Está en la página 1de 11

EL ESTRUCTURALISMO

El estructuralismo es un enfoque de investigación de las ciencias sociales que creció


hasta convertirse en uno de los métodos más utilizados para analizar el lenguaje, la
cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX.
Contexto
El término no hace referencia clara a una escuela definida de pensamiento filosófico
como la antropología cultural, la lingüística, el marxismo, etc., aunque tiene
derivaciones filosóficas de consideración.
La obra de Ferdinand de Saussure Curso de lingüística general (1916) es considerada
habitualmente el punto de origen de las ideas subyacentes a dicho planteamiento.
Definición
En general, es un enfoque filosófico que trata de analizar un campo específico como
un sistema complejo de partes relacionadas entre si. Por tanto, en términos amplios
y básicos el estructuralismo busca las estructuras a través de las cuales se produce el
significado dentro de una cultura. De acuerdo con esta teoría, el significado es
producido y reproducido a través de varias prácticas, fenómenos y actividades que
sirven como sistemas de significación (estudiando cosas tan diversas como la
preparación de la comida y rituales para servirla, ritos religiosos, juegos, textos
literarios y no literarios, formas de entretenimiento, etc.).
La novedad que introduce este enfoque no es la idea misma de estructura, ya
presente de forma continua a lo largo del pensamiento occidental, sino la
eliminación en ella de un concepto central que ordene toda la realidad, como sucedía
con las ideas platónicas.
Para F. Wahl, la cesura estructuralista pasa por el concepto de signo.1
El iniciador y más prominente representante de la corriente fue el antropólogo y
etnógrafo Claude Lévi-Strauss (década de 1940), quien analiza fenómenos culturales
como la mitología y los sistemas de parentesco.
Durante los años 1940 y 50, la escena filosófica francesa se caracterizó por el
existencialismo, fundamentalmente a través de Jean-Paul Sartre, apareciendo
también la fenomenología, el retorno a Hegel y la filosofía de la ciencia, con Gastón
Bachelard.
Cuando en la década de 1961 Sartre se orienta hacia el marxismo, surge un nuevo
modo de pensar: el estructuralismo. Claude Lévi-Strauss inicia este nuevo
movimiento, basándose en las ideas de la etnología. Más tarde le seguirán Jacques
Lacan en el psicoanálisis, Louis Althusser en el estudio del marxismo y, finalmente,
Michel Foucault, desde un punto de vista muy crítico con las ambiciones
estructurales.
Cabe destacar que Althusser y Foucault rechazaron la clasificación de su
pensamiento dentro del estructuralismo (tal como aparece en su arqueología de las
ciencias humanas, Las palabras y las cosas), y en rigor únicamente Lévi-Strauss realizó
una reflexión explícita sobre el estructuralismo como método. En cualquier caso, se
trata de un alejamiento de perspectivas meramente historicistas o subjetivistas bajo
el intento de hallar una nueva orientación para la investigación que tome como bases
correspondencias funcionales entre distintos elementos que forman parte de las
distintas disciplinas.
Estructuralismo y literatura
Cuando el foco se dirige hacia la literatura, un estructuralista crítico examinará la
estructura de una narración más que su contenido para, de esta forma, comparar y
hallar vínculos y estructuras similares en obras pertenecientes a épocas y culturas
diferentes.
Estructuralismo y matemáticas
En lo que se refiere a las matemáticas, representa una muy eficiente alternativa a la
filosofía platónica para describir objetos matemáticos como números, conjuntos y
funciones. El estructuralismo plantea que las afirmaciones matemáticas son, en todo
caso, afirmaciones sobre relaciones dentro de patrones y estructuras, siendo esto una
contracorriente a su definición como propiedades de objetos dentro de esas
relaciones. Esta postura surge a partir de argumentar que, en términos filosóficos, se
puede estar de acuerdo con la veracidad de una afirmación matemática sin estar
necesariamente de acuerdo con los objetos que la constituyen, si es que un objeto la
constituye en lo absoluto.2
Características
Jean Piaget ha definido las estructuras a través de tres características[1]:
1. Totalidad, pues hay más propiedades que elementos.
2. Transformaciones, ya que poseen un equilibrio dinámico.
3. Autorregulación, pues suponen un sistema de transformaciones
automoduladas por un sistema cerrado.
Método estructuralista
El método estructuralista estaba presente en matemáticas, lógica, física y biología.
En psicología se asocia con la «forma» para superar los planteamientos de la teoría
asociacionista. Se inspira en la lingüística, en la que se distinguen «lengua» y
«habla». La lengua es el sistema de signos de la sociedad ya estipulado, y el habla,
el modo de referirse de cada individuo en particular. La sociedad se estudia como
un conjunto de signos destinados a asegurar entre los individuos cierto tipo de
comunicación.

EL FUNCIONALISMO
El funcionalismo es caracterizado por el utilitarismo otorgado a las acciones que
deben sostener el orden establecido en las sociedades. Es una corriente teórica
surgida en Inglaterra en el año 1930 en las ciencias sociales, especialmente en
sociología y antropología social. La teoría está asociada a Émile Durkheim y, más
recientemente, a Talcott Parsons, además de muchos otros autores como Herbert
Spencer, Bronislaw Malinowski y Robert Merton. El funcionalismo se caracteriza
por un enfoque empirista que preconiza las ventajas del trabajo de campo. En este
sentido, los teóricos funcionalistas identifican en sus textos comunicación con
comunicación de masas, porque esa es la realidad de la sociedad moderna. Hasta el
siglo XIX, la mayoría de las labores se realizaban en un gabinete, mediante relatos
sesgados de viajeros. El funcionalismo abrió el camino de la antropología científica,
desarrollándose luego con gran éxito en Estados Unidos. La corriente funcionalista
es la escuela más extendida; se ha llegado a naturalizar y estudiar el paradigma de
las ciencias de la comunicación. Esta circunstancia se ha entendido como lógica
porque es la perspectiva que mejor se identifica con la dinámica y los intereses del
sistema audiovisual.
La escuela propone una serie de teorías concretas con continuidad basadas en
distintas disciplinas: la teoría hipodérmica, la teoría de los efectos limitados, la teoría
matemática de la comunicación y otros enfoques más particulares. Son esquemas de
acción cuyo objetivo es construir un proyecto integrador que aporte conocimientos
sobre cómo debe funcionar la comunicación social. Bajo esta mirada, las
instituciones sociales serían medios colectivamente desarrollados para la
satisfacción de las necesidades biológicas y culturales; los define, por lo tanto, por el
cumplimiento de una función social, y no —como se hacía generalmente— por las
circunstancias históricas de su desarrollo. Enfatiza, por lo tanto, las medidas que las
instituciones toman para alcanzar los fines socialmente valorados. En la escuela
funcionalista americana, basada sobre todo en la obra de Talcott Parsons, se pone un
énfasis particular en el mantenimiento de la estabilidad social. En el contexto
estadounidense ayuda pensar que EE.UU. es una nación que todavía está
construyéndose a partir de inmigrantes de distintas procedencias (melting pot) y que,
por tanto, era necesario la integración política.
Origen del nombre
El nombre de esta escuela deriva del hecho de que para el etnógrafo polaco
Bronislaw Malinowski, seguidor de las teorías sociológicas del francés Émile
Durkheim, las culturas se presentan como todos "integrados, funcionales y coherentes".
Por lo tanto, cada elemento aislado de la misma sólo puede analizarse considerando
los demás. Este autor estudia entonces la cultura y demás hechos sociales, como por
ejemplo las instituciones en que éstos están "concentrados", en función de cómo se
organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano, es decir, todas
aquellas tareas u objetivos que tienden a mantener y conservar los organismos de la
sociedad y a esta como tal, incluyendo sus modelos culturales.
Planteamientos
La teoría funcionalista propone que las sociedades suponen de mecanismos propios
capaces de regular los conflictos y las irregularidades, así como las normas que
determinan el código de conducta de los individuos, los cuales variarán en función
de los medios existentes y esto es lo que rige el equilibrio social. Por lo que pasamos
a entender a la sociedad como un “organismo”, un sistema articulado e
interrelacionado. A su vez, cada una de estas partes tiene una función de integración
y mantenimiento del propio sistema.
Según Parsons, la teoría de sistemas, se basa en la teoría funcionalista, y establece
que la sociedad se organiza como un sistema social que debe resolver cuatro
imperativos fundamentales para subsistir:
 Adaptación al ambiente.
 Conservación del modelo y control de tensiones.
 Persecución de la finalidad.
 Integración mediante las diferentes clases sociales.
De acuerdo al rol que asuman los subsistemas para resolver estos problemas
fundamentales, actuarán como funcionales o disfuncionales. Los funcionalistas
tienen una visión biologicista de la sociedad, es decir, entienden a la sociedad como
una entidad orgánica cuya normalidad viene postulada por fenómenos que se
repiten regular y sistemáticamente.
El pionero iniciador de la tendencia funcionalista en Latinoamérica fue Gustavo
Mendoza, quien adquirió sus conocimientos en el instituto humano-tecnológico
Humboldt.1
Postulados funcionalistas
 Toda cultura tiende a formar una totalidad equilibrada frente a su tendencia
hacia el equilibrio y el cambio.
 La estructura social funciona por una orientación de necesidades básicas,
como en la estructura orgánica.
 Cada parte en el sistema social está unido a los demás.
 El funcionalismo introduce una división en el trabajo antropológico;
distingue entre Etnografía y Etnología. El primero describe aspectos
particulares de una cultura, se introduce en el trabajo de campo, por medio
de la observación participante y crea una síntesis explicativa de los datos
etnográficos. La etnología es el análisis transcultural de los datos
etnográficos, con el fin de comparar y establecer regularidades sustentables
empíricamente.
 No se construyen teorías etnológicas con facilidad, se pretende hacer
descripciones sugerentes que llevan a futuras teorías sobre el hombre.

Escuela funcionalista
El funcionalismo nace como reacción al evolucionismo y al particularismo histórico.
Parte del hecho de que la cultura es una totalidad orgánica en las que sus diversos
elementos son inseparables (holísticos) y que se hallan interconectados, teniendo
cada uno de ellos una función específica en el conjunto. La religión, la economía, la
producción, los rituales, etc. forman un todo interconectado.
Sus pioneros fueron Bronislaw Malinowski y Alfred Reginald Radcliffe-Brown. El
nombre de la escuela proviene del hecho que para el etnógrafo Bronislaw
Malinowski (seguidor de las teorías sociológicas del francés Emilie Durkheim), las
culturas se presentan como un todo “integrados, funcionales y coherentes”, por lo
tanto cada elemento aislado de la misma sólo puede analizarse considerando a los
demás. Estudia, por ende, la cultura y demás hechos sociales, en función de cómo se
organizan para satisfacer las necesidades de un grupo humano.
Bases de la teoría funcionalista
Empirismo
El empirismo es una de las bases de la teoría funcionalista. Es una corriente filosófica
del siglo XVIII que busca conocer la realidad a través de la observación de los
fenómenos observables. La explicación de los acontecimientos se obtiene para los
empiristas mediante la construcción de leyes generales y las relaciones causales
entre fenómenos observables.
Positivismo
Otra doctrina filosófica que influyó en la construcción del pensamiento funcionalista
es el positivismo. Una escuela sobre teoría de la ciencia fundada por A. Comte que
comprende una reforma en la sociedad y una religión. Constituyendo una teoría del
saber que no admite otra realidad que no sean los hechos, ni a investigar otra cosa
que no sean las relaciones entre los hechos.
Teoría liberal
Aquella teoría normativa daba amplia libertad para poner en los medios lo que
quisieran sus productores, incluyendo la violencia. Esta teoría se había originado
como reacción contra la tradición aristocrática (del enfoque anterior alfabetizado),
donde la institución pública aristocrática pretendía tener el monopolio sobre la
verdad. Se puede decir que de un extremo se pasó al otro. La teoría de liberación de
los medios de control productivos aparece en el s. XVII en los escritos Areopagitica
(1644) del puritano rebelde John Milton. Pronto se desarrolló, primero durante el
período colonial de EE.UU. y sobre todo después de su independencia. También se
apoya en On Liberty de John Stuart Mill (1859), quien defiende el derecho a no ser
imparcial en un juicio y el derecho a equivocarse. Otros pensadores liberales son
Thomas Paine, Alexis de Tocqueville y John Merrill (1974). Milton y Mill proclaman
que el último criterio para la verdad y los valores es la conciencia individual. Cada
uno contribuye a una 'verdad pública cultural', construida socialmente por todos, y
que por lo tanto puede mejorar. Ninguna institución tiene 'la' verdad. Cada uno debe
buscarla, y cada uno la puede presentar al público como en un foro. La sociedad es
la suma de individuos que buscan sus propias metas particulares. El progreso de la
sociedad dependerá de elegir las soluciones ‘buenas’ y no las ‘malas’. Por lo tanto se
trata de una libertad para elegir el bien.

EL CONDUCTISMO
El conductismo, según J. B. Watson, de los primeros en definir el objeto de estudio
de la psicología, es el estudio experimental objetivo y natural de la conducta. 1 Para
B. F. Skinner el conductismo es una filosofía de la ciencia de la conducta,2 definió
varios aspectos esenciales de su objeto de estudio y a diferencia de Watson se centró
en describir las leyes generales que rigen la conducta.3 El objeto de estudio de la
psicología y la forma en cómo se concibe la conducta es entendida de diversos
modos, según el enfoque desde el que se vea.
Se pueden identificar más de 10 formas de conductismo4 desde el propuesto por
Watson hasta nuestros días; pasando por el conductismo de Tolman, Hull y Skinner,
el interconductismo y la psicología interconductual de Kantor, el conductismo
teleológico de Rachlin, empírico de Bijou, teórico de Staddon y biológico de
Timberlake, el contextualismo funcional de Hayes, etc.
J. R. Kantor define el conductismo como «una renuncia a las doctrinas del alma, la
mente y la conciencia», para ocuparse del «estudio de los organismos en interacción
con sus ambientes». En términos más amplios, lo considera como equivalente al
término ciencia (Kantor 1968, cit. por Campos, 1973, p. 91), dado que se ocupa de la
naturaleza a partir del "principio del comportamiento". Así, la química estudia el
comportamiento de los elementos y la sustancia, la física estudia el comportamiento
de la materia y sus propiedades, la astronomía estudia el comportamiento de los
astros y galaxias, y la psicología estudia las interacciones entre los organismos y su
entorno.

Índice
Características principales
 Condicionamiento clásico: Proceso de aprendizaje mediante el cual se asocia
un estímulo inicial (por ejemplo el olor a comida) que provoca en el
organismo una respuesta incondicionada regular y mensurable (por ejemplo
salivación), con un evento neutro (por ejemplo un ruido) que no provocaba
respuestas antes del condicionamiento. Luego de varias presentaciones en
contigüidad espacio-temporal, el evento neutro adquirirá las funciones del
estímulo inicial, provocando la misma respuesta que aquel. De este modo, un
ruido podría terminar evocando la salivación del organismo.
 Condicionamiento operante: Proceso de aprendizaje por el cual una acción en
particular es seguida por algo deseable (lo cual hace más factible que la
persona o animal repita la acción) o por algo no deseable (lo cual hace menos
factible que se repita la acción). Un estudiante, por ejemplo, estudia durante
varias horas porque anteriormente el estudio le proporcionó satisfacción
intelectual, notas altas o elogios de sus padres. Su aplicación es consecuencia
del condicionamiento operante.
En suma, "conductismo" constituye una manera de estudiar lo psicológico o
cualquier fenómeno del mundo desde la perspectiva de una ciencia de la conducta,
sin mentalismo (atribuciones dualistas extramateriales como el alma o la mente), ni
reduccionismos (utilizar explicaciones tomadas de disciplinas como la neurología,
la lógica, la sociología o el procesamiento de datos).
Esto no significa dejar de lado los procesos cognitivos como tantas veces se
malinterpreta, sino considerarlos como "propiedades de la conducta en función". O
sea, comportamientos sujetos a las mismas leyes que el comportamiento manifiesto
que involucran respuestas lingüísticas y sensoriales de tipo encubierto, las cuales,
para ser investigadas deben especificarse en términos del tipo de interacción,
amplificarse mediante aparatos o acudir al autoinforme del individuo.
Existe también una clase especial de conductismo denominado "metodológico", que
no se guía sobre la base de las precedentes consideraciones filosóficas ni teóricas,
sino simplemente en función a criterios pragmáticos de abordaje objetivo de la
conducta como referente observable inmediato de fenómenos "internos". Este no es
más utilizado.

EL PSICOANALISIS
El psicoanálisis (del griego ψυχή [psykhé], «alma» o «mente», y ἀνάλυσις [análysis],
«análisis», en el sentido de examen o estudio) es una práctica terapéutica y técnica de
investigación12 fundada por el neurólogo austríaco Sigmund Freud alrededor de
1896.3 A partir del psicoanálisis se han desarrollado posteriormente diversas
escuelas de psicología profunda o de orientación dinámica y analítica. Asimismo, la
teoría ha influido sobre muchas otras escuelas psicológicas y de terapias no
necesariamente psicoanalíticas.4
El psicoanálisis tiene como objetivo la investigación y el tratamiento de los
problemas emocionales desde el punto de vista de la infancia de la persona, la
interpretación de los sueños, los actos fallidos y la técnica de asociación libre, entre
otras.5
Freud complementó la psicología de la consciencia de Wilhelm Wundt con su
psicología del inconsciente. Contrariamente a los anteriores enfoques, centrados en
la investigación de laboratorios, el psicoanálisis no intenta ser una ciencia pura. Su
interés no recayó en la acumulación de conocimientos sobre la mente normal, si no
en la aplicación inmediata de una nueva manera de tratar a individuos que
manifestaban un comportamiento anormal. Extrajo abundante información de la
observación clínica, técnica que reivindica frente a la experimentación controlada en
el laboratorio de los psicólogos experimentales. Freud creía que poderosos impulsos
biológicos, principalmente de naturaleza sexual, influían en el comportamiento
humano. Opinaba que estas tendencias eran inconscientes y que creaban conflictos
entre el individuo y las normas sociales.6
Concepto
El concepto de «psicoanálisis» designa, por una parte, aquel modelo teórico
descriptivo y explicativo de los mecanismos, procesos y fenómenos implicados en la
vida anímica humana. Este modelo se basó inicialmente en la experiencia de
Sigmund Freud en el tratamiento clínico de pacientes que presentan histerias, fobias
y diversos padecimientos psíquicos y ha tenido un amplio desarrollo teórico
posterior con el aporte de muchos teóricos del psicoanálisis. Por otra parte,
«psicoanálisis» se refiere también a la terapia psicoanalítica misma, es decir, a un
conjunto de procedimientos y técnicas terapéuticas que se desarrollan a partir de
esta teoría para el tratamiento de patologías mentales. Finalmente, «psicoanálisis»
puede referirse además al método psicoanalítico: un método de investigación que ha
sido aplicado, más allá de la psicología clínica individual, al análisis de fenómenos
culturales, por ejemplo en etnología y antropología (entre otras disciplinas).7 El
desarrollo del psicoanálisis es permanente en estos tres aspectos por parte de
investigadores y clínicos, si bien cabe remarcar que tal segmentación del campo
psicoanalítico no puede ser otra cosa que una esquematización descriptiva, y que en
ningún caso da cuenta de la estructura propia del psicoanálisis donde teoría y
práctica se encuentran ligadas sin que pueda darse la una sin la otra. Freud sostuvo
que una de las glorias del psicoanálisis era la coincidencia de investigación y
tratamiento,8 si bien aclara que la técnica de ambas difiere. El psicoanálisis moderno
se caracteriza por el pluralismo teórico, metódico y terapéutico. Si el psicoanálisis
puede ser considerado una teoría científica es un asunto que en círculos académicos
y profesionales continúa siendo controvertido.
La definición clásica de Freud nota 1incluye, según resumen Jean Laplanche y Jean-
Bertrand Pontalis, los siguientes tres aspectos:
A) Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la
significación inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños,
fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa principalmente en las
asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez de la interpretación. La
interpretación psicoanalítica puede extenderse también a producciones humanas
para las que no se dispone de asociaciones libres.
B) Un método psicoterapéutico basado en esta investigación y caracterizado por la
interpretación controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo. En este
sentido se utiliza la palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica;
ejemplo, emprender un psicoanálisis (o un análisis).
C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se
sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y de
tratamiento.7
Definiciones derivadas de los tres aspectos
El psicoanálisis como teoría explicativa
El psicoanálisis es una teoría sobre los procesos psíquicos inconscientes, que
presenta una concepción ampliada de la sexualidad, de sus relaciones con el
acontecer psíquico y su reflejo en lo sociocultural. El supuesto de que existen los
procesos, fenómenos y mecanismos psíquicos inconscientes junto al papel de la
sexualidad y del llamado complejo de Edipo, que resulta en una diferenciación entre
instinto y pulsión; así como la aceptación de la teoría de la represión y el papel de la
resistencia en el análisis constituyen para Freud los pilares fundamentales de su
edificio teórico, al punto que sostiene que «quien no pueda admitirlos todos no
debería contarse entre los psicoanalistas».10
Esta definición de Freud ha tenido amplia aceptación entre los psicoanalistas, así
como también la necesidad de la transmisión del saber a través del análisis didáctico
y los análisis de control o supervisados. Esta aceptación o identificación con los
pilares centrales de la teoría y el método, se dio en medio de controversias.
Refiriéndose a la definición de Freud de 1922, la historiadora Élisabeth Roudinesco
comenta:
«Freud proporcionó la definición más precisa del marco psicoanalítico, al subrayar
que sus "pilares" teóricos eran el inconsciente, el complejo de Edipo, la resistencia,
la represión y la sexualidad (...) Si bien los freudianos de todas las tendencias
siempre aceptaron reconocerse en esta definición de psicoanálisis, no han cesado de
combatir entre ellos a dividirse acerca de la cuestión de la técnica psicoanalítica y el
psicoanálisis didáctico».11
En efecto, los psicoanalistas de las generaciones que siguieron a Freud desarrollaron
la teoría en diversas direcciones, en parte reforzando y complementando sus ideas,
en parte distanciándose de ellas o criticando algunos puntos más o menos centrales.
Estos movimientos de diferenciación e integración, han dado lugar a la existencia de
varias escuelas, con diversas concepciones u orientaciones. Por ejemplo, la
Psicología del yo, la teoría de las relaciones objetales (de Melanie Klein, Donald
Winnicott), el psicoanálisis relacional, el psicoanálisis lacaniano. Asimismo,
escisiones tempranas y divergencias en aspectos decisivos dieron lugar a escuelas
completamente independientes, como la psicología analítica de Carl Gustav Jung.
El psicoanálisis como método de investigación
El psicoanálisis incluye también una serie de métodos para la investigación de la
experiencia, el pensamiento y la conducta humana, tanto de sujetos individuales
como de grupos y culturas. Esta última aplicación se ha llamado también
etnopsicoanálisis.1213
La idea central de esta aplicación del psicoanálisis consiste en que tras la superficie
en la que se representan las formas de comportamiento perceptibles (en la conducta
individual y en la de los grupos y culturas) así como también tras las normas sociales
y valores de una comunidad cultural, con frecuencia se esconden contenidos y
motivaciones inconscientes que no son de acceso fácil al Yo y que pueden develarse
y hacerse comprensibles con la ayuda de los conceptos y métodos del
psicoanálisis.[cita requerida]
En las décadas siguientes a Freud, diversos psicoanalistas desarrollaron otras
técnicas para la exploración e interpretación psicoanalítica de diversas
manifestaciones culturales: desde los cuentos de hadas y mitos hasta el análisis de
obras literarias mayores, del cine o de las artes plásticas.
El psicoanálisis como terapia
En el sentido estricto, el psicoanálisis puede ser definido como un método y técnica
de tratamiento psicoterapéutico basada en la exploración del inconsciente a través
de la asociación libre. A diferencia de los métodos que se basan en ejercicios,
entrenamiento o aprendizaje (como las técnicas conductuales) o de las explicaciones
en el plano cognitivo, el psicoanálisis se cuenta entre las técnicas de descubrimiento
o develación que intentan que el paciente logre una comprensión profunda de las
circunstancias (generalmente inconscientes) que han dado origen a sus afecciones, o
son la causa de sus sufrimientos o malestares psíquicos. Aunque frecuentemente se
asocia esto a la introspección, constituye un malentendido esperar como objetivo
esencial de la terapia psicoanalítica una comprensión racional acerca de las
relaciones causales. Se trata más bien de lograr una reestructuración de más amplio
alcance de la personalidad, muy especialmente de la vida afectiva y particularmente
en aquellas áreas que contribuyen y mantienen la formación de síntomas, o de
formas defensivas que causan daño o malestar. [cita requerida]
El psicoanálisis clásico se desarrolla durante algunos años con una frecuencia de tres
a cinco veces por semana. En el setting clásico el paciente se recuesta en un diván y
habla, en lo posible sin censura, sobre todo lo que siente, piensa, poniendo en
palabras toda ocurrencia que le venga a la mente. Esta técnica se denomina
asociación libre y constituye la regla fundamental. El analista que está sentado tras
él, escucha manteniendo una atención parejamente flotante y comunica al paciente
sus interpretaciones, hechas en base al material que va apareciendo durante el
proceso analítico. El analista entrega estas interpretaciones a su paciente tantas veces
como considere conveniente y en las situaciones que decida. En particular el analista
captará e interpretará los patrones emocionales y de funcionamiento psíquico, los
mecanismos típicos que el paciente repite en la relación con él en forma de
transferencia y, básicamente, las formaciones del inconsciente que surjan en el
discurrir del analizante a lo largo de su análisis.
Independientemente de las variaciones que existen en las diferentes escuelas
posteriores a Freud, donde muchas de ellas modifican este setting o encuadre clásico,
el eje central del psicoanálisis como técnica terapéutica es la asociación libre. Desde
la época de Freud y hasta la actualidad se le asigna a la llamada "regla técnica
fundamental" un carácter demarcatorio entre lo que se llama psicoanálisis y lo que
es una terapia diversa de este.
BIBLIOGRAFIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Estructuralismo_(filosof%C3%ADa)

https://es.wikipedia.org/wiki/Funcionalismo

https://es.wikipedia.org/wiki/Conductismo

También podría gustarte