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Laura Paola Castro Chíquiza

Pensamiento Sociológico Latinoamericano


Segunda reseña

7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana


José Carlos Mariátegui

Los pueblos latinoamericanos quedaron sometidos tras el proceso de conquista a una


situación de servidumbre que ni siquiera la instauración de repúblicas ha podido combatir.
Una servidumbre que tiene como referente la condición del indígena y que se hace
evidente, no solo en el brutal exterminio efectuado hacia los pueblos nativos, en la
denigración del indígena como raza y estatus social, o en la explotación laboral sobre ellos
ejercida, sino principalmente por el hecho de que esta población vio doblegada su
concepción del mundo a una noción de progreso eurocéntrista que descarta cualquier valor
fuera de sus propios intereses.

De esta manera, la compleja organización social precolombina, entre ella su cultura y


cosmogonía, fue lapidada por los ambiciosos intereses de la colonia, principalmente a
través de la transformación de su sistema económico. Así, el sistema agrario fue
modificado, en principio por el modelo extractivista minero, posteriormente por el sistema
feudal de apropiación de la tierra y finalmente por el capitalismo supeditado a la pujante
indrustrialización; siendo cada uno de estos escenarios un mecanismo de perpetuación de la
servidumbre indígena, y así mismo de la seridumbre latioamericana, en tanto todos ellos
han sido concecuencia de procesos históricos extranjeros que se han impuesto de manera
descontextualizada en estos territorios, con el fin de aprovechar el dominio que tienen de
este.

Por medio de la economía lograron los colonos ejercer la dominación de todos los ámbitos
de la vida de los pueblos latinoamericanos. Va a ser por lo tanto la economía el instrumento
de lucha para empoderar al indígena, pues “La reivindicación indígena carece de
concreción histórica mientras se mantiene en un plano filosófico o cultural. Para (…)
adquirir realidad, corporeidad, necesita convertirse en reivindicación económica y política”
(Mariátegui, 1979, p. 39). Mariátegui va a proponer entonces el rescate del sistema
económico indígena, y con él su cultura ancestral, para salir de esa rueda sin salida de la
que es prisionera latinoamérica debido a la fuerte dependencia idelológica que guarda con
Europa.
La fe en el resurgimiento indígena no proviene de un proceso de óccidentalización’
material de la tierra (…). No es la civilización, no es el alfabeto del blanco, lo que
levanta el alma del indio. Es el mito, es la idea de revolución socialista. (Mariátegui,
1979, p. 39)

Habiendo encontrado el fundamento de la revolución en la reflexión sobre la economía


indigena, y al ser esta una economia comunista, Mariátegui construye un puente con el
marxismo, elaborando un proceso de doble via. Por un lado utiliza la teoría marxista para
analizar la realidad peruana y proponer un camino de lucha. Por otro lado, realiza una
interpretación del marxismo desde realidades diversas que sirven como complemento y
ampliación de sus perspectivas.

De manera que la economía en Mariátegui, al igual que en Marx, es la estructura que


sostiene materialmente toda la organización social y espiritual. Por esta Razón el autor
busca comprender los hechos históricos específicos que edificaron la realidad de
servidumbre del indígena peruano, desde las transformaciones dadas en las relaciones de
producción y uso de la tierra.
Colocando en primer plano el problema económico-social, asumimos la actitud
menos lírica y menos literaria posible. No nos contentamos con reivindicar el
derecho del indio a la educación, a la cultura, al progreso, al amor, al cielo.
Comenzamos por reivindicar, categóricamente, su derecho a la tierra. Esta [es una]
reivindicación perfectamente materialista. (Mariátegui, 1979, p. 39)

En ese sentido, el autor encuentra que el gamonalismo ha sido el máximo detractor tanto de
la adquisición de derechos por parte de los indígenas, como del progreso en general del
Perú, pues ha legitimado el sostenimiento de una economía feudal en tiempos de expansión
industrial. Y aunque expone como solución a este problema la consolidación real de una
burguesía que pueda someterse a los intereses globales de la producción capitalista, en vez
de a los intereses particulares de los ociosos gamonales, para Mariátegui, en concordancia
con la corriente marxista, la lucha está en la instauración de un modelo económico
socialista, coherente con la organización social precolombina.

Por otro lado, situando el problema del indio en relación a la propiedad de la tierra,
Mariátegui pone a dialogar el concepto de proletariado, que en Perú no existía aún, con la
situación de servidumbre del indígena. De esta forma, traduce la crítica del capitalismo
planteada por Marx, a una crítica hacia la desigualdad social.

Para terminar, es posible decir que para Mariátegui, la forma de contrarrestar la noción de
progreso occidental que impone una concepción dual entre civilización y barbarie, en
donde se entiende al indígena como primitivo y salvaje, es rescatando el mito indígena
desde sus propias dinámicas de organización social y económica. De este modo el autor
plantea el problema indígena desde una mirada pragmática y menos ideológica a como la
habían planteado otros autores latinoamericanos.

Referencias
- Mariátegui J. C. (1979) 7 esnayos de interpretación de la realidad peruana. Caracas:
Biblioteca Ayacucho.

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