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“Comunicación” es uno de los conceptos característicos del siglo XX.

Se ha convertido en el centro
de las reflexiones sobre la democracia, el amor y nuestros tiempos cambiantes Algunos de los
principales dilemas de la actualidad, tanto públicos como personales, se relacionan con la
comunicación o el fracaso de la comunicación.

El término “comunicación” es un rico entramado de hebras intelectuales y culturales que codifica


las confrontaciones de nuestra época consigo misma. Entender la comunicación es entender
mucho más. Como una respuesta evidente a las divisiones dolorosas entre el yo y el otro, lo
privado y lo público, el pensamiento interior y la palabra externa, la noción ilustra nuestras
extrañas vidas en este momento de la historia.

HISTORICIDAD DE LACOMUNICACIÓN

El pasado vive de forma selectiva en el presente. La historia no sólo funciona de una manera lineal,
sino que se halla dispuesta en diversas constelaciones.

Nuestras sensaciones y sentimientos pertenecen, hablando fisiológicamente, sólo a cada uno. Mis
terminaciones nerviosas terminan en mi propio cerebro, no el tuyo. No existe un centro de
intercambio donde pueda conectar mis entradas sensoriales en ti ni existe algún tipo de contacto
“inalámbrico” a través del cual pueda transmitirte mi experiencia inmediata del mundo.

Gracias a la electricidad, la comunicación ahora podría darse independientemente de


impedimentos como la distancia o la corporeidad. El término evocaba una larga tradición de
sueños acerca de mensajeros angelicales y comunión entre los amantes separados. “La
comunicación” parecía muy superior a la vieja y sórdida labor personal de juntar las vidas en el
lenguaje. Era veloz como el rayo, sutil como el éter y sin palabras, como los pensamientos de
amor. Las relaciones interpersonales volvieron a describirse gradualmente con los términos
técnicos de la transmisión a distancia: hacer contacto, estar en sintonía o fuera de ella, estar en la
misma onda, tener buenas o malas vibras, o “Tierra a Herbert, ¡responde por favor!” La
comunicación, en este sentido, convierte los problemas de relación en problemas de sintonía
adecuada o reducción del ruido.

LOS DIVERSOS SENTIDOS DE “COMUNICACIÓN”

“La verdadera comunicación implica comunión, compartir la experiencia interior”

“Por comunicación se entiende aquí el mecanismo a través del cual se desarrollan las relaciones
humanas: todos los símbolos de la mente, junto con los medios para transmitirlos a través del
espacio y preservarlos en el tiempo”.

las comunicaciones son “las instituciones y formas en que las ideas, la información y las actitudes
se transmiten y se reciben”.
CLASIFICACIÓN DE LOS DEBATES TEÓRICOS EN (YATRAVÉS DE) LADÉCADADE 1920

En definitiva, la comunicación fue concebida como el poder de enlazar a un pueblo vasto para bien
o para mal; poseía lo necesario para hacer o deshacer el orden político, una noción que también
inspira, por desgracia, a otro libro de la época: Mi lucha de Adolfo Hitler (1925).

Ciertamente, para Heidegger la comunicación tiene peligros. Mientras que para Ogden y Richards
la principal preocupación es la discrepancia o el significado nebuloso, para Heidegger es la falta de
autenticidad.

Habermas, como Dewey (aunque se refiere a Mead con más frecuencia), toma la comunicación
como un modo de acción que no sólo implica un ser moralmente autónomo, sino también como
un proceso que, si se generaliza, conlleva la creación de una comunidad democrática. Habermas
insiste en que la comunicación no es la puesta en común de la conciencia, sino la coordinación de
la acción orientada hacia la deliberación acerca de la justicia; el término tiene para él un matiz
normativo innegable.

El fracaso de la comunicación, nos dice, permite, precisamente, la eclosión abierta de la


compasión, la generosidad y el amor. Dicho fracaso nos invita a encontrar maneras de descubrir a
los otros, además de conocer. La ruptura en la comunicación es, por tanto, un control saludable
para la arrogancia del ego. La comunicación, si se toma como la reduplicación del yo (o de sus
pensamientos) en el otro, merece chocar, ya que tal entendimiento es, en esencia, un pogromo
contra la distinción de los seres humanos.

DISCURSOS TÉCNICOS YTERAPÉUTICOS DESPUÉS DE LASEGUNDAGUERRAMUNDIAL

Medios de comunicación masiva”, un término recién acuñado en esos años, constituyó un


horizonte vago: la sombra del “aparato simbólico” (Ogden y Richards), la “distracción”
(Heidegger), los “instrumentos de comunicación” (Dewey), los “medios de publicidad” (Bernays) o
las “cadenas de plata” (Lasswell) acechaban. Sin embargo, la idea de “medios de comunicación
masiva” como un campo distinto de la actividad institucional y discursiva aún no había aparecido

La comunicación, en el sentido más profundo de establecer formas para compartir el propio


tiempo de manera significativa con los demás, es más una cuestión de fe y riesgo que de técnica y
método. En el sentido más laxo de sintonizar en la misma frecuencia, el concepto es, en última
instancia, inútil como solución a nuestros enigmas más desconcertantes; convierte al saber en el
gobernador de nuestro trato con los demás

El concepto de comunicación merece ser liberado de su formalidad y espiritualismo, su exigencia


de precisión y acuerdo, demandas cuya 45 historia trato de ilustrar en este libro.

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