Está en la página 1de 3

Adorado y Amadísimo Cristo,

ruego con humildad me mires benignamente.

Te amo y Reverencio en nombre


de todas las criaturas humanas
y reconociéndome pecador
e inmerecedor de tanto Amor,
ruego vengas en auxilio de mi Alma,
a la que deseo librar de los momentos
en que la contrito y la llevo a padecer.

Coloco mi Alma frente a Ti, Señor mío


Ella añora Tu Amor, el que le niego
siendo tan humano, porque desprecio
lo que me imanta hacia Ti.

Deseo salvar mi Alma liberándola


de los momentos indebidos a los que
mi voluntad humana tiende con mayor frecuencia.

Dadme la sabiduría y la humildad para que


mi voluntad busque Tu presencia Señor
y así unida a Ti, sea fiel
a Tu Santísima Voluntad.

Cristo, limpia mi corazón del desamor


Cristo, limpia mi voluntad y guíame hacia Ti
Cristo, limpia mi mente y así céntrame en Ti
Cristo, limpia mi pensamiento de lo indebido
Cristo, limpia mis ojos para no mirar lo que no es
Cristo, limpia mis oídos para no escuchar lo que te
ofende
Cristo, limpia mi lengua para que no enjuicie al
prójimo
Cristo, limpia mi razón para que no sea soberbia
Cristo, limpia mis sentimientos para no despreciar
al hermano
Cristo, limpia mis sensaciones para que no me
lleven a actuar mal
Cristo, limpia mi conciencia para que no me turbe y
me equivoque
Cristo, limpia mi historia de vida, para no juzgar
por mi pasado
Cristo, limpia mi pasado para que sea criatura
nueva en Ti
Cristo, limpia mis manos para que no se levanten
contra el hermano
Cristo, limpia mis pasos para que se dirijan
únicamente hacia Ti
Cristo, límpiame y renuevame
Cristo, por Tu Cruz enséñame a perdonar
Cristo, por Tu Cruz enséñame a no gustar de la
soberbia
Cristo, por Tu Cruz enséñame a no murmurar
Cristo, por Tu Cruz enséñame a mirar el dolor
Cristo, por Tu Cruz enséñame a amar como Tú
Cristo, por Tu Cruz enséñame a ser humilde
Cristo, por Tu Cruz enséñame a ser bondadoso
Cristo, por Tu Cruz enséñame a ser siervo útil a Ti
Cristo, por Tu Cruz enséñame a vivir en fe,
esperanza y caridad.

Levántame Cristo mío y enseñame


que la perfección eres Tú
y yo debo tender a la perfección,
no exigir al prójimo lo que debo ser yo.
Heme aquí frente a Ti, dame de beber Tu Amor
y limpia Mi Voluntad.

Heme aquí Cristo mío, pido Tu perdón.

Amén.

También podría gustarte