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AGUA EN NUESTRA VIDA

infancia
Al nacer, el contenido total corporal de agua es elevado (un 75%). Éste disminuye durante el primer año de vida y en la
niñez, hasta alcanzar el 60% en la edad adulta.
En comparación con los adultos, los bebés no sólo tienen un mayor contenido de agua corporal, sino también una proporción más
elevada de superficie corporal en relación con la masa, una mayor tasa de renovación del agua, 1 menor capacidad de la excreción
de solutos y menor capacidad para expresar sed. Por dichas razones, la deshidratación en bebés puede ocurrir más rápidamente en
comparación con los adultos, incluso puede resultar mortal.
Sin embargo, debido a la baja carga renal de solutos de la leche humana, los bebés amamantados exclusivamente no necesitan un
consumo adicional de agua, aún en condiciones de temperatura ambiente alta. 2
El requerimiento de agua aumenta con la edad. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria definió en 2010 2 el consumo
adecuado para bebés y niños, resumiéndose en la siguiente tabla:

Consumo adecuado definido por la EFSA2

Como parte de su educación nutricional, a los niños se les debe enseñar cómo beber de manera saludable: se debe prestar atención
en proporcionar a los niños acceso al consumo de agua a lo largo del día.
Animar a los niños elegir bebidas no calóricas, como el agua debe ser parte de un conjunto más amplio de recomendaciones sobre
el estilo de vida y alimentación saludable

 Un estudio llevado a cabo recientemente en Alemania mostró que una simple intervención centrada únicamente en fomentar el
consumo de agua previno de forma eficaz el sobrepeso en niños de primaria 3

Lactancia

Debido a la gran importancia y responsabilidad que tiene para la mujer el periodo de embarazo y lactancia, ellas suelen modificar
sus hábitos nutricionales y estilo de vida para asegurarse que su bebé comience su vida en la mejor y más saludable forma posible.
La mayoría de las mujeres embarazadas y lactantes se sienten con la necesidad de tener un estilo de vida más saludable, siendo
importante que como profesionales de la salud se les oriente sobre la importancia de la hidratación saludable, para que en esta
etapa se ponga especial atención en la calidad y cantidad de bebidas consumidas durante el día. De hecho, el peso corporal
aumenta alrededor de 12 kg durante el embarazo , donde la mayor parte de dicho incremento se debe a los 6-9 L de agua
corporal1. Este se debe a:

1. El volumen plasmático (siendo principalmente agua) aumenta


2. El 85% de la placenta es agua2
3. El mismo feto es 70-90% agua

Para asegurar el consumo adecuado de agua durante el embarazo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria(EFSA)
recomienda un aumento de 300 ml al día, en comparación al consumo normal para mujeres no embarazadas, llevando a un
consumo adecuado total de 2.300 ml/al día.
Durante el periodo de lactancia, es necesario tener un adecuado consumo de agua para compensar las perdidas en la producción de
leche materna. El 88% de la leche materna es agua, por lo que la EFSA recomienda que las mujeres en periodo de lactancia
incrementen su consumo de agua, alrededor de 700mL/día, es decir consumiendo 2700mL de líquidos por día. 3
Adulto mayor

Conforme se envejece, el contenido de agua en el cuerpo disminuye y el riesgo de deshidratación aumenta, por lo que las
consecuencias se tornan aún más serias.
La deshidratación se ha asociado con un aumento en las tasas de mortalidad entre los pacientes hospitalizados de más edad 1 y
pueden precipitar la hospitalización de emergencia, así como aumentar el riesgo de repetidas estancias en el hospital.2,3
La deshidratación es causa frecuente de hospitalización en la tercera edad, y se encuentra entre las diez causas más frecuentes de
hospitalización en los Estados Unidos.3
La evidencia muestra altas tasas de deshidratación en pacientes de la tercera edad en hospitales, y en diversas instituciones
sociosanitarias.2
La deshidratación también se ha asociado con varias causas de morbilidad como deterioro cognitivo, confusión aguda, caídas o
estreñimiento.
El coste asociado a la deshidratación puede ser bastante alto: un estudio llevado a cabo en 1999 en los Estados Unidos evaluó los
costes atribuibles a la hospitalización por deshidratación, estimándolo en 1.140 millones de dólares. 4
¿Por qué durante la tercera edad las personas son más susceptibles a la deshidratación?
La cantidad de agua corporal disminuye aproximadamente un 15% (alrededor de 6 L) entre los 20 y 80 años de edad. 5 Con esta
disminución, el organismo se vuelve más susceptible a la deshidratación por pequeñas pérdidas de agua corporal.6
Además, las personas mayores experimentan menor sensación de sed, lo que conlleva a un consumo reducido de líquidos. 7,8
Como consecuencia del envejecimiento, los riñones tienen menor capacidad para concentrar la orina, y retener agua en caso de
necesidad.9 Al envejecer los riñones, su capacidad para excretar sodio se ve también limitada. 10
El consumo insuficiente de líquidos también puede ser resultado de limitaciones, como problemas para deglutir, movilidad
reducida o desórdenes de comunicación y comprensión. Factores relacionados con ciertas enfermedades, como la incontinencia
urinaria, pueden aumentar las pérdidas de agua. La deshidratación puede ser también causada por una temperatura elevada,
instituciones con falta de personal, o el uso de laxantes o diuréticos.1

¿Qué medidas se pueden adoptar para prevenir la deshidratación en las personas mayores?

La prevención se basa principalmente en asegurar un consumo de líquidos adecuado. Concientizar a las personas, sus familiares y
cuidadores sobre los riesgos de la deshidratación y sus consecuencias es fundamental para la prevención de la
deshidratación10,11 pudiendo resultar en una reducción de costes en las instituciones geriátricas. 12,13
ALGUNAS ESTRATEGIAS PARA FOMENTAR EL CONSUMO DE FLUIDOS9,11

 Ofrezca fluidos a lo largo del día


 Asegúrese de que se tenga acceso al agua a lo largo del día (en la mesilla de noche o al lado de la silla) con recipientes adecuados
para el consumo
 Fomente el consumo de agua junto con los medicamentos
 Ofrezca sus bebidas preferidas
 Prescriba y asegúrese de que hay un consumo mínimo de 1,5 L en períodos en los que el riesgo de deshidratación sea mayor

Agua en los órganos

El agua es el mayor constituyente del cuerpo humano: En promedio, el agua representa el 60% del peso corporal total. 1
El contenido de agua en varios órganos oscila entre el 10% en en tejido adiposo hasta un 83% en la sangre. 2

Contenido de agua en diferentes órganos y tejidos2

Alrededor de dos tercios del agua se encuentra localizada en el compartimiento intracelular, y un tercio en el compartimiento
extracelular (plasma y fluidos intersticiales).1
El agua es esencial para las principales funciones fisiológicas:

 El actúa como medio para permitir múltiples reacciones metabólicas


 Siendo el principal componente de la sangre ayuda a transportar:
o Nutrientes, hormonas y otros compuestos hacia el interior de las células
o Productos de desecho hacia el exterior de la célula, para su excreción corporal 3
 Es el solvente que ayuda a la eliminación de desechos metabólicos solubles por medio de los riñones, a través de la producción de
orina
 Se encarga de la regulación de la temperatura corporal. Es el principal componente del sudor y a través de su evaporación en la
superficie de la piel ayuda a disipar el exceso de calor en el cuerpo

a recomendación oficial más reciente sobre necesidades hídricas es la publicada en 2010 1 por la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria. Este análisis científico extensivo permitió lograr una definición de ingestas de agua adecuada basada en las ingesta
europea de líquidos, la osmolaridad de la orina y la ingesta energética. Los valores de referencia suponen un clima moderado y un
nivel de actividad física moderado.
Valores Dietéticos de Referencia para el agua1

Estos valores incluyen el agua proveniente de alimentos y bebidas. La Autoridad Científica Europea también ha afirmado que la
contribución de agua a través de los alimentos representa alrededor del 20% en adultos. Sobre esta base, se establece que los
hombres deben beber 2 L al día y las mujeres adultas 1,6 L.
La EFSA no ha establecido límites máximos de tolerancia, ya que los individuos sanos tienen una gran capacidad para excretar el
exceso de agua como se ha observado en muy diversos tipos de consumo. En sujetos normales, los riñones tienen la capacidad de
excretar entre 0,7 y 1 L/hora.1

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