, por encima de los 80 km/h; las llantas presentan patrones de
desgaste desiguales.

La alineación y balanceo deben realizarse cuando se presente alguno de los síntomas


anteriormente mencionados, o de manera preventiva cada 10.000 kilómetros. Es por
seguridad y economía.

Rotación: Consiste en rotar las 4 llantas de tu coche, es decir, intercambiar el lugar de las 4
llantas. Cada coche soporta una diferente cantidad de peso, esto provoca por obvias razones
que la banda de rodamiento se desgaste antes de un lado que de otro. Al momento de hacer
la rotación lo que se hace es emparejar este desgaste y de brinden el mejor desempeño.

Por lo general en el manual del coche te indica cada cuando realizar la rotación de tus llantas,
pero como un dato general, esto se debe realizar cada 8,000 a 12,000 km. Si llegaras a notar
un desgaste pronunciado antes de este kilometraje también puedes realizar tu rotación de
llantas antes.

El desgaste no solo se provoca por el desgaste del día a día, también se puede provocar si tu
coche está desalineado o tiene algunos otros problemas de mecánica. Esto lo puedes revisar
con tu mecánico.
La rotación de llantas tiene distintos patrones, el más habitual es para los coches de tracción
delantera, en este caso se tienen que entrecruzar las llantas, es decir, la llanta izquierda frontal
por la llanta derecha trasera y viceversa.

Mantenimiento: Si tus llantas muestran un desgaste desigual, es preferible pedir a un


profesional en el servicio de las llantas que compruebe y corrija en caso de alguna
desalineación o desbalance antes de que se realice la rotación. Aunque el tiempo estimado en
el que se realiza la rotación es de 8,000 a 12,000 km. Es recomendable consultar el manual
de tu coche antes de realizarlo.

Los fabricantes más importantes de coches, recomiendan que al momento de reemplazar las
llantas lo hagas a la misma vez. Esto te dará el mejor desempeño y tener un desgaste uniforme
de la banda de rodamiento.
Hay que tomar en cuenta que no todas las llantas se pueden rotar de acuerdo al patrón antes
mencionado, ya que algunas llantas pueden ser direccionales o asimétricas.

Este factor también aplica para los distintos tamaños de las llantas que pudieran estar
montadas en la parte trasera o delantera, para estos casos hay que revisar el manual de tu
coche para una rotación adecuada, también siempre hay que revisar que las llantas tengan
una presión de inflado correcta, así como la de refacción. Si la llanta de refacción es de "uso
provisional" no la puedes utilizar en la rotación, pero si es una de repuesto en tamaño
completo no hay problema por utilizarla, al contrario, es lo recomendable.

Si existe alguna duda en el proceso lo recomendable es ir con un especialista que te asesore


en el tema.

PANEL DE INSTRUMENTOS
Normalmente los dispositivos de control se agrupan en el cuadro de instrumentos, que va
situado en el tablero del vehículo, para que el conductor tenga la correspondiente información
con un simple golpe de vista, sin que distraiga su atención de la conducción.

Todos los sistemas toman la forma de indicadores de aguja, lámparas testigo o avisadores
acústicos, dependiendo del tipo de control que se realice.
El cuadro de instrumentos agrupa el velocímetro, cuentarrevoluciones, indicador de
combustible , indicador de temperatura de agua del motor. Además se dispone una serie de
lámparas testigo el cuadro, de entre las que podemos destacar las de carga, presión de aceite,
intermitencia, luz de carretera, etc.

Mantenimiento: Debes tener en cuenta que los tableros son elaborados de diversos
materiales, los mismos que sufren las inclemencias del polvo y los rayos del sol que,
independientemente del material en el que hayan sido elaborados los tableros, siempre
representarán un potencial daño si es que no se tienen los cuidados pertinentes como:

1. Deshazte del polvo. Lo primero es limpiar la superficie del tablero con una esponja
o gamuza ligeramente húmeda para eliminar el polvo acumulado. Si no lo limpias
con cierta regularidad, la humedad y la suciedad podrían generar manchas en la
superficie que, con el tiempo, se vuelven difíciles de eliminar.

2. Practique una limpieza profunda. Si encuentras la superficie ligeramente pegajosa,


usa un poco de agua tibia con jabón. Puedes apoyarte con un cepillo pequeño para
tallar las manchas. Retira las manchas nuevamente con el paño húmedo. No uses
detergentes fuertes, ni cloro ni otro tipo de productos como solventes, ya que podrían
cambiar el tono del tablero, erosionar la superficie y ocasionar manchas imposibles
de quitar.

3. Cuida todos los detalles de tu tablero. Empapa un hisopo con agua y úsalo para
llegar a los espacios estrechos de difícil acceso, como por ejemplo, las rejillas del
aire. Puedes usar un cepillo de dientes para hacer hincapié en áreas más sucias o en
lugares donde sea difícil limpiar con el paño o el hisopo.

4. Usa la cantidad justa y necesaria de agua. Cuida de no usar mucha agua para
eliminar el polvo ya que ésta podría humedecer partes sensibles del tablero como los
cristales de los indicadores de control y ocasionar posteriores empañamientos,
también podrían dañarse otros botones del estéreo o funciones eléctricas dentro del
tablero.

5. Usa líquidos apropiados para cuidar la superficie. Una vez eliminado cualquier
residuo, aplica un líquido limpiador con protección para los rayos solares. Puedes
adquirirlo en una tienda especializada de autos. Se recomienda que lo rocíes
directamente sobre el tablero o consola y no en el paño, ya que éste absorberá parte
de sus agentes protectores y de limpieza.

6. Protege tu tablero del sol. El líquido limpiador especializado para este fin es vital,
pues el filtro UV ayuda a prevenir el envejecimiento temprano del material por efecto
de los rayos solares, además le dará una doble protección y humectación al tablero,
sea éste de cualquier tipo de material.

7. Acabado perfecto. Luego de haber limpiado con el líquido, repasa toda la zona con
el paño y frota vigorosamente para darle un efecto brillante. Existen algunos
productos en el mercado que aumentan el brillo de las superficies, sin embargo, se
recomienda no usar gran cantidad en la superficie del tablero, ya que al reflejarse la
luz se puede obstaculizar la visión a través del parabrisas.
8. Toma precauciones. No utilices ningún producto “autobrillante” o que contenga
aceites en el volante, ya que lo vuelven resbaloso y puedes llegar a perder el control
de tu vehículo. Limpia esta parte sólo con un paño húmedo y después, sécalo
perfectamente.

También podría gustarte