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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES


DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES
CARRERA DE FILOSOFÍA

ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN EL


PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE RAYMOND ARON

Trabajo de investigación final presentado como requisito para optar por el


título de Licenciado en Filosofía

Sustentado por:

KELVIN JOSÉ BRITO HIDALGO

Asesor:

RVDO. P. ÁNGEL DÍAZ GIL

Santo Domingo, R. D

Marzo, 2019
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y ARTES

ESCUELA DE TEOLOGÍA Y FILOSOFÍA

ÁREA DE HUMANIDADES

CARRERA DE FILOSOFÍA

ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN EL


PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE RAYMOND ARON

Trabajo de investigación final presentado como requisito para optar por el


título de Licenciado en Filosofía

Sustentado por:

KELVIN JOSÉ BRITO HIDALGO

Asesor:

RVDO. P. ÁNGEL DÍAZ GIL

Santo Domingo, R. D.

Marzo, 2019
Si los hombres de cultura dejan de creer con toda su alma en una verdad para todos los
hombres, ¿no se deslizan hacia la indiferencia?
(EL OPIO DE LOS INTELECTUALES, 307)

RAYMOND ARON
DEDICATORIA

Dedico este trabajo de investigación a las personas que amo y que han estado
conmigo en los momentos más determinantes de mi vida. En especial a mis padres José
Brito (Che) y Teodora Hidalgo (Carmen), a mis hermanas Johanny del Carmen Brito,
Kenida Brito y a mi querida abuela Ana Lucrecia Henríquez.
AGRADECIMIENTO

A Dios, gracias Padre por el hermoso don de la vida y de la vocación. Gracias porque en
los momentos de luces y sombras siempre has estado ahí como un Padre fiel. Por tu amor
y tu misericordia en todo mi proceso vocacional. Sin la fuerza que proviene de Ti no
hubiese sido posible este trabajo, porque todo lo que he logrado es por Tu apoyo y
fortaleza.
A la Virgen Milagrosa, madre espiritual: gracias por tu intercesión silenciosa y de amor.
Por tu cercanía y tu afecto en mi proceso vocacional. Gracias porque al final de cada día
me acompañas para encaminarme hacia Jesús.
A mis padres, José Brito (Che) y Teodora Hidalgo (Carmen), quienes cada día se
esmeran para darme lo mejor y quienes han sido mis modelos de trabajo, valores
humanos, cristianos, de entrega incansable y de superación. Muchas gracias papi y a
mami por su entrega y todo su amor incondicional.
A mis hermanas, Johanny del Carmen Brito y Kenida Brito, gracias por sus consejos,
muestras de cariño y por destacar siempre el valor de la unidad en la familia.
A mi sobrina Karelin Polanco Brito, gracia por tu inocencia, alegría y cariño.
A mi Obispo, Mons. Fausto R. Mejía, por su disposición de espíritu, confianza y cercanía.
A mi abuela querida, Ana Lucrecia Henríquez, quien con su testimonio de vida me ha
apoyado en todo el trayecto de mi vida.
A mis tías maternas, Sixta Hidalgo, Dolores Hidalgo, Juana Hidalgo, Lucía Hidalgo,
Ramona Hidalgo, Isabel Hidalgo, Gloria Hidalgo, Lina Hidalgo y Ángela Hidalgo.
A mis tíos paternos, Silvana Brito, Lucas Brito, Jaime Brito, María de Jesús Brito,
Francisco Brito y Boly Brito.
A mis Padrinos de sacramentos, Juana Paulino y Félix Ortiz.
A mis primos, Katy Berroa Brito, Luis Berroa Brito, Ana María Berroa Brito, Ana
Alvarado Brito, Yohalka Alvarado Brito, Marielvin Alvarado Brito, Ántoni Brito
Ventura, Miguelange Brito Ventura, Mariely Brito, Yoelfry Brito, Cristian Brito, Johan
Brito Moya, Albert Rodríguez Hidalgo, Randy Rodríguez Hidalgo, Wanda Rodríguez
Hidalgo, Mercedes Santo Hidalgo, Silvia Santo Hidalgo, José Santo Hidalgo, Domingo
Santo Hidalgo, Rafael Santo Hidalgo, Eduvigen Santo Hidalgo, Altagracia Santo Hidalgo
y demás primos.
A mis hermanos de la comunidad San Pablo, Albaro de Jesús Pichardo, Manuel Abud
Mendoza, Narciso Antonio Martínez, Francis David Montero Padilla, Alby Ramos
Mercedes, Jesús E. de la Rosa Yon, Zoilo Vilorio Vásquez, Juan Carlos Disla, Jeremías
Abreu, Carlos Daniel Richíez Tapia y Santo Esteban Peña Cedano.
Al Seminario Filosofado San Pío X, mi dulce hogar, lugar que me formó en valores
humanos y cristianos.
10 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

A los formadores, P. Apolinar Castillo, P. Amaury Rosario, P. Arsenio Ferreira, P. Pedro


Jiménez, P. Teobaldo Rosario, P. Cruz Osvaldo Santo Cid, P. Manuel Díaz, P. José Rafael
y a Mons. Tomás Morel.
A la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, gracias por el proceso de
formación durante este trayecto formativo.
A mi asesor, el Rvdo. P. Ángel Díaz, a quien admiro mucho por su claridad y profundidad
para explicar la vida. Gracias por su apoyo durante este trabajo y por su paciencia.
A mis profesores, María Irene Danna, Juan Bartolo, William Arias, Juan Félix Alcántara,
Ramón Viñas, P. Huáscar, Mons. Tomás Morel, P. Apolinar Castillo, P. Osvaldo, Luciano
Filpo, P. Diego Luján, Elisabeth Brens y todos los demás maestros que han colaborado
para poder adquirir una formación sólida.
A la parroquia Medalla Milagrosa, a la cual pertenezco, por sus oraciones y su apoyo,
en especial a mi comunidad Loma de Jaya.
A los movimientos apostólicos Camino Neocatecumenal, Cursillo de Cristiandad y la
Renovación Carismática.
A los Sacerdotes: P. Argelis Vásquez Fermín, P. Rafael Tavera, P. Teobaldo Rosario, P.
Ángel Díaz Gil, P. Federico de Jesús Canario, P. Eustaquio Rodríguez, P. Pablo Serrano,
P. José Luis Rodríguez, P. Rodolfo Coronado, P. Zacarías Castro, P. Hanly Alfredo, P.
Rigoberto Zamora, P. Eusebio Cabrera, P. Jesús María, P. Daniel Elías de los Santos y P.
Benito Florentino.
A mis directores espirituales P. Bayardo y Mons. Felipe Núñez por sus ayudas durante
estos cinco años de formación.
A mis hermanos de diócesis, Alby Ramos, Misael Amparo, Gerson Núñez, Jorge Luis
Frías, Caori Aquino, Isaías Hernández, Francis Rafael Núñez, Patricio Martínez, Raymon
Escaño, Adelso Guzmán, Alexánder Luis Y., Robert Rojas, Yerickson P. Paredes, Sandy
Méndez, José Armando, Luis Ramón, Gustavo y los demás.
A mis amigos, Ángelo de los Santos, Orvis Román, Ciprián Vásquez, Gabriel Amadis,
Manuel Abud Mendoza, Albaro de Jesús Pichardo, Narciso Antonio Martínez, David
Montero, Alby Ramos Mercedes, Jesús E. de la Rosa Yon, Zoilo Vilorio Vásquez, Juan
Carlos Disla, Jeremías Abreu, Carlos Daniel Richíez Tapia y Santo Esteban Peña Cedano.
Además, José A. Encarnación, Rafael, Yendy Jorge, Cristian Gonzáles, Raymi Mateo,
Edward de Oleo, Andy Jorge, Yeudy Rodríguez, Andy Ramos, Leudis Frías, Adalberto
Reyes, Richard, Antonio, Yoryis Salas, Ramón Collado, Yorki, Oscar Abraham, Víctor
Tavares, Héctor Joel Núñez, Plinio Vásquez, Isaías Pinale, Francis, Gregori, Alexander,
Pedro, Edwin R. Lebrón, Quiobert, Moisés Agustín, Félix Manuel Santana.
A mis compañeros del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino Roque, Ronald,
Jacobo, Abrahán, German, Aquile, Iván, Arnulfo, José Manuel, Albaro de Jesús Pichado,
Manuel Abud Mendoza, Narciso Antonio Martínez, David Montero, Alby Ramos
Mercedes, Zoilo Vilorio Vásquez, Juan Carlos Disla, Jeremías Abreu, Carlos Daniel
Richíez Tapia y Santo Esteban Peña Cedano.
11 AGRADECIMIENTO

A las personas especiales dentro de este proceso: Rafael Almonte, Bibiana Paulino,
Félix Paulino, Silvia Paulino, Bebi Paulino, Eugenia Bonilla, María Gómez, Rubia
Paulino, José Castillo, Wenceslao Brito Zeni, Filino Paulino, Roselina, Nancy Parra,
Epifanía, María, Lismery, Julio, Anny, Regina, Juan, Dinde, Ramona, Francisca, Niny,
Carmen, Roberto, Yolanda, Sonia, Altagracia de Marcelino, Sixto Marcelino, Nena,
Rosa, Filin, Eyra Narcisa, Margarita Brito y Ángela Brito.
A las hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, Sor.
Socorro, Sor. Juana Emilia, Sor. Dinora y demás hermanas, gracias por sus oraciones y
consejos edificantes durante todo este tiempo.
A la Sociedad de Amor, en las personas de Ada, Ramona, Maritza y demás integrantes.
RESUMEN

La política, en su sentido más amplio, le permite al hombre mantener el orden y la


estabilidad estatal, cuando se ejecuta desde una dimensión de responsabilidad en cuanto
a los valores comunes de los ciudadanos en el Estado. En ella se encuentran las
herramientas necesarias para poder desarrollar una mejor ciudad y un porvenir en el
Estado. Por esto, el motivo por el cual se presenta este trabajo, titulado Análisis de la
visión de Democracia en el pensamiento filosófico de Raymond Aron, es mostrar cómo la
política, desde la democracia, le permite al ciudadano más libertad de participación e
integración que los demás regímenes políticos. Desde aquí se motiva a no perder la
esperanza de participar en la actividad política.

En este sentido, en el primer capítulo se plantea el contexto histórico-filosófico del que


parte Raymond Aron, así como las principales influencias políticas recibidas. El segundo
capítulo trata sobre la visión de la democracia en Aron; en el tercero, se aborda el papel
de la democracia según Aron, donde se muestran las implicaciones que tiene la
democracia con el ciudadano y cómo éste debe ofrecer una respuesta de esperanza en la
política, por amor a su patria, viendo la democracia como una realidad humana que tiene
virtudes y defectos.

Palabras claves: Democracia, Libertad, Igualdad, Ciudadano, Régimen, Acción


política, Colectividad, Primacía política.

ABSTRACT

Politics, in its broadest sense, allows man to maintain order and state stability, when it
is executed from a dimension of responsibility regarding the common values of citizens
in the State. In it we find the necessary tools to develop a better city and a future in the
State. For this reason, the motive why this work is presented, entitled Analysis of the
vision of Democracy in the philosophical thought of Raymond Aron, is show how politics,
from democracy, allows citizens more freedom of participation and integration than other
political regimes. From here we motivated not to lose hope of participating in the political
activity.

In this sense, the first chapter raises the philosophical-historical context of which
Raymond Aron departs, as well as the main political influences received. The second
chapter deals with the vision of democracy in Aron. In the third, it is addressed the role
14 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

of democracy according to Aron, where the implications of democracy with the citizen
are shown, and how it should offer a response of hope in politic, for love of the country,
seeing democracy as a human reality that has strengths and weaknesses.

Keywords: Democracy, Freedom, Equality, Citizen, Regime, Political Action,


Collectivity, Political primacy.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN

La política, desde sus inicios, se ha interpretado como la reguladora del orden social,
encargada de determinar y establecer las reglas sociales en función del bien común de los
ciudadanos. Su naturaleza es establecer el orden y la paz. En toda la historia de la
humanidad, en el acontecer político han surgido grandes problemas como son la lucha
por el poder político, la corrupción, el absolutismo de la razón política y la burguesía.
Estos factores han degenerado la esencia política, justificando la barbarie de estos hechos
como prácticas maquiavélicas1.

Desde esta perspectiva nos trasladamos al Siglo XX, donde se desarrolla el


pensamiento filosófico y político de Raymond Aron como respuesta a la realidad de su
época. Realidad le conduce a interesarse por el estudio del régimen político. Desde este
enfoque, él da origen a su explicación de la inestabilidad política en las sociedades
democráticas. En virtud de la gran influencia recibida del pensamiento liberal francés y
el gran interés en analizar el pensamiento de Maquiavelo, Louis Montesquieu, Alexis de
Tocqueville y Karl Marx.

Igualmente, en el contexto político y social que tuvo que vivir durante la Segunda
Guerra Mundial, por ser de descendencia judía, en una época donde el totalitarismo
intelectual y la bipolaridad de las grandes potencias por el poder, despiertan en el autor
optimismo de la realidad política y crítica a las ideologías deterministas de la realidad.
Este contexto histórico lo conduce a adoptar una noción moderna de la democracia en dos
vertientes: la directa y la representativa. Él se encamina por esta última, la democracia
representativa, donde predomina el pueblo. Además, se deben explicitar sus tres
elementos fundamentales, a saber, la acción participativa, el respeto a las leyes y el
compromiso social. Por otro lado, se postula como escéptico positivo en cuanto al
diálogo.

Aron define el quehacer político desde una visión del consenso, y la participación
ciudadana de una democracia basada en leyes justas que determinen la igualdad y el
respeto al bien común de cada ciudadano. Desde este enfoque, él muestra que «la esencia
de la democracia no reside en ser una democracia directa, sino que ésta reside más bien,

1
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo,51.
18 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

en caso extremo, en la competencia que se ejerce mediante la reunión de todos los


ciudadanos y también, algunas veces, mediante las decisiones que se adopten»2.

De igual forma, define que la primacía política debe ser en un sentido humano, donde
el sector político consista en una actividad englobante referida al todo social. Concibe la
política como «característica mayor de la colectividad, la cual en su conjunto debe ser
condición de la cooperación entre los hombres, poniendo de relieve la primacía de los
fenómenos políticos sobre lo económico»3.

Además, propone una política participativa en la que todos los sectores de la sociedad
estén integrados, es decir, donde la participación y el consenso sean las herramientas de
la política como orden social. En su obra Democracia y totalitarismo explica que «el
sector político hace referencia no solo a un sector parcial del conjunto social, sino también
que abarca toda la colectividad»4.

Durante este trabajo se pretende analizar detenidamente las influencias de la filosofía


política en el pensamiento de Raymond Aron y sus implicaciones en la realidad
democrática moderna, siendo este el objetivo general del mismo. Como objetivos
específicos se encuentran los siguientes: primero, presentar las principales influencias que
incitaron al surgimiento de la democracia como sistema político en Raymond Aron, el
cual se verá en el primer capítulo. En el segundo capítulo haremos una aproximación del
pensamiento filosófico y político de Aron en cuanto a su visión de la democracia. Por
último, en el tercer capítulo, se presentará el papel de la democracia según la concepción
aroniana, cuyo objetivo es mostrar las implicaciones que tiene la democracia con el
ciudadano y cómo éste debe adoptar una respuesta de esperanza en la política, por amor
a su patria, viendo la democracia como una realidad humana que tiene virtudes y defectos.

Es de saber que esta es una investigación, por tanto, es importante especificar ciertas
preguntas que ayuden a un mejor enfoque del tema, para así poder responderlas y llegar
a conclusiones a través de las mismas. Entre las preguntas que aquí se pretenden
responder se encuentran las siguientes: ¿Cuáles fueron las principales influencias que
incitaron el surgimiento de la visión de la democracia en Raymond Aron? ¿Cuál es la

2
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 27.
3
Ibíd., 29.
4
R. ARON, Democracia y totalitarismo, 28.
19 INTRODUCCIÓN

visión de la democracia en el pensamiento de Raymond Aron? Y ¿Cuál es el papel de la


democracia según Raymond Aron?
CAPÍTULO I

Influencia Política en el Pensamiento de Raymond Aron


CAPÍTULO I

Influencia política en el pensamiento de Raymond Aron

1. Introducción

Para poder conocer la forma de pensar de un autor, es necesario conocer los hechos
que incidieron en su pensamiento. En este capítulo el objetivo principal es presentar los
elementos que definieron la filosofía política de la democracia en Raymond Aron, y trazar
las líneas centrales de su pensamiento. Luego presentaremos el contexto histórico político
en que vivió el autor, la repercusión del maquiavelismo, así como las principales
influencias recibidas en cuanto a la democracia se refiere. Estos elementos son los que
encaminarán al lector a conocer de forma objetiva y práctica el pensamiento aroniano.

1.1 Contexto histórico y político en el que vivió Raymond Aron5

Raymond Aron, sociólogo, filósofo de la historia y comentador político francés, es uno


de los más influyentes intelectuales europeos del siglo XX. Nació en París el 14 de marzo
de 1905, en el seno de una familia de origen judío totalmente asimilada en las tradiciones
francesas. Murió en la misma ciudad el 17 de octubre de 1983. Fue doctor en Letras por
la universidad de París y la Academia Francesa de Berlín. Fue testigo atento en la capital
alemana del ascenso político de Hitler sobre la ruina de la república de Weimar,
circunstancia que lo influirá decisivamente en su condición de pensador liberal6.

Durante la Guerra Fría fue uno de los principales intermediarios intelectuales de la


diplomacia cultural estadounidense en Francia. Durante más de treinta años participó
activamente en varias operaciones de injerencia dirigidas por los servicios secretos de

5
Cf. BONEAU, Raymond Aron, abogado del atlantismo. [En línea] https://www.voltairenet.org/
article123753.html (23-2-2019).
6
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, Solapa del Libro.
24 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

Estados Unidos. Así, contribuyó al éxito ideológico del Congreso por la Libertad de la
Cultura7. Amigo de Friedrich Von Hayek, consejero de Kissinger, supo dejar, en la estela
de su acción intelectual, una verdadera escuela de pensamiento liberal, anticomunista y
atlantista8, una de cuyas manifestaciones es la Fundación Saint-Simon9.

Después de la desmovilización, Aron sale de Francia para instalarse en Londres. Desde


su primera estancia allí se pone en contacto, mediante su amigo Robert Marjolin, con el
equipo de Jean Monnet. Enseguida lo recluta André Labarthe, a quien el general de Gaulle
ha confiado la misión de crear una revista de la Resistencia llamada La France Libre10,
dentro de la cual Aron se convertirá en uno de los redactores más dinámicos.

La revista le permite desarrollar ideas que serán la ley y el motivo de su compromiso


político durante la Guerra Fría. En un artículo de 1944, Raymond Aron da una forma
primitiva a la retórica antitotalitaria que se convertirá en el discurso casi oficial de la
intelectualidad anticomunista. Las tres grandes corrientes «paganas» del período
contemporáneo, el socialismo, el comunismo y el nazismo son presentadas como tres
representaciones del ideal tipo de «religión secular».

Aron se distinguió principalmente por su crítica abierta al general de Gaulle, sobre


todo en un artículo de 1943 titulado La sombra de Bonaparte. El compromiso de Aron
con el movimiento del general de Gaulle durante la guerra no es lo suficientemente
marcado como para verse a favor del general, quien no aprecia las críticas del joven
intelectual. Aron, quien ve el gobierno colaboracionista de Vichy como «un paréntesis en
la historia», no condenó nunca la Revolución Nacional.

En el momento de la Liberación, cuando las tropas nazis fueron expulsadas de Francia


durante la segunda guerra mundial, decepcionado por sus propios fracasos universitarios,
Raymond Aron se dedica de lleno a sus actividades periodísticas y políticas. Escribe en

7
El Congreso por la Libertad de la Cultura (CCF) fundado el 26 de junio de 1950 en Berlín Oeste (Alemania
Occidental), que se enfrentaba a meses de bloqueo soviético. EN: Cf. BONEAU, Raymond Aron, abogado
del atlantismo. [En línea] https://www.voltairenet.org/ article123753.html (23-2-2019).
8
Ibíd. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue el tratado de 1949, mediante el cual
diez países de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia,
Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse
mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos.
9
Ibíd. La fundación Saint- Simon es una asociación que surge en Francia en el 1982, con personalidades del
ámbito universitario y directores de grandes empresas francesas, con el objetivo de favorecer el encuentro
entre los investigadores de las ciencias sociales y los actores de la vida económica y social, para difundir al
público los conocimientos resultantes de las ciencias humanas y sociales.
10
Ibíd. La Francia Libre, es el nombre dado al gobierno en el exilio francés fundado por Charles de Gaulle
en 1940, y que tenía su capital en el exilio en Londres.
25 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

Point de Vue, Combat y sobre todo en Le Figaro11 que dirige Pierre Brisson, ex-
colaborador de Lucien Romier, muerto este último durante la guerra después de haber
sido ministro del Estado Francés en 1943. La línea política del diario parisino Le Figaro
es abiertamente proestadounidense. Anticomunista, partidario de la Alianza Atlántica y
de la construcción europea Raymond Aron adquiere en las columnas de este periódico
una indiscutible legitimidad.

Es uno de sus cuatro grandes columnistas, junto a André Siegfried, profesor del
Instituto de Estudios Políticos de París; François Mauriac, que lo sigue al Congreso por
la Libertad de la Cultura y André François Poncet, quien reemplaza al general Koenig
como jefe de las autoridades de ocupación y es nombrado, más tarde, embajador en la
República Federal de Alemania.

Raymond Aron tiene, paralelamente, su primera experiencia política al André Malraux


convertirse, en la época de la Liberación, en director de gabinete del ministro de la
Información. Trabaja así con Jacques Chaban Delmas, Manès Sperber y Jean Lecanuet.
Se encarga de la realización de sondeos de opinión al IFOP12, recientemente creado por
Jean Stoetzel, veterano de la Fundación Alexis Carrel.

Por otro lado, en 1947 se hace miembro de la Agrupación del Pueblo Francés (en
francés: Rassemblement du Peuple Français o RPF)13. Durante el congreso de Lille, se le
encarga una intervención sobre lo que el general de Gaulle llama «la asociación» (la
división capital del trabajo en las empresas), concepto clave de la «tercera vía»
económica que preconiza el general de Gaulle14.

Refiriéndose al general de Gaulle, Aron dice: «aquel a quien yo denominaba hace ocho
años “el salvador legal” se ha transformado en el heredero de la República corrupta” (y
él ha contribuido a la corrupción con sus mejores artes)»15. El general de Gaulle como
máximo presentante del movimiento gaullista durante la IV República Francesa, es el
máximo representante de la corrupción de Francia, ya que no era capaz de conservar a la
Argelia francesa. Además, cuando Francia se quería unificar a la diplomacia, para

11
Ibíd. Es el diario de referencia de la derecha francesa, fue fundado el 15 de enero de 1826.
12
Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP).
13
Ibíd. Fue un partido político francés fundado por el general Charles de Gaulle el 14 de abril de 1947, pero
con corta existencia (1947-1955).
14
Ibíd. Charles André Joseph Marie de Gaulle fue un militar, político del Ejército Francia Libre. Participó
en las Primera Guerra Mundial, Guerra de Independencia de Argelia y Segunda Guerra Mundial.
15
R. ARON, Democracia y totalitarismo, 13.
26 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

conservar la idea de una Europa unida y modernizada económicamente, los seguidores


del general de Gaulle se oponían a tal unidad.

Por otra parte, el pensamiento político de Raymond Aron tiene raíces profundas en el
contexto histórico de la Guerra Fría. El principal objetivo de sus publicaciones es atraer
a los intelectuales neutros, o sea, los que, sin pertenecer al Partido Comunista, manifiestan
algún tipo de simpatía hacia la ideología marxista, lo que Aron describe en un trabajo
expuesto ante la Sociedad Mont Pelerin como «el prejuicio favorable a la Unión
Soviética».

La obra El Opio de los intelectuales, escrita para el año 1955, constituye un testimonio
de esa voluntad de convencer a la izquierda no comunista. Aron, que se inspira en las
tesis de los New York Intellectuals, anuncia en esta obra el fin de las ideologías y exhorta
a los intelectuales a romper con el socialismo.

1.2 Repercusión del pensamiento de Maquiavelo en Aron

Aron, en sus estudios de los diferentes maestros del quehacer político, ve en


Maquiavelo un punto de partida para el estudio de los fenómenos que giran en ese sentido.
El autor de El Príncipe es considerado por Aron un científico, en su acepción moderna
del término, debido a su imparcialidad axiológica. Aron señala que Maquiavelo no
albergaba más esperanza en superar, por un tiempo, el elemento de la inestabilidad de los
asuntos de los seres humanos. Para el autor de El Opio de los intelectuales, Maquiavelo
creía en la naturaleza humana, a la cual juzgaba sin indulgencia alguna.

Raymond Aron le otorga a Maquiavelo un sobrenombre que va bien identificado con


este personaje, definiéndolo como el consejero del príncipe, por el hecho de que
representa el mundo y a los seres que habitan en este, tal cual como son y cómo serán.

Por lo tanto, se puede afirmar que:

Conoce las coyunturas singulares, objetivos definidos y accesibles en función de la experiencia


histórica y de generalidades más o menos establecidas. El consejero del príncipe, de tradición
27 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

maquiavélica, conoce cómo funciona el mundo, las similitudes entre las situaciones,
los resultados probables de la acción humana hic et nunc [aquí y ahora]16.

Aron afirma que Maquiavelo es el consejero del príncipe porque ignora el porvenir y
si lo llegase a concebir, no lo imagina distinto del pasado. Por otro lado, el consejero del
príncipe no pretende cambiar el mundo, aunque, en ocasiones, se pueda llegar a lograrlo.
En definitiva, más que un sabio, Maquiavelo tenía una estrategia que poseía la sabiduría
necesaria para poder guiar al príncipe en la conducción de los asuntos de Estado. Aron va
más allá y añade que Maquiavelo es el consejero de la acción. De acuerdo al autor, la
originalidad de Maquiavelo radicaba en el hecho de que planteaba el problema político
en términos de acción17.

Además, es claro para Aron que Maquiavelo tenía una concepción del cosmos y una
concepción religiosa en su pensamiento. No obstante, Aron dirá «que ni la una ni la otra
eran originales respecto a las concepciones de su tiempo y que todos los esfuerzos de su
pensamiento se quedaron en observar y analizar cuál era el curso de la política y no cuál
debía ser, e intentó extraer de su análisis determinadas consecuencias fundadas en la
experiencia»18. Para Aron el error de Maquiavelo consistió en no dar las pautas de lo que
debía ser en realidad la política para el hombre de acción, ya que él analizaba los
elementos de la política partiendo de su realidad, de la cual no brinda las pautas de cuál
es el deber de la acción política.

1.3 Influencia de los diferentes pensamientos políticos

En el presente acápite se expondrán de forma sintética los elementos de la democracia


en Montesquieu, Tocqueville y Marx. Los dos primeros proponen una idea del hombre,
descansando su originalidad en la vida en común y sus condiciones. Por su parte Marx se
interesa por presentar un dilema de la necesidad de libertad, teoría práctica, revolución y
reforma.

16
R. ARON, Lecciones sobre la historia, 402.
17
Ibíd., 403.
18
Para Aron lo importante de la filosofía política de Maquiavelo radica en el hecho de que presenta una
concepción del cosmos y del hombre, que, aunque no sea original, lo hace partiendo de la experiencia. En:
R. ARON, Introducción a la filosofía política democracia y revolución, 20.
28 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

1.3.1 Los tres gobiernos de Louis Montesquieu

Para Raymond Aron, este autor fue uno de los ensayistas pioneros en las ciencias tales
como la sociología, la antropología y la psicología social. Sus enfoques fueron totalmente
innovadores, de tal modo que sus trabajos abrieron todo un camino hacia el estudio
comparativo de las instituciones humanas y sus causas, pues, en su escrito El espíritu de
las leyes, ha dejado un gran aporte al pensamiento político liberal de todos los tiempos.

El pensamiento de Montesquieu sobre los tres gobiernos (Republicano, Monárquico y


Despótico) está orientado en función a la relación que existe en cada uno de ellos y en el
principio ético propio en que se inspirarán. Este autor presenta tres elementos
fundamentales de las pasiones humanas que se presentan en los tres tipos de gobierno
como son «la virtud para formar la república, el honor para formar la monarquía y el
temor para la forma despótica»19. En ellos se encuentran una unidad recíproca.

Para Montesquieu, la naturaleza de los tres gobiernos consiste en las siguientes formas:
el republicano como cuerpo o ciertas familias tenga el poder soberano; en el monárquico,
que el poder soberano lo tenga el príncipe, pero que lo ejerce según las leyes establecidas;
mientras que en el despótico, uno solo según su voluntad y capricho20. En este autor, los
tres principios se derivan uno del otro. Además, la democracia y la aristocracia son dos
formas del gobierno republicano.

Él le otorga primacía a la virtud en la democracia, ya que, para él la fuerza de las leyes


es para el gobierno monárquico y para el despótico el brazo del príncipe es lo que basta
para regular y ordenar todo. En ese sentido él reconoce que «los políticos griegos que
vivían en un gobierno popular no reconocían más fuerza para sostenerlo que la virtud, ya
que cuando esta deja de existir la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y
la codicia se apodera de todo lo demás»21. En Montesquieu se puede interpretar el
elemento que conduce a la corrupción en la democracia, la ambición enemiga de la virtud.

Aron, interpretando la forma de los tres gobiernos presentado por Montesquieu, dice
que en cada régimen se encuentra un tipo de diferencia social22. Para él Montesquieu
conserva la idea de Aristóteles sobre la naturaleza del régimen:

19
G. REALE — D. ANTÍSERI, Historia de la filosofía, 415.
20
Ibíd.
21
Ibíd.,416.
22
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo,43.
29 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

La naturaleza de un régimen depende de los que ejercen el poder soberano. La república es el


régimen en que todo el pueblo o una parte de este posee el poder; la monarquía, aquel donde
gobierna uno solo según sus leyes fijas y establecidas; y el despotismo, aquel donde gobierna
sólo también uno, pero sin leyes ni reglas, de manera arbitraria23.

Más adelante, Raymond Aron dirá que las clasificaciones de los regímenes de
Montesquieu conllevan a una doble oposición:

En primer lugar, la que se da en los regímenes moderados y no moderados, o en los que esperan
la legalidad, o en lo que respetan la legalidad y en los que se basan en la arbitrariedad; por un
lado, república y monarquía y por otro despotismo. En segundo lugar, la oposición entre
república, por una parte, y monarquía y despotismo por otra24.

Esta oposición radica en el hecho de que los diferentes tipos de gobiernos, según la
concepción de Montesquieu, son aplicados a diferentes ámbitos sociales. De él se destaca
que el gobierno republicano se ha de ejecutar desde la perspectiva de las ciudades
antiguas, la monarquía de los reinos modernos como los de Europa y el despotismo al
imperio asiático, de los cuales cada uno de ellos aparecen en una demografía determinada.
Sin embargo, la república sólo es posible en ciudades pequeñas, la monarquía en un
Estado de medianas dimensiones; mientras que el despotismo en los lugares de grandes
extensiones. Estas consideraciones de los gobiernos de Montesquieu poseen una idea de
relación y de libertad, uno de otros antagónicos.

Además, cabe decir que en los tipos gobiernos que presenta Montesquieu existen dos
oposiciones. Una entre los regímenes que respetan las leyes como son, la república y la
monarquía, y la otra es el despotismo, que es contrario a las leyes. Estos aspectos se ven
superados de forma dialéctica; «un primer tipo de régimen, que puede ser el de la
democracia o la aristocracia, aquel donde todo el pueblo posee el poder soberano»25. Su
esencia la constituye la igualdad entre los ciudadanos y su principio es la virtud. En este
sistema político hay una libertad de expresión y de integración de la masa que no se
encuentra en los demás sistemas. En el monárquico, que se funda en la desigualdad de
órdenes de personas, estables y prósperas, en la que cada uno hace lo que de él exige su
honor26.

23
Ibíd.
24
Ibíd.
25
Ibíd.,44.
26
Ibíd.
30 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

El despotismo remite una nueva idea de la igualdad. En éste, gobierna uno solo, y
como posee el poder absoluto, no está sometido a ninguna regla, nadie salvo él está
seguro. Todos tienen miedo, y por tanto desde el extremo superior hasta el inferior de la
escala, todos se encuentran igualados. Pero en lugar de la igualdad que los ciudadanos
tienen predomina un régimen de libertad, se trata de la igualdad en medio27. Con esto
queda claro que la democracia es el mejor de los diferentes sistemas político, porque le
brinda al ciudadano más libertad, para integrarlo en la vida política.

Para Aron, de aquí sale la pregunta de que, si el régimen político se encuentra estable,
¿será este válido sólo en relación con cierta organización económica o bien en toda época?
Ya que la clasificación de los regímenes políticos proporciona a la vez la clasificación de
las ciudades, pero un modo de gobierno está indisolublemente ligado a una organización
económica y social y no puede separarse de ella28. De tal modo, la estabilidad de la
economía hace un gran aporte a la organización social.

El reconocimiento de la multiplicidad los de los regímenes sociales y de sus principios,


hace que se descarte esta búsqueda por el simple hecho de que rechaza la función finalista
de la naturaleza humana, indispensable en el pasado para que la cuestión del mejor
régimen posible tuviese significado29. Por el hecho de la clasificación de los regímenes
la interpretación finalista de la naturaleza humana desparece.

1.3.2 Ideas democráticas de Alexis de Tocqueville

Para Raymond Aron, el pensamiento del autor del El antiguo régimen y la revolución,
Alexis de Tocqueville, tiene una continuación de las líneas de pensamiento que trazó el
varón de Montesquieu, el cual Aron sinteriza de la siguiente manera:

Tocqueville pertenece a la posterioridad de Montesquieu. Como el autor de Del espíritu de las


leyes, Tocqueville es, al mismo tiempo, sociólogo y filósofo. Sociólogo, porque se esfuerza
por comprender la diversidad de los usos de las leyes de los regímenes políticos. Filósofo, en
el sentido de que el estudio de esa diversidad no constituye un fin en sí mismo ni está
desprovisto de juicio de valor30.

27
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 45.
28
Ibíd.
29
Ibíd., 46.
30
R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 13.
31 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

En lo dicho anteriormente notamos que, Tocqueville le sucede a Montesquieu, él


analiza profundamente las leyes y continúa su esfuerzo por comprenderlas para mostrar
de esta manera los distintos usos que el ciudadano puede hacer de ellas. Para el filósofo,
dicho análisis está sujeto a cambios, ya que el mismo no es visto como un dogma o un
elemento invariable.

Según Aron, en la obra La democracia en América de Alexis de Tocqueville, existe


un resumen que sintetiza su filosofía del determinismo y de la liberta en los siguientes
aspectos:

La Providencia no ha creado al género humano ni enteramente independiente ni


completamente esclavo. Ha trazado, es cierto, un círculo fatal a su alrededor, del que puede
salirse, pero dentro de sus amplios límites, el hombre es poderoso y libre, lo mismo que los
pueblos. Las naciones de nuestros días no serían capaces de que en su seno las condiciones no
fueran iguales; pero de ellas depende que la igualdad las conduzca a la servidumbre o a la
libertad, a la ilustración o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria31.

De Aron se desprende la interrogante fundamental de Alexis de Tocqueville que va en


respecto a la relación del dinamismo del crecimiento económico y del progreso técnico,
¿qué es o qué será la libertad?32. La idea de libertad de Tocqueville deja abierta la
incógnita de qué es la libertad en sí.

De tal modo, Aron describe que «el vocabulario de Tocqueville no está desprovisto de
equívocos, y los dos términos que más frecuentemente emplea no están ni rigurosamente
definidos ni usados en la misma acepción. No obstante, su pensamiento sigue siendo, a
mi entender, fácilmente comprensible»33. Lo que aquí se quiere precisar es que sus ideas
no deben definirse como la última palabra, aunque su pensamiento tiene una gran
relevancia, para la realidad política.

En la mayoría de los casos, Tocqueville designa con el término de «democracia» un


«estado de la sociedad» y no «una forma de gobierno». La democracia es lo opuesto a la
aristocracia. En la época en la que se gesta el pensamiento de Tocqueville el antiguo
régimen estaba basado en la desigualdad de las condiciones, en una nobleza arraigada en
la tierra, ya que toda aristocracia es fundamentalmente latifundista, porque únicamente la

31
Ibíd.,14.
32
Ibíd.
33
Ibíd.,15.
32 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

propiedad de la tierra le ha asegura la continuidad necesaria34. Por tanto, la aristocracia


difiere de la democracia.

Cabe señalar que, La democracia en América Tocqueville evoca la aristocracia que


podría brotar de la industria:

Así a medida que la masa de la nación gira hacia la democracia, la clase particular que se
ocupa de la industria se vuelve más aristocrática, los hombres se muestran cada vez más
semejantes a la primera y cada vez más indiferentes a la segunda, y la desigualad aumenta en
la pequeña sociedad en la misma medida en que disminuye en la grande35.

La democracia, tal y como la concibe ordinariamente Tocqueville, «es esencialmente


la negación de la aristocracia, la desaparición de las órdenes privilegiadas, la supresión
de las distinciones de “Estado” y, paso a paso, la tendencia de una igualdad económica a
una uniformidad de una manera de vivir»36. Para él, la democracia se define por un
principio de justicia natural que se ejerce en la vida cotidiana, donde cada ciudadano
ejerce la actividad política dentro de un factor dinámico que envuelve toda su realidad.

Dirá Tocqueville para romper con el vínculo entre la definición social y la definición
política de la democracia lo siguiente:

Se diría que un país gobernado por un príncipe absoluto es una democracia si gobierna con
leyes y en medio de instituciones favorables a la condición del pueblo. Su gobierno será un
gobierno democrático. Constituiría una monarquía democrática. Ahora bien, los términos
democracia, monarquía, gobierno democrático, no pueden significar más que una cosa, según
el verdadero sentido de la palabra: un gobierno en el cual el pueblo desempeña un papel más
o menos activo en el gobierno. Su significado está ligado a la idea de libertad política. Atribuir
el epíteto de gobierno democrático a un gobierno en el cual no existe la libertad política es
pronunciar un absurdo palpable, según el significado natural de la palabra. Las causas que
hacen adoptar expresiones erróneas, o, por lo menos oscuras, son: 1) el deseo de ilusionar a
la masa, ya que la expresión gobierno democrático no deja de tener cierto éxito con ella; 2)
la situación embarazosa provocada por la necesidad de expresar en una palabra una idea como
ésta: un gobierno absoluto en el que el pueblo no tiene parte alguna en los asuntos, pero en el

34
Ibíd.
35
A. TOCQUEVILLE, en: RAYMOND ARON, Ensayo sobre las libertades, 16.
36
Ibíd.,17.
33 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

cual la clase situada por encima de él, no gozan de ningún privilegio y en el que las leyes
están hechas de manera que constituyen a todos a su bienestar37.

Tocqueville destaca el factor del cumplimiento de las leyes para que se ejecute la
democracia, ya que, para que estas se puedan dar a cabalidad, debe desempeñarse un
papel activo en el gobierno. De lo contrario, no se ejerce la democracia y la idea de
libertad política desaparece. Para este autor está claro que las leyes, y aún más el
cumplimento de ellas le otorgan al ciudadano la capacidad de ser libre, de tal modo que
esto es válido para todos los ciudadanos que componen el Estado como organismo del
orden social.

1.3.3 Elementos de la idea de democracia en Karl Marx

La figura de Karl Marx, para Raymond Aron tiene una gran relevancia en su
pensamiento, ya que él dedicó gran parte de su vida al estudio incansable de la teoría
marxista, vista primero desde su fundador. Aron comparando a Karl Marx con
Tocqueville, dice que ambos «estaban convencidos de que la democracia era la verdad de
nuestro tiempo, e incluso la verdad definitiva, la que se ilumina a sí misma como lo
ilumina a todo cuanto se le opone»38. Esta concepción democrática determina el modelo
utópico de la realidad política vista desde el ideal de la democracia.

Uno y otro concebían a la democracia como el enigma resuelto de todas las


constituciones. Aquí la constitución no es solamente en sí, según su esencia, sino su
existencia, según la realidad constantemente reducida a su fondo real, al hombre real, al
pueblo real y expresado como su propia obra. La constitución aparece, pues, tal como es,
un libre producto del hombre39.

Cabe destacar que, para estos autores, la democracia era capaz de resolver todos los
problemas de los pueblos. Una constitución regida por ella estaba ausente de cualquier
irregularidad que pudiera alterar el orden social. El hombre es quien produce la
democracia y solo él puede hacer de ella una realidad que beneficie al pueblo en su
totalidad.

37
A. de TOCQUEVILLE, El antiguo régimen y la revolución, 199.
38
R. ARON, El marxismo de Marx, 123.
39
Cf. R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 31.
34 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

En continuidad con lo antes citado, la siguiente expresión ocupa el primer lugar del
pensamiento de Marx durante los años de su formación:

Lo mismo que la religión no crea al hombre, sino que es el hombre que crea la religión, no es
la constitución la que crea al pueblo, sino el pueblo a la constitución. Desde un punto de vista,
la democracia es a todas las otras formas de políticas, como el cristianismo lo es de todas las
otras religiones. El cristianismo es la religión esencia de la religión, el hombre deificado bajo
la forma de religión particular. De la misma manera que la democracia es la esencia de todas
las constituciones políticas, el hombre socializado, como constitución política particular. La
democracia es a las otras constituciones como el género a la especie, pero con una diferencia
que el género aparece aquí como existencia y, por consiguiente, frente a la existencia que no
corresponden a la esencia, él mismo como una especie particular40.

Según Raymond Aron, en el pensamiento de Marx la idea de democracia, libertad e


igualdad se le imponen como valores; se indigna de que democracia sea exclusivamente
política, de que la igualdad no vaya más allá de la papeleta electoral y de que la libertad
no impida el avasallamiento del proletariado o las doce horas del trabajo de mujeres y
niños41. La visión democrática que concebía Marx en un primer momento era la
democracia vista como verdad definitiva, que no necesitaba explicarse por su gran
compresión, pero la democracia en su segunda interpretación, vista desde el quehacer
político, denigra el valor que él le otorgaba a la democracia en su primer momento.

Más adelante, Aron expresa la utopía, la que tenía K. Marx en cuanto a las libertades
políticas y personales:

Marx se refería a ella con el concepto de libertades formales, no porque la despreciase, sino
porque le parecían insignificantes mientras las condiciones reales de existencia continuaran
impidiendo a la mayor parte de los hombres el goce auténtico de su derecho subjetivo. Crear
una sociedad en la cual «todos» los hombres pudiesen, «durante su existencia », realizar
«efectivamente» el ideal democrático, tal era con toda seguridad la utopía hacia la que tendía
el pensamiento del joven Marx42.

La creación de las mismas políticas dependerá en su conjunto del aporte de cada


ciudadano, dejando de actuar estos según el derecho personal, sino en la colaboración de
cada uno por el bien de todos. Es de esta manera que la democracia dejará de ser una idea

40
Ibíd., 32.
41
Cf. R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 37.
42
Ibíd., 37-38.
35 CAP. I: INFLUENCIA POLÍTICA DEL PENSAMIENTO DE RAYMOND ARON

no concebida o no lograda, para convertirse en una realidad actual, en la que todos


lograrán lo que realmente ayuda en la realización de dicha democracia que sea
verdaderamente real e ideal, auténtica y visible en favor de la sociedad.

Por su parte, para Marx el capitalismo es el mayor mal que se encuentra presente en
la democracia, debido a que éste «disimula la explotación tras la apariencia de libertad
(el proletariado ni es esclavo ni siervo, sino que acude a un mercado para tratar con el
comprador su fuerza de trabajo) y de la igualdad (el salario es contra partida
aparentemente justa del trabajo realizado por el obrero)»43. Para Marx, esta libertad es
aparente debido a que la desigualdad es latente en relación de estatus y posición entre el
obrero y el burgués.

En cuanto a la democracia y la monarquía, existen similitudes y diferencias que Marx


las define de la siguiente manera:

La democracia es la verdad de la monarquía, pero la monarquía no es la verdad de la


democracia. La monarquía es necesariamente la democracia en cuanto inconciencia respecto
de sí misma, el elemento monárquico no es una inconsecuencia en la democracia. La
monarquía no puede, pero la democracia puede estar comprendida en sí misma. En la
democracia, ninguno de los elementos adquiere un significado distinto del que corresponde.
Cada uno es en realidad sólo un elemento del gran demos. En la monarquía, una parte
determina el carácter del todo. La constitución en su totalidad debe modificarse ajustándose al
punto fijo. La democracia es el género de la constitución. La monarquía es una especie, y una
mala especie. La democracia es «el fondo y la forma ». La monarquía no debe ser más que la
forma, pero altera el fondo44.

Como se observaba, se da mayor importancia a la democracia, pues ésta puede estar


comprendida en sí misma y sus elementos no adquieren un significado distinto del que
corresponde. Por esa razón la democracia es el género de la constitución. Así se afirma lo
siguiente:

En todos los Estados que difieren de la democracia, el Estado, la ley, la constitución dominan
sin dominar realmente, es decir, sin impregnar materialmente el contenido de las otras esferas
no políticas. En la democracia, la constitución, la ley, el Estado no son sino una determinación

43
Ibíd., 41.
44
R. ARON, El marxismo de Marx,120.
36 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

propia del pueblo, un contenido determinado del pueblo, en cuanto ese contenido es
constitución política45.

Para Marx en la democracia se encuentra una función de todos los elementos de la vida
social, debido a que esta tiene un carácter dulcificado de la realidad. En todo el aspecto
de la vida humana donde existe régimen democrático, todos quieren que esta se ajuste a
sus condiciones, descomponiendo la democracia de la igualdad y la justicia. Para el autor
de El capital la democracia tiene ambigüedades en sus interpretaciones, debido a que esta
no se adapta como verdad recíproca de los demás sistemas políticos.

1.4 Conclusión.

La actividad política, como elemento unificador del Estado, se caracteriza por


manifestar el orden operativo y económico de un lugar definido por una constitución,
donde las leyes son las que determinan los elementos que erigirán la convivencia humana.
En el presente capítulo, con el título influencia política en el pensamiento de Raymond
Aron hemos visto el contexto en el que se desarrolla el pensamiento político de dicho
autor, el cual es la base fundamental de su pensamiento político. Este nos condujo a
entender las actitudes Aron en cuanto a la política, partido de su realidad política y la
histórica que le toco vivir.

En las influencias y repercusiones políticas recibida de los autores del pasado,


observábamos, cómo éstas forjaron en él, el ideal político de la democracia, a pesar de
que Aron como gran intelectual, toma como modelos a seguir los elementos que él
consideró originales de las teorías políticas del pasado, en la que busca definir las
incidencias sociales, de ésta para nuestra época.

45
Ibíd.,123.
CAPÍTULO II
La visión de democracia en Raymond Aron
CAPÍTULO II

La visión de democracia en Raymond Aron

2. Introducción

En este capítulo se presentará de forma analítica, la visión de las ideas de democracia


en Raymond Aron. Con ella se quiere subrayar que ésta se ve envuelta en la realidad
humana, y por eso es imperfecta, la cual, se realiza dentro de la actividad social del
Estado, que es donde se ejerce la democracia como sistema político. De tal modo, la
intención de esta parte del trabajo es demostrar cómo las ideas democráticas determinan
el orden y el ejercicio de la política participativa. Además, cómo éstas se relacionan con
otros elementos de la reflexión política, que no pueden estar desvinculados del sistema
democrático. Entre ellas se encuentran la soberanía popular, la libertad y la igualdad.

2.1 La democracia

La democracia, es el sistema donde el ciudadano puede ejercer su libertad desde la


participación en la actividad política y social, ya que todas las actividades ejecutadas por
el hombre están dirigidas a una sociedad, y es desde aquí donde comienza a hacerse
política. La política es una realidad práctica de lo común que hace el hombre que vive en
sociedad, de igual manera la democracia tiene un fundamento central para que esta se
lleve a cabo.

2.1.1. El concepto de democracia según Raymond Aron

En el sistema político moderno, la democracia consiste en la libertad de participación


y expresión del juego político, donde los ciudadanos se hacen partícipes del acontecer
político, y los que se disponen a ejercer el gobierno, lo hacen para alcanzar el triunfo con
miras a lograr el mando del poder. Para el filósofo francés, la democracia es «la
40 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

organización de la competencia pacífica con vistas al ejercicio del poder»46, es así como
dicha competencia le da dinamismo a la actividad política.

El hombre, por naturaleza, es ambicioso, y el deseo de obtener fama y poder lo


conduce a buscar las condiciones necesarias para perpetuarse en el ambiente político, con
dirección a sus objetivos. Así, pues, la ambición en el campo de la política es útil, siempre
y cuando sea a favor de la sociedad. La búsqueda del poder y la ambición por el mismo
implican a un hombre estar en la cima47, pero esto no significa que aspirar al poder sea a
costa de fraudes.

Ser representante del poder político no implica imponer los criterios del bienestar
propio por encima del bien social, sino todo lo contrario. Cabe destacar que esta ambición,
siempre y cuando no se corrompa, es de gran utilidad para el hombre que hace de la
política parte de su realidad. Además, hay que resaltar que según Aron «la esencia de la
democracia no reside en la democracia directa, sino que […] la competencia se ejerce
mediante la reunión de todos los ciudadanos y [de] las decisiones que así se adoptan»48.
Éstas tienen como base el consenso de los ciudadanos y la integración de los mismos de
forma directa e indirecta, la cual define el ejercicio político.

La acción democrática reside en la escucha y aceptación de los ciudadanos, siendo este


elemento fundamental para el sistema político, de modo que, «respetar al menos a
determinadas minorías forma parte de la esencia de la democracia política»49. A todo
sistema democrático le conviene escuchar y ser tolerante con los grupos minoritarios,
debido a que si no lo hace se convierte en un fenómeno dictatorial, contradiciendo la
esencia de la democracia, surgiendo así la desigualdad social. No obstante, la democracia,
en el sentido en que se suele tomar esta palabra, puede existir sin que, de algún modo,
exista la igualdad social50, debido a que siempre existirán desigualdades sociales.

Los gobernantes democráticos apelan a una mejor calidad de vida, educación y


seguridad social para sus conciudadanos. Respecto a esta situación, hay que saber hacer
una debida reinterpretación, puesto que cuando los gobernantes ofrecen a los ciudadanos
una mejor calidad de vida, lo hacen partiendo del hecho de que no existe una buena

46
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 26.
47
Ibíd., 81.
48
Ibíd., 27.
49
Ibíd., 30.
50
Ibíd., 38.
41 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

calidad de vida en su gobierno. La tarea de los gobernantes es ser fieles a su compromiso


social y garantizar el mejor bienestar posible.

El hecho de ser fiel a los compromisos con el Estado, ha hecho de la política


participativa «la esencia del sistema democrático, tal como se ha desarrollado en el pasado
ha sido, pues, la aceptación de los compromisos por parte de los grupos privilegiados»51.
El elemento de la aceptación del compromiso es fundamental para la estabilidad de la
democracia, ya que para que ésta se pueda mantener estable, debe haber diferentes
organismos integrados que se comprometan a ser fieles a sus realizaciones prácticas, en
favor del Estado. Sin embargo, en la mayoría de los casos el compromiso social no se
cumple a cabalidad, dando lugar a la indiferencia social que tanto mal le hace a un Estado
y a los que lo componen.

Comentará Aron en relación a la fidelidad con el Estado: «A mi juicio, la


justificación más pertinente de la democracia no radica en la eficacia del gobierno de los
hombres que se gobiernan por sí mismos, sino en la protección contra los excesos de los
gobernantes»52. Lamentablemente estos excesos siempre se han cometido y se cometerán,
debido a que, en la mayoría de los casos, en las sociedades democráticas las leyes son
para que las cumplan algunos, los que no tienen el privilegio de estar en el poder.

En el sistema democrático, aunque parezca paradójico, es donde se cometen las más


grandes injusticias, por el hecho de que en ellas intervienen intereses y legislaciones del
poder político. En esta radica el principio del respeto a las leyes, leyes que los
gobernantes, en algunas circunstancias, modifican a conveniencia de sus intereses. Pero,
dirá Raymond Aron que «la democracia es una realidad humana y, por lo tanto, es
imperfecta»53. Por ello, el sistema democrático que funciona no asegura a los individuos
la garantía absoluta del poder contra todos los excesos del poder, sin embargo, ofrece más
garantía contra dichos excesos que cualquier otro régimen. Por lo tanto, el ciudadano tiene
más oportunidad de defender sus derechos en los lugares donde se ejerce la democracia,
que en otros sistemas de legislación.

Toda realidad humana es imperfeta pero el hombre con la intención de dejar sus
huellas, quiere darle el grado de perfección y cuando no lo puede hacer recure a la

51
Ibíd.,46.
52
Ibíd.,73.
53
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 48.
42 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

justificación del por qué ésta o aquella situación son de tal forma y no de otra. En el caso
de la política acontece lo mismo, por tal motivo dirá Max Weber, refiriéndose a la
vocación del político: «Sólo quien no está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto
de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le
ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un sin “embargo”; sólo un
hombre de esta forma construido tiene “vocación” para la política»54. Para Weber el
político siempre justifica la realidad social, aunque sus palabras no sean aceptadas con la
realidad social que acontece en el Estado que él gobierna.

2.2 Los tipos de democracia

La democracia como sistema político tiene elementos que la componen y la definen


en sí, los cuáles si no estuvieran presentes, la democracia carecería de sentido. Las ideas
que se derivan del concepto de democracia son las que Raymond Aron denomina como
tipos de democracia.

2.2.1 La soberanía

La soberanía popular presenta una peculiar dificultad por su relación con el sistema
de competición por el ejercicio del poder, puesto que dicha soberanía se define como el
ejercicio de voluntad de la colectividad. No obstante, Aron sustenta la democracia como
la aceptación de la competencia pacífica. Partiendo de esta realidad se definen dos modos
de establecer estas relaciones complejas. La primera forma se fundamenta que la
democracia directa es imposible en las sociedades numerosas por el hecho de que no se
puede reunir, de ninguna manera, a todos los ciudadanos de un Estado en un sólo lugar.
Es por ello que cabe decirse que no podrá existir democracia directa. Así es que se recurre
al sistema de representación, el cual pierde su significado cuando los representantes
elegidos no pueden seleccionar a sus representantes.

La segunda idea consistirá en precisar que «los regímenes democráticos modernos


se han desarrollado, sobre todo en un país como Gran Bretaña, a partir de las asambleas
representativas»55. Es posible decir que el interés de las asambleas de la nobleza y la

54
Cf. M. WEBER, El político y el científico, 180.
55
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 55.
43 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

burguesía era limitar los privilegios reales, las cuales fueron reconocidas como
competentes para fijar los impuestos reales. Con este hecho las instituciones
representativas postulan la idea de que aquél que tenía el poder no tenía todos los derechos
y, por ende, actuará bajo leyes fijas y no hará de su poder político un uso despótico.

Según entiende Aron, «la competencia electoral es una traducción posible de la idea
de soberanía popular»56. Con esta idea él quiere demostrar que el sistema de competición
por el ejercicio del poder se puede justificar por la idea de soberanía popular. Aunque
ambas nociones se contradicen, en el hecho de que nunca se podrá expresar a la misma
vez la voluntad del pueblo y el respeto al grupo de oposición.

2.2.2 La libertad

Aclarada y concluida la idea de la soberanía popular y su relación con el sistema de


competición, se continúa con la idea de libertad política, la cual ha formado siempre parte
importante de las teorías políticas como modo de reflexión. Aristóteles decía al respecto
que la libertad es la virtud de la democracia57, por eso no se puede entender una
democracia sin libertad.

La idea de libertad es tan amplia como la realidad del ser. Raymond Aron en su
Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, define el concepto de
libertad política como la forma de «participar en la formación o en el ejercicio del
poder»58. Ser libre es lo mismo que ser ciudadano, tener derecho al voto. La libertad
política radica en el derecho a la competencia y el ejercicio del poder59; es una opción
participativa, donde el ciudadano forma parte de la realización del juego político y le
otorga a la sociedad parte de lo que ella misma le ha otorgado.

Además, ser libre es «estar protegido contra la arbitrariedad de quienes tienen el


poder»60, es decir, que a pesar de los abusos que se puedan realizar en un gobierno, las
leyes del Estado protegen al ciudadano contra las injusticias. Ser libre es tener la
capacidad de realizarse en la vida social; es la capacidad de escoger por sí mismo sus
ideas, su manera de vivir, su partido político, su religión. Se puede decir que la libertad

56
Ibíd., 57.
57
Cf. ARISTÓTELES, La política, 172.
58
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 62.
59
Ibíd.
60
Ibíd.
44 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

en relación con el Estado es mayor que con las costumbres, pues el primero da a los
individuos más libertad de elección que el segundo.

Cabe decir que la libertad política se introduce ocultamente una filosofía según la
definición adoptada de libertad, o bien se debe constatar el equívoco con respecto a lo
que las sociedades y los individuos entienden por libertad61. Estos equívocos radican en
el hecho de que sus interpretaciones pueden ser de diferentes vertientes. Además, una
mala interpretación de la concepción de libertad en la práctica de su ejercicio, podría
causar a un ciudadano la idea de que ser libre es tener la capacidad de hacer lo que le
plazca y con el hecho de gozar de su libertad, poner en riesgo la libertad de segundas y
terceras personas. «En cuanto al sentimiento de libertad, es la noción más huidiza e
indefinible: en una sociedad dada, dicho sentimiento es necesariamente variable según
las clases y las personas»62, por el hecho de que las mayorías construyen su propio
concepto de libertad partiendo de su realidad.

Cuando la libertad personal pone en riesgo la ajena y no obedece a las leyes pierde su
sentido y lo que se concebía como libertad tiende a desaparecer por el motivo de que ella
es parte del cumplimiento de las leyes. Entonces, obedecer a las leyes implica ser libre,
es decir, el amor a las leyes que Montesquieu destaca, él sostiene que «la virtud política
es el amor a las leyes y a la patria. Dicho amor requiere una preferencia continua del
interés público sobre el interés de cada cual; todas las virtudes particulares, que no son
más que dicha preferencia, vienen dadas por añadidura»63. Asimismo, refiriéndose a la
libertad de la democracia, que al parecer en ella el pueblo hace lo que quiere, expresará
que:

La libertad política no consiste en hacer lo que uno quiera. En un Estado, es decir, en una
sociedad donde hay leyes, la libertad sólo puede consistir en poder hacer lo que se debe querer
y no estar obligado a hacer lo que no se debe querer. Hay que tomar conciencia de lo que es la
independencia y de lo que es la libertad. La libertad es el derecho a hacer todo lo que las leyes
permiten, de modo que si un ciudadano pudiera hacer lo que las leyes prohíben, ya no habría
libertad, pues los demás tendrían igualmente esta facultad64.

61
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 61.
62
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 67.
63
MONTESQUIEU, Del Espíritu de las Leyes, 76.
64
Ibíd., 204.
45 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

Con estas ideas queda claro que el concepto de libertad civil consiste en el respeto a
las leyes del Estado. Cuando un ciudadano viola las leyes, aun conociéndolas, es esclavo
de su arrogancia, y, por tanto, no goza de libertad. Eso ocurre debido a que los elementos
que constituyen al Estado en sí son las leyes por las cuales se rige, y éstas, a su vez, le
otorgan carácter y definición propia como tal.

No obstante, cabe decir que la idea de libertad y su relación con la competición por el
ejercicio del poder, no abarca en su totalidad la autonomía puesto que la participación
electoral garantiza sólo una libertad: la de participar en la elección de los gobernantes, la
cual no basta para garantizar el conjunto de libertades65. Esto se debe a que la idea de
libertad no se limita al plano de poder elegir y ser representado en una sociedad
determinada, ya que la persona goza de la libertad cuando goza de la capacidad de
reflexión y de decisión. Para concluir con el concepto de libertad, es necesario destacar
dos ideas que Aron sostiene, las cuales abarcan en su totalidad el concepto de libertad.
Estas son las ideas de libertades formales y de libertades reales.

El filósofo francés Raymond Aron entiende por libertad política a «aquella libertades
formales que garantizan al ciudadano una participación en los asuntos públicos, que le da
la impresión de que, por medio de sus elegidos y eventualmente también de sus opiniones,
ejerce una influencia sobre el destino de la colectividad»66. Mientras que considera a las
libertades reales como aquellas que los individuos sienten como tal y que no depende
menos de las costumbres y de los hombres que de las leyes67. De este modo, la libertad
formal es aquella que se da mediante el discurso, aquella que sólo se permite porque está
así establecida como regla.

Sin embargo, la libertad real está compuesta por las normas y leyes que se deben seguir
respecto a la libertad; es la verdadera autonomía que se le otorga al ciudadano. Esta es la
misma idea del imperativo categórico de la base de la moral, acuñado por Immanuel Kant
como «obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre, al mismo
tiempo, de una legislación universal»68. En definitiva, las ideas éticas de Kant son el
resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo.

65
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 68.
66
R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 132.
67
Ibíd., 81.
68
I. KANT, Crítica de la razón práctica, 49.
46 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

El imperativo categórico designa una norma que se considera incondicional, necesaria


y absoluta, y que debe ser el fundamento racional de toda conducta moral. En otras
palabras, las opciones morales sólo son válidas si pueden ser adoptadas por todos y en
todo momento. Para Kant, el imperativo categórico es un mandato que debe ser obedecido
como un deber moral, por encima de los impulsos individuales, con el fin de alcanzar una
sociedad humanitaria basada en la razón y creada por la voluntad. En cambio, Aron define
esta misma línea, que la libertad consiste en la obediencia de ley que uno mismo se ha
creado y que la democracia más que un medio es un fin, siendo el régimen que, sobre
todo en nuestra época, ofrece mejores probabilidades de salvaguardar la libertad69.

2.2.3 La igualdad

El tercer elemento de la realidad democrática es el de la igualdad. Cuando se habla de


igualdad se hace una relación entre dos o más realidades. Se define como igualdad política
al «sistema de competición electoral [que] se amplía a todos los miembros de la
sociedad»70. De ahí que se puede afirmar que todos los individuos tienen el mismo
derecho a participar en la competición por el ejercicio del poder. Entonces, este derecho
no se puede limitar a unos cuantos que tengan relaciones públicas o gran nivel económico
y status social prestigioso, pues es de todos.

En la actividad política es donde se observa con mayor claridad el elemento de la


igualdad y el derecho a la participación de la acción política, pues, por el hecho de que se
ha creído en la igualdad de los hombres, se les ha concedido el derecho a participar en la
competición por el ejercicio del poder71. Esta capacidad de competición le permite a cada
ciudadano obtener la satisfacción de luchar y capacitarse para optar por estar en la cima.
Aquí también debe ubicarse el elemento de la moderación, puesto que sin ésta no se
podría ejercer la igualdad y el derecho a la participación. Montesquieu, al referirse a la
relación que existe entre el amor a la democracia y la igualdad, dice que,

Este amor es a la frugalidad, cada cual debe gozar de la misma felicidad y de las mismas
ventajas, disfrutar de los mismos placeres y tener la misma esperanza, lo cual sólo puede
conseguirse mediante la frugalidad general. El amor a la igualdad, en la democracia, limita la

69
Cf. R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 115.
70
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución,70.
71
Ibíd.
47 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

ambición al único deseo, de la única felicidad de prestar a la patria servicios mayores que los
demás ciudadanos. No todos pueden prestarles servicios iguales, pero sí todos deben
prestárselo. Al nacer se contrae con ella una deuda inmensa que jamás puede ser saldada72.

Queda claro que el elemento del amor es indispensable para que un ciudadano pueda
ser capaz de vivir la virtud de la templanza y, a la vez, aumente su sentido de compromiso
social. Eso lo puede realizar con el ejercicio de la igualdad en servicio, amor y dedicación
a la patria que le otorgó las leyes y normas para poder ser considerado como ciudadano.
Además, como hijo fiel a su patria le debe todo lo que posee. Es así como la patria lo
representa a él y él representa a la patria. Con esta idea se subraya el signo visible del
amor y el compromiso que deben tener el uno con el otro.

Una última idea con relación a la igualdad, según Aron, es que «la noción de igualdad,
una vez colocada en la base del sistema de competición electoral, deja una suerte de
impronta en la realidad democrática que es imposible de borrar»73. Esta noción orienta al
ciudadano a reclamar sus derechos en los momentos que éstos se ven violados. Asimismo,
cada ciudadano tiene el compromiso de exigir sus derechos y en esto radica el de ser
tratado como tal.

2.3 La democracia y el Estado

En todo sistema político debe haber una relación de participación y de compromiso


hacia el sector social, que determina y regula las normas para una mejor convivencia en
la sociedad. La problemática que acontece en la entidad política, en palabras de Raymond
Aron, es que «el Estado moderno se vuelve cada día más burocrático y cada vez menos
democrático»74. Por tal motivo hay que volver a las fuentes sobre las cuales se les
permitan a los ciudadanos mayores participaciones y compromisos con su patria.

El gran problema que ocurre, según Aron, es que «el Estado moderno es en primer
lugar y sobre todo una organización administrativa»75. En esta organización
administrativa surgen grandes competencias que giran en torno a determinar quién tiene
el poder de mandar y gobernar. Las situaciones que suceden en el sector político

72
MONTESQUIEU, Del espíritu de las leyes, 84.
73
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución,71.
74
R. ARON, Ensayo sobre las libertades,120.
75
R. ARON, Democracia y totalitarismo, 68.
48 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

degeneran la esencia de la política, la cual es el orden de la ciudad, bajo leyes justas para
todos los ciudadanos.

En este sentido, cabe resaltar que «el Estado, como todas las asociaciones políticas que
lo han precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se
sostiene por medio de la violencia legítima, (es decir la que es vista como tal)»76. Esta
relación dialéctica que acontece en los Estados modernos, es lo que le ha permitido
permanecer en la historia como elemento de reflexión política. En el acontecer político
siempre habrá contradicciones internas y externas. Unas y otras son las que le dan
coherencia a las disputas que se presentan en el organismo político.

Estas contradicciones surgen por el hecho de que en ellas se encuentran realidades


humanas. En otras palabras, diría Max Weber que «el Estado es aquella comunidad
humana que dentro de un territorio (el “territorio” es elemento distintivo), reclama (con
éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima»77. Este es el elemento distintivo
del Estado como territorio. Es lo que le permite definirse como tal. Y para salvaguardar
su identidad recurre a la violencia física, en momentos donde la identidad del mismo se
podría ver afectada por fuerzas externas a él. Hay que tener claro que las palabras de M.
Weber hacen referencia a que «el Estado es la única fuente de “derecho” a la violencia»78.
Este derecho se justifica, porque el Estado, como entidad política, es el que rige las leyes
y busca proteger su identidad estatal.

2.3.1 Deberes del Estado

Definido el problema que acontece en el Estado actual, a causa de la burocratización,


se procederá a definir los deberes del mismo para con sus ciudadanos, así como el sentido
de pertenencia que debe tener éste para con su patria.

Dentro de los deberes que debe tener un ciudadano está el de ser representado por el
Estado. Mientras que el Estado, «puede y debe garantizar a todos, por medio de leyes
sociales, un mínimo de recursos que hagan posible una vida decente a nivel que tolere la
riqueza colectiva»79. Esto le permitirá mantener el orden y buena empatía con los

76
M. WEBER, El político y el científico, 84.
77
Ibíd., 83.
78
Ibíd., 84.
79
R. ARON, Ensayo sobre las libertades,123.
49 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

ciudadanos que lo integran, fortaleciendo así su estructura de progreso, a medida que los
ciudadanos progresan.

Otra forma de mantener el orden será cuando se le conceda estabilidad al comercio y


al ciudadano, por ello «el Estado debería esforzarse por reducir los beneficios sin
justificación, aunque fuese suprimiendo ciertas formas de propiedad (solares en las
ciudades). Además, tiene derecho a percibir de los privilegiados una contribución de los
gastos públicos que crezcan con el nivel de la renta»80. Por tal razón, cada ciudadano debe
pagar los impuestos al Estado para su sustento.

Por su parte, el Estado, como regulador del orden social, debe velar por el orden de su
propia economía, y no permitir que manos corruptas se hagan ricas sin justificar sus
fondos económicos e incrementen las desigualdades. No obstante, en algunos casos pasa
todo lo contrario cuando este es «incapaz de vencer las desigualdades que resultan de las
disparidades de éxito o servicios prestados, de las buenas o malas oportunidades»81 que
se dan en la realidad social.

Las desigualdades sociales siempre han existido y existirán en la sociedad, por la


razón de que está compuesta por personas que a veces eligen actuar acorde al bien común
y otras veces son dominado por el deseo de poder, quienes abusan del derecho de los
demás ciudadanos. De ahí que los gobernantes se aprovechan de las emociones y
debilidades de sus súbditos para ofrecerles una «mejor calidad de vida», la cual siempre
termina siendo una utopía. «Debido a que no existe un orden social en el cual cada uno
tuviese derecho a la mejor materia de medicina o enseñanza, es imposible por definición,
debido a que lo mejor se define como lo que está reservado para unos pocos»82 y la
esperanza de una mejor calidad de vida se convertiría en un círculo vicioso.

La idea de soñar lo mejor en calidad, para la colectividad social, no se puede


erradicar de los deberes que debe tener el gobernante de un Estado. Otra idea será su
compromiso para con todos los ciudadanos y no sólo un compromiso de forma despótica.
Como diría Tocqueville en su obra La democracia en América:

Quiero imaginar con qué nuevos rasgos podría volver a producirse el despotismo en el mundo:
veo una innumerable muchedumbre de hombres, semejantes e iguales, que giran sin descanso

80
Cf. R. ARON, Ensayo sobre las libertades,123.
81
Ibíd.
82
Ibíd.,124.
50 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

sobre ellos mismos, con el fin de satisfacer los pequeños y vulgares placeres con los que
colman su alma. Cada uno de ellos se ha retirado aparte, como ajeno al destino de los otros:
sus hijos y sus amigos particulares constituyen para él toda la especie humana. En cuanto a
sus conciudadanos, están junto a ellos sin verlos, los tocan sin sentirlo; sólo existe en sí y para
sí mismo, y si todavía le queda una sola familia por lo menos podría decirse que no le queda
patria83.

Lo que imaginó Tocqueville en el pasado sobre el despotismo en el mundo, se ha


convertido en una realidad perenne en los sistemas democráticos actuales. Esta realidad
es el elemento de la indiferencia y la falta de pertenencia a la sociedad, donde no se
respetan las leyes y existe la cultura de la muerte, donde el hombre, además de destruir la
escala de valores que componen a la sociedad, destruye consigo los recursos naturales.
Todo esto pasa en el Estado, y la realidad de la indiferencia es tan fuerte que cada día son
más los que adoptan esta conducta y todo pasa desapercibido.

2.4 La democracia y la política.

Para poder hablar de las ideas democráticas en Aron, hay que saber primero cómo él
define el quehacer político y cómo lo integra a la realidad humana. Eso porque la idea de
democracia es un elemento de gran importancia para las teorías políticas, tanto del pasado
como para el hoy de la actividad social. Además, conocer su concepción del quehacer
político permite una mayor compresión de su visión de la democracia.

Aron define el quehacer político desde el enfoque del consenso y la participación


ciudadana de una democracia basada en leyes justas que determinen la igualdad y respeto
al bien común de cada ciudadano. Desde esta perspectiva, él muestra que «la esencia de
la democracia no reside en ser una democracia directa, sino que ésta reside más bien, en
caso extremo, en la competencia que se ejerce mediante la reunión de todos los
ciudadanos y también, algunas veces, mediante las decisiones que así se adopten»84,
determinando consigo un consenso en las decisiones tomadas.

De igual forma, para él la primacía política debe ser en un sentido humano, donde el
sector político consista en una actividad englobante referida al todo social. Concibe la

83
A. DE TOCQUEVILLE, La democracia en América, 324.
84
R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 27.
51 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

política como «característica mayor de la colectividad, la cual en su conjunto debe ser


condición de la cooperación entre los hombres, poniendo de relieve la primacía de los
fenómenos políticos sobre lo económico»85. A su vez, está define las pautas de la
integración social en el Estado.

Además, propone una política participativa en la que todos los sectores de la sociedad
estén integrados, es decir, una política de consenso, donde la participación y el consenso
sean las herramientas del quehacer del orden social. En su obra Democracia y
totalitarismo explica, que «el sector político hace referencia no sólo a un sector parcial
del conjunto social, sino también que abarca toda la colectividad»86. De ahí la propuesta
de una política participativa, no de una selectiva.

La política tiene una gran relación con las leyes que se definen en el Estado, ya que
su misión es hacer del quehacer político el lugar donde se definan las normas que
determinen el orden en el Estado. Está adherida a las actividades sociales, determina las
soluciones a los problemas de la colectividad y las leyes que le dan carácter al Estado.
«La política es fundamentalmente la traducción del término griego politeia, y en esencia
es lo que los griegos denominaban el régimen de la sociedad, es decir, la forma de
organización de toda la colectividad»87, para regular el orden en la ciudad.

La acción política es la encargada de determinar la finalidad de las líneas correctas


para la ejecución de las leyes y otorgarles orden al Estado. La política como programa,
o plan de acción responde a ejercer una acción hacia los individuos, de un grupo respecto
a un problema o a la totalidad de los problemas de una colectividad88. La política como
programa de acción conlleva el elemento del conflicto, en el que se rivalizan diversas
políticas.

La política es el aspecto más imprescindible. Todo lo que va en relación con la


cooperación entre los hombres implica una autoridad, y el modo de ejercicio de la
autoridad y las decisiones de los gobernantes son como la columna de la misma política.
Como tal, ésta es la característica mayor de la colectividad, ya que, por ser ella la
condición de su existencia, es la que garantiza el juego político. La gran importancia de
la política en la organización social es indiscutible para Raymond Aron, y por su

85
Ibíd.,29.
86
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 28.
87
Ibíd.,27.
88
Ibíd.,24.
52 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

oposición a la teoría marxista, no cree en el determinismo de las estructuras económicas


sobre su organización. Para él queda todavía por demostrar la tesis de que un cierto grado
de desarrollo económico determina la relación de clases y la estructura social89.

No obstante, como programa de acción la política debe ser «el ámbito donde
compiten los individuos o grupos cada cual con su policy90, es decir, con sus objetivos,
sus intereses e incluso con su filosofía»91. Recapitulando sobre el organismo político, hay
que destacar que este siempre está definido por una dialéctica que le precede y que «la
colectividad política se define mediante la comprensión de programa de acción en partes
contradictorias y entre partes compatibles»92 por los grupos que lo integran.

En materia de política los conflictos están siempre latentes, porque el deseo de definir
la autoridad y de mandar nacen con el hombre. Hacer política es una actividad que nace
de la necesidad humana, de proyectar parte de su propio ser. Al respecto dirá Hannah
Arendt: «La política, es una necesidad ineludible para la vida humana, tanto individual
como social»93. Esto es debido por que el hombre siempre depende de los demás, para
poder existir y definir sus metas, se encamina hacia la actividad política. En ella asegura
las relaciones sociales y el bienestar de la totalidad. Además, «la misión de la política es
asegurar la vida en el sentido más amplio»94. Esta misión radica en el hecho de que la
política siempre debe adoptar las mejores medidas para la convivencia social dentro de
un Estado.

El ejercicio gubernamental es el elemento que abarca todo lo que acontece, en todos


sus sentidos, en una sociedad, la cual le otorga sentido a su existencia en cuanto se hace
partícipe de la realidad social. Por otro lado, cabe destacar que «a la pregunta por el
sentido de la política hay una respuesta tan sencilla y tan concluyente en sí misma, que se
diría que otras respuestas están totalmente de más: la respuesta al sentido de la política es
la libertad»95. La actividad política cobra sentido donde el elemento de la libertad y la
participación del quehacer político son las herramientas que conducen a las estructuras

89
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 29.
90
Se entiende por policy a una concepción, un programa de acción o de la acción misma de un individuo,
grupo o gobierno.
91
R. ARON, Democracia y totalitarismo, 24.
92
Ibíd.
93
H. ARENDT, La promesa de la política, 150.
94
Ibíd.,151.
95
H. ARENDT, ¿Qué es la política?, 62.
53 CAP. II: LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON

políticas, ya que su fin debe ser determinar el orden social y el consenso. Éstas determinan
el compromiso y el valor mismo que debe tener la ciudadanía con el Estado, y viceversa.

Con la palabra política hace referencia al conflicto entre partidos y al conocimiento


de ellos. Porque ella designa a la vez un dominio y su conocimiento en ellos, esto sucede
por hecho de que entre realidad y conciencia existe vínculo «la conciencia de la realidad
es parte de la realidad misma»96. Con esta conciencia se busca que «la política, como
campo de acción, supone la conciencia de dicho dominio. En toda colectividad, los
hombres han de saber más o menos quiénes mandan, cómo han sido elegidos y de qué
manera se ejerce su autoridad»97. Además, «la política como conocimiento consiste en el
desarrollo de esta conciencia espontánea»98. Por tal motivo, en toda actividad política se
da el hecho de la oposición entre la política subsistente y las posibles políticas que difieren
de la que está en el ejercicio del poder.

Así, pues el conflicto surge por el hecho de que la «integración de la conciencia en la


realidad política supone el problema de la relación existente entre juicios fácticos y juicios
de valor, algo que no ocurre cuando se trata de realidades naturales en la que la conciencia
no forma parte de la realidad misma»99. Cabe decir que debido a estas confrontaciones se
produce la reflexión y el debate político, el cual, en algunos casos, está orientado desde
esta perspectiva.

El que gobierna tiene la potestad de regir y determinar con gran autonomía sobre los
sectores sociales y establecer la estabilidad de la economía, salvaguardando la
permanencia económica del Estado. En este sentido queda claro que «los gobernantes de
una sociedad no gobiernan sobre los partidos o los parlamentos, gobiernan sobre la vida
económica y tienen derecho a tomar decisiones con respecto a todos los sectores del
conjunto social»100. Estas decisiones parten de la idea de buscar las mejores condiciones
para la estabilidad social y económica del Estado.

96
R. ARON, Democracia y totalitarismo, 25.
97
Ibíd.
98
Ibíd.
99
Ibíd., 26.
100
Ibíd.
54 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

2.5. Conclusión

Después de haber presentado este capítulo, con el título la visión de democracia en


Raymond Aron, hemos introduciendo el pensamiento político del autor desde una
perspectiva sintética, para poder delimitar los elementos propios de la democracia como
sistema político que integra la realidad humana. Encaminándonos por los tres tipos
democracia, tales como la soberanía popular, la libertad política y la igualdad. Con la
primera se destacó la dificultad que tiene la misma, por su relación con el sistema de
competición, por el ejercicio del poder. Además, llegamos a la conclusión que de dicha
relación surge por el compromiso ciudadano y respeto de las leyes. Asimismo, se subrayó
el deber del Estado en la aceptación de los grupos minoritarios.

Por otro lado, con la segunda idea se destaca que el ser humano goza de libertad cuando
tiene la capacidad de reflexión y de decisión. Desde esta misma perspectiva se hace
alusión a una definición de la libertad desde dos vertientes a las que Raymond Aron llama
libertad formal y libertad real. La primera se comprende como aquella libertad que se da
mediante el discurso, que sólo se permite porque está así establecida como regla.

Sin embargo, la real es la que se compone por las normas y leyes que se deben seguir
respecto a la libertad, la cual consiste en ser la verdadera autonomía que el ciudadano se
otorga como tal. Debido a los factores presentados que integran la democracia política,
se motiva al ciudadano a tener ojos críticos ante la realidad política en la que se envuelve,
y asi mismo se hace partícipe de la ejecución de los valores políticos.

Por último, se introduce el concepto aroniano de la política desde el enfoque del


consenso y la participación ciudadana que nos conduce a hacia la aceptación de las leyes,
la igualdad y respeto al bien común de cada ciudadano. Subrayando que la esencia de la
democracia no reside en ser una democracia directa, sino en la competencia que se ejerce
mediante la reunión de todos los ciudadanos y también mediante las decisiones que se
tomen, destacando el elemento fundamental de la democracia representativa.
CAPÍTULO III

El papel de la democracia según Raymond Aron


CAPÍTULO III

El papel de la democracia según Raymond Aron

3. Introducción

Al haber presentado la visión de la democracia en el pensamiento de Raymond Aron,


se ha visto que esta se ve envuelta en la realidad humana y por tanto no es perfecta.
Partiendo de este hecho, se procede a presentar el papel de dicho sistema político, de la
competencia de lucha pacífica hacia el poder, de la realidad democrática, la cual
determina un rol fundamental en el contexto del ser humano que vive en sociedad.

Este ser humano tiene una realidad concreta, donde la ética, la moral y el compromiso
social le dan las pautas oportunas para participar en la vida política. Además, partiendo
del hecho de que la política juega un papel fundamental en dichos aspectos, ella también
lo hace teniendo una postura frente al totalitarismo, fenómeno político absolutista. De
igual forma lo hace con la revolución y el factor de la corrupción.

El sistema democrático, a pesar de las dificultades en la que se ve envuelto por los


elementos ya citados, presenta una base sólida, basada en el bien participativo que debe
ejercer el ciudadano que ama y le imparta lo que le acontece a su patria. Estas son las
líneas centrales de este capítulo, que ayudarán al lector a no perder la esperanza en la
democracia como sistema político y, a la vez, ser el interlocutor principal de la actividad
política.

3.1 El papel de la democracia en la vida del hombre

La democracia, como sistema político, juega un papel fundamental en la vida del


hombre, pues es el régimen social que le otorga más libertad de expresión y, al mismo
tiempo lo motiva a ser un hombre de acción. Ella ha de ser para el hombre una realidad
espontánea que lo conduzca a amar y respetar las leyes, a definir su carácter de
58 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

compromiso social con su patria. Dicho sistema como realidad política no es anterior al
hombre. Surge como ideal del hombre social y para el hombre en sociedad. Ella como
actividad política no es perfecta, porque está vinculada a una realidad humana101.
Además, ésta toma un carácter propio que sólo es el hombre que se lo puede otorgar. Aquí
el hombre es libre en virtud de elegir, de forma racional, lo que desea para la colectividad.

En la democracia el hombre busca proyectar una parte de su ser, y esto lo conduce a


buscar fama y poder. El exceso de poder lo corrompe y causa grandes problemas para la
estabilidad de la democracia, como la corrupción y el adormecimiento de la conciencia,
definiéndole un perfil de indiferencia hacia la realidad del Estado. Sin embargo, la
grandeza del ciudadano se encuentra cuando éste es consciente de su responsabilidad con
respecto a su libertad102. El elemento del compromiso es fundamental para el hombre que
se desenvuelve en el quehacer político.

No existe una actividad humana ajena al compromiso social. El hombre es un ser social
por naturaleza, dijo Aristóteles103. De lo mismo se puede decir que el hecho de ser social
le concede la capacidad de involucrarse en el ambiente político, como orden de la
colectividad. Desde esta perspectiva, el individuo desarrolla una ética en valores que le
dan la capacidad de ser cada vez más humano.

Con respecto al hombre en la actualidad se considera que la política es una actividad


esencial del mismo. Asimismo, ante la pregunta sobre la importancia de la política para
el hombre la respuesta ha de ser filosófica, dado que los acontecimientos políticos tienen
como protagonista al hombre, en cuanto a la razón de que cuando se vive una fase de
catástrofes históricas y políticas, de guerras y revoluciones y los acontecimientos políticos
causan tanta muerte, es natural que el hombre crea que la política es la actividad
esencial104. Y por el propio hecho de que el hombre considere su destino como la vocación
más profunda, no le es posible explicar por qué no puede encontrar satisfacciones en la
realidad que acontece.

El sistema político no enfrenta las catástrofes, por eso es válido soñar con una política
perfecta y esencial para hombre, por la razón de que en las catástrofes hay escasas
posibilidades de encontrar soluciones perfectas, en la política, ya que esto es trabajo de la

101
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 46.
102
Cf. K. JASPERS, Iniciación al método filosófico,89.
103
Cf. ARISTÓTELES, La política, 23.
104
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 271-272.
59 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

filosofía de la historia105. Ésta presenta y analiza las catástrofes, de modo que, la actividad
política termine en un final feliz. En «el estado actual del pensamiento filosófico, la
política se considera como destino del hombre»106, por consiguiente, se busca en ella un
bien absoluto e incluso en medio de las catástrofes, es decir, cuando suceden
anormalidades en el estado, éste tiene que tomar algunas medidas, para desvolver el
esplendor y orden a la ciudad. Luego de un tiempo trascurrido la filosofía de la historia
retoma los hechos y las medidas que se tomaron y hace un análisis general.

Así pue, búsqueda del bien absoluto que persigue la política, define un elemento de
proceder en su ejercicio sobre la colectividad. De aquí se desprende un vínculo natural de
la política en el hombre, desde una dimensión ética y moral. Además, este recurso es
válido para enfrentar el pesimismo que, en muchos casos, envuelve a la realidad política.

3.2 Vínculos y elementos de la democracia en la Ética y la moral

Cada entidad política se rige por normas que le otorgan un perfil específico, donde ésta
imprime su carácter propio. Esta norma se desempeña en la práctica de los valores, que
surgen de las acciones humanas como respuestas a su realidad. En este sentido, la «acción
moral es la mayor plenitud del ser de la personalidad humana»107. Así pues, la ética como
conducta y la moral como atributo no pueden estar separadas de la política. Ellas son las
que conducen sus acciones. De igual modo, hay que tener claro que una oposición entre
política y moral, como especulación sobre la actividad colectiva del hombre, no afecta en
nada su vínculo, que por naturaleza tiene108. La moral es el elemento que construye la
práctica de la ética en el ciudadano.

La ética como virtud es excelencia moral, es excelencia del hombre y es clave vital de
la realización personal que se actualiza en la naturaleza humana fundada en la polis109. El
hombre cuando se define así mismo, lo hace desde una realidad social y concreta; también
al definir la polis define una identidad colectiva, un modo práctico y común de ser
hombre110. El elemento social está presente siempre en el hombre, que busca una

105
Ibíd.
106
Ibíd.,273.
107
A. BRUNNER, Ideario filosófico, 237.
108
L. LACHANCE, Humanismo político, individuo y Estado en Tomás de Aquino, 422.
109
A. CRUZ PRADOS, Filosofía política, 73.
110
Ibíd., 75.
60 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

perfección humana o moral, la cual siempre consiste en la realización perfecta de la


identidad práctica que el hombre posee, que es una determinación de la habilidad genérica
de la identidad humana.

La moral no es social solamente por el origen de las normas, sino también por el origen
de la conciencia en el hombre111. Asimismo, Aron, en el prólogo del libro El político y el
científico de Marx Weber, indica que no se puede olvidar que la democracia es, en el
fondo, el único régimen que proclama la historia de los Estados, y esta debe estar escrita
en prosa y no en verso, otorgándole valor y carácter112.

Además, la ética propia de la actividad política tiene dos formas morales, la moral de
la responsabilidad y la moral de la convicción. La primera es la moral del hombre de
acción, aquella moral en la que la buena intención y los corazones puros no bastan para
justificar los actos. Mientras que la segunda es la moral de la convicción, aquella que
obedece a mis convicciones pacíficas o revolucionarias, sin importar las consecuencias
de mis actos113. Para Aron, en la actividad política, queda claro que el ideal de las
intenciones no resuelve nada, si esta no se ejecuta en la realidad. Igualmente, esto se
aplica para la actitud que se pone en los actos sin medir sus consecuencias.

La democracia, en el proceso de la realización de la moral, atraviesa una etapa de


esplendor cuando la atracción del ideal democrático se mantiene dentro de ciertos límites,
gracias al respeto de los valores comunes, de la constitución y de las reglas del juego
político114. Así pues, se da el vínculo entre la democracia, ética y moral, por la realización
de los valores comunes en la sociedad.

3.3 La democracia y su influencia en la modernidad

En la actualidad, en los Estados modernos el ideal democrático es imprescindible para


la actividad política. No obstante, la indiferencia social hacia la realidad política es
latente. Por otra parte, aunque parezca ser paradójico, cuando los ciudadanos no gozan de
libertad de expresión y de participación en el juego políticos son más elocuentes en la

111
Ibíd.
112
Cf. R. ARON, “Prólogo”, en: M. WEBER, EL político y el científico,34
113
Ibíd.,34 -35.
114
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 89.
61 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

búsqueda y en la práctica del ideal democrático, que los que gozan de toda libertad de
expresión y participación en la vida política.

Esta dificultad reside en el hecho de que los Estados modernos se hacen más
burocráticos y menos democráticos. En los funcionarios y políticos actuales se
contraponen dos términos que lo identifican: el primero es un profesional, el segundo un
aficionado; aquel es nombrado según las reglas precisas, mientras que éste es elegido.
Los regímenes democráticos occidentales son regímenes de un experto bajo la dirección
un de aficionado115. Esta oposición entre el profesional y el aficionado está fundada por
la razón de que, en algunos momentos, cuesta más trabajo prescindir del funcionario que
del político.

En la actualidad, el Estado moderno es, en primer lugar y, sobre todo, una función
administrativa que tiene sus normas. El político es elegido por el pueblo, es proclamado
con autoridad legítima y tiene por tarea establecer las reglas de su gobierno. Los políticos
gobiernan en función con sus administradores. Pero, ¿cuál es la característica principal
de la función administrativa? Y, ¿cuál es la función principal de la política en las
sociedades modernas?116

El sistema político en el que son elegidos los gobernantes adquiere una autonomía
fundamental de mando, ante la colectividad que envuelve también la parte administrativa.
El gobierno, en la mayoría de los casos, elige a hombres de estructuras sociales altas,
debido a que son quienes apoyan el financiamiento de su candidatura política. A lo que
cabe preguntarse: ¿sobre quién cae la autoridad?, ¿está el gobierno por encima de la parte
administrativa del Estado o viceversa?

Como se ha visto, entre el poder político y la función administrativa del Estado existe
una relación inseparable, por tanto, cabe decir que «los líderes políticos son elegidos
según un método que separan a la élite política de las demás élites sociales. El personal
político de una democracia representa una parte de la élite social»117. Esto no quiere decir
que el gobierno no represente a otros sectores de la vida social, ni tampoco que su
autoridad pueda ser controlada por las élites sociales. Lo que sí queda claro es que el
gobierno está obligado a responder a algunos de los intereses de dicha élite social.

115
Ibíd., 67.
116
Ibíd., 70.
117
Ibíd.,71.
62 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

En cuanto a la democracia moderna, su origen es el resultado lógico de una filosofía


liberal que nace como una revuelta contra la filosofía cristiana, pero de ella adopta la
concepción del hombre, libertad, igualdad y fraternidad, que expresará luego instituciones
democráticas actuales, que se basará en una filosofía racional opuesta al catolicismo
privilegiado como poder social, en el sentido que este justifica el sistema de la monarquía,
de los órdenes privilegiados. De aquí se concluye que la democracia moderna parte de un
origen cristiano y de una filosofía racionalista, que hace énfasis en la capacidad del
hombre para organizar la sociedad desde una forma racional118.

Además, cabe destacar que en la actualidad existen dos tipos de regímenes


democráticos. Uno ejerce una democracia directa, sin contar con el consentimiento de los
ciudadanos, para el procedimiento de las medidas a tomar, para regular el orden social.
El otro es el de la democracia representativa, donde los ciudadanos eligen sus
representantes en la cartelera electoral.

3.3.1 La democracia frente al totalitarismo

La democracia, como se había explicado en el capítulo anterior, es el sistema político


que le otorga al ciudadano más libertades en virtud del Estado, en comparación con los
demás regímenes políticos. No obstante, en el caso de los regímenes totalitarios la libertad
de participación e integración no existe, a menos que el dictador lo designe. En este tipo
de régimen si existe un grado de democracia, lo es en apariencia, y esta tendería que ser
la democracia directa. Dado que, aún en los regímenes democráticos, existen
representantes de dicho sistema con tendencia totalitaria. Desde este punto de partida
surge la pregunta: ¿en qué consiste el fenómeno totalitario? De acuerdo con el autor de
Democracia y totalitarismo, hablar del totalitarismo, así como de todos los fenómenos
sociales, se presta a múltiples interpretaciones, según el interés del observador 119. En lo
que concierne al totalitarismo desde la visión aroniana se definen cinco elementos
principales:120

1) Tiene lugar en un régimen que concede a un partido el monopolio de la actividad política.

118
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución,74-75.
119
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 291.
120
Ibíd., 291-292.
63 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

2) El partido monopolista está imbuido o armado de una ideología a la que se confiere una
autoridad absoluta, y que por consiguiente se trasforma en la verdad oficial del Estado.

3) Con el objeto de difundir esta verdad oficial, el Estado se reserva a su vez un doble
monopolio, el de la fuerza y el de la persuasión. El conjunto de los medios de comunicación –
radio, televisión, prensa– es dirigido por el Estado y quienes lo representan.

4) La mayoría de las actividades económicas y profesionales están sometidas al Estado y, en


cierta manera, devienen parte del mismo. Como el Estado es inseparable de su ideología, dichas
actividades económicas y profesionales se ven teñidas por la verdad oficial.

5) Dado que todo es actividad del Estado, y que toda clase de actividad está sometida a la
ideología, una falta cometida dentro de una actividad económica o profesional es simultáneamente
una falta ideológica. Por último, tiene lugar la politización, la transfiguración ideológica, de todas
faltas posibles de los individuos y sobreviene del terror a la vez policial e ideológico.

Desde esta perspectiva, el totalitarismo como fenómeno ideológico absolutiza su


carácter en función del Estado, tanto la economía como las actividades profesionales están
sometidas por la ideología, a difundir el ideal totalitario. No obstante, la libertad política
desaparece, y con ésta la democracia participativa. Además, en caso de que exista un
ciudadano o un movimiento que se oponga a este sistema absoluto, pagaría grandes
consecuencias, e incluso la forma que dicho sistema político optaría para que no se
difundan ideas de carácteres liberadores, es desaparecer a los implicados de forma
silenciosa. Con esto, el mensaje que transmite la ideología es claro, el poder absoluto que
define toda la actividad política se encuentra en el régimen, de lo contrario, aquel que
difiera de éste, es un traidor y enemigo del Estado.

Para Aron, el riesgo de que un Estado se convierta en totalitario, en algunos casos, es


por el hecho de que en él exista un régimen de partido único. De aquí se desprende que
las posibles soluciones que se podrían adoptar en un régimen político de esta magnitud
es la tiranía y la dictadura, y el hecho de esperar de tal modo que una u otra forma decidan
el debate121. Cuando en el Estado existe un partido único hay más posibilidades de que el
sistema político se convierta en totalitario, ya que no encuentra una oposición que le haga
frente. De lo contrario, el totalitarismo introduce un adoctrinamiento radical del Estado
que envuelve a la realidad social.

121
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 233.
64 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

Dicho adoctrinamiento le facilita al totalitarismo tener el control absoluto, por la razón


de que impide que el ciudadano no comprenda las consecuencias del sistema, y se someta
ciegamente a este modo de gobierno. Entonces, si la persona quiere emanciparse, es
víctima de la violencia, y es tratado como un simple objeto. Los individuos que están bajo
este sistema son simples marionetas, donde la capacidad de entender queda en detrimento.
Por eso, el totalitarismo se considera un «fenómeno límite de la política [el mal radical]
no puede conformarse con remitir a la historia, donde podría estudiarse nítidamente su
etiología»122. Es decir, este es un mal tan grande que no sólo se queda marcado en la
historia, sino en el pensamiento de cada persona, y limita la libertad de cada persona. Es
por esto que:

El éxito del totalitarismo se identifica en una liquidación de la libertad, como realidad política
y humana, mucho más radical que nada de lo que hayamos conocido anteriormente. Bajo estas
condiciones, será de muy poco consuelo aferrarse a una naturaleza humana inmutable y llegar
a la condición de que, o bien el hombre mismo está siendo destruido o bien las libertades, una
de las cualidades esenciales del hombre. Históricamente, conocemos la naturaleza del hombre
sólo en la medida en que dicha naturaleza tiene existencia y ningún reino de esencias eternas
nos consolará nunca si el hombre pierde sus cualidades esenciales123.

Tanto en el contexto político como humano, el totalitarismo destruye la libertad del


individuo. Este estilo de gobierno arruina la capacidad que tiene cada individuo en una
sociedad de actuar y aportar algo diferente. El totalitarismo no sólo pone en cuestión la
libertad, sino también el sentido mismo de la vida:

El terror total destruyó el espacio entre los hombres, prerrequisito esencial de la libertad, la
capacidad de movimiento, al aglomerar a los hombres en un campo, y dentro de él en el espacio
más reducido de una barraca. Así el sistema totalitario ejecutó sus sentencias de muerte en
vida124.

Las víctimas que vivieron esta experiencia fueron tratadas como simples objetos que
tienen existencia, pero que no pudieron potencializar las capacidades que esta implica. Y
esto es reflejado en la frustración que vivieron los judíos en los campos de concentración,

122
H. ARENDT, Diario filosófico, 67.
123
E. VOEGELIN – H. ARENDT, Review of politics, 68-65.
124
E. D´ OLEO, Valor de la vida en el pensamiento filosófico de Hannah Arendt, 15.
65 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

donde perdieron su esperanza por la opresión sufrida. Por ende, se evidencia esta
concepción pesimista de la vida, donde la muerte es la mejor solución. La democracia,
como sistema de competencia pacífica, les brinda a los ciudadanos la capacidad de
involucrarse en el ambiente político, hecho que no sucede con otros sistemas políticos.

En efecto, una respuesta evidente y clara de las causas del totalitarismo fueron sus
raíces en el fascismo125 y el Nazismo126, dichos sistemas totalitarios dejaron en la historia
de la filosofía política grandes males, como son la muerte y pérdida de sentido de la vida.
Por otra parte Raymond Aron define que el optimismo es una causa del totalitarismo:
«uno de los posibles origen de lo que hoy se llama totalitarismo es precisamente la
filosofía optimista revolucionaria»127, debido a que los rasgos comunes de los partidos
revolucionarios que llegaron a totalitarismo fueron la amplitud de las ambiciones, el
radicalismo y el extremismo de los medios128. En definitiva, de acuerdo con Aron, el ideal
revolucionario es una de las causas del totalitarismo. Mientras la democracia se ejecuta
con un dinamismo pacífico y participativo con miras al poder, este lo hace con radicalidad
y a la fuerza.

3.3.2 La democracia y la revolución

Entre la democracia y la revolución existe una incompatibilidad paradójica, por el


hecho de que se concibe que ambos conceptos deben ir relacionados. Un análisis detenido
de los mismos define a ambos conceptos como dos realidades distintas, puesto que la
democracia consiste en la pluralidad de partidos, en el procedimiento electoral, y a su vez,
esta consiste en tomar decisiones que puedan ser revocables, en el ejercicio de la
competencia pacífica con miras al poder. Sin embargo, la revolución es todo lo contrario,
esta consiste en el ejercicio de la violencia, y tiene siempre la necesidad de legitimación,

125
Cf. Fue un movimiento político y un tipo de Estado de carácter totalitario y antidemocrático; creado por
el dirigente italiano Benito Mussolini, se difundió en la Europa de entreguerras en 1918. En: R. BORJA,
Enciclopedia de la política, 420.
126
Cf. (De nacional y socialismo). Doctrina totalitaria y racista del partido nacionalsocialista fundado en
Alemania por Adolfo Hitler, el cual gobernó en dicho país desde 1933 hasta 1945. En: SALVAT UNIVERSAL,
Diccionario Enciclopédico, 25.
127
ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 238.
128
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo 294.
66 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

es decir, de ejercer su autoridad en nombre del principio establecido en su partido129. La


democracia y revolución son madre e hija que se rivalizan por la realidad política.

En el pensamiento aroniano se entiende por revolución al «lenguaje corriente de la


sociología, a situación repentina, por la violencia de un Poder por otro»130, dicho sistema
de violencia se define por tener un carácter impulsivo, asi pues, este se impone como ideal
reformador sin medir las consecuencias que pueda causar. Además, este hace en el
sistema político lo que le interesa, a toda costa manifestar e imponer su ideal
revolucionario. Es por esto que Aron plantea que:

Una revolución parece susceptible de cambiarlo todo, puesto que ignora lo que ha de cambiar.
Para el intelectual que busca en la política una diversión, un objeto de fe o un tema de
especulaciones, la reforma es fastidiosa y la revolución excitante. La una es prosaica, la otra
poética, una pasa por ser obra de funcionario y la otra del pueblo erguido contra los
explotadores. La revolución suspende el orden acostumbrado y deja creer que por fin todo es
posible131.

Desde esta perspectiva se observa la intención de los intelectuales políticos, que dan
motivo para que el pueblo se revele en la búsqueda de las soluciones básicas del Estado,
puesto, que conocen las problemáticas que acontecen en el Estado, pero usan al pueblo
como «chivo expiatorio» que se manifieste en plan el de lucha. Con esto logra consigo
que la revolución ejecutada sea un factor de tensión en un sistema político aparentemente
estable. La revolución, por su carácter renovador e impulsivo deja grandes pérdidas tanto
humanas como económicas. Esta es la razón por la que, cuando esta se ejecuta, causa una
gran tensión y angustia en los ciudadanos. Por otra parte, la democracia, por su carácter
pacífico, se contrapone con el ideal revolucionario, y es desde esta perspectiva que se
puede identificar como lo contrario a la revolución.

Sin embargo hay que tener en cuenta que es difícil hacer nacer una democracia sin
revolución, por el hecho de que las grandes batallas revolucionarias son las que han
logrado que se establezcan las constituciones, en las que luego se apoyará el sistema
democrático132. La revolución surge como ruptura contra el orden tradicional que rige al
Estado. El papel de la democracia ante la revolución es ser la mediadora del conflicto

129
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución 225-226.
130
R. ARON, El opio de los intelectuales, 44.
131
Ibíd., 51
132
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 227.
67 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

dejado por su sistema rival, es decir, se encarga de apaciguar el ardor revolucionario a


través del recurso de la diplomacia política.

No obstante, cuando se observa la democracia desde la revolución hay que tener en


cuenta que para que la democracia no genere en una revolución, es necesario que todos
los que pretendan alcanzar el poder respeten la legalidad o el carácter pacificador de la
lucha133. Condición que es difícil de cumplir, debido a que la constitución que representa
el fundamento de las leyes de los Estados democráticos, es modificada a menudo
partiendo del interés del partido que se encuentra en el poder.

El ideal revolucionario es un ideal de optimismo, puesto que con la revolución en


marcha piensa que el mal social se transforma, debido a que el carácter «revolucionario
tiende a exagerar el margen de la libertad y el poder del destino. Imaginan que, con ello,
concluye la prehistoria»134. Entre democracia y revolución, surge una antítesis de dos
formas de pensamientos optimista y pesimista, en otra palabra, cuando la democracia se
siente consternada por los problemas que le afectan a su sistema, en cambio la revolución
se satisface en causar dificultades de todas índoles.

3.3.3 La democracia frente a la corrupción

Ante la pregunta de cómo se corrompe la democracia surgen dos puntos de vista


abstractos, uno que es por negación y otro por exageración del mismo principio de
competencia pacífica. La corrupción en la democracia llega por el hecho de que el único
hombre que se pueda aceptar como líder, en lugar de tener capacidad de liderazgo, tiene
carácter conciliador. En ese mismo momento desparece el mínimo espíritu de autoridad
necesario para cualquier gobierno135. Asi mismo, al gobierno puede llegar un hombre de
conducta honorable, pero que fue elegido porque no contrariaba a nadie, y no por
despertar entusiasmos, ya con esto se ejecuta la corrupción. Dicho hecho no es
reprochable el sistema político, puesto que su espíritu es del compromiso con quienes lo
han puesto a gobernar.

133
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución, 230.
134
R. ARON, El opio de los intelectuales,189.
135
Cf. R. ARON, Introducción a la filosofía política: democracia y revolución,103.
68 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

En la democracia existen debilidades, dentro de las cuales está, según Aron, «llevar el
espíritu del compromiso demasiado lejos, es decir en pensar que todo se resuelve
mediante el mismo»136. La democracia cada vez que se enfrenta a un régimen autoritario
opta por acertar los compromisos antes que la revolución. La democracia se hace corrupta
por el exceso de obediencia a su ideal de compromiso.

Además, por su noción de compromiso corre el peligro de ser condenada por la política
exterior, por la razón de que aplica a dicha política la idea del compromiso y se sirve de
elementos de políticas contrarias. El espíritu de compromiso trae consigo un doble
peligro, se está frente a hombres que no comparten el ideal del compromiso político y es
posible conducirlo; en segundo lugar y de forma general, la política exterior implica
elegir, y la democracia, al estar basada en el compromiso, se vuelve cada vez menos capaz
de elegir137. Partiendo de lo planteado, para Aron el compromiso consiste «en la
afirmación de que se va a controlar un producto para satisfacer a los intervencionistas y
se va a liberar otro para satisfacer a los liberales»138. En el plano económico este es el tipo
de política más desigual, pero el que más se practica.

La economía, como motor que mueve todas las actividades sociales, juega un papel
importante en el quehacer político, y en el sistema democrático no es la excepción, debido
a que «las sociedades democráticas son sociedades que actúan, o al menos piensan, como
si el máximo fuese verdadero, como si los problemas económicos fuesen decisivos»139.
En este tipo de política, el lenguaje del interés económico es como el agua para un pez.
Toda la actividad democrática se centraliza en el interés económico. Así pues, se
manifiesta este carácter de interés económico en la promoción de la candidatura, la cual
tolera el afán de los candidatos al convencer a los electores que tendrán beneficios si
votan.

Dicho sistema político juega con la economía, justificando la entrada y salida de las
fianzas con obras que se han realizado en su utopía. Por lo tanto, es en la actividad
económica donde el sistema democrático pierde la razón y la compostura, que debe
ejercer ante el Estado. Los gobiernos democráticos son los únicos que creen que la
economía del Estado es estable y crece cada año. Es cierto que dicho auge económico

136
Ibíd.,105.
137
Ibíd., 107.
138
Ibíd.
139
Ibíd.,136.
69 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

aumenta. ¿Pero será el gobierno capaz de no acceder otros fondos, para cubrir los gastos
o inversiones en el Estado? ¿Por qué si la economía aumenta tiene que recurrir a
préstamos en países extranjeros?

Dejando de lado el factor de corrupción en la economía política, y volviendo al tema


del ideal del compromiso democrático, cabe decir que este puede llegar a ser corrupto,
por ser fiel a sus palabras y no querer quedar mal parado. Dicho sistema político muchas
veces, le brindan mayor importancia a las mayorías de los problemas que son de su
interés, en cuanto que afectan su reputación eventualmente asi pues, de aquí le surgen
muchos problemas para la vida administrativa, acusa de, que se conduce a una mala
elección del compromiso140. Por otra parte, cuando el sistema democrático está en el
poder, se le hace más fácil el acceso a las injerencias económicas, y es por su afán de
mantener su ideal de compromiso, el cual conduce a que la economía a sea menos estable,
porque como se compromete de más le es imposible mantener un equilibrio económico.

La noción aroniana, en cuanto a la democracia corrupta, define que esta «se corrompe
cuando el respeto de los intereses y a las libertades de los individuos termina por borrar
el sentido de los intereses colectivos y de la autoridad necesaria de todo gobierno»141.
Cuando se pierde la autoridad y la visión del sentido común hacia lo colectivo, el interés
personal se apodera del hombre, y es esta la razón por la que hay corrupción. La
corrupción de la competencia pacífica sucede cuando se da el caso de que el poder social
es el único que ejerce el poder político y lo manipula.

¿Cuáles serían las pautas a seguir ante una democracia corrompida? A esta pregunta
Aron responde: «intentar trabajar como si no existiera gobierno, e intentar ser tan eficaces
como le resulte posible en su labor». Lo segundo es hacer pública la teoría política y
explicar la corrupción de la democracia y dejar que los oyentes saquen sus propias
conclusiones sobre la reforma necesaria a tomar en cuenta142. En esta metodología es
necesario el elemento de la paciencia, pues su eficiencia se observa a largo plazo.

Todo sistema democrático, se debe a leyes y normas regida en una constitución, está
pueden ser reformada, cuando hay el interés de hacerse por parte de los gobernantes,
desde esta perspectiva se ejecutan accione corrupta camuflada de civismo. De manera,

140
Ibíd., 108.
141
Ibíd., 109.
142
Ibíd., 124.
70 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

que debe surgir un reformador que tenga como vocación hacer de una ciudad, que ha
perdido el sentido de su unidad, restablezca dicho sentido y es este el «que fundará por
segunda vez una ciudad dotándola de una Constitución»143. Esto trae consigo que para
ponerle fin a la corrupción se defina una teoría de reforma en acción, siendo el poder
legislativo la única salvación posible, creando nuevas leyes. Está claro que en la práctica
este planteamiento resulta dificultoso, por las siguientes razones: ¿Será la democracia
corrupta capaz de acertar las leyes que le ofrece el reformador? ¿Cómo se podrás
encontrar en régimen una persona que no ambicione el poder para sí mismo? ¿De qué
forma puede alguien ser capaz de acertar gobernar sólo por el simple hecho de dotar de
leyes al Estado?

3.4 La democracia como bien participativo

A pesar de los errores que presenta la democracia como sistema político, este es el
sistema en el cual el ciudadano tiene la capacidad de participar e involucrarse en las
actividades sociales, es el que más libertad le brinda. Aquí la política es presentada como
un modo de vida, donde el dinamismo de la integración se basa en el juego político, el
hombre es capaz de descubrir los problemas de la vida en común. La democracia, como
bien participativo, tiene como meta llegar a la realidad del hombre.

De los elementos que la democracia parte, en cuanto a la participación, está el de la


representación de los ciudadanos a través de los diferentes partidos que pueden existir en
el Estado democrático. Dicha representación busca manifestar una primacía en la
participación política del hombre, la cual se presenta en las siguientes ideas Aron.

El hombre no es sólo producto o consumidor, sino también ciudadano, es decir, miembro de


una colectividad colectiva singular, con sus propios valores, que quiere existir como tal en
medio de otras colectividades. Negar la representación partidista es negar al ciudadano, ya sea
porque no se le dé otro derecho que el de escoger a su amo, ya que no sea que se quiera ver en
él un producto o un consumidor. La segunda idea es que la representación partidista debe servir
de mediación entre los grupos de profesionales y el Estado144.

Pensar en el hombre como parte integrante de la realidad política, es pensar en él como


protagonista e interlocutor del ambiente social. Es tarea del sistema político democrático

143
Ibíd., 125.
144
R. ARON, Ensayo sobre las libertades, 162-163.
71 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

que la participación y representación política sean expresadas como valores propios de


ser ciudadano. Ser ciudadano, ser parte de la sociedad, es ser reconocido como hombre,
es decir, reconocerle en todas sus facultades. La democracia como bien participativo es
el único sistema político, que posee la facultad de reconocer al ciudadano como parte
indispensable de la actividad política.

El bien participativo en la política, sólo es capaz de lograrse cuando éste se ejerce por
medio de las luchas pacíficas con miras al poder. Cuando en ella existe libertad e igualdad,
donde los ciudadanos se sienten comprometidos con su patria. Así como el hombre que
ama a su familia, con sus virtudes y defectos, así ha de amar a su patria. En la familia el
hombre reconoce que esta no es perfecta, pero es en ella que encuentra apoyo, protección,
confianza y esperanza para salir adelante. Es en ella donde él es reconocido como
miembro integral, y donde él cultiva los valores.

Así, mismo pasa con la acción política, cuando esta afecta e interpela la conciencia del
ciudadano, que ve a su patria como familia, como parte de él, por ella desarrolla sus
valores y en ella confía. Además, le puede asegurar y fundamenta la idea de qué el
ciudadano ha de hacerse protagonista de la vida política. Cuando se tiene esta visión
participativa, la indiferencia social desaparece, la realidad el mal que envuelve la
actividad política, deberá ceder.

En el pensamiento político de Raymond Aron, se rechaza la noción que concibe la


política como «estilo de vida en común» y a la vez modifica las diferencias políticas,
considerándola como un sistema parcial145. La política participativa enfrenta la tarea de
tener que acertar las diferencias que puedan encontrase en la actividad política, debido a
que esta debe garantizar la motivación y la esperanza de hacer ver la política como un
factor indispensable para la colectividad de los ciudadanos. La grandeza de la política
tiene que ser la relación que se da entre los ciudadanos que dialogan para ponerse de
acuerdo.

En relación a la política participativa Aron señala que su primacía debe consistir en


un sentido humano:

En relación al hombre, lo político es, digamos por definición, más importante que lo
económico, porque lo primero afecta de forma más directa al sentido mismo de la existencia.

145
Cf. R. ARON, Democracia y totalitarismo, 35.
72 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

Los filósofos han pensado siempre que la vida humana está, por así decirlo, constituida por las
relaciones entre personas. Vivir humanamente es vivir con otros hombres. Las relaciones entre
los hombres son el fenómeno fundamental de toda la colectividad146.

Desde esta perspectiva, la política como factor participativo tiene una gran centralidad
en el hombre; el hombre que se relaciona con sus semejantes, que dialoga sobre los
problemas sociales, que propone soluciones, que piensa en el otro, actitudes que sólo se
pueden encontrar en el ciudadano que tiene principios y valores, que es capaz de salir de
sus comodidades y dar el paso hacia la convivencia con los demás. Un ciudadano que
ama y construye el porvenir a las generaciones del presente y del futuro. Aquel que según
Aron se vincula con el sistema político, en el que se determinan las relaciones entre
gobernados y gobernantes, fijando el modo de cooperación en los asuntos políticos que
orientan la acción estatal147. Un ciudadano que es capaz de aceptar el compromiso político
desde la participación.

3.5 Conclusión

Después de haber presentado este capítulo, se puede afirmar que la democracia como
sistema político juega un papel fundamental en los problemas de la vida social, en los que
se encuentra el hombre de esta época. Con la propuesta aroniana en cuanto a la
democracia, se ofrecen las bases para precisar las debilidades en las que se encuentra
sometida la entidad política llamada democracia. No obstante, también se ofrece las
pautas para seguir luchando y combatir las imperfecciones en la que se encuentra
sometida la democracia, por el hecho de estar relacionada con las imperfecciones de la
realidad humana.

Además, se han presentado los postulados éticos y morales de la política, donde el


ciudadano es capaz de reflexionar y no sólo ver la política desde la realidad optimista o
pesimista, sino como arte dinámico donde él es el primer interlocutor. La finalidad que
se ha buscado en este capítulo versa en presentar la democracia con sus virtudes, pero
también con sus defectos, para que el ciudadano pueda tener una opción fundamental para

146
Ibíd.
147
Ibíd., 76.
73 CAP. III: EL PAPEL DE LA DEMOCRACIA SEGÚN RAYMOND ARON

optar por la participación de política y recupere la esperanza de crear un mejor porvenir


de la realidad democrática.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN

Al evaluar la propuesta aroniana de la democracia, es necesario plantear algunas


consideraciones finales, tomando en cuenta ciertos límites y puntos positivos de su
propuesta.

En el desarrollo del trabajo se acentuó de forma indirecta la relación entre la filosofía


política y la sociología, eso porque desde una perspectiva política moderna los términos
de democracia, libertad e igualdad se encuentran correlacionados. El mismo Aron llega a
especificar esa relación cuando definió que la «esencia democracia no reside en ser una
democracia directa, sino que ésta reside más bien, en caso extremo, en la competencia
que se ejerce mediante la reunión de todos los ciudadanos y también, algunas veces,
mediante las decisiones que se adopten»148. De esta forma, no se puede negar que existe
una reciprocidad en su pensamiento en cuanto la filosofía política y sociología. Por ello,
en el desarrollo de todo el trabajo se describieron algunos puntos de incidencia de la
sociología en Aron, pues se veía imposible presentar su filosofía política sin tomar
algunos elementos sociológicos.

A partir de este análisis, se pueden deducir algunas apreciaciones y ciertas


limitaciones que trae consigo la visión de la democracia en Aron. Hay que destacar que
las apreciaciones y límites pueden variar de acuerdo a la interpretación de cada
investigador de la filosofía aroniana. Sin embargo, se han seleccionado las siguientes en
torno a lo deducido después de la indagación en el tema.

Apreciaciones

Las apreciaciones que se pueden destacar en el pensamiento aroniano acerca de su


filosofía política y su sociología son tres: la primacía política, la teoría de la legislación o
reforma y el carácter histórico de la política de la acción.

No hay mayor apreciación a destacar que la propia originalidad de su teoría política,


pues eso es lo que, precisamente, distingue su propuesta de otras. La primacía política es
un recurso sociológico que él crea al reflexionar sobre la Historia de la Filosofía Política.
Esta apreciación de la primacía política es vista en relación con la vida, refiriéndose a los
problemas del hombre, puesto que «lo político toca directamente el sentido de la

148
R. ARON, Introducción a la filosofía política. Democracia y revolución, 27.
78 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

existencia», en mayor dimensión que lo económico, pues todo sistema económico


contemporáneo, así como las diferentes clases sociales, dependen fundamentalmente de
una decisión política. Además, desde su postura, la acción radica en una vivencia
espontánea de la realidad política que se construye con la historia del hombre. Éste es el
protagonista de la actividad política, y una política que no tenga una visión antropológica,
carecería de sentido, por eso comprende la política como un modo de vida y de relación
social.

1 El reconocimiento político no consiste en ver una instancia parcial, sino una


actividad englobante referida al todo social. La política es la mayor característica de la
colectividad en su conjunto, pues ésta surge como cooperación entre los hombres en la
polis. Dicho primado político no consiste en un determinismo concreto, ni en un primado
casual, sino en reconocer que las demás actividades sociales pueden obrar sobre lo
político. El primado aroniano de lo político es el presupuesto de una teoría de la
mediación entre las distintas órdenes humanas como la economía y la religión.
2 Una segunda apreciación es el fundamento de una propuesta de la teoría de la
legislación, la cual surge como respuesta a la corrupción política. Dicha reforma consiste
en la tarea de que el reformador le otorgue a la ciudad el sentido, la unidad y la virtud que
ésta ha perdido. Esto conduce a la fundación de una nueva ciudad donde éste le dé una
Constitución.
3 Por último, reconoce que la política es acción, y la acción tiene siempre un carácter
histórico y contingente. La política tiene una gran relación con la verdad histórica, puesto
que la historia se desarrolla en un lugar y tiempo determinado, y los sucesos históricos no
retroceden eventualmente para producirse un cambio de lo que debió ser. La historia es
lo que es, y en ella la acción política deja su legado, de modo que es tarea de la filosofía
de la historia analizar los hechos y definir la enseñanza de los mismos. Por tanto, el
carácter histórico de la acción, subraya una gran relación entre política y antropología,
donde prima la libertad de la acción basada en una conexión histórico-existencial del
individuo y sus relaciones sociales.
79 CONCLUSIÓN

Limitaciones

A pesar de esas características positivas y de la originalidad de la visión de la


democracia, en Aron se pueden presentar algunas limitaciones que se infieren a partir de
lo investigado. Entre ellas están: no propone un nuevo régimen político y su pensamiento
puede ser objeto de interpretación de un socialismo moderado.

1 La primera limitación es que él estudia los diferentes regímenes políticos por


separado, es decir, hace una comparación de ellos y no propone un régimen que los
reemplace. En todos los análisis de los diferentes regímenes políticos, Raymond Aron
busca una relación con lo ordinario de la vida del hombre. A él le interesa ver la realidad
concreta de la política para el hombre de acción.

2 La segunda limitación es que su visión de la democracia podría conducir hacia un


socialismo moderado. Esto se nota cuando se refiere a la democracia como sistema de
lucha pacífica hacia el poder. Además, se demuestra cuando subraya el sentido de
igualdad que debe existir entre los ciudadanos, es decir, que la política en un sentido es
conjunto de cooperación entre los hombres. Donde pone de relieve la primacía de los
fenómenos políticos sobre lo económico, rechazando consigo la comprensión de una
conducta política, individual y colectiva, basada en el cálculo utilitario y en el concepto
del «interés» de una economía exageradamente capitalista. De esta manera, puede
entenderse que preferiría un sistema económico más que otro.

En definitiva, se puede decir que la política, desde la visión de la democracia postulada


por Raymond Aron, tiene más valoraciones que puntos negativos, de manera que sería
incorrecto no replantearse el ideal de la democracia desde la perspectiva de dicho autor,
especialmente para nuestra situación actual de la política. Además, debemos tener en
cuenta que la actividad política, como elemento unificador del Estado, se caracteriza por
manifestar el orden operativo y económico de un lugar definido por una Constitución,
donde las leyes son las que determinan los elementos que erigirán la convivencia humana.
Cuando la estabilidad de las normas no se encuentra visible en el común de la vida
política, se suele decir que las injerencias políticas están decayendo, y que los valores y
principios políticos están aniquilados.
80 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»
Con esta actitud, la esperanza de los ciudadanos para involucrarse en la acción política
se pierde. En el caso de la democracia, como factor político, se parte del hecho concreto
de la libertad que se ve atrofiada por elementos internos de la misma actividad política.
Desde esta perspectiva, se quiere hacer énfasis en que la democracia no es el mejor de los
sistemas políticos por los errores que comete. Sin embargo, es el sistema que mejores
oportunidades brinda a los ciudadanos de expresar y participar en la acción política. En
ella se encuentran virtudes y vicios, que pueden ayudar a construir un mejor porvenir.
Esto se logra si no nos hacemos indiferentes a participar, haciendo nuestro aporte cívico
en la vida política.
SIGLAS Y ABREVIATURAS
SIGLAS Y ABREVIATURAS

Cap. Capítulo

Cf. Cónfer (compárese)

Etc. Etcétera

EUNSA Ediciones Universidad de Navarra

FCE Facultad de Ciencia y economía

Ibíd. En el mismo lugar

IFOP Instituto Francés de Opinión Pública

OTAN Organización del Tratado del Atlántico Norte

PUCMM Pontificia Universidad Católica madre y Maestra

R.D República Dominicana

RPF Agrupación del Pueblo Francés

Rvdo. P. Reverendo Padre


BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA

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88 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

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WEBER, M., El político y el científico, Alianza Editorial, Madrid 1967.


ÍNDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................................... 7

AGRADECIMIENTO................................................................................................................... 9

RESUMEN.................................................................................................................................. 13

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 17

CAPÍTULO I: ............................................................................................................................. 23

1. Introducción....................................................................................................................... 23

1.1 Contexto histórico y político en el que vivió Raymond Aron ............................................ 23

1.2 Repercusión del pensamiento de Maquiavelo en Aron ..................................................... 26

1.3 Influencia de los diferentes pensamientos políticos .......................................................... 27

1.3.1 Los tres gobiernos de Louis Montesquieu .................................................................. 28

1.3.2 Ideas democráticas de Alexis de Tocqueville ............................................................ 30

1.3.3 Elementos de la idea de democracia en Karl Marx .................................................... 33

1.4 Conclusión......................................................................................................................... 36

CAPÍTULO II: ............................................................................................................................ 39

2. Introducción....................................................................................................................... 39

2.1 La democracia ................................................................................................................... 39

2.1.1. El concepto de democracia según Raymond Aron .................................................... 39

2.2 Los tipos de democracia.................................................................................................... 42

2.2.1 La soberanía. .............................................................................................................. 42

2.2.2 La libertad. ................................................................................................................. 43

2.2.3 La igualdad. ................................................................................................................ 46

2.3 La democracia y el Estado ................................................................................................ 47

2.3.1 Deberes del Estado ..................................................................................................... 48

2.4 La democracia y la política. .............................................................................................. 50

2.5. Conclusión........................................................................................................................ 54
90 «ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN RAYMOND ARON»

CAPÍTULO III: .......................................................................................................................... 57

3. Introducción....................................................................................................................... 57

3.1 El papel de la democracia en la vida del hombre ............................................................. 57

3.2 Vínculos y elementos de la democracia en la Ética y la moral ......................................... 59

3.3 La democracia y su influencia en la modernidad ............................................................. 60

3.3.1 La democracia frente al totalitarismo ......................................................................... 62

3.3.2 La democracia y la revolución ................................................................................... 65

3.3.3 La democracia frente a la corrupción ......................................................................... 67

3.4 La democracia como bien participativo............................................................................ 70

3.5 Conclusión......................................................................................................................... 72

CONCLUSIÓN ........................................................................................................................... 76

SIGLAS Y ABREVIATURAS ................................................................................................... 83

BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................... 87
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y ARTES
ESCUELA DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

ANÁLISIS DE LA VISIÓN DE DEMOCRACIA EN EL


PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE RAYMOND ARON

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Kelvin José Brito Hidalgo Rvdo. P. Ángel Díaz Gil
Sustentante Asesor

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Rvdo. P. Ángel Díaz Gil
Decano de Filosofía

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