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Claro que para estos tiempos electorales, acuden a ella por considerarse un fortín
político. Para los 90, era un territorio casi que un 100% de “sangre roja” o sea,
liberal. Con el trasegar del tiempo se ha convertido en un territorio pluripartidista
para bien o para mal. Aunque siendo honesto la historia de mi Macondo es larga,
pues es su territorio donde se libró muchas luchas ideológicas que pasaron a los
hechos, dejando a su paso destello de sangre y muerte, no todo ha sido malo,
también en su territorio se realizaron varios acuerdos de paz.
Ahora, algunos sin saber el trasfondo de las cosas van lanzando juicios a priori,
que si se dieran a la tarea de investigar a fondo la historia de nuestros pueblos, se
darían que esta ha sido el resultado de un proceso y como tal parte de este ha
sido violento. Buscare dibujar una línea de tiempo de algunos acontecimientos que
hicieron parte de este proceso: Fue el enfrentamiento liberal-conservador conocido
también con el nombre de violencia bipartidista. Empezó en 1949, tres años antes
de la creación del Departamento de Córdoba, segregado del de Bolívar. La disputa
por el control de los organismos y cargos gubernamentales, la posesión de la
tierra, los privilegios familiares, el electorado de las cabeceras y el campo y una
que otras diferencias sobre derechos sociales y autoridad, fueron las razones
principales que enfrentaron a los liberales y conservadores en las áreas urbanas y
rurales de las zonas del Sinú y San Jorge. Los liberales acusaban a los
conservadores en el poder de desconocerles sus derechos ciudadanos, ordenar
abusos a la policía y en general, aprobar tropelías y agresiones contra los
miembros de su colectividad. Ante los atropellos los liberales respondieron de
distintas maneras.
En sitios del alto Sinú y San Jorge, así como en Canalete y en límites con
Antioquia por la serranía de Abibe, los líderes conformaron grupos guerrilleros.
Estos lugares tenían algo en común: el alto San Jorge con tradición de rebeldía
desde la época de la colonia; el alto Sinú con historias de luchas por la tierra y una
abundante población de colonos y pequeños productores inconformes y Canalete
con antecedentes de luchas por la tierra y una masa campesina decidida a
continuarlas.
En el San Jorge operó Julio Guerra hasta 1959 cuando llegó a acuerdos con el
gobierno nacional. En Tierralta, Mariano Sandón y en Valencia, Evaristo Calonge:
ambos amnistiados por el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957).
En Canalete y parte del Urabá antioqueño, Oscar Domínguez, Tiburcio León,
Cartagena, Rudas, Fuentes y Pozzo, entre otros. Unos cayeron en combate
mientras otros fueron apresados o abandonaron la insubordinación.
Posteriormente producto del descontento por los abusos cometidos por los
terratenientes y dirigentes políticos tanto liberales como conservadores, se anida y
surge en diciembre de 1967 el Ejército Popular de Liberación (EPL), en la zona
montañosa del Alto Sinú y San Jorge. La base principal de su actividad política y
militar fueron los Llanos del Tigre y Manso por la fácil comunicación entre el Sinú y
San Jorge y la experiencia ganada por los campesinos en la guerrilla liberal.
En 1980 empezó a incursionar el 5 frente de las FARC que operaba por el norte
de Antioquia. Tres años más tarde conformaron el 18 frente, después el 35, 37 y el
58 que tradicionalmente han hecho presencia en Córdoba. La Corriente de
Renovación Socialista (CRS), disidencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN),
surgió antes de la desmovilización del EPL en 1991.
Enconándose así otro foco de muerte. Que permeo todas las instancias
gubernamentales, claro está que con la ayuda de muchos de los que estaban y
aún están en eminencia. Una vez posesionado Álvaro Uribe Vélez como
presidente de la república en agosto del 2002, las AUC, en cabeza de Carlos
Castaño, le reiteraron su disposición a iniciar un proceso de desmovilización. Y en
efecto el 15 de junio del 2003 en Santafé Ralito, un corregimiento pobre y
desconocido del municipio de Tierralta en el alto Sinú firmaron el acuerdo que dio
comienzo a la negociación formal. Entre otras cosas se comprometieron “a
desmovilizar a la totalidad de sus miembros en un proceso gradual que comenzará
con las primeras desmovilizaciones antes de terminar el presente año y deberá
culminar a más tardar el 31 de diciembre del 2005” y a lograr “una Colombia sin
narcotráfico”.