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RECOMENDACIONES PARA UNA EXPOSICIÓN ORAL ÓPTIMA

Realizar una exposición oral que capte la atención del público de principio a fin es un desafío,
especialmente cuando se trata de temas complejos o tediosos. Si deseas que tu presentación sea
un éxito, emplea estas recomendaciones:

 Preparación: Todos hablamos con mayor seguridad si sabemos de lo que estamos hablando.
Cuanto más sepamos, más seguros estaremos, intentemos informarnos.

 Aparentar seguridad: Tanto si sabemos mucho del tema como si no es así y aunque no
hayamos podido informarnos, es muy importante hacer creer que sí conocemos el tema a
fondo.

 Es quema lo que va a decir: Por muy bien que se sepa su discurso, siempre viene bien apuntar
unas cuantas palabras que le puedan ayudar en caso de que no recuerde alguno de los puntos
que pretendía tratar a lo largo de su oratoria.

 Hablar despacio: Una manera de aparentar que uno no está nervioso es pensar: “Voy a hablar
despacio”. Cuando uno tiene algo que decir, parece que cuanto antes lo diga, antes termina, y
eso es cierto, pero la idea es decirlo bien y si se expresa con calma, llegará un momento en
que usted mismo notará esa calma.

 Ropa elegante, pero cómoda: Si usted no suele llevar traje y el acontecimiento no lo pide, no
lo lleve. Posibilidades hay muchas y depende de la imagen que quiera dar puede escoger uno
u otro modelo.

 Mirada: Son personas y si usted les mira, prestarán más atención porque notarán que les
están hablando a ellos. Mirar al infinito no es lo mejor. Quienes te escuchan deben sentir que
el discurso se pensó especialmente para ellos, contemplando sus necesidades e intereses, así
que tómate el trabajo de hacer contacto visual.

 Conoce a tu público: Antes de elaborar un discurso, analiza a quién está dirigido y aférrate a
ello. Investiga sus intereses y motivaciones e inclúyelos, teniendo en cuenta el mensaje
principal, así como los puntos que necesitas enfatizar. Recuerda que cuanto más se identifique
el oyente con tu exposición, mayor será tu influencia.

 Considérate uno más en la audiencia: Cuando escribas el discurso que posteriormente será
verbalizado, sitúate en el lugar del público y piensa qué conceptos pueden resultar aburridos o
incomprensibles. Una vez que los distingas, intenta explicarlos de forma fácil y entretenida.
Ten presente que si tú no entiendes el mensaje, menos aún lo hará el resto.
 Ensaya: Una presentación impactante depende, fundamentalmente, del empeño que pongas
en ella. Repetir tu discurso una y otra vez en voz alta, es una buena manera de internalizarlo y
reducir el riesgo de equivocación. Además, practicar te ayudará a lucir confiado ante el
público.

 Utiliza apoyo visual: Muchas veces la exposición oral requiere explicar conceptos difíciles de
digerir. El apoyo visual permite asimilar mejor la información, en tanto es un material de
apoyo para el receptor, pero también para el emisor.

 Memoriza: Conocer el discurso a la perfección genera credibilidad. La vacilación juega en


contra a la hora de persuadir. Leer no solo distraerá a los oyentes, sino que transmitirá la
sensación de que no entiendes tu propio mensaje.

 Repite el mensaje central: Es importante que al finalizar tu exposición, el mensaje principal


persista claro y fuerte en la mente de los oyentes. Las palabras verbalizadas desaparecen en su
articulación, por lo tanto, para fijarlo, necesitarás reiterarlo al menos tres veces durante la
exposición.

Y lo más importante: ¡relájate y diviértete! El entusiasmo es contagioso, si te sientes a gusto con lo


que haces, esa sensación se transmitirá al público y tu presentación oral será un éxito.

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