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encuentre una buena humedad para la germinación y emergencia, y que las plantas alcancen
un crecimiento de 6 a 7 hojas antes de que se requiera un nuevo riego.
El momento para realizar este riego depende del tipo de suelo: si es arcillosos debe llevarse
a cabo antes que en los arenosos, ya que retienen la humedad por más tiempo.
Una manera básica de reconocer la humedad en el suelo es tomar una muestra de tierra en
la mano y aprisionarla con el puño. Si en suelos livianos se logra un molde de cierta
firmeza, pero que se disgrega fácilmente, significa que ese suelo tiene un grado óptimo de
humedad. En suelos pesados es importante que al apretar la tierra no escurra agua ni la
mano quede manchada. En el caso de que haya quedado un molde, es importante que no sea
muy firme, ya que eso es señal de que posee un exceso de humedad y aun no se pueden
ejecutar las labores.
Fainguenbaum recalca que la cantidad de nutrientes es muy variable, por lo que prefiere no
recomendar dosis sin un análisis de suelo previo. “El análisis de suelo es algo que deberían
hacer todos los productores, porque estos indican qué tiene el suelo y en qué cantidades.
Cada suelo es un universo distinto y hay que saber con precisión qué es lo que tiene cada
uno”, sentencia el asesor.
Esta fertilización de siembra debe ser aplicada con la misma máquina de siembra, la que
sitúa la semilla a 4-5 cm de profundidad y el fertilizante justo a su lado (1-2 cm en
paralelo), a unos 2-3 cm más abajo.
El nitrógeno (250 a 400 kg/ha en la temporada), por su parte, debe ser dosificado en dos
aplicaciones. Junto con la siembra se añade un 20 a 25% de la dosis total y el 100% del
fósforo y del potasio. El resto del nitrógeno se aplica cuando la planta ya está establecida,
idealmente con plantas al estado de siete hojas.
Momento de siembra: depende de las temperaturas del suelo (idealmente no menos de 12º
C), del tipo de suelo y de la variedad o híbrido que se vaya a sembrar.
En la actualidad, las empresas semilleras poseen mucha información sobre las mejores
zonas y fechas para sembrar cada híbrido.
200 q/ha
de rendimiento se pueden esperar si las labores se realizan en condiciones óptimas
Dosis de semilla: El maíz es un cultivo que requiere una alta precisión de siembra. La
distancia entre hileras debe ser de 70 a 75 cm, considerando entre 7,5 y 9 semillas por
metro lineal, para conseguir, en definitiva, una población que, en general, debe ser de 7 a 8
plantas establecidas por metro lineal.
Las poblaciones de plantas deben ser aproximadamente de entre 93.000 y 110.000 plantas
establecidas, dependiendo fundamentalmente de las condiciones de clima y de suelo. Si se
quiere establecer, por ejemplo, una población de 100.000 plantas por hectárea deberían
sembrarse, en promedio, entre 105 y 110 mil semillas/ha, considerando que siempre
ocurrirán algunas pérdidas, ya sea porque nunca el porcentaje de germinación de la semilla
es de 100% o porque siempre hay algunas semillas que no dan lugar a plantas por
problemas de la preparación de la cama de siembra u otros.
El calibre de la semilla es otro factor a tener en cuenta, ya que si se utiliza una semilla de
menor calibre que la pensada para el disco de siembra de la máquina, las semillas pasarán
de a dos o más. Este doble golpe (dos semillas juntas) ocurre debido a una mala calibración,
condición de suelo (sin terrones que hagan saltar la máquina) y velocidad de avance (no
más de 5 a 6 km/hora).
Rendimiento