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MARRUECOS:

ANTECEDENTES
DE U ELTA

,rti I
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La irnagen de lvarruecos en la izquierda
española se encuentra distorsionada por
\i factores que no son exclus vamente políti-
cos, derivados de hechos como la part ci-
pación de marroquíes en nuestra guerra
ivi o, después de la independencia, el ases nato de Ben
la politlca saharana o a represón de las fuerzas
res stas que ha pasado por épocas de dureza en 33
5, '1981 ó 1984. Hay que reconocer que e inconscien-
ispano tiene una imagen negativa de o árabe, califica-
despect vamente de mora y que afecta muy partcu-
a lo marroqui. A la iormación de ese sub-
iente racista ha contribuido una larga contienda
que ciertos historiadores parciales denominaron
/ls¿a, y, en época reciente, las guerras africanas
, 1893 o la resistencia de Abd el-Krim en nuestro

algarabla de las
relaclones hlspano-marroqufes
El progresisñro español ha sido víctima de este estereo-
--:_r!: tipo. Y sus análisis acerca de nuestro vecino del Sur han
venido leñidos de intoleranc a, incomprensión, olvidándo-
se con frecuencia, como señalaba Pérez Gadós en su
episodio nacional A¡fa feftauen, que vivimos en esa Ber,
beria bautizada que llamamos España; o que en plena
dctadura franquista, los progres stas de l\larruecos (no
todos, bien seguro) publicaban lega mente su prensa (no
siempre, por supuesto).
Recordar estos hechos es hacer justicia, aunque no
haga falta legar al extremo de Joaquín Costa, que hace
exaclamente cien años, e 30 de rnarzo de 1884, en el
m tin del teairo de a Alhambra madrieño, planteaba que
los marroquíes (...) han sido nuestas vict¡mas y les debe-
mos reparac¡ón cumpl¡da. Tambiér la maa concienca
puede producir clichés distorsionadores.
Esa mala conciencia es la que parecen tener nuestros
últirnos Gobiernos (socialistas ncluidos) cuando aseguran
que la estabi idad de la monarquia maroquí beneflcia
nuestros intereses y se lanzan incluso a expresar el apoyo
del Elecutivo español a vecino régimen en sus momentos
de crlsis y agilaclón popuar, como en enero pasado. El medidas, la devaluacjón del dirham, la congeación del
odia al sarraceno de nuesfa tradición popular reflejado en nivel del ernpieo estatal, una reducción de las inversiones
la izquierda, trocado en temor con apariencia de mala públicas y algo que afecta directamente al nivel de vida de
conciencia en el Gobiernor Ceuta, l\,4elllla y la pesca, al la mayoría de la población: la reducción progresiva de las
fond o. subvencio.es sobre os prooJctos básrcos. que represel-
tan una buena parte del déficit presupuestar o (un 40 por
Deuda, intlación, 100 en 1983).
En Túnez, la rcvuelta del cus-cus se produjo a fines de
contrastes y deslgualdades 1983 y principios del año actual por esie mismo motivo, al
ncremenlar sensiblemente los precios. E resultadoi tras la
La exorosiór de violelca qLe. coro un eco de ,a agitación y la represión, el propio Presidente de la Repú-
producida semanas antes en Túnez, estailó en Marruecos
blica, en un gesto paternalista, anula la subida de precios.
a finaes de enero era una revuelta anunc¡ada. La proiun- En N/larruecos, el simple rumor de subidas va a producir el
da ciisis económica, la subida descontrolada de ios Dre- estallldo, particularmente viruento en dos de las zonas
cos. la grave crsis po.ilica sosterioa desde 1980 y la más atrasadas, el Bif y Yebala, al Norte del país, donde el
negativa a afrontar os anacronismos de las estructuras
desequilibrio regional es rnás patente y sus genles sufren
sociales, unidos a los desequilibrios regionales (particular- más de una discriminación por practicar una lengua antiis-
mente ostensibles en el Rif), no podfan desembocar rnás
lámica, el famaz¡g (beét)er), y por haber padecido un
que en un estal ido del descontento.
colonizador diferente y una lengua extranjera distinta, el
I\,4arruecos cuenta con la estructura agraria más obsole-
español, que los aleja de la que fue durante décadas la
ta de todo el Magreb (sj dejamos aparte el caso maurita- leng-a oe la Ad-ni".strac ó1. el fraccés.
no). La llerra cu tlvable, que representa el 16 por 100 dei Tras la repres ón que ha servido de pretexto para efec-
territorio, se encuentra ma repartidat un 15 por 100 de os tuar una depuración política en toda la izqulerda (comu-
propietarios son grandes terratenientes que controlan cer-
nistas, sociaiistas) y en todo el país, ncluso en regiones
ca del 50 por 100 del espacio agrícola, mientras que más donde no hubo agitación, el anuncio del monarca de que
34 de la rnitad de las fam lias rurales con tierras poseen entre no subirian os preclos no ha tenido la repercusión popu-
un 11 y un 13 por 100. Por otra parte, la orlentación del lar del gesto de Burgu ba en Túnez, hasta el punto de que
desarrollo agrario ha tenido unas connotaciones de clase en la fiesta del trono, el 3 de marzo de este año, Hassan ll
ev dentes. Se ha privilegiado la gran propiedad, facilltando
ha pretendido ir más allá, exonerando a los propietarios
créditos y subvenciones para su mecanlzación y moderni-
agríco as de pagar impuestos hasta el año 2000. l,4edida
zación y perrnitiendo una fiscalidad calllicada por la iz- demagógica b en estudiada, ya que el total de las rentas
quierda de escandalosa. La consecuencia es el éxodo fiscales aportadas por la agricultura no representa más
rural que provoca aglorneramientos en las grandes ciuda- que un 2,5 por 100.
des, creando problemas de alojamiento, empleo y servl-
cios que acaban en lensiones sociales y disturbios, como
en lunio de 1981 en Casablanca. "Democracla" vlgllada pot palaclo
A esta crisis estructural se añade la gravis ma sequÍa de
1981 que h zo descender la producción agraria en un 21 El problema politico en Marruécos deriva de la confu-
por 100. La dependencia económica de l\y'arruecos es sión de poderes. Su apariencia de régimen demoliberal,
también notoria en la agricultura: cereales, azúcar, té con pluralidad de partidos, aunque no engaña al lector
-base del almuerzo de la pob aclón- y otros productos atefto de la Constitución de 1972, puede sorprender en el
aimenticios constituyen el 17 por 100 de las importaco- contexlo de los países del Tercer l\y'undo y concretamente
nes marroquíes. del mundo árabe. Desde su independencia en 1956,
Por otra parte, la baja de precio de los fosfatos (princi- Marruecos siempre contó con una oposición legal. Pero
pal producto de la exportación marroqui, con un 30 por este hecho innegabie y apreciable no oculta la inexistencia
100 del valor total), el estancarniento del turismo (en torno de una separación efectva de poderes, aunque su régi-
a millón y medio de visitantes), el freno a la emigración a men se autodenomine monarquía constlauclonai. Ejecutivo
Europa de os trabajadores marroquíes y la necesidad y legislativo se concentran en la persona del monarca, que
creciente de lmportar hidrocarburos y equiparniento indus- los ejerce por medio de un Consejo de lVinistros nombra-
trial contribuyen al incremento continuo del déficit presu- do por él y de un Gabinete Real de carácter consultivo
puestario. La deuda marroquí ha pasado de 900 mlllones que le asesora en las grandes decisiones del Estado. El
de dólares er 1972 117 por 100 del PNB) a once mil Parlamento, elegido dos veces sólo en veintiocho años, no
millones de dólares en 1982 (90 por 100 del PNB). En pasa de ser un elernenlo decorativo subordinado a pa a-
1982, lvlarruecos debía reembolsar a título del servicio de cio. A pesar de ello, la dernocracia es alga camerc¡al¡zable
a deuda 1,4 mil millones de dólares, es decr, el 80 por en e reino: una relerencia obligada de los discursos del
100 de las rentas de la exportación, frente a un 9,5 por rnonarca, de los partidos del poder y una demanda unáni-
100 en 1972. me de los sectores politicos menos favorecidos. Los pe-
Con el fin de conseguir la ayuda del Fondo ivlonetario ródcos del lstjqlal, partido con algunos miembros en e
lnternacional para la renegociación de la deuda y la posi- Gobierno, destacaban el pasado 4 de maia, de un argo
blldad de nuevos crédltos, l\,4arruecos ha tenido que discurso de Hassan ll con ocasión del 23 aniversario de
aceptar un pan de recf¡f¡cac¡ón que preveía, entre otras su sublda al trono, los sigulentes titulares: La democrac¡a:
una marcha que nad¡e puede ¡nterrump¡r. Omitian, no que nacería de la escisión, a UNFP, en el Gobierno pero
obstante, el final de la frase pronunciada por el soberano: sin el poder diría Ben Barka en su libro Opcló,
... ¡nterrump¡r a desviaÍ del camino que Nos hemos revalucionar¡a-como
para Marruecos-, acabaría vléndose priva
trazado. do de él y comprometido por haberse vislo obligado a
La novedad, triste novedad, de los aconteclmientos del adoptar algunas medidas lmpopulares, entre ellas la pro-
pasado enero es que se han producido con los socia istas hibició- del Parr do CoFtu.isra l\,4aroqui.
en el Goblerno. Desde noviembre pasado, dos socia istas De nuevo fue víctima de su ambigüedad hacia el poder
forman parte del nuevo Gabinele presidido por Karim en 1965, cuando Hassan ll lrataba de ganar apoyos para
Larnrani, entre ellos Abderrahim Buabid, secretar o gene- impantar e estado de excepción tras los incidentes dra-
ral de la U¡ión Socialsta de Fuerzas Populares, como rnáticos del 23 de maza. La UNFP fue a únca fuerza
ministro de Estado. Su función era, nicialmente, conkibu r polÍlica que vro con buenos olos la in ciativa real. La libera,
a la preparación; con las restantes fuerzas políticas del ción de sus detenldos fue lograda a cambio, pero no así la
país (exclu dos los comunistas), del referéndum de auto- oferta de participación en un Gobierno de unión naclonal.
determnacón en el Sahara y de as eiecciones egislati- El estado de excepción se implantó (hasta 1971)y pocos
vas. El plazo fijado para el prmero (31 de dicembre de rneses después empezó a soportar esie partido las conse-
1gB3) no se cumpló y los cornicios que debÍan haberse cuenclas del mismo: en octubre era secuestrado y asesi-
celebrado con anteriorldad al viernes 13 de abri , fecha nado en París Nlehdi Ben Barka.
anunciada por el monarca para a inauguración de la En octubre de 1981, los 15 diputados socialistas deci-
prlmera sesión ordinaria del Parlamento, tampoco han dieron no integrarse a las tareas del Parlamento por con-
tenido lugar, Nada justifica aparentemente la permanencia siderar que habían sido elegidos para cuatro años que
en el Gobierno del partido que contó con mayor prestigio curnp ian enlonces. Su gesto no pretendia poner en cues-
popular desde su nacimiento en 1959. Prestigio muy re- tión los resultados de un referéndum del año anterior por
duc do en la actualidad como cor]secuencia de la profun e que se ampliaba a seis años la leg slatura. Simplemente
da crlsis por la que atraviesa y de la que la presencia en el exigir nuevas eecciones, éstas sí para seis años. No lo
Gabinete no es más que una consecuencia. El día que la enlend ó así el poder, que los sometió a arresto dornicilia-
Cornisión Ejecutiva se reunia para decidir a partic pación ro hasta que se reintegraron al Parlamento, no como 35
en as pasadas elecciones municipales de junio, un grupo grupo parlamentario, sino a título individual. Por entonces
de mililantes y dirigentes recién expulsados del partido se acababan de ser detenidos y condenados a un año de
concentró frente a los locales para expresar su postura prisión el secretarlo general socialista y cuatro dirlgentes al
contraria a la participación. La actual direccón de la criticar la aceptación en Nalrobi por el monarca de un
USFP requirió la presencla de la Po icÍa para disolver a los referéndum en el Sahara. Los socialistas, unánirnes con
manifestanies. Los detenidos fueron condenados en p ena las demás fuerzas marroquíes, fueron siempre partidarios
campaña electoral a penas de prisión de uno y dos años. de la incorporación del Sahara a su país.
Esle cl ma de divis ón es el que domina en la que fuera la Lo pelgroso es que la presencia de la USFP en el
fuerza poitica más ternida del poder en tiempos de su Gobierno actual le va a impedir, sin duda, convertirse en
dirioente, [,4ehd] Ben Barka. el futuro en verdadera alternativa politica. En este con-
La USFP, hasta 1972 denominada UNFP, fue siempre lexto, los observadores vuelven sus miradas al Ejército,
un partldo con un grado importante de conflictiv dad en su única luerza organizada y con poder real. La guerra del
seno. Surgido del ala rnás radical del nacionalismo marro- Sahara le ha hecho recobrar cuerpo y convertirse en un
qui, que formentó lncluso el.Ejérclto de Liberación Naclo- eemento que aspira a controlar e poder. Ya no es el
na antes de la independencia, se debatió a o largo de su lstiqlal, como en otro tiempo, el verdadero rival del fono.
historia enlre la ntransigencia revolucionaria y el oportu- Ahora puede serlo el Elército. Parece que un proyecto
nismo reformlsta. Ambas tendencias convivían en su seno. destinado a sustituir a Hassan I por su hiio y que incluía
Perc a ruiz del último año, sus dlrigenles se han decldido una alianza con el Poiisario para resolver la cuestión del
por la coheslón ideoógica a todo preco, sacrificando a Sahara fue descubierto en enero de 1983. La muede
los radicaes con los resultados que vemos. accidental del general Dlimi y la depuración de sus co,
laboradores dias después está relacionada con este he-
cho.
l-os socrarrstas, rchenes del pode¡ La revuelta de enero de l9B4 ha sido atrilluda en a
versión oficial de los hechos (de la que participan los
El sociaisrno marroquí ha sido víctirna también de as
socialistas) a un cornpló jomelnista-marxista contra
manipulaciones del poder. l\,4ohamed V se va a servir de a
querella que oponia a las dos ramas dei partido del lstiq- l\larruecos. Estaba, sin ernbargo, anunciado por la grave
crsis que arrastra el paÍs y que afecta arnentablemente a
lal, la burguesa y la popular (de la que saldrla a UNFP)
para, favoreciendo a la segunda, debilitar al partido que sus fuerzas politcas. En el trasfondo de la crisis, la cues-
tión del Sahara, que lue la que permitió la consolidación
aspiraba al monopollo del poder en rivalidad con el trono.
del trono y una consecuente apertura politica en 1975,
De este modo, Abdallah lbrahim llegaría a presidir un está acabando con ésta y amenaza la estabilidad dei
Gob erno radical en diciembre de 1958. Abderrah m Bua- régimen.
b d ya era ministro dos años antes. Dos consecuencias se
derivaron de aquelia asunción dei poder: la ruptura en el
lstiqlal se produjo pocas semanas después y el partido
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