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NO HAY PRECIO

N
o hay precio para la mujer que da la vida, no seamos parte del desprecio que creció
al sembrarles heridas.
Sentencio a todo aquel que, por plata, maltrata.
Piensen con lucidez, esta vez si muere el consumismo, también muere la trata.
¿Qué piensas al ver tus bolsillos llenos de precio de cobrar por un dolor ajeno?
Robando sus vidas arrancadas de raíces dando noches de heridas a mujeres infelices y tal
vez, actúas como descarado despidiendo a tu hijo, como un padre ocupado y la señora que
viaja que las busca y las recluta no la juzgo vive en el terror de que el dolor se inmuta
aprovechan la necesidad que la sociedad hostiga regalando una oportunidad que arruina
su vida.
El tiempo cura todo, pero mata; si no hay amor “otro más” era su apodo en tu comercio de
terror, tratándolas como animales o mercancía que solo el cliente las va a consumir,
alejándolas de las tierras donde nacía, total si saldría no tendría a donde ir.
Comprando a corruptos policías que por placer barato no piensas discutir.
Es lo triste de ver una vida sometida donde las heridas le impidan sonreír.
No, no, no…
No hay libertad si no está bajo amenaza
No no…
No existe la igualdad si la maldad es la que nunca fracasa.
Sin el cliente igual estará el sentimiento ávaro que busca instalarse en otra procedencia
¿De que sirve querer borrar todos los malos sin juzgar los buenos que actúan con
indiferencia?
Importancia y dolor es lo que siente la mujer al ver que su fruto interior le impiden nacer.
Los sueños se van con sus latidos y los llantos dolidos repetidos en cada anochecer.
La que escapa siente que no tiene nada los recuerdos y la sociedad se encargan en dejarla
avergonzada, hay grupos que felicito que les dan una mano y hay otros miles esperando
recibir una palmada.
No somos una entidad solo un grupo que con música reacciona,
No tenemos la verdad porque la misma decepciona.
Solo un mensaje dejamos a la sociedad: Que hacemos música en contra de la trata de
personas

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