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Aprendizaje
Neurodesarrollo
Los genes y el entorno en el que se desarrolla el individuo, suelen interactuar entre ellos e influir
en el desarrollo de manera conjunta. Sin embargo, el grado de participación de cada uno parece
variar según la etapa del desarrollo en la que nos encontremos. Así, durante el desarrollo
embrionario, la principal influencia proviene de la genética. En este periodo, los genes
determinarán la adecuada formación y organización de los circuitos cerebrales. Tanto los
asociados con funciones vitales (tronco encefálico, tálamo, hipotálamo…), como aquellos que
constituyen las áreas corticales cerebrales (áreas sensitivas, motoras o de asociación).
A través de numerosísimos estudios se sabe que el neurodesarrollo continúa hasta el final de la
adolescencia o adultez temprana. No obstante, el bebé ya nace con un cerebro
sorprendentemente desarrollado en su organización. Más adelante, las neuronas deberán
desplazarse a través del cerebro para colocarse en el lugar que les corresponde. Este proceso se
llama migración, y está genéticamente programado. Además, surgirán conexiones nuevas para
adaptarse al contexto histórico y cultural en el que se encuentra. Estos cambios plásticos
cerebrales son fruto de la interacción entre los genes neuronales y el entorno, lo que se conoce
como epigenética.
Atención Temprana
La estimulación temprana o atención temprana consiste en proporcionar al bebé y al niño las
mejores oportunidades de desarrollo físico, intelectual y social para que sus capacidades y
habilidades le permitan ser mejor de lo que hubiera sido sin ese entorno rico en estímulos
intelectuales y físicos de calidad.
La atención temprana va enfocada a niños desde el nacimiento hasta el inicio escolar. El objetivo
es favorecer el óptimo desarrollo del niño, tratando los efectos de una alteración o deficiencia,
facilitando las opciones de integración familiar y social.
La atención temprana es un servicio que trabaja por la prevención, diagnóstico y tratamiento de
niños en edades comprendidas entre los cero y cinco años con necesidades especiales. ¿Cuáles
son las necesidades especiales que acuden a atención temprana? Hay un abanico muy amplio de
niños que necesitan la ayuda de los distintos profesionales que componen el equipo de atención
temprana. Estos pueden ser desde niños prematuro o de bajo peso, niños con algún tipo de
deficiencia sensorial, pequeños con retraso madurativo o con síndromes ya especificados.
Además de estos, hay otros muchos que a lo largo del desarrollo detectamos necesidades
especiales y distintos trastornos en el desarrollo por lo que también necesitarán contar con apoyo
de atención temprana. Los trastornos en el desarrollo tienen gran trascendencia individual,
familiar y social, por ello cuando un niño padece alguno de ellos, se habla de atención temprana,
para minimizar los efectos negativos en su crecimiento y evolución, reducir las limitaciones, evitar
discriminaciones...
Es decir, si un niño tiene un trastorno del desarrollo y no recibe atención, es más probable que
tenga dificultades más graves para seguir una vida normal, incluso ese trastorno podría
agravarse. La atención temprana intenta evitarlo. Por ello es muy importante la detección
temprana de deficiencias, ya que esta y la atención temprana de estos niños con dificultades
para alcanzar un curso normal del desarrollo son elementos claves para optimizar su evolución
positiva.
Plasticidad Cerebral
La plasticidad neuronal, también llamada
neuroplasticidad, plasticidad neural o plasticidad
sináptica, es la propiedad que emerge de la naturaleza
y funcionamiento de las neuronas cuando estas
establecen comunicación, y que modula la percepción
de los estímulos del medio, tanto los que entran como
los que salen.
"La plasticidad cerebral se refiere a la capacidad del
sistema nervioso para cambiar su estructura y su
funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a
la diversidad del entorno. Aunque este término se utiliza
hoy día en psicología y neurociencia, no es fácil de definir. Se utiliza para referirse a la los
cambios que se dan a diferentes niveles en el sistema nervioso: Estructuras moleculares,
cambios en la expresión genética y comportamiento.”
La neuroplasticidad permite a las neuronas regenerarse tanto anatómica como funcionalmente y
formar nuevas conexiones sinápticas. La plasticidad neuronal representa la facultad del cerebro
para recuperarse y reestructurarse. Este potencial adaptativo del sistema nervioso permite al
cerebro reponerse a trastornos o lesiones, y puede reducir los efectos de alteraciones
estructurales producidas por patologías como la esclerosis múltiple, Parkinson, deterioro
cognitivo, enfermedad de Alzheimer, dislexia, TDAH, insomnio adultos, insomnio infantil, etc…
Diferentes equipos de neurólogos y psicólogos cognitivos que estudian los procesos de
plasticidad sináptica y neurogénesis han demostrado que la batería de ejercicios clínicos de
estimulación cerebral de CogniFit ayuda a fomentar la creación de nuevas sinapsis y circuitos
neuronales capaces de reorganizar y recuperar la función de la zona dañada y la transmisión de
capacidades compensatorias. Las investigaciones evidencian que la plasticidad cerebral se activa
y fortalece aplicando este programa clínico de ejercicios de intervención. Se puede ver abajo una
representación artística de cómo podría desarrollarse una red neuronal tras someterse de forma
continuada a la estimulación cognitiva adecuada.
Además, la plasticidad neuronal no es algo que tarde mucho en producirse: ocurre de manera
constante, en tiempo real, e incluso mientras dormimos. Constantemente estamos recibiendo un
torrente de estímulos y estamos emitiendo un flujo constante de acciones que modifican el
entorno, y todos estos procesos hacen que nuestro encéfalo se vaya modificando.
Para entenderlo de una manera simple, podemos pensar en aquello a lo que hace referencia el
término “plasticidad”. El cerebro, al igual que el plástico, puede adaptarse a prácticamente
cualquier molde. Sin embargo, en esta comparación hay que matizar dos cosas. La primera es
que la neuroplasticidad depende de la intervención de una inteligencia externa que dirija el
proceso de modelado de fora hacia una finalidad concreta (en el caso del ejemplo, el fabricante
de figuras o piezas de plástico), y la segunda es que, a diferencia del plástico, la estructura y la
forma de los componentes de nuestro cerebro puede cambiar mucho de manera constante: no
solo en una “fase de fabricación”.
Dispositivos básicos del aprendizaje