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SEMANA 3

CIENCIA Y POLITICA PROCESAL PENAL

LA CONSTITUCION Y REGULACION LEGAL PROCESO PENAL

1. NOCIONES GENERALES

La Constitución, ha reconocido un conjunto de derechos y principios


procesales, sobre la base de la necesidad del proceso penal o principio de
jurisdiccionalidad. Esta garantía jurisdiccional tiene un doble componente, pues, por
un lado atiende, a que la pena se impone solo por los tribunales y, por otro, a que la
pena se impone por los tribunales exclusivamente por medio del proceso.

2. LAS GARANTÍAS PROCESALES

La Constitución ha incorporado un conjunto de garantías genéricas y una


extensa relación de garantías específicas. Se trata, en ambos casos, de una vasta
relación de cláusulas de relevancia constitucional que definen los aspectos
orgánicos de la jurisdicción penal, la formación del objeto procesal y régimen de
actuación de las partes (proceso), así como de la actuación formal de la pretensión
punitiva y de su resistencia hasta la sentencia definitiva. Estas garantías, en cuanto
tales, se proyectan en bloque en todo el ámbito procesal penal; son expansivas y
polivalentes, pues una misma garantía tanto se la encuentra en una fase del
proceso como en otra.

Implican el respeto de las atribuciones otorgadas por el ordenamiento


jurídico, es decir, el respeto de los derechos.
2.1.- GARANTÍAS PROCESALES GENÉRICAS

Son garantías genéricas, aquellas normas generales que guían el


desenvolvimiento de la actividad procesal. En ocasiones, sirven para reforzar
el contenido de las garantías específicas. Su valor se acrecienta, cuando
pueden ampararse en ellas garantías concretas que, por la circunstancia que
fuere, no quedaron incluidas de modo expreso en la Constitución. Son las
siguientes:

2.1.1. EL DEBIDO PROCESO

A) Aspectos generales

El debido proceso, constitucionaliza todas las


garantías establecidas por la legislación ordinaria orgánica y
procesal, en cuanto ellas sean concordes con el fin de justicia a
que está destinada la tramitación de un caso judicial penal o cuyo
incumplimiento ocasiona graves efectos en la regularidad equitativa
y justa del procedimiento. En líneas generales, el citado derecho es
utilizado para amparar derechos no expresamente reconocidos en
otros apartados de la ley fundamental.

a) La garantía de la no incriminación.

b) El derecho a un juez imparcial.

c) El derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas.

d) El derecho de interrogar a testigos y de obtener la


comparecencia, como testigos o peritos, o de otras
personas que puedan arrojar luz sobre los hechos: derecho
a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa.
El Tribunal Constitucional ha incorporado nueve
derechos dentro de la noción de "debido proceso", de cuya
evaluación más bien se desprende que no la toma como una
garantía propia, sino como un principio informador y directivo
de toda la actividad jurisdiccional.

En efecto, los derechos son:

 El derecho de defensa y el derecho de motivación de las


resoluciones judiciales;

 El derecho al plazo razonable;

 El derecho a la cosa juzgada material;

 El derecho a la jurisdicción y procedimientos


preestablecidos y el derecho a la instancia plural;

 El derecho a la igualdad de armas entre las partes de un


proceso, que se expresa por ejemplo en la imposibilidad de
ejecución de un fallo;

 El derecho a la presunción de inocencia; y,

 El derecho al ne bis in ídem procesal.

B) CLASIFICACIÓN

a) LA GARANTÍA DE NO INCRIMINACIÓN
Esta garantía funciona contra quien es objeto de
una imputación penal, sin que a ello obste que se formule en
sede judicial o extrajudicial: Policía, Fiscalía o Congreso, que
se esté en cualquier fase del proceso o se tenga o no
formalmente la calidad de imputado. El imputado tiene el
derecho a introducir válidamente al proceso la información que
considere adecuada. Él es quien tiene el señorío y el poder de
decisión sobre su propia declaración. Igualmente, íntimamente
relacionado con el derecho al silencio, está la consagración del
derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable.

b) EL DERECHO A UN JUEZ IMPARCIAL

La imparcialidad judicial garantiza una limpia e


igualitaria contienda procesal, permite al juez desempeñar un
papel supra partes. Su fin último es proteger la efectividad del
derecho a un proceso con todas las garantías, la
independencia respecto de las partes y del objeto litigioso
significa imparcialidad, es decir, ausencia de todo interés para
la resolución del litigio que no sea la estricta aplicación del
ordenamiento jurídico. La imparcialidad puede verse afectada,
desde la perspectiva subjetiva:

 Por razones de parentesco o situaciones asimiladas;

 Por razones de amistad o enemistad; y,

 Por razones de interés, de incompatibilidad o de


supremacía.

c) EL DERECHO A SER JUZGADO SIN DILACIONES


INDEBIDAS

El derecho de todo ciudadano, a todos los que


sean parte en el proceso penal, a un proceso sin dilaciones
indebidas o a que su causa sea oída dentro de un plazo
razonable o sin retraso, es un derecho fundamental de
naturaleza reaccional que se dirige a los órganos judiciales,
creando en ellos la obligación de actuar en un plazo razonable

La primera condición para ejercer este


derecho es que se incumplan los plazos previstos en la ley;
corresponde a la autoridad judicial, por imperio del principio de
impulso de oficio, vigilar y subsanar, en su caso, el
cumplimiento de los plazos procesales, y la segunda condición
y decisiva es que esta dilación o retraso sea indebido; puede
ser por:

 La complejidad del asunto o causa;

 El comportamiento del agente de la actuación de buena


o mala fe dependerá la calificación de indebido en el
curso del proceso; y,

 La actitud del órgano judicial determinar si medió


inactividad de su parte, si fue el causante de las
dilaciones.

d) EL DERECHO DE UTILIZAR LOS MEDIOS DE PRUEBA


PERTINENTES

Este derecho está muy vinculado al derecho de


defensa. Queda limitado cuando habiéndose intentado la
realización de un medio de prueba en tiempo y en forma, y
siendo pertinente e influyente para la decisión del litigio, el juez
lo rechaza, sin disponer al mismo tiempo la realización de otras
actividades probatorias.
Una prueba es pertinente, cuando guarda relación
con lo que es objeto del proceso penal. La formación de la
convicción judicial se ve limitada, si no puede contar con un
elemento de prueba relacionado con el debate judicial.

e) NE BIS IN IDEM PROCESAL

Desde la perspectiva procesal, el ne bis in idem


es un derecho constitucional a no ser enjuiciado dos veces por
el mismo delito y su fundamento se halla en las exigencias
particulares de libertad y seguridad del individuo. Igualmente, la
fuente de conflicto se suscita cotidianamente con la potestad
sancionadora de la Administración.

2.1.2.- EL DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL

Se trata de un derecho autónomo en el que se integran


diversas manifestaciones y que engloba los siguientes:

a) Derecho al proceso;

b) Derecho a obtener una resolución de fondo fundada en


Derecho;

c) Derecho a los recursos legalmente previstos; y,

d) Derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales.


El acceso al órgano jurisdiccional se debe manifestar no solo
en la posibilidad de formular peticiones concretas (solicitudes
probatorias, oposiciones, impugnaciones, alegatos, etc.), sino también
en que se pueda instar la acción de la justicia en defensa de los
derechos e intereses legítimos de las personas. Lo particular del
proceso penal peruano es que el Ministerio Público es el órgano
autónomo de Derecho Constitucional que tiene la exclusividad para
promover la acción penal; sin embargo, ello no obsta a que los
ciudadanos tengan el derecho de formular denuncias y que si el Fiscal
las rechaza puedan instar el control jerárquico del Superior.

2.1.3.- EL DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

Toda persona es considerada inocente mientras no se haya


declarado judicialmente su responsabilidad. Esta norma crea en favor
de las personas un verdadero derecho subjetivo a ser consideradas
inocentes de cualquier delito que se les atribuya, mientras no se
presente prueba bastante para destruir dicha presunción, aunque sea
mínima.

Este principio, así explicado, constituye un punto de partida


político: no afirma que el imputado sea, en verdad, inocente, sino,
antes bien, que no puede ser considerado culpable hasta la decisión
que pone fin al proceso, condenándolo.

2.1.4.- EL DERECHO DE DEFENSA

Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la


causa o razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse
personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada por
éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.

El derecho de defensa se puede definir como "el derecho


público constitucional que asiste a toda persona física a quien se le
pueda atribuir la comisión de un hecho punible, mediante cuyo
ejercicio se garantiza al imputado la asistencia técnica de un abogado
defensor y se les concede a ambos la capacidad de postulación
necesaria para oponerse eficazmente a la pretensión punitiva y poder
hacer valer dentro del proceso el derecho constitucional a la libertad
del ciudadano.

El derecho de defensa, según la Constitución, se integra


con todo un catálogo de derechos también fundamentales,
concretándose:

a) En el derecho de designar un abogado de su elección o, en su


defecto, a uno de oficio;

b) En el derecho a comunicarse previamente con él para contestar la


imputación o realizar algún acto procesal; y,

c) En el derecho a conocer en su integridad los cargos y pruebas


existentes en su contra. La ilustración de los cargos por la policía,
fiscalía u órgano jurisdiccional.
2.2.- GARANTÍAS PROCESALES ESPECÍFICAS

2.2.1.- NOCIONES GENERALES

Las garantías específicas se refieren a aspectos puntuales y


concretos del procedimiento, a la estructura y actuación de los órganos
penales. La Constitución ha reconocido un conjunto muy numeroso de
garantías procesales específicas, tales como:

 Derecho de igualdad procesal (art. 2°. 2. Const.).

 Intervención necesaria del fuero común para el conocimiento de los


delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de
comunicación social (art. 2°.4. Const.).

 Derecho al secreto bancario y la reserva tributaria, salvo su


levantamiento ordenado por el Juez, el Fiscal de la Nación o una
comisión investigadora del Congreso (art. 2°.5. Const.).

 Derecho a la inviolabilidad del domicilio, salvo ingreso y registro por


mandato judicial o en flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración (art. 2°.9. Const.).

 Derecho al secreto y a la inviolabilidad de sus comunicaciones y


documentos privados, salvo incautación, interceptación o
intervención por mandamiento motivado del juez (art. 2°. 10. Const.).

 Derecho a la libertad de tránsito, salvo mandato judicial (art. 2º° 11.


Const.).

 Derecho al secreto profesional (art. 2°. 18. Const.).

 Derecho a la libertad individual (art. 2°. 24.'f' Const.).


 Derecho a no ser incomunicado, salvo con fines penales. La
autoridad debe indicar el lugar de detención de la persona detenida
(art. 2°. 24.'g' Const.).

 Derecho a no ser víctima de violencia, ni sometido a tortura o a


tratos inhumanos o humillantes. Carencia de valor de las
declaraciones obtenidas por la violencia (art. 2°.24.'h' Const.).

 Formulación de cargos ante el Poder Judicial por el Fiscal de la


Nación en los casos de enriquecimiento ilícito de funcionarios y
servidores públicos (art. 41° Const.).

 Privilegio de los congresistas de no ser procesados ni presos sin


previa autorización del Congreso o de la Comisión Permanente,
desde que son elegidos hasta un mes después de haber cesado en
sus funciones, excepto en delito flagrante (art. 93° Const.).

 Privilegio del antejuicio. Corresponde a la Comisión Permanente


acusar ante el Congreso a determinados Altos Dignatarios por
infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el
ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan
cesado en éstas (art. 99° Const.).

 Derecho de defensa, en el procedimiento parlamentario de


antejuicio, ante la Comisión Permanente y ante el Pleno del
Congreso. Si se expide resolución acusatoria, la denuncia es
formulada por el Fiscal de la Nación ante la Corte Suprema. La
denuncia y la resolución judicial admisoria de la misma no pueden
exceder ni reducir los términos de la acusación del Congreso (art.
100° Const.).

 Unidad y exclusividad de la función jurisdiccional. Se permite la


jurisdicción militar y la arbitral (art. 139°. 1 Const.).
 Independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional (art. 139°.2
Const.).

 Garantía del Juez legal (art. 139°.3 Const.).

 Garantía de la publicidad de los procesos (art. 139°. 4 Const.).

 Garantía de la motivación escrita de las resoluciones judiciales (art.


139°.5 Const.).

 Principio de la pluralidad de la instancia (art. 139°.6 Const.).

 Principio de la inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las


normas que restrinjan derechos (art. 139°. 9 Const.).

 Principio de no ser condenado en ausencia (art. 139°.12 Const.).

 Prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada


(cosa juzgada) (art. 139°. 13 Const.).

 Derecho de ser informado, inmediatamente y por escrito, de las


causas o razones de su detención (art. 139°. 15 Const.).

 Principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la


defensa gratuita para las personas de escasos recursos; y, para
todos, en los casos que la ley señala (art. 139°. 16 Const.).

 Derecho a la participación popular en el nombramiento y en la


revocación de magistrados, conforme a ley (art. 139°. 17 Const.).

 Jurisdicción de la Corte Suprema limitada a fallar en casación, o en


última instancia, cuando la acción se inicia en una Corte Superior o
ante la propia Corte Suprema. Asimismo, en casación de las
resoluciones del fuero militar en caso de imposición de pena de
muerte (art. 141° Const.).

 Derecho de las autoridades de las Comunidades Campesinas y


Nativas, con el apoyo de las Rondas Campesinas, de ejercer
funciones jurisdiccionales de conformidad con el derecho
consuetudinario (art. 149° Const.).

 Función del Ministerio Público de conducción desde su inicio de la


investigación del delito, de dirección jurídico-funcional de la Policía
Judicial y de promoción de la acción penal, de oficio o a petición de
parte (art. 159°. 4 y 5 Const.).

 Privilegio de inmunidad jurisdiccional del Defensor del Pueblo, a


semejanza de los congresistas (art. 161° Const.).

 Competencia del Fuero militar para conocer de los delitos de función


cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional, a quienes le es aplicable el Código de Justicia Militar.
También, si el legislador ordinario lo decide, para conocer de los
delitos de traición a la patria y de terrorismo cometidos por civiles
(art. 173° Const.).

 Privilegio del miembro del Tribunal Constitucional a la inmunidad


jurisdiccional al igual que los congresistas (art. 201° Const.).

2.2.2.- CLASIFICACIÓN

A) LA GARANTÍA DE LA IGUALDAD

Garantiza que ambas partes procesales gocen de los


medios dé ataque y de defensa y de la igualdad de armas para
hacer valer sus alegaciones y medios de prueba, cuya vulneración
produce indefensión.
a) LA GARANTÍA DE LA INVESTIGACIÓN OFICIAL

Consiste en que la persecución penal es promovida por


órganos del Estado, es decir, no queda librada a la discreción
del lesionado o incluso al compromiso, existente o no, de
cualquier ciudadano.

b) LA GARANTIA DE LA PUBLICIDAD

 Del juicio

La potestad jurisdiccional emana del


pueblo, reza el art. 138° de la Constitución, por lo que
resulta indispensable que el público controle el proceso
El público puede asistir personal o físicamente a las
actuaciones judiciales (publicidad inmediata) o puede
acceder a ellas mediante la interposición de algún medio
de comunicación social (publicidad mediata).

 De la investigación

Es reservada (art. 324° CPP).

3. LOS PRINCIPIOS PROCESALES

3.1.- NOCIONES GENERALES

Para que el proceso penal pueda desarrollarse con total normalidad


requiere de la presencia de los denominados "principios del proceso", cuya
observancia garantizará el desarrollo de un "proceso debido" en el que se
respeten los derechos fundamentales de las personas y se limite el poder
sancionador del Estado. Por ello afirmamos que los principios del proceso
penal son las pautas del equilibrio entre ambas funciones estatales.

3.2.- DEFINICIÓN

Los principios del proceso penal son criterios de orden jurídico-político


que sustentan y orientan el proceso en el marco de una política global del
Estado en materia penal. Cabe destacar que estos principios se encuentran
recogidos en nuestra Constitución, pero también en los códigos procesales
(título preliminar) y en los tratados internacionales a los que el Perú se ha
adscrito (art. 55 Constitución).

3.3.- CLASIFICACIÓN Y JUSTIFICACIÓN

En la doctrina existen numerosas clasificaciones de los principios


procesales penales, pero es conveniente seguir la clasificación tradicional que
distingue entre principios del proceso y principios del procedimiento.
Conforme a dicha sistematización, se entenderá por principios del proceso
aquellos lineamientos indispensables para la existencia de un proceso,
mientras que con la expresión principios del procedimiento nos referiremos a
las pautas rectoras que inciden en la regulación de la forma o el modo en que
se desarrolla un proceso.

3.3.1.- PRINCIPIOS DEL PROCESO

A) PRINCIPIOS REFERIDOS A LOS ÓRGANOS ESTATALES

a) PRINCIPIO DE LEGALIDAD PROCESAL

El principio de legalidad procesal garantiza, a toda


persona, el estricto respeto de los procedimientos previamente
establecidos por ley, al prohibir que esta sea desviada de la
jurisdicción predeterminada, que sea sometida a procedimiento
distinto o, que sea juzgada por órganos jurisdiccionales de
excepción o comisiones especiales, está referido a la
regulación que debe tener el proceso en un espacio y tiempo
determinado.

b) PRINCIPIO DE OFICIALIDAD

El principio de oficialidad implica que el Estado es el


único titular del ius puniendi, de forma tal que, ante la comisión
de una conducta delictiva, únicamente este, a través de sus
órganos competentes, tiene el poder de perseguir, juzgar y
ejecutar la pretensión punitiva, ya sea tratándose de delitos de
ejercicio público de la acción penal o delitos de ejercicio
privado de la acción, una vez que haya sido incoada la acción
penal, será un órgano público el encargado de iniciar y dirigir el
proceso penal hasta su conclusión, debiendo, si amerita el
caso, imponer la respectiva sanción penal.

c) PRINCIPIO ACUSATORIO

El principio acusatorio implica la configuración y el


desenvolvimiento del proceso penal, a través de una clara y
delimitada distribución de funciones que se asignan a dos
sujetos distintos: por un lado, la investigación y acusación,
ejercida por el Ministerio Público o querellante; y, por otro lado,
la decisión o juzgamiento desempeñado por el órgano
jurisdiccional. La acusación debe ser sustentada por un órgano
o persona distinta de quien juzga. Conforme a esta exigencia,
el Estado ha de distribuir sus poderes de acusación y decisión
en dos órganos estatales distintos. En nuestro ordenamiento
dichos órganos son los siguientes: Ministerio Público y Poder
Judicial.
d) PRINCIPIO DE JUEZ LEGAL

El juez legal o el juez predeterminado por la ley, previsto


en el art. 139.3 de nuestra Constitución, establece que el
órgano jurisdiccional llamado a conocer el proceso debe estar
constituido por ley antes de la iniciación del proceso (para el
caso del proceso penal, antes del conocimiento de la notitia
criminis).

e) PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD

La independencia judicial significa que el juez actúa de


forma libre en el ejercicio de su función jurisdiccional, teniendo
como único referente a la Constitución y el resto del
ordenamiento jurídico.

El juez está sometido única y exclusivamente a la Ley. Si


bien la independencia garantiza la libertad del juez en el
ejercicio de su función jurisdiccional, dicha libertad no debe
entenderse como arbitraria y sin límites, pues toda actividad
jurisdiccional debe ser desarrollada conforme a la Ley
constitucional. En este sentido, y conforme al principio de
independencia, todo acto cuyo sustento se encuentre en una
disposición normativa que contravenga la Constitución debe
ser sancionado con nulidad.

f) PRINCIPIO DE INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD

El principio de interdicción de la arbitrariedad constituye


un límite frente a la facultad discrecional que tienen todos los
organismos del Estado. Consiste en la prohibición de que los
poderes públicos actúen conforme a la mera voluntad o
capricho de sus titulares y en forma contraria a la justicia, razón
o las leyes.
El principio de interdicción de la arbitrariedad ha sido
relacionado principalmente con la actuación de los órganos
administrativos que, para el cumplimiento de sus funciones,
disponen de libertad para elegir la solución que consideren más
correcta o apropiada, de entre varias posibles, hallándose
obligados a razonar por qué estiman que tal solución y no otra
distinta es la que mejor satisface los intereses a los que el
poder ejercitado se ordena.

B) PRINCIPIOS REFERIDOS AL IMPUTADO

a) PRINCIPIO DE JUICIO PREVIO

El principio de juicio previo importa la regulación de un


proceso que anteceda válida y legítimamente a la imposición
de una sanción penal; esto es, que exista un proceso penal a
través del cual se determine la responsabilidad penal del
imputado conforme a los principios, garantías y derechos que
nuestro ordenamiento jurídico reconoce.

b) LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

El principio de presunción de inocencia constituye una


directriz que prohíbe tratar o presentar al imputado como
culpable, mientras no exista una sentencia condenatoria firme
que declare su responsabilidad, en base a prueba válida,
legítimamente obtenida y suficiente.

La "inocencia" es un concepto genérico referencial que


cobra sentido (como presunción) solo cuando existe la
posibilidad de que una persona sea declarada culpable de
determinado delito desde que se ve involucrada en un proceso
y hasta el momento en que se emite una sentencia (o una
resolución judicial similar) firme.

c) IN DUBIO PRO REO

El in dubio pro reo es una regla de juicio, componente de


la presunción de inocencia, que exige al Juez absolver al
imputado si luego de realizar la correspondiente valoración
probatoria subsiste en su mente duda razonable e insuperable
sobre la realización del hecho delictuoso por parte del
imputado.

El ámbito de aplicación del principio in dubio pro reo


corresponde a la etapa final del proceso, en la que, el juez, al
momento de dictar rodeadas de todas las garantías procesales
hubieran llegado a una certeza sobre la responsabilidad de la
persona encausada, entendiéndose por ciertas la firme
convicción de estar en posesión de la verdad, de modo que
frente a un caso de incertidumbre derivada de la duda subjetiva
de los juzgadores o que la prueba reunida no acredite
suficientemente la culpabilidad del procesado, el derecho
constitucional de presunción de inocencia se erige como regla
de decisión(...)".

d) FAVOR LIBERTATIS

El principio favor libertatis exige mantener en libertad al


imputado mientras dure el proceso penal, proscribiendo todo
tipo de detención arbitraria o ilegal y prefiriendo siempre la
interpretación y aplicación de la norma menos restrictiva de la
libertad.

En el ámbito del proceso penal, el principio favor


libertatis exige que al imputado no se le prive de su derecho a
la libertad ambulatoria o de desplazamiento, sino hasta el fin
del proceso, cuando medie sentencia condenatoria firme que
determine la existencia del delito y la responsabilidad penal del
imputado.

e) PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD PENAL

La favorabilidad penal constituye un principio, en virtud


del cual, ante un conflicto de leyes penales, el juez está
obligado a aplicar la ley que resulte más beneficiosa o menos
restrictiva al ejercicio de los derechos fundamentales del
imputado.

En cuanto a la distinción entre el in dubio pro reo y la


favorabilidad penal, tenemos que, si bien ambos benefician al
imputado partiendo de un mismo presupuesto (la duda), el
ámbito de aplicación de cada uno de ellos difiere
sustancialmente. Así, mientras el in dubio pro reo se manifiesta
cuando existe duda sobre la culpabilidad del imputado, luego
de realizada la valoración probatoria; la favorabilidad penal va a
operar cuando la incertidumbre se produzca en la aplicación de
la norma.

f) PRINCIPIO DE IGUALDAD PROCESAL

El principio de igualdad procesal exige que se regule un


procedimiento único, en el que las partes enfrentadas en un
proceso, gocen de las mismas posibilidades de actuar en este,
así como de influir en la decisión del juez.

En suma, conforme a esta manifestación del principio de


igualdad está prohibido establecer o consagrar
discriminaciones cuando se trate de personas, hechos,
situaciones o circunstancias semejantes. Con ello se busca
evitar el otorgamiento de privilegios, la negación del acceso a
beneficios y las restricciones de los derechos a determinados
individuos o grupos de personas de manera arbitraria o
injustificada, en razón del sexo, raza, origen nacional o familiar
o posición o económica.

Las partes procesales deben contar con idénticas


oportunidades para defender en paridad sus pretensiones.
Entendida también como la "igualdad en el proceso penal", esta
manifestación consiste en la paridad o equilibrio de
oportunidades o posibilidades que deben tener las partes
procesales para hacer valer sus derechos y garantías.

g) PRINCIPIO DE PLURALIDAD DE INSTANCIAS

La instancia plural es aquel principio que reconoce a


todo partícipe del proceso la posibilidad de cuestionar o
solicitar a un Tribunal Superior la revisión de una sentencia o
decisión judicial que pone fin a una instancia.

La instancia plural reconoce a los legitimados por ley la


posibilidad de cuestionar o solicitar la revisión de las
resoluciones que ponen fin al proceso sin precisar el número
de instancias superiores que deben existir.

h) PRINCIPIO DE PLAZO RAZONABLE

El plazo razonable constituye un principio, en virtud del


cual el órgano jurisdiccional tiene el deber u obligación de
emitir, en un tiempo prudencial, un pronunciamiento que ponga
fin al proceso en que se encuentra el imputado.

Si bien la vulneración del plazo razonable se produce,


principalmente, por la duración excesiva de los plazos, es
menester aclarar que los plazos demasiados cortos también
infringen el principio del plazo razonable. Ello debido a que no
permiten al imputado ejercer todos los derechos y garantías
que la ley le otorga.

En razón a ello, en la doctrina y jurisprudencia, se han


desarrollado ciertas pautas o criterios que, de acuerdo al caso
en concreto, permiten establecer cuándo la duración del
proceso dejó de ser razonable y, por tanto, determinar si se
vulneró o no el derecho a ser juzgado dentro de un plazo
razonable. Estos criterios son los siguientes:

 Actividad de las autoridades judiciales. De acuerdo a


este criterio se debe analizar el comportamiento del
Juez, a fin de determinar si este incurrió en dilaciones
indebidas.

 Conducta del imputado. Conforme a este criterio


debemos analizar la conducta del imputado durante el
proceso, puesto que en un gran número de casos la
mayor duración del proceso se debe a prácticas o
tácticas dilatorias realizadas por el propio recurrente.

 Complejidad del caso. Este elemento será determinado,


conforme a las circunstancias concretas de cada caso.
Para su determinación se tendrá en cuenta ciertos
factores.

i) PRINCIPIO DERECHO DE DEFENSA

El derecho de defensa constituye un presupuesto de


validez para el desarrollo del proceso y la aplicación de la
pena, en virtud del cual los sujetos procesales, titulares de tal
derecho, pueden hacer valer sus respectivas pretensiones en
función de los derechos subjetivos que buscan resguardar.

Cabe destacar, que dichos derechos varían dependiendo


del sujeto procesal que detente la garantía de la defensa; así,
en el caso del imputado, dicho derecho subjetivo recaerá
principalmente en su derecho a la libertad ; mientras que, en el
caso del tercero civilmente responsable y el actor civil, tal
derecho subjetivo recaerá sobre derechos de carácter
patrimonial .

j) PRINCIPIO DE IDENTIDAD PROCESAL

Según este principio, ni el acusado, ni el juzgador


pueden ser reemplazados por otra persona durante el
juzgamiento. El acusado y el juzgador deben concurrir
personalmente a la audiencia desde el inicio hasta la
conclusión. El juzgador viendo, oyendo, preguntando,
contrastando, analizando la actitud y el comportamiento del
acusado, agraviado, testigo y perito, podrá adquirir un
conocimiento integral sobre el caso. Este conocimiento directo
e integral no sería posible si durante el juicio oral se cambiara
al juzgador, pues el reemplazante no tendrá idea sobre la parte
ya realizada y su conocimiento será fragmentario e incompleto.
Por eso, los integrantes de la Sala Penal deben ser los mismos
desde el inicio hasta el final del juicio oral.

3.3.2.- PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO

a) PRINCIPIO DE PUBLICIDAD

El principio de publicidad constituye una pauta que exige


la realización de un juzgamiento público frente a la sociedad y a las
partes procesales, se configura en torno al derecho a la libertad de
información que tiene la ciudadanía.

Se concreta, asimismo, con la posibilidad que tiene la


ciudadanía de asistir, dentro de las lógicas limitaciones materiales,
a las etapas fundamentales del proceso, tales como el juzgamiento
y la expedición de sentencia

b) PRINCIPIO DE ORALIDAD

La oralidad constituye un principio de carácter instrumental


que exige al juez emitir su pronunciamiento o fallo basándose
únicamente en el material probatorio actuado oralmente ante el
órgano jurisdiccional.

Un proceso penal será oral, entonces, cuando el material


probatorio en el que se sustente el Juez al pronunciarse, sea aquel
actuado oralmente en juicio ante el órgano jurisdiccional; mientras
que, un proceso será escrito cuando el sustento probatorio de la
decisión jurisdiccional se encuentre recogido en actas.

c) PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN

El principio de inmediación denota que el juez que dicta una


resolución debe haber estado en contacto directo con los sujetos
que participan en el proceso y con los elementos llamados a formar
su convicción.

El órgano jurisdiccional debe tener contacto directo con los


sujetos procesales y las pruebas. El juez debe tener un
acercamiento personal e inmediato con los sujetos procesales que
participan en el proceso (imputado, testigos, peritos, etc.) y,
además, debe estar presente en la práctica de las pruebas.

d) PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN

El principio de contradicción es un mandato dirigido, tanto al


legislador como al juez, para que organicen y dirijan el proceso, de
forma tal, que las partes tengan la posibilidad de controvertir o
rebatir posiciones antagónicas a la suya durante el desarrollo del
proceso, alcanza su máxima expresión en la etapa de juicio oral,
específicamente, durante la incorporación y práctica de la prueba.

e) PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL

El principio de economía procesal exige el ahorro de tiempo,


esfuerzo y dinero en las actuaciones procesales con el propósito de
lograr un proceso más eficaz. Se busca, pues, alcanzar los fines
del proceso con el menor uso de recursos, ya sean humanos,
financieros o de otra índole.

El principio de economía procesal procura básicamente la


reducción de todo esfuerzo innecesario que no guarde adecuada
correlación con la necesidad que pretende satisfacerse.

f) PRINCIPIO DE CELERIDAD PROCESAL

El principio de celeridad procesal exige que los actos


procesales se realicen de forma rápida y ágil, a efectos de concluir
el proceso dentro del menor tiempo posible y brindando una
respuesta oportuna a los justiciables.

El principio de celeridad procesal busca agilizar la actividad


procesal con la finalidad de obtener una respuesta pronta por parte
del órgano jurisdiccional.

g) PRINCIPIO DE UNIDAD Y CONCENTRACIÓN

El principio de concentración exige que varios actos


procesales se realicen en una sola audiencia, o si esto no fuera
posible, en pocas sesiones continuas, con la finalidad de evitar
que, al momento de emitir pronunciamiento, desaparezcan o se
diluyan de la memoria del juez las apreciaciones e impresiones
adquiridas por este.
En la doctrina, es frecuente referir la aplicación del principio
de concentración únicamente a la etapa de juicio oral; no obstante,
consideramos que no media mayor inconveniente para extender su
aplicación a etapas previas. Sin perjuicio de lo expuesto, será en el
juicio oral donde, sin lugar a dudas, el principio de concentración
hallará su máxima expresión, pues en dicha etapa se procurará
reunir en una sola audiencia un conjunto de actuaciones, tales
como: la acusación, los alegatos de defensa, la práctica de
pruebas, el debate probatorio y el pronunciamiento de la
correspondiente sentencia.

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