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Almacenamiento de los neumáticos

Los neumáticos son unos elementos esenciales para una conducción segura. Por ello, no resulta
extraño que se cambien y almacenen por diferentes circunstancias como, por ejemplo, en
determinados periodos del año a causa de la estacionalidad.

El invierno requiere unas características en las gomas distintas que el verano, así que un cambio de
neumáticos para ajustarse a las condiciones de cada momento es una buena decisión. No
obstante, el almacenamiento de neumáticos requiere una serie de aspectos que garanticen su
buen estado en la medida de lo posible.

Además, cabe matizar que los neumáticos no están diseñados para almacenarse durante largos
periodos, por lo que resulta necesario disponer de las mejores condiciones para su conservación.

Condiciones básicas para el almacenamiento de neumáticos:

El espacio donde se guarden los neumáticos debe respetar unas condiciones mínimas para su
almacenamiento idóneo. Dejarlos a la intemperie resultará dañino, puesto que la superficie
tenderá a secarse y se cuarteará (sufrirá grietas).

Por ello, es importante que se ubiquen en un ambiente ventilado, fresco y seco. También es
recomendable que el espacio elegido no los exponga a la luz solar directamente y que la
temperatura se mantenga entre los 15º y los 25º.

De la misma forma, los neumáticos pueden sufrir daño al entrar en contacto con ciertos productos
químicos como la gasolina o la grasa, por el calor o por la exposición al ozono que puede emitir,
por ejemplo, un equipo de soldadura.

Por todo ello, un emplazamiento alejado de estos elementos potencialmente dañinos, situarlos a
más de un metro de cualquier fuente de calor y la limpieza del lugar son condiciones necesarias
para una buena conservación.

También es destacable que a la hora de manipularlos, es una buena opción utilizar los guantes y la
ropa adecuada. De la misma forma, conviene limpiar y secar los neumáticos antes de
almacenarlos. Y, por supuesto, lo mejor a la hora de manipularlos es usar herramientas y equipos
que no puedan resultar dañinos para los neumáticos.

Con llantas o sin llantas, no se almacenan igual

No es lo mismo almacenar un neumático con su llanta que sin ella. Si se va a guardar con la llanta,
lo mejor es colocarlos inflados con la presión recomendada por el fabricante sobre el flanco, nunca
en posición vertical. Con todo, si se apilan nunca se debe superar los 1,20 metros de altura ni
tampoco es recomendable conservarlos en esta posición por tiempo prolongado. Para evitar que
se hunda la superficie, es recomendable girarlos de vez en cuando. También se puede elegir la
opción de colgarlos de algún anclaje y que queden suspendidos en el aire.
Si van a guardarse sin las llantas, la mejor opción es colocarlos en posición vertical. De la misma
forma que sucede en el caso anterior, es muy importante girarlos con regularidad, cada cuatro
semanas, para evitar deformaciones.

Estanterías metálicas, un buen aliado para la vida de los neumáticos

Una estantería metálica para neumáticos es una estructura que contribuirá notablemente a su
correcta conservación. Por un lado, evitará el contacto directo con el suelo, un lugar en el que es
fácil encontrar suciedad y productos dañinos y que puede conducir el calor.

También, gracias a su diseño, las estanterías para neumáticos permitirán que se coloquen de
forma conveniente y ordenada. Especialmente destacable es que facilitan su acceso y que se
puedan girar fácilmente, un hecho esencial para evitar deformaciones.

Además, cabe recordar que si se opta por un almacenamiento a largo plazo, lo mejor es que se
sitúen al menos a 10 centímetros sobre el suelo, una distancia que garantizan las estanterías
metálicas.

Almacenamiento de neumáticos: condiciones del local

Los neumáticos almacenados deben estar alejados de la luz solar directa. Por lo tanto, una zona
fresca y seca es lo mejor para almacenarlos de manera que se conserven en buen estado.

Cuando se dejan en el exterior durante varias semanas las probabilidades de que se cuarteen y
aparezcan grietas en su superficie son muy altas. Esto acorta su vida y merma sus cualidades. Es
por ello que los neumáticos deben almacenarse en el interior de un local, en un espacio que
mantenga un buen nivel de ventilación y un bajo nivel de humedad.

El espacio dedicado al almacenamiento de neumáticos debe estar alejado de fuentes de calor


(tuberías o generadores eléctricos) y libre de sustancias químicas, disolventes o hidrocarburos, ya
todos ellos pueden afectar negativamente al estado de la goma del neumático.
Proceso de entrada y salida de un neumático

Preparación de los componentes

El neumático parte de una mezcla de goma con diferentes compuestos en función del tipo de
neumático que se vaya a fabricar y de la parte del neumático donde se va a utilizar esa goma,
aunque el caucho es el componente principal.

Esa mezcla se estira para formar largas tiras que se almacenan en enormes rollos para su posterior
utilización. Pero los neumáticos no sólo están hechos de goma. Para hacer la carcasa se necesitan
lonas de cables. Estas lonas están compuestas por cables paralelos colocados entre dos capas de
goma. En función de la parte del neumático donde se vayan a usar y del tipo de neumático a
fabricar, se cortan con un ángulo determinado y se vuelven a soldar para crear tiras muy largas.

Confección

Se van preparando las diferentes partes del neumático por separado y luego se unen uno a uno
formando un cilindro. Los componentes se adhieren en crudo y se apisonan para que no entre
aire.

Conformación

Esta unión se hace en plano y luego se le da la forma al neumático. Es posible gracias a unos
tambores cilíndricos que se hinchan y deshinchan en función de las necesidades.

Cocción

El neumático ya tiene todos sus diferentes partes unidas pero sigue en estado plástico. Se mete en
un molde con agua y vapor para darle la forma definitiva, el dibujo y las diferentes marcas y
códigos de los flancos. El proceso de cocción dura aproximadamente diez minutos y se hace a 150
grados centígrados.

Tras la cocción el neumático pasa por unos estrictos controles de calidad automáticos, pero la
revisión final es realizada por expertos que son capaces de ver y sentir al tacto imprecisiones
Después de todo esto, el neumático está listo para su almacenamiento y distribución.

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